No había sido su mejor idea hasta los momentos, pensó mientras se tambaleaba un poco por los pasillos de la posada.

Habían ido a una misión en Osaka, donde tenían que exorcizar a un demonio de primera categoría, que se encontraba cerca de una posada. Lo cual hacía que esta no tuviera tantos clientes como era lo habitual. Claro, No fue algo tan sencillo, ya que este se clonaba. Pero después de que Fushiguro ideara un plan, fue más sencillo. Por lo menos no estaban solos, Nanami los estaba supervisando en caso de que algo no saliera bien. No tuvo que intervenir, solo para darle recomendaciones y que podían hacer en ese tipo de situaciones.

Luego de unas varias caídas, moretones y heridas, eso no importaba en estos momentos ya que fueron a descansar a la posada con aguas termales para pasar la noche, patrocinado por los dueños como agradecimiento. No iba a ocultar su emoción, después de todo no siempre las misiones acababan así.

Se encontró con los chicos antes de entrar al baño para mujeres, y los saludó de lejos, pero Itadori le hizo unas señas para que se acercara.

-¿Que pasa? —preguntó confundida. Este solo se río a modo de respuesta.

-Itadori dijo que tiene una sorpresa para nosotros —comentó Fushiguro.

-Así es mi querido amigo —respondió cambiando el tono de su voz— me regalaron esto —bajo de la manga de su bata sacó una botella de sake. Los dos chicos se miraron a la cara sorprendidos.

-¿De donde sacaste eso?.

-Me lo regalaron los de la posada.

-¿Por qué?. —habló Kugisaki

Este solo alzó sus hombros hacia arriba igual de confundido que sus compañero —imagino que están realmente agradecidos.

-Pero somos estudiantes —habló el pelinegro.

-No creo que ellos lo sepan —respondió.

-Ya me di cuenta —dijo Nobara.

-No sé si sea buena idea. Nanami-san está con nosotros.

-No ha salido de su habitación en todo la tarde —respondió Itadori— Si están interesados, estaré en el jardín esperándolos —mencionó al momento de pasar al baño.

Fushiguro y Nobara intercambiaron unas miradas preocupadas, despues de todo no es como si quesieran meterse en problemas.

Cuando se hubo quitado sus prendas para poder tomarse un baño relajante, sintió como su cuerpo le ardía un poco al mismo tiempo que le invadía una sensación completamente relajante.

Había pasado un tiempo desde que visitó unas aguas termales, parecían unas vacaciones. Seguro son los lujos de este tipo de trabajos. De repente le vino a la mente lo que había pasado hace unos minutos atrás, no es que no le interesara probar el alcohol, en otros países ya tenían edad suficiente para hacerlo.

De hecho, recordó la vez cuando le robo una botella a su abuela a escondidas para probarla. Pero de verdad no le agrado el sabor.

Divagó un poco sobre la idea, nadando sola en el pequeño riachuelo, le agradaba que estuviera al aire libre, después de todo no habían casi personas en ese lugar, cerró los ojos analizando la situación tomando una decisión.

Pasaron aproximadamente 30 minutos desde que salió de su baño relajante, en donde se puso su respectiva bata de posada, ajustándola a su cintura. Era un poco gracioso ya que parecía una especie de kimono.

-¿Creés que venga? —pregunto Itadori.

-No lo sé, ella es impredecible.

Nobara escuchó sus voces mientras iba dando pasos adentrándose al jardín.

-¿Creyeron que huiría? -habló con una sonrisa.

Se miraron a las caras un poco nerviosos. Para después soltar una risa.

-Estaremos en problemas si nos descubren.

-No te preocupes Fushiguro, Nanami ya debe estar dormido -habló Itadori destapando la botella.

-Si el profesor Gojo estuviera aquí ya estaríamos castigados -Nobara recordó que a este se le había encomendado una misión.

-Últimamente está muy ocupado —respondió Fushiguro.

-Ya, ya. Olviden eso —comenzó el pelirosa— ahora. ¿Quién quiere dar el primer sorbo?.

-Es dulce —habló el pelinegro.

-Para probar —dijo Yuji, quitándole la botella de las manos— ¡Es verdad!. —se limpió un poco la boca pasándole la botella a Nobara.

Estaba un poco indecisa, primero olió para tantear, y después tomó un ligero trago abriendo los ojos en el proceso. No sabía nada comparado a la que probó la primera vez.

Estuvieron un rato conversando intercambiando palabras sobre lo que pasó durante el día.

