El viaje de Longbourn a Pemberley duró tres días. Isabella estaba cada día más y más. encantada con su 'Papá' y era muy cariñosa con él. Darcy rápidamente se acostumbró a las muestras de cariño de la niña e incluso él mismo las alentaba.
Cuando se acercaron a Pemberley, le pidió al cochero que se detuviera en la cima de la colina donde había una vista completa de la casa; ayudó a Elizabeth e Isabella a bajar y caminó de la mano de las dos mujeres más importantes de su vida para que vieran su futuro hogar desde ese lugar.
Isabella abrió mucho los ojos cuando vio la hermosa casa, rodeada de un bellísimo paisaje natural, que incluía un jardín y un lago con una fuente frente a él. Muy emocionada preguntó: "Papá, ¿realmente ese será mi hogar?"
"Sí, ¿te gusta, Bella?"
Bella asintió, "¡Mami, vamos a vivir en un palacio!"
Regresaron al carruaje y unos minutos después llegaron a la entrada principal de casa donde la señora Reynolds y el resto de los sirvientes estaban alineados, esperándolos.
La señora Reynolds, al ver a la señora Darcy, se acordó de inmediato de ella. Era la misma joven que, años antes, había visitado Pemberley con sus familiares y el señor Darcy parecía estar enamorado de ella...
Inmediatamente subieron las escaleras hacia sus respectivas habitaciones y Bella, muy curiosa, se detuvo a mirar el retrato de Darcy que habían pintado cuando cumplió veintiún años, y el de Georgiana cuando entró en la sociedad. Georgiana tenía el pelo recogido, adornado con una tiara de diamantes y tenía un hermoso vestido blanco.
"Mami, mira a papá. ¿Quién es esa muchacha tan bonita? Parece una princesa."
"Ella era mi hermana. Se llamaba Georgiana. Desafortunadamente, murió hace unos años", respondió Darcy.
"Murió igual que mi otro papá..."
Elizabeth le apretó la mano suavemente y continuaron subiendo las escaleras.
Lo primero que hicieron fue ir a la habitación de Isabella con la señora Watson. Isabella nunca había visto una habitación tan hermosa. Todo era rosa y amarillo. Había un pequeño juego de té encima de una mesita y sillas de tamaño infantil, una estantería llena de libros de cuentos de hadas, dos sillones rosas y varias muñecas.
La señora Watson se quedó con Isabella guardando sus otros juguetes y ropa, y acordaron reunirse en dos horas para cenar.
Tan pronto como entraron al dormitorio de Darcy, el caballero comenzó a besar desesperadamente a Elizabeth y, a los pocos minutos, ambos estaban desnudos. Después de hacer el amor, mientras Elizabeth descansaba con su cabeza en el pecho de Darcy, y él le acarició el cabello, ella comentó con curiosidad: "Sabes que no tengo quejas cuando eres tan apasionado, pero me doy cuenta que no estás bien."
"No puedo ocultarte nada."
"No quiero secretos entre nosotros dos." Elizabeth besó suavemente sus labios.
Darcy suspiró. "Me vinieron a la mente recuerdos tristes del pasado cuando miré el retrato de mi hermana".
"Me imagino que la extrañas mucho y probablemente siempre la vas a extrañar."
"No es sólo eso, Elizabeth," suspiró. "Tal vez si me hubiera casado contigo años atrás, Georgiana todavía estaría viva."
"No digas eso, no fue tu culpa que ella muriera al dar a luz. Fue el destino, y no hay nada que pudieras hacer."
Darcy negó con la cabeza. "A veces pienso que ella se casó para que yo fuera libre para buscarte y casarme contigo. Más de una vez me preguntó por ti, y le dije que habíamos perdido el contacto. A pesar que nunca se lo dije, ella estaba convencida que la razón por la que tuve que sacrificar mi felicidad fue por ella. Para no disminuir las chances que pudiera hacer un buen matrimonio."
"¿Pensé que se había casado por amor?"
"Quizás mi hermana estaba enamorada de su marido y el señor Willow tenía mucho interés en en ella…" Suspiró, "Pero me resulta muy difícil creer que él estuviera enamorado de ella. Tres meses después de la muerte de mi hermana, se casó con una mujer que conocía desde hacía unos años y siete meses después tuvieron un niño."
Los ojos de Elizabeth se abrieron y Darcy continuó: "Creo que el señor Willow se casó con mi hermana principalmente porque ella tenía una dote de 30.000 libras, y supongo que sentía algo de afecto por ella. Sin embargo, las veces que vi a Georgiana después de su matrimonio, no parecía feliz. Es irónico que a pesar de todas las dificultades por las que pasó tu familia, tus hermanas se han casado con hombres que las aman y están contentas. Tu misma tuviste un matrimonio feliz y tienes una hija maravillosa. Estoy seguro que mi hermana no era feliz en su matrimonio y yo fui tremendamente infeliz durante esos años".
Elizabeth lo abrazó con fuerza. "No deberías pensar más en el pasado porque, desafortunadamente, tanto Georgiana como Lydia se han ido y nunca volverán. Sólo podemos pensar en el futuro y recordar las cosas buenas que han sucedido. Te amo William..."
En muy poco tiempo, y con la ayuda de la señora Reynolds, Elizabeth tomó el puesto de ama de Pemberley. Darcy añadió un pequeño escritorio en su oficina para que Elizabeth pudiera trabajar con él. En Pemberley, se escuchaba nuevamente el sonido del piano; risas y voces de niños en los pasillos...
