Capítulo 3: Un aroma dulce

***Hak***

Tenía muchos años sin venir a Japón, aunque no habían cambiado mucho las cosas, la última vez que estuve aquí fue cuando estaba en la primaria. Sabía que mi tiempo aquí por el momento era indefinido, ese estúpido anciano no me dejaría volver hasta que la empresa trabajara con normalidad. Al menos me había mantenido en contacto con Jae Ha, los dos estuvimos juntos estudiando la universidad en el extranjero, gracias a eso no me encontraba totalmente solo aquí en Japón. Aunque estos días casi no nos habíamos visto, supe que fue porque una amiga cercana de él estaba enferma, no me quiso dar ningún detalle y la verdad no me importaba mucho, lo único que había soltado era que se trataba de una joven omega.

-¿Piensas estar aquí todos los días?- él se encontraba limpiando la barra y ordenando las botellas.

-Solo cuando no quiera estar en la oficina- me había servido un vaso de agua, dado que no me quiso dar ninguna bebida- así que tendrás que soportarme

-El problema es que vienes cuando aún no hemos abierto- dejo soltar un largo suspiro- también tengo una vida Hak- los dos sabíamos que nada que me dijera me haría irme de aquí

-Me iré antes de que abran, tengo una aburrida junta esta tarde- le hice una seña para que me sirviera un trago pero él de nuevo negó con la cabeza

-Deberías de conseguirte una pareja, siempre me he preguntado esto pero ¿Cómo logras controlar tan bien tus feromonas? ¿Estás seguro de que seas un alfa?- me quede observándolo de manera incrédula, por un momento me había olvidado de lo pequeña que era su mente. Segundo después liberó feromonas, como si tratara de ponerme a prueba- tal vez solo eres un beta bien parecido y nos has engañado todo este tiempo- me miraba muy de cerca concentrado en todas mis reacciones

-Podría doblegarte en este mismo instante- vi su cara de asombro seguido por un pequeño salto hacia atrás. Remato su dramatismo poniendo las manos sobre su cuerpo.

-Eso me dio escalofríos, por un momento vi mi vida pasar frente a mis ojos- suspire y volví a estirar mi vaso hacia su lado, ahora si me sirvió un trago- entonces si eres un alfa dominante, ¿Por qué no sales con nadie?- tome al trago antes de contestarle

-No puedo pensar en eso ahora, tengo trabajo que hacer

-Antes la excusa era la escuela, ahora el trabajo, al este paso terminaras igual que Mundok- el anciano Mundok, es el dueño de una gran empresa multinacional y también fue quien me crio desde los 5 años. Al no haber tenido hijos decidió adoptar a un pequeño niño huérfano.

-El anciano no ha tenido una mala vida, pero no creo que termine como él- sabía que seguiría molestando todo el tiempo con ese tema, gracias al sonido de su teléfono me salve de no escucharlo más.

-Es Zeno, si no contesto se enojará- yo solo asentí y seguí concentrado en mi trago una vez que se fue a la parte de atrás del bar.

Tomé mi celular y vi que tenía muchos correos, solo de pensar en la enorme cantidad de trabajo que tenía me hacía doler la cabeza. La compañía del anciano había comenzado aquí en Japón, el corporativo Son poco a poco gano renombre y comenzó a expandirse por todas las partes del mundo. Hace menos de un año me encontraba trabajando en Inglaterra, la verdad era una empresa muy pequeña, así que no requería mucho de mí. El anciano había insistido en que yo debería de comenzar ahí e ir creciendo poco a poco, lo que nunca espero fue enfermarse y pareciera que muchos estaban ansiosos que eso pasara. En menos de un año se habían adueñado de gran parte de la compañía aquí en Japón, por ese motivo decidió mandarme a mí y tomar el lugar del CEO de la compañía Son. Sabía que esto no sería sencillo, muchos querían el puesto de Mundok desde antes de que yo naciera, habían estado esperando por este momento mucho tiempo, ahora todo se les venía abajo, jamás me aceptarían, mucho menos al no compartir sangre con Mundok. Para ellos yo no merecía ese puesto, pero al anciano eso no le importaba, millones de veces me repitió que yo era un Son y eso no cambiaría nunca.

