¡Saludos, queridos lectores!

Después de un largo tiempo sin actualizar... un mes me parece, he regresado con las actualizaciones.

Primero que nada, quiero comentarles que mi intención, era actualizar todo lo que se pudiera de la Horror Week SasuKarin del año pasado, pero debido a unos cambios en mi trabajo, no tengo acceso a lap del trabajo como antes. Tengo entendido que se puede actualizar desde el celular, pero debo explorar la forma de hacerlo. Además, suelo guardar en una memoria todos los capítulos, y no quiero dejar de hacerlo si actualizo desde el celular.

Debido a lo anterior, intenté actualizar los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, por lo menos los capítulos de la HW, pero tuve mucho trabajo y hasta ahora actualizo, porque esperaba poder traerles más capítulos de más historias.

Hoy subiré capítulos de varias historias, incluida esta, por lo que deberán algunos minutos para ver cuáles son las que serán actualizadas.

En Wattpad, hubo quien me escribió que actualizara esta historia, y debido a sus cien comentarios en un sólo capítulo lo hice. Ahora le toca de nuevo actualización a esta historia, y estoy segura que le agradará ver la continuación. Sólo espero que no odie mucho a Sasuke.

No haré más larga la introducción, sólo dejaré unas notas al final de la historia. Sin más, los dejo con la actualización.


Sasuke volteó a ver a Sakura con reproche y esta, nerviosa, comenzó a titubear antes de poder responder la pregunta que el azabache le hacía únicamente con la mirada, una muy pesada. Él ni siquiera se molestaba en preguntarle cómo había dado con él, porque seguramente, en esas ocasiones en que lo seguían, debieron haber conseguido información.

—Yo… sólo no quería que me echaran del edificio mientras te esperaba para sorprenderte.

—¿Sabes el problema en que podrías meterlo diciendo esas cosas a personas al azar? —Karin fue la primera en hablar con enojo.

—Lo siento mucho, Sasuke-kun. Sólo intentaba verte. Si los vigilantes hubiesen dicho algo sobre que te metería en problemas, les habría dicho la verdad. Yo jamás te metería en problemas intencionalmente.

La respuesta enojó aún más a Karin, pues al parecer, la chica no entendía que ella se refería a que su declaración, pudo haber causado un malentendido entre ellos como novios, pero antes de poder señalárselo, Sasuke se le adelantó en hablar.

—No vuelvas a decir que eres mi novia a nadie cuando ni siquiera es verdad y ni tu ni Naruto vuelvan a buscarme —habló el azabache irritado— Si no contesto sus mensajes ni les abro la puerta, es porque no quiero verlos ni hablar con ustedes. Déjenme en paz.

—Pero somos tus amigos…

—¿Por qué querrían seguir siendo amigos de alguien que obviamente no quiere serlo de ustedes? —preguntó Karin— Actúan como acosadores más que como amigos, especialmente si eres capaz de inventarte una mentira como esa.

—Tu no podrías entenderlo porque no sabes nuestra historia —respondió Sakura con lágrimas en los ojos— Nosotros éramos grandes amigos en la preparatoria, pero…

—Pero él quiso seguir un camino diferente al suyo y como no les gustó, la idea, intentaron presionarlo para hacer lo que ustedes querían —Karin la interrumpió— Sasuke me contó la historia y por eso mismo entiendo que no quiere ni encontrárselos. Los amigos aceptan nuestras decisiones aún si eso no es lo que les gustaría.

—Los amigos están ahí para hacernos ver nuestros errores y ayudarnos a evitar tenerlos, y que Sasuke prefiriera venir aquí, no…

—Déjenme en paz. Yo sé lo que hago con mi vida.

—Suenan muy soberbios al pensar que pueden saber qué es lo mejor para Sasuke —señaló la pelirroja sorprendida de que tuviesen esa osadía.

