I. Territorios.
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Las horas pasaban y el camino parecía que no terminaba sin importar cuanto hayan recorrido, el camino estuvo lleno de complicaciones como desvíos, caminos cerrados y ataques de manadas pokemon, parecía que el derrumbe de la zona provocó un desequilibrio territorial estando todos agresivos atacando a los entrenadores en el lugar, pero estos podían responder ante esto.
Naomi y God se encargaban con sus lagartos respectivos en limpiar el camino de zubats, geodudes, y otros tipos de pokemon que se les cruzaban, en esto Naomi se encargaba más que nada de la mayoría debido a que en ese sitio era el adecuado para que Wrecker obtuviera más fuerza y experiencia. Incluso había logrado casi alcanzar al nivel de Nitro sobrepasando el nivel de su evolución, pero por una razón Naomi con su Pokedex detenía su evolución.
No tardó mucho para que volvieran a tomar la atención de otro grupo de pokemon que protegerían su territorio. Geodudes empezaron a caer de zonas altas y acorralaron a los tres entrenadores.
– Aquí vamos de nuevo. Disc, adelante con garra metal. – dijo God alentando al lagarto quien ya estaba un poco fatigado o más bien aburrido de siempre combatir con los mismos enemigos y vencer a todos de un solo zarpazo.
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En dos rápidos cortes como si fuera un espadachín cruzó el espacio entre él y varios geodudes antes de ver como aquellas cabezas rocosas caían debilitados mientras el charmeleon mantenía la pose en la que había frenado con los brazos afuera en forma de espada de energía.
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– Wrecker, usa Pistola Agua. – Dicto Naomi, el pequeño cocodrilo dando saltos de alegría disparó un fuerte chorro de agua contra los pokemon salvajes que quedaban terminándolos. – Muy bien Wrecker. –
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El tipo agua alegre celebraba dando saltos hasta que paro siendo rodeado de una luz empezó a brillar de nuevo.
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– Nao, está evolucionando. – dijo God emocionado al ver de nuevo esa luz. – Ahora, es tu oportunidad de... –
– Aun no es momento. – Naomi con su Pokedex en mano detuvo la evolución dejando a God con la boca abierta por el asombro.
– Aun no entiendo porque no quieres dejarlo evolucionar, se puede volver más fuerte. – decía God desilusionado ante su acción.
– Tengo mis razones. – dijo Naomi en pose de elegancia.
– Oigan ustedes, muévanse aún falta mucho terreno. – gritó seco el castaño molesto al ver perder tiempo ya volviendo a guiar.
– Que molesto, aparte nosotros fuimos los que despejamos el camino, el solo se queda observando. – refuto Naomi de mala gana.
– Creo que es mejor así, si soltara a Ónix en lugares tan pequeño podría ser más difícil combatir a gusto. – dijo God viendo lo estrecho de la cueva.
– ¿Por qué lo defiendes tanto? –
– Digamos que estoy excavando. – dijo God poniéndole la mano en su hombro con su sonrisa enfocada en ella.
– ¡Pareja muévanse! –
– Ya vamos. – dijo God siguiéndolo.
– ¡Que no somos pareja! – gritó Naomi como si fuera reflejo soltando un suspiro después.
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/MIENTRAS/CUEVA UNION/SUBSUELO 2/
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Ya pasadas las horas Amber se mantenía viendo aquel bello lago luego de haber podido expresar sus sentimientos en sus melodías. Observaba las bellas ondas que se dibujaban en el agua posado en ese cristalino reflejo suyo sin notar el gran fragmento de piedra que iba disparo hacia ella, siendo receptado por la cola platino del ratón eléctrico variocolor.
– ¡R-Rayo! –
Solo pudo decir antes de que viera como el avispón pasara volando encima suyo en guardia, el ratón haciéndole señales de que se alejara se ponía en guardia igualmente soltando así un fuerte gruñido. Entre las sombras empezaban a aparecer pokemon como geodudes, gravelers y whoopers, pudieron notar que estos pokemon los habían acorralado contra el lago, entre otras palabras, habían sido atrapados en una emboscada.
– ¿Donde esta Natsu? – Aquella fue lo último que pudo decir antes de ver una gran luz anaranjada surgir de un lado cercano de ellos demostrando una zona quemada donde el cachorro radiaba llamas de su cuerpo.
– Pikapika (Supongo que está ahí). – dijo el ratón sarcástico para romper el hielo.
– Es que no le gusta que ser despertado. – dijo Amber sonriendo.
– Buzzzz Buzzz (Combate Combate, Vamos, Cobardes). – dijo el avispón revoloteando.
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Los gravelers a paso lento se acercaban mientras que el ratón eléctrico trataba en sí de crear un camino para salir de aquí siendo principalmente su objetivo es sacar a salvo a la joven quien no tenía el entrenamiento para combatir o mantenerse mucho tiempo en el campo.
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– Pikapikachu pikapikachu pikachu (Muy bien escuchen, estamos rodeados por más o menos 20 pokemon en tierra y escucho varios ocultos aleteando, necesitamos pensar en una forma de ponerlos a raya, entonces sería que...). –
– GGgrrrrrr Roarrr Roarrrrr! (Mucha charla, ¡hora de quemar!)– gritó el cachorro soltando de su cuerpo llamas ardientes saltando hacia varios de los gravelers llevándoselos en plena carrera.
