"No debo deprimirme por perder algo importante, sino aceptarlo con una sonrisa y poder crear grandes recuerdos"
Hadson (H)
I. Té y Destino
La luz de la mañana levemente pasaba por las blancas persianas llegando a iluminar el rostro de aquel chico sacándolo de su reparador sueño, poco a poco empezó a abrir sus extraños ojos rojos, fueron los segundos los necesarios para que los recuerdos de lo que había pasado lo hiciera de verdad despertar.
— ¡Chicos!— es lo único que pudo gritar mientras se levantaba de la cama para luego caer de nuevo por un gran dolor pasar por su cuerpo devolviéndolo a donde estaba. — ¿Qué me pasa? –
Un gran dolor pasaba por su cuerpo. Nunca había sentido tan pesado su cuerpo, casi como el mismo se estuviera destrozando por dentro. Sus órganos se estrujaban como si se devoraba así mismo, mientras que sentía un gran dolor en su pecho. God trato de mantener la respiración Un suave sonido como de una campanita repico en su lugar, y poco a poco sintió como aquel dolor pareció dispersarse. Un sentimiento de calma resonó en su interior con solo aquel leve sonido.
— Buenos Días. — escucho una profunda voz. God al subir la cabeza veía que no estaba solo en esa habitación. Con una sonrisa tranquila en su rostro, estaba aquel hombre en esmoquin y una fedora decorando su cabeza que le había entregado el Beedrill. — Hay una cosa importante que hablar contigo. –
El par de ojos de luz silente como de luna llena veía con cierto orgullo a God mientras levantaba una taza de porcelana.
– ¿Te importa tomar té conmigo por unos minutos? —
— Es usted. Entonces no fue un sueño la otra vez… dijo sorprendido a lo que con más cuidado que antes se levantaba. – En verdad es el Rey de La Pista. Eres Destiny. —
— Sabes después del conflicto en Ruinas Alfa pensaba que despertarías hasta dentro de mas días, y no dos días después.— dijo mientras señalaba con la mirada la mesa junto a la camilla en donde God estaba. En aquella mesa podía ver las pokeballs de su cinturón y ropa preparada para él. – Eres más duro de lo que pensaba, pero en la mayoría has llenado mis expectativas. –
— ¿Dos días eh? Bueno mucho mejor que antes. — dijo God recordando con un sudor frio aquella vez que jugo el tiro al blanco y de repente sintió un poderoso Hiperrayo. – Creo que entiendo porque todos me sigue preguntando como diablos seguía vivo. –
— Es normal la diferencia. – dijo Destiny tomando otro sorbo de su te. – Después de todo, él ahora está contigo. —
— ¿Eh? ¿Conmigo? ¿Quién?— God dudaba hasta que con el choque con uno de los tubos de la camilla y el sonido de un golpe seco vio como en su muñeca se encontraba en un aro negro una piedra preciosa de un color rojo intenso. Con solo verla, la cadena de eventos pasó por su mente. La mirada cansada de God mostro tristeza al recordar como el profesor Napol se había ido. – Oh… Es verdad… Eso paso. –
Aquella joya poseía unos tonos de colores rojos y magentas que se mesclaban en un vórtice de colores oscuros mostrando un gran colapso como la unión de cientos de agujeros negros vinculados entre sí, el chico veía asombrado e hipnotizado el gran espectáculo de luz que solo él podía ver.
— Si supieras que es realmente cambiarias de parecer. — dijo con una sonrisa maliciosa a lo que tomaba otro sorbo de su té, al oírlo el chico se quedó algo más confundido.
— Esto Señor Destiny...—
— Dime DD. — dijo a lo que tomaba otro sorbo. – Al parecer todos se vuelven loco si escuchan el nombre Destiny por las calles. —
— Bueno… Señor Dd, ¿usted sabía que todo esto iba a pasar? – God veía con seriedad al hombre vestido para hacer negocios enfrente de él. – ¿Por eso me envió con el profesor diciéndome que así descubriría lo que me pasaba? —
— Había una posibilidad de que algo pasara, pero no esperábamos dicho desenlace. – Aclaro Destiny mirando a God mientras se limpiaba con un pañuelo que llevaba consigo. – Mi misión era darte esas indicaciones y estar preparado por si había necesidad de intervenir, fueron órdenes de más arriba. Por favor, te pido que no tengas rencor por lo que paso. —
— ¿Ordenes? ¿De quién? —
— Me temo que no te lo puedo decir antes de que culmine la investigación. — dijo tranquilo a lo que el otro despertó su interés. — Solo puedo decirte que aparte del profesor Napol y Cyrus no hubo ninguna baja. Todos los demás ya fueron dados de alta por el servicio de Laboratorios Boreal. –
— ¡¿El profesor Boreal está aquí?! —
— Así es. Hemos pedido su ayuda para descubrir de manera científica que fue lo que sucedió en las Ruinas. —
- Aquel pilar es algo que no se ve todos los días, ¿No lo crees? Me pregunto qué tanto seria el caos en toda la ciudad después de aquel evento. Sería muy problemático para todos que los rumores se esparzan como pólvora sin saber todo ¿No lo crees? –
Con una mirada maliciosa, God entendió el punto solo asintiendo al respecto.
— Me alegro que lo entiendas a la primera.
— ¿Y qué hay de los demás? – preguntaba God exaltándose un poco. Por favor, díganmelo ¿Ellos están bien? —
Los ojos rojos del chico parecían estar a punto de llorar cuando el tema de los demás heridos cruzo su mente. Para Destiny, era como ver a un chico preocupado por el bienestar de otros cuando era el quien había sufrido el daño más severo.
