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Ciudad Cerezo, conocido como La ciudad que huele a flores o la ciudad de las flores bonitas y fragantes. Ciudad Cerezo no tiene ningún lugar de especial interés, como no tiene gimnasio es una vía para ir entre ciudad Primavera y Ciudad Malva.
En las afueras del centro pokemon estaban God con sus compañeros entrenando (si así se pudiera decir que esquivaran las piedras que le lanzaba su entrenador). Rayo se movía de una forma casi perfecta para esquivar las rocas, lo contrario de Discharger que era un imán para ellas, todas las recibía sin excepción de las pequeñas. El entrenamiento acabo cuando charmander le salieron los moretones, mientras que Rayo traía una botella extraña con un líquido morado parecido a los de las pociones y antiquemar.
— Tranquilo amigo que con esto te sanaras más rápido. — dijo el de ojos carmesíes, esto mientras le echaba la crema en la piel hasta que se vio los moretones desaparecer como por arte de magia, lo cual lo dejo sorprendido al charmander. — Es una medicina especial creado por mi mamá, te sanara los golpes leves. —
Pasaron varias horas hasta que llego Naomi buscando a God, esta al ver a los compañeros del de ojos carmesíes tan agotados se sorprendió bastante.
— Chicos, ya se pasan con ese entrenamiento. Descansen el resto del día. — dijo Naomi algo mandona pero la respuesta God la había ignorado. Entonces por reflejo de su enojo, saco a Wrecker de su pokeball y entonces este al ver a su entrenadora lo saluda intentando morderla pero fallo, ella le ordeno morder a God en la cabeza y este con mucho placer le dio de relleno.
— Muy bien chicos continuemos con el entrenamiento. Vamos muy flojos para el primer gimnasio y además... que les ocurre chicos ¿se me quedo algo de arroz en la cara? — dijo God algo confuso ya que todos los veían raro pero algo confuso y muy sorprendidos mientras que él no se daba que un caimán le mordía la cabeza y el como si nada pasaba.
— "Ehh, God, tienes algo en la cabeza"— le dijo el charmander haciéndoles señas al despistado de ojos carmesíes, este entendió y medio reviso para notar al tipo agua.
— ¿Wrecker? ¿Qué haces? Te puedes hacer daño. — dijo God quitándose de la cabeza y manteniéndolo en sus manos.
— ¿No lo sentiste mordiendo tu cabeza? — pregunto Naomi algo sorprendida.
— Es una larga historia, tal vez algún día te la cuente. — dijo God mientras se rascaba la cabeza y mostraba su sonrisa de simpatía y alegría. Esta solo mostro una sonrisa algo forzada pero aun no entendía al chico de ojos carmesíes.
— Vale. Ya son las dos y ustedes no han almorzado. Ven, vamos a comer. —
— Bueno, de todas formas ya nos toca descansar el resto del día. Discharger necesita reposar para que la medicina haga efecto. — Pues vamos, hay que comer. Entonces los dos entrenadores guardaron a sus pokemon exceptuando al pikachu variocolor. Llegaron con bastante tiempo de sobra, así que pensaron en pasear por los alrededores hasta la hora que abría las inscripciones de los participantes del concurso del día de mañana.
Naomi le iba conversando a God sobre muchas cosas diferentes hasta tal punto que Rayo se quedó dormido en el hombro de God, lo que le dio risa a todos los pokemon ahí presentes. Llegaron a un pequeña tiendita donde se pusieron a almorzar. Naomi se había impresionado por el apetito de God y su pokemon, parecían que no habían comido durante días.
—Parece que tienes hambre. — dijo Naomi, lo cual le respondió God con una sonrisa de inocencia y malicia a la vez.