– Pikapi kachupika (O podemos hacer eso). – termino diciendo el ratón soltando una gota. – Pikapikachu (Ni modo, protege a Amber). –
– Buzzz buzzz (Tu cielo, yo tierra)– zumbo el avispón preparado atacando a uno de los gravelers que se habían acercado haciendo retroceder a todos al ver que lo había vencido de un solo golpe.
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Aprovechando que había bajado la guardia un par de zubats intentaron atacar al avispón por la espalda si no hubiera sido porque el ratón con una fuerte descarga los detuvo dejándolos en bandeja de plata para que con un Puya Nociva los rematara el avispón, mientras otro grupo de gravelers se encontraban muy ocupados defendiéndose del cachorro igneante quien no paraba de derrotar a varios pokemon, uno de ellos trato de frenarlo pero aunque fuera resistente no podía detener la inmensa rueda de fuego que le costaba a varios de ellos resistir incluso los que tenían de habilidad Robustez. Así los números enemigos fueron bajando poco a poco mientras ellos mantenían así protegida a la entrenadora, pero ella no lo quería...
– Por favor no... – Poniendo sus manos con los dedos cruzados encima de su pecho mientras veía el suelo y oía los golpes de su alrededor. – Por favor paren... –
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El gran rugido de su compañero atacando a otros dos gravelers con su potente lanzallamas.
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– Oigan puede haber otra solución... –
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El growlithe seguía corriendo dentro de su rueda de fuego pero fue detenido al impactar con un cuerpo blando y azul, separándose del cuerpo el variocolor vio que era un pokemon azulado más grande con una mirada infantil. Un quagsire fácilmente lo había frenado, esto solo trajo más enojo al cachorro y volvió a rodearse de llamas impactando contra el quagsire, mientras el beedrill se encargaba de varios geodudes que se encontraban atacando juntos tratando de evitar el movimiento que podían herirlos a todos, autodestrucción. El ratón variocolor se encargaba de los objetivos voladores y algún que otro pokemon que intentaba acercarse a la entrenadora. La frustración empezaba a tomar más fuerza en ella al no poder expresarse correctamente y al final solo terminó explotando.
– ¡Por favor no peleen más! – terminó gritando con todo lo que podía sin poder escuchar aquella frecuencia que la acompañaba, todos los pokemon se detuvieron en seco incluyendo el cachorro igneante deteniendo las llamaradas, la joven pudo ver que cada uno en su mirada tenía la misma expresión de dolor con los ojos mirando al vacío incapaces de moverse. Parecían paralizados por algún efecto, pero Amber no sabía que pasaba hasta que escucho aquel canto, estaba lleno de odio... lleno de terror... lleno de miedo... ese canto desprendía dolor a quienes lo escucharan.
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3...
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– ¿Q-que ocurre? Natsu, Bee, Rayo. – Los tres mencionados se encontraban inmóviles viendo al vacío mostrando en su rostro dolor como si intentaran resistir, todos los demás pokemon se retiraron del lugar rápidamente sabiendo lo que significa aquel canto rescatando unos a otros que habían sido debilitados.
2...
– Rayo, Bee ¿Que les ocurre? – Amber se acercó al ratón pero este no parecía moverse pareciendo que solo resistía por espíritu estar de pie, mientras que el avispón no pudo resistir más y cayó al suelo. Amber veía asustada lo que les había pasado a ambos pokemon pero un débil gruñido le llamó la atención. – Natsu... –
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1...
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El pequeño cachorro tambaleante se acercaba lentamente hacia du entrenadora intentando buscar consuelo en brazos de su entrenadora ante ese dolor que recorría en su cuerpo, para su agudo oído era una calamidad y un constante sufrimiento oír aquel canto oscuro.
– Natsu resiste... – la joven extendió sus brazos acercándose al cachorro de fuego pero al final su cuerpo no pudo más y cedió cayendo al frio suelo siendo la primera vez que el cachorro se había debilitado.
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0.
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–Pi... ka... – El ratón terminando de ceder cayó igualmente al suelo asustando al entrenador.
– Pero... – viendo al beedrill, el ratón variocolor y su mismo compañero debilitado Amber veía preocupada y asustada hacia su alrededor. – ¿Qué fue lo que paso? –
Mientras que entre la niebla la figura de lo que parecía ser un dragón oculto en la neblina se podía observar con sus brillando en un tono azul.
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II.
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/MIENTRAS/CUEVA UNION/SUBSUELO/
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El grupo de rescate seguía avanzando hacía lo más profundo de la gran cueva con la esperanza de poder salvar a su compañera de viaje, mas no era lo único que deseaba hacer uno del grupo. Esto pudo notarlo Naomi al unir todas las piezas del rompecabezas pensando en los posibles motivos aparte del orgullo de que un cazador más fuerte que el promedio quisiera ayudarles a buscar a su compañera sin recibir nada a cambio a excepción de un combate. Algo tenía entre manos. God en su asunto ahora trataba de actuar más sumiso por así decirlo con solo salvar a Amber en su cabeza, aunque por dentro también sabía que algo tramaba el cazador.