— No hay nada de qué preocuparse. Solo fueron unos pequeños raspones aun para la joven Etern. Todos están abajo respondiendo algunas preguntas acerca de lo que paso. Dijo Destiny a lo que tomaba otro sorbo. – Bueno, todos excepto la joven Etern, hasta hace una hora se había quedado sentada a tu lado esperando a que despertaras, le sugerí que fuera a descansar ella también y yo le avisaría cuando despertaras. Así que por favor disculpa si te pido que nuestra conversación la mantengas entre nosotros. —
— Ya veo… Qué alivio. – Como si le hubieran quitado un gran peso de encima, God pareció por fin tranquilizarse mientras tomaba por fin el primer sorbo al te enfrente de él. Aun estando amargo, no pareció quejarse mientras daba las gracias. – Puedo preguntarle sobre mis pokemon?—
— Los cuatro están en el escritorio de ahí. Tu pikachu variocolor ciertamente odio la idea de usar una pokeball provisional para curarlo, peor… — dijo Destiny mientras que God por fin se daba cuenta que Rayo estaba de brazos cruzados dormido. Parecía que incluso ahora estaba haciendo guardia. – Fueron recuperados completamente así que no te preocupes por su salud. –
— Ah… bueno, entonces creo que esta bie... ¡¿Espera Cuatro?! — Dijo sorprendido a lo que hacía un recuento en su cabeza viendo que las cifras no concordaban. — Pero yo solo tengo tres compañeros…—
— ¿Lagunas en tus recuerdos? Quizás otro efecto secundario de tu despertar. – decía Destiny mientras se acariciaba el mentón ante la duda. Aunque God tenía preguntas, no entendió ni jota de lo que se refería. – Permíteme preguntarte, ¿Qué es lo último que recuerdas?—
— Pues que estaba en un combate con ese extraño pokemon que no me acuerdo y perdí, pero volví a combatir, gane y...— decía God a lo que paro en seco a lo que uniendo las piezas del rompecabezas en su cabeza entendió. — Lo capture… Yo… ¿Lo capture? —
— Así es, capturaste al Legendario Suicune. — dijo con una sonrisa algo siniestra en su rostro mientras que el ojo carmesí apenas podía mantenerse tranquilo puesto. – Felicidades, chico. No muchos pueden decir que tienen un pokemon legendario en su equipo. Me imagino que debes tener emociones contradictorias ahora mismo. –
—Bueno… Sí, claro que las tengo… Yo atrape a Suicune, él es mi Cuarto pokemon… — decía incrédulo a lo que miraba sus pies. — ¿Cómo es que pude atraparlo?—
— Entonces de verdad no recuerdas nada de lo que paso. – decía Destiny mientras tomaba otro sorbo de su taza. –No debo culparte. Fue tu primera vez, aunque fuera de forma incompleta. —
— Espera ¿Despertar? No entiendo. —
— Tranquilízate y te explico. — decía lo que se levantaba de donde sentado estaba. — Todo lo que paso en las Ruinas se debe a Ryuu. Esta es un ser antiguo que ha pasado toda su existencia encerrada en lo que tienes en la muñeca. Es difícil decir que es un monstruo como los pokemon que llevas en tu cinturón, pero tampoco diría que sea algo que aun podamos describir más que como un error natural. –
Destiny podía ver como en la cabeza de God salían signos de interrogación.
– Puedo resumirlo en que es un ser que está dormido, y debe ser protegido para que no despierte. – Dijo Destiny de manera seria. – Es una historia bastante compleja, y solo tengo permitido decirte que la piedra a partir de ahora estará pegada a ti para siempre. Considérala como otra parte de tu cuerpo como una mano que te apoye. —
— ¿Espere qué? – diciendo eso bastante sorprendido God empezó a forzar el aro de su brazo tratando de sacarlo pero no cedía, hasta verlo de cerca noto que el aro estaba literalmente unido a su muñeca o explicado de otra forma, el aro tomo la forma de la muñeca y se adhirió a ella. God intentaba sin parar pero el resultado siempre era el mismo mientras que Destiny solo se limitaba a ver entretenido, aun con la gran fuerza que tenía God separar ese aro de él sería imposible. ¿No me lo puedo quitar?—
— Cuando termines de caminar en círculos me avisas. — decía sarcástico a lo que tomaba otro sorbo de su té.
— ¿Cómo es que se pegó a mí?— decía entre jalones pero era inútil.