— Oye, si me tienes que decir algo solo hazlo. Llevas murmurando un hace un rato. — dijo mientras paraba de comer y se limpiaba toda la cara de la pasta que estaba comiendo, la reacción de Naomi fue de sorpresa ya que supo que quería decir. — Puedes preguntarme lo que quieras. Ten confianza. —
— Pues... quería preguntarte sobre lo que paso antes. Es muy extraño que el mordisco de Wrecker no te hiciera nada, como si no lo hubieras sentido. —
— Es que no lo sentí. El mordió la placa. —
— ¿Espera que placa? —
— Ah eso pues... Es una larga historia... Pues la verdad no recuerdo mucho de esto pero de pequeño sufrí un accidente fatal... no me recuerdo porque había pasado y como ocurrió pero si me afectó gravemente. — Dijo God con un tono un poco más calmado y con la cabeza baja, parecía que le dolía no poder recordar nada. — Según me dijeron, pude haber muerto en aquel momento pero por obra divina parece que mi cuerpo fue aceptando el tratamiento. Claro que eso no me devolvería la mitad de mi brazo derecho. –
— ¿No puedes recordar nada? Aunque sea porque paso. — dijo Nao algo confundida pero a la vez muy interesada por lo ocurrido.
— Solo sé que tras todo lo que paso, sufrí bastante ya que tuvieron que meterme una placa de metal en la cabeza y parte en el brazo. Según dicen es mitad metálico mi brazo derecho pero mi tejido orgánico se ha acostumbrado al metal que prácticamente se volvió parte de mí. Pues es así. — Dijo God intentando alegrar un poco la situación aunque no le ayudo mucho, Naomi había quedado con los ojos a punto de salirles unas lágrimas y se había tapado la boca.
— God... yo no... Sabía que… — trato de decir la de ojos carmesíes pero God le toco el hombro para que lo viera y este le mostró una gran sonrisa tratando de quitarle la preocupación de su cabeza.
— No te preocupes. Ya estoy acostumbrado y ahora mi sistema está mejor que nunca. — dijo God animándola para que no se preocupara.
— Ya terminamos aquí ¿Nos vamos? — Entonces puso le dio la mano como había visto en películas algo cursis para su gusto pero lo que vino después es que ella le había seguido el juego aunque para ella no parecía uno.
Mientras tanto...
En la ruta 36, era un día despejado, con una brisa agradable y un sol que alegraba ese día. En esa ruta iba caminando a un ritmo despacio una chica de apariencia a la de 16 años, era de una piel algo pálida, tenía compostura delgada, era alta, se veía su pelo que era una extraña combinación, era catire y a vez tenía el pelo marrón, como el color de la miel, tenía los ojos de un color igual. Llevaba puesta un suéter grueso con cuello de tortuga verdes, un legins algo flojos y sueltos blancos que les llegaba a la rodillas con flores en la rodilla, llevaba unas medias cortas rosadas y una gomas blancas y en un costado tenia marcas de mariposas.
Esta chica caminaba a un ritmo calmado pero algo rápido, parecía tener prisa de ir a un sitio.
Al paso que iba ya había cruzado la ruta, se sentía algo sola ya que no habían muchos entrenadores a esa hora ya que era muy temprano o eso creía ella cuando encontró algo a su desagrado, había habido una batalla entre dos campistas solo que uno estaba burlándose de la otra que estaba llorando, en el campo estaba un raticate encima de un cleffa debilitado.
— Jajaja, eres una bebe, eres una bebe. — se burlaba el campista, lo que hizo llorar más a pequeña. Esta escena era fatal para ella, la extraña chica de miel no pudo seguir viendo he intervino regañando al chico aunque tímidamente.
— Oye, no hagas eso. No por perder significa que lo puedes tratar así. — dijo la chica de color miel con un poco de timidez.
— Oye, tú no te metas o sino terminaras así. — dijo el chico empujando a la mayor al piso, este solo comenzó a burlarse ya que la de ojos miel quiso llorar por lo que le había pasado.
— Jajaja, eres más patética que ella. Debes ser más débil, saca tu pokemon para patearlo de una vez. —
El chico se sentía muy confiado por la actitud de la chica, pero ese fue el peor error de su vida, de la bolsa de la chica miel una friendball se abrió de la nada y entonces apareció un pequeño cuadrúpedo de tipo fuego... y la cosa se puso caliente cuando este al voltear ve las lágrimas de su joven entrenadora, no se logró ver al cuadrúpedo ya que se había cubierto de llamas, Era inmenso y solo se podía ver la forma de una Bestia...
