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I. Un Alfa Fuera de Foco.

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No lo entiendo... —

Estando impactado viendo en el lago mayor de aquel sitio observaba en su rastreador ninguna señal de gran magnitud en aquel lago, ya en el tercer intento se empezaba a desesperar.

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— Aún estamos a tiempo, debería estar aquí. —

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God con la joven aun inconsciente en sus brazos solo se mantenía observando incomodo el desespero del cazador y cuando este volteo solo miro a otro lado.

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— Maldita sea. Debería estar ella aquí el Alfa, aún es temprano para que desaparezca. –

Oye... — El entrenador tomo la atención del cazador. — ¿Por qué te importa tanto combatir con la Alfa? Sé que debe ser poderosa pero tampoco hay que alterarse. —

— Cállate, no sabes nada de mí. — grito enojado el cazador viendo aun a ese lago mientras el Onix lo empezaba a ver preocupado. — Todo lo que he hecho... fue para esto, mi meta terminaría aquí, el punto donde mi viaje comenzó y lo que le había prometido se tenían que cumplir. —

Cuatrojos... — suspiro God confuso ante esa actitud observando la preocupación del Onix ante su "entrenador". — ¿Este es tu propósito? ¿Vencer al Alfa? —

— No, solo es un capricho que voy a tener. Tarde o temprano probare mi fuerza contra la que el combatió. —

— ¿Quien? —

— El que me salvo hace mucho cuando me perdí por cuevas como estas. Me ayudo a capturar a Onix y es el único que ha podido vencer al Alfa. Obtuvo su reconocimiento, yo soy el único que puede vencerlo, es mi derecho. Nadie más conoce este lugar, así que no puede haber nada que se lo haya llevado. — dijo Zeke enfadado tratando de buscar la señal por séptima vez encontrando en vez del Alfa encontró varias señales y una muy conocida le llamo la atención recuperando su seriedad. — Por cierto, hay una señal muy fuerte del tipo eléctrico a un kilómetro más al fondo, supongo que sabrás que esa señal en un sitio así no es habitual y mucho menos un tipo eléctrico. Ya te darás una idea. —

Rayo... ¿Hacia a dónde? — God cambio su semblante a una seria.

— Noroeste, y no está solo. – decía Zeke viendo en su visor un reporte hecho de inmediato. –Parece que tienen una fiesta por allá. —

— ¿Son ellos de nuevo? De verdad son persistente, habrá que terminar lo que empezamos. — God empezó a caminar hacia donde estarían los otros pero el movimiento de la joven en sus brazos le hizo dudar un segundo recordando que más que nada debía de buscar a Amber y ahora con la tarea de mantener a Naomi a salvo, un mal momento para quedar en profundo sueño.

— Que desperdicio, tanto viaje y al final... Ahí está. — Paró un momento el cazador viendo que una señal azul se hacía presente en el rastreador reconociéndola. — Ahí está, agua y hielo. Esa es la Alfa. —

— Entonces la Alfa esta con ellos, debemos movernos para allá cuanto antes, espero que Amber esté bien. —

/MIENTRAS/CUEVA UNION/

— Roooaaar ("¡Muere, pez idiota!") — Envuelto en llamas impacto nuevamente contra el quagsire y terminó recibiendo un cola platino en la cabeza haciéndolo retroceder. — Grrr Roar (Muévete, ese es mío) —

— PikapiKa ("Tu espalda") —

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Con un salto el ratón detuvo el ataque de dos geodudes debilitándolos con su cola platino, el ratón a su alrededor veía a un montón de pokemon salvajes rodeándolos preparados para atacarlos sin saber la razón de ello, lo más que podía hacer era defenderse. En todo el rato que se encontraban en esa emboscada el growlithe variocolor se había decidido a hacerle cara al quagsire que solo se mantenía viéndolo aburrido.

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El beedrill se encargaba de los combates aéreos teniendo que enfrentarse a un gran grupo de zubats que atacan a diestra y siniestra, y el pikachu variocolor se encargaba en despejar el camino y apoyar a los pokemon con ataques como los 500 voltios. Con la cola platino para parar o apoyar a los otros dos siendo quien tomaba las riendas de casi todos los demás combates siendo el más cansado hasta ahora y la verdad por el camino que iban no lograrían salir de ahí, lo mejor era acabar con esto de una vez.

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Abriéndose paso entre los geodudes y esquivando rápidamente al Onix usando su estática creó una tabla con la que empezó a manipular el agua creando una inmensa ola preparada para terminar con todos los geodudes que empezaban a ser molestos. La ola iba a aplastarlos sino fuera porque el quagsire lo recibió emocionado en el último segundo.

