3.-La verdad

("La verdad no viene sola,

viene acompañada

de una bala, de una soga

se quista en el alma."

La verdad.)

'Encantamientos para brujas enamoradas", 'Mil secretos detrás de las plantas', 'El hombre lobo que no sabía aullar...'

Lucius Malfoy, tomó ese último libro. sabía que era un libro para niños, pero los aurores se habían llevado todos los libros interesantes, incluso los inofensivos y solo tenía este tipo de lectura.

No era la primera vez que leía en voz alta para sí mismo. la última vez que vinieron los aurores, se dio cuenta que tuvo que carraspear varias veces antes de saludar, es decir, tenía un mes sin decir palabra alguna; por lo que había comenzado a leer en voz alta para no perder la costumbre.

"Dupan era un joven lobo que pasaba los días entre su manada y las faldas del bosque. Sabía que más allá de las piedras grandes estaba el territorio prohibido, pero Dupan no podía evitar la curiosidad.

Su madre, siempre le decía..."

Lucius hizo una pausa, Narcisa solía hacer una voz especial para esta parte... él no la haría.

dejó de leer en voz alta.

"Yo quería saber que decía la madre..."

Lucius levantó la vista. era la voz de una mujer. estaba seguro, sonaba joven. definitivamente no de un elfo.

"¡¿Quién es?!" esperó ver a alguien salir de la vacía biblioteca. "¡¿Un auror?!"

La nada le respondió.

Podría ser también alguien buscando venganza. a pesar de que los aurores habían puesto hechizos para que nadie entrase o saliese, quizá alguien con la suficiente entereza hubiese entrado.

se levantó de su sillón. repasó puertas y ventanas de la biblioteca, quien estuviese ahí no podría salir.

"¿Quién es?"

Malfoy se la pasó la mayor parte de ese día y los consiguientes buscando a alguien.

(*)

Para el mes siguiente, cuando llegaron los aurores, lo primero que hiso Malfoy fue decirles del probable intruso.

los aurores revisaron física y mágicamente , pero no encontraron nada inusual. Nada.

unos días después, la volvió a escuchar.

"Ya no vas a leer en voz alta? eso me gustaba."

Malfoy se tensó, pero no levantó la vista de su libro, solo siguió leyendo, ahora en voz alta.

al finalizar el capítulo, levantó la vista.

ahí estaba.

"Eras tu... ahora veo por qué los aurores no encontraron nada..."

Hermione Granger le sonrió un poco desde el asiento en frente de él. vestía las ropas mugles con las que la vio con vida la última vez.

"¿y qué haces aquí?" preguntó él. pero ella no respondió. solo desapareció.

Lo había llegado a barajar, que fuese un fantasma... le pareció hasta cierto punto, ovia la presencia de la mujer en su mansión; había muerto y sufrido ahí; los fantasmas no eran algo extraño en el mundo de los magos, por lo que no le tomó más importancia.

(*)

Por temor a que se comunicase con algún colaborador, habían confiscado todos los retratos, a excepción de dos, el de su esposa e hijo. ninguno le dirigía la palabra, por lo que bien podrían habérselos llevado; sin embargo, sí que los prefería ahí, ignorándolo y siéndole indiferente, pero presentes. Lucius solía hablar con ellos, Aveces imaginaba sus respuestas y estas llenaban su soledad.

"Eso es ridículo."

le respondió alguien que no era el retrato de su esposa.

"¿No cree, señorita Granger, que a Narcisa le gustase que mueva el retrato a la biblioteca?"

"No, para que mostrarle algo que nunca podrá tener, todos esos libros..."

Lucius Malfoy asintió. movió la vista de su esposa a la joven a su lado.

"¿sugiere usted otro lado? Me temo que Narcisa no quiere responderme."

La joven alzó los hombros en un gesto poco refinado. "La ventana del jardín." y desapareció.

Malfoy así lo hizo. el jardín que se conservaba mejor estaba a al otro extremo de la mansión, cerca de las cocinas; tendría que atravesar toda la mansión para ir a hablar con su esposa, pero quizá a ella le agradase más esa vista que la del viejo salón donde estaba. quizá al retrato de su hijo también le gustase la vista de otro cuarto más alegre...

(*)

La presencia de Granger era cada vez más común. quizá incluso sorprendió un poco a los aurores la compostura y tranquilidad con la que Malfoy, los recibió aquella vez. Ya no estaba tan paranoico como ocasiones anteriores.

Descubrió Malfoy, que quizá los retratos de su esposa e hijo le hacían más daño que compañía; por lo que los movió de sitio, ahora los retratos daban a los jardines y él rara vez ya los visitaba. Ahora tenía a Granger para hacerle compañía. una compañía algo tosca y poco refinada, pero compañía al fin.

sin embargo apenas se dio cuenta de la compañía o la falta que le hacía, en una acalorada discusión...

"Ya te digo que no tengo nada en contra de los nacidos de mugle, vez, incluso ya no los llamo sangre-sucia... es solo que... su presencia.. es como un parásito en nuestra sociedad..."

"No es nuestra sociedad, no es tu sociedad, es el mundo, solo por que vengan de un inicio diferente no los hace diferentes... existen y por lo tanto son parte del todo, de la sociedad, además, tienen magia, ya con eso debería bastarte."

"¡No son iguales!"

ella asintió seria, quizá dolida… desapareció.

los aurores vinieron y se fueron; no le preguntaron por su inusual descompuesto estado. no les interesaba.

"Lo siento." dijo fuerte y alto en la biblioteca. "No lo entiendo, pero lo siento." Me disculpo."

ella no apareció.