¡Saludos, queridos lectores!

Después de un largo tiempo sin actualizar... un mes me parece, he regresado con las actualizaciones.

Primero que nada, quiero comentarles que mi intención, era actualizar todo lo que se pudiera de la Horror Week SasuKarin del año pasado, pero debido a unos cambios en mi trabajo, no tengo acceso a lap del trabajo como antes. Tengo entendido que se puede actualizar desde el celular, pero debo explorar la forma de hacerlo. Además, suelo guardar en una memoria todos los capítulos, y no quiero dejar de hacerlo si actualizo desde el celular.

Debido a lo anterior, intenté actualizar los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, por lo menos los capítulos de la HW, pero tuve mucho trabajo y hasta ahora actualizo, porque esperaba poder traerles más capítulos de más historias.

Hoy subiré capítulos de varias historias, incluida esta, por lo que deberán algunos minutos para ver cuáles son las que serán actualizadas.

Esta historia es de las que tiene poco público, sin embargo, decidí actualizarla porque al ser de vampiros, entraba en la temática de Halloween, así que, aunque tenga poco público, espero que las pocas personas que siguen la historia, les guste ver el nuevo capítulo n.n

No haré más larga la introducción, sólo dejaré unas notas al final de la historia. Sin más, los dejo con la actualización.


A Karin le estaba ganando la sed entre más cerca podía oler esa sangre que la atraía más que las demás, pero gracias a que le pasaron las sales para tratar de despertarla por debajo de la nariz, le fue más sencillo controlarse.

El plan parecía estar yendo bien, pero este se vio amenazado cuando Itachi sugirió que la mayoría saliera de la habitación.

No podía hacer mucho fingiendo estar desmayada, pero tampoco ayudaba demasiado si fingía despertar.

—Creo que con ustedes dos es suficiente para atender a la Duquesa, así que me iré —comentó Sakura que deseaba ir detrás de Sasuke, pero Karin, sabiendo que esa era la intención de la pelirrosa, ni siquiera lo pensó dos veces y "despertó".

—¡Duquesa! —exclamaron Mikoto y Hinata al mismo tiempo, y para ese momento, Sasuke que apenas atravesaba la puerta, las oyó y volvió a la habitación rápidamente.

—¿Qué pasó? —preguntó Karin fingiendo estar desorientada.

—No se levante. Se desmayó mientras bailaba —Mikoto le informó.

—Hemos llamado al doctor. No debe tardar —siguió Hinata.

—Menos mal, ya se ha despertado —comentó Sakura que, aunque trataba de disimular, en sus ojos podía notarse la inquietud que le causó ver a Sasuke volver a la habitación apenas oyó la voz de la pelirroja.

—No es necesario que llamen al doctor, sólo fue agobio por…

—El médico ya está en camino —habló Sasuke muy serio— Además, ya le hemos concedido la oportunidad de mejorarse —no la volteaba a ver— Esta vez no podemos ignorarlo.

—No debe ser nada grave, Sasuke-kun. Me parece normal que después de bailar tanto y…

—Sería mejor que volvieras a la fiesta e informes a los invitados que la Duquesa está bien —Sasuke la interrumpió.

—Pero…

—¿Podemos encargarle ese favor, señorita Haruno? —pidió Mikoto con amabilidad.

—Claro —respondió la aludida ocultando su descontento y decepción de que incluso el propio Sasuke la alejara, pero tampoco quería negarse al favor que le solicitaba la señora Uchiha.

Sakura caminó a la salida y le dirigió una mirada suplicante a Sasuke para que la acompañara en un último intento por conseguir su simpatía, pero él ni siquiera la volteó a ver.

—También volveré a la fiesta —anunció el joven por su propia decisión y no por la petición de la pelirrosa.

—Aceptaré que el médico me revise si usted me acompaña, señor Sasuke —Karin lo detuvo cuando lo vio a punto de salir detrás de la joven— Ya que usted es el que más insiste, debería estar presente en la revisión —Sasuke se detuvo y volteó a ver a la pelirroja— De lo contrario, volveré a la fiesta. Creo que mi siguiente baile es con el Señor Itachi.