— Es lo que pasa al firmar el Contrato. —
— Pero no firme nada para tener esto. —
— ¿Acaso no fue que pediste más poder cuando estabas allá abajo?— dijo algo más serio a lo que tomo la atención de God, no por la forma que lo dijo sino por lo que había dicho. – Pediste una oración a los vientos, y fue respondida. Aquel milagro ocurrió, ¿Recuerdas? –
— ¿Pedir poder?—
— No importa el motivo porque lo hicieras. — decía Destiny con una mirada fría hacia el aro que tenía en su muñeca. – Intentabas tomar la piedra porque querías su poder. Anhelabas proteger, y él te lo concedió. —
— Espere un momento, no entiendo muy bien esto del Contrato…—
— Un contrato es un pacto que se forma en un hechizo o sello en diferentes formas. – Aclaraba Destiny mientras cruzaba sus piernas. – Este mundo está hecho de materia, pero tanto la naturaleza como los seres que viven en ella desprenden energía, y los contratos son sellos que pueden controlarla. —
— Entonces los contratos son eso, pero como es que logre hacer uno con esta cosa. —
— Ryuu necesita cada cierto tiempo un guardián que lo proteja. – Aclaraba Destiny. – Desconozco mucho sobre el tema, pero dudo que no hubiera propuesto darte una mano a cambio de nada. Como tú necesitabas de Ryuu entonces él te aceptó para que fueras su guardián. –
— Espere, por favor. No estoy entendiendo bien… Entonces me volví por accidente el guardián de este aro. O lo que sea que hay dentro de él. — Decía God tratando de entender. — Pero hay algo que no entiendo. —
— Desde que comencé mi viaje he tenido extrañas pesadillas, principalmente he escuchado esos susurros pidiendo ayuda. —God explicaba aquellos detalles buscando respuestas, y Destiny se mantenía tranquilo mientras oía sus preocupaciones. – Intente ignorarlo, pero cada vez era más fuerte, como si me estuviera guiando hasta ellos. Ahora porque tengo el presentimiento que todo esto y todo lo que me ha pasado es porque esta cosa me ha estado guiando hacia él. Es ridículo, ¿No es así?
Aún hay muchas cosas que no entiendo y la verdad no entendí la mitad de lo que dijo, pero si este es el precio que debo pagar por haberme ayudado a salvar a mis amigos entonces lo acepto. —
El cambio repentino de actitud que tuvo God impresiono un poco al sujeto en gala.
— Pero me gustaría saber ¿Por qué me eligió a mí? —
— Es una larga historia, solo te puedo decir que Ryuu no lo hizo al azar. – decía a lo que iba a tomar otro sorbo pero se le había acabado el té por lo cual se retiraba de la habitación alarmando al chico. – Digamos que vio algo muy familiar en ti de sus antiguos guardianes. Un mero capricho si se puede decir en pocas palabras. —
— ¿Es hora de ponernos de nuevo en movimiento no crees? No te preocupes me mantendré en contacto contigo, aún hay cosas que debemos descubrir como para quien trabajaba el Profesor Manuel Cyrus. — decía a lo que salía de la habitación.
— Espere quiero ayudar ¿Qué debo hacer ahora?— dijo God a lo que Destiny paraba en seco tardando unos segundos responder.
— Solo cumple Tu Propósito, sigue adelante, pero ahora ten cuidado pues habrá gente que quiera poner sus manos encima de ese aro, le he puesto un sello especial por lo cual no liberara energía que sea rastreable así estarás bien ante esta amenaza.— decía a lo que salía para luego volver a detenerse.— Ah y otra cosa, el momento en que oíste sus voces, ya sabes, pidiendo ayuda, guárdalo en el fondo de tu corazón pues será la clave para que liberes tu potencial, créenme esto no es una maldición, Imagínalo como Una Mano que proteja a los que quieres.— diciendo eso se retiró del lugar dejando a God con más dudas que respuestas, pero aquellas últimas palabras fueron lo que hicieron recordar esas palabras.
— "Una Mano que proteja a los que quieres"— repitió God recordando donde había odio esa frase. Saliendo de la cama busco en el lugar hasta encontrar el viejo cuaderno de antes, entonces yendo directo a una página específica del gran cuaderno encontró la razón.
— Aquí esta, "Mano del Cielo"— dijo a lo que veía un extraño "dibujo" puesto era un montón de garabatos. —
Descripción:
Técnica de defensa. Esta toma el refrán " La mejor defensa es un buen ataque" literal, para ella se requiere aprender un movimiento con el nombre "Garra" o "Mano" para que funcione, carga energía en la mano, después expúlsala para crear una mano luminosa gigante por encima de su cabeza, para más tarde lanzarla con fuerza contra el ataque enemigo, deteniéndolo y absorbiéndolo. Técnica Lograda.
Era lo que decía en la página de la libreta hasta que en lo más abajo estaba escrito con una letra diferente.
— "La Mano que te ayudara a proteger a tus seres queridos."— era lo que decía y abajo tenía la marca de una X en color negro mientras que la letra estaba escrita a lápiz. God quedó incrédulo de que aquel sujeto que era muy conocido como un gran entrenador profesional supiera aquella frase que estaba escrita en la libreta privada de su abuelo trayéndole a la cabeza…
¿Quién era él?
II. Vientos Tranquilos.
— Y eso es lo que ha estado pasando. — decía Hadson a una mujer joven de cabellos grisáceos con ojos azules y ojeras bajo estos.
— Entiendo la situación. Parece que al final tuviste algunos problemas pero me alegro que estés bien. — decía fría y serena la mujer. — Por cierto Hadson, ya ha concluido tu plazo de tiempo, te he mandado el boleto del vuelo que será en dos días, es hora de que vuelvas a Sinnoh, a la Academia. —
— Si entiendo. —
— Lamento ser yo quien te tenga que decir la verdad pero tengo la promesa de cuidarte como tu tutora, no podrás continuar tu viaje con ellos en Johto. —
— Si entiendo. Bueno, muchas gracias por dejarme hacer este pequeño viaje de descanso Señorita Reine.
— No tienes que agradecerme, te lo ganaste tú mismo. Bueno hasta muy pronto. —
— Adiós. — diciendo esto Hadson corto la video llamada en el PC, dándose vuelta alejándose lentamente de la maquina con un expresión llena de tristeza, pensando que perdería una gran oportunidad de estar con esos amigos y que de nuevo volvería a estar en su típica soledad.
