.12.

Sora apagó el aire acondicionado y se enfundó en la chaqueta rosa que vestía.

-Tú sí que te lo pasarías genial en Finlandia. Se lo diré a Taichi -dijo con cara de pocos amigos.

-Estoy seguro de que así sería.

Íbamos camino a Tokio hacía poco más de una hora, aun nos restaban cerca de cuatro horas de viaje y apenas habíamos conversado. Ahora la noté concentrada en la pantalla de su celular, escribiendo velozmente y frunciendo los labios.

-¿Qué ocurre?

-Tendré que pasar por casa de mis padres. Porque ellos se quedaron con mi coche, y lamentablemente lo necesito esta noche para ir a uno de los talleres a buscar algunos patrones.

-¿No pueden llevarlo hasta tu casa?

-No, ya bastante han tenido con ir a ver a mi gato todos estos días, estarán cansados y no quiero tener que estar paseándolos por la ciudad innecesariamente, el taller me desviaría mucho de camino al departamento de ellos, queda para el lado opuesto de la ciudad.

-Puedo dejarte en el taller si quieres, esperar a que recojas lo necesario, dejar todo tu equipaje en tu departamento y por último llevarte hasta la casa de tus padres más tarde.

-¿Siempre eres tan cordial?

-Solo cuando alguien me cae bien.

-Ya veo – sonrió – pues gracias. Ya bastante me he abusado de tu hospitalidad. Ahora deja que te pague por todo el combustible que estás usando.

-No digas eso. Que lo hago con gusto.

-Te pagaré como sea. Lo mismo que invertiría yo misma usando mi coche.

-Eres tan Terca…nouchi.

-¿Qué dijiste? – lanzó una carcajada. Así la llamábamos todos cuando se le metía una idea en la cabeza, y no se detenía hasta lograrlo.

Nos quedamos en silencio otra vez.

-Voy a echar de menos estos meses – dije entonces.

-¿Ah sí?

-¿Tú no?

-Bueno. Un poco. – admitió sonriendo – Ha sido todo tan rápido.

-No me digas.

-Nos lo hemos pasado bien, ¿Verdad?

-Sí.

-Y sin embargo, desde que compartimos la última vez en Osaka, no volviste a escribirme. -dijo burlonamente.

-Ni tú – afirmé sonriendo de medio lado.

-Aquí llega el arrogante de turno -se rio ella -Mira, es cierto. Te confieso que no me sentía capaz luego de la bonita escena dramática de la noche que nació Kyo.

-No es para tanto -me encogí de hombros y desvié brevemente la mirada hacia ella, sonriendo – creo que todo fue debido a una gran mezcla emocional, y si bien estoy de acuerdo en que haya terminado, confieso que me trajo muchos recuerdos lejanos a la mente. Algunos no eran tan malos.

-¿Quieres negociar una prórroga en nuestro acuerdo? – se rio, pero algo en su forma de decirlo dejó en evidencia que ella misma se cuestionaba eso.

-No me refería exactamente a eso, pero podrías desarrollar más la idea. -la alenté a continuar hablando mientras adelantaba a otro coche en la carretera.

-Creo que estuvo bien finalizarlo esa noche. Porque extender en el tiempo esto, sí que nos traerá problemas.

-¿Problemas?

-Ya bastante confundida estoy por todo esto. Mejor dejarlo por aquí. Realmente creo que mucho de esto tuvo que ver con el asunto de Kyo, y no me malinterpretes, no culpo a Mimi por haberme elegido como la madrina, pero creo que estuve demasiado sensibilizada con todo esto.

-Tengo una teoría similar.

-¿Ah si?

-En mi caso: Fuji, Knife Of Day resurgiendo y para colmo, tú seduciéndome.

-Yo no seduje a nadie – dijo riéndose -eres muy injusto.

Me reí.

De acuerdo. Todo había terminado. Me agradaba poder hablar abiertamente de estas cosas, sin miedo la ridículo o a ser juzgado.

-De todos modos, me lo pasé muy bien – con esas palabras, dio por finalizado el tema.