Sasuke se mostró irritado, pero en lugar de salir de la habitación, se recargó en la pared a un lado de la puerta con los brazos cruzados.

Hinata y Mikoto vieron la escena, pero si no intervinieron, fue porque ambas deseaban que la Duquesa se dejara revisar, y si su única condición para aceptarlo era que Sasuke estuviese presente, ninguna iba a objetar.

Ambas se sentían con la obligación de velar por la pelirroja, una como anfitriona de la fiesta y la otra como la anfitriona de la casa donde la joven se hospedaba.

—El médico no debe tardar. Mientras tanto, enviaré por su sirvienta para que…

—¡No! —Karin exclamó precipitadamente interrumpiendo a la joven Hyuuga y enseguida, intentó disimular su acto impulsivo— No es necesario.

El plan de la pelirroja, era fingir el desmayo porque sabía que todos en la fiesta, ya fuera por interés o cotilleo, estarían al pendiente de ella, así que esa sería la oportunidad de Doa para escabullirse a la biblioteca de los Hyuuga y buscar el libro que necesitaban. Sin embargo, Karin había dejado de fingir su desmayo por celos, y sabía que debía buscar la forma de evitar que fueran a buscar a su sirvienta para darle tiempo de buscar el libro y volver sin levantar sospechas.

—Recuerdo que ella le ha estado preparando algunos tés para sus malestares —comentó Mikoto— Sería apropiado que ella estuviese aquí para indicarle al médico lo que le ha dado.

—Yo sé perfectamente lo que ella me ha dado. Además, les aseguro que no tengo nada, así que cuando el doctor se los diga, volveremos a la fiesta.

—Nadie se desmaya por nada después de haber estado débil tantos días —señaló Sasuke— Cuando el médico dé su veredicto, volveremos a casa.

—Sasuke tiene razón, y aún si él médico dice que sólo fue agobio, lo mejor será volver a casa para que descanse —respaldó Mikoto— Ya habrá oportunidad de que asista a otras fiestas, y seguramente querrá bailar con más personas.

—Lady Uchiha tiene razón. Además, es temporada de fiestas, habrá de sobra para que asista —Hinata sonrió con amabilidad.

—Y podría asistir a todas si decide quedarse más tiempo con nosotros —siguió Mikoto con una sonrisa, esperando convencer a la joven de seguir en su casa para tratar de seguir simpatizando con ella.

—Estoy seguro que la Duquesa prefiere viajar a otros sitios que estar en fiestas como esta —comentó Sasuke— Después de todo, aún si se casa, podrá seguir asistiendo a fiestas a diferencia de los viajes.

—En eso tiene razón, pero si encuentro un buen motivo para quedarme, lo haré —respondió la pelirroja— A veces una razón pequeña, puede ser de gran peso para convencer a alguien.

Mikoto notó que a pesar de que Karin parecía querer llevarle la contra a su hijo, había dirigido una mirada, aunque fuera por apenas un segundo, buscando la reacción del varón.

Quizá había sido un gesto mínimo, pero aunado al hecho de que la chica había presentado ciertas atenciones hacia su hijo cuando ella recién llegó a casa, podía sospechar que la joven estaba interesada en él, aún si ahora intentaba ocultarlo.

Aquello podía ser una ventaja a los planes de su marido, pero también podía ser todo lo contrario.

—No desperdicie su tiempo. Usted misma lo dijo, quiere viajar antes del matrimonio y debería hacerlo y no quedarse por alguna pequeñez —fue la respuesta de Sasuke que había permanecido con los ojos cerrados recargado en la pared.

—Quizá tenga razón…

Mikoto notó la decepción en los ojos de la Duquesa, y quería intentar amortiguar el comentario de su hijo, pero antes de poder pronunciar alguna otra palabra, un sirviente de los Hyuuga llegó.

—El doctor ha llegado —anunció el siervo, para después dejar pasar al médico con su gran maleta.