— ¿Estas bien Hadson?— escucho el ojo zafiro a lo que volteo y vio a Naomi junto a Amber...
— Te ves algo triste. — termino de decir Amber con un tono más bajo que el de la ojo amatista.
— No es nada no se preocupen. — Decía a lo que forzaba una sonrisa. — ¿Hay saben algo de God?—
— Lo mismo que tú, que hoy despertó y le darán de alta. Fue muy amable el Señor Destiny encargarse del asunto. — dijo Naomi intentando animar el ambiente.
— Si pero quisiera ver también que paso con God. —
— Bueno, pues estoy en buen momento, ¿no creen?— se escuchó una voz a lo que voltearon los tres al ver al chico en sus chamuscada y destrozada ropa vendado en su brazo derecho. — Hola chic...— fue lo último que pudo decir antes que estando desprevenido fue tumbado por Hadson lanzándose encima.
— ¡God! Lo hiciste. Capturaste a Suicune. — decía Hadson moviendo a God quien trataba de calmarlo.
— Hadson tranquilo ya tranquilo, acabo de despertar no me mandes otra vez a descansar. — decía God intentándose soltar.
— Tengo tantas preguntas que hacerte ¿Cómo hiciste para hacer tantas copias de Discharger? Olvida eso ¿Cómo hiciste para que fueran sólidas y no solo ilusiones? ¿Puedes mostrarme esa combinación que hiciste con Discharger? Era como un combo de ese juego "Pokemon Battle Street" Y Lo atrapaste con esa pokeball y esos rayos de luces. — decía cada vez más emocionado a lo que en la cabeza de God su imagen se hacía cada vez más grandes mientras que God empezaba a sudar más y más.
— Cálmate Hadson, déjale respirar. — decía Naomi a lo que tomaba al chico de la cintura mientras se resistía intentando volver a atrapar a lo que God le agradecía de verdad a Nao.
— God—kun ¿Te encuentras bien?— al escuchar a esa suave voz el joven se sorprendió al ver a aquella chica color a su altura viendo con sus grandes ojos miel al chico.
— Si Amber—san no podría estar mejor. — decía a lo que doblegaba su brazo derecho mostrando su entusiasmo, la joven color miel tomo con delicadeza el brazo derecho donde estaba vendado.
— ¿Seguro? ¿No te duele?— decía suavemente mientras veía la herida.
— No te preocupes por esta pequeñez. — Decía poniendo su mano en la cabeza. — Mira te enseño, ya debe estar recuperado por completo. — decía calmado a lo que se quitaba la venda confiado, Amber tenía su mirada fija en la herida y tanto Hadson como Naomi observaron. — Hey ¿qué pasa chicos? Sé que es sorprendente pero tampoco pongan esas caras. —
— God—kun tienes una gran herida. — Aquellas palabras tomaron la atención del chico volteando a ver que en su brazo poseía una gran cicatriz de un zarpazo en el medio de su brazo.
— La herida fue profunda, los tejidos fueron cortados pero parece tener rastro de quemaduras por el color de la parte inferior, amenos parece que no daño ningún daño a algún nervio y tampoco llego a golpear el hueso. — dijo Naomi a lo que veía la cicatriz.
— Nao no sabía que supieras de medicina. — decía Hadson sorprendido.
— Ah esto, es algo que leí hace mucho en unos libros de medicina. — decía Naomi con una leve sonrisa a lo que volteo más seria hacia God.— Cambiando de tema, este tipo de heridas son bastantes graves como para que te hayas recuperado tan rápido, aunque no sé si debo sorprenderme pues eres el mismo que cuando conocí estaba destrozado y el mismo día estaba listo como si no hubiera pasado nada.—
— Que te puedo decir, es algo raro que tengo dentro. — Decía God rascándose la cabeza mostrando una sonrisa aunque fuera un poco forzada recordando cómo se había hecho esa cicatriz. —...Pero si yo tengo aun esta marca entonces Disc debe también tener la una cicatriz en el estómago por haberme protegido. — diciendo esto God recordó la escena de su pokemon interponiéndose de que recibiera ese fatal ataque.
— Hey no es que me queje pero ya el suelo se siente algo duro, y si nos sentamos mejor a hablar en una mesa— decía God tratando de calmar aquella situación un poco sofocante.
Dicho esto los cuatro fueron a una sala de espera del centro pokemon donde God puso al día a los demás. Tanto Hadson como Amber andaban confundidos por la cantidad de nueva información más Naomi mostraba un mayor esfuerzo en analizarla y comprender aunque eso sí, quien se guiaba por las ramas de la ciencia le costaba de verdad creer en eso de la magia, todo tiene una razón lógica y científica aunque en este caso de verdad no veía por donde sostener su teorías.
— Y eso fue todo, la verdad yo también estoy algo confundido con todo esto, por ahora solo sé que debo llevar esto conmigo de ahora en adelante. — decía God a lo que mostraba la piedra junto al extraño aro. Hadson solo se acercó más a ver qué era eso que aparte de la increíble historia observo que aquel aro negro era una gran joya de decoración.
— Es interesante que una clase de energía comprimiera las moléculas solidificándose en una cubierta parecida al cristal que mantiene dentro una múltiple cantidad de cadenas de reacciones que se manifiestan en esos leves destellos, es de una manera científicamente imposible que pase. — decía Naomi a lo que veía el aro de diferentes lugares mientras observaba intrigada pero a la vez confundida.
