Disclaimer: Naruto le pertenece a Masashi Kishimoto.
¡Hola!
Vuelvo con una historia sasusaku que hice en un hilo de twitter por allá en el año 2020. Después de pensarlo un tiempo, decidí editarlo y subirlo por aquí. También lo podrán encontrar en AO3 y en wattpad bajo el mismo seudónimo Seedesire.
Es una historia cortita, espero la disfruten mucho
El ninja traidor
Sasuke Uchiha siempre fue un hombre serio, con una paciencia magistral y digna de admirar, pero en los últimos años poco a poco esa paciencia infinita se empezó a derrumbar. Esa mujer de cabello rosa era la culpable.
No recordaba mucho, pero ella siempre le sonreía, era como si él fuera lo más sagrado con lo que se había topado en la vida. Alguien digno de proteger. Alguien por quien vale la pena morir.
Y aunque no le gustara admitirlo era reconfortante.
La mujer con la que siempre soñaba, le hablaba de manera suave y con una preocupación hacia su persona que, cuando él era un niño, encontraba irritante. Pero ahora, esa preocupación sonaba a calidez para él.
Aunque no siempre todo fue de color de rosa. Hubo momentos dentro de esos extraños sueños en donde la muerte, la traición y la venganza formaban parte de su diario vivir.
Las pesadillas, desde que era un niño, siempre fueron una tortura para él.
Especialmente las pesadillas en donde su hermano era el protagonista.
Había visto morir a su familia en ese extraño mundo tantas veces que fue necesario llevarlo a un psiquiatra para poder disminuir los sueños, y obviamente, para observar si había algo mal en él.
A Kakashi siempre le llamó la atención el caso de Sasuke, especialmente en donde él hablaba de asesinar a su hermano y a su mejor amigo. Pero más que hablar de esas personas en el presente, Sasuke se refería a ellos como personas de otro mundo.
A Sasuke, a esas alturas de la vida, no le preocupaba que lo tacharan de loco, él ya se había acostumbrado a esas pesadillas.
Aunque secretamente él anhelaba a la misteriosa niña, adolescente y mujer que siempre de manera suave lo llamaba por su nombre.
'Sasuke-kun'
En sus 28 años de vida, nunca sospechó que la respuesta del por qué tenía esos sueños sería que, en otra época, él había sido un ninja.
Un ninja traidor.
—¿Vida pasada?—Kakashi miraba a un Sasuke de 16 años hastiado ante tal respuesta a su problema.
—Me pediste una respuesta a tu condición
—¿Y encontraste lógica esa respuesta?
—Bueno es eso o tal vez tu subconsciente te quiere decir algo—declaró Kakashi —Acaso tú... ¿Quieres matar a Naruto?
—No seas imbécil, te dije que eso sucedió en Konoha no aquí
—Konoha... la ciudad ficticia llena de ninjas ¿cierto?
Sasuke bufó, ya era como la veinteava vez que repetía lo mismo en ese año y algo le decía que lo seguiría diciendo hasta que al fin dejara de asistir a esas estúpidas sesiones con Kakashi.
Esa ciudad le causaba dolor.
No sabía cómo explicarlo. Él vive en Tokyo y la ciudad de Konoha no existía en Japón, parecía que todo había salido de su imaginación, pero él sabía que existía o que existió esa ciudad.
Una ciudad llena de ninjas que peleaban con otras naciones y que albergaba al nueve colas.
Ya le había contado esa historia a Kakashi infinitas veces. El como Naruto su mejor amigo en este tiempo, y en Konoha, tenía al nueve colas encerrado dentro de su cuerpo. El como Kakashi, su ahora psiquiatra, era su maestro, su sensei . Y finalmente el como esa chica pelirrosa era su compañera de equipo.
A Kakashi siempre le había interesado hablar de la chica del cabello rosa, ya que según sus propias palabras, ella parecía ser una persona que existía para aliviar la carga y el dolor que albergaba.
Y aunque a Sasuke no le gustara darle la razón a su psiquiatra, pensaba lo mismo.
Él sabía que si ella aparecía en sus sueños, significaba que todo sería calma y paz.
Le gustaba soñar con ella.
Y siempre anhelaba soñar con ella.
A medida que fue creciendo, las visitas al psiquiatra se volvieron una rutina de todos los días viernes. Además, de que comenzó a notar una mejoría a través de los años.
Mientras seguí cumpliendo años, los sueños en donde asesinaba a Itachi, desaparecieron.
También los sueños en donde intentaba asesinar a Naruto fueron cambiando hasta poder convertirse en mejores amigos dentro de ese extraño mundo ninja.
Sasuke siempre se preguntó si era su vida pasada como Kakashi le había sugerido una vez o era una mala jugada de su mente.
—Me gusta pensar que es parte de tu vida pasada —le había dicho su hermano una vez—Me gusta la idea de que fuimos ninjas
—Hermanos ninjas que se intentaron asesinar mutuamente —Él le respondía con amargura.
Una suave carcajada salía de los labios de su hermano.
—No seas así Sasuke, al final terminamos en buenos términos ¿o no?
—Nii-san...
—Piensa positivo Sasuke —y como siempre, su hermano terminaba golpeándolo en la frente con sus dos dedos. Todo para hacerlo sentir mejor.
Ya ahora convertido en un adulto de 28 años de edad, seguía soñando con ese mundo ficticio, lleno de ninjas, muertes y...amor.
Amor hacia su familia y a esa chica de cabello rosa.
Siempre, en sus sueños, él parecía saber su nombre; pero a la hora de despertar, por alguna razón, no podía recordar nada acerca de eso.
