Muajaja regrese y esta vez más pronto de lo que creí! La H es una letra que tiene pocas palabras que explotar, por esa razón tal vez esta historia no sea la mejor que he hecho, pero lo intente! Además, esto ya lo tenía realmente planeado desde que salía la "esplendida" noticia de la "cita" de Ash y Serena, así que aproveche la información y la use para crear esto! Espero les guste!


Historia

Contar una historia no siempre se trata de narrar el cuento de una linda princesa que aguarda fervientemente en la torre de su castillo la llegada de un galante príncipe que la rescate de su terrible sufrimiento, sea despertándola con un beso de amor verdadero o haciéndola lanzar su hermosa cabellera para escalar hasta ella; esos son simple cuentos que uno ama leer cuando es pequeño y que las niñas creen anhelantes, formándose a la idea de que llegara a su vida un príncipe azul, golpeándose con la realidad cuando este no llega.

Y parte de mi historia es esa en la que cuento como a la edad de diez años creí haber encontrado al príncipe de mis sueños, el que me hacía dormir soñando con él por las noches y por quien me despertaba con la emoción instalada en mí… Creía que por fin dejaría de leer esas historias que me mostraban la vida romántica y que inundaban mis mejillas de color escarlata para empezar a vivirlas, cosa que nunca sucedió puesto que… Me enamoré del chico más inocente que alguna vez conocería de nuevo, me enamoré de alguien que no conocía el significado del amor que no implicara más allá de sus Pokémon.

Conviví mucho tiempo con él, viaje a su lado y pase miles de aventuras, en las cuales sentí algunas veces, que tal vez, no le era tan indiferente como otras veces llegaba a pensar, pude percatarme que entre nosotros se había formado un lazo que ni el tiempo podría llegar a romper, no es como si de un día para otro se pudiera olvidar todo aquello que se compartió. Ese chico con el que pasaba horas discutiendo y al que tachaba de infantil, se fue convirtiendo en mi familia para acabar convirtiéndose en mi príncipe.

Todas nuestras aventuras afortunadamente acababan en buenos términos y esas eran el tipo de anécdotas que nos encantaban contar, en las que ambos narramos como nos acoplábamos perfectamente formando un maravilloso equipo, en el que sin necesidad de hablar ganábamos grandes batallas contra cualquier tenebroso villano. Creo que realmente esas son el tipo de historias que de mi mente nunca se podrán borrar, aunque muchas veces duela recordarlas, ya que el recordar es volver a vivir.

Estoy consciente que en ese viaje también conocí a más personas, con unas logrando obtener mi atención más que otras pero ninguna capturándola como él lo hizo, él para mí era alguien que merecía la pena ser estudiado, descubrir lo que ocultaba detrás de esa actitud infantil, averiguando que no había nada más allá de eso, que es realmente inocente, que aprecia la vida como un niño, que no entiende la maldad que hay en las personas, la combate mas no sabe el porque de su existencia… Él verdaderamente entendía lo que es la felicidad y eso a mí, me hacía feliz.

Sin embargo, toda historia tiene un fin, sea con la típica frase "Vivieron felices por siempre" o con alguna otra que encapsule la esplendida vida que consiguieron los protagonistas; creí que mi historia acabaría así pero no lo fue, ya que al parecer con respecto a él he tenido dos finales, uno mejor que otro pero ninguno feliz, el primero fue aquel cuando mis hermanas ganaron ese viaje de un año, en el que nos separamos en aquel cruce, con cada uno prometiendo cumplir sus metas y sueños.

Al separarnos en verdad pensé que nos veríamos seguido o que al menos hablaríamos por teléfono, cosa que nunca paso, haciendo que por mi parte creyera haber cerrado el círculo que nos unía al no volver a tener comunicación alguna, sobra decir que estaba equivocada, no se puede cerrar algo que no ha tenido un fin, el que llego días atrás y la verdadera historia que estoy aquí para contar. La historia que cerro un ciclo mucho más grande que el un amor, la vida de una amistad.


El clima es más cálido de lo que me acuerdo alguna vez fue, el pueblo parece más chico a comparación de lo que creí de niña y ahora en vez de sentirme ansiosa por llegar a ese dichoso lugar parece ser que los nervios no están dispuestos a desaparecer. Desde hace mucho tiempo no pongo un pie en este pintoresco pueblo y no entiendo como por un pequeño fallo vuelvo a donde prometí no regresar. Mi respiración se entrecorta con cada paso nuevo que doy y mi corazón se acelera como si en cualquier momento fuera a estallar.