— Naomi puedes traducirlo a español. — dijo Hadson perdido en la luna.
— Que es imposible que se creara de la nada una gema así, tendría que ser tras poner bajo altas temperaturas a un mineral específico para que esto suceda. — dijo Naomi serena a lo que intentaba analizarlo.
Tras oír todo God recordaba levemente las cosas que habían pasado en las ruinas, cuando el profesor Cyrus hirió a su compañero sintió una gran ira y frustración por dentro y sin saberlo el también sentía un gran ardor saliendo de él, era como en ese momento manifestó sus emociones, siendo esa aura de aquella vez una forma más física y comprimida de sus sentimientos negativos.
Pero también el momento en que había el profesor se había despedido y desapareció en un halo de luz sentía una gran impotencia, era como repetir aquel día otra vez, impotencia, frustración, tristeza, Desesperación, enfrente de él se había ido otra persona y sin poder hacer se lamentaba a lo que su espíritu se perdía en la tristeza. Pero luego llego otra duda a su cabeza.
— Chicos ¿Ustedes cuando estábamos en el problema de las ruinas me estaban llamando?— pregunto God con un tono profundo lo que llamo la atención de todos, al ver su mirada seria entendían que hablada con seriedad, Hadson volteo a ver tanto a Amber como a Naomi preguntándose si lo habían hecho también.
— God-kun...—
— ¿Cómo lo sabes?— pregunto Naomi sorprendida.
— Pude... escucharlo.— dijo cabizbajo a lo que volteaba a verlos.— Chicos ustedes fueron los que me hicieron reaccionar cuando estaba ahí abajo, cuando el profesor Napol se fue de verdad perdí la cabeza ahí, no podía soportar haber perdido a alguien más.— Diciendo esto los otros tres se le quedaron viendo al chico quien tenía una mirada profunda.
— Pero en ese momento pude escuchar sus voces, ustedes me hicieron recordar que aún no podía rendirme por eso, debía ser fuerte y no rendirme cuando aún ustedes confiaban que volvería. — decía mostrando su sonrisa típica a los otros tres. — Quien sea quien me ayudo le estoy agradecido y si a cambio de eso me pide que cuide de esto entonces lo hare, es lo menos que puedo hacer. —
Al escuchar nombrar su nombre el joven volteo para ver tanto a Naomi y a Hadson algo conmovidos como a Amber sonriéndole dulcemente más cerca, al pensar en lo que dijo soltó una carcajada alegre.
— Jajaja lo siento, a veces pensando en voz alta. — Decía a lo que se rascaba la cabeza, por esta reacción Naomi soltó un leve suspiro para sonreír al igual que Hadson. — Por cierto haya abajo creo que también oí la voz de Zeke ¿Dónde está ahora mismo?—
— Ah el tipo de la otra vez, era el menos herido, me dejo revisarle, solo tenía un golpe en la cabeza y una torcedura de tobillo izquierdo. — dijo Naomi contando con su mano lo que tenía. — Aunque siendo sincera creo que está herido más en el orgullo que en lo físico. Según lo que me conto en el combate se le descompuso su visor y estaba realmente molesto. Creo que sigue molesto contigo, God. —
— ¿Por qué crees eso?—
— ¿Pues tu eres el entrenador de suicune no es así? Me conto que se vengaría del que lo golpeo y daño su preciado visor, que lo acabaría hasta que se haya arrepentido de haber hecho lo que hizo, seguramente debe haber ido a entrenar para enfrentar a suicune de nuevo. — dijo Naomi algo simpática lo que hizo dudar un momento a todos, pero Hadson tuvo una expresión diferente puesto el entendía que Zeke no se refería a una revancha contra suicune sino una venganza contra él.
— Hadson-kun ¿Te encuentras bien?— pregunto Amber.
— Si si si estoy bien Amber-san ¿Por qué no lo estaría? —
— Estas temblando, sudas mucho y literal tienes la cara azul. — término de decir God algo curioso.
— Ah no nada, es que me acabo de acordar de una película de horror que me vi. — decía a lo que en la cabeza de Hadson aparecían varios escenarios hechos como dibujo de como Zeke se podría vengar de él.
— Mmmm no me digas que tienes miedo de Zeke— dijo God malicioso a lo que con. El pequeño sobresalto de Hadson al haber mencionado al otro entrenador.
— No que va, porque le tendría miedo a ese cobarde, es más, si lo volviera a ver le demostraría quien es el mejor. — decía orgulloso Hadson inflando el pecho, sin notar que las puertas del centro pokemon se abrió y había estado escuchando eso último.
— Y qué bueno que no tienes que esperar. Tiempo sin verte Zeke. — dijo God con su típica sonrisa, Hadson al oírlo se lanzó detrás del mueble asustado temiendo de que no haya escuchado todo lo que decía.
Al ver esta reacción todos los que estaban en esa zona soltaron una carcajada. Lentamente y subiendo la cabeza vio la razón de las risas puesto no era el ya mencionado sino que era el profesor Boreal.
— Muy mal God muy mal. — decía Hadson mientras lloraba de forma cómica, esto solo elevo el volumen de las risas del lugar rompiendo aquella tensión en el aire.
— Parece que ya todos están bien. Me alegro volverlos a ver reír juntos. — decía el profesor a lo que soltaba una sonrisa de oreja a oreja.
— Hola profesor Boreal es gusto volver a verlo. — dijo la joven color miel a lo que hacía una pequeña reverencia de saludo, lo que impresiono aquella acción.