Mientras tanto... Volviendo a ciudad cerezo...
God estaba en una montaña en la playa de esa ciudad, había escapado por un rato para estar más tranquilo, para ser alguien tan impulsivo era raro esos ratos que se daba para pensar y aclarar sus dudas pero esta vez no tenía respuesta a ninguna de ellas, todo era demasiado raro, nunca había pasado por cosas como esas.
— (El extraño cazador, el aura dorada de Discharger, los dolores de cabezas repentinos, la lineball extraña, y las voces pidiendo ayuda, además de esas palabras de él: ¿Que harás? Esto no tiene sentido en absoluto, parece algo de película solo que más raro y tétrico...) — pensó God bastante confuso hasta pensar en lo que paso en el edificio abandonado, la emboscada fallida, la batalla contra el cuatrojos y una pregunta paso por su cabeza y no dejo de dar vueltas.
— ¿Cómo demonios sobreviví? Hasta donde yo se me golpeó una viga y quede aturdido, había un pedazo de metal filoso que tenía mi nombre escrito pero ese brillo salió y como si nada me sentí bien, la viga desapareció y todas las cosas que habían caído alrededor desaparecieron y me encontré con Hadson desmayado pero no tenía ningún golpe, como si hubiera quedado agotado. Al menos que el haya... Desearía saber… — dijo God mientras veía el cielo despejado.
Las palabras habían vuelto a su cabeza y las voces volvieron con un dolor en su cabeza aunque esta vez eran muy leves, casi como en vez de doler parecía que ejercía una precisión en la cabeza hasta que en los ojos de God apareció el pentágono negro. Entonces contemplo todo lo que había pasado en el edificio y vio a Hadson y ese resplandor que salió de él, como lo que vio se fue y God volvió a la normalidad, pero el logro ver lo suficiente para estar claro.
— ¿Hadson me salvo? — susurro God antes de desprender una gran sonrisa— Y yo que pensaba que era un chico normal, es increíble pero le debo la vida a ese niño. — dijo empezando a reír, aun no creía lo que vio pero era cierto y todo entraba en su lugar.
De un momento a otro volvió la presión en la cabeza pero esta vez no podía abrir los ojos, sentía que iba a morir en agonía pero en su cabeza formo unas imágenes y entonces vio algo brillante en el agua, pero antes de acabar sintió un enorme dolor de cabeza y unas palabras casi entendibles.
... Fid e nd take e to te king. Help mdown...
Esas palabras parecían venir de ese extraño brillo azul neón. Apenas se le pudo entender bien pero de alguna forma entendió...
— Find me, encuéntrame… — susurró God y entonces se decidió.
El de ojos carmesíes salto de la roca donde estaba al agua, empezó a nadar profundamente hasta llegar a un nivel muy bajo, se veía como a God se le salía el aire y le costaba cada vez más nadar más profundo hasta que en la arena con la luz del sol God la encontró, un gema de forma circular del color azul neón, era un zafiro del tamaño de una medalla de Gimnasio aunque parecía un poco más grande. God quedo observando la bella gema hasta darse cuenta de algo, necesita aire, entonces tomando la gema salía disparada hasta la superficie...
Había pasado un tiempo y God había vuelto a la orilla de la playa, tenía todas sus cosas y estaba listo para ir al Centro Pokemon pero seguía viendo el hermoso zafiro, tenía esa sensación de valor, el mismo que sintió el de ojos carmesíes en el edificio abandonado, esa que desprendía Hadson. Esto le trajo a la cabeza esas extrañas palabras en esas ingles mal dicho.
God mientras caminaba pensaba en todo lo que había pasado ahora, ya estaba cansado de todo esto, demasiada cosas raras le pasaban. Sin darse cuenta un chico muy conocido lo paro.
— ¡GOD! DESPIERTA. MIRAME. — gritaba un chico de ojos azules. Entonces God se avispo y vio que era Hadson.
— AH, eres tu Hadson. Hola ¿Qué pasa? — Volviendo en parte a la realidad God le esbozo una grata sonrisa para no preocupar al chico.
