¡Saludos, queridos lectores!

Después de un largo tiempo sin actualizar... un mes me parece, he regresado con las actualizaciones.

Primero que nada, quiero comentarles que mi intención, era actualizar todo lo que se pudiera de la Horror Week SasuKarin del año pasado, pero debido a unos cambios en mi trabajo, no tengo acceso a lap del trabajo como antes. Tengo entendido que se puede actualizar desde el celular, pero debo explorar la forma de hacerlo. Además, suelo guardar en una memoria todos los capítulos, y no quiero dejar de hacerlo si actualizo desde el celular.

Debido a lo anterior, intenté actualizar los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, por lo menos los capítulos de la HW, pero tuve mucho trabajo y hasta ahora actualizo, porque esperaba poder traerles más capítulos de más historias.

Hoy subiré capítulos de varias historias, incluída esta, por lo que deberán algunos minutos para ver cuáles son las que serán actualizadas.

No haré más larga la introducción, sólo dejaré unas notas al final de la historia. Sin más, los dejo con la actualización.


Si el misterio de la desaparición de los padres desapareciendo a sus hijos y el extraño poder de Bara ya les daba mucho de qué pensar, el hecho de que su esposa estuviera viendo a esa mujer sin sentir su chakra hacía las cosas aún más preocupantes. Sin embargo, aún cuando le había creído en la casa de los espejos, Sasuke comenzaba a sospechar que esas rosas quizá estaban haciendo alucinar a su esposa, pues no había forma lógica de que estuviera percibiendo el chakra de esa mujer al mismo tiempo que la veía en otro lado.

Vale, la sospecha de que su radar estuviera fallando seguía siendo una posibilidad muy grande, pero es que a su parecer, le parecía más factible que esas rosas le estuvieran provocando algo a Karin como al resto de los padres de los reportes y los niños.

—¡Por ahí! —exclamó la pelirroja que echó a correr en una dirección que la llevó detrás de bambalinas y Sasuke la siguió preocupado.

Llegaron a un sitio donde no se veía a nadie y si realmente hubo una persona corriendo, habría podido tomar varios caminos.

—¿A dónde se habrá ido? —preguntó Karin frustrada por no haber podido seguir en tiempo a esa mujer y todavía más impotente se sentía contrariada porque aunque la había visto, no había sentido el chakra de ninguna persona.

—Quizá te confundiste —Sasuke le sugirió, pues él no había visto a nadie y prácticamente estaba convencido de que esas rosas la estaban haciendo alucinar.

—¡No! ¡Estoy segura que la vi! —exclamó Karin convencida para después enfadarse— ¡¿Acaso vas a decir que estoy loca?!

—No creo que estés loca, pero hemos visto el efecto que esas rosas han tenido en los niños. Quizá…

—¿Y por qué no pensar que tú no ves nada porque las rosas te están afectando a ti? —planteó Karin sabiendo a lo que su esposo quería llegar.

—Si estás tan confiada de que tú radar está óptimo, deberías poder detectar si hay alguna anomalía en mi cuerpo que pueda dejarte pensar que estoy bajo la influencia de esas rosas —ella quedó callada e hizo un mohín molesta— Entiendo que estés estresada por el efecto que esto pueda tener en tu radar, pero no debemos precipitarnos o vamos a levantar sospechas antes de poder averiguar algo.

—¡Sé lo que ví! ¡Si estuviera bajo el efecto de un veneno o un genjutsu, podría saberlo por mi propio chakra!

—Karin, considera…

—¿Acaso no confías en mí? —preguntó enojada.

—Sabes que no es…

—¡Olvídalo! —exclamó la pelirroja aún más enojada, pues sabía lo que su marido iba a decirle. Sin embargo, ella no estaba precisamente enojada con él, sino frustrada de dudar de una habilidad con la que siempre había contado.

Esa frustración la llevó a andar hacia la única dirección donde aquella persona que vio podría irse, pues estaba empeñada en demostrar que aún sin su sensor, lo que había visto era real.