—No es soberbia, es que es muy obvio. Si Sasuke-kun hubiese ido a la Universidad de Konoha, estaríamos todos juntos, siendo los mejores de la escuela y no estaría abrumado por las prácticas que hacen aquí. No se necesita ser muy observador para notar el cansancio de Sasuke-kun.

—¿Preferirías dormir bien en la Universidad de Konoha que estar aquí? —Karin le preguntó a su novio.

—Ni siquiera vale la pena tratar de razonar con ellos —Sasuke le respondió sabiendo que la pelirroja se lo preguntaba cómo un intento más de hacer entrar en razón a la pelirrosa, pues ella conocía la respuesta a esa pregunta— Vamos por nuestras cosas o se nos hará más tarde.

—Pero Sasuke-kun…

El aludido hizo meter a la pelirroja a la habitación evitando que Sakura los siguiera, pero una vez que ambos quaron dentro del cuarto, Karin se volvió hacía él.

—¿En serio no vas a decirle quién soy? No me digas que te importa que ella sepa que tienes una novia y un hijo porque…

—Se puso a llorar porque no quise verla, ¿qué crees que hará si le digo que tengo una novia y un hijo? —respondió el azabache— Ella no va a cambiar de opinión y sólo va a robarnos tiempo con su insistencia. ¿No quieres ir a casa pronto para ver a Raiden?

—¡Tienes suerte de que tenga más ganas de ver a mi bebé que de comprobar que me dices la verdad! —exclamó Karin frustrada y enseguida se dirigió a tomar el pequeño equipaje que llevaría mientras su novio hacía lo mismo— Ahora que lo pienso, tampoco podremos irnos pronto si ella se queda afuera esperando a que salgamos.

—Sólo saldremos y seguiremos nuestro camino hasta el auto.

—¿En serio? ¿No nos irá a seguir?

—Si me detiene, adelántate al auto. Te alcanzaré en cuanto pueda.

Karin miró a su novio fijamente, esperando que cambiara de opinión sobre su plan, pero cuando notó lo firme que era al respecto, soltó un suspiro pesado.

—Si esto no funciona, lo haremos a mi manera —advirtió ella.

Al abrir la puerta de la habitación, no sólo se encontraron con Sakura, sino con Suigetsu que recién llegaba.

—¿Siguen aquí? Pensé que…

—Sasuke-kun, por favor, hablemos. Dame una oportunidad para hablar —Sakura lo interrumpió para pararse frente al aludido— Desde que te fuiste no has hablado con ninguno de nosotros, al menos dame eso.

Karin, quién ya caminaba de largo, al oír esa súplica, no pudo evitar voltear a ver al padre de su hijo, pues quizá terminaría por ceder y quería saber qué tanto se tardarían en volver a casa.

—Ya se los he dicho una y otra vez: no me interesa oír lo que tienen que decirme —respondió haciéndola a un lado para seguir andando y cuando Karin vio que la chica insistiría, ella se interpuso.

—Creo que es más sencillo si tú te vas y yo te alcanzo en la biblioteca —la pelirroja le dijo a su novio, por supuesto, esto último con la intención de despistar a la pelirrosa.

Karin conocía lo suficiente a su novio para saber que estaba muy enojado con la joven que le insistía en hablar, y si esa chica colmaba su consciencia, era posible que tardaran más en irse a casa, y ella no iba a permitir que nadie la entretuviera más tiempo. ¡Quería ir a ver a su hijo!

—¡Sasuke-kun…!

—¿Sabes? Tu y tu amigo deberían aprender a rendirse. Están rayando en el acoso enviándole cientos de mensajes a Sasuke, yéndolo a buscar a su casa esperando afuera a que salga y ahora hasta lo vienen a molestar en la escuela.

—¡No lo estamos acosando!

—No, sólo lo siguen insistentemente cuando él claramente les ha dicho que no quiere verlos y tratan de presionarlo para que haga lo que ustedes quieren.

—¡Sólo queremos lo mejor para él!

