Capítulo 8: Pesadilla

***Yona***

Cuando ya me encontraba fuera de la oficina hice que mi corazón se tranquilizara, sabía que de alguna manera me debería de sentir feliz, pero por alguna extraña razón las emociones de Hak se habían quedado clavadas en mi mente. Como si eso no me dejara pensar en otras cosas, pensé en mandarle un mensaje y asegurarle que me encontraba bien, pero, me parecido demasiado y desistí en hacerlo rápidamente. Mientras iba bajando los pisos en el elevador, me percate de otra cosa, las feromonas de Hak estaban en mi cuerpo, era algo sutil pero podía detectar el suave olor a fresco. Tal vez cuando se acercó a mí las dejo, no tenía idea si se había dado cuenta de eso, pero, internamente le agradecía, ya que su aroma me ayudaba a relajarme.

Los dos días siguientes pasaron rápidamente, tenía que hacer mucho trabajo, ya que en el momento que comenzara el proyecto en la empresa Son, mis funciones aquí terminarían. Quería entregar todo al corriente, para que mi jefe no me estuviera molestando o que la persona que pusieran en mi lugar no supiera que hacer. En mis tiempos libres me ponía a leer todo lo relacionado al nuevo proyecto, por lo que lograba entender se trataba de un nuevo producto de belleza, algo para el rostro. Aunque aún se encontraba en proceso, tenían la intención de utilizarlo en crema o en maquillaje. Dado que se trataba de algo de la salud había millones de documentos de medicina, de pruebas de laboratorio entre muchas cosas. Así que mi tiempo pasaba aún más rápido.

-Recuerden que el día de mañana serán trasladados a las nuevas oficinas en la compañía Son, procuren dejar sus espacios aquí limpios y no se vayan tan tarde, den una buena imagen por el equipo- menciono nuestro líder, era su extraña manera de darnos ánimos, aunque en su rostro se podía ver la molestia que sentía por no haber sido él quien se iba a participar en este proyecto.

Yo había adelantado todo, así que cuando fue mi hora de salida ya estaba libre, aunque mi cuerpo protestaba, era diferente a otras veces. Sabía que me sentía cansada físicamente por el hecho de todo el trabajo sin descanso, pero, gracias a lo que me quedaba de las feromonas de Hak en mi cuerpo, podía sentir energía, como si tuviera una reserva inagotable. Aun así sabía que no podía abusar de ella o tendría que pedirle a Hak que nos viéramos para que me diera de sus feromonas. Pensar en verlo hizo que mi corazón se agitara, así que tuve que agitar mis pensamientos y enfocarme en otras cosas. Como ya había terminado mi trabajo y mi lugar estaba completamente recogido, ya era hora de irme. Cuando mire el reloj de mi celular vi que aún era temprano y no quería ir a casa a estar sola, ya que Yoon me había dicho que estos días se quedaría en la universidad por un trabajo. Así que decidí dirigirme al bar de los chicos, tenía ganas de verlos y dado que mi cuerpo se sentía muy bien podía darme el lujo de tomarme unos tragos antes de irme a dormir.

Cuando llegue al bar ya se encontraba abierto y al ser un día de fin de semana comenzaba a llegar la gente. Estaba preparada para la posible reacción de los chicos, tal vez me regañarían por haber venido sin avisar. Para lo que no estaba preparada era para dos de ellos encima de mi en cuanto entre por la puerta.

-¡Yona!- tanto Shin Ah como Kija se abalanzaron sobre mi

-Chicos- estaba tratando de sonar tranquila, pero al ver sus caras de preocupación sabía que no había muchos chances para que me dejaran ir fácilmente.

-¿Qué estás haciendo aquí?- como siempre Kija era el más dramático, me miraba asombrado y también sabía que estaba listo para llevarme de regreso a mi casa en cualquier momento.

-Si Zeno o Jae Ha saben que estas aquí se enojaran- Shin Ha por su parte hablaba tranquilo, además podía notar que estaba tratando de detectar algún aroma en mí, alguna pequeña cosa que le dijera que no me encontraba bien.

-Lo se lo sé, pero vean está lleno de gente, ¿No debería de ayudarlos un poco?- el lugar estaba comenzando a llenarse y apenas comenzaba la noche, eso significaba que sería uno de los días duros.

-¡No!- dijeron los dos al unisonó y tuve que aguantarme las ganas de reírme, aun mantenían sus manos sobre mi cuerpo para evitar que entrara del todo al bar.