—¡Maldita sea! ¡Karin, vuelve! —exclamó Sasuke siguiendo a su esposa al no tener otra alternativa.

El varón trataba de hacer volver a su esposa sin llamar la atención de los vigilantes del circo, pero fue inútil, porque al poco alguien los interceptó.

—No deberían estar aquí —apareció un tramoyista.

—Sólo dígame por dónde puedo salir sin que él me siga y me iré —respondió Karin señalando a Sasuke y sin mirarlo. Se veía realmente enfadada.

—Karin, vamos a…

—¡No quiero oír tus excusas! —exclamó aún más enojada para luego mirar al tramoyista— ¿Por dónde puedo salir?

—Sólo hay un camino, pero los escoltaré —respondió el hombre que parecía hablar mecánicamente, pues no parecía ni sorprendido, incómodo ni molesto de haberlos encontrado tan cerca del detrás de escena.

—Vaya usted por delante, no quiero acercarme a él —pidió Karin corriendo para ponerse detrás del tramoyista como si huyera de Sasuke.

—¿Qué diablos…?

Sasuke estaba un poco confundido por la reacción de su esposa, pues aunque entendía que podía estar molesta, sentía que exageraba, sin embargo, antes de preguntarle por qué actuaba así, ella aprovechó de haberse puesto detrás del tramoyista y le dió un golpe para dejarlo inconsciente.

—Este hombre está actuando como los niños con esas rosas —comentó la pelirroja tratando de tirar de él— Ayúdame a quitarlo de la vista antes de que nos vean. Si lo ven, nos descubrirán muy rápido.

Sasuke quedó bastante confundido, pues él realmente había creído que su esposa se había enfadado mucho con él, pero aparentemente era una de sus actuaciones para conseguir algo, y aunque en esos casos resultaba útil, definitivamente era un problema cuando ella lo aplicaba en su contra.

—¿Apenas detectaste que había una persona con el chakra perturbado? —preguntó Sasuke mientras la ayudaba a esconder al hombre.

—Lo detecté cerca, pero la perturbación ocurrió mientras estábamos discutiendo —respondió ella— Así que sí, sigo enfadada contigo porque no me creías, pero espero que con esto, no te quede duda.

El varón iba a defenderse, pero ambos, en un momento de reflexión, llegaron a la misma pregunta y se miraron el uno al otro.

No necesitaron palabras para hacerle saber al otro que habían pensado en lo mismo y Karin se concentró en su alrededor para buscar si había alguien más cerca, pues era demasiada casualidad que justo cuando ella había visto a alguien, aún si no la había sentido, una persona que estaba bien, tuviera alguna perturbación en su chakra cuando se acercó.

Y no, Sasuke no dudaba del radar de su esposa en ese momento, pues además de que resultaba sospechoso, él mismo se había dado cuenta que ese hombre actuaba extraño.

—¿No percibiste ningún aroma?

—No, ninguno —respondió Karin— No detecto a nadie cerca.

—¿Por qué enviarían a alguien intoxicado a un área sin más vigilancia o sin refuerzos?

—Vamos al remolque de esa mujer a investigar —sugirió Karin— Debemos tener cuidado. Estoy segura que debe estar cerca.

Sasuke no tuvo tiempo de contestar, cuando ella ya caminaba por delante buscando la forma de encontrar el camarote de Bara, y ya que no pudo detenerla, decidió seguirla de cerca. Después de todo, mientras todo mundo estuviese entretenido despidiendo a los espectadores y limpiando el lugar, ellos podrían ir a buscar pistas.

No les llevó mucho tiempo encontrar el remolque que servía de camarote para Bara, y Sasuke sólo pudo intuir que su esposa había estado vigilando la ubicación de la mujer el suficiente tiempo como para darse una idea del sitio donde se quedaba.

Por supuesto, no era para menos, debido a lo preocupada que ella debía estar, pero no esperaba que pese a sus dudas con el radar, lograra ser tan precisa en su búsqueda.

—Vigila, abriré la puerta —pidió la pelirroja mientras sacaba el accesorio escondido en sus lentes.