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— Ggrrr Grrrr Roarrr ("¿Qué demonios hace? ¡Ese idiota es mío!") —

— Pikapi kachupika ("¿Por qué se metió? ¿Los estará protegiendo?") —

— Quagsire! ("ASOMBROSO, Atácame más, atácame más"). — El Quagsire solo sonreía feliz abriendo sus brazos. — Quagsire Quagsire ("Vamos, vamos, dame más") —

— PikapiKa ("Tendré que vencerlo primero") —

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Dando un salto al aire el ratón se cargó de electricidad soltándola contra el que él pensaba era tipo agua pero tuvo una respuesta al ver que no hacia efecto en el aparte de hacerlo mostrar una sonrisa sorprendido por aquel espectáculo de luces que estaba recibiendo.

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— Quagsire ("Brillito.") —

— Pikapikachu ("No le hizo nada") — el ratón estuvo sorprendido sin entender por qué no le había afectado, por esto mismo bajo la guardia por un segundo y el Onix aprovechándolo usaría contra él Placaje.

— Buzzzzz ("Capitán") — Contrarrestando con la Taladradora el Onix salió disparado bastante herido quedando noqueado por aquel golpe crítico. El beedrill se puso de espalda contra el pikachu variocolor observando que su acto sorpresa venció al líder de aquel grupo los pokemon empezaban a retroceder perdiendo la fe. — Buzzz Buzzz Buzzz Buzzz ("Por favor no baje la guardia, atacan al primer momento.") —

— PikapiKa pika Pikapikapika ("Gracias por eso, ahora sin el líder por favor apoya al novato contra el quagsire.") —

— Buzzz Buzzz ("A sus órdenes, capitán") —

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Con esto el beedrill usando taladradora de nuevo se lanzó contra el quagsire pero esta vez este detuvo el impacto con un Portazo haciendo que los ataques se anularan dejando al beedrill confuso.

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— Quagsire Quagsire ("¿Quieres jugar?") —

— Buzzzz ("Misión, distraer bobo azul en proceso") — Dando un giro en pleno aire impacto varias veces con su Puya nociva en el rostro al Quagsire obligándolo a retroceder, el cachorro aprovechándose del momento con un rueda fuego le golpeo en el estómago envuelto en grandes llamas.

Mientras ellos combatían, el ratón utilizando el agua nuevamente arrastro a todos los geodudes a su ola llevándose también a varios de los zubats destrozó la ola con su cola platino para luego soltar una gran descarga eléctrica.

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Metal, agua y electricidad, tres requisitos que él y God utilizaban para atacar a larga distancia, crear una ola para atrapar al enemigo, concentrar la electricidad en la cola de platino del ratón y soltarla en el agua era un ataque devastador que servía con pokemon a la larga distancia.

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Era parte del arsenal de trucos que God usaba para vencer contra múltiples oponentes, pero el problema de ella era que tardaba un poco haciéndola dejándolo desprotegido. La práctica de haberlo hecho más de 100 veces pudo reducir el tiempo de espera, y con sus buenos reflejos podía sentir a su alrededor. La práctica hacía al maestro, y ahora la práctica lo demostraba en pleno combate que valía sus frutos. Todos los geodudes quedaron debilitados por el agua y los zubats que quedaban fueron debilitados por la electricidad dejando en plena desventaja al Quagsire.

El beedrill encargándose del Quagsire le impedía moverse atacando sin parar mostrando el Quagsire ya un poco exhausto por el daño almacenado de tantos ataques, pero en todo ese proceso el cachorro sus ataques no lograban darle o no eran efectivos culpando al beedrill que si lograba hacer algo contra el tipo agua.

— QuagsireQuiasireQuagQuag ("Quag Quag Quag, eres divertido, solo espera un poquito.") — El tipo agua se rodeó de luz y sus heridas empezaban a desaparecer recuperando vida. Quagquag Quagsire ("Ahora sigamos jugando") —

— Buzzz buzzz ("Daño insuficiente, deber atacar en equipo") — El beedrill cargando sus aguijones con su veneno se alisto para atacar.

— Grrrr Roarrr ("¡Dejen de meterse es mío!") — Fastidiado de todo el cachorro sin pensarlo soltó un potente lanzallamas, pero este sorprendió cuando se vio que era para el beedrill quien no pudo esquivarlo y por la fuerza quedo debilitado cayendo en llamas contra el agua, aquella escena fue la gota que derramo el vaso.