Hicimos una pausa para estirar las piernas y comprar algo para comer, y proseguimos con el viaje, que pronto se llenó de música de Knife Of Day mientras conversábamos sobre qué canciones eran las mejores para incluir en el nuevo disco.

Cuando nos acercábamos a Tokio, me indicó la manera de llegar a su taller, en el que tenía la oficina principal.

Le había llevado tiempo, pero poco a poco comenzaba a hacerse un nombre en la industria de la moda. Incluso había sido entrevistada varias veces en televisión y su marca comenzaba a posicionarse con fuerza. Lentamente, había logrado recuperar la confianza en sí misma y volver a aliarse con su lado más creativo.

Incluso poco tiempo después de separarnos, estando Rin en Finlandia, habían ganado el juicio a los estafadores y eso le había devuelto las ganas de hacer crecer su carrera.

El edificio estaba iluminado con potentes luces cálidas y contrastaba poderosamente con el cielo nocturno. Aguardé en el coche y consulté mi celular, confirmándole a Akira y a los demás que al día siguiente podríamos reunirnos personalmente y ensayar por primera vez luego de años. Esa perspectiva me dejaba particularmente animado.

Seguir componiendo nuevas canciones, poder escuchar las versiones acústicas que Akane preparaba de algunos antiguos éxitos de la banda, volver a pisar un estudio con todo el equipo para grabar algunas melodías que tanto habían definido los comienzos de Knife Of Day, hacía que me fuera más sencillo dejar atrás los días confusos en Osaka y Kioto.

Vi salir a Sora del lugar con algunas fundas más bajo el brazo mientras se encargaba de cerrar el taller.

Encendí el vehículo y aguardé a que se subiera para emprender la marcha hacia su departamento, para lo cual también recibí sus indicaciones.

Descubrí que no vivía lejos de mi residencia actual, como máximo a veinte minutos a pie.

-¿Vienes, o te quedas esperándome en el coche?

-¿Necesitas que te ayude?

-No particularmente, pero voy a tardar algunos minutos.

-Ah, es cierto. Tienes que saludar a tu venerado gato tuerto.

-Por supuesto. Y cambiarme.

-Descuida, aguardaré aquí, no estoy apurado y así tendrás privacidad para hablarle y disculparte con el señor "lo que sea" tranquilamente.

-Señor Jin – corrigió a de inmediato, riendo -puede ser que me ignore un poco.

-Ja.

La vi descender del coche, abrir la puerta principal del hermoso edificio en el que vivía, tomar todas sus pertenencias e ingresar al lugar rápidamente.

Era preferible que fuera así.

Era muy cierto el hecho de que la iba a echar de menos, me había acostumbrado a nuestro diálogo tan fluido de los últimos meses, incluso a verla y poder abrazarla a gusto, a seducirnos con sonrisas tontas y reírnos el uno del otro.

Había sido como un espejismo, un retazo de un pasado lejano, cargado de felicidad y con la simpleza de compartir los sucesos más cotidianos.

Si lo pensaba, la única relación sentimental verdaderamente importante para mí, había sido con ella. No había existido otra persona capaz de sacar lo mejor de mí, o de permitirme ser completamente auténtico.

Y ese era el vacío que siempre había experimentado en cualquier relación que había tenido después. No me sentía capaz de ser yo mismo con mis chistes malos, mis miedos, inseguridades y mi mal humor.

A menudo hablaba de eso con Takeru, quien sostenía que no todo tenía que ser tan terrible, habría muchas mujeres interesantes, divertidas, buenas personas, que estarían dispuestas a aceptarme tal como era, pero mi problema era que siempre me iba tras las conquistas fáciles, tras las que buscaban a la idea completamente idealizada que tenían sobre mí. Para que no me dolieran sus ausencias.

Era perfectamente entendible que en poco tiempo Sora hubiera logrado despertar todos mis anhelos con esa facilidad. Era la única mujer con quien estaría dispuesto a mostrar mis debilidades, y a su vez permitirme a mí mismo ser quien era sin sentirme juzgado por etiquetas o presiones.