Luego de vencer otra horda de pokemon con un par de zarpazos de la garra metal del charmeleon variocolor, Naomi viendo al cazador más detenidamente cada vez que veía su rastreador parecía mostrar una expresión de enojo al ver los pokemon que se encontraban trayéndole más duda. Volviendo a caminar Naomi seguía observando un poco más lejos pero igualmente detallista cualquier movimiento del castaño hasta tener lo suficiente para crear su hipótesis.
– Oye, Aun no nos has dicho que es lo que buscas con esto. – le dijo Naomi seria.
– Eso no les incumbe. – dijo serio mientras veía el rastreador holográfico.
– No piensas que nos creeremos que haces esto por obra de magia. –dijo Naomi seria. – Se tienes algo más pensado. –
– Eso no te incumbe, ratona de biblioteca. – dijo lleno de soberbia el cazador ya empezando a molestarse, God intentaba parar el futuro conflicto pero la joven no le hacía caso alguno.
– Auuuh que tierno, crees que voy a alterarme como una chiquilla por un simple insulto. – decía Naomi tratando de hacerlo enojar como era parte de su plan. – Es como el comportamiento de un niño pequeño. –
– ¿Qué dijiste? Imbécil. – gritó enfurecido el castaño. – Repítelo y te aplastare de un Tumba Rocas. –
– Ay pero que volátil y grosero, no sabes que no se debe insultar a una dama. – decía Naomi tomando una actitud despreocupada logrando su cometido. – Pero ya en serio cuéntame ¿Qué es lo que ganas? –
– ¡Ya cállate! Me das dolor de cabeza. – Naomi notaba que ya estaba a punto de sucumbir. – Bien si quieres saberlo te lo diré pero cállate que me desesperas más que el stall. –
– ¿Enserio funcionó? – dijo God sorprendido mientras una gota pasaba por su nuca. – Naomi es de temer a veces. –
– Entonces... – decía Naomi con una sonrisa de victoria mientras seguía al castaño.
– Necesito la ayuda del enano de ahí para poder atrapar al Alfa. – dijo en seco el castaño volviendo en si apuntando de mala gana al azabache. – Que no se les suba a la cabeza, solo necesito que te encargues de sus minions mientras yo lo capturo. –
– ¿Oye pero que es un Alfa? – pregunto God parando todo ese drama.
– ¡¿Que?! ¿No sabes que son los Alfa? –
– No lo estaría preguntando si lo supiera por supuesto. – dijo God de mala gana.
– Mejor explicaselo tú, Biblioteca. – dijo de mala gana volteando a guiar el camino.
– Vaya idiota que te has topado. – Naomi tomando su Pokedex entro en la guía expandida mostrándosela al azabache. – ¿Sabes cómo son los jefes en juegos RPG? –
– ¿RPque? ¿Es alguna clase de juguete? –
– Nunca has tenido un videojuego entonces. Vaya dilema. – dijo Naomi sorprendida. – Bueno como podría explicártelo... –
– Jajaja no lo sé tal vez... – decía God rascándose la cabeza cuando paro en seco mostrando una expresión seria viendo hacia el fondo. – Algo se acerca. –
– También lo vistes eh? – dijo el cazador viendo en su rastreador un punto que se acercaba rápidamente. – Bueno, hoy tendrás suerte de ver uno en persona, uno muy fuerte se acerca y no viene solo. –
– Hazme un resumen ¿Cuál es la diferencia de un pokemon normal y que tan duro debemos golpear? – dijo God poniéndose en guardia al igual que su charmeleon.
– En pocas palabras es un pokemon más fuerte de los demás siendo su líder, atacaran en equipo para proteger su territorio con otros pokemon. Son muy molestos a veces y pueden ser un gran desafío si no se tiene cuidado. – dijo el cazador. – Mantente a raya, solo necesito que te encargues de sus secuaces y no estorbes. –
– Ahí vienen. –
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Los tres entrenadores se pusieron en guardia preparados sacando al gran Ónix variocolor y el pequeño Totodile junto al charmeleon variocolor. Con suficiente tiempo pudieron evadir un par de placajes de varios geodudes y pudo el totodile encargarse de ellos con un pistola agua en pleno aire.
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– ¿Tres de una? Van con todo. – dijo Naomi.
– Dejad tus comentarios para después, eso solo fue un calentamiento, esos tres son los que deben preocupar. –
Saliendo de la tierra un Onyx normal rugió con fuerza. El charmeleon tronó sus dedos muy ansioso, pero el ónix fijo su vista al otro de su especie que parecía ser más grande y brillante. Al ver a quién eligió como oponente el lagarto se decepcionó, pero un sonido junto con la advertencia de su entrenador a un gran objeto que casi lo aplastaba si no hubiera saltado hacia atrás dando una pirueta. Discharger uso una roca como impulso para lanzarse contra aquel objetivo que le había atacado, pero este le lanzo una piedra teniendo que recibirla en pleno aire retrocediendo unos pasos pudiendo ver al pokemon megatón enfrente de ellos.
