Harry Potter pertenece a J.K. Rowling.

Solo nos pertenecen los OC.

La Pirata de los Cielos

Capítulo 58: Final del Año y La Orden Fénix.

.

James, Lily, Alex y Céline, se reunieron en la mansión Potter, mientras veían a Aleksandra y Susanna, la reina consorte, sostenía una llave dorada en sus manos.

—Te estaremos esperando, en Koasefold —dijo Aleksandra a su hija.

—Lo sé —dijo ella sonriente. —Prometo ir, justo después de graduarme de Hogwarts. —Susanna tomó aire y caminó, junto a su esposa, hasta una puerta común y corriente, de la casa Potter, introduciendo la llave, haciendo que esta brillara en un color dorado, hasta que fue imposible, distinguir la puerta. La reina pirata y la reina vikinga, atravesaron la puerta y cuando la luz se apagó, solo quedaba una puerta de madera sólida.

La chimenea se encendió, en llamas esmeraldas y el director Dumbledore ingresó al Salón de la casa, sin ser invitado. —Buenas tardes, lamento venir sin avisar — claramente, no lo lamentaba. Usó su varita mágica, para limpiarse las cenizas —me preguntaba, si podría hablar con Aleksandra y...

—Acababan de volver a Koasefold —contestó Céline, disfrutando del rostro de asombro de Dumbledore. Asombro, que pronto se volvió uno de enfado, pero logró controlarse.

—Con el regreso de Voldemort, quería preguntarles si ustedes, James y Lily: —dijo Albus —Volverán a la Orden del Fénix.

—Volveremos.

—Bien. —dijo Albus complacido —La reunión tendrá lugar, en el #12 de Grimmauld Place, mañana en la tarde-noche. Buenas noches.

—Descansa, Albus. —dijo James —De acuerdo: Cenemos y después, vayámonos a dormir —su esposa y sus hijos, asintieron.

.

Esa misma noche, Céline soñó con Vidrail. Aquel dragón de dos cabezas, de plata y oro. Aquel ser, que casi era una deidad. El dragón se acercó a su rostro y sopló sobre ella. La chica se cubrió el rostro, mientras sentía sus cabellos alborotarse. Cuando el viento la abandonó, ella miró que, ante ella, estaban Albus Dumbledore y la profesora Sybill Trelawney, aunque ella tenía un rostro serio y habló con una voz extraña. —El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca… Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes… Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce… Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida… El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso nacerá al concluir el séptimo mes…

.

A la mañana siguiente, después de desayunar y de hacer la digestión, los cuatro miembros de la familia, junto a Katia, agarraron polvos Flú y uno por uno, fueron diciendo: #12 de Grimmauld Place.

Salieron de la chimenea, uno por uno. —La Orden del Fénix, es una organización creada por el Director Dumbledore, para luchar contra Voldemort y ahora que él ha regresado, entonces nosotros, hemos sido llamados.

—Excepto por el hecho, de que Fudge no quiere admitir que Voldemort ha vuelto y él no es que se esté moviendo a grandes rasgos. —señaló Céline. Los adultos ya presentes, la miraron y luego se mostraron algo nerviosos, ante las palabras de la chica, pues era verdad. —En otras palabras: Si los pillan y conectan que un grupo de magos, están (quizás) vigilando Mortífagos, entonces podrían condenarlos por acoso o algo así.

— ¿No deberías irte ahora? —Preguntó Kingsley, mirando a los hermanos Potter —La reunión está por comenzar.

—Deberías de marcharte de esta casa, Kings, la cual, por cierto: No es tuya, pero sí es mía. —dijo Céline groseramente y sin interés en el Auror, quien abrió la boca. —Soy (legalmente) la heredera del patrimonio Black, al ser Sirius, Lord Black. Puedes marcharte ahora mismo, Kings, por favor.

—Ya estamos todos aquí —dijo Dumbledore, mientras que todos se organizaban y todos veían con asombro, como Céline, sin su varita mágica, daba forma a su silla, como si fuera un trono.

—Vamos al punto importante de la reunión, entonces: —dijo Céline, tomando el mando, tomando una mirada que hizo a Katia sonreír. Ellos ya, no estaban ante Céline Volkova: la alumna de Hogwarts, sino ante Céline Volkova: La princesa de dos reinos. — ¿Qué está haciendo la Orden actualmente, para luchar contra Tom? —Dumbledore frunció el ceño y Céline volvió a hablar, cuando lo vio separar los labios — ¿Necesito realmente recordarte, que enfrenté a Ryddle y a sus Mortífagos, logrando matar a varios de ellos, con pocos menos de tres hechizos? Así que: ¿Qué está haciendo la Orden actualmente, para luchar contra Tom? —Volvió a preguntar. Todos se quedaron en silencio. —Vigilando a los sobrevivientes, de nuestro encuentro en el Cementerio, según me han notificado, ¿No es así? —cuando nadie respondió, para ella ESO fue una respuesta —Si los llegan a reconocer, los van a señalar a todos y a cada uno de ustedes, acusándolos de acoso y violación a la intimidad, enviándolos directamente a Azkaban. Esa SÍ que es, una grandiosa forma de luchar contra Tom, —miró a Dumbledore directamente a los ojos, solo para comenzar a burlarse, con una sonrisa y una risilla — ¿no está usted de acuerdo, director? Entonces, ¿Qué está haciendo Ryddle?