Mi celular comenzó a vibrar en el bolsillo.

-Diga.

-Yamato - la alegre voz de Taichi me devolvió a la realidad - ¿Ya estás en Tokio? ¿Sora también?

-Hola Taichi. Si, hemos llegado, ahora mismo estoy esperando que termine de dejar sus pertenencias para llevarla a casa de sus padres.

-Toda esa caballerosidad no es propia de ti.

-Lo sé. ¿Qué quieres?

-Quiero verte. Y también a ella, ¿Sabes? Pero ahora que mencionaste que irá a visitar a sus padres perdí toda esperanza de poder tenerla aquí. ¿Qué dices? ¿Vienes a cenar? ¿Tienes planes?

-Iré gustoso. La verdad es que solo pensaba en llegar a mi departamento y cocinar algo con lo que sea que encuentre allí.

-¿Tu vida ha sido así de deprimente todos estos años?

-Claro.

-Te espero, idiota.

-Nos vemos.

Bueno, acababa de hacer planes. Eso era bueno, detendría mis pensamientos en cascada y me ayudaría a dejar de darle vueltas al tema Sora.

La vi aparecer poco después, con otra ropa y un ánimo más relajado.

-Lamento la tardanza.

-No fue nada -era verdad, no se había demorado ni veinte minutos -¿Cómo estaba el señor?

-Más cariñoso que de costumbre. Creí que me ignoraría, pero por el contrario, ni siquiera me dejaba caminar, casi me hizo tropezar.

Chasquee la lengua reprobatoriamente, fingiendo una irritante arrogancia.

-Típico gato manipulador.

-Mientras no tengas el privilegio de conocerlo, guarda tus palabras y juicios ignorantes.

Me eché a reír y ella me acompañó con las carcajadas.

La dejé en casa de sus padres. Se despidió de mí con un afectuoso abrazo.

De inmediato, me dirigí hacia lo de Taichi.

Debo decir que estaba bastante ansioso por verlo, tanto a él como a Rin. Toda la cuestión del pasado los involucraba también, al menos la falta que me habían hecho.

Llegué a la bonita casa en la que convivían antes de viajar. Al parecer, la hermana de Rin había estado viviendo allí durante los años que ellos habían estado con la misión diplomática.

Fue Taichi quien abrió la puerta, con una enorme sonrisa en su rostro.

Lo abracé con fuerza.

-Enhorabuena, amigo. Ahora puedo saludarte de verdad -me separé palmeando su espalda.

-Ya te estabas tardando – reclamó acentuando su expresión risueña.

-Ha sido un viaje largo.

-Y que haya sido con tu ex seguro te fatigó más -dijo él burlonamente -pasa, que Rin está ansiosa de verte.

Así lo hice, agradeciendo el hecho de que no hubiera insistido en el tema de Sora.

Su esposa estaba en el sillón, cómodamente ubicada con su computadora portátil sobre las piernas.

Levantó la vista cuando ingresé en la sala y sonrió.

-¿Cómo está nuestro padrino favorito?

-Feliz de ver a la futura madre directamente. ¡Enhorabuena, Rin!

Ella colocó la laptop a su lado y se puso de pie para recibirme con los brazos abiertos.

-Se te ve bien, Yamato. De buen ánimo. -dijo ella, siempre más observadora que el resto.

-Lo estoy. Mañana retomaré los ensayos con Knife Of Day. Motivos de sobra para sentirme bien.

-¿Mañana mismo? ¡Excelentes noticias! – dijo Taichi, apareciendo detrás con guantes de cocina.

-¿Tú has cocinado?

-Te sorprenderías de lo mucho que he mejorado en estos años de deprimente encierro cuando había bajas temperaturas.

-¿Esto es real, Rin?

-Si ella sigue viva, es prueba suficiente -dijo Taichi satisfecho de ver a su esposa asentir.

-Ha mejorado muchísimo – afirmó la joven.

-Me someteré entonces.

-Y te encantará – dijo mi mejor amigo burlonamente.