Precisamente por esa frustración había venido aquí en cuanto llegue a Japón, ni si quiera le había avisado a Jae-ah esa noche lo único que me importaba era venir a beber y tomar fuerzas de algún lado. Perdido en mis pensamientos, me sorprendió el darme cuenta de un aroma dulce, ese aroma era tan intenso que se había ido a todos los rincones del lugar. Mi cabeza no sabía cómo reaccionar, por un lado quería llevarse las manos a la nariz y por el otro estaba deseosa por conocer la cara del omega que desprendía esas feromonas tan fuertes.

Así que volteé con mi rostro sorprendido, lo que vi fue una mujer pequeña, sus ojos eran grandes y de un color rojo intenso. Al igual que yo se había quedado pasmada en su lugar. Su cabello era corto y de la misma intensidad que sus ojos, pude notar muy poco en su rostro una palidez preocupante, tal vez había estado enferma.

En ese momento mi mente hizo una conexión con lo que me había mencionado Jae Ha anteriormente. Una amiga suya enferma, una omega, para ser exactos.

-¿Los chicos…?- pareciera que le costaba hablar o más bien concentrarse. Mi nariz se había acostumbrado rápidamente a su aroma, a pesar de que era muy fuerte, pude acercarme un poco más a ella. Cuando noté que se tensó más me detuve.

-Jae Ha fue a contestar su teléfono- quise mostrar el mismo tono frio de siempre, pero algo me lo impedía. Inconscientemente lo menos que quería en estos momentos era asustarla, de alguna manera me sentía obligado a hacerla sentir bien.

-Shin ah subió a dejar unas cosas, yo pensé que estaban solos así que por eso pasé- al haberme acercado pude notar otras cosas, su aroma dulce era como el de una flor recién cortada. También pude notar otras cosas, como un calor característico subir por sus mejillas, ese mismo calor que la hacía liberar más feromonas.

-¿Es seguro que salgas?- Ella se me quedo viendo sin entender a lo que me refería- tu aroma, es demasiado fuerte- cambio su rostro completamente al darse cuenta, mostrando preocupación.

-Yo…- volteaba nerviosa para todos lados al mismo tiempos que trataba de alguna manera abrigarse más, me imagino que en un intento por evitar que se esparciera.

-Tal vez me esté metiendo demasiado pero, ¿estás en tu celo?- ella se sonrojo y al no poder contestar verbalmente lo que hizo fue negar con su cabeza- si ese es el caso- tome mi abrigo y se lo pase por su espalda hasta que descanso en sus hombros- al menos así podrás cubrir tus feromonas, mientras logras calmarte- no pude decirle nada más porque mi teléfono comenzó a sonar, estuve a punto de no contestar de no haber sido porque logre ver el nombre del anciano- despídeme del idiota de pelo verde- sin decir nada más salí del lugar. Cuando contesté, no pude concentrarme del todo en el anciano, seguía el aroma dulce en mi nariz.

***Yona***

No podía creer lo que acababa de pasar, ni si quiera me había dado cuenta de que estaba liberando feromonas. Y ahora menos podía saber por el hecho de tener sobre mí un abrigo lleno de feromonas alfa, el olor de ese hombre era extraño, estaba muy lejos de molestarme, pero sus feromonas no te hacían sentir incomodo, tampoco había un olor fuerte.

-Princesa, ¿A dónde se fue Hak?- me imagino que se refería al hombre de antes, se me quedo viendo un momento esperando mi contestación, así que trate de reaccionar.

-Dijo algo como "despídeme del idiota de pelo verde" y se fue- Vi como Jae ha frunció el ceño y tomo de mala gana un vaso que estaba en la barra.

-Después de todos estos años me sigue tratando de la misma manera- comencé a caminar hacia la barra tratando de no reírme ante la escena que estaba comenzando a hacer- En otras cosas, me da mucho gusto verte por aquí princesa, espera, ¿ese no era el abrigo que llevaba puesto?- yo de nuevo sentí un calor en mis mejillas, así que rápidamente me quité el abrigo

-Hablo sobre sentir unas feromonas y después…

-¡Claro! Lo siento mucho princesa, antes de que llegaras estuve molestándolo con mis feromonas, el lugar debe de estar infestado de ellas- se apresuró a abrir las ventanas con una cara de preocupado- después de todo no creo que sea buena idea estar en un lugar así, lo más seguro es que Hak se burlara de mi cuando lo vea

-No te preocupes, estoy acostumbrada a tu olor- me senté en una silla de la barra y como Jae Ha estaba muy concentrado maldiciendo a su amigo yo me tomé unos momentos para pensar en lo que había pasado. No podía describirlo, apenas se estaba calmando la extraña calidez que del lugar donde estaba la mordida, aunque el lugar estuviera lleno de las feromonas de Jae Ha ni si quiera me había percatado de ellas. En mi nariz solo se posaba un delicado aroma como el de una mañana fresca, después de todo un día de lluvia. ¿En realidad mis feromonas habían sido tan fuertes?