— Es bueno verlos de nuevo chicos, aunque me gustaría que no nos viéramos cada vez envueltos en un problema. — decía algo sarcástico Boreal a lo que God se rascaba la cabeza.
— Bueno, si fuera así donde estaría lo divertido. — decía entre risas God a lo que una gota salía de la nuca del profesor recordando esa frase y de quien era su origen.
— Temía que dijeras eso— dijo el profesor soltando un suspiro. — En fin vine a informarles chicos que ya son libres, ya resolvimos los inconvenientes que ocurrieron en las Ruinas, un equipo se quedara en ellas a analizar y continuar el desarrollo de la investigación hasta concluirla en un plazo de seis meses. Pero son tecnicismo, lo bueno es que ustedes ya estén bien. —
— Le agradecemos el habernos ayudado allá. — le decía Hadson siguiendo la iniciativa de la joven color miel haciendo el mismo gesto.
— No se preocupen por eso, el Doctor Destiny ya se ha encargado de los asuntos legales y nos ha contado el incidente, solo no se metan problemas como estos otra vez.— dijo el profesor a lo que todos ascendieron a la primera.— Bueno ya aclarado todo lo oficial ¿ qué vas a hacer ahora God?—
— Continuare mi viaje como siempre, pediré la revancha a Falkner y obtendré mi medalla de una vez. — dijo God moviendo su brazo derecho y apuntando hacia el techo su puño e inconscientemente mostrando que la herida que tenía en el medio de su brazo. Esa sensación de optimismo hacia recordar los buenos momentos que habían pasado juntos, era contagioso esa actitud tan optimista y alegrando a todos del lugar siendo que miraron con una sonrisa aquella reacción.— Ahora con toda esta experiencia podremos hacerle frente a falkner.—
— Claro. Ahora con Suicune nadie te parara. —dijo Hadson emocionado.
— ¿Suicune? —
— Es cierto, como capturaste a suicune es técnicamente tu pokemon y por lo cual puedes usarlos en los combates oficiales. — dijo analítica Naomi mientras timaba su barbilla mirando al techo.
— No puedo esperar a ver combatir a suicune junto a God, increíble, un pokemon legendario en manos de God, que emoción. — grito Hadson con estrellas en los ojos.
— Si te soy sincera también estoy interesada en la interacción en combate y la influencia en dos vías de que tendrá un pokemon legendario y un entrenador novicio, será interesante de estudiar. — decía Naomi mientras analizaba la situación en su cabeza.
— No puedo esperar, es increíble...— siguió diciendo Hadson, mientras tanto God miraba algo serio al suelo pensando en lo que había dicho Hadson recordando, la única que se dio cuenta de ello fue Amber que solo se mantuvo cerca.
III. Estruendo que Retumba.
/Ruta 32/
Caminando a lo largo de la ruta el chico de cabellos marrones caminaba por aquella ruta pensando si debió meterse o no en el problema.
— Por fin te encuentro. —
Al oír aquella voz Zeke se dio vuelta rápidamente y busco el origen de aquella voz.
— Estoy aquí. — Poniendo su mano en el hombro del chico este se espantó saltando hacia atrás de una forma infantil. — ¿Te sorprendí?—
— Obvio que sí, Don Destiny, son muy sigilosos el equipo de campo. — decía a lo que se incorporaba. — ¿Que se supone que hace aquí? Creía que estaría resolviendo los asuntos de Las Ruinas. –
— Vine a agradecerte por haber ayudado al Joven Forcehold.— decía a lo que veía al cielo mientras metía las manos en su bolsillos.— Aunque no entiendo la razón de que te hayas ido tan rápido, según lo que me mencionaste hubiera sido una gran oportunidad para arreglar las cuentas. –
— No podía hacer eso mientras estuviera débil. No soy un marica que le pega a un inválido cuando esta abajo. Por lo menos no si no se lo merece. — decía Zeke a lo que veía al suelo. - Es enfrentarlo a su máxima capacidad, tengo que probarme a mí mismo. –
— Mmm cierto, estabas inconsciente en el combate de God contra Suicune. Entiendo que dudes un poco de su fuerza pero creo que has logrado ver aquel brillo en sus ojos aquella vez que se enfrentó contigo. — decía Destiny, el recuerdo de aquel lugar en donde no solo lo había salvado después de todo lo que había hecho sino la gran razón de su sorpresa al oír el apellido Forcehold.— Bueno, no sé qué tendrás bajo la manga pero será mejor que estés preparado. Ahora que el vínculo fue hecho la fuerza de God aumento considerablemente. Bueno me retiro, tengo que analizar terminar el reporte y entregarlo en persona al Decimo. —
— ¡Espere!— dijo Zeke sin moverse del lugar donde estaba. — Si el chico ese de ojos rojos tiene conexión ahora con esa energía ¿qué efectos tendrá? ¿A qué es lo que debo prepararme?— dicho esto Destiny paro en seco.
— La conexión de God no le dio ningún poder, solo despertó su verdadero poder oculto. La energía que God transfirió a su Charmander provoco una evolución más avanzada que la habitual. — decía Destiny viendo al vacío.
— ¿Evolución avanzada?— Al oírlo Destiny tomo de su chaqueta lo que sería una clase de tableta lanzándosela a Zeke.