Nos sentamos ante la mesa y cada uno se sirvió su plato. Le di una probada a un pequeño bocado, siendo observado de cerca por Taichi.

Y era cierto. De verdad había mejorado notablemente sus antes precarias dotes culinarias, el cocinero quedó satisfecho de verme comer con ganas.

-Y dime, ¿Cómo estaban Mimi y Koushiro? – dijo cabo de un buen rato en el que estuvimos en silencio.

-Radiantes. Y aparentemente Kyo es un bebé muy tranquilo, les deja descansar.

-Ojalá tengamos esa suerte -dijo Rin sonriendo.

-No te ilusiones, querida. Mi madre ya nos dijo que tanto Hikari como yo estremecíamos el edificio con nuestros llantos.

-Aún guardo esperanzas de que sea tranquilo o tranquila como mi hermana. Porque yo no lo era tampoco. – suspiró ella divertida.

-Pues llegado el momento, se adaptarán. -dije terminando con la comida que quedaba en el plato.

-Y en caso contrario, este cariñoso padrino podrá venir a cuidarlo. -dijo Taichi sonriendo burlonamente.

-Mi carrera depende de una buena salud auditiva – repliqué de inmediato, logrando que ambos soltaran carcajadas.

-Entonces Sora seguramente nos ayudará más. Y no tendrás posibilidad compitiendo contra ella. -Taichi lo dijo de modo triunfal.

-Cuando la criatura crezca, podrá venir gratis a los conciertos de su famoso padrino, y hasta aprenderá a tocar algún instrumento. Nada podrá ganarle a eso.

-A menos que sea deportista – fantaseó mi amigo.

-Sea lo que sea, tendrá la libertad para elegir su camino – Rin dio por finalizado el intercambio con una sonrisa generosa.

-Oye. Ya que trajimos el tema, ¿Cómo está Sora? Mimi estaba muy preocupada por ella, dice que la vio bastante triste. ¿Hablaste con ella? – Taichi se tornó serio y noté que ambos estaban pendientes de cada una de mis palabras.

-Bueno, es cierto que estaba un poco conmovida en el momento, se le juntaron recuerdos y emociones difíciles con felicidad y expectativas por Kyo. Lo cual era perfectamente previsible y creo que la ayudará a superar un poco más todo, fue lo que ella dijo -me encogí de hombros.

-Y eras precisamente tú quien estabas allí. Qué jugada más extraña del destino, ¿No crees?

-No lo sé, creo que la pude entender muy bien y eso también fue un alivio para los dos, no cargamos a nadie con el drama, y en algún punto creo que ambos necesitábamos procesar algo así juntos, hablando de todo con otra perspectiva luego de tantos años.

-Bueno, esa parte me agrada más -dijo Taichi – me alegra mucho verlos llevarse tan bien, y quizás ya era hora, aunque no sea exactamente lo mismo.

Suspiré sin querer.

-Creo que para ti también fue difícil -agregó Rin, muy atenta - ¿Cómo te sentiste tú?

La observé y me quedé pensativo.

-Creo que me centré tanto en que ella se recuperara de la angustia, que ni siquiera me enfoqué en mí.

-¿Y si lo piensas ahora? – continuó con verdadero tacto y una sonrisa amable.

-No lo sé. No fue nada fácil, pero el bienestar de Mimi y Koushiro valía más que todo lo demás. Es evidente que hubo algo de tristeza – recordé el abrazo que Sora me había pedido y la manera en la que se había aferrado a mí, bajo el cielo estrellado mientras yo simplemente me abría a aceptar ese dolor compartido, esa carga que nos había alejado y ahora estaba allí para unirnos.

-Si necesitas hablar de eso, aquí estamos -dijo Rin.

-Y se los agradezco mucho -sonreí – estoy mejor, como Sora, creo que ver que la vida sigue y que todos tenemos derecho a ser felices a nuestra manera, y que la felicidad de otros también puede ser nuestra y ayudar a superar eventos del pasado.

-Y tienes razón -asintió ella.