— ¿Estas bien? ¿Te ves distraído? —
— ¿Por qué lo dices? —
— Esta es tu quinta vuelta a la ciudad y tienes mucho tiempo viendo tu mano. — dijo Hadson antes de ver lo que tenía God y al ver el zafiro quedo sorprendido y a la vez hipnotizado por el brillo de aquella piedra tan preciosa y esto God lo noto rápido.
— ¿Te gusta? La encontré en la costa, en lo muy profundo, casi me ahogo por recogerlo. —
— Es hermoso, nunca vi un zafiro así, parece mágico. — dijo Hadson sin dejar de ver el zafiro.
— Me quitaste las palabras de la boca. — dijo God con una mirada tranquila y serena, algo que carecía bastante.
Tras pasar un rato habían llegado al centro pokemon, pero en el trayecto no fueron tan callados, Hadson seguía haciéndoles preguntas a God y este que se quería quitar las orejas.
— (Por favor, por lo que más quieras, has que se calle o por lo menos arráncame las orejas...) — pidió God con misericordia para que se callara.
— Y ¿No lo sabes? El concurso de mañana lo tuvieron que suspender. —
— ¿¡Que?! Oh no. Que mal. Naomi estara mal hoy, ha estado entrenando mucho para él. — dijo God reaccionando de una manera algo mal.
— Bueno, aunque habrá uno en ciudad azalea en un par de días. Creo que lo sabrá. — dijo Hadson calmando a God.
— Si, eso espero. — dijo God algo nervioso, pero de repente God dio un salto que sorprendió al estudiante de ojos azules. — Se me había olvidado, hoy es el final de la Copa Maestra, Zack el destructor contra el rey de la pista, Destiny, me lo estoy perdiendo, rápido Hadson vamos. — dijo God mientras agarra a Hadson y salía disparado hacia el centro pokemon, al entrar solo tardo un par de segundos para acomodarse en el sofá enfrente de una televisión.
— Oye ¿Cómo va el combate? — le pregunto God a un señor que estaba ahí.
— Asombroso para Destiny como siempre. Ya ha vencido al staraptor, al rhydon y al pangoro de Zack, y Light no ha sudado ni una gota, es obvio que ganara otra vez. –
— ¿Quién es Destiny y Light? — pregunto Hadson intentando saber. Por esa pregunta que tan estúpida para ellos, todos quedaron estupefactos.
— Hadson, Destiny es el campeón actual de la región de Sinnoh y el rey de la pista, el titulo de entrenador más importante de las regiones, de todas las regiones vienen nuevos entrenadores para intentar llevarse la corona y todos sus privilegios. La ha mantenido por tres años junto a Light, su umbreon y el único pokemon que se le ha visto pelear. — dijo God explicándole todo.
— ¿Ha ganado tantos combates con solo un umbreon? ¿Cómo es posible? — pregunto Hadson acomodándose los lentes.
— Lo conocen como el asesino en serie número uno de toda Sinnoh y solo se le ha visto pelear con su umbreon. — dijo uno de los tipos del lugar. — Miren, ya volvió. — Entonces todos voltearon a ver al televisor y había acabado la propaganda.
En el campo se veía a ambos sujetos. Zack parecía un motociclista como todos los demás, mientras que Destiny era un señor bastante alto, estaba vestida de traje negro, camisa naranja y corbata negra, en el traje tenía un símbolo algo peculiar, era del color del oro pero a la distancia no se veía bien, llevaba una fedora negra con la línea de color amarillo, y se veía que su pelo era negro puntiagudo y su mirada estaba cubierta por el sombrero. La apariencia de Destiny era muy similar a la de su umbreon que seguía con toda su energía.
— Comiencen. — grito el árbitro en el televisor.
— Sal ya Gengar. — grito el motociclista Zack con bastante preocupación en su voz. — Onda Certera. — Entonces el Gengar salió de su pokeball y entonces se formó la esfera azul con la mirada en el umbreon, y Destiny solo formo una leve sonrisa.