—¿Y por qué creen saber qué es lo mejor para él? Ni siquiera saben cómo le va aquí, ni cómo se siente. Son demasiado arrogantes pensando que tienen razón.

—Él no quería estudiar aquí, sus padres lo obligaron, por supuesto que eso no lo hace feliz, especialmente alejado de sus amigos.

—¿Él les dijo que no quería estudiar aquí? —preguntó Karin levantando una ceja, pues Sasuke ya le había hablado sobre lo que sus padres esperaban de él y lo que él quería, pero había sido difícil hacerlo hablar, así que le extrañaba que él le hubiese mencionado algo a esos chicos que evitaba.

Por supuesto, la chica no descartaba que quizá él sí les había dicho algo, pues por Itachi y Mikoto sabía que su novio había sido menos hermético en otro tiempo.

—No lo dijo, pero todos éramos buenos amigos. Teníamos días felices juntos. ¿Por qué querría abandonarnos?

—Parece que de verdad viven en una fantasía —comentó la pelirroja recordando que alguna vez su novio había usado esas palabras.

—¡Eso no…!

—Escucha, Sasuke está cómodo con el plan de estudios de aquí, tiene nuevos amigos y además, tiene una pequeña, pero hermosa familia propia. Si realmente quieren su felicidad, debería tranquilizarles saber que está contento.

—Tu no lo entiendes porque no lo conoces como nosotros. Nosotros hemos crecido con él desde el jardín de niños, y tú eres… ¿Qué eres de él?

Sakura no había caído en cuenta que aquella chica a la que pensó que era la novia del compañero de cuarto de Sasuke, había estado hablando de forma muy familiar con él. eso sin mencionar que dicho compañero lo habían dejado atrás hacia muy poco. Además, habían entrado y salido juntos de la habitación con una mochila cada uno y ella hablaba de él como si fueran íntimos.

Karin, por su parte, quería responder a esa pregunta tan rápido como la escuchó, pero al recordar lo que su novio le había dicho que podría pasar si se lo decía, la hizo titubear.

—Pues soy alguien que al parecer lo conoce más que tú, a pesar de no conocerlo desde el jardín de infancia.

—¿No eres novia de su compañero de cuarto? —preguntó la pelirrosa titubeando, pues tenía miedo de la respuesta que ya esperaba si armaba las piezas. Sin embargo, lo que la hacía mantener esperanzas, era que ella no había reaccionado celosa ni enojada cuando le contó la mentira de que era novia de Sasuke.

—¡Por supuesto que no! —Karin se apresuró a responder— Mi novio es…

—¡Sakura! —se oyó la voz de una chica que llamó la atención de ambas, y Karin quedó sorprendida de ver que Kako era a la que llamaba a la pelirrosa— ¡Te he estado llamando para saber dónde nos veríamos! ¿Por qué no me contestabas? —al acercarse, la pelivioleta notó a Karin y le sonrió— Hola, Karin.

—¿Se conocen? —preguntó la pelirroja sorprendida.

—Sí. ¿Ustedes también se conocen? ¡El mundo es un pañuelo! —exclamó Kako divertida, pero enseguida notó que la pelirrosa estaba llorando— ¿Qué te sucedió? ¿Quién te hizo llorar? ¿Por qué…?

—En realidad, nos acabamos de conocer, pero ya que se encontraron, las dejo —interrumpió Karin viendo su oportunidad para irse y ni siquiera se despidió.

Apresurando sus pasos, Karin se alejó de aquellas dos chicas, y antes de dirigirse al estacionamiento, se aseguró de que no la siguieran.

Por fortuna, el hecho de que Kako y Karin se conocieran, hizo que la pelirrosa no se esperara su ida repentina, así que para cuando quiso seguirla, ya la había perdido de vista.

—¿Lograste evadirla sin que te siguiera? —preguntó Sasuke cuando ella se metió al auto.