Claro que ella estaba vigilando con su radar, pero lo que le preocupaba, era esa mujer que parecía poder evadirla. Es decir, podía sentirla cerca de otras personas de Konoha, quizá tomándose fotos, pero hacía muy poco la había visto en otro lugar, y ella no iba a confiarse.

—Apresúrate, estamos muy expuestos aquí —comentó Sasuke, pues aun si Karin podía detectar a alguien acercarse, no podían descartar que alguien los viera desde lejos por el tipo de área en dónde estaban los remolques.

—¡Listo! —anunció ella guardando sus herramientas y se apresuró a entrar con su esposo siguiéndola.

El remolque de aquella mujer era el más grande de todo el lugar, algo que en primera instancia no parecía extraño siendo ella la estrella principal. Sin embargo, desde el primer vistazo, Sasuke y Karin supieron que aquel lugar tendría que estar alojando a dos personas.

—Esto no me lo esperaba —comentó Karin.

—No te distraigas, busquemos pistas —dijo Sasuke en tono de orden mientras comenzaba a revisar el lugar.

—Ya lo sé —respondió la pelirroja haciendo un puchero, para después hacer lo mismo que él.

—Parece un camerino normal —comentó Sasuke después de un rato, aunque seguía buscando en el lugar.

—Lo que me sorprende es que no haya más plantas o rosas en este lugar, sólo esa maceta —señaló Karin una pequeña maceta con una única rosa color blanca.

De hecho, de no ser que afuera en la puerta vieron el nombre de la mujer, podrían pensar que el remolque le pertenecía a alguien más.

—Las rosas están afuera, así que no necesitaría tenerlas aquí —señaló Sasuke en una reflexión.

—Sí, pero si fuera una secuestra niños, querría tener mi arma más fiable cerca en el lugar donde duermo para… ¡¿Qué haces?! —exclamó Karin cuando al voltear a ver a su marido, lo vio abrir un cajón lleno de ropa interior femenina de encaje.

—Sólo estoy buscando pistas —respondió Sasuke abochornado, y no sabía si seguir buscando para quitarle importancia al asunto o dejarle ese cajón a su esposa. De cualquier manera, estaba tan concentrado buscando pistas que olvidó que en ese sitio vivía una mujer.

—Yo me encargaré de ese mueble y tu del otro —ordenó Karin, convencida de que en la otra cajonera habría ropa de hombre. Sin embargo, cuando Sasuke abrió el primer cajón del otro mueble, se encontró con más ropa interior femenina bastante atrevida— ¡Ni se te ocurra tocar ni una sola prenda de allí!

—Tenemos que apresurarnos a registrar el lugar —respondió el azabache con la cara completamente colorada, pero intentando fingir que no tenía importancia— Si te dejo todo a ti, podríamos no…

—Revisa debajo de la cama y en el clóset, yo me encargo de los cajones —ordenó Karin insistente y Sasuke optó por obedecer— ¿Quién rayos tiene tanta ropa interior y de dos estilos diferentes? —se preguntó en voz alta enfadada, pero enseguida le llegó la respuesta a la mente— Bien, ahora sabemos que esa mujer comparte el cuarto con otra mujer, pero eso no nos dice nada sobre… —Karin hizo una pausa al notar al fondo del cajón un álbum de fotos que abrió curiosa, y desde la primer imagen, ella ya tenía una respuesta a las visiones que había tenido de Bara aún si no sentía su chakra— Sasuke, encontré algo que hace más sospechosa a esa mujer. Mira…

Karin apenas volteó a ver a su esposo, y él se lanzó hacia ella tomándolo por el cuello con violencia. Ni siquiera le dió tiempo de entender lo que estaba pasando, cuando él la tenía contra el suelo presionando cada vez más fuerte su cuello.

Ella intentó hablar, preguntar qué estaba pasando, pero además que la presión en su cuello le dificultaba esa posibilidad, notó rápidamente en su chakra una perturbación muy fuerte.