Me acerco lentamente a la puerta de la vivienda y aún estando retirada de la entrada principal escucho lo que temía escuchar, su voz es inconfundible, siempre manteniendo ese tono de afabilidad, de amabilidad hacía con todos, mantiene ese tono que hace te sientas culpable de todos los pensamientos que anteriormente rondaban por tu cabeza. Me siento acorralada, esa persona que habla es de las últimas que quiero ver, por lo que lentamente empiezo a encaminar mis pasos en reversa, deteniéndome al instante al ver como la puerta va siendo abierta.

La persona que abre la puerta se percata de mi presencia y me mira con gran asombro como si creyera estar frente a un fantasma o tratara de reconocerme, por mi parte en cuanto cruce la mirada con la suya note todo esos sentimientos en sus ojos que vi de chica, su mirada no había cambiado en nada, de hecho no había cambio alguno más que unos años demás. Sin poder siquiera moverme, veo como se acerca a mí, para llegar a mi lado y proporcionarme un abrazo que corta mi alentó y rompe mi voluntad.

Una vez que rompe el cálido contacto puedo observar como sus ojos se van cristalizando a tal grado que hace los míos comiencen a escocer, me arrastra rápidamente a la casa y comienza a gritar a la persona que quiero ver… El profesor Oak aparece alarmado ante tales gritos, pero al verme pone cara de absoluta comprensión a dicho escándalo, se acerca a mí y hace algo que nunca lo vi haciendo, me abraza con el mismo cariño que anteriormente había recibido.

Ambos tratan al mismo tiempo de hablar causándome gran gracia el ver como en este tiempo se han acoplado hasta el punto de decir exactamente lo mismo, sin embargo antes de que ellos pregunten a que se debe mi visita, les facilito la respuesta mostrándoles el porque de mi estancia ahí. De mi mochila saco un hermoso huevo Pokémon, explicándoles que ha sido un regalo de cumpleaños, al cual cuido con el mayor esmero del mundo, siguiendo paso a paso los cuidados que se le puede ofrecer para que este evolucione, el problema era que habían pasado meses y parecía no querer evolucionar, asegurándoles que eso me tiene preocupada.

Terminando mi explicación, el profesor Oak toma el huevo en sus manos y se dirige a su laboratorio, con nosotros detrás de él, haciendo que me acuerde de aquellos viejos tiempos en los que sonreía sin esfuerzo alguno y donde mi carácter representaba más de lo que soy. Sin poder resistirlo una pequeña lágrima cae de mi ojo, cosa que hace mis músculos se tensionen, rápidamente limpio aquella gota de agua que se escapo sin permiso de mi ojo, siento como su mirada se posa en mí y sonrío como si nada hubiera pasado.

Me coloco detrás del profesor quien empieza hablar con el gran fanatismo que acostumbra a usar cuando quiere remarcar algo de los Pokémon, sin embargo después de meter el huevo en aquella máquina que lo examinara, cambia radicalmente el tema logrando que me remueva incomoda bajo el escrutinio de sus palabras y a esas palabras se le unen las palabras de su acompañante, reprochándome el haber desaparecido de Pueblo Paleta por tanto tiempo, de no volver a comunicarme nunca más con ellos y el haber rehusado mi amistad con ellos.

No tengo idea cuanto tiempo ha pasado pero sus bocas siguen lanzando exclamaciones que me retumban en los oídos, que me van rompiendo por dentro hasta que sin siquiera pensarlo estallo en llanto, respiro con dificultad y coloco mis manos sobre mis ojos, trato sin mucho éxito contener las lágrimas, por que si hay algo que odio más que los Pokémon tipo Bicho es el que la gente vea como me desmorono. Ellos paran aquellos incesantes reclamos y se colocan a lado mío para después arrastrarme hasta la pequeña sala de estar, donde me ofrecen una taza de té para lograr tranquilizarme.