— Light, Doble equipo y bola sombra. — susurro Destiny sin parar de sonreír levemente. Entonces de un momento a otro, el umbreon se multiplico por 5 rodeando al gengar que se puso nervioso ya que no sabía a quién apuntar, entonces lanzo a uno a de la derecha y entonces el umbreon al que impacto desapareció y entonces se supo que era una copia.
Todas las copias desaparecieron y una bola sombra en forma de bala que impactó y mando a volar al gengar a una gran velocidad a la dirección donde estaba Destiny rozando cerca del e impactando a un muro haciendo vibrar todo el estadio, todos quedaron sorprendidos al ver esto hasta que exploto el público en aplausos y gritos de apoyo para el rey de la pista. En el centro pokemon no se quedaron atrás con los aplausos y lo gritos de ovación aunque estaba la obvia excepción de Hadson que había quedado impresionado por la forma de pelear del de traje y la gran velocidad a la que iba esa bola sombra.
De vuelta en combate...
La multitud seguía enloquecida por el combate mientras que Zack ya perdía la paciencia.
— MALDITO. ¿¡COMO ERES TAN FUERTE?! DESGRACIADO. ES IMPOSIBLE QUE HAYAS ACABADO CON MIS AS BAJO LA MANGA ¿QUE TE HACE TAN FUERTE? RESPONDE. — gritó el motociclista perdiendo la paciencia. Destiny solo empezó a reír mientras pulía con un paño blanco algo parecido a una pistola verde de juguete.
— Alguien como tú nunca podrá entender la fuerza de nuestro lazo. — Dijo Destiny mientras levantaba un poco su fedora para que se le viera la mirada asesina. — Acabemos con esto que tengo cosas que hacer. Saca al siguiente. — Esto hizo enojar al motociclista hasta tal punto de la desesperación se apodero de él.
— ESTOY HARTO DE TI, ACABARE CONTIGO, SALGAN, RAMPARDOS Y MACHAMP. — grito Zack bastante enojado, entonces salieron de esa pokeballs un enorme T-rex de cabeza azul y el musculoso tipo lucha.
— ¡ESPERA! Eso es trampa, dos contra uno, umbreon no podrá. — dijo God saltando del asiento donde estaba. — ANIMO UMBREON, DALE CON TODO. —
De vuelta en el estadio todos empezaron a abuchear a Zack, gritos, cantos groseros y algunos objetos que le lanzaban al campo mientras que el motociclista solo sonreía macabramente. El referee iba a descalificar a Zack, pero fue detenido por Destiny disparando al aire una véngala. Todos se fijaron en él, al parecer estaba calmado pero en su rostro se veía enojo.
— Déjenlo así, Aunque sean uno o un millón no interesara, tendrá el mismo resultado. Hasta me ofende que solo haya sacado dos, pero me da igual. Continuemos con esto que me esperan. — El breve discurso alentó a las masas de fans y el motociclista cayo en desesperación y ordeno a sus pokemon atacar al umbreon.
— Rampardos usa Teztarazo, Machamp usa Fuerza Bruta. — Entonces La cabeza de Rampardos desprendio una luz y empezó a correr hacia el umbreon mientras que Machamp rodeado de una aura marrón y fue a embestir al umbreon. Para el público era impresionante, Light era increíblemente rápido y había esquivado ambos ataques con una gran gracia y agilidad inigualable, Rampardos y Machamp aunque habían fallado los ataques chocando entre si haciendo que Rampardos se debilitara por el ataque de Machamp y el daño secundario del testarazo.
Solo quedaba Machamp contra Light, el público que veía esto estaba completamente fuera de sus casillas aquel combate dominado por Destiny.
— MALDICION ¿QUE CARAJOS PASO? UMBREON NO USO NINGUN MOVIMIENTO. — grito el motociclista perdiendo la cordura.
— No fue necesario, fuiste demasiado estúpido como para mandar a atacar así con el Teztarazo y fuerza bruta, no solo perdiste a tu rampardos sino que heriste más a tu machamp y le bajaste el ataque y la defensa. Si antes pensabas que estabas mal pues ahora perdiste el combate. — dijo Destiny presumiendo con su posición en el combate.