– Wow un Golem de metal. – grito sorprendido God. – Ya entiendo porque dices que son tan raros, se parece al Ónix de cristal. –
– Ya déjate de idioteces, solo es un golem usando cuerpo pesado. – grito Zeke molesto. – (¿Por qué tuve que pensar lo mismo que el? Mierda.) –
– Pero... bueno sigue siendo asombroso. – dijo God con una sonrisa retadora. – Disc usa Garra Metal. –
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El charmeleon con la garra de energía dio un salto para atacar pero el golem envolviendo su cuerpo de metal redujo el daño y en su puño empezó a cargar una carga de electricidad a punto de darle ese puño trueno, pero con una rápida movida la salamandra con su segunda garra metal logro impactar aquel puño. Cayendo con gracia se deslizo entre las piernas del pokemon megatón dando luego un salto hacia tras para el siguiente movimiento.
– Cielos, tiene una buena defensa. De esa forma no podremos golpearlo así. – dijo God con una sonrisa retadora. – Pero usemos su gran tamaño en su contra. –
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El golem de su cuerpo lanzó una roca contra la salamandra pero este de una voltereta hacia atrás pudo esquivarlo con facilidad, también con esto God noto que dar esas vueltas hacia atrás parecía disfrutarlo. Entre los Ónix se pasaban empujando de uno al otro teniendo ventaja el variocolor se envolvió en doble filo lanzando al Ónix enemigo a unos metros.
– Tchh, este no es el Alfa. – el castaño noto su nivel cerca del 15 viéndolo por su forma de combatir. – Puedo venderlo bien pero no es lo que busco aquí. –
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Volteando a ver como el charmeleon variocolor compartía zarpazos continuos contra el golem quien trataba de aplastarlo sin fruto alguno por su velocidad, al final el golem soltó un grito pidiendo ayuda en el que respondiendo el Ónix lanzo un rayo de luz violeta salvaje. Dándole al charmeleon el golem aprovechó el momento y con una onda que lo rodeo de un puño mando a volar a la salamandra que golpeó el techo atascado.
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– ¡Discharger! – God fue acercándose para ver lo que paso. – ¡Oye cuatrojos! qué diablos haces soñando despierto ¿No que te encargarías de el? ¿O no lo vistes con esos lentes tan feos? –
– ¡Cállate! ¡Tú eres el que se descuidó por emocionarse, enano de mierda! – refuto el cazador. – Deja de payasear y sirve de cebo. –
– ¡¿A quién le dices cebo?! –
– Wrecker Pistola Agua. – Atacando por sorpresa con un potente chorro de agua el golem casi cae debilitado ante aquel ataque teniendo que volver a usar el cuerpopesado para cubrir su cuerpo de metal. – ¿Podrían dejar sus diferencias para luego que nos están matando? –
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Naomi les gritó molesta por los conflictos entre ellos mientras que ella se había encargado de varios zubats y geodudes.
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– Bueno, está bien/ Tchh, como sea. – dijeron respectivamente resignándose pero antes de que ambos notaran algo en la sombra.
– Bien ahora concentre en los poke... – intento decir Naomi pero fue interrumpida por God quién saltó y la agarro entre sus brazos. –! Q-Q-Q-Que haces? –
– Nao guárdalo para luego. – God salto con la joven avergonzada en brazos esquivando lo que pareció un disparo de veneno.
– Oye ¿Estas bien? – pregunto God con una rodilla en el suelo viendo de cerca a la joven, estando a esa distancia Naomi estaba más roja que los ojos rojos de su compañero, ruborizada por ese extraño trato tan caballeresco y sobretodo repentino la dejaba sin palabra. – Estuvo cerca, un poco más y... –
God volteando a ver dónde estaba Naomi vio como un líquido morado empezaba a derretir el suelo de piedra.
– Ah... merci, God. – dijo sorprendida viendo lo que le hubiera esperado si no hubiera intervenido el entrenador. – ¿Pero de dónde vino? –
– Ese canalla se estuvo ocultando mientras aumentaba su ataque con un movimiento. – dijo God explicándole lo que pudo observar pudiendo ver mejor a aquel ser que lo había atacado, un golbat salvaje que se había ocultado entre las sombras. El golbat volvió a disparar varias bomba lodo pero God tomando carrera pudo esquivarlas todas.
– ¿Por qué nos ataca a nosotros? – preguntó Naomi aferrándose más al pecho de su compañero por el movimiento.
– Es simple, si matan al entrenador el pokemon será más fácil de vencer si no tiene quien le diga que hacer. – dijo God corriendo esquivando mientras intentaba lo más posible de llevar a su compañera a salvo. – Aparte de que también seríamos comida más sencilla de obtener para ellos. –
– Pues hoy no pienso ser comida pokemon. Wrecker, usa Pistola Agua. – el pequeño totodile disparo hacia el golbat pero este tomo impulso y salió disparado hacia el totodile, este último solo empezó a sentir en sus colmillos una clase de vacío. – Usa Mordisco. –
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El totodile salto hacia el golbat con colmillos de energías que pasaron a volverse un colmillo hielo incrustándoselo en su ala izquierda.
