Luego de varios meses en los que hubo desde falta de inspiración hasta crisis creativas y existenciales, heme aquí, con la continuación de Progresión (que por no estar conforme con la manera en la que había escrito la historia inicialmente, me molesté en bajarla, reescribir los hechos que no me convencían y volver a publicarla)
Ahora con la segunda parte, de la cual ya había subido los primeros capítulos y decidí reestructurar.
Disclaimer: es un AU, los personajes no me pertenecen, solo la historia en la cual ellos cobran vida aquí.
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Si tuviera que situar un día que haya marcado fuertemente mi vida, sería difícil decir exactamente cuál, porque muchos se me han grabado a fuego en la mente. He respondido esta pregunta en varias situaciones distintas.Y en esta parte de mi historia, me referiré a varios días que fueron inicio o final de algo en mi vida.
Tengo días marcados por un felicidad extrema, otros por tratarse de momentos muy tristes, otros me han quedado guardados en lo profundo de mi ser, e iniciaron cambios realmente poderosos en mí, a veces mis propios impulsos iniciaron avalanchas que me llevaron a diferentes lugares. Y muchas veces esos cambios se sucedieron a partir de las acciones de otros.
Pero sin dudas hubo un día específico en el que nada volvió a ser lo mismo. Por supuesto no es el único, pero sí el primero en el que me cuestioné algo que me parecía absurdamente lejano como la muerte. Un día que indicó el final de una etapa cargada de desafíos, un día que definió mis prioridades.
El día en el que el baterista de Wolves, mi ex banda, la primera en la que canté y compuse, falleció.
Recuerdo haber despertado tranquilamente a mitad de la mañana. Estaba profundamente exhausto, había llegado a mi departamento en Osaka en horas de la madrugada desde el estudio. Conforme, sí. Cansado, por supuesto.
Cuando el despertador sonó, lo apagué y me tome un buen tiempo para estirarme en la cama y relajar al máximo mis músculos, que venían algo fatigados y con ciertas contracturas molestas.
Se me ocurrió pensar en hacer ejercicio, pues sin duda lo necesitaba. Hacía cerca de dos semanas que no pisaba un dichoso gimnasio para entrenarme y calmar la mente y el cuerpo, precisamente las dos semanas que llevaba trabajando en mi nuevo disco.
Mi móvil vibró en la mesada de la cocina mientras preparaba mi desayuno y atendí sin siquiera prestar atención al nombre que aparecía en pantalla.
-¿Diga?
-Uhhh, el princeso acaba de despertarse, ¿Verdad?
Takeru hablando en tono risueño me hizo reír. Solía burlarse de mi voz inusualmente grave al levantarme.
-¿Qué quieres? ¿Te levantaste temprano para inspirarte en la mañana y molestas a tu hermano que ha estado trabajando tanto en la noche?
-Bah, tú eres el búho, yo la alondra -dijo Takeru con jovialidad -¿Qué tal el disco? ¿Cuántas canciones?
-El disco en etapa de pre producción, finalizando los arreglos de cuerda y buscando un buen intérprete de koto para una canción. Aún no sé que canciones descartaré. La próxima semana comenzaré a revisar las letras y eso me decidirá. Puede que esta etapa me lleve dos semanas más, luego, a grabar.
-Ajá.
-Y dime, encantador hermano, ¿A qué debo el honor de tu llamada?
-En realidad, tengo dos cosas para contarte. Y las dos son importantes.
-¿Hay una buena y una mala? Comienza por la buena, así me despierto motivado, y luego con la mala, así tendré el mejor humor para componer algo que valga la pena.
Escuché reír a mi hermano al otro lado de la línea y se tomó algunos segundos para volver a hablar.
-De acuerdo. La primera, es que mi último libro y las conferencias que hice a raíz de mis investigaciones, han sido un verdadero éxito, por lo cual tomaré unas vacaciones con Hikari y le pediré matrimonio.
Eso sí que fue escueto. Me quedé mudo unos instantes, mientras digería lo que él acababa de decir.
-Vaya, pues ¡Felicidades! ¡Enhorabuena! Te lo tenías muy guardado ¿No es así?
-Ja, he aprendido de ti.
-Nada de eso, estoy seguro de que no la vas a traumar como me pasó a mi. -nos echamos a reír – procuren arreglar la boda para cuanto antes, no le des tiempo a arrepentirse -finalicé con un dejo de sarcasmo mientras continuábamos riendo.