—No, entendió a la perfección que ya no los quieres ver, y se fue —contestó Karin con sarcasmo— Antes pensaba que exagerabas, después me di cuenta de su insistencia, pero que aún diciéndole a la cara que no te interesa saber de ellos y aún así seguirte, hasta escalofríos me dió —dijo casi de inmediato mientras se ponía el cinturón de seguridad— Y a qué no adivinas lo que descubrí. Tu amiga y Kako se conocen.

Al principio, Sasuke se vio sorprendido, pero después pareció volver a su expresión estoica.

—Quizá es Sakura quien le consiguió las cartas a Kako —comentó en voz alta.

—¿Las cartas? ¿Te refieres a las cartas de Hana? —preguntó Karin sorprendida.

—Sakura es una Haruno —respondió el azabache.

Una vez más, Karin se vio impresionada, pero enseguida frunció el ceño.

—Bueno, tiene sentido. Su antepasada es un fantasma que pena en este mundo porque un chico que ella dice que le escribió cartas se casó con otra y ahora ella misma se inventa que es tu novia mientras se aferra a decir que sabe qué es lo mejor para ti y qué te hace feliz aunque la ignores y la eches.

—Ella no es la única que viene a fastidiarme —señaló Sasuke.

—Lo sé, pero admite que suena parecido.

El azabache se encogió de hombros, para después hablar.

—Necesito ir a la biblioteca antes de irnos —comentó disgustado, pues precisamente era la biblioteca el lugar que su novia había usado como finta para despistar a Sakura.

—Pensé que irías a recogerme al cuarto sólo para irnos —respondió Karin— ¿O es que acaso quieres hablar a solas con esa chica?

—Mientras te esperaba, mi hermano me envió un mensaje pidiéndome llevarle un libro —resopló descontento— Esperaremos unos minutos para que Sakura se de cuenta que fue sólo una finta y puedes venir conmigo si quieres.

—¿En serio? Tu no eres muy servicial con tu hermano —Karin siguió sospechando.

—Sólo será esta vez —respondió el azabache sin mirar a su novia, y no porque quisiera ir a la biblioteca y encontrarse con Sakura, sino que su hermano lo había amenazado con que si no le llevaba el libro, le enseñaría algunas fotos vergonzosas a Karin de cuando eran niños.

Había sido un reto titánico convencer a su madre de ocultar esas fotos, y cuando él presentó a Karin como su novia, a su madre por poco se le escapaba que existían.

Ni hablar de cuando nació Raiden, pues su madre no dejaba de repetir lo mucho que el pequeño se parecía a él, y sacaba su ropa de bebé queriendo repetir algunas de las fotos.

Si por él fuera, quemaría esas fotos.

—Me estás ocultando algo. ¿Verdad?

—¿Prefieres ir tú por el libro?

—¿Y cómo pretendes que nos deshagamos de ella si nos la volvemos a encontrar? Te recuerdo que fue difícil dejarla atrás y yo sólo tuve suerte porque Kako apareció.

—Yo me encargaré.

—Sí, ajá, tal como lo hiciste hace un rato —Karin se cruzó de brazos molesta— Me estás haciendo perder valioso tiempo para ir con mi bebé.

—Si quieres, adelántate tu con el carro y yo me iré en transporte público a casa.

—¿De verdad no quieres hablar a solas con ella? Podrías sólo decírmelo y no interferiré, pero si vas a verla a escondidas…

—¿Por qué piensas eso? —preguntó Sasuke irritado.

—Porque no fuiste capaz de aclararle quién soy a esa mujer y parece que quieres reunirte con ella.

—Ya te dije que fue para no seguir perdiendo el tiempo, pero no contaba con la petición de mi hermano.

—Es por eso que es más sospechoso, porque tú no le haces favores a tu hermano.

—Entonces ve y dile a Sakura que eres mi novia mientras busco el libro. Quién sabe a qué hora lleguemos a casa.