-Claro que puede estar Ao con nosotros, siempre y cuando tú te encargues de limpiar todo lo que haga- la voz de Zeno me hizo salir de mis pensamientos inmediatamente. Venia acompañado de Kija y Shin-ah

-Te dije que diría que no- le dijo Kija a Shin-ah al ver su cara de tristeza- Yona, me da mucho gusto verte tan bien- se acercó a darme un abrazo muy fuerte

-No es justo que solo por ser Beta a Kija se le permite acercarse a Yona- dijo Shin-ah con un poco de tristeza

-Claro que no- me acerqué a Shin-ah y le di un abrazo- tú sabes que eres el favorito- aunque fue un abrazo rápido sabía que transmitíamos mucho nuestro cariño.

-¿Qué? ¿Tu favorito?- dijo Kija un poco frustrado

-Ahora sabemos que para llegar a la princesa debemos de dar lastima- dijo Jae Ha desde su lugar en la barra

-O ser más lindos con ella- dijo Zeno, quien había estado acomodando una de las mesas con la comida.

-Pero somos lindos con ella, ¿no es así princesa?- Ahora Jae Ha se había puesto a lado mío y puso su mano en mi hombro, sabía que esa acción era de todo menos linda.

-No saldrá nunca contigo Jae Ha, pero sigue participando- el comentario de Zeno nos hizo reír a todos aunque a Jae Ha no le parecido para nada gracioso. Nos sentamos a la mesa con esa tranquilidad. Tenía mucho tiempo sin sentir esta calidez, tanto era así que me hizo olvidarme de estos últimos días.

-¿Estas segura de volver?- Zeno por lo regular parecía un niño, tanto en su apariencia como en su personalidad, por lo mismo nunca se creían cuando decía que él era el dueño y jefe del bar. Pero había una parte de él, que cuando quería sonar serio, se oscurecía mostrando una madurez impresionante, como si hubiera vivido más que todos nosotros juntos. Esa parte muy pocas personas la conocían. Y es con esa actitud en la que me cuestiono.

-Tengo que seguir con mi vida. Hasta el momento no he dejado de tomar mis supresores, además de que no he tenido algún cambio importante o problemático- todos se quedaron observándome, tratando de analizarme.

-Zeno y yo habíamos estado hablando acerca de abrir un nuevo bar, dado que hemos estado creciendo últimamente, tal vez podrías volver a trabajar con nosotros- Jae Ha estuvo hablando con mucho cuidado, dirigiendo miradas tanto a mi como a Zeno.

-Chicos…

-Tampoco te pedimos que tomes una decisión en este momento, nosotros sabemos lo importante y difícil que fue para ti el estudiar y conseguir un trabajo en esa empresa- Zeno seguía con su actitud seria

-Nosotros nos hemos convertido en tu familia Yona- dijo Kija, quien se había mantenido un poco afuera de la plática.

-Y se los agradezco, en serio- tome un pequeño suspiro antes de continuar. No sabía con exactitud como podrían tomar mis palabras- es cierto que ustedes son mi familia, después de que me recogieran prácticamente de la calle, de no haber sido por el trabajo que me ofrecieron no tengo idea de donde me encontraría yo ahora, pero, por esa misma fortaleza que ustedes me dieron, no quiero que algo como esto arruine por completo mi vida- sentía mi voz temblar, pero aun así no deje que los sentimientos me gobernaran, ya que si lo hacían yo no podría expresar mis sentimientos- entiendo su preocupación, entiendo que lo que quieren es tenerme cerca para evitar que me pase algo parecido, pero chicos, ustedes no tienen la culpa de lo que paso esa noche- pareciera que había dado en clavo porque note como Jae Ha se tensó y se paró de su asiento

-¿No puedes pensarlo siquiera?- el que hablo ahora fue Shin-ah- tú sabes que la decisión que tomes, todos nosotros vamos a apoyarte

-Gracias chicos, siempre lo tendré en cuenta, aun así volveré mañana al trabajo- al terminar de decir eso vi como Jae Ha tomo su cajetilla de cigarros y salió del bar por la puerta de atrás, al momento de cerrar la puerta prácticamente la aventó así que todos nos dimos cuenta de que estaba enojado.