'¿Cuál es tú nombre?'
'¿Quién eres?'
'¿Por qué a pesar de todo me sigues amando?'
—Es porque eres tú Sasuke-kun —siempre le respondía.
Él nunca la entendía.
Pero con el pasar de los años, comenzó a resignarse y decidió entregarse a ella en sus sueños.
Sueños en donde ambos se amaban.
Sueños en donde viajaban juntos.
Sueños en donde formaban una familia juntos.
Sueños que anhelaba en el mundo real.
Inconscientemente siempre la buscaba y se preguntaba si aquella mujer de verdad existió o existía en el mundo real y no en el onírico.
Le gustaba pensar que sí.
Era por eso que su gusto en las mujeres era que siempre tenían que ser como ella.
Como la chica de cabello color cerezo.
¿Qué tan obsesivo se había puesto con ella?
Había llegado al punto de comprar un perfume similar al que él olía cuando estaba con ella en Konoha.
Era un olor a flores.
Ella olía a primavera.
Ese fue un secreto muy bien guardado, hasta que su madre lo descubrió y finalmente obligado tuvo que decirle a Kakashi acerca de su obsesión con la mujer pelirrosa.
Kakashi, que parecía más vieja cotilla que psiquiatra, lo escuchaba con interés.
—Es un buen olor— comentó Kakashi—¿Así huele ella?
—Sí, tiene un olor bastante particular
—Por todo lo que me cuentas de ella, siento que este olor la describiría perfectamente
Le pareció raro el comentario de Kakashi, mas lo dejó pasar.
Aunque a medida que el tiempo transcurría, Kakashi cada vez actuaba más extraño que de costumbre.
No es como si el hombre no fuera raro, pero ahora actuaba totalmente diferente a como lo hace normalmente.
Decidió ignorarlo.
Era lo mejor para su salud mental.
ナルト
—¿Ya te vas? —preguntó Naruto cuando se alistaba para salir del trabajo.
—Sí, hoy es viernes ¿recuerdas?
—Cierto, olvidé que hoy tienes cita con Kakashi—contestó con una mueca —Solo quiero preguntarte si es que vas a venir a Ichiraku después a comer con nuestros amigos.
Sasuke suspiró, sinceramente los viernes eran los peores días para preguntarle si es que quería salir. La respuesta siempre sería un no. No le gustaba salir después de ir al psiquiatra. Se sentía más cansado de lo normal y su humor empeoraba o mejoraba dependiendo de la sesión.
No se quería arriesgar, así que se negó completamente.
—No te preocupes Teme, para la próxima organizaré una junta cualquier día menos el viernes —dijo mostrando una sonrisa bastante grande mientras alzaba el pulgar de su mano —Y me aseguraré de enviarte fotos de las amigas de Kiba
Sasuke solo bufó mientras rolaba los ojos
—Idiota.
Naruto se carcajeó.
Ambos se separaron para seguir cada uno con su camino.
Naruto iba a disfrutar de su comida favorita.
Mientras que él pasaría otra vez por una tortuosa sesión con Kakashi.
Era un viernes raro.
El ambiente de ese día se sentía asfixiante, como si algo fuera a pasar.
La ansiedad comenzó a manifestarse un poco en él, pero decidió calmarse con los ejercicios de respiración que Kakashi le había enseñado.
Atravesó las puertas del edificio en donde la clínica psiquiátrica de Kakashi se encontraba. Al llegar, la recepcionista lo saludó con una sonrisa.
—Uchiha-san, tendrá que esperar un momento—- se disculpó apenada —-Kakashi-sensei todavía está con un paciente.
Eso era raro.
De todos los años en los que él había sido paciente de Kakashi, éste se aseguraba siempre de atenderlo en el horario programado. Nunca se retrasaba, al menos nunca se retrasaba cuando tenía que atenderlo a él.
—Esperaré
—Antes de que se siente, necesitaré que llene estos formularios para la entrega de sus medicamentos, Uchiha-san.
La recepcionista sacó unos papeles de una carpeta y con cuidado los puso frente a él
En segundos sacó un lápiz y se dispuso a rellenar el documento.
Cuando ya estaba terminando, la puerta de la consulta de Kakashi se abrió.
—Entonces nos veremos como siempre el próximo viernes —la voz de Kakashi resonó en el lugar reemplazando el ruido que él estaba haciendo con el lápiz.
—Muchas gracias por todo Kakashi- sensei.
El lápiz se detuvo.
Esa voz.
No puede ser.
¿Era...?
¿...Acaso era ella?
'Imposible...es imposible'
Cuando escuchó pasos aproximándose al mostrador, él se giró.
Y la vio.
Es ella
Es ella
Es ella
'Es ella'
Era exactamente igual a sus sueños.
El cabello rosa, los ojos verdes (esos malditos y perfectos ojos verdes) , la piel blanca, su cintura pequeña y delgada.
Todo era exactamente como él la veía en sus sueños.
Ninguno se atrevió a decir algo. Solo quedaron mirándose mutuamente con sorpresa.
Y antes de que se dieran cuenta, las lágrimas en los ojos de ambos cayeron.
Y una voz rota se escuchó en el silencio ensordecedor.
—¿Sa...Sasuke-kun?
¡Muchas gracias por leer!
Prometo actualizar cada semana con un capítulo, pero si están desesperadxs por saber como termina, pueden ir a mi twitter arroba/ Seedesire. Esta historia está anclada en mi perfil.
Nos vemos la próxima semana.