-A mi me hace muy feliz que mis amigos estén formando sus familias, y debo decir que el hecho de que me hagan partícipe, nombrándome padrino, me ha llenado de esperanza sobre el mundo, que no tiene porqué ser un lugar oscuro sesgado por los traumas del pasado.

-Sabias palabras, Yamato. -dijo Taichi. Estaba emocionado. – y gracias por haber aceptado ese lugar.

-¿Me trajeron aquí para hacerme llorar?

Se echaron a reír.

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-En el caso de esta canción, probé con una trasposición de un tono y medio más grave y la voz me quedó mejor. ¿Qué dicen?

-¿Un tono y medio? – Akira buscó en su guitarra las notas de la nueva tonalidad de la canción -La digitación no es tan complicada. Así que será solo cuestión de práctica para trasladar el solo.

Akane asintió, tomando su lápiz y haciendo un breve garabato en sus partituras.

-Probémoslo – dijo al cabo de unos minutos, mientras ubicaba las manos sobre el teclado y se disponía a tocar.

Hayato marcó el compás con las baquetas y tocó con suavidad mientras los nuevos acordes llenaban el ambiente.

Comencé a cantar y me sentí aliviado, ahora podría estar más confiado y tranquilo a la hora de interpretar. Algunas canciones de Knife Of Day habían sido compuestas cuando tenía dieciséis o diecisiete años, mi voz había crecido bastante y mi registro vocal se había volcado hacia los graves. Poder adaptar las viejas canciones a mi sonido actual sería vital. Agradecía que las letras y temáticas no fueran tontas como las de Wolves, que representaban una época y una madurez completamente diferente.

Hacía ya una semana que nos encontrábamos ensayando todos los días, religiosamente en el pequeño estudio que el baterista de Knife Of Day tenía en su casa.

Se escuchó el sonido de la puerta de la habitación abriéndose, mientras una niña de oscuros ojos rasgados nos sonrió y le habló a Hayato.

-Papá. Alguien ha estado golpeando la puerta.

-¿Hace mucho?

Consulté mi celular de inmediato.

-Es Jen, llegó hace dos minutos.

-Genial – el baterista se levantó y se fue tras su hija. Nos miramos con el resto de buen talante.

-Está sonando todo muy bien. – sonrió Akane.

-Definitivamente – asentí.

Era emocionante estar allí, juntos en el estudio luego de tantos años, trabajando con el mismo ímpetu de antes. Habíamos acordado estos pequeños ensayos para ajustar el sonido general del grupo y comenzar a desmenuzar cada canción para que nos resultaran sencillas de interpretar. Incluso estábamos cambiando algunas pocas palabras de las estrofas para adaptarlas al presente.

La puerta se abrió y vimos ingresar a Hayato, quien de inmediato le hizo una seña a Jen para que entrara al lugar.

-¡Jen! – me puse de pie y avancé unos pasos hacia ella para abrazarla con fuerza, no había podido asistir antes a estas reuniones por otros compromisos, pero allí estaba. -¿Cómo estás? Te prometí ese abrazo por tus gestiones.

-Temía que lo recordaras -dijo ella sonriendo tímidamente. Observó el lugar y saludó a Akane y Akira con la mano. Ellos la contemplaron con curiosidad por su actitud aparentemente tranquila en contraste con su estilo personal inspirado en el metal.

Caminó hacia una silla que el anfitrión le indicó y tomó asiento, extrayendo de su bolso una pequeña computadora portátil.

-Sigan con lo suyo, solo necesito que en un rato me confirmen la lista de las canciones en las que han pensado para el disco.

Asentimos y continuamos con la misma canción que habíamos practicado antes.

Akira se adaptó de inmediato a la nueva tonalidad e hizo el solo de forma increíblemente habilidosa.

Lo miramos divertidos por haberse dejado llevar.

-Lo siento. ¿Fue demasiado virtuoso? -se excusó.

-Demasiado metalero -dijo Hayato – pero no me desagrada. Creo que todos deberíamos poder tocar con nuestro propio estilo adquirido luego de estos años, ¿Qué opinan?

-No sé si sería lo que busca la discográfica – dudó Akane – Podríamos agregar nuestro toque personal en las versiones en vivo ¿No?