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– Bien, ya lo aprendió. – decía Naomi feliz esperando lo que paso. – Ahora lánzalo al aire y pistola agua. – dijo haciendo una pistola con su mano.
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El totodile tomándolo como un juego empezó a dar saltos impactando el cuerpo del golbat contra el suelo de forma repetitiva, luego empezó a dar vuelta con una sonrisa mareando al golbat y luego lanzarlo al aire, y así terminó con la pistola agua debilitando al golbat en pleno aire.
– Eso si es disfrutar de combatir. – dijo God con una sonrisa forzada.
– "En el amor y en la guerra todo se vale." – dijo Naomi cruzando sus brazos con una sonrisa satisfecha.
– No sé lo que quieres decir pero sonó increíble. – dijo God con una sonrisa. – Vamos Disc, no te quedes atrás. –
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El charmeleon ante las palabras de su entrenador cayo de pie y empezó a tomar carrera con su garra metal contra el golem quien empezó a cargar un puño trueno, apunto de colisionar sus ataques el charmeleon sonriendo paso entre sus piernas volviendo a correr contra los Onix's.
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– Nao... –
– Wrecker pistola agua. – el totodile disparó su potente chorro de agua con lo que tomó por sorpresa al pokemon megatón haciéndole mucho más daño.
– Chaaaaar. – el charmeleon variocolor de un salto con su garra metal impacto en el rostro del Ónix.
– ¡¿Qué demonios hacen?! ¡No se metan en mi casería! – grito enojado Zeke.
– ¡Cállate! ¡No es mi culpa que seas tan lento! – imitó God las palabras del cazador mostrándole una sonrisa aumentando el enojo del cazador.
– ¡God! – Nao tomo su atención al conflicto por ser señalado por su compañera, el ónix en un acto desespero y aprovechando el gran ego del charmeleon lo atrapo dentro de su boca.
– ¡Mierda, Discharger! – La escena mostrada no era nada buena, el lagarto había sido devorado de un bocado por la serpenterra enemiga. – Sal de ahí. –
– Ónix, explosión en su cuerpo. – ordenó el cazador, usando su antena el Ónix variocolor empezó a emitirle ondas magnéticas al cuerpo del ónix normal, este empezaba a retorcerse mientras que dentro de él se podía oír levemente los sonidos de pequeñas explosiones. – ¿Duele cierto? Como los minerales al unirse de cierta manera pueden crear leves implosiones que afectan la materia ya construida. –
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El Onix caía al suelo mientras sentía constantemente el dolor. Zeke solo sonreía de oreja a oreja al ver el control que tenía sobre otros.
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— Ahora si afectamos algunos de esos minerales podemos hacer una reacción en cadena que terminaría en lo que sientes ahora, un montón de pequeños impactos dentro de tu cuerpo. – El ónix enemigo parecía estar sufriendo bastante retorciéndose. – Solo escupelo y todo esto acabará, o podemos seguir jugando un poco más. –
El ónix trataba de mantenerse fuerte pero parecía que en algún momento terminaría cediendo, aunque el método que usaba el cazador no le agradaba a God. No obstante, antes de poder recriminárselo el ónix empezaba a actuar extraño siendo que movía su cabeza de manera aleatoria como si fuera empujado.
– Como que le cayó pesado…– dijo God extrañado.
– Parece que charmeleon se niega a ser tragado. – dijo Naomi analizando la situación. – Dale alguna instrucción que hacer. –
– Bien, Discharger usa Garra Metal. – Pudiendo ver en la boca del Ónix se pudo ver la luz grisácea y como una palanca empezó abrir la boca de la serpenterra por la fuerza dando un respiro tranquilo al aire junto con un potente grito.
– Chaaaaaaaaaaaaar (¡Por fin! Fuoooh ya entiendo porque le dicen dragonaliento, huele peor que God al ejercitarse.)–
– ¡Hey! – refuto God dejando a Naomi sorprenda ante esa respuesta. – Ya vera cuando vuelva a su pokeball. –
El charmeleon saltando y apoyándose en el cuerno del Ónix empezó a decir un par de cosas al Ónix y el único que pudo entenderlo fue su propio entrenador.
– (Escucha pedazo de carbón mal pulido, hay algo que ayuda contra ese aliento tan dañino, se llama mentas, MEN-TAS.)–
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Dando una voltereta hacia atrás el charmeleon envuelto en una nitrocarga empezó a correr alrededor del Ónix y este con su cola intento frenarla, pero le salió todo al revés puesto el charmeleon la atrapo con fuerza y empezó a jalarla con fuerza.
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– (Mira y observa Wreck como es un lanzamiento de verdad) – Empezando a hacer fuerzas e imitando el movimiento de hace un momento del totodile el charmeleon como si fuera lanzamiento de martillo le hizo girar hasta que al llegar a la mayor velocidad posible lo lanzo con todo mandándolo a volar. El ónix recorrió en el aire varios hasta caer en el peor lugar posible para la serpenterra siendo justo en el centro de uno de los varios lagos que había en la zona sumergiéndose debilitado en aquel lago.
– (¿Viste? Fueron como 24 metros, eso sí debe ser un record.) – decía el charmeleon en su idioma dándose aires de grandeza.