-Tenemos que limpiar, abrimos en unas horas- dijo Zeno con el tono alegre de siempre, sabía que lo había hecho para romper la tensión entre nosotros. Los demás lo siguieron y ayudaron a levantar las cosas de la mesa.

-A todos nos afectó lo que te paso Yona, tal vez Jae Ha lo está sobrellevando de otra manera- me dijo Kija ya que vio que yo no dejaba de voltear hacia la puerta por la que había salido enojado.

-Yo te acompaño a tu casa- se acero a mi Shin-ah al acabar de limpiar, yo voltee con Zeno, ya que al acercarse la hora de abrir los necesitaba a todos ahí. Para mi sorpresa solo asintió con la cabeza, dando el permiso a Shin-ah

-Está bien, solo iré al baño antes de irnos- al ir hacia la parte de atrás, tome la decisión de no ir al baño, sino salir por la misma puerta que había salido Jae Ha, como me suponía estaba recargado en la pared viendo hacia el cielo mientras fumaba- Están por abrir, deberías ponerte el uniforme- volteo a verme y aunque suavizo su mirada, se le podía ver aun el enojo de hace unos momentos

-Solo me termino este- le dio una calada al cigarro y volvió a dirigir su vista al cielo. Era raro tenerlo a mi lado sin que intentara seducirme o molestarme con algún comentario.

-¿Recuerdas el primer día que llegue con ustedes?- Sin si quiera mirarme él solo asintió- le dijiste a Zeno que era imposible que yo trabajara aquí, muy pequeña, demasiado linda y una omega. Fuiste el primero de todos en darse cuenta de mi condición

-Recuerdo que te defendiste muy bien esa noche

-"Estoy segura de que puedo trabajar mejor que tu" esas fueron mis palabras- los dos nos reímos- desde ese momento no hubo un solo instante en el que no me molestaras, hasta el día en el que por tratar de detener una pelea casi terminan golpeándome- los dos ahora veíamos hacia el suelo- "Aquí no tocamos a las princesas" fue lo que dijiste antes de estamparlo contra el suelo

-No recuerdo bien ese día

-Yo sí, porque a partir de ese día comenzaste a llamarme así. Con los demás chicos nunca tuve problemas, pero pareciera que a raíz de esa situación todos nos hicimos más cercanos, hasta Shin-ah se metió a la pelea contra los amigos de aquel tipo- me quede un momento observando las reacciones de Jae-Ha antes de continuar- ese día tú te percataste de mi esencia, pero, no fue tu culpa lo que paso después

-Ninguno de nosotros debió de haberte dejado ir- se encontraba muy tenso

-Lo que paso o no esa noche, no hay manera de cambiarlo- me puse en frente de él y tome sus manos- tu viste la manera en la que llegue aquí, tu notaste como apenas y tenía las fuerzas para soportar una hora. Todos ustedes me ayudaron a querer superarme, ustedes fueron los que me dieron esas energías, así que por favor apóyame en esto, necesito a toda mi familia junto a mi- sentía mis ojos llenarse de lágrimas, aunque estaba aguantando todo lo posible por no derramarlas, sabía que no podría hacerlo por más tiempo- al menos el tiempo que me queda, si realmente hace efecto la marca y…

-No princesa, tú eres más fuerte que eso- me abrazo fuertemente y yo terminé por derrumbarme- todo continuará como lo tenías planeado, una omega salida de la nada se volverá una gran empresaria- esas palabras yo se las había dicho el día que me gradué de la universidad. Se separo de mí y me hizo mirarlo a los ojos- vas a demostrarme una vez más que una omega puede hacerlo mejor que yo

-Sigue sonando estúpido- le dije entre risas y llanto. Sabía que me lo había dicho para hacerme reír ya que me limpio las lágrimas y después se esperó a que me calmara.

-¿Alguien te llevara a casa?- yo asentí y tome aire para quitarme lo último que quedaba.