-Me agrada más eso, y probablemente será menos riesgoso para las ventas del nuevo álbum. – dije.

Asintieron.

Jen estaba completamente abstraída en sus asuntos, y no prestaba atención a lo que tocábamos. Me agradaba haber reunido a Knife Of Day con ella, porque sabía que el manejo de nuestra carrera estaría mejor orientado y sería más beneficioso.

-De acuerdo -dijo Hayato.

-¿En cuanto tiempo deberíamos tener listo el disco? -preguntó Akane.

Jen dejó a un lado la pantalla que tenía en frente y la miró.

-En seis meses como máximo.

-Lo cual nos va a permitir mejorar un poco estas versiones.

Era un tiempo razonable dado que las canciones estaban compuestas y como mucho solo habría que probar las tonalidades o agregarles algunos detalle mínimos.

Almorzamos más tarde. Cuando consulté la pantalla de mi celular, vi un aviso de mensaje.

Era de Sora.

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Ingresé al departamento de los Yagami, seguido de cerca por mi acompañante.

Yuuki se revolvía un poco nerviosa. Era la primera vez que asistíamos juntos a una reunión en la que hubieran personas de mi entorno. Podría decirse que se la presentaría a mis amigos, agradecí que mis padres no asistieran, tampoco había pretendido que todo fuera tan serio al principio.

Era guapa, llamaba la atención su cabello azul y era bastante alta. También se dedicaba a la música, aunque lejos de ser conocida, se limitaba a cantar covers de bandas de rock extranjeras en un restaurant conocido por sus espectáculos a gran escala.

Había estado todo el día nerviosa.

Saludé a mi hermano a lo lejos, quien se nos acercó de inmediato con una gran sonrisa.

-Yuuki, él es mi hermano -dije de buen humor mientras Takeru se inclinaba respetuosamente ante ella.

-Hola Yuuki ¿Cómo estás?

-Hola, es un placer poder conocerte al fin, Yamato habla mucho de ti.

-¿Gracias? – me dijo Takeru con una mirada burlona – ya ha llegado Jyou. Del resto no supe nada. Hikari está en la sala – nos indicó el camino y fuimos hacia allí, mientras que él se dirigía a la cocina.

Vimos a Hikari con un bonito vestido verde oscuro y su cabello castaño y largo suelto. Con la amabilidad y dulzura que la caracterizaban, se nos acercó para saludar.

-Yamato, ¿Cómo estás?

-Hikari, ¡Feliz cumpleaños! He estado bien, ¿Qué tal tú? Te presento a Yuuki, mi novia.

La homenajeada sonrió cordialmente y le dirigió una sonrisa encantadora.

-Hola Yuuki, ¿Cómo estás?

-Hola, ¡Feliz cumpleaños, Hikari! Encantada de conocerte.

Al parecer todo iba a marchar bien. Nos acercamos a saludar a Jyou, quien había asistido sin su esposa ni su hijo, por encontrarse ellos de viaje.

Yuuki comenzaba a relajarse y sentirse más a gusto, por supuesto, conocía la existencia de Sora, y en algún punto parecía deseosa de verla arribar, lo cual no tardó en suceder.

La vi aparecer por el rabillo del ojo mientras conversaba con Takeru, él permaneció allí, sin querer prestarle atención en ese momento. Aun así la vimos acercarse con una sonrisa, acompañada de su "encantador" novio Mark. Ya habían pasado dos años desde la primera vez que lo había pillado observándome con cara de pocos amigos en aquella fiesta de cumpleaños de Mimi.

Al menos ahora no me consideraba una amenaza, algunas pocas veces notaba que continuaba vigilándome, aunque gran parte del tiempo tenía un trato cordial conmigo. De hecho cuando me saludó en esta ocasión, me sonrió y estrechó la mano de buen ánimo. Sora se abrazó de Takeru y luego me saludó con una sonrisa a mí y a Yuuki, que ambos respondimos con gesto similar.

Se alejaron.