– Lagartija presumida. – dijo God ya algo molesto por la actitud tan egocéntrica manteniendo en su rostro una sonrisa. – Recuerda quien te enseño a moverte así. –
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Guardando a su pokemon el cazador empezó a acercarse hacia los otros entrenadores mientras observaba el lugar notando que los pokemon que los habían atacado escaparon al primer intento incluyendo al Ónix. Creo un hueco en el fondo del lago escapando bajo tierra, sus objetivos se habían ido pero no sería la última vez que lo verían.
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– Oigan, parejita. Ninguno de ellos era el Alfa de la zona, hora de moverse. – dijo Zeke viendo el radar holográfico en su visor. – Luego tendrá su tiempo cuando me largue para darse amor. –
– ¡Que no somos pareja! – gritó molesta de nuevo Naomi.
– ¿Enserio? – dijo Zeke levantando una ceja viendo que ella se encontraba cargada en brazos de una manera polémica y discutible notando también que ella se había agarrado sus manos alrededor del cuello del de ojos carmesí, dándose cuenta Naomi al voltear a ver el rostro muy cercano de God su expresión paso a ser una avergonzada llena de pena incapaz de hablar.
– Venga ya, deja de molestar con eso. – dijo God un poco cansado de tanto drama.
– ¿P-podrías bajarme? – dijo Naomi avergonzada tratando de ver hacia el suelo empezando a sudar.
– Ah Sí, perdón por la confianza. – dijo God bajando lentamente a la joven volviendo a tocar el suelo.
– E-está bien. – dijo viendo hacia el suelo sin estar pensando con claridad.
– Nao... – Subiendo la cabeza noto aquellos ojos rojos más cerca que nunca sintiendo la respiración de su compañero puesto aún tenía sus brazos cruzando su cuello ahora dejando paralizada a Naomi. – ¿Podrías soltarme? –
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Más la joven estaban en shock al estar en tal contacto así que God tomando sus brazos se liberó de aquella inmovilización.
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– Creo que esta inconsciente, es extraño. –
– Y luego dicen que soy yo que inventa. – Cruzando los brazos reviso en el radar el camino y el tiempo que debían recorrer para llegar viendo que no tenían suficiente si seguían ahí. – Enano, hazla despertar que ni tenemos tiempo que perder, aún nos falta bastante para llegar hasta el subsuelo de este sitio. –
– ¿Que se supone que debo hacer? –
– No me interesa, por mí puedes tirarla del barranco, solo date prisa. – dijo el cazador mientras empezaba a alejarse buscando la ruta.
– Bueno, no te vayas a romper la espalda. – Dijo God cruzando brazos– ¿Cómo debo despertar a una dama? Usualmente Rayo me daría una descarga pero él esta con Amber y quemarla no creo que sea buena opción. –
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Mientras pensaba en esas opciones el totodile se acercaba a su entrenadora que tenía la guardia baja y con un salto le mordió suavemente la cabeza de su entrenadora.
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– ¡Duele! –
– Si, eso basta. –
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III. El Jefe del Territorio.
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/MIENTRAS/CUEVA UNION/SUBSUELO 2/
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Amber con una mirada llena de preocupación ponía una toalla húmeda en la cabeza del cachorro de fuego tratado de hacerlo reaccionar. Estando los tres pokemon en pleno reposo recuperándose lentamente, ahora el problema de provisiones escasas le afectaban en este inoportuno momento. Amber recreó medicina de una hierba revivir, un par de bayas aranjas, un poco de raíz energía con las que trataba de crear tres raciones de medicina y con el tiempo pudiera recuperarse. Aunque claro que esto no era 100%, también podría ser insuficiente para que se recuperarán lo suficiente para caminar hacia la salida. Con la cantidad de medicina que hizo bastaba para curar más o menos a dos de ellos pero para su sorpresa el ratón moribundo se empezó a levantar para dirigirse hacia el bolso de la joven tomo la pokeball que había ahí.
– Rayo ¿Qué haces? – pregunto Amber confusa y preocupada por el esfuerzo físico que estaba haciendo, el ratón apuntó hacía la medicina y luego a los otros dos pokemon. – ¿Quieres que se las de a ellos? ¿Pero qué hay de ti? –
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El ratón moviéndose hacia la entrenadora tomo un poco de la medicina y camino hacía el cachorro igneante dándosela en la boca haciéndolo reaccionar, y de misma forma tomo más medicina para el avispón que dudo un momento al tomarla puesto pudo oír un poco de lo que pasaba. Al final el ratón tomando una actitud testaruda no le dio opción, ya cuando los dos se levantaron el ratón con una sonrisa cayó rendido.
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– Rayo... tu... –
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La joven fue hacía el ratón variocolor y lo tomó entre sus brazos, el growlithe intento atacarlo con fuego pero el beedrill se interpuso molesto al ver lo que intentaba hacer, ambos pokemon estaban decididos a atacar aunque fuera por proteger a su amigo o por un capricho.