-Shin-ah me llevara- él asintió y de nuevo tomo mi mejilla para asegurarse de que no hubiera rastro de las lagrimas

-¿Aun así no soy tu favorito?- volví a estallar en risa y alejé su mano para irme hacia la puerta

-Sigue participando- me sentía en paz, ya que de nuevo había regresado el Jae-ah de siempre y yo me fui tranquila acompañada de Shin-ah.

Aun recordaba la conversación del día anterior cuando estaba pasando el elevador que ya había llegado a mi piso. Me sentía decidida, con toda la energía posible y capaz de volver a mi vida normal. De pronto sentí como todo eso se derrumbaba al ver una montaña enorme de papeles en mi escritorio.

-Yona querida, mientras no estabas el trabajo solo se fue acumulando, tus compañeros estuvieron ayudándote con lo que podían, esto es lo mejor que pudimos hacer- mi jefe directo era el que me estaba hablando pero yo solo podía ver la enorme cantidad de papeles.

-No se preocupe señor, hare todo lo posible por tenerlo lo más pronto que pueda

-Esa es la actitud- como si estuviera esperando esa respuesta se fue chiflando una canción que nunca en la vida había escuchado, estoy segura de que era algo inventado.

La mayor parte de la mañana me la pase tratando de bajar la montaña de trabajo que tenía. Si quisiera verle el lado positivo, me ayudó mucho a no estar pensando en otras cosas, de alguna manera me ayudaba a distraerme y me gustaba que fuera así.

-Yona, se supone que nuestro jefe tiene una junta con el CEO a estas horas y nos mandó a decir que había olvidado una carpeta importante, así que quiere que vayas a dejarla- yo deje salir un suspiro pesado, voltee a ver su oficina y efectivamente se veía una carpeta en el escritorio.

-Ya voy, gracias- sin perder más tiempo tomé la carpeta y me dirigí al ascensor, la junta seria en el penúltimo piso y si tenia suerte aun no pasarían a la sala de juntas. Cuando se abrieron las puertas indicando que había llegado al penúltimo piso, salí casi disparada de ahí y para suerte mía mi jefe se encontraba sentado esperando que le dieran el aviso de entrar

-Yona, muchas gracias, de no ser por ti no habría podido entrar en ese lugar- yo le sonreí y me fui sin decir nada más.

Como me sentía muy cansada, antes de tomar el elevador de regreso a mi piso, me dirigí a los baños. Me dolía la espalda, además de que no había comido nada desde en la mañana por estar haciendo el trabajo. Por estar quejándome mentalmente de todo no me di cuenta hacia donde me dirigía, hasta que choqué con alguien. Su olor a mañana fresca me hizo reconocerlo al instante y casi por instinto voltee a buscar su rostro.

-¿Pensabas entrar al baño de hombres?- su voz y sus ojos azules hicieron que de nuevo sintiera esa pequeña sensación extraña en mi cuello.

-¿Hak?- le pregunte sin pensarlo

-Oh vaya, ¿Cómo sabes mi nombre?- en el momento que me hizo esa pregunta reaccione. Maldita sea, si era él. ¿Y ahora como iba a escapar de aquí? Había una pregunta más interesante ¿Por qué estaba en esta empresa? ¿Por qué su ropa era como la de un CEO? ...

***Notas de autor***

¡Por fin tenemos capitulo! Me siento muy satisfecha de que haya podido escribir este capítulo en 2 días. Usualmente yo tengo una idea general de lo que se va a tratar cada capítulo, para ir dando forma a lo demás que va a ir pasando.

Pues tengo que ser sincera y decirles que no tenía la menor idea de lo que quería que pasara, lo único que tenía claro era ese final xD

Quien sigue mis trabajos anteriores, sabe que yo suelo escribir desde diferentes perspectivas, casi siempre son solo 2. Aunque suele variar de vez en cuando. Al principio tenía pensado solo dejar la perspectiva de Yona durante todo el FIC, pero no me gusto del todo, sentía que le faltaba algo más, así que decidí usar la perspectiva de Hak. Aunque aún no sé si será cada ciertos capítulos o si él tendrá capítulos solo. Lo que si se es que habrá más de su parte y ya iré viendo donde se acomoda más.

Esto lo hago con el fin de que se entienda de mejor manera lo que está pasando en la historia y no existan tantos huecos.

Sin más por el momento, estaré en la espera de sus comentarios :3

Saludoooos :*