La fluctuación de su chakra era parecida a la del hombre que habían dejado inconsciente, pero era más violenta, lo que indicaba que su esposo estaba luchando contra lo que sea que le estaba ocurriendo. Esto último era más evidente en la fuerza que él ejercía en su agarre, porque aunque había veces en que le obstruía el paso del aire, cada cierto tiempo, soltaba su agarre lo suficiente para que ella pudiera respirar.

—¿Cómo caíste en su influjo? —preguntó la pelirroja en voz alta y con dificultad, pero antes de detenerse a pensar en ello, Karin aprovechó uno de los momentos en que Sasuke aflojaba su agarre para sacar las cadenas de diamantina y alejarlo de ella— ¡Sasuke! ¡Despierta!

Debido a las cadenas, el varón terminó al extremo del remolque, y en cuanto se puso de pie, intentó arrojarse de nuevo contra su esposa.

En esta ocasión, Karin pudo usar las cadenas para defenderse, y por fortuna para ella, él se limitaba a usar Taijutsu para atacarla, pues de usar ninjutsu o genjutsu, ella difícilmente podría lidiar con ello.

—¡Maldita sea! ¡Sasuke, despierta! ¡¿No se supone que temíamos que yo fuera la manipulada?! —gritó Karin con frustración, porque la perturbación en el chakra de su esposo estaba cambiando, y parecía que la dosis era mayor que la del hombre que habían encontrado— ¿Cómo es que te han manipulado si no he percibido ningún olor sospechoso en este tiempo?

Karin pudo defenderse, principalmente gracias a las cadenas, pero también notaba que entre más cerca estaban uno del otro, Sasuke mostraba resistencia para no lastimarla, por otro lado, parecía un zombie, porque no decía nada y tampoco pareció reaccionar cuando ella intentó golpearlo para noquearlo. Además, era evidente que él no estaba usando todas sus habilidades como ninja.

—Vaya, desde el principio supe que sería difícil manipularlo siendo tu una reina, pero no pensé que fuera a serlo tanto —Bara entró al remolque cuando Karin había logrado contener a Sasuke en sus cadenas— Pero ahora que me has obligado a revelarme, no tendrás escapatoria, mucho menos en manos de Uchiha Sasuke.

—¡Deja a mi marido en paz! —exclamó Karin.

—No creo que él quiera que me aleje. ¿O sí? —preguntó la mujer sonriendo y dirigió la mirada hacia el hombre con coquetería— Ven aquí. ¿O es que no quieres estar conmigo?

Aquellas palabras agitaron al varón, quién luchaba por librarse de las cadenas de diamantina con más ímpetu que cuando fue atrapado.

Tal fue su desesperación, que usando su chakra raiton, electrificó las cadenas, conduciendo su rayo hasta Karin que, por el dolor, debilitó el agarre de estas.

En cuanto Sasuke se vio libre, se precipitó hacia la mujer de cabellos negros, pero en lugar de atacarla, la tomó entre sus brazos queriéndola besar.

—¡¿Qué carajos haces, Sasuke?! —exclamó Karin enfadada a pesar de estar lastimada por el ataque, para luego mirar a la mujer— ¡Deja a mi esposo en paz, maldita!

—¿Aún dudas? Voy a tener que hacer algo para evitar que titubees —comentó la mujer tomando a Sasuke de la mejilla y aunque no ejerció fuerza, el movimiento de su mano lo invitó a besarla— Me alegra que seas guapo aún si eres mayor. Nos vamos a divertir.

—¡Ni se te ocurra ponerle una mano encima a mi esposo! —gritó Karin lanzando sus cadenas hacia la mujer antes de que el beso ocurriera, pero Sasuke la protegió— ¡Despierta, Sasuke! ¡Si la tocas te voy a castrar!

—Él ni siquiera sabe quién eres —la mujer se rió y besó a Sasuke en los labios.

Karin de por sí estaba furiosa con ver a la mujer besando a su marido, pero se enfureció aún más cuando vio a Sasuke buscar de nuevo los labios de esa mujer, y comportarse ansioso por llegar más lejos con ella, por lo que pudo olvidar el dolor físico del ataque que recibió, y lanzó un nuevo ataque, ahora no sólo contra la mujer, sino también contra el varón.