—Buenas noches, mi nombre es Katõ Dan —entró un hombre ya mayor, y tan pronto como pudo, Sasuke indicó quien era la paciente y lo que había ocurrido.

El médico se centró en su trabajo haciéndole las preguntas pertinentes a la pelirroja, pero Sasuke intervenía cuando ella parecía querer omitir o minimizar algunos aspectos.

—Lo que sucede es que soy frágil —concluyó la Duquesa queriendo evitar que el médico la revisara, pero sin importar cuánto lo intentara, el doctor hizo su trabajo.

—Su presión sanguínea es tan baja que no la siento. De no ser que la veo despierta, podría declararla muerta —comentó el doctor impresionado de que pese a esa situación, ella parecía como si nada— Se ve un poco pálida, pero no es extraño, especialmente teniendo tan baja presión. ¿Tiene algún malestar?

—Ninguno, señor —aseguró la pelirroja.

El médico la observó directamente esperando atraparla en alguna mentira, pero la extranjera mantuvo una postura firme, al punto de hacer dudar al médico de su revisión.

—Ha estado tomando tés particulares. Quizá eso lo que la esté perjudicando —señaló Sasuke que no iba a dejar pasar los detalles.

—¿Qué tés? —preguntó el médico interesado.

—Para la anemia —respondió Karin— Hinojo, ortigas, menta, albahaca y diente de león —enlistó la joven— Es lo que suelo tomar cuando salgo de mi país porque los alimentos extranjeros no parecen nutrirme adecuadamente —explicó quitándole importancia— Es común que me ocurra.

—¿Ha tratado esto con otros doctores? —preguntó el experto.

—Por supuesto, por eso sé lo que tengo, pero los señores Uchiha se preocupan bastante por mí a pesar de ya haberles dicho que es una reacción normal.

—No puede ser normal tanta debilidad —Sasuke se apresuró a decir.

—Nos parece inusual que siga teniendo malestares después del tiempo que tiene viviendo con nosotros —intervino Mikoto para quitarle el impacto agresivo que tuvieron las palabras de su hijo— Realmente nos preocupa que tenga algo más y no atenderlo a tiempo.

El médico repitió la revisión que le había hecho a la pelirroja y quedó pensativo nuevamente. Después de un rato, asintió como respondiéndose a sí mismo.

—Sí, sin duda sus síntomas son de anemia y el que tenga la presión baja, pero que pueda levantarse o sentarse, puede ser gracias a los tés que la ayudan a no quedar en cama —aseguró el médico más convencido— Ya había oído hablar que algunas personas de Uzushio sufren anemia estando fuera de su país —guardaba sus cosas en el maletín que había llevado— Al parecer, los nutrientes que reciben de la comida de su país son más abundantes que el de otros sitios, así que cambiar esa calidad les causa una descompensación.

—Pero ya ha pasado mucho tiempo —Sasuke insistió.

—Tengo entendido que no es el primer viaje de la Duquesa y ella no parece preocupada por el malestar, así que quizá ella tarde más en acoplarse —la joven Hyuuga se atrevió a decir.

—Sí, justo es eso —sonrió la pelirroja contenta de conseguir una excusa.

—Es posible, pero las actividades cansadas también pueden provocar que gaste los nutrientes que lentamente consigue —explicaba el médico.

—Entonces el baile debió agotarla —sugirió Mikoto.

—Si no está acostumbrada, es lo más probable —respondió Dan para luego mirar a la Duquesa— Mi sugerencia es que vuelva a casa y descanse por ahora.

—Pero…

—Nos encargaremos de que descanse —aseguró Sasuke interrumpiendo a la Duquesa.

—Siga tomando los tés que me ha mencionado, señorita y evite actividades pesadas. Sin importar la actividad, en cuanto empiece a sentirse cansada, tome un té y vaya a la cama a relajarse —indicó el médico— También le haré un listado de alimentos que puede ayudarla a contrarrestar la anemia, pero si pueden conseguir algunos productos de su país de origen, la recuperación será más rápida.

—Nos encargaremos de que así sea —respondió Mikoto con una sonrisa amable.