— DEJATE DE PENDEJADAS. MACHAMP CORPULENCIA Y DANZA ESPADA. — grito el motociclista bastante enojado y a la vez desesperado. El machamp de Zack empezó a forzar sus músculos que empezaron a crecer y del machamp salió unas espadas de luz que empezaron a danzar alrededor de él y entonces se vio que su musculatura creció aún más.
— ES UN +3 DE ATAQUE. — grito Hadson bastante asombrado.
— ¿Un + que? — dijo God algo confuso.
— Es que corpulencia incrementa el ataque y la defensa por uno y el danza espada es un ataque que incrementa mucho el ataque más o menos un +2— dijo Hadson.
— ¿Cómo hiciste ese cálculo tan rápido? —
— Es un cálculo básico de competitivo intermedio. Una clase en el Instituto RF, la tuve hace dos años y me saque un 20 pero ese no es el punto, un pokemon solo puede incrementarse hasta seis, ese sería el limite pero aun así ese sería un daño extremadamente fuerte, no creo que umbreon lo soporte, él es defensivo especial. — dijo Hadson en voz baja para no molestar a los demás. — Al menos que tenga... — Entonces Hadson se acordó de algo.
De vuelta en el Estadio...
Machamp había forzado y su entrenador le ordeno usar demolición continuamente pero ni una sola vez ya que este lo esquivaba sin alejarse del tipo lucha pero Destiny con esto ya estaba cansado de esto.
— Felicidades, te graduaste de la universidad de idiotas. — Dijo Destiny perdiendo la paciencia. — Light, acabalo, Juego Sucio. —
Umbreon para de esquivar y tomo distancia con el machamp, entonces sus ojos amarrillos empezaron a resplandores y una aura morada oscuras lo rodeaba, entonces empezó a correr a una gran velocidad. Todos quedaron impresionados al ver que el aura se hacía más espesa y la energía cubrió por completo a Light mientras seguía corriendo. La tacleada dio de relleno mandando a volar a machamp como a todos los demás, aunque el tipo lucha no solo impacto con el muro sino que rompió el muro por completo y siguió hasta llegar cerca del público rompiendo el suelo de concreto. La multitud estallo de alegría por aquel resultado, gritos cantos y más se escuchaban, Destiny era ovacionado mientras este no levantaba la cabeza sino que solo saluda con la mano quieta lo que alboroto mucho más al público.
En pueblo cerezo...
Todos los que habían visto el combate estaban celebrando la victoria de Destiny, aunque había uno que quedo sorprendido y a la vez preocupado al ver eso.
— Hadson ¿Puedo preguntarte algo? — dijo God sin dejar de ver la pantalla del televisor. Este quedo sorprendido por el momento que le pregunto eso.
— Eh, si claro. —
— ¿Que es Juego Sucio y que efecto tiene? —
— A pues... Juego sucio es un ataque tipo fantasma, según se, mientras más grande sea el ataque más daño hará esa tacleada. ¿Pero porque lo preguntas? —
— No por nada. — dijo God aun preocupado, algo que noto Hadson al ver al chico optimista así.
De vuelta en el combate...
Zack estaba eufórico golpeando el sol sin saber que Destiny se acercaba lentamente.
— Parece que gane, aunque no fue tan difícil de saberlo. — dijo mientras se acercaba con una sonrisa algo confiada, Zack estaba a un punto frenético que intento dar un golpe a mano cerrada a Destiny, pero este se había adelantado, Destiny había esquivado el golpe y estaba detrás de Zack apuntándolo con su pistola por la espalda y dejándolo inmóvil.
— Te diré tres cosas en que fallaste. — Dijo mientras sonreía y ponía su dedo en el gatillo. — Uno, fuiste demasiado descuidado con tus pokemon, estabas tan concentrado por hacernos daño que ignoraste sus sentimientos, ese fue tu primer paso. —
— Dos, al hacer trampa distes tu segundo paso, no tenía pensado usar juego sucio pero quería darte una lección. —
— Y tres, tu destino fue sellado cuando perdiste la calma, hay cavaste tu tumba. — dijo mientras empezaba a apretar el gatillo. — Pulso... Umbrío... –
El disparo se oyó pero la escena brillo un destello oscuro que duro apenas unos tres segundos, al ver otra vez Destiny se iba alejando del motociclista inconsciente, el rey de la pista se dirigía a la salida iluminada despidiéndose levantando la mano saliendo del estadio.
