Capítulo 4
La boda
"-¿Quién es el hombre que va de amarillo chillón?
-Xenophilius Lovegood, el padre de una amiga nuestra-contestó Ron con tono cortante, indicando que no estaban dispuestos a burlarse del personaje, pese a la clara intención de Krum-Vamos a bailar-le dijo con brusquedad a Hermione.
Ella se sorprendió, pero asintió complacida y se levantó"
. . .
Siguió al chico pelirrojo hasta la pista de baile, con unos nacientes nervios en su estómago. De repente el chico se giró hacia ella y la agarró por la cintura, dejando bastante espacio entre ellos y mirando hacia otro lado. Hermione se fijó en que tenía las orejas coloradas, y ella también se sonrojó. Aún así, tuvo valor para cruzar sus brazos alrededor del cuello del chico y decirle lo primero que había pensado cuando el chico le sacó a bailar.
-Vaya, parece que por fin te has decidido.
Ron apartó rápidamente la mirada del horizonte y se fijó en ella, extrañado. ¿Conocería la chica sus sentimientos?
-Me refiero a lo de bailar y eso.-le contestó la chica extrañamente nerviosa.
-Ah-dijo Ron, algo aliviado-Quizás preferías bailar con algún otro...
-¿Con quién voy a querer bailar?
-No sé, Krum parecía excesivamente interesado en ti.
-Bobadas-murmuró la chica.
-Vamos Hermione, estaba flirteando contigo descaradamente.
-Estaba siendo simpático. Sólo somos amigos, ¿cuándo lo vas a entender?
Ron suspiró exasperado y agarró con más fuerza a la chica, acercándola más a él.
-Quizás tú lo veas ahora así, pero él no. Te lo puedo asegurar.
-¿A qué viene lo de "ahora"?
Ron observó el ceño fruncido de la chica y se asustó.
-Eh... Pues bueno, en su día tú te interesaste por él, ¿no? Quiero decir que...
-Estás equivocado-le dijo cortantemente, pero sin parecer cabreada.-Nunca me interesé en él.
-Está bien, te creo.-le contestó Ron.
Hermione pareció dudar unos segundos antes de acercarse más a él.
-¿Y cómo me puedes asegurar que Viktor quiere algo conmigo? No es que seas un experto oclumántico.
Ron se rió con obviedad.
-Bueno Hermione, yo soy un hombre y sé de lo que hablo-observó el rostro confuso de Hermione y se aclaró- Sé que eres una chica y Krum también. Y hoy estás espectacular, ya lo sabes.
Hermione se sonrojó un poco.
-Aún así no te creo. Él es mi amigo y hay muchas mujeres en esta fiesta, y en el mundo entero. Y más aún para él. ¿Por qué me iba a querer a mí?-preguntó Hermione casi riéndose.
Ron le sonrió con ternura.
-Hay pocas mujeres como tú, Hermione.
Lo dijo sin pensar, expresando lo que sentía y enseguida se arrepintió. Ambos se ruborizaron y bajaron la mirada.
-Gracias-escuchó murmurar a Hermione, pero no supo que responder.
Siguieron un rato más así, en silencio y bailando al compás de la música pero sin mirarse.
Cuando Hermione se decidió a decir algo y romper la incómoda situación, recibió un empujón y quedó completamente pegada a Ron, que se sobresaltó.
-¡Fred!-exclamó el chico, enojado.
Hermione se fijó en quien le había empujado había sido Fred, que bailaba animadamente con una de las bonitas primas de Fleur.
-¡Lo siento!-se disculpó con su habitual sonrisa traviesa
-¡Es inagotable!-exclamó Hermione divertida.
-Desde luego, no me extraña que ligue tanto.
-Eso depende de la chica, yo no aguantaría una noche bailando con tu hermano. Me gustan más tranquilos-le contestó mientras reducía la velocidad de sus movimientos y miraba a Ron a los ojos.
Ron le sonrió, sabiendo que lo decía por él, y sus orejas volvieron a sonrojarse.
Hermione se agarró con más fuerza a su cuello y apoyó su cabeza en el pecho del chico, notando como los latidos se le aceleraban y como su piel se erizaba al sentir la respiración de Hermione en su cuello. La chica sonrió complacida y cerró los ojos, dejándose llevar por Ron.
Él la agarró con más fuerza por su cintura y cerró también los ojos, aspirando el aroma de la chica. Era el mismo perfume que le regaló hacía años. Sonrió embobado y se dejó llevar por la música, notando las llamadas "mariposas en el estómago" y sintiendo que no se podía estar mejor en el mundo.
Ambos sabían que todo el que los mirase podría malinterpretar la situación pero les daba absolutamente igual. Aquel sentimiento era perfecto y nadie lo podía estropear.
Después de unos minutos, que a ellos les parecieron horas, se separaron sintiendo como si se hubieran levantado después de un largo letargo.
-Harry debe estar aburrido, quizás sería mejor buscarlo.-dijo Hermione, para evitar las posibles situaciones incómodas.
-Si, tienes razón. Voy a buscar las bebidas, ¿cerveza de mantequilla, no?
Hermione asintió y le siguió con la mirada mientras se alejaba entre la multitud. No sabía cuánto tiempo más podría aguantar todos aquellos sentimientos encontrados.