—Iré a pedir que preparen el carruaje —comentó Sasuke para luego salir de la habitación.

Karin intentó más de una vez convencer a sus anfitriones de que estaba bien, que quería quedarse en la fiesta, pero ellos insistieron en irse y llevarla con ellos. Al llegar a casa, se aseguraron de que fuera a descansar, y una vez que se quedó encerrada en su habitación junto a su sirvienta personal, se acercó a ella apresurada.

—¿Conseguiste el libro?

La insistencia de Karin por quedarse, había sido para seguir ganándole tiempo a Doa.

—Sí, lo he conseguido —respondió Doa sacando un libro de debajo de sus faldas.

—¿Es el libro con la cura? —preguntó la pelirroja entusiasmada.

—Ya lo veremos.

Doa repitió el proceso que había hecho con el libro de los Uchiha, dejando al descubierto el texto con el lenguaje de las brujas. Tras dar una rápida leída, la sirvienta suspiró.

—¿Y?

—No, lo siento. Este tampoco es el libro con la cura —hizo un segundo repaso.

—¿Al menos hay información útil? —preguntó Karin desganada.

—Necesito tiempo para leerlo por completo, pero reafirma lo que ya le había comentado hace no mucho. Si introduce en su cuerpo fluidos sexuales de alguien más, le ayudará a calmar la sed de sangre —respondió Doa— Mientras sus emociones sigan siendo tan exaltadas, menos oportunidades tiene de controlarse. Recuerde que con sólo probar una gota de sangre en su condición, completará la transformación.

Karin quedó pensativa, pues sabía que su condición se estaba agravando. Desde que se había puesto celosa por la forma tan familiar en que esa chica le hablaba a Sasuke y él no parecía molestarse, podía sentir que cualquier otra incomodidad, especialmente relacionada con Sasuke, la sentía más exaltada de lo que podría sentirse si no tuviese esa condición de transición.

Sí, claro que normalmente ella podía ser muy expresiva con sus emociones, pero era como si su límite de paciencia o autocontrol de las emociones disminuyera.

No, no podía decidirse si quería terminar la transformación a vampira, pues aunque tenía el corazón roto, sabía que en el fondo aún tenía la esperanza de vivir el amor como humana, aún si no era con Sasuke… aunque su corazón aún lo quería a él.

Ella no tenía problema con iniciar su vida sexual porque en su país, era normal iniciarla desde que se entraba a la edad casadera, a veces un poco antes, pero se consideraba experiencia necesaria para antes del matrimonio. Sin embargo, al saber ella que el país de dónde era aquel chico que la había salvado y con el que quería comprometerse prefería que las mujeres fueran vírgenes hasta su matrimonio, optó por guardarse.

Una parte de ella aún guardaba algo de esperanza en poder enamorar a Sasuke y que ese matrimonio sucediera, pero en esas circunstancias se daba cuenta que no valía la pena mantener esperanzas.

Aún si Sasuke había tenido ciertas atenciones para con ella, estaba segura que sólo lo hacía por su estatus y posibilidad de convertirse en Reina en el futuro, y podía asegurarlo por la prueba del postre.

Si al menos al comer el postre él no hubiese dicho que era horrible, aún podría guardar esperanzas, pero lo cierto es que desde el primer momento, ella supo que la esperanza se había esfumado, pero estaba en negación.

—Creo que tendré que hacer eso —comentó la pelirroja con tristeza y resignación, pues debía pensar con la mente fría, y si ya no había posibilidades con Sasuke, al menos debía pensar en hacer lo necesario para el resto de sus intereses personales.

—De los cinco libros, con este ya hemos consultado tres. Aún nos faltan el libro de los Hebi y el libro de los Senju.

—La Reina de Konoha es la última Senju, así que ese libro debe estar en el palacio. Recibí una invitación al palacio poco después de llegar a Konoha, pero por "mis malestares" lo he aplazado —comentó Karin— Decidí buscar ese libro hasta el último, pues si cometemos algún error, podríamos ser echadas del país. El libro de Hebi, está en Kusa, pero probablemente sea el más difícil de conseguir.