Mientras tanto... en ciudad cerezo
Todos quedaron asombrados por eso pero sobretodo God, este aún estaba en shock por aquel ataque fantasmal.
— (Juego Sucio, se parece al Placaje Elec... No quería ver ese movimiento otra vez. Ese ataque de nuevo, no, no es el mismo...) — susurro God aún bastante alterado.
— God ¿Estas bien? — pregunto Hadson algo preocupado por el, este solo le sonrió de manera típica de él, aunque eso no cambiaba así que se fijó en la pantalla y vio que estaban en una entrevista por teléfono al rey de la pista, era más o menos larga pero solo una pregunto le intereso a God.
— Señor Destiny. Por favor díganos ¿Cuál es la forma de hacerse tan fuerte según usted? —
— Jajaja, eso es algo que cada uno tiene que aprender a su manera. Algunos aprenden a la primera, otros mejoran tras cada derrota que tienen, y otros tras perder algo o alguien importante para ellos se vuelve fuertes. –
— Pero qué consejo le darías a los demás. —
— Si, una cosa. De un ideal se crea un sueño, del sueño nace la esperanza, de la esperanza se forja el valor, del valor surge el espíritu y del espíritu empieza la leyenda. Aceptare retos de entrenadores donde y cuando quieran, si me encuentran. — Entonces se oyó un crack, Destiny había destrozado el teléfono y la llamada se había trancado.
— Este... bueno, damas y caballeros, el rey de la pista, Destiny ya ha dicho, si lo encuentran a aceptado a tener una batalla cuando y donde quieran. Esto es todo por hoy, nos vemos mañana en la misma hora y en el mismo canal. —
En ciudad cerezo aún seguían hablando y otros seguían celebrando mientras que uno estaba decidido.
— Lo enfrentare. — dijo God entusiasmado al tope y saltando de donde estaba sentado. — Algún día, voy a enfrentarlo. –
La historia continúa y God ha obtenido su espíritu de vuelta...
En la ruta 36, una gran parte de la ruta había quedado quemada y algunas plantas muy chamuscadas, una chica estaba algo enojada pero estaba muy triste por todo lo que había pasado, el campista y el raticate estaban vendados dentro de una campaña y la campista y la chica miel se estaban despidiendo en la salida.
— En verdad lo lamento por todo. No... Quería que pasara todo esto. — dijo la chica miel con bastante timidez algo arrepentida.
— No te preocupes, estas cosas pasan. Además, yo tengo que agradecerte, mi hermano enloquece algunas veces. — dijo la campista animándola. — Además, me agrada mucho Natsu, es muy bonito y fuerte.
— Ah... si... gracias... — dijo mientras se sonrojaba levemente. — Bueno... me tengo que ir... Entonces salió caminando y despidiéndose igual que la campista.
— Natsu... Sal por favor... — dijo mientras hacía salir a un pequeño tipo fuego que empezó a ladrarle animadamente.
— Natsu, te dije que no llames la atención, hay gente mala que busca a pokemon raros como tú, no debes dejar verte así— dijo la chica de color miel algo enojada y un poco más tranquila, el cachorro lo tomo algo mal y se había puesto triste, había hecho enojar a su querida entrenadora— Y por el otro lado... — Entonces la entrenadora abrazo con mucho afecto a su cachorro. — Gracias por defenderme, eres mi pequeño guardián, Natsu. — Entonces este se devolvió el afectuoso abrazo.
— Bueno, ya es hora de irnos... Falta poco... — dijo mientras sonreía algo sonrojada y cerraba sus dulces ojos de color miel y juntaba sus manos tocándose el corazón — (Para... verte... Crim…) — dijo mientras sonreía de una manera muy dulce mientras se sonrojaba más.
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