Ya sin una gota de té en mi taza, pido una sincera disculpa a cada uno de los reproches que me formularon, sin embargo me percato que en su mirada ya no hay algún rencor guardado mas bien me miran con incertidumbre, apenados por creerse causantes de mi reciente crisis nerviosa, cosa que no puedo permitir sigan creyendo. Respiro profundamente, me vuelvo a disculpar con ellos por la escena anterior y les pido que tomen asiento para platicarles el porque de mi estado, que es motivo de narrar una historia dentro de esta historia…

/*****/*****/*****/*****/

El ser líder de gimnasio no implica solamente estar todo el día en él, sentado esperando la llegada de algún contrincante, es también tomar cursos de preparación, clases de conocimientos generales de los Pokémon, estudiar los distintos tipos que hay, algunas veces hacer pequeñas demostraciones y una vez al año hacer retiros en los que participan cada líder de gimnasio de la región para crear una convivencia sana e intercambiar diferentes datos sobre los Pokémon que se especializan.

Esta vez el retiro era llevado a cabo en la magnifica región de Kalos, cosa que desde un principio genero tuviera gran desagrado por el viaje, a pesar de haber perdido contacto con la señora Ketchum y todos los amigos que conocí cuando viajaba con él, sabía de ante mano que él se encontraba en esa región y toparme con él no sería bueno para mi salud mental, sin embargo por obligación no podía negarme a ir, ya que la ley remarca que uno debe asistir a cada evento que señale el alto mando.

Así sin voluntad alguna me subí en el avión que me llevaría a Kalos, donde estaríamos en una ciudad diferente por tres días, estudiando las nuevas especies que nos ofrece la región, cosa que era lo único que alegraba el viaje, ya que una de mis metas era capturar algún nuevo Pokémon de agua. En el tiempo que he pasado a lado de los líderes de gimnasio fui creando gran amistad con Erika y Sabrina, con las que tengo un gran parecido que ni en sueños hubiera creído tener, y gracias a ellas empecé a disfrutar el viaje.

He de decir que las primeras ciudades que visitamos me dejaron con la boca abierta, eran una ciudades preciosas en las cueles me hubiera quedado si no fuera por las ganas que tenía de conocer las demás. Todo aquello que sentí después de salir de viaje se fue borrando hasta que olvide el motivo de mi desagrado por la región. Conocimos a los líderes de dichas ciudades y cada uno de nosotros se enfrento a ellos, no es por nada, yo gané todos los duelos ganando con ello la admiración de una mínima pero importante sección de Kalos.

El viaje estaba saliendo perfecto, estaba segura de que me hubiera arrepentido muchísimo si me hubiera negado a venir, empezando por que era la primera vez que se realizaba el retiro fuera de Kanto y terminando en mi enamoramiento por la zona. En cada ciudad capture un Pokémon de agua distinto, dos terminando espléndidamente de combatir con ellos y el otro tras ver como seguía mis pasos. Por supuesto visitamos la mayoría de las ciudades de la región en menos de dos meses, donde Daisy se quedo al cuidado del gimnasio, y con cada ciudad que visitaba más me iba olvidando de él.

Después de pasar tanto tiempo en la región, llego el momento de despedirnos de ella y regresar a nuestra vida cotidiana, mas no podíamos despedirnos sin celebrar la navidad que venía pisando nuestros talones y el haber acabado exitosamente el retiro. Aprovechando que estaba en una ciudad muy bonita me dispuse a ir a un centro comercial para comprar algún vestido de gala para usar en la noche y comprar unos regalos para mis hermanas. A pesar de odiar por completo todas aquellas frivolidades que conllevan ese tipo de reuniones no podía sentirme menos emocionada de estar ahí compartiendo con los que poco a poco se convirtieron en mis amigos.

El centro comercial era inmenso y tanto a Azurill como a mí nos entusiasmo la idea de recorrer sus pisos, observar sus escaparates y comer un poco de helado en sus bancas. Caminamos por todo el lugar donde rápidamente encontré que llevar a mis hermanas, mas no encontraba lo que realmente buscaba, aquel vestido que dijera "Esta soy yo" que combinara con mi personalidad y que no me hiciera ver alguien que aparentaba ser quien no era. Todos los líderes me conocían de sobra, algunos por los retiros pero la mayoría porque yo era la chica que acompañaba al chico con un Pikachu en su hombro que con toda la confianza del mundo llegaba a retarlos, aunque actualmente simplemente me conocían como la mejor.