-Lo que deberías de hacer es dar media vuelta e irte a tu casa- de pronto la voz de Jae Ha se hizo escuchar y ahora si sabía que sería más difícil que me dejaran quedarme. Aun así tenía una última carta que podía jugar en este momento.

-¿Irme? ¿A mitad de la noche? ¿Sola?- hice una voz triste y mi cara traté de que se notara desilusionada. Rápidamente Shin Ah y Kija me soltaron y voltearon a verse preocupados

-Yo te llevare- dijo Shin Ah rápidamente

-No, yo la llevare- replico Kija casi al instante

-Ninguno de los dos puede irse en estos momentos- hablo Jae Ha y después soltó un pesado suspiro como si estuviera pensando en una solución, sabía perfectamente que él tampoco podía irse, ya que regularmente era necesitado, era el único que sabia atender bien en la barra y que si había algún problema podía solucionarlo rápidamente.

-Oh vamos Jae Ha, solo me quedare un rato, los ayudare- seguía tallándose los ojos y negando con la cabeza- Si me quedo aquí ustedes no me quitaran los ojos de encima, así que estoy más segura aquí que allá afuera- vi como Shin Ah y Kija asintieron levemente dándome la razón

-¿Estas segura que te encuentras bien?- Jae Ha me miraba de arriba abajo como si buscara encontrar algo

-Estoy perfecta, sé que te puedes dar cuenta y Shin Ah también- miro rápidamente a Shin Ah y el asintió dándome la razón

-Está bien, pero en cuanto se baje un poco la gente dejaras que uno de nosotros te acompañe a casa

-Como usted diga jefe- le dedique un saludo militar y después me fui riendo con los chicos hasta los vestidores.

Deje mis cosas en mi antiguo casillero y después tome un pantalón de mezclilla que siempre tenia de reserva. No quería trabajar incomoda con la ropa de oficina. También tome prestado un suéter de Kija, que al ser beta solo podía detectar un leve olor a perfume. Las siguientes horas estuve ayudando, atendiendo a los clientes, tal como había dicho los chicos no quitaron la vista de mi ni un momento, al menos al principio. Me imagino que aun tenían miedo de que tuviera una recaída, pero la verdad me sentía muy cómoda y con mucha energía. Eso lo pudieron notar y ya para la media noche casi no sentía sus miradas sobre mí. Me acerque a la barra para dejar unos vasos vacíos, aproveche el momento para estirarme y descansar un poco mis piernas.

-Toma, ya has hecho mucho por hoy- Jae Ha me había acercado un vaso con agua, yo me quede viendo el vaso un momento y me di cuenta de que no me apetecía, así que voltee a ver a Jae Ha y le dedique una sonrisa.

-¿Crees que mi arduo trabajo sea equivalente a un trago?- vi su cara de sorprendido para después soltar una pequeña risa

-Princesa, tú siempre obtienes lo que quieres, te aprovechas de lo mucho que nos importas- mientras decía eso comenzó a servir una vaso de cerveza para después ponerlo en frente de mi

-No me aprovecho, creo que he trabajo lo suficiente esta noche para esto- levante el vaso y le di un trago. Sentí refrescante el gas pasando por mi garganta, además del sabor amargo y dulce, ya que la cerveza que tomaba no era oscura.

-Créeme que nos alegra a todos verte tan repuesta- cuando me volteé para verlo me di cuenta de que no me veía, había dirigido su mirada hacia los chicos. Se veían animados y sin poderlo evitar recordé los años que pasé aquí, ellos eran mi familia.

-No te pongas sentimental Jae Ha, sabes que no se desharán de mi tan fácilmente- me tomé de un solo trago lo que restaba del vaso y se lo puse en frente- uno más por favor- tenía mucho tiempo sin tomar, ya que mi salud no había estado del todo bien y tampoco tenía ganas de hacerlo. Ahora lo sentía como un alivio, no tomaba por tristeza, estaba tomando porque me sentía feliz.

-El ultimo y después dejaras que te acompañe a casa- yo asentí y después tome el vaso mientras dejaba a mi cuerpo relajarse. Una vez que me termine la cerveza le entregue el vaso

-Voy por mis cosas- la verdad era que tampoco quería irme sola de ahí, así que me sentía feliz de que él fuera quien me acompañara. No me cambie de ropa, solo guarde lo que me quite y lo puse en mi bolsa. Cuando estaba saliendo de los vestidores el olor suave a fresco hizo que casi automáticamente lo poco que había entrado de alcohol a mi sistema se esfumara, ya que ese olor solo se podía significar una cosa. Hak.