Sasuke no estaba lo suficientemente distraído como para no detectar el ataque, por lo que pudo esquivarlo al mismo tiempo que salvaba a esa mujer. Sin embargo, Karin ya había contemplado esa posibilidad, por lo que lanzó varios ataques consecutivos, de modo que uno de ellos, dió en el blanco.

Fue apenas un rasguño en la cara de la mujer, pero algo tan ínfimo fue suficiente para que Sasuke se lanzara a atacarla de nuevo.

Una vez más, el ataque que él hizo había sido violento y con verdaderas intenciones asesinas, pero estando cerca de ella, al volverla a tomar del cuello, el agarre pareció aflojarse.

—¡Sasuke! ¡Despierta de una buena vez! —exclamó Karin al notar la duda de él— ¡Si no despiertas, ¿qué será de nuestros hijos?!

Sasuke soltó a Karin, pero parecía muy confundido, y la pelirroja tomó a su esposo de la cara para hacerlo verla a los ojos.

—¿Qué demonios? —preguntó la mujer sorprendida al ver al hombre tan confundido como para no poder hacer nada.

—Sasuke, por favor, despierta. No sé cómo es que esa mujer te manipula, pero eres más fuerte que eso —ella le decía— Recuerda quién soy. Soy tu esposa, Karin, la madre de tus hijos, Raiden y Kaori que nos están esperando.

La mujer que parecía todavía más inquieta al ver la reacción del varón, salió corriendo del camarote y Karin no le prestó mucha atención a esto último porque quería enfocarse en hacer que su marido reaccionara.

—Vete de aquí —Sasuke comenzó a decir, lo que ya hablaba que estaba recuperando parte de sus sentidos, a diferencia de momentos antes cuando ni siquiera hablaba.

—No voy a dejarte aquí en ese estado y aún puedo hacer algo —le acercó el brazo— Muérdeme. Si lo que tienes es veneno, esto debería curarte.

El azabache aún luchaba con aquello que lo obligaba a perder la cabeza, pero reunió toda la voluntad que tuvo para obedecer, y por fortuna para ambos, el chakra curativo de la pelirroja sirvió para desvanecer el control.

—Vamos tras ella —comentó Sasuke enojado, dispuesto a buscar a la mujer, pero Karin lo detuvo.

—Créeme que soy la más interesada en ir a darle su merecido a esa mujer, pero no creo que podamos lidiar con las dos si nos envenenan.

—¿Dos?

—Hay un álbum de fotos. Son gemelas, por eso podía percibir a una y ver a otra en otro lado —respondió la pelirroja— No sé cómo siendo padres de gemelos jamás nos pasó esa idea por la mente.

—¿Gemelas? ¿Qué hay de que no puedes sentir su chakra? —preguntó Sasuke.

—La mujer que vimos supo de inmediato que era una rastreadora, así que debieron planearlo para confundirme —respondió Karin saliendo del remolque y tirando de la mano de su esposo— Estoy segura que ambas pueden esconder su chakra y estuvieron jugando con eso para confundirme.

—¿Puedes sentirlas? —preguntó Sasuke siguiendo a su esposa, pues ambos sabían que necesitaban refuerzos en esa situación, especialmente al saber que el olor de las rosas eran las que provocaban los efectos de manipulación.

—Sólo a la que estuvo en el espectáculo. Sigue fuera de la carpa con otras personas —respondió Karin— La otra mujer no he podido detectarla en ningún momento, pero… ¡Cuidado!

Un muro de plantas espinosas llenas de rosas se interpuso en el camino de ambos y aunque pudieron esquivar el golpe, Sasuke fue atrapado después de que muchas más plantas salieran al azar del suelo. Karin por su parte, las había podido esquivar al poder sentir el flujo de chakra que fluía en ellas, pero cuando se acercó a su esposo para ayudarlo, las plantas espinosas lo soltaron y se lanzó contra ella nuevamente.