— Una evolución avanzada es un caso de evolución casi olvidada, o mejor dicho redescubierta bajo un nuevo nombre. Los pokemon son seres de energía, está el caso de que cuando almacenan una cantidad determinan estos expulsan la energía cambiando así su forma, otros utilizan métodos externos como la radiación que emiten ciertas piedras. — decía Destiny y a lo que una presentación mostraba ciertas imágenes ayudando a entender. – Un lugar específico o un objeto de gran poder que al unirse con la maza del pokemon estos se fusionan con ellos, eso sería lo que conocemos hoy en día como evolución. –
Zeke quería discutir, pero no estaba loco al interrumpirlo a quien estaba delante de él.
— Pero la evolución avanzada es un caso diferente, para ella son necesarios más requisitos de los habituales dependiendo del momento en que se efectúa. Lo más importante de ella es la unión de un entrenador y un pokemon. – decía Destiny. – Un vínculo que crea un molde, y el otro es una cantidad de energía que traspase al mismo entrenador y transfiera su voluntad a su pokemon, eso sería el rompimiento del molde común, en otras palabras, traspasaría los límites de una evolución común. —
— Eso quiere decir que el de ojos rojos traspaso su fuerza al charmander variocolor. — decía Zeke a lo que veía la presentación.
— Más o menos, lo importante es que ahora el charmeleon posee todas las habilidades del entrenador, pero si el entrenador y el pokemon no están conectados en combate no podrán sacar todo el potencial oculto dentro y se volvería mucho más débil que la media. — Decía el vestido de gala a lo que volteaba. — Si quieres ver todo su potencial tendrás que esperarlo un poco que se adapte a esa conexión. —
— Pero que características son las que me debo preparar. —
— En esa Tableta que te di esta toda la información que recolecte en el combate contra el legendario y acerca del charmeleon de God, ahí tienes lo necesario para preparar tu juego, solo busca el documento con nombre "Ascenso", te deseo buena suerte. —
— Espera ¿Por qué me ayudas? — dijo Zeke algo confundido de la gran amabilidad del Explorador.
— Si las reglas del juego fueran tan fáciles entonces donde estaría la diversión. — dijo alejándose del cazador novicio a lo que dados unos pocos pasos desaparece dejando a Zeke junto a la tableta.
III. Libertad del Balance.
/ENTRADA DE LAS RUINAS ALFA/NOCHE/
Ya llegada la noche God camina por la zona recordando todo lo que había pasado viendo el lugar donde dio el primer paso del comienzo de toda esta locura. Las palabras de la conversación que tuvo en la tarde tomaron lugar en su cabeza. No tardando mucho al paso que iba llego a la entrada de la ruta 36.
Tomando de su cinturón aquella pokeball que estaba seguro que hacer toco el botón del centro por 10 segundos a lo salió un rayo de luz azul, del empezó a formarse la silueta de aquel pokemon que era un sinónimo de gran belleza, poco a poco abrió los ojos aquel pokemon confusa.
— Muy bien, puedes irte. — God al decirlo se dio la vuelta y empezó a caminar.
— ¿Estas claro que estás haciendo? Ryuuseider. — Al escuchar esa femenina voz el chico paro en seco y se dio vuelta.
— Wow se me olvidaba de que podías hablarme. — Soltó una pequeña risa y dándose vuelta se acercó unos pasos. — De todos modos, me alegro que estés bien ahora.
— No comprendo ¿Por qué me has liberado del contrato?— se escuchó la voz de suicide en su cabeza.
— ¿Contrato? ¿Así ustedes le dicen a la pokeball?—
— Ese artefacto que los humanos llaman "pokeballs" eran conocidos en la antigüedad por ciertos humanos que tenían un gran contacto con nuestras especies, ellos usaban esos contratos para unir lazos con nosotros. Luego de esa antigua costumbre nacieron los entrenadores pokemon. —
— Si, mi madre me conto esa historia pero nunca pensé que ese cuento para dormir fuera real. —
— Hay muchas cosas en este mundo que los humanos no han logrado ver, un poder oculto más allá de su realidad se oculta detrás de nuestra existencia, aunque tú ya debes de haberlo visto pues alguna vez fuiste parte de ese gran poder, Ryuuseider.—
— Ryuseque?— pregunto confuso God. — ¿Así me llamaste la otra vez no es así?—
— Ryuuseider, son así llamados los guardianes de la esencia de Ryuu. —
— Ryuuseider, suena bien, más corto que Guardián del extraño aro mágico y misterioso. — Decía sarcástico mientras miraba el aro en su muñeca. — En fin, espero que estés bien a partir de ahora. —
— Aun no lo logro entender. Pregunto telepáticamente el pokemon, al entender la pregunta God paro en seco unos segundos para soltar una carcajada dejando más confuso al pokemon. – Muchos humanos han deseado lo que tú has logrado al salvarme pero aun así me has liberado de mi contrato ¿Por qué lo has hecho?—
— Ahí eso era lo que te referías, es muy simple Suicune. Porque eres muy importante para este mundo. — Dijo God mostrando una gran sonrisa. — Mi abuelo me dijo que los pokemon legendarios tienen a la vez de un gran poder un gran papel en el mundo. Mi abuelo me decía de que los pokemon legendarios daban el equilibrio en el mundo, con solo existir daban la forma al medio ambiente. Si yo te mantuviera conmigo en mi viaje habría un gran problema a donde vaya, y no podría hacer algo así. —
Al oírlo aquel pequeño discurso Suicune se quedó mudo durante unos segundos mientras miraba al entrenador y sus ojos carmesíes.