-Te dije que he aprendido de ti. No cometeré los mismos errores.
-Así me gusta.
-Ya te escucho más despierto.
-¿Es hora de la mala noticia?
Takeru hizo un breve silencio y me di cuenta de que en su cabeza formulaba lo siguiente que me diría.
-Bueno, si. No sé si realmente te afectará tanto como mala noticia, pero tiene a toda la industria musical sorprendida.
-Pues dime, no quiero estar por fuera de la onda.
-Eres tan cínico.
Me volví a reír.
-Ya dime.
-Hiroki Fuji murió. Lo encontraron esta mañana en su mansión. Se hará la autopsia, pero varios estiman que sería por una sobredosis, sabemos que ya en la época que tu dejaste Wolves tenía problemas.
-Vaya.
Me quedé bastante impresionado. ¿Muerto? ¿Con solo veintinueve años? Parecía muy joven. Tardé unos segundos en procesarlo, en silencio.
-Bueno. No es que me alegre ni mucho menos, pero recuerdo tus viejas épocas en Wolves, y en parte pienso que él se lo buscó solito. Y me alegra mucho que hayas podido marcharte de ese proyecto para que luego llegaran otros.
-Siento lo mismo, no lo podría haber dicho de otra forma. Creo que estaré en shock todo el día, aun no lo creo.
-Bueno, solo supuse que era necesario que lo supieras, hablé con papá hace un rato y me dijo que probablemente intentarán ubicar a los ex miembros de Wolves desde la prensa.
-Buen punto. Quizás apague el celular para que nadie estorbe – reflexioné más sobre ello y se me ocurrió pensar en la hermana melliza de Hiroki, Kurumi. Mi ex novia.
-Bueno, esos eran los anuncios, imagino que no querría que la muerte de Fuji te empañara la buena noticia mía, pero …
-Descuida. Estoy bien. Solo que, probablemente me quede todo el día recordando todo tipo de cosas.
-Típico.
Nos reímos. Intenté darle un cierre convincente a la charla.
-Takeru, gracias por tu aviso. Por otro lado, me alegra enormemente que hayas tomado la decisión finalmente, enhorabuena. Sabes que les deseo lo mejor a ambos.
-No te adelantes, Matt -sonreí rápidamente cuando me llamó así, igual que lo hacía mi madre – aun no ha aceptado nada. Puede salir huyendo.
-Pues no le des la posibilidad. - Nos volvimos a reír -hablando en serio, les deseo lo mejor. Dudo que no quede encantada con la propuesta. Avísame.
-Claro que sí, hermano -lo dijo con un tono más serio – ah, recuerda que en dos días será el cumpleaños de Koushiro. Quizás nos veamos ahí, si es que no te decides por aislarte y encerrarte en el estudio.
-No me tientes con tan buenas ideas.
Me quedé varios minutos intentando comprender lo sucedido.
Hiroki muerto.
Una avalancha de recuerdos inundaron mi mente y me encontré a mi mismo en un estado de dispersión total.
Ciertamente, no me apetecía hacer nada ese día. Pensé en cancelar las horas en el estudio, aunque para eso debería avisarle a mi representante.
Eso es.
Hablé con ella unos minutos al cabo de los cuales me concedí el espacio de salir a caminar. Realmente sentía necesitar eso. Andar sin rumbo. Mi cabeza estaba llena de recuerdos de tiempos pasados, de Wolves, de Knife Of Day, de mi carrera solista, de mi adolescencia, de Kurumi, de Hiroki, Ichiro, Akira, Taichi, Sora, Kazehaya y Hayato.
Estuve mucho rato caminando hasta llegar al castillo de Osaka. No sabía bien porqué estaba allí, pero entré y recorrí sus pisos externos e internos con calma, ajeno al gran movimiento turístico que había a mi alrededor.
Finalmente estuve unos cuantos minutos observando el pozo del castillo, que podría recordar vagamente a los europeos, pensando.
Preferí no detenerme a almorzar y seguí hasta el departamento que estaba alquilando desde hacía un par de meses.
Mi teléfono vibró.
Un mensaje de mi representante.
"Yamato, conseguí el teléfono que necesitabas. Hablamos mañana. Jenn"
Seguido al mensaje, un número desconocido, un contacto al que agendé rápidamente.
Medité unos minutos antes de decidirme a escribir un mensaje.
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