-¿Lo de siempre?- alcance a escuchar a Jae Ha y cuando aparecí detrás de la barra los ojos azules de Hak se posaron rápidamente en mí.

-Si, aunque sabes realmente a que vengo- le estaba contestando a Jae Ha pero sus ojos duraron unos segundos más en mí, antes de voltear su mirada hacia él.

-Lo sé, pero si me tardo en contestarte lo que quieres significa más dinero para mi- pude notar una sonrisa en su rostro antes de que Jae Ha pusiera en frente de él un vaso con liquido amarillento, que supongo se trataba de Whisky.

-¿Ahora tienes dos trabajos?- esa pregunta ya no iba dirigida a Jae Ha, me la hacía directamente a mi

-Oh, princesa, ¿ya estas lista?- yo me había quedado viendo a Hak, aun traía puesto su traje, aunque ya se había desecho de la corbata, dejando dos botones peligrosamente abiertos y mostrando parte de su piel.

-Veo que estas ocupado, ¿Qué trae a Hak Son por aquí?- aunque fue rápida, una sonrisa asomo por sus labios antes de contestarme

-Lo mismo que hago en estos días, vengo a ofrecerle a este idiota que trabaje para mi- Jae Ha hizo cara de ofendido antes de contestarle

-¿Crees que debería de aceptar si me propone trabajo con insultos princesa?- Jae Ha se había acercado a mi como siempre, su brazo por detrás de mi descansando en mi hombro y su rostro muy cerca de mi rostro. Lo quite de inmediato no sin antes darme cuenta el cambio de expresión en el rostro de Hak

-No juegues o ese insulto cobrara sentido, pero ¿Por qué quieres contratarlo?- mi pregunta hizo que su expresión volviera a la normalidad, no tenía idea como tomarlo, era imposible que se encontrara molesto, ¿verdad?

-Estudiamos juntos y aun no puedo comprender como dejo el camino de los negocios cuando es lo mejor que se le da, era el segundo mejor de la clase- me sorprendía escuchar eso, ya que el Jae Ha que yo conocía era un alfa que no se preocupaba por nada, más que por su apariencia y las omegas que iban y venían detrás de él todo el tiempo.

-¿Segundo?- preguntó Jae Ha

-Si, segundo

-Creo que el alcohol te está haciendo perder la memoria- era extraño ver de esta manera a Hak, era como si dejara de ser el Hak Son y se rebajara a la personalidad de Jae Ha, como viejos compañeros. No se veía presionado, ni apurado, simplemente estaba disfrutando del tiempo con un amigo.

-Creo que debería de irme, tengo que descansar- les dije cortándoles completamente su momento. Jae Ha rápidamente se enderezo

-Yo te llevare princesa- ahora me sentía mal de que me llevara, pareciera que también disfrutaba de la presencia de Hak, así que no quería quitarle este momento con él

-No, tu sigue atendiendo, aún hay gente- estaba comenzando a caminar hacia la salida

-Si quieres yo puedo llevarla- dijo Hak y yo sentí como mi piel se erizaba

-No es necesario, además, mi casa está cerca

-Habíamos quedado en algo princesa, no te dejaremos volver sola, no después de lo de la mar…

-¡Hak me llevara!- casi lo grite para detener lo que estaba a punto de decir y tome del brazo a Hak- Él me llevara hasta mi casa, ¿de acuerdo?- jale de su brazo y Hak al haberlo agarrado desprevenido hizo caso y se paró de su asiento- tu sigue atendiendo, los tragos de Hak son por parte de la casa y me despides de los chicos- pareciera que hablaba en cámara rápida mientras que traía conmigo a Hak, ni siquiera deje que Jae Ha contestara nada y así salimos rápido del Bar.

-¿Estas bien con que sea yo quien te acompañe?- dijo Hak al salir aun me miraba con un poco de confusión, tratando de procesar lo que acababa de pasar

-Puedo regresar sola si no quieres acompañarme- comencé a caminar y él me detuvo rápidamente

-Solo preguntaba, nunca dije que no quisiera hacerlo- me dio un poco de gracia su reacción y yo asentí.