-Lo peor es que ese vejestorio no movió ni un músculo para ayudarnos —soltó Itadori a lo que Fushiguro soltó una risa, haciendo que ella se uniera también.

-Por favor, no es tan viejo —dijo la castaña, tomando nuevamente un trago, dándose cuenta de que se habían tomado más de la mitad. —¿Cuánto nos lleva? ¿Unos siete años?.

-Yo digo que unos diez —respondió el pelinegro sin dejar de sonreír.

-No está mal para su edad. —dijo provocando que estos voltearan a verla.

¿En serio había dicho eso? Ni siquiera lo pensó, solo lo soltó. Sintió como la sangre le subía a la cabeza apartando la mirada.

-A Kugisaki le gustan los hombres mayores —río Itadori.

-No me espere eso de ti —habló Megumi soltando una risa acompañando al pelirosa.

-¡No es cierto! -refutó, ¿realmente pensaba eso de Nanami-san?. Bueno, no era la primera vez que pensaba algo parecido. Sin duda era alguien con una fuerza descomunal, lo vivió más de una vez frente a frente. Le gustaba como era capaz de analizar la situación y cómo se le veían sus trajes, o las veces que se quitaba su corbata. Empezando a divagar en sus pensamientos, seguramente culpa del alcohol.

Nobara se percató de que sus compañeros estaban más sueltos, ¿ella estaría igual?, no sentía mucho los dedos de sus manos. Y le daba gracia como Megumi se reía por todo, aunque a estas alturas parecía ser el más sobrio.

-Da igual, casi morimos.

-Estás exagerando.

-Pero —paró de hablar poniendo su mano en la boca. Corriendo a unos arbustos soltando todo lo que había tomado.

-Bueno, creo que ya es hora de irnos.

-Me debes 700 yenes, Megumi —dijo Kugisaki.

-Sin duda —respondió con una carcajada contagiosa.

-¿Hicieron una apuesta? —quitando los restos de vomito se acercó a ellos.

-Por supuesto, sabía que serías el primero en vomitar.

-¡Que injusto!.

Fushiguro se levantó tomando a itadori por los brazos ya que este se tambaleaba de lado a lado— nosotros nos retiramos, y me llevaré esto —dijo tomando lo poco que quedaba de sake.

-Hai —se puso de pie, pero se resbaló un poco, tampoco sentía los dedos pies.

-¿También te tengo que llevar, Kugisaki-san?.

-No, estoy bien —respondió riendo. No era normal ver a su amigo de esa forma le parecía más agradable.

-Descansa Nobara-chan —balbuceó Itadori arrastrando las palabras, cubriéndose la boca nuevamente.

Recordando lo que había ocurrido, se le escapó una risa, realmente estaba mal, solo había avanzado unos pocos metros desde que los chicos se fueron. Al parecer tenía efectos más fuertes a largo plazo.

Se desprendió de sus sandalias apoyada a la pared. Tratando de no caerse, le estaban molestando como un demonio.

Sintiendo el frío de la noche, apesar de su estado se dejó llevar recostandose por un poco más en la pared. Se sentía tan liviana que se podría dormir ahí mismo.

-¿Kugisaki-san? —escuchó una voz a sus espaldas reconociendola de inmediato, trató de voltear la cabeza junto con su cuerpo haciendo los movimientos menos torpes posibles.

Nanami-san. —Saludó, no podía parecer tan obvia, sin duda estaría en problemas si él la descubriera. ¿Qué hace a estas horas por aquí?.

-Son las 9 de la noche respondió el alzando una ceja.

Estaba metiendo la pata, se percató que no estaba usando sus lentes como de costumbre. Y al parecer se había dado un baño apesar de cargar su vestimenta usual. -Los chicos me dijeron que estaba durmiendo —sonrió, no sabía si era ella o los efectos del alcohol pero lo veía más sexy que lo usual, y esos botones desabrochados no hacían un buen trabajo. Espera ¿más sexy de lo usual? ¿Qué estaba pensando?, soltó una risa, sin duda se estaba volviendo loca.

-Kugisaki-san —habló este cambiando el tono de su voz. —¿Estás ebria?.

Ella abrió sus ojos.

No tienes que mentirme —continuo —descubrí a los chicos camino al dormitorio pasó la mano por su cara frotándose un poco la cien. —haré una excepción esta vez, espero no vuelva a pasar —ella tragó profundo. Dios la estaba regañando pero de alguna forma eso le estaba excitando.

