Este capítulo se encuentra, cronológicamente, después del octavo
Capítulo 11
Por primera vez tengo un rato libre después de tanto tiempo, el trabajo es cada vez más difícil y agotador así que aprovecho para descansar un poco. Estoy sentada viendo el horizonte, es muy bello que me parece sorprendente que en medio de un terrible lugar aún se puedan tener cosas maravillosas como esto.
-¿Puedo?- Me pregunta alguien sacándome de mis pensamientos.
-Si señor- Inmediatamente él se sienta junto a mi.
-Dime Joseph- Sonrió asintiendo. -Dime ¿Cómo es que una chica como tú, perteneciente a una familia tan importante termino aquí?- ¿Cómo termine aquí?, ni siquiera yo lo sé con certeza, fueron tantas cosas y pensamientos en aquel entonces.
-Conocí a un chico, Stear, era tan alegre y carismático. Le gustaba inventar, aunque siempre terminaban mal, pero nunca se daba por vencido y tampoco se frustraba. Uno de sus sueños era volar, arreglo un aeroplano, su emoción fue tanta que no cabía en sí. Después él hizo su propio aeroplano, y lo volamos juntos, su rostro lleno de sueños e ilusiones no se borra nunca de mi mente. Se enlistó en aviación y murió como piloto de guerra. No merecía morir así un chico tan bueno y con un corazón enorme-
-¿Era tu novio?-
-No, mi amiga Paty era su novia. Cuando Stear murió ella intentó suicidarse. No quiero que más personas mueran o quieran morir por perder a un ser amado- siento a mi corazón encogerse al recordar momentos tan dolorosos y difíciles para todos los que lo apreciamos.
-¡Oh, el amor puede darte la fuerza necesaria para vivir o puede quitarte las ganas de vivir!- Si, conozco muy bien ambas -¿Te espera algún novio en casa?- Pregunta con verdadera curiosidad.
-No- respondo y sonrío al recordar el rostro que tanto añoro ver.
-Siempre sonríes… no importa en qué situación estés, ¿Cómo lo haces?- Me sorprendo por sus palabras, no creí que se percatara de un detalle tan pequeño.
-Terry Grandchester. Es el hombre al que he amado por años. Le prometí que sería feliz pero jamás he cumplido eso, sonreír es la manera en la que lo compenso-
-Y, ¿Qué pasó con ese amor?-
-Lo conocí en un barco, nos hicimos amigos en el colegio y poco a poco me enamoré de él. Por una trampa nos separamos y nos reencontramos en América, manteníamos un noviazgo y nos escribíamos cartas, todo iba bien pero un accidente fue el final de todo. Una de sus compañeras le salvó la vida y yo lo dejé para que pudiera cuidar de ella- Nunca había hablado tan abiertamente de mis sentimientos, ni siquiera con Annie. Es tan difícil recordar mi amor imposible. -Es tan arrogante, desde que lo vi en ese barco se burló de mí, me decía sus horribles apodos pecas, mona, tarzán pecoso. También robó mi primer beso, me enoje tanto que lo abofeteé- Al decir esto mis lagrimas comienzan a caer sin parar, pero a la vez rio al recordar los bellos momentos que pase a su lado. -Me hacía enojar tanto, odiaba sus apodos y ahora… ahora… ahora daría cualquier cosa porque me haga enfadar con sus bromas, daría mi vida por escuchar su dulce voz llamándome por esos apodos, daría mi alma por volver a sentir solo una vez más el calor de sus labios- Llevo mis dedos a los míos rememorando el único beso compartido mientas van rodando por mis mejillas todo el dolor que siempre he guardado para mi.
-Te entiendo Candy- Dice y mi llanto cesa para escucharlo. -Yo estaba comprometido, su nombre era Evelin. Era la chica más dulce e inocente que conocí. Al igual que tu, era enfermera- Joseph cierra sus puños con tanta fuerza que sus nudillos se vuelven blancos. -Ella era mi vida, no imaginaba un futuro sin mi bella dama. Cuando la guerra inició le pedí que me esperara, le pedí que no se ofreciera nunca como voluntaria, sin importar nada, le juré que regresaría a su lado. Entonces el hospital donde trabajaba la envió a este maldito infierno. Creí tener suerte cuando la asignaron conmigo, estúpidamente pensé que podría protegerla de cualquier peligro. Un día nos atacaron, nadie nos había dado aviso. Los aviones comenzaron a disparar…- él también llora. -Ella siempre sonreía como tú, incluso cuando murió. La sostuve en mis brazos cuando la encontré. Me miró y me dio su sonrisa más hermosa, tocó mi rostro y me pidió que siguiera adelante sin importar lo que pasara. La extraño tanto, su voz, su sonrisa, la manera en la que llenaba mi existencia de paz, le prometí que continuara pero no puedo hacerlo sin ella-
Sus palabras me dejan desconcertada. Ahora entiendo la diferencia entre renunciar y perder, no perdí nunca a Terry, sé que él está vivo y a salvo, está tan lejos de mi porque no quise hacer más, me rendí ante la idea errónea de que otra mujer era mejor para él. No puedo imaginar el dolor tan grande que debe estar sintiendo este hombre junto a mi, perder a la persona que ama y sentirse culpable por no poder hacer algo para estar a su lado. -Lo siento mucho Joseph- digo con sinceridad.
-Me consuela el haber visto su sonrisa y haberla abrazado hasta el final. Pero tu eres una tonta, me arrebataron la persona que más amaba pero tu lo dejaste ir- Saberlo y escucharlo de alguien más es completamente diferente, creo que la verdad de mis acciones nunca me había golpeado tan duro.
-Lo sé, aunque tarde mucho en comprenderlo- suspiro con pesadez. -Por eso debo volver a América, sin importar si es tarde, quiero que sepa lo que nunca tuve el valor de decirle, que lo amo tanto y sin él, mi felicidad está incompleta- Miro al cielo, en el atardecer puedo ver a Terry y su encantadora sonrisa. -Si no es tarde, haré lo posible por enmendar mi error-
Este capítulo es uno de mis favoritos, lloré mucho cuando lo escribí y cada vez que lo leo sucede lo mismo. Espero que les haya gustado tanto como a mi.
Cuando comencé a escribir esta historia solo había planeado hacerlo desde la perspectiva de Terry y después me llego la idea de narrar en pocos capítulos lo que pasó Candy en la guerra, el siguiente es el último de este tipo, les pido una disculpa si las he llegado a confundir.
Gracias por seguirme acompañando.
Saludos.