-¿Te molesta si caminamos? El clima esta agradable, además, tome unas copas y me siento mejor con el aire fresco- él volteo hacia donde me supongo estaba su carro para después voltear a verme antes de contestarme

-Caminemos- al decirme eso reanude mi camino hacia casa. Sentirlo cerca me hacía sentir más segura, no me había dado cuenta de que desde lo de la marca ya no salía a dar caminatas así. La ansiedad y el miedo por volver a vivir lo mismo no me dejaban salir de casa de noche y mucho menos sola. Pero con Hak a mi lado todo eso desaparecía, solo quedaba esa frescura del viento mi rostro y ganas de quedarme aquí toda la noche- ¿Sueles ir mucho al bar?- me pregunto Hak después de unos minutos caminando

-Yo trabajaba ahí antes de trabajar en la empresa, así que cuando tengo tiempo libre vengo a ayudar un poco- había alentado el paso, para caminar a la par de Hak- creo que fueron casi ¿8 años? Tal vez mas

-Entonces debes de conocer a todos bien- de nuevo asentí

-Ellos son como mi familia, me ayudaron en momentos muy importantes, así que les debo mucho por eso- no se si era el alcohol o el cansancio, pero comenzaba a sentirme más ligera y mi corazón se sentía cálido. Era como si quisiera aferrarme a Hak y mantenerlo cerca de mí. ¡Despierta Yona! ¡No puedes hacer eso! Casi me doy un golpe para hacer reaccionar a mi cabeza- Jae Ha me había mencionado que estudio en el extranjero, pero no le creí en esa ocasión, ¿era cierto?- tenía que cambiar de tema, hacer que mi cerebro se mantuviera despierto, atento a cualquier tontería que pudiera hacer.

-Si, estudiamos en Europa- en ese momento me di cuenta de que tal vez de todas las cosas que Jae Ha había llegado a presumir ante mi eran verdad- yo vivía allá antes de estudiar y después también

-Espera, ¿Vivías en Europa?- Hak asintió- Entonces… ¿Por qué regresaste a Japón?- nos estábamos acercando a mi edificio por un momento pensé que Hak se detendría ahí, pero siguió el camino por las escaleras hacia mi departamento.

-La empresa, necesito tomar el mando de ella- aunque me parecía algo grandioso, por la voz y la mirada de Hak me daba a entender que no lo era. Mientras subíamos las escaleras comencé a pensar que podría preguntarle

-Tu… ¿eras feliz en Europa?- pude notar como le daba un poco de felicidad al recordarlo pero se esfumo rápidamente

-Eso ya no importa, puede que aquí también lo pueda ser… llegamos- no me había dado cuenta de que nos encontrábamos afuera de mi departamento. Yo sentía que no quería separarme todavía de él, no quería dejarlo con esa cara de tristeza. Así que mi cuerpo actuó como impulso y tomo sus manos él se sobresaltó.

-A partir de mañana…estoy a tu cuidado- fue un milagro que las palabras salieran correctamente, estaba más enfocada en tratar de transmitirle aunque sea un poco de paz de la que él me daba a través de mis manos. No estoy segura de si él pudo percibirlas, pero, sentí como ligeramente las apretó antes de soltarlas.

-Gracias- el aroma a fresco inundo mi nariz y sabía que Hak había soltado sus feromonas, ya no sabía si siquiera él estaba consciente de lo que hacía y si lo era no sabía bien con que intención lo estaba haciendo. De pronto vi como la palma de su mano toco ligeramente mi cuello haciéndome estremecer por lo frio de esta. Lo siguiente fue su rostro, se acercaba hacia mí y yo estaba más que segura de que lo que quería hacer era besarme. Por mi parte mi cuerpo se sentía tan ligero y en paz que lo iba a dejar hacerlo, más bien, también anhelaba que lo hiciera. El momento se vio totalmente interrumpido por la persona que abrió la puerta de mi departamento.

-¿Yona?- como nosotros nos habíamos dado cuenta desde que la puerta comenzó a sonar, para cuando Yoon nos había visto ya estábamos alejados uno del otro.

-Yoon, habías dicho que no vendrías en unos días- Yoon me miraba tanto a mi como a Hak, en un intento por entender la situación. Levanto unos libros que traía en la mano

-Vine por esto, Jae Ha me dijo que habías ido al bar- me hablaba a mí pero no me veía, su mirada estaba estudiando de pies a cabeza a Hak.

-Yo debería de irme, ten un buen inicio en el proyecto- fue lo único que dijo Hak antes de dar media vuelta e irse.

-¿Ese es tu alfa?- yo tape su boca rápidamente antes de que dijera algo mas y también lo arrastre conmigo adentro del departamento. Lo solté solo porque sentí sus dientes morder levemente mis dedos.