Snape apareció desde las sombras. —El Señor Oscuro, está mostrando interés en el Departamento de Misterios y Dumbledore, acaba de ordenar, que vigilemos...

—Suficiente, Severus —dijo Dumbledore, deteniéndolo. —No es necesario de Céline separa sobre...

—La Profecía —concretó Céline.

— ¡¿CÓMO SABES ESO?! —Preguntó Dumbledore, con incredulidad.

—Es lo que hizo que Ryddle atacara a ambas familias. —Concluyó Céline. Dumbledore estaba a punto de preguntarle, como sabía eso. Pero era lógico que James y Lily, debieron de haberle dicho. —Quieres que, por noche, un miembro de la Orden, vigile la sala de las Profecías. ¿Qué esperas exactamente, que logre hacer, un único miembro, de pie fuera de una puerta? Quizás solo Moody, pueda oponerse a Tom, pero no están teniendo en cuenta a los Mortífagos que vendrán con él. Sería un Uno vs Diez, más o menos, ¿Cómo esperas que Sirius y Remus, puedan retener a Ryddle y los Mortífagos? I... —pero lo pensó mejor. Lo mejor: Sería no decirles, que iría a recuperar la Profecía, tan pronto como terminara la reunión y así, pararle los pies a Voldemort. No. Lo mejor, era tumbar el plan de Dumbledore. Vio que nadie hablaba. —Dumbledore... estaba desesperado en los ochenta, por algo, que le permitiera derrotar a Tom, así que aceptó reunirse con la profesora Trelawney —una sonrisa peligrosa, apareció en los labios de la rubia de ojo verde — ¿no es curioso, que justamente, tuviera lugar la profecía? La profecía en ningún momento, te dice el año en el que ocurre. Es bastante... es muy simplona.

—Señorita Volkova, dudo que pudiera usted, escuchar la Profecía. —Dumbledore la miró enfadado, ¿Cómo se atrevía esa chica a decir tales cosas, sobre la Profecía, que podría salvarlos a todos? Si no fuera ella, entonces jamás hubiera ido hasta Koasefold, para traerla de vuelta, pero la mocosa era bastante rebelde y le estaba provocando, unos buenos dolores de cabeza.

—Pues lo hice —dijo ella simplemente.

Dumbledore frunció el ceño, no estaba acostumbrado a que le rebatieran su palabra, sino a que ACEPTARAN lo que él decía. —Dudo que pudieras escuchar la Profecía real. Pues para eso tendrías que...

—El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca… Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes… Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce… Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida… El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso nacerá al concluir el séptimo mes… —los ojos de Dumbledore se abrieron, ante las palabras de la chica, quien acababa de recitar la profecía, palabra por palabra. Todos sus planes, para poder manipular a la chica, cuando llegara el momento, acababan de volverse ceniza. Por más de quince años, había evitado, que cualquiera supiera el contenido real de la Profecía. Miró horrorizado, alrededor de la habitación, dándose cuenta de que TODOS, habían escuchado la Profecía completa. — ¿Quieren seguir vigilando la Profecía? Háganlo y morirán. Tomen esto en sus manos. Vayan por Ryddle: Descubran el día de la invasión al Ministerio, espérenlo dentro de la Sala de las Profecías y solo utilicen Bombarda y Confringo. Sin Desmaius, sin tontear. Ustedes no son niños y este no es un cuento de hadas, en donde el bueno aturde y el malo asesina. Estamos en la vida real. Tómenselo en serio: Ustedes están arriesgando sus vidas, perteneciendo a la Orden del Fénix. —suspiró con cansancio y se cubrió la cara, como si estuviera cansada o exasperada —Es lamentable, que una quinceañera, tenga que decirles, como sobrevivir a una guerra. Pero está en sus manos: Hagan lo que les digo y eliminen el problema de raíz o sigan los pasos de Dumbledore y acaben muertos y sin que nadie más, pueda oponerse a él, solo porque ustedes murieron, por creerse un Cuento de Hadas, en donde el bueno aturde y gana con el poder de la amistad. —Se paró y se fue a la cocina a comer, mientras que la Orden permanecía en un silencio sepulcral.