Capítulo 1
Reconciliación
Ron despegó los párpados lentamente. Le dolía cada milímetro del cuerpo y sentía el cerebro embotado. Una débil luz iluminaba la gran sala en la que se encontraba.
Estaba amaneciendo.
De repente fue consciente de que se encontraba en una mullida cama. Estaba en la enfermería.
No recordaba cómo había llegado allí ni por qué, sólo recordaba un extraño sueño en el que los colores y los sonidos se entremezclaban. Algunas palabras de Dumbledore, otras de Snape y un sollozo que conocía muy bien. En ese momento recordó que al escuchar el sollozo intentó decir algo, pero no lograba recordar nada con claridad.
Se desperezó con cuidado y miró a su alrededor.
Entonces la vio.
Una castaña de pelo enmarañado se sentaba junto a su cama y apoyaba sus brazos y cabeza en la abarrotada mesita de noche, durmiendo profundamente.
Al principio Ron la miró con sorpresa, pero después una tierna sonrisa marcó su rostro. Instintivamente llevó su mano a la cara de la chica y la acarició suavemente.
Ésta dio un respingo y Ron apartó la mano rápidamente, sobresaltado y deseando que la chica no le hubiera visto.
-¿Ron?-le preguntó la chica mientras se restregaba los ojos e intentaba peinarse-¿Cómo estás?
Ron parpadeó atónito un par de veces antes de contestar.
-Eh... Bien, supongo.
Y para su sorpresa la chica sonrió y le abrazó fuertemente.
-¡Me alegro tanto!
-¿Cómo he...? ¿Qué ha pasado?-preguntó Ron una vez Hermione le hubo soltado.
Hermione respiró hondo y le contó todo lo sucedido en el despacho de Slughorn.
-Así que envenenado...
Hermione asintió con la vista fija en el suelo.
-¿Y cómo es que estás aquí? Pensé que no me hablabas...
Hermione levantó la vista del suelo y le miró con reproche.
-Por poco mueres, ¡por Merlín! ¿Qué importancia tiene ahora una estúpida pelea?
Esta vez fue Ron el que calló.
-Tienes razón.
Hermione le miró sorprendida, no podía creer que le estuviese dando la razón por una vez.
-Sí, te estoy dando la razón. Y aunque nuestra pelea ya no importe te pido disculpas si te has molestado por algo-contestó Ron mirando al techo y hablando rápidamente.
Hermione sonrió radiante.
-Bueno, supongo que yo también me disculpo por lo de los canarios-contestó en un tono de voz tan alegre que costaba créeselo.
Ron guardó silencio unos segundos antes de seguir hablando.
-¿Por qué estás aquí sola a primera hora de la mañana? ¿Y los demás?-le preguntó, está vez mirándola a los ojos.
Hermione reaccionó con nerviosismo.
-Supongo que quien debería estar aquí es Lav-Lav, ¿no?-y sonrió de manera amarga.
Ron frunció el ceño.
-No. Está bien que seas tú.
Hermione le miró de nuevo con sorpresa y algo ruborizada, pero no supo esconder su sonrisa. Ron también sonrió.
-En fin-suspiró la chica a la vez que se levantaba-Será mejor que me vaya o llegaré tarde a las clases.
Ron asintió, aunque en realidad deseaba que se quedara junto a él.
La chica le sonrió por última vez, descorrió las cortinas y se dispuso a marcharse, pero siguiendo un repentino arrebato Ron le agarró de la muñeca y la obligó a volver.
-¿Pasa algo?-le preguntó Hermione, extrañada.
Ron la miró con decisión y las palabras empezaron a salir solas de su boca.
-Tú sabes que yo no la quiero, ¿verdad? Sé que está mal lo que he hecho, pero ella fue sólo un calentón y no sé como acabar esto sin herirla. Porque ella no se lo merece, se ha portado realmente bien conmigo. Por eso accedí a estar con ella, ninguna otra chica antes se... se había fijado en mí. Pero no le correspondo y me avergüenzo de cómo me estoy comportando, pero lo voy a arreglar. Sé que por eso te cabreaste conmigo, así que lo arreglaré. Te lo prometo.
Hermione pestañeó varias veces, confusa.
-Yo... No tenías porqué decirme esto, yo tampoco tenía derecho a enfadarme por... por tu decisión de estar con Lavender.
-Sí, si que tenías. Fui un hipócrita, Ginny tenía razón. Ya te he dicho que sólo estuve con Lavender porque yo le interesaba a ella y no de al revés.
-Aún así yo soy tu amiga y no debí... Bueno, eso ahora no importa. Estamos bien, ¿no?-Hermione suspiró y se soltó de la mano de Ron-Entiendo tu postura Ron, todos en algún momento hemos cometido errores. Sólo espero que sepas tomar la decisión correcta.
-Lo tengo decidido.
Hermione asintió débilmente y se dispuso a avanzar hacia la puerta. Una vez que la abrió, se volvió de nuevo hacia su amigo.
-Y por cierto... que la mayoría de las chicas sean tan huecas y tan superficiales como para fijarse sólo en los personajes famosos como Harry o Krum y que sólo Lavender halla dado muestras de interés, no quiere decir que no halla más chicas que se han dado cuenta de lo especial que eres, Ron. Nunca olvides eso.
Después, sin mirarlo, salió de la sala sintiendo la mirada del chico clavada en su espalda.