-¿Acaso estás loco? ¿Cómo puedes decir eso apenas lo ves?- aún me sentía nerviosa y más aún al pensar que Hak pudo haber escuchado lo que me pregunto Yoon

-Apártate, apestas a alcohol- me hizo para un lado- si no quieren que los encuentren en esas situaciones solo no se detengan afuera de las puertas

-¡Pero no hacíamos nada!- casi dejo salir unas lágrimas de vergüenza

-Cena algo y descansa. Yo te llamo cuando vuelva- yo sabía que Yoon no me creía y sin esperar que le dijera algo más salió del departamento.

Me fui acostar tratando de entender que era lo que había pasado antes. ¿En serio iba a besarme? Solo de recordar su contacto me hacía estremecer y sin poder evitarlo mis mejillas comenzaban a arderme. Obligue a mi cuerpo a dormir convenciéndome que se trataba del alcohol y que no tenía ningún sentimiento o interés en Hak. Estas reacciones eran naturales, pero era por mi parte omega. Todo desaparecería en cuanto despertara.

A la mañana siguiente me levante temprano y me prepare para el trabajo. Llegue a tiempo y después de una junta en la que nos daban la bienvenida comenzamos oficialmente con nuestro trabajo.

Los días siguientes me di cuenta de que mi infierno apenas había comenzado. Desde el momento uno mis compañeros me dejaron en claro que no me ayudarían en nada y que no harían mi camino sencillo. Tal cual como comento Lili en la junta, ellos no aceptaban ninguna idea nueva, eso para mí de alguna manera no era tan problemático, el verdadero problema era cuando yo requería de alguna información y nadie me la quería dar. Tenía que andar de un lado para otro tratando de que mi trabajo se viera lo menos posible afectado, aunque para ser sincera no importaba lo que hiciera, siempre terminaba volviendo hacer todo desde el principio.

Una noche le comenté a Yoon lo que pasaba y él me dijo que hablara con Hak, ya que se trataba del jefe de todos, estaba seguro de que no estaría de acuerdo que se me tratara de ese modo. Aun así yo no quise decirle nada, esto lo sentía personal y por lo mismo tenía que ser capaz de salir de esto por mi misma. Lo que más me preocupaba era tener el reporte de la semana listo para cuando tuviera que ir a presentarlo ante el CEO, él me confió este trabajo y no podía defraudarlo.

Conforme pasaban los días comenzaba a sentir más pesado el cuerpo, lo atribuí a la falta de sueño, ya que había descansado muy poco. Aun así me levantaba y trataba de dar lo mejor de mí en la oficina, aunque supiera que sería otro día más en el infierno.

-Yona es la hora de comida, ¿quieres que vayamos juntas?- se había acercado Lili a mi escritorio, como lo había estado haciendo estos días justo a esta hora.

-No creo tener mucho tiempo- mi voz también comenzaba a salir más pesada, sin energía

-Toma- puso unos bocadillos y un té en mi teclado y yo voltee a verla- ve a nuestro lugar yo iré por comida y después la llevare- me sorprendía la energía que podía tener y casi tuve envidia de ella, aunque sé que también sufría junto conmigo ella me había ayudado a conseguir uno que otro dato ajeno a nuestros departamentos.

-Eres un ángel- le dije casi susurrándole y tomé las cosas para después dirigirme a nuestro lugar de siempre.

Teníamos un par de días viniendo a las escaleras de servicio, era el mejor lugar para tomar un receso y como no venía nadie podíamos descansar de las miradas de la gente. Me senté en uno de los escalones y estaba a punto de abrir el pequeño pan que me había dado Lili, cuando sentí aún más la pesades en mi cuerpo, pidiéndome que descansara, me tome un instante para evaluar mi estómago y al no sentir hambre preferí recargarme en la pared.

Sentí una pequeña picazón en mi cuello, desde el día anterior había comenzado a molestarme más de la cuenta, tal vez se debía a que ya necesitaba las feromonas de Hak, aun así no quise hacerle caso al dolor y cerré mis ojos dejándome tragar por la negrura del sueño.