Cansada de buscar dichoso vestido entre a una tienda que llamo mi atención pues ofrecía todo tipo de cosas antiguas que pudiera imaginar, era algo realmente sorprendente, todo ahí capturaba mi atención y cada minuto que pasaba me indicaba que ese era el lugar exacto donde debía estar. Así fue, hasta atrás de la tienda en un pequeño escaparate reposaba un hermoso vestido azul que gritaba completamente para que lo comprara… Brillaba como si de estrellas sobre el mar se tratara y lo acompañaba un hermoso collar rojo que luciría precioso con mi cabello, por lo tanto después de probármelo y ver que podía costearlo lo compre sin duda alguna, desatando en mí que aquella felicidad que ya sentía se desbordaba como un río en temporada de lluvias.

Ya con todo lo que necesitaba para concluir mi viaje, puse a Azurill sobre mis brazos para dirigirnos a la zona de comida, donde compraríamos un delicioso helado que calmaría nuestro estómago hasta la hora de la cena. Aunque toda esa felicidad que sentía se esfumo tan velozmente que creí caer en una absoluta depresión, tan profunda que ni el mejor psiquiatra del mundo podría haberme hecho salir de ella, aquello que sentí no se puede comparar con nada que allá sentido ni siquiera con esa separación en ese maldito cruce.

Cuando Azurill y yo terminamos nuestro helado, dispuestos a abandonar la plaza para poder ir a arreglarme, algo detuvo nuestro camino causando que resbalara y cayera sobre el frío piso, me levante furiosa y casi sin pensarlo iba a ponerme a gritar hasta conseguir una disculpa, más esta llego antes de que yo pudiera pedirla, lo que provoco alzara la vista y aceptara cortésmente la disculpa. Sin embargo, al momento de caer una pequeña caja circular rodo varios metros de distancia lejos de donde estaba, por lo que apresure el paso y me dispuse a buscarla. Una vez que la encontré, detenida por un cristal, me agache para recogerla, topándome con una escena que nunca jamás en la vida creí ver.

Dentro de la tienda unos hermosos ojos chocolates que hacía años no veía, me miraban como si de un fantasma se tratara, tratando de articular palabra alguna, pero sin siquiera moverse un centímetro del lugar donde se encontraba… A su lado reposaba un hermoso Pikachu, que me veía de una manera tan diferente a como me veía su entrenador, un Pikachu que me veía con anhelo, ferviente de correr hacía mis brazos, para darme un abrazo que nunca llegó, pues Ash lo sostenía fervientemente entre sus brazos, sin poder creer lo que veía.

Pensé decididamente en entrar a la tienda y saludarlo, después gritarle miles de cosas por haberme olvidado a continuación invitarle a comer y platicar de todo, mas algo dentro de mí impidió que caminara me decía que tenía que quedarme ahí; al ver que mis piernas no reaccionaban alce mi mano saludándolo discretamente con una pequeña sonrisa en mi rostro, en cambio su reacción fue aquella que hizo pedazos mi corazón. Él aparto la vista del vidrio, se encamino hacía mas adentro de la tienda, con un Pikachu atacándolo para poder liberarse, se acerco a una chica con un brillante cabello ocre quien le enseño algo a lo que él asintió para después colgarse de su brazo haciendo que sonriera sin siquiera mirar hacía atrás.

Al ver aquella escena en donde Ash ignoró mi saludo pero permitió que alguien lo abrazara, hizo que saliera corriendo del centro comercial, que tomara un taxi, que mantuviera las lágrimas el tiempo necesario para poder llorar cómodamente en mi habitación. Al llegar al hotel, ignore a todos aquellos que esperaban poder hablar conmigo para encerrarme en mi cuarto y llorar amargamente lágrimas de sangre, comprendiendo que ese pequeño momento en el que el destino nos reunió era el que necesitaba para entender que con Ash ya no quedaba nada más que páginas del pasado.

Pasé la tarde llorando, aceptando que todo estaba terminado que ese era el verdadero fin que necesitaba para comprender el por qué de su parte jamás había recibido ninguna llamada, él no quería tener relación conmigo, era la tonta niña que no merecía la pena volver a ver, para él era la misma molestia que solo lo seguía por haber destruido su bicicleta. Decidida a olvidar aquella escena, aunque consiente de que nunca iba poder hacerlo, limpie mis lágrimas, me di una ducha, me vestí con el vestido de mis sueños y camine con la cabeza en alto, rogando por dentro que nadie se percatara de mis hinchados ojos, hasta llegar a la gran fiesta en a que sonreí con demasiada falsedad.