—¡Sasuke!

—Es muy difícil que él dude estando rodeado de las rosas —se oyó la voz de aquella mujer con orgullo— Su nariz está inundada con su aroma y no hay nada que interfiera.

—¿Cómo puedes controlar a mi esposo si tú no eres la que manipula las rosas? —preguntó Karin que aún no podía entender ese detalle, aún los gemelos tenían chakras diferentes y ella podía detectarlos, pero en esa mujer no detectaba nada.

—En este momento sólo está actuando por instinto, pero si quisiera, podría darle una orden —respondió la mujer sonriendo, pero ésta se le borró cuando la pelirroja pudo soltarse.

De nueva cuenta, podía notarse a Sasuke resistirse, pero de nuevo, sólo ocurría cuando estaba cerca de ella.

—¡Muerde mi brazo! —pidió Karin para tratar de desintoxicarlo nuevamente, pues aunque sabía que el aroma seguía en el ambiente, esperaba usar un jutsu fūton para disiparlo y destruir esas rosas.

Empero, en esta ocasión, aunque su esposo intentaba obedecer en los pocos segundos que tenía de conciencia, le era más difícil que antes el resistirse a aquello que lo obligaba a actuar.

—Debo mantenerlos alejados —murmuró la mujer haciendo un movimiento con una de las ramas del rosal que tenía a un lado.

—¡Futón: tatsu no oshigoto! —exclamó Karin cuando pudo tener tiempo de moldear chakra, provocando una tormenta que bajó en un tornado deshaciendo el enorme rosal, al mismo tiempo que las destruía con las cadenas de diamantina, pero los rosales siguieron creciendo como si lo hicieran infinitamente.

—¿Qué sucede, hermana? —llegó apresurada la mujer que había hecho el espectáculo de las rosas, y se veía bastante sorprendida y preocupada de ver sus rosales ser atacados.

Sasuke, por su parte, aún peleaba con el control, pues aún si Karin destruía las rosas, la fragancia continuaba en el aire mientras siguieran naciendo nuevas plantas.

—Tienes que atrapar a esa mujer con los rosales en cuanto se agote su chakra —señaló la fémina a quien Karin seguía sin poder percibir su chakra.

—Sí, hermana, pero espero que eso sea pronto, porque me estoy quedando sin chakra —respondió Bara.

—Debe estar cerca de su límite.

Por desgracia para las gemelas, Karin, siendo Uzumaki, tenía una mayor reserva de chakra, por lo que Bara agotó el suyo antes que ella, y los rosales dejaron de moverse, y por ende de crecer.

—¡Fūton reppūshō! —exclamó Karin tras algunos sellos de manos, lo que le permitió direccionar el viento. Con él, alejó las rosas, tallos y demás para desvanecer el aroma.

Apenas alejó todo eso, Karin corrió hasta su esposo para ofrecerle una vez más su brazo y curarlo del veneno, pero los hombres del circo, que se habían estado acercando, se interpusieron en su camino para atacarla.

Fue fácil para la pelirroja darse cuenta que aquellos hombres también estaban siendo manipulados en mayor o menor medida, y aunque había algunos que ella podría apostar que eran shinobis por las fluctuaciones del chakra, todos esos hombres sólo la atacaban físicamente y podría decirse, que hasta con poca potencia.

Tal como esa mujer había dicho, estaban actuando por instinto, aunque parecía más un instinto físico, sin ningún tipo de razonamiento, o de lo contrario, podrían dialogar, o usar alguna técnica en contra de ella.

Era fácil lidiar con esos hombres para dejarlos fuera de combate, pero mientras Karin intentaba abrirse paso, pudo distinguir que la mujer cuyo chakra seguía siendo una incógnita, se acercó a Sasuke, y él dejó de luchar con el control, para besarla de nuevo.

Impulsivamente por su enojo, Karin lanzó algunas cadenas para evitar el beso, pero algunas ramas de rosal aparecieron deteniendo su ataque.