Al principio no recordaba en donde me encontraba, era como si todo a mi alrededor pareciera extraño, tuve que parpadear varias veces pensando que el color café de las paredes de un momento a otro cambiarían, pero no fue así. Sentía que en alguna parte de mi mente quería reconocer el lugar, había un cuadro colgado en la pared, parecía pintado por un niño, pero parecía importante para la persona que se había tomado la molestia de enmarcarlo y colgarlo, extrañamente era lo único en aquella habitación que no parecía viejo. El techo mostraba manchas negras por la humedad de los años, las ventanas estaban sucias y las cortinas muy apenas podía cubrirlas de lo rotas que se encontraban. Me enderece y mi cuerpo protesto como de costumbre por el suelo duro y frio, aun así trate de levantarme como todos los días, tomando las fuerzas de cualquier rincón de mi cuerpo, al menos las fuerzas que hicieran que mi cuerpo se levantara. Camine por lo que quedaba de casa, todo estaba en las mismas condiciones y parecía que yo ya había aprendido a caminar sin siquiera prestar atención a eso. Sabía que tenía que hacer algo de comer, pero también sabía que no había nada para hacer, aun así tomé unas pocas monedas y salí a comprar algo.

Cuando regrese lo único que había conseguido era un poco de arroz, así que fue lo que hice, prepare dos tazones, como todas las mañanas. Y luego llego la parte que más temor me daba de todas las mañanas. Tener que subir hacia aquella habitación. Mi cuerpo subía lentamente los escalones mientras que sentía como temblaba y el sudor de las palmas de mis manos se hacía más y más presentes.

No lo hagas

No subas

Por favor, no subas

Me decía a mí misma, pero aun así no me detuve, seguí mi camino hasta quedar en frente de aquella puerta. Aunque tarde un poco puse mi mano en la perilla y la gire haciendo que la puerta se abriera. Casi al instante lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas mientras que sentía que mi cuerpo entero cedía, quedándose completamente sin fuerzas. Estaba petrificada no podía mover ni un solo musculo, ni siquiera tenía las fuerzas suficientes para cerrar mis ojos, solo podía contemplar la escena.

Sabiendo que no tenía escapatoria de eso lo único que hice fue seguir llorando mientras que el mundo me tragaba, mientras que todo iba perdiendo luz y sentido.

Ya me había dado por vencida cuando escuche una voz dulce.

-Te tapare los ojos- se parecía mucho a mi voz de niña aunque el olor fresco de la mañana me hiciera pensar en alguien más- solo te los tapare unos momentos, llora todo lo que quieras es algo normal, pero una vez que quite mi mano recordaras que no te encuentras solo- mi voz dulce inundaba mi mente. Cuando quito su mano me vi a mí misma cuando tenía com años, ya no me encontraba en aquella casa, ahora estaba en un jardín enorme. Mi yo pequeña sonreía alegremente- mi familia me dice que podemos cerrar los ojos cuando algo nos duele, pero, no podemos permitirnos olvidar, solo porque nos duele. El dolor no es malo…Porque nuestro pasado nos permitiría ser fuertes en el futuro. Así que yo estoy segura de que no importa lo que pase seguiremos siendo fuertes- me estiro su mano y cuando estaba a punto de agarrarla todo volvió a oscurecerse.

Lo primero que sentí al despertar fue ese agradable aroma, no tenía idea el tiempo que llevaba dormida, pero sentía mejor mi cuerpo, ya no me dolía y tampoco me sentía cansada. Fue entonces cuando reaccione completamente a las feromonas. Hak.

Aun me encontraba sentada en los escalones, solo que ahora mi cabeza no se recargaba en la pared, sino que estaba en un lugar más cómodo, más suave, para ser exactos, las piernas de Hak. Su mano me acariciaba tiernamente el hombro mientras que seguía liberando feromonas. Estaba por levantarme cuando me detuve en seco por las palabras que salieron de su boca.

- Si estabas así debiste pedir mi ayuda, solo haces que termine preocupándome- su voz era dulce, casi tan dulce como la versión pequeña de mi en el sueño- De que te sirve tenerme como tu alfa si no vienes a mí en situaciones como esta- después su mano dejo mi hombro y acaricio gentilmente mi rostro haciéndome estremecer- ¿estas despierta?- no tenía idea de que decir o hacer, mi corazón latía fuertemente y mi cabeza se encontraba totalmente confundida… ¿Qué rayos quería Hak de mí? ¿Por qué me trataba con tanto cariño?

***Notas de autor***

Y aquí estamos de nuevo con otro capítulo más de este fic… la verdad no creí que tuviera el capítulo en un día, era mi meta pero no creí cumplirla jajaja

El capítulo me atrapo completamente desde que comencé, sabía que era lo que quería escribir y disfruté de todo. Creo que vamos conociendo poco a poco a los personajes principales y tantas cosas que tienen en sus cabezas.

Estaré como siempre atenta a sus comentarios y espero que en estos días tenga otra actualización de este fic

Saludoooos :*