— Bueno, supongo que esto sería todo. — dijo God a lo dejaba de sonreír. — No sé si te volveré a ver pero...—
— Acepta esto, por favor. — se le escucho decir al pokemon legendario a lo que de él empezó a brillar algo y una pequeña esfera de luz azul empezó a flotar en dirección a God.
— ¿Y esto?— decía God a lo que tocaba la esfera, al hacerlo por un segundo vio alrededor todo blanco y enfrente de él se creaba un camino azul que lo unía al pokemon legendario para luego volver al mismo lugar.— Wow que fue eso?—
— Es mi vínculo, ahora siempre estaré para ayudarte, en algún futuro tendrás acceso a pedirme ayuda. —
— En otras palabras, ¿nos hicimos amigos? — Dijo God alegre, a lo que Suicune asintió mientras el lugar se llenaba de niebla lo que el entrenador entendió a la perfección. — Cuídate Suicune. —
— Hasta a algún momento del futuro, Ryuuseider. —
— Dime God. — dijo el entrenador mostrando una sonrisa típica de él.
— Muy bien, hasta algún momento en el futuro, God. —
Luego de escuchar esas palabras en su mente la silueta en la niebla del pokemon legendario desapareció por completo y la niebla empezaba a dispersarse. Le tomo unos segundos procesar todo lo que había pasado para luego darse vuelta y empezar el viaje de regreso al centro pokemon.
— Tenias razón, abuelo. — Decía God viendo al cielo estrellado. — Los pokemon legendarios son increíbles. —
IV. Nubes en Movimiento.
/CENTRO POKEMON/DORMITORIOS/
—Ya te he comprado el boleto para el vuelo en primera clase a Ciudad Corazón que será en dos días. La joven Melody ha estado preguntando mucho por usted, se alegró cuando le informe a todas de su regreso a la Casa Rise. — decía la ojo grisácea con grandes ojeras de manera fría y serena.
— Entiendo, gracias por todo, Señorita Reina. No sé qué haría sin usted. — decía calmado Hadson intentando guardar la tristeza ante aquella persona.
— Lamento no poder conseguirle más tiempo joven Hadson, pero recuerde que debe cumplir el deseo de su madre. — dijo la pelo grisáceo con la misma actitud.
— No se preocupe por eso Señorita Reina, usted ha estado conmigo desde que ella lamentablemente falleció hace un año usted me ha cuidado como una y de verdad estoy agradecido por haber estado conmigo. — dijo Hadson con una actitud más alegre y animada, la señorita quedo bastante sorprendida por ver la actitud tan madura del chico mas solo mantuvo una actitud fría. — Informare cualquier cosa, ya me tengo que ir, hasta luego Señorita Reina. —
Diciendo eso Hadson cortó la video llamada dejando del otro a Reina bastante sorprendida de esa ida tan rápida aunque la verdad sentía felicidad por haber oído aquellas palabras de agradecimiento de parte de su tutorado.
Alejándose de los PC Hadson se dirigió a la sala metido en sus pensamientos sin notar que Naomi observaba algo preocupada por el chico.
— Naomi ¿Puedes salir? No me gusta que se escondan de mí. — dijo Hadson cabizbajo.
— ¿Cómo sabias que estaba ahí?—
— He vivido siempre con mis 5 hermanas, al ser el más pequeño con el tiempo he entendido como se siente cuando estoy siendo vigilado. —
— Mmm como un sexto sentido, ¿no?—
— Es algo así. — dijo Hadson aun cabizbajo.
— Entonces te iras en dos días, ¿eh? - decía ella animándolo un poco. – El lado bueno es que podrás ver el combate del gimnasio de God. –
— Lo sé, estoy emocionado por verlo de nuevo combatir pero a la vez me deprime no poder acompañarlo. — decía Hadson quitándose los lentes mientras se secaba una lagrima.
Hadson entraba en su cabeza pensando en cómo lo haría sin ver que le estaban lamiendo las lágrimas. Dándose cuenta de lo que pasaba vio al cachorro de fuego limpiándole las lágrimas lo cual lo animo.
— N-Natsu. — se escuchó la suave voz de la chica miel a lo que al segundo se le vio llegar. — N-Natsu no hagas eso sin permiso de la persona. Lo lamento Hadson-kun. —
— Jajaja está bien Amber, este pequeño me cambio el humor. — decía a lo que tomaba al growlithe en sus brazos dejándolo en el suelo y empezando a acariciarlo, growlithe por reflejo con las caricias se dio vuelta mostrando el estómago.
— Ven dame tu mano un momento. — decía amablemente la chica color miel mientras tomaba la mano y con ella le rascaba el estómago, mientras growlithe mostraba inconscientemente el agrado moviendo su pata con energía. Al ver al orgulloso canino así todos empezaron a reír compartiendo la alegría y desapareciendo la tristeza del lugar.
— (Es cierto.)— Pensaba Hadson— (No debo deprimirme por perder algo importante, sino aceptarlo con una sonrisa y poder crear grandes recuerdos.)—
Tras el accidente ocurrido en Las Ruinas Alfa cada uno de los entrenadores ha tomado una gran decisión que los afectara en el trayecto de su viaje pero aun así solo el tiempo decidirá que pasara con ellos en el futuro...
Tal vez después de una gran tormenta la calma puede regresar pero aun el rastro de ella continuara dentro, poco a poco las nubes se irán alejando, pero aun así los rayos de luz atraviesan las negras nubes trayéndole de vuelta el color a la tierra.