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– Chicos, ya basta, no es el momento. – dijo un poco molesta viendo al pikachu variocolor apenas pudiendo respirar inconsciente, al verlo así ambos cedieron al combate. – Hay que hacer algo para curar a Rayo. –
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– No tengo suficientes hierbas para hacer más medicina, necesito que me ayuden a buscar más. – Sacando un libro de su bolso buscó un dibujo de una planta, mostrándosela a los otros dos Amber veía seria. – Hay que buscar esta planta, crece en cuevas con mucha humedad como esta. – El beedrill empezó a señalar el dibujo empezando a revolotear.
– Si la has visto entonces por favor llévanos a donde está. – le pidió la joven mientras empezaba a recoger el improvisado campamento y usando la manta envolviéndola en ella puso al pikachu debilitado. – Entonces vamos, no hay tiempo que perder. –
/MIENTRAS/CUEVA UNION/SUBSUELO/
Manteniendo el ritmo y continuando la ruta del cazador seguido por el de ojos carmesíes y la de ojos amatistas con una venda en la cabeza continuaban descendiendo.
– Oye... –
– ¿Ahora que Biblioteca? – dijo cansado el cazador.
– No terminaste de decirnos acerca del Alfa de aquí, por tu expresión desinteresada al ver a los que nos atacaron puedo decir que sabes quién es en realidad. – dijo minuciosa Naomi mientras seguía al cazador. – ¿Cómo es? –
–... Poderoso. – dijo el cazador recordando la primera vez que lo vio. – Vive en el lago profundo en Subsuelo 2, se esconde entre la neblina y solo aparece de vez en cuando una vez a la semana. –
– Déjame adivinar ¿Hoy? –
– Así es, por eso tengo que llegar y atraparlo antes que se vuelva a ocultar en la neblina. – decía el cazador aun caminando.
– ¿Y de verdad es tan valioso como para pedir ayuda a quien cazabas antes? – pregunto God.
– La verdad, tengo mis dudas si podremos con ella. La última vez que la vi pudo oponerse a la fuerza de un entrenador elite y su jolteon. – dijo en seco el cazador. – Podría decirse que estamos ante un pokemon casi imposible de vencer. –
– Suena interesante, será entretenido para Disc. – dijo God siendo acompañado por la salamandra variocolor.
– No seas más idiota, no vendrá solo, tendrá aliados que pueden hacer que tu esfuerzo sea inútil, los ataques de tu rata serían inútiles contra ellos y si pudieras acabarlos la misma Alfa te acabaría de un solo Rayo Hielo. –
– Entonces son de tipo agua, uno que neutraliza los ataques eléctricos y el Alfa es hembra y que pude usar rayo hielo. – dijo Naomi recopilando datos en su cabeza sacando una conclusión. – ¿Puedes estar refiriéndote al supuesto rumor del dragón legendario de la Cueva Unión? –
– Ah Sí cierto, oí hablar de eso de los entrenadores del Centro Pokemon. – recordó God eso. – Aunque supuse que era un rumor. –
– Pues el rumor es real, el Alfa es ese dragón legendario que congela todo a su paso. – dijo el cazador recordando aquella silueta hace tiempo posada en el medio de aquella neblina. – No puedo decir que será más sencillo contigo apoyando, sobre todo con ese horrible Canto Mortal. –
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/MIENTRAS/CUEVA UNION/SUBSUELO 2/
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Corriendo por la zona Amber seguía al avispón que volaba bajo mientras recordaba donde había visto aquella planta, la joven corría con mucho de cuidado de no provocarle más daño al ratón eléctrico que se encontraba inconsciente aunque en su cuerpo no encontraba ninguna herida, eso empezaba a hacerla dudar la forma en que los tres pokemon en su actual posesión habían caído en combate aun cuando ellos dominaban la situación aunque no le agradara que combatieran no lograba entender cómo se habían podido debilitar sin recibir daño.
– Bee espera por favor. – Amber al ver a donde iban notó que el lugar a donde los llevaba se encontraba lejos en una pequeña isla cubierta en neblina en el gran lago enfrente de ellos. – ¿Cómo podemos llegar allá? Solo Rayo podría llegar pero... –
El avispón tomando acción empezó a volar hacía el sitio en búsqueda de la planta medicinal, pero a medio camino fue interrumpido por un rayo hielo esquivando lo fácilmente para luego ponerse en guardia viendo el resultado del entrenamiento de esquivar las piedras de su entrenador. El beedrill listo se lanzó usando un taladradora alejando la neblina del lugar pero una esfera de agua lo intercepto en pleno viaje, al observar mejor notó de donde había venido y con eso atacó a esa silueta con un dobleataque pero esta se ocultó debajo del agua, al ver que no saldría el beedrill aprovechó el momento y fue a agarrar la planta medicina.
Pero un rayo hielo debajo del agua se hizo presente en forma de iceberg que bloqueo el camino del beedril, pero este no iba a ceder teniendo en mente la razón por la que necesitaba esa medicina, estaba decidido a obtener esa planta, por su compañero, y ese pequeño iceberg se interponía.
Entonces el beedrill uso su taladradora perforando poco a poco el iceberg que poco a poco cedía abriéndose más y más las grietas, pero la silueta no se quedaría quieta mientras lo hacía.