/*****/*****/*****/*****/

Les termino de narrar el porque de mis crisis y los dos me ven con ojos desorbitados, como si les costara creer que Ash hubiera hecho algo así, sobre todo cuando los tres lo conocemos desde que era un niño de 10 años con demasiados kilos de inocencia. Les reitero que pueden poner en duda mis palabras y en vez de hacer preguntas el profesor Oak me brinda una palmada en el hombro, mientras Brock me ofrece un abrazo en el que pone en prueba que ha creído todo lo que he dicho. Un sonido nos saca de esta intensa plática, anunciando que el huevo ha acabado de ser examinado, informando que tendrá que quedarse unos días en observación puesto que su eclosión debe realizarse con un profesional cerca.

Brock me ofrece asilo en el laboratorio, en el cual me dijo que ha sido huésped ya que realiza una investigación para un proyecto en la escuela de medicina y que el profesor Oak se ofreció a ayudarlo. Niego el ofrecimiento y les prometo que volveré en un par de días para ver a mi huevo y poder recuperar la comunicación con ellos. Así salgo del laboratorio con un peso menos sobre la espalda, exhalo un suspiro regañándome el haber creído que para poder alejarme de Ash me tenía que alejar de los demás, en esta visita entendí que a pesar de habernos conocido por medio de Ash, nuestra amistad no era por él, era por nosotros.

Ahora camino por el paisaje más tranquila que de lo que llegue, dejo que el aire golpee mi rostro y que mis pasos sean lentos, mas sin embargo una sensación de inquietud hace que me voltee y quede frente a frente a la casa de Ash, que está tan ilumina que me permite ver las siluetas que hay dentro de ella, en donde reconozco a esa muchacha de la tienda. Tragando saliva me volteo dispuesta a seguir caminando, pero algo me detiene, es él asomándose a la ventana, buscando me imagino a la silueta que pude haber generado en la estancia.

Me mira de la misma manera en que miro en la tienda, retengo su mirada hasta que se convierte en una batalla, hasta que después de unos segundos el corta el contacto, se asoma nervioso hacía dentro, momento que yo aprovecho para caminar unos centímetros , hasta que percibo como su mano se va levantando en un muy tímido gesto hasta quedar al nivel de su rostro, en el cual se forma una casi imperceptible sonrisa y saluda con un gesto que me hace recordar su manera de ser cuando era niño; por un instante pienso seguir caminando e ignorarlo como él lo hizo, pero yo no soy él.

Le regreso el saludo con una pequeña sonrisa, aunque mas que saludo parece despedida, pues al recibir el gesto entra de nuevo a su casa y yo comienzo a caminar hacía Celeste. Intuyo que nuestra amistad ya ha llegado a su fin, mas seguimos siendo conocidos con recuerdo en común.


Lo sé, ustedes seguro esperaban otra cosa, pero bueno creo que no era necesario hacer otra cosa para explicar el rompimiento de una amistad, de hecho Misty jamás se entero de la cita, aquí ya no estamos hablando de romance en sí, sino de la palabra amigos, que para mí pesa aún más... Sin más que decir, les agradezco a todos por leer, por aguantarme aqui, y aunque sea muy atrasado ¡Feliz año nuevo! Que todos sus deseos se cumplan mas siempre recuerden que esta en nosotros cumplirlos... ¡Gracias!

Una última cosa, en paradojas ya esta terminado el capitulo 10 solo falta una revisión y de mi parte tendrán algo nuevo, muy diferente a lo que están acostumbrados a leer!

¡Gracias totales!

Mislu: Gracias, si Misty metió la pata XD Es que a vece no hace daño hacer a un buen Ash, ya lo necesitaba el pobre :D

L'Fleur: 3 Gracias! Creo que si va a haber una segunda parte pero dentro de muchas letras ;) Muchas gracias...

Joselito: Gracias :)

Amy: Gracias ;D gracias por tus palabras, si fue de mucha emoción por que el día en que lo escribí la depresión se apodero de mí :D pero eso ayudo a crear esto ;)

Rubiirwinpyne: Tu y tus comentarios XD hacen que me sonroje, al parecer si captaste lo que quería, quería que todos creyeran que fue Ash por eso nunca use términos o femeninos o masculinos ... Me alegra que lo hayas notado :D Gracias!

Fersita92: Siempre me hace sonrojar tener nuevos seguidores ;) Gracias por leer!