Ahora ya me sentía aliviado. Sin embargo, el caso de Yuuki era bien diferente. Durante un buen rato se la quedó observando furtivamente.

No otra vez. ¿Por qué ahora Yuuki actuaba así? Era una chica tranquila y segura de sí misma. No necesitaba hacer eso.

En un momento en el que se fue al baño, Takeru se rio libremente.

-Tanto Mark como Yuuki han hecho lo mismo, es la primera vez que ese tipo no te acosa con la mirada, y se debe a la presencia de tu novia.

-¿Tan difícil es aceptar que dos ex novios se lleven bien? Tampoco somos mejores amigos ¿Sabes?

-¿No te sentirías igual tú? Yo creo entenderlos, al menos la primera vez, porque lo de Mark es injustificable.

-¿Viste la cara de idiota feliz con la que vino a saludarme?

-"Ahora podré dejarte en paz y no me quitarás a Sora" -Takeru imitó cruelmente al novio de Sora, distorsionando su voz estúpidamente.

Me causó gracia, nadie nos escuchaba así que podíamos burlarnos tranquilamente. Era un alivio, y podría imaginar que si Taichi estuviera allí con nosotros sería capaz de hacerlo. Sabía por mi hermano que al mayor de los Yagami no le caía muy bien ese tal Mark.

Yuuki apareció unos instantes después, con una copa de vino.

-Iré a ver si Hikari necesita algo más, con permiso – se excusó Takeru sonriéndonos a ambos.

Le vimos marcharse. Le señalé la pequeña terraza a Yuuki y nos dirigimos hacia allí. El aire fresco hizo que ella se abrazara a mí.

-¿Cómo estás, preciosa?

-Bien, tus amigos son un encanto, y tu hermano es muy simpático.

-Lo son.

-No sabía que tu ex novia era una famosa diseñadora de modas. Sora Takenouchi.

-¿Ah sí? No sé que hay con su vida, y poco me importa ahora -le sonreí.

-¿No se dedicaba a eso cuando estaban juntos?

-En realidad no, estaba desempleada y deprimida. ¿Tengo que repetirte que precisamente ahora no me importa?

-Lo siento. Es que, todo el mundo la adora, en este rato solo tu hermano se nos ha acercado. ¿Acaso hay algo conmigo?

-¿En serio? ¿Por qué tan insegura de pronto? No significa nada para mí, y si, le prestan atención porque la aprecian mucho, y en tu caso, es la primera vez que te ven. No dejes que te intimide eso.

Me parecía completamente tonto e irreal que planteara eso, nunca había actuado así conmigo, y me estaba irritando.

-Yamato -la voz de Mimi resonó en el lugar, e interrumpió nuestra charla, pero le miré agradecido.

-Mimi, ¿Qué tal?

-¿Y esta chica guapa quién es? -preguntó acercándose y observando con curiosidad a Yuuki.

-Yuuki, soy la novia de Yamato – se inclinó respetuosamente – Mi madre sigue tu programa de televisión y se compró tu libro de cocina, está fascinada.

-Ohhh ¡Eres un encanto! -exclamó mi vanidosa amiga. Sonreí.

-¿A qué han venido aquí? ¡Está helado! Y aparentemente ya cortarán el pastel de nuestra linda Hikari.

-Entremos entonces -dije, dando por terminada la incómoda conversación que había mantenido con Yuuki hasta la llegada de Mimi.

Si había algo capaz de empeorar el estado de incomodidad de Yuuki, era notar que Sora y yo cruzamos la mirada en dos ocasiones. Y estoy seguro de que fue una tonta casualidad. Al parecer, mi acompañante estaba más ocupada observando todo lo referido a mi trato con mi ex novia en lugar de centrarse en el momento que estábamos viviendo.

Comenzó a bufar y mirarme muy seria.

De verdad, aquello me sacaba de mis casillas.

No quería tener que marcharme antes, a no ser por su conducta digna de un crío, me lo estaba pasando bastante bien, y quería aprovechar ese momento para disfrutar de poder conversar con mis amigos, a los que no había visto en los últimos meses por estar de gira.