—Hazlo ahora, guapo —Karin alcanzó a oír lo que dijo esa mujer, y de un momento a otro, Sasuke hizo presente a su Susanoo.

—¿Qué…?

La pelirroja no pudo decir más nada porque Sasuke hizo que su Susanoo aprisionara a Karin, aplastándola lentamente.

—Sabía que encontraría la forma de conseguir el control completo —sonrió la mujer satisfecha— Con esta técnica tan práctica, ya no lo harás dudar de sus instintos.

—¡Sasuke! ¡Despierta! —Karin le gritaba, pero definitivamente, la forma en que el aplastamiento ocurría, no tenía ningún tipo de duda, sin mencionar que podía detectar cómo él ya no peleaba contra el control de la rosas.

—Por un momento pensé que no lo lograríamos, hermana —comentó Bara dando un suspiro de alivio, pero después miró con preocupación a Karin que, aunque gritaba de dolor, intentaba llamar a Sasuke para despertarlo— ¿Estás segura que esta es la única opción?

—Si dejamos que ella viva, irá a contarle a todos y no hay forma de que los controlemos. Además, debemos ser cuidadosas, porque con el alboroto que causó con ese viento, es probable que envíen a alguien a investigar.

—De todas formas tarde o temprano… los ninjas de Konoha vendrán —dijo Karin con dificultad— Cuando no reciban reporte de nosotros… no tendrán escapatoria.

—Este hombre guapo hará el reporte para mí —respondió la mujer altiva abrazando a Sasuke.

—Estando como zombie… no podrá dar… la contraseña —respondió Karin con más dificultad, pues el agarre seguía apretándola. Aunque lo hacía lento, cada vez era más difícil respirar.

No, no había ninguna contraseña y Karin estaba segura que Sasuke había dado indicaciones a Naruto y los demás sin decirle a ella, y conociéndolo, muchas de esas indicaciones eran que no intervinieran, así que sí, ella sólo estaba blofeando, pero estaba ganando tiempo para encontrar una forma de escapar o de atacar.

—Hermana, ella tiene razón. No podemos dar ningún reporte con contraseña —dijo Bara preocupada— Y tampoco tendremos tiempo de huir antes de que vengan a buscarlos aquí.

—Detente, guapo —la mujer le dió la indicación a Sasuke, quién detuvo la lenta asfixia del Susanoo— Déjala respirar, pero no la sueltes.

Ni bien esa mujer terminó su orden, Sasuke ya la estaba obedeciendo, de modo que Karin pudo tomar una gran bocanada de aire.

—Me pregunto si no nos estarás mintiendo —comentó la mujer que evidentemente dudaba de su enemiga.

—Ella ya sospechaba de mis rosas porque es una reina, así que debió avisarles a todos —comentó Bara preocupada.

Aquella a la que Bara llamaba hermana quedó pensativa, pues notaba que aquella mujer era astuta, pero en esas circunstancias, tampoco podía descartar la posibilidad de que estuviese diciendo la verdad.

—¿Cuál es la contraseña? —la mujer terminó preguntando.

—¿Por qué te la diría? Me mates o no, mientras no la sepas, ellos vendrán por ti y rescatarán a Sasuke —respondió Karin— Si te estoy advirtiendo de la contraseña, es para que ustedes se entreguen por su propia voluntad.

—Veamos si realmente puedes…

—Déjame adivinar, vas a hacer que mi esposo me asfixie con el Susanoo y me deje respirar una y otra vez como modo de tortura para que les diga la contraseña —Karin interrumpió a la mujer— En primer lugar, necesitas más que eso para sacarme información. Después de vivir con Orochimaru-sama, el idiota de Suigetsu y atender a dos pequeños bebés sin poder dormir, la asfixia es nada —respondió la pelirroja altanera— Y en segundo lugar, ¿sabes que eso puede causar alucinaciones o pérdida de memoria temporal? No te conviene que me pase eso si intentas sacarme información. Novata.

Las gemelas se miraron mutuamente, al principio porque no creían en sus palabras, pero una vez más, no podían arriesgarse a experimentarlo si tenían el tiempo en su contra.