La silueta saltando del agua envuelta en un manto acuático mostraba belleza y elegancia en sus movimientos, creando una esfera de agua en su boca fue creciendo a un gran tamaño a lo que lo lanzó contra el beedrill, pero este no pudo responder a tiempo estando concentrándose en girar cada vez más rápido con solo esa meta... obtener la planta.
El hielo se rompía a gran velocidad con una gran fuerza del taladro de beedrill hasta que logró traspasarlo esquivando a duras penas el pulso de agua, y con un rápido giro usó Puya Nociva en toda la gran silueta impactando varías veces con sus aguijones envueltos en su veneno, en cada uno de ellos expresaba el mismo sentimiento y con un último impacto con el doble de fuerza lo regresó al agua.
A lo lejos la joven y los dos variocolor no pudieron observar muy bien lo que paso debido a la niebla pero aquel último golpe fue bastante fuerte para observarse aún con esa acumulación de gotas de vapor.
– Gol...Golpe Crítico. – terminó diciendo Amber recordando las veces que lo decía al reconocerlo, antes también de ver como en el agua se iba acercando un objeto en forma de gota se acercaba a la costa donde estaba a lo que el growlithe variocolor lo tomó y se lo llevo a su entrenadora... – ¿Qué es esto? Un adorno. –
El beedrill disparado fue a donde la entrenadora y soltando de entre sus aguijones varas de esos ramos de plantas, el avispón había traído mucho más de lo necesario lo que el beedrill no quería arriesgarse.
– Bien Bee, haré deprisa la medicina. – diciendo esto y poniéndose a trabajar en el mismo sitio recreando la medicina en polvo con más potencia. – Listo, tómala Rayo por favor. – El ratón con las fuerzas que le quedaba bebió la bebida verde a lo que a los dos segundos el ratón reaccionó tratando de escupirla.
– Ni se te ocurra escupirlo. – le dijo la joven mostrándole una sonrisa pero con un tono serio y mandón, el pokemon como en una clase de instinto escuchó a la joven y acato a lo dicho tragándolo cayendo al suelo tornándose de un color morado. – ¿Ves? No fue tan malo. –
– Pika... ("Si...") – fue lo único que pudo decir el ratón volviendo a caer, al ver el efecto de esta medicina los otros pokemon retrocedieron un paso. – Pi... ka... ("Hu...yan") –
– Bueno, con toda la planta medicinal que Bee trajo pude hacer una medicina que los haga recuperarse por completo, es un poquis amarga pero sé que les gustará– dijo Amber poniendo más pequeños frascos con aquella sustancia verde, los pokemon retrocedieron un poco asustados por aquella medicina sintiendo el cambio de clima que ahora podría sentirse como una película de horror, y al final la mirada al voltear de la joven con una sonrisa tranquila un poco ruborizada terminó espantando a los dos pokemon soltando un grito lleno de miedo al oír esas palabras– ¿Quién va primero? –
Luego de un rato (Donde ambos pokemon cayeron bajo el efecto de la medicina) todos recuperan sus fuerzas y se encontraban listos para continuar con lo planeado, ir hacia la salida, pero...
En todo ese rato Amber se preocupaba observando al extraño pokemon que Bee había enfrentado quien parecía estar llorando escondido en la neblina, aquella silueta parecía desplazarse de un lado tratando de encontrar algo sin fruto alguno, cada vez podía escuchar más el llanto de ese pokemon notando Amber esto se preguntó si lo que tenía en su mano era lo que buscaba.
– Esto... disculpa... – la joven subió la voz mientras levantaba el objeto en forma de gota. – ¿Esto es lo que buscas? –
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Tomando la atención de la silueta que sus ojos se alumbraron en un tono rosado preparado para atacar, al verlo los variocolor se pusieron en guardia mientras el beedrill se puso detrás de la entradora sosteniéndola para en cualquier caso sacarla del sitio. – Esta bien chicos, no se preocupen. –
La joven pidió que los pokemon retrocedieran un poco, a lo que ella se ponía en la costa del inmenso lago se quitó las gomas de correr que llevaba puestas y se ataba la larga falda un poco más arriba para no mojarla.
– Ven, no te preocupes, tómalo. – dijo Amber extendiendo la mano mostrándole la piedra en forma de gota de agua. – Vamos, es muy bonita y de seguro no quieres perderla. – Dudosa de las acciones de la joven y sus motivos ocultos la silueta fue saliendo a paso lento de la niebla pareciendo estar confundida pero a la vez quería recuperar lo que era suyo. Ya muy cerca la joven asombrada veía que al salir de esa espesa neblina estaba una pequeña Lapras quien parecía tenerle miedo a la joven al verla de tan cerca. – Que bella... –
Extiendo más su mano Amber veía que la Lapras parecía tener varias heridas en su cuerpo preocupando a la joven de tal estado, pero esta tomó el objeto rápidamente para luego entrar al agua e ir rápidamente de nuevo hacía la neblina.
Solo podía observar cómo se alejaba la pequeña Lapras a lo que a la mitad del camino volteo a ver una última vez a la joven antes de meterse al agua y desaparecer de la vista de los que la vieron.
– Necesita ayuda... – susurró la joven con una misión secundaria en su cabeza, ayudar a la pequeña y herida Lapras.