-¿Quieres tranquilizarte ya? ¿Cuál es el problema?

-No has dejado de mirarla.

-Eso no es verdad.

-¿Acaso tienes alguna conversación pendiente con ella?

No quise doblegarme ante su berrinche, intercepté a Takeru y me excusé rápidamente con él, diciéndole que volvería pronto. En seguida me marché del lugar seguido por Yuuki, quien aun seguía con mala cara.

Comencé a caminar con las manos en mis bolsillos, frustrado por la situación. Ella no tardó en llegar a mi lado y detener mi marcha aferrándose a mi brazo.

-Yamato.

-¿Qué quieres?

-¿A dónde estamos yendo?

-A la estación de tren.

-Lo siento.

-¿No me digas? ¿Por qué de pronto comienzas a comportarte así? ¿Tengo que repetirte que si quise que vinieras conmigo, es porque realmente te quiero y me gustaba la idea de que conocieras a mis amigos? ¿Qué te pasó allí?

-Es que… tu ex no te quitaba los ojos de encima.

-¿Mi ex? Ella rehízo su vida hace tiempo, Yuuki. Si me mira o no, no es mi problema. Poco me importa eso. ¿Vas a seguir bufando y pretendiendo que me excuse por un pasado que existió y no se puede cambiar? ¿Tengo que disculparme por haber tenido una relación de pareja con quien fuera mi mejor amiga tantos años? ¿Eso es lo que necesitas? Pues no puedo dártelo.

Ella no pudo contestar nada ante lo que le dije, finalmente asintió arrepentida. Cedí ante mi enojo y le señalé una plaza con varias bancas para tomar asiento

-Soy muy insegura, Yamato. -dijo ella con la vista dirigida hacia el suelo.

-Y créeme que también yo, pero eso no es algo que alguien más tenga que solucionar por nosotros. -repliqué.

-Tienes razón. Es que, a veces quisiera saber un poco más de tu pasado, y me refiero incluso al que tuviste con ella. Nunca te abres mucho a compartir lo que te sucede conmigo. Tu forma de sentirte y pensar a veces me resulta completamente desconocida.

-Tengo que admitir que es una mala costumbre que tengo, Yuuki. Y me disculpo por eso. Siempre estoy encerrado en mí mismo y pensando mucho, para nunca llegar a decir nada. Es uno de mis grandes defectos – asumí a la vez que ella me observaba con una suave sonrisa.

-Tampoco es que quiera ser inoportuna y molestarte. Usualmente mis ex parejas siempre han sido un misterio, algunos tuvieron hasta doble vida, y eso hace que sea demasiado desconfiada y me cree muchas historias en la mente.

-Y eso no tiene que ver conmigo.

-Tienes razón. No tienes que pagar tú por las infidelidades de otros. Pero a veces realmente me vuelvo loca cuando no sé en qué estás pensando. Y no me lo dices.

-Porque no me lo preguntas.

Nos reímos. Aquello se parecía más a nuestro día a día. Yuuki era divertida, tenía un sentido del humor similar al mío y me daba mucho gusto hablar con ella de ciencias, música y arte.

De pronto todo el enojo se había esfumado.

-¿Crees que sigan en la fiesta? ¿Y si volvemos?

-Es probable que continúen, pero la verdad es que prefiero pasar el resto de la tarde contigo. ¿Vienes a casa?

Ella me sonrió sinceramente.

-Encantada.

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Natesgo: Me llenó de alegría ver tu review! jajaja creo que aquí los dos se hacen los tontos, pretendiendo que no les pasa nada. Mucha confusión, y veremos hasta cuanto les dura! que no todo va a ser tan fácil. Un beso! perdon por tardarme tanto en actualizar! tuve una semana de locos en el trabajo :(

Annavi21: Llegó Kyo y ellos siguen negando todo jaja pero es evidente que sin dudas van a estar mucho más cerca de lo que habrían podido imaginar, cuando nazca también el futuro Yagami! gracias por tus review! Hubiera querido publicar este capítulo antes, pero no lo tenía del todo listo! beso enorme!