—No se supone que le diga a tus conocidos que soy tu novia —respondió la pelirroja más enojada.

—Pero eres a la que más le interesa que lo sepan.

—Haz lo que quieras —Karin se volteó a la ventana muy indignada, pues aquellas palabras denotaban que a él no le importaba lo que pensaran que era ella de él.

Sasuke estaba enojado por la actitud de su novia, y aunque al principio quiso salirse del carro e ir a buscar el estúpido libro de su hermano, se tomó un momento para respirar y tranquilizarse.

Bien, podía entender que Karin dudara de él, pues él nunca tuvo la intención de decirle a Sakura que tenía una novia que, de hecho, era la madre de su hijo, pero es que conocía suficiente a la pelirrosa para saber que enterarse de ello la haría llorar aún más, sería más insistente con hablar con él y le haría un montón de preguntas que no estaba dispuesto a responder porque no quería hacerlo. Sin embargo, le dolía que su novia pensara así de él, y quizá habría sido menos sospechoso de no ser por querer hacerle el favor a su hermano con tal de que esas fotos no volviera a ver la luz del sol.

No, no valía la pena pelearse con su novia por culpa de esas fotos, pero si le decía el motivo, estaba seguro que, dadas las circunstancias, dudaría de que fuera verdad.

Quedó pensativo unos instantes, y se preguntó cuál sería la mejor forma de solucionar ese problema, teniendo por respuesta, la voz de su madre que le recordaba que debía mostrarle su afecto, aún si era con pequeñas acciones.

—Sabes que no quiero hablar con ella ni con Naruto y decirle que tengo una novia y un hijo, es hablarles de mi vida —dijo calmado, aunque por dentro seguía algo enojado de que ella dudara de él— Quiero regresar a casa contigo, pero si te sugerí que te adelantaras, es porque sé lo ansiosa que estás por ver a Raiden.

—Sigue siendo sospechoso que le hagas un favor a tu hermano bajo éstas circunstancias —respondió Karin más calmada, había bajado los brazos y lo había volteado a ver, pero no bajaba la guardia.

Aún renuente, Sasuke optó por mostrarle el mensaje que Itachi le había enviado para pedirle el libro. Después de todo, ¿no era una forma de afecto demostrarle que confiaba en ella lo suficiente para decirle que había algo que lo avergonzaba?

—¿De qué fotos habla?

—No preguntes.

—¿Me las dejarás ver?

—No.

—Pero…

—Si pudiera borrarlas de la existencia y memoria de quienes las vieron, lo haría.

—¿Son fotos de ti aprendiendo a ir al baño? —preguntó Karin entre risitas y más relajada.

—No voy a decirte —respondió avergonzado, pues si bien las fotos no eran del tema, sí existían un par de esos momentos que, por fortuna, su madre aún no le había mostrado a Karin.

La pelirroja dió algunas risillas más, lo que tranquilizaba a Sasuke, pues ella había terminado por confiar en él. Sin embargo, le abochornaba que ella estuviese imaginando un montón de cosas vergonzosas sobre él.

—Aun así… Me gustaría que le dijeras la verdad la próxima vez —ella respondió ya en tono más serio y había bajado la mirada.

—Ella ni Naruto…

—Sería amable de tu parte que se lo dijeras para que deje de hacerse ilusiones contigo, pero el verdadero motivo del por qué te lo pido, no es por ella o tu otro amigo, sino por mí —comentó Karin volteándolo a ver— Es más, ni siquiera necesito que se lo digas directamente, pero sí que des una muestra de que tú y yo estamos juntos. De esa forma, me estarías dando mi lugar como tu novia.

Darle su lugar… En efecto, su madre le había dicho que su padre le daba su lugar como su esposa con pequeños gestos como llevarla del brazo, tomarla de la cintura o presentándola como su esposa cuando conocían gente nueva.

Su padre no necesitaba besar a su madre en público, abrazarla ni nada más íntimo para decirle al mundo que ella era su esposa y que la amaba y respetaba. Él necesitaba de muy poco para hacérselo saber al mundo.

Con suavidad, Sasuke tomó la mano de su novia, algo que la tomó por sorpresa, pero la hizo levantar la vista para mirarlo.

—De acuerdo.

—¿En serio? —preguntó confundida, pues no esperaba que él cediera tan rápido. Además, el gesto la hizo sonrojar, pues no era algo que él hiciera.

—Lo prometo.

Emocionada, Karin le plantó un beso a Sasuke y aún si el auto tampoco era un sitio donde él se diera la libertad de hacerlo, correspondió el beso contagiado de la alegría de su novia.

—Si no lo haces, olvídate de…

—Lo sé, lo tengo claro: mis acciones dicen más.

—Así es. Y de verdad necesito que te portes bien, porque ahora que hemos terminado el servicio y mi bebé se quedará con tus padres en la semana, me gustaría tener tiempo a solas contigo —le dijo coqueta a punto de besarlo de nuevo, pero en el último momento, ella se separó de él— Pero primero apresurémonos a volver a casa. Ya esperé demasiado y quiero ver a mi bebé. Una semana es mucho para una madre que se separa de su hijo por primera vez.

—Aún debemos esperar a que Sakura se de cuenta que la despistamos —dijo Sasuke molesto de que ella no lo besara, y al decir su argumento, se inclinó a ella para besarla, pero…

—¡Ey! ¿Se llevaron mi maleta? —un chico había tocado la ventana para llamar su atención antes de que pudieran besarse.

—¡¿Para qué carajos querríamos llevarnos tu mochila?! —exclamó Karin enfadada, pues era la primera vez que su novio daba el primer paso a dar una muestra de afecto más o menos pública y Suigetsu lo había interrumpido.

—¡Oh, miren! ¡Aquí la tengo! —respondió el albino burlón mostrando su mochila— Sólo me gusta joderles el romance.

Sin más, se fue, sin importarle que Karin le gritaba un montón de groserías y reclamos, pues inicialmente el albino se había acercado a fastidiar.

—¡Voy a matar a ese idiota cuando…!

—Olvídalo —Sasuke la detuvo, la rodeó con el brazo aprovechando que por gritarle a Suigetsu casi estaba encima de él y la besó.

Claro que Sasuke le reclamaría al albino, pero debía aprovechar el tiempo que tendrían en el auto antes de que ella se olvidara de él por atender al bebé.

—Sasuke… —dijo ella entre besos, dispuesta a ir unos pasos más lejos, pero para cuando quedó sentada en las piernas de su novio queriendo acomodarse de modo que pudieran frotarse, el celular del azabache sonó.

—Ignóralo —indicó él, cuando notó que ella, a pesar de que lo seguía besando, iba a preguntar al respecto.

El celular dejó de sonar, y los besos siguieron, pero al poco, el celular de Karin comenzó a sonar y ella paró, contrario a Sasuke que intentaba seguir.

—Espera, Sasuke, si sonó tu celular y después el mío, quizá son tus papás —dijo ella buscando desesperada su bolsa para sacar el celular— ¿Qué si pasó algo? ¿Qué tal si le pasó algo a Raiden?

Karin decía todo aquello apresurada por encontrar el teléfono y Sasuke, en cuanto la oyó hablar del bebé, supo que nada la convencería de olvidarse del tema.

Sí, claro que le preocupaba su familia, y entre ellos, su hijo, pero ya tenía el presentimiento de que se trataba de algo más.

—¿Quién es? —preguntó Sasuke cuando ella al fin vio la pantalla de su teléfono.

—Tu hermano —le respondió mientras contestaba.

—Hola, Karin. ¿Cómo has estado?

—Bien, gracias. ¿Está todo bien? ¿Cómo está Raiden?

—¡Oh! ¡Lamento si te asusté! Todo está bien, es sólo que le llamé a Sasuke y no contestó, y es que quería alcanzarlo antes de que estuvieran de regreso.

Karin dió un suspiro de alivio.

—Aún estamos en la escuela. ¿Qué necesitabas?

—Quería ver si podían sacarme otro libro.

—Claro. Mándame el título y el autor por mensaje.

—Muchas gracias. Regresen con cuidado.

Toda la semana, Karin había estado triste por Raiden, sin mencionar que ambos estuvieron muy exhaustos por el servicio de la pelirroja, y aún lo estaban, pero en mucho tiempo ese había sido un buen momento para ambos, y Suigetsu, y después su hermano, lo habían arruinado.

Por supuesto, Sasuke quiso hacer el tercer intento por seguir en lo que estaban, pero cuando quiso acercarse a ella, Karin no se dió cuenta, abrió la puerta del auto y salió.

—Llevamos más de media hora entre la discusión y los besos. Esa chica ya debió haberse ido —comentaba mientras bajaba— Vamos por los libros para llegar pronto a casa. Si dejamos pasar más tiempo, nos tocará el tránsito.

Ella siempre había sido la más insistente en la pasión, pero la maternidad le hacía olvidar el fuego cuando se trataba de su hijo, e irónica y desgraciadamente para Sasuke, con él ocurría todo lo contrario.

Resignado, y sabiendo que no habría forma de convencerla de seguir, decidió ir por los estúpidos libros para volver a casa… aunque tenía muchas ganas de no llevarlos para hacerle pagar a su hermano la interrupción. Sin embargo, aún estaba decidido a que Karin no viera las fotos vergonzosas.

De mala gana, Sasuke volvió a la biblioteca junto a su novia y subieron a la sección de literatura, dónde estaba uno de los libros que Itachi había pedido.

Al verse solos en uno de los pasillos, Sasuke decidió intentar un nuevo beso con su novia, aún si no llegaban más lejos, porque, como él ya se lo había propuesto, no volverían a hacerlo en la biblioteca. Sin embargo, cuando recién iniciaron el beso, un grito los asustó y los hizo separarse.


¿Quién gritó? ¿Por qué gritó? ¿El fantasma aparecerá a pesar de ser de día y con la biblioteca llena de personas? ¿Sakura seguirá cerca? ¿Sasuke realmente le dirá a Sakura quién es Karin la próxima vez que se vean? ¿De dónde se conocen Kako y Sakura? ¿Será que Kako sea la que termine diciéndole a Sakura que Sasuke tiene una novia con la que vive y un hijo? ¿Qué otras preguntas les han surgido al leer este capítulo?

Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n

He procurado escribir todo lo posible para subir tanto como me sea posible en esta ocasión que he tenido la oportunidad de actualizar, sin embargo, a causa de lo ya mencionado al principio del capítulo, al menos por el resto del año o hasta nuevo aviso, actualizaré a final de cada mes todo lo que pueda, esperando poder subir varios capítulos a la vez, de esa forma, aunque no actualice semanalmente, espero que sea suficiente para que puedan leer en lo que esperan la nueva actualización.

Lamento muchísimo tener que dar esa noticia, pero a pesar de ello, no pararé con las actualizaciones a pesar de que tarde en hacerlas.

Agradezco muchísimo su paciencia, y también el apoyo que le dan a mis historias a pesar de las dificultades que he tenido este año para poder actualizar. De verdad, ver su apoyo, especialmente los comentarios, hace que mantenga el ánimo de seguir escribiendo para poder actualizar tanto como me sea posible.

Por ahora, me despido, pero después de la despedida, dejaré la lista de historias que actualizaré el día de hoy- Muchas gracias por leerme n.n

¡Hasta la próxima actualización!

*El circo de las rosas negras
*La marca del lobo
*El fantasma de la novia
*Placeres compartidos
*Inexperiencia