—Esperemos que la información que necesita, esté en el libro de los Senju.

La pelirroja asintió y quedó pensativa.

Esa noche, Doa se la pasó estudiando el libro y Karin quedó pensativa con la sugerencia de su sirvienta, por lo menos hasta que se quedó dormida, pues a pesar de todo, había quedado agotada por la fiesta.

Al siguiente día, durante el desayuno, la primera pregunta que le hicieron a Karin, era cómo se sentía.

—Bien, gracias. He descansado bastante bien.

—Qué gusto saberlo. Por favor, use el día para descansar y cuándo se sienta fuerte, denos la lista de las cosas que necesita para los tés —respondió Mikoto con amabilidad.

—Claro, después del desayuno se los haré llevar.

—El señor Lee dijo que la había hecho enfadar —comentó Sasuke esperando que ella hablara al respecto, pero la Duquesa se mostró confundida.

—Él pensó que el enojo que le provocó, fue la razón por la que se desmayó —explicó Itachi.

—Si él la ha ofendido, no dude en decirnos. No podemos permitir que eso ocurra —Fugaku dijo muy serio.

Karin quedó pensativa por unos instantes tratando de recordar a lo que ellos se referían, pues aunque se había sentido enfadada por ello, sus emociones relacionadas a Sasuke la rebasaban.

—¡Ah! ¡Ya recuerdo! Pero él no fue el que me hizo enfadar, sino el Duque de Sōsu.

—¿Qué le ha hecho el Duque? —preguntó Mikoto sorprendida, pues no se imaginaba que el cabecilla de los Hyuuga pudiera hacer algo que ofendiera a alguien de quién esperaba simpatizar.

—A mí, nada, pero el Señor Lee me ha informado de un orfanato que requiere donaciones porque el edificio se ha dañado, y me ha enfadado ver lo ostentosa de la fiesta cuando el Duque bien pudo aportar más dinero a la causa.

—¡Oh! ¿Se refiere al orfanato de la ciudad? —preguntó Mikoto preocupada.

—Eso me pareció entender.

—Mi esposa suele llevar ropa y juguetes cada mes a ese orfanato —comentó Fugaku orgulloso, esperando ganar simpatía.

—¿Y ustedes ya han donado para las reparaciones? —preguntó la pelirroja y Fugaku, aunque no lo hizo físicamente, fue como si se encogiera en su asiento, pues al menos el cabecilla de los Hyuuga había aportado algo.


¿A quién elegirá Karin para poder contener su sed de sangre sustituyéndola por otros fluidos? ¿Karin elegirá a más de uno? ¿Quiénes serán? ¿Karin y Doa lograrán ocultar lo que le pasa a la pelirroja? ¿Itachi reiterará su ofrecimiento a Karin? ¿Sasuke realmente desprecia tanto a Karin? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?

Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n

He procurado escribir todo lo posible para subir tanto como me sea posible en esta ocasión que he tenido la oportunidad de actualizar, sin embargo, a causa de lo ya mencionado al principio del capítulo, al menos por el resto del año o hasta nuevo aviso, actualizaré a final de cada mes todo lo que pueda, esperando poder subir varios capítulos a la vez, de esa forma, aunque no actualice semanalmente, espero que sea suficiente para que puedan leer en lo que esperan la nueva actualización.

Lamento muchísimo tener que dar esa noticia, pero a pesar de ello, no pararé con las actualizaciones a pesar de que tarde en hacerlas.

Agradezco muchísimo su paciencia, y también el apoyo que le dan a mis historias a pesar de las dificultades que he tenido este año para poder actualizar. De verdad, ver su apoyo, especialmente los comentarios, hace que mantenga el ánimo de seguir escribiendo para poder actualizar tanto como me sea posible.

Por ahora, me despido, pero después de la despedida, dejaré la lista de historias que actualizaré el día de hoy- Muchas gracias por leerme n.n

¡Hasta la próxima actualización!

*El circo de las rosas negras
*La marca del lobo
*El fantasma de la novia
*Placeres compartidos
*Inexperiencia