Saintober 2023 - Día 25

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Prompt: Nacionalidad

Personaje: Deius de musca, Alguethi y Sirius

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Nacionalidad

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El Santuario

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Deius salio del coliseo de entrenamiento aquella tarde, a eso del mediodía, procurando que nadie lo siguiera pues había una actividad muy importante de la que debía ocuparse antes de que transcurrieran los últimos días de Octubre. Lo que planeaba ejecutar debía quedar completo antes del dos de noviembre faltando menos de una semana.

El joven santo de plata fue con prisas por entre las zonas repletas de aspirantes y otros chicos que entrenaban arduamente sin percatarse del mexicano que iba con prisas seguido de dos de sus colegas más cercanos, Argeti y Sirius, quienes fueron detrás de él curiosos de la actividad que este hacía año con año por las mismas fechas esperando que comenzara interesados en el resultado de esa actividad.

En cuanto los tres estuvieron lejos del bullicio, le dieron alcance al veloz Deius quien, en cosa de minutos, llegó a la cabaña que compartía con los otros dos cerrando la puerta tras de sí.

—Veo que te comportas raro nuevamente —comento Sirius cruzándose de brazos bajo el marco de la puerta de la habitación— ¿se puede saber si se debe a esa fiesta que celebras cada dos de noviembre?

—Si —respondió Deius rápidamente vistiendo ropas más cómodas buscando algo en un viejo baúl colocado al fondo del lugar—, debo darme prisa antes de que pase más tiempo. ¿Por qué no me ayudas un poco?

—De acuerdo —Sirius pidió a Argethi que cuidara la puerta por si alguien se acercaba a lo que el enorme gigante de plata accedió no muy gustoso—. Podrás ver el altar cuando terminemos.

—Bien… bien…

Deius levantó la tapa del baúl rebuscando un poco su contenido sacando uno a uno los objetos necesarios para un pequeño trabajo personal que elaboraba y montaba año con año en las mismas fechas; del interior del contenedor salieron un par de fotografías viejas, tres o cuatro pequeñas calaveras de cerámica en colores diferentes así como varios trozos de papel de colores, delgado y cortado con diferentes diseños además de otros elementos como una vela pequeña y un par de imitaciones de platillos típicos del país de donde provenía.

Además, dentro de una pequeña caja de plástico estaba uno de los elementos más importantes del altar, el cual estaba celosamente resguardado.

Montar el altar del dia de muertos era una actividad muy de la temporada y característica de su país.

Deius observó el espacio a su alrededor buscando la mejor ubicación para su pequeño altar el cual consistía en un acomodo de cajas: tres en la base, luego otras dos por encima y luego una semejando a una pequeña pirámide las cuales eran de papel corrugado, robadas de un supermercado local, las cuales Sirius ayudo a colocar cubriendolas con el papel de colores cuyos diseños eran alusiones a la muerte.

Una vez que todo estuvo cubierto de papel, Sirius lo apoyo a colocar el resto de los decorados como lo eran las velas, los platitos imitación de comida real y las cuatro pequeñas calaveras hechas de cerámica con decorados muy bonitos en la frente así como un recipiente con agua limpia.

—No entiendo qué simbolizan esos cráneos —pregunto Sirius pensativo—, veo que siempre los colocas justo en el centro, pero no me queda clara la razón.

—Pues se coloca una por cada familiar que murió —respondió Deius—. En mi caso me recuerdan a la familia que perdí.

El altar se coronaba con las fotos que el santo de plata tenía guardadas sacando lo más importante de su contenedor plástico colocándolo en un recipiente de cerámica especial mientras buscaba unos fósforos para encenderlo aspirando el emblemático aroma. La esencia del copal comenzaba a llenar la habitación mientras Sirius se cubría la nariz discretamente tratando de enfocar su atención en algo más.

—¿Por qué no colocas fotos nuestras? —dijo el can menor en tono de reproche— Sería bueno que nos consideraras de vez en cuando en esto del "día de muertos".

—No amigo, no se colocan fotos de personas vivas en la ofrenda de muertos, eso es de mala suerte. Ya no tengo familia, solo conservo estas fotos y estos recuerdos que traje desde mi casa.

Deius se sentó en el suelo frente al altar con velas encendidas las cuales proyectaban sombras frente a ellos contemplando el altar embriagándose con el aroma del incienso ceremonial. En su país era una tradición colocarlo previo al día de Muertos o Noche de todos los Santos. Se trataba de una forma de conexión entre el reino de los muertos y el mundo de los vivos.

Se creía que en transcurso de la noche del día primero al dos de noviembre, los muertos visitaban la tierra de los vivos atraídos al altar de muertos para compartir una comida con sus familiares, por esa razón se colocaban los platillos favoritos de los difuntos cuyas fotos adornaban el altar. Deius no tenía forma de conseguir esos alimentos ya que, desde que su familia murió a manos del crimen organizado tiempo atrás, no había pisado su tierra.

Si acaso, había visitado su sitio de entrenamiento, a varios kilómetros del que fuera su hogar, pero no había logrado hacerse de alimentos ya que su visita fue mucho antes de las fechas de día de muertos.

Le habría gustado visitar el cementerio esas fechas, colocar flores de Cempazuchitl decorando las lápidas y quemar el copal en su honor. No obstante, el Patriarca jamás se lo permitiría así que no quedaba más que celebrar en la privacidad de su cabaña.

—Tal vez, algún día, los lleve a ti y al Arguethi a celebrar el día de muertos en mi país. Seguro les gustara como celebramos a la muerte allá acompañada por "pan de muerto" y chocolate caliente.

—Me gustaría verlo en persona y probar el pan del que tanto hablas.

Arguethi entró un momento después observando conmovido la inquebrantable y secreta devoción de su amigo por sus muertos y más durante esos últimos días de octubre y noviembre. Tomó asiento atrás de los dos mientras charlaban un poco sobre su pasado, sus familias y como las perdieron.

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FIN

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*Notas: Deius de Musca es el representante de mi país y, por supuesto, que celebra el día de muertos colocando su altar.