Pasmado el rato usando su Surf saco del agua al avispón completamente herido pudiendo apenas respirar inconsciente. Ya fuera del camino el cachorro pudo atacar a gusto al quagsire, pero Rayo no estaba contento con todo esto. El ratón había soportado la actitud malcriada del cachorro en todo el momento que habían estado todo el rato ahí. Estar con su entrenador tanto tiempo le había hecho ser tolerante a actuar así, pero algo que jamás perdonaría era atacar a un compañero. Con un cola platino el pikachu mando a volar al growlithe variocolor hacía el agua bajando de nuevo su temperatura. Al salir disparado veía enojado al ratón, pero la mirada seria de esta decía suficiente.

"Me encargare de ti después."

El ratón plantó cara al Quagsire quien veía extrañado lo que había pasado pero se encontraba emocionado al ver su oponente, o mejor dicho "su compañero de juego".

— Pikapika ("Seré yo tu oponente.") —

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II. Diferencia de la Experiencia.

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En la cueva Amber pudo escuchar una pequeña explosión afuera de ella llamando la atención de la joven, pero la Lapras al escucharla temió tomando de nuevo el cristal azul.

— ¿Que estará pasando afuera? Iré a ver. — Al oírla la Lapras trató de detenerla mordiendo la parte de abajo de su ropa jalándola con inocencia a lo que ella trataba de soltarse sonrojada. — N-no hagas eso pequeña por favor no... —

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La pequeña trataba de detenerla.

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— ¿No quieres que salga? Pero tengo que ir a ver si están bien. — La lapras volvía a morder la braga jalándola. — No te preocupes, volveré, solo quiero ver qué pasa con Natsu, Rayo y Bee... — La Lapras negó con la cabeza con temor sabiendo que era lo que pasaba.

— ¿Tu sabes qué pasa? Por estar así debe ser algo malo. — dijo la joven empezando a preocuparse escuchando un par de gritos. — Debo ir a ayudar. —

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La Lapras trataba de detenerla pero al final ella se acercó y le dio un beso en su mejilla.

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— Perdóname pero no puedo dejar a nadie que necesite ayuda, es parte de mí cuidar a los que quieres. —

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La lapras solo veía con un poco de miedo como se iba la joven, ese calor que sentía con ella le hacía recordar a su madre, pero esas palabras ya la hacían pensar como su madre pensaba. Proteger era su prioridad.

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Sin importar como estaba salió hacia afuera de la pequeña cueva notando que los pokemon que la acompañaban no estaban ahí y a lo lejos se podía ver un fuerte rayo de luz y el sonido del agua en gran escala pudiendo reconocer al ratón variocolor. Ahora si él estaba allá no podía ir o usar el Surf para cruzar el agua y nadar en zona salvaje tenía su gran riesgo aparte de que... no le iba bien nadar tal distancia y más en un lugar como ese. Un fuerte golpe seco se pudo escuchar a lo lejos preocupando más a la joven por la reacción de la Lapras creyendo que podía ser lo que le había pasado a la madre.

Y saliendo del agua la Lapras sorprendió a la joven soltándole un grito, había venido a ayudarle conmoviendo a la joven.

— Muchas Gracias pequeña, ahora vamos. — subiéndose en su lomo la joven con la Lapras tomaron rumbo hacia donde se escuchaba el conflicto.

En el combate el ratón se mantenía a la ofensiva notando que el quagsire empezaba a cansarse de que usara la cola platino, pero esta había logrado su cometido pues le había podido reducir su defensa regresándola hacía su base original. Ahora debía tener cuidado atacar y salir de ahí fuera de su rango, pero sabiendo que los ataques eléctricos como antes no le harían efecto le quitaba sus dos armas más fuertes de su arsenal. Ahora solo podía usar Surf para atacar a distancia y su cola férrea mejorada para aparatarlo, puesto la mejor opción era atacar a distancia.

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El quagsire se mantenía recibiendo los ataques sin importar nada disfrutando recibiendo cada golpe y regresándolo de vez en cuando con Portazo o se recuperaba sus heridas. Lo más peligroso ahora era recibir su bomba fango, si lograba evitarlo y seguir atacando así podría salir victorioso del combate aunque después quede sin fuerza alguna. Lo mejor era acabarlo de un golpe. Dando otra cola platino en la cabeza al quagsire este retrocedió con su defensa disminuida.

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— Quagquagsire ("Eres divertido, me agradas nuevo amigo") — decía el quagsire confundiendo al ratón de su intenciones. — Quag Quagsire Quagsire ("Lastima que el Gruñón me dijo que te venciera") —

— PikapiKