¡Hola! Me vinieron las ganas y la inspiración, así que tuve que escribirlo, y como estoy en mi etapa full SCC y me encanta esta parejita pues... Esta es una continuación de mi fic "Aún", pero se puede comprender sin haberlo leído.


Inesperado pero mágico

Capítulo 1

-Sakura... Sakura...

- ¿Quién me llama?

-Sakura...

Lentamente abrió sus ojos, se encontraba en un bosque desconocido, rodeada por muchos árboles frondosos. Aunque eran altos y sus copas eran abundantes, aun así, algunos rayos de sol se filtraban a través de sus hojas, señalando de forma muy sutil un camino frente a la chica.

Comenzó a avanzar en él mientras el aire seguía susurrando su nombre: "Sakura... Sakura..."

Percibía todo a su alrededor: La brisa veraniega que movía sus cabellos, el pasto sobre el que caminaba con sus pies descalzos, el calorcito del sol sobre su piel y esa voz que la llamaba, que le hacía sentir una alegría indescriptible en su pecho.

Finalizando el camino de rayos de sol se podía apreciar un enorme árbol de cerezo en flor, el cual dejaba caer una lluvia de pétalos rosados cada vez que la brisa lo tocaba, frente a este pudo apreciar la figura de una mujer: Cabellos ondulados de un color gris hermoso, el cual bailaba al compás de la brisa; una hermosa sonrisa que acompañaba unos preciosos ojos verdes y un resplandor en el cuerpo que la hacía ver etérea.

Al acercarse al árbol de cerezo logró distinguir quien estaba frente a ella:

- ¡Mamá!

- ¡Mi pequeña Sakura!

Corrió lo que faltaba de distancia hasta caer en los brazos de ese ser celestial que le esperaba, ¿hace cuanto que no la miraba? Si no recordaba mal, desde que había ido a la casa de su bisabuelo y había recibido la llave de su madre...Era aún una niña en aquel momento.

Unas lágrimas cayeron de su rostro sin poderlas detener, aunque contrastaban de una forma muy extraña con la sonrisa que se posaba en su rostro.

- ¡Te he extrañado mamá! - Se escuchó ahogado ya que la chica tenía enterrado su rostro en el pecho de su madre

-Y yo a ti pequeña, aunque siempre estoy allí para cuidarte - Contestó Nadeshiko mientras acariciaba con deleite los cortos cabellos de su hija.

-Quisiera decirte tantas cosas... pero estoy tan emocionada que no puedo ordenar mis ideas... Comentó la chica sin querer soltarla ni un momento.

-Lo sé mi pequeña, pero no tenemos mucho tiempo, sabes que acercarme de esta manera es un costo muy alto, pero la ocasión lo amerita –Dijo mientras separaba un poco a su hija para verla a los ojos, verde contra verde enfrentados –Mi amor, solo tengo dos cosas que decirte, quiero que prestes mucha atención -La joven asintió - Lo primero es que quiero ser la primera en felicitarte, no te imaginas cuan feliz me siento y cuanta emoción siento en este momento. Lo segundo, no tengas miedo, no importa cuán difícil parezca, lo harás muy bien, recuerda que pase lo que pase, todo estará bien.

-Madre, no entiendo que...

-Pronto lo entenderás mi niña -La interrumpió la de cabellos grises – Solo quería ser la primera, espero verte nuevamente, pero si no, quiero que siempre recuerdes que estoy allí a tu lado... Siempre... Sakura... Sakura... Sakura...


Lentamente abrió sus ojos adaptándose a la luz del día, se sentía un poco desorientada y aun sentía el abrazo de su madre sobre su cuerpo. Poco a poco se fue levantando para identificar donde se encontraba, su habitación en la casa Kinomoto estaba como siempre, y justo a su lado, en uno de los cajones se escuchaba a un pequeño guardián amarillo durmiendo tranquilamente.

Recordó que hacía en ese lugar, llegó exactamente el día de ayer luego de haber estado un mes en Hong Kong, y había venido para arreglar algunos papeles y afinar detalles para mudarse definitivamente junto con su prometido y futuro esposo: Syaoran Li.

No pudo evitar la sonrisa en su rostro al recordarlo, su recientemente recuperado amor, después de dos años de estar separados finalmente se habían aclarado sus sentimientos. Un hermoso anillo dorado con una piedra esmeralda, joya de la familia Li, le recordaba que eso era real.

Sakura había viajado unos días antes que su prometido para ir avanzando con los trámites, mientras Syaoran dejaba todo en orden con el concilio y la empresa para viajar a Japón y acompañar a la maestra de las cartas.

Sakura se puso de pie y se estiró, recordando nuevamente las palabras de su madre: "Felicidades y no tengas miedo", a estas alturas, luego de tantos años de sueños premonitorios ya no la tomaban por sorpresa, sabía que, tarde o temprano, todo cobraría sentido.

Decidió ir a alistarse ya que esperaba desayunar con su padre, su hermano y Yukito, aunque saliendo de su cuarto pensaba: "Que sueño tengo, y eso que ayer tomé una siesta... será el viaje"


Por la tarde en el centro comercial de Tomoeda se puede ver a dos jóvenes hermosas realizando algunas compras, ambas amigas, casi hermanas, se estaban poniendo al día luego de su tiempo separadas.

- ¡Ay Sakurita! Que emocionada me siento, solo me da pesar que no haya podido grabar ese reencuentro, Kero me quedó mal porque se durmió temprano

-Yo también estoy feliz Tomoyo, sabes que ya había perdido las esperanzas, pero al final el destino conspiró a nuestro favor

-El destino y tu suegrita - Comentó Tomoyo con una sonrisa, haciendo sonrojar a su amiga de ojos verdes

- ¿Te parece si comemos Tomoyo? ¡Muero de hambre! - Comentó la chica para cambiar de tema y calmar su sonrojo

-Claro, este restaurante es muy bueno...

Unos momentos después ya se encontraban con sus platos servidos y continuaban la conversación

-Yo llegaré en unas dos semanas amiga, pero ya llevaré listo el vestido para que te lo pruebes y hagamos los ajustes, aunque manejo muy bien tus medidas –Dijo la peliazul mientras llevaba un trozo de albóndiga con konjac a sus labios

-No estés tan segura Tomoyo, las hermanas de Syaoran tenían una lucha por cual de sus platillos me gustaba más, así que este mes he comido demasiado, es probable que haya aumentado algunas tallas

-Bueno, tampoco creo que sean tantas, siempre has tenido la misma complexión Sakurita –Se llevó un nuevo bocado a su boca el cual fue seguido por la mirada de su amiga - ¿Pasa algo?

-No... bueno, es que... bueno, ¿Crees que pueda probar lo que estás comiendo? -Dijo con ojos brillantes

- ¿Segura? Porque esto lleva konjac que no te gusta

-Lo sé, pero es que se mira tan bueno que me dieron ganas...-Comentó la chica con algo de vergüenza

Tomoyo le dio a probar de su plato de albóndigas con fideos konjac y la chica lo devoró con fruición, pero le duró dos segundos ya que cuando llegó al estómago recordó por qué no le gustaba

-No, no, no... sigue sin gustarme el konjac –Dijo mientras tomaba un largo trago de té, esperando quitar el sabor gelatinoso de su paladar

Mientras su amiga hacía de todo para quitarse el mal sabor, una sonrisa de picardía surcaba el rostro de la peliazul.


- ¡Ya estoy en casa! -Saludó la ojiverde al entrar a la sala

-Bienvenida Sakura, ya casi está la cena, ¿vas a comer? -Un sonriente Yukito preguntaba asomándose desde la cocina

-No, gracias, almorcé demasiado con Tomoyo y no creo que tenga hambre de nuevo hasta mañana

- ¿Todo bien monstruo? -Preguntó desde la sala Touya, que se encontraba leyendo un libro

-Hermano, ¿Nunca dejarás de decirme monstruo? -Dijo la chica con tono cansino

-Si sigues tomando decisiones de monstruo, no... pero no contestaste si te sientes bien -Volvió a preguntar esta vez viéndola fijamente

-Solo cansada del viaje y de los mandados que hice hoy, pero por lo demás todo bien, ¿por qué lo preguntas?

-Nada en particular, solo quiero ser un buen anfitrión...

-Bueno, si me disculpan me voy a mi habitación, estoy agotada –Con estas palabras la chica se fue hacia su cuarto, dejando a los jóvenes solos

- ¿Sigues pensando que algo pasa con Sakura? -le consultó Yukito en voz baja a Touya

-Tú has sentido el cambio en su poder mágico, no es nada malo porque si no ya lo sabríamos, pero definitivamente algo está pasando -Comentó con su rostro de siempre para luego agregar entre dientes - ¡Claro! La dejo un mes con ese mocoso y la pobre vuelve mal, y aun así se quiere ir a vivir con él...

-Touya, ya hablamos de esto... -Le dijo con voz conciliadora Yukito

-Ya lo sé, pero aún me cuesta hacerme a la idea...

En el piso de arriba se encontraba la chica haciendo una llamada

-Moshi, moshi

-Sakura, ¿Cómo estás?

-Bien, hoy avancé con los trámites de la universidad y creo que para la otra semana ya estarán listos –Se le escapó un bostezo –Lo siento... además fui a almorzar con Tomoyo y quedamos de acuerdo con algunas cosas de su viaje a Hong Kong. ¿Y tú cómo estás?

-Ha sido difícil pero ya dejé delegadas mis funciones en la empresa y realicé la sesión con el concilio, si todo sale bien con los papeles que debo firmar mañana, estaría tomando el vuelo por la tarde

- ¡Hoeee! Pensé que ibas a tardar más Syaoran... me alegro –Otro bostezo –Yo... te he extrañado...-dijo apenas en un susurro con las mejillas sonrosadas

-Yo también Sakura, pero ya pronto no nos volveremos a separar –Dijo con una seguridad el chico que le formó una sonrisa a la maestra de las cartas

-Estoy tan contenta... -Nuevo bostezo –A veces me parece un sueño... -Otro bostezo más

-Creo que mejor te dejo dormir Cerezo, antes de que me dejes hablando solo -Agregó con una sonrisita

- ¡Lo siento! La verdad si quiero seguir hablando, pero... -Otro bostezo –Estoy agotada...

-No te preocupes, de todas maneras, ya mañana por la noche nos veremos

-Está bien, te quiero Syaoran

-Yo también Cerezo, yo también

De más está decir que el zombie Sakura Kinomoto con mucha dificultad se cambió de ropa y cayó en la cama fulminada del cansancio.


En el jardín de los Li se podía apreciar a una hermosa mujer de cabello negro atado en una coleta alta quien, a pesar de su endeble salud, siempre procuraba entrenar sus poderes mágicos.

En ese momento se encontraba meditando frente al árbol sagrado cuando una visión le fue presentada

-Con que ya es tiempo... gracias a los dioses por concederme esta oportunidad, me alegro mucho... -Mencionó la matriarca de los Li mientras una pequeña sonrisa se formaba en su rostro


N/A: No prometo actualizar pronto, pero espero al menos un capítulo más, ojalá me apoyen con reviews para motivarme y si pueden pasarse por el otro fic sería genial. ¡Saludos!