—Ese par de niños tuyos también están bajo nuestra influencia. Si no nos dices la contraseña, los haremos venir, y estoy segura que ellos no opinan lo mismo que tú sobre la tortura —respondió la mujer con orgullo.

—Mis hijos ya están fuera del rango de influencia, y aún si no, el tiempo que les llevará a ellos venir para cumplir tu amenaza, será suficiente para que los de Konoha vengan. Eso sin mencionar que si ven que actúan como zombies, vendrán aquí a investigarlo.

—¿Qué hacemos? —Bara le preguntó a su hermana en voz baja y bastante preocupada.

—Les propongo algo que nos conviene a ambas partes. Por cada pregunta que me respondan, les daré una letra de la contraseña —Karin intervino— Entre más rápido respondan, más rápido la tendrán, pero si dudan o detecto que mienten, estaré haciendo tiempo para que los de Konoha vengan a capturarlas.

—¿Quieres respuestas a tus dudas en lugar de pedir que dejemos a tu marido? —preguntó la hermana de Bara con burla.

—No tiene caso que pida eso porque podrían cumplirlo y después volver a usar las rosas para manipularlo. Además, tampoco veo factible que acepten ese trato porque si lo liberan, no tendrían cómo contenernos a ambos.

Claro que Karin estaba preocupada por su esposo, y quería hacerlo despertar, pero necesitaba ser astuta y tratar de averiguar cómo evitar que el aroma surtiera efecto. Debía tener un limitante o una debilidad si Sasuke podía resistirse estando cerca de ella.

Bara se veía preocupada, pero su hermana parecía más bien frustrada entre más lo pensaba.

—Comienza a preguntar —ordenó la mujer que actuaba como la líder, pues Bara parecía seguir sus órdenes.

—¿Cómo es que funciona el veneno de las rosas?

—¿Veneno? ¡Ja! —se burló la mujer bastante divertida.

—¿Vas a decirme que poner a mi esposo como zombie no es un veneno? —replicó Karin.

—No es veneno, es algo más simple que eso —la mujer seguía riendo— Sinceramente no quisiera revelar el secreto, pero ya que no hay forma de que salgas de esto, te lo voy a explicar —se acercó a Sasuke y besó su mejilla, lo que provocó que él intentara besarla— Son sólo feromonas.


¿Cómo es que la hermana de Bara controla a Sasuke si Karin no percibe ningún aroma y son las rosas de Bara las que parecen ser las que manipulan a las víctimas? ¿Por qué llaman a Karin "Reina"? ¿Será verdad que Sasuke ya no podrá salir del trance en el que lo metieron? ¿Qué poderes tendrá la hermana de Bara además de esconder su chakra? ¿Qué hará Karin para lograr escapar? ¿Qué otras preguntas les han nacido?

Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n

He procurado escribir todo lo posible para subir tanto como me sea posible en esta ocasión que he tenido la oportunidad de actualizar, sin embargo, a causa de lo ya mencionado al principio del capítulo, al menos por el resto del año o hasta nuevo aviso, actualizaré a final de cada mes todo lo que pueda, esperando poder subir varios capítulos a la vez, de esa forma, aunque no actualice semanalmente, espero que sea suficiente para que puedan leer en lo que esperan la nueva actualización.

Lamento muchísimo tener que dar esa noticia, pero a pesar de ello, no pararé con las actualizaciones a pesar de que tarde en hacerlas.

Agradezco muchísimo su paciencia, y también el apoyo que le dan a mis historias a pesar de las dificultades que he tenido este año para poder actualizar. De verdad, ver su apoyo, especialmente los comentarios, hace que mantenga el ánimo de seguir escribiendo para poder actualizar tanto como me sea posible.

Por ahora, me despido, pero después de la despedida, dejaré la lista de historias que actualizaré el día de hoy- Muchas gracias por leerme n.n

¡Hasta la próxima actualización!

*El circo de las rosas negras
*La marca del lobo
*El fantasma de la novia
*Placeres compartidos
*Inexperiencia