-Vamos, te acompañó a tu habitación.

-No, gracias estoy bien —trató de no estar cerca de ese hombre, le estaba haciendo mal, dió un paso hacia atrás tropezando, este fue más rápido sujetándole el antebrazo, sintió como su bata se aflojó un poco y no pasó por alto la vista rápida que el le dió a su escote.

No supo en qué momento terminó en su espalda camino a su habitación. Le pareció tierno como cargaba sus sandalias, tenía su cabeza apoyada cerca de su cuello sin pensarlo acercó un poco su nariz inhalando el perfume que tenía puesto, a este le tomó por sorpresa, pero decidió ignorarlo.

-Nanami-san.

-Dime.

-Tengo sueño —comentó soltando un bostezo.

-Ya estamos llegando —entró delizando la puerta. Entrando al lugar se inclinó un poco hacía abajo para que Nobara pudiera bajar de él. —¿Cómo sigues?.

-Ya se me está pasando el efecto.

Él se dirigió a una mesa tomando una jarra sirviendo un poco de agua. Ella por su parte estaba tomando asiento arriba del futon.

-Tienes que beber agua, te ayudará a sentirte mejor.

-Gracias —tomando el vaso entre sus manos pudo hacer contacto visual con él, tomándose su tiempo para ver sus finas facciones a más detalle, como su mandíbula se tensaba, lo perfilada que era su nariz y sus ojos rasgados que siempre cubría con esos tontos lentes.

-Me voy a retirar, descansa —cortando el contacto visual se pusó de pie dándose la vuelta.

-Espera —se levantó como pudo y dejando el vaso a un lado tomó su brazo. Nanami un poco sorprendido le hizo frente.

-¿Qué sucede?.

-Quédate.

Ya a este punto no estaba tan ebria como antes, pero no podía seguir ignorando lo que sentía en esos momentos, después de todo no era algo nuevo.

-Kugisaki-san, yo no puedo hacer eso.

-Dejate de formalidades, ¿Por qué?.

-Porque—

-He visto como me miras —lo interrumpió— no es la primera vez que lo haces. Pudo observar como su respiración cambiaba —siempre tienes tu mirada puesta en mi.

-Estoy a cargo de evaluar su desempeño.

-El otro día fui a la enfermería por una esguince y no dejaste de visitarme.

-Es normal que esté preocupado.

‐Yujii se quedó una semana en cama y ni lo visitaste.

-Estuve muy ocupado esos días.

-Esa no es excusa. Seguro viste que aquellos dos estaban ebrios y viniste a ver como estaba. —pasó de estar melancólica a estar irritada.

-Sea lo que sea que estás pensando -dijo- no es así, no puede ser así.

No era estúpido, al contrario, se sentía patético, un hombre mayor sintiéndose atraído por una chica que apenas estaba en plena juventud. No podía negarse a sí mismo el hecho de que últimamente no paraba de mirarla, siempre al tanto buscando algún motivo para verla. Desde que Gojo estaba más tiempo en misiones se habían acercado de una forma particular, a veces solo iban a misiones juntos o tenian charlas amenas, donde de vez en cuando ella se le insinuaba, pero siempre buscaba cambiar el tema.

Patético y miserable, ese era él.

-Pensé que me besarías esa vez habló acercándose más a su pecho.

-Fue un accidente. —respondió dejándose abrazar por la menor. —Esto no puede pasar.

-Siempre sales con algo así.

-Te llevo 10 años.

-Mis abuelos se llevaban 15. Te ves bien para tu edad si eso te preocupa.

-Es completamente inapropiado. Me pueden despedir.

-Seguro te las resolverás. Eras oficinista, ¿no? —tenía una respuesta para todo.

Bajó su mirada, haciendo contacto nuevamente con los ojos castaños, pasando su mano por uno de sus mechones.

-¿Qué haré contigo?.

-Mañana lo podemos averiguar. —respondió sonriendo.

Bienvenidos a esta historia, donde seguramente habrá continuaciones de otros episodios, todo dependerá.

Esta pareja surgió de la segunda temporada de Jujutsu, y no sé. Si tienen diferencia de edad y me gustan los personajes, tengo que shippearlos.

No vi muchos fanfics de ellos, por lo menos en español no creí haber leído uno.

En fin, si les gustó le pueden dar like, y pueden comentar también. Si les gustaría ver una situación específica me pueden decir, estoy abierta a sugerencias.

Muchas gracias, espero lo disfruten 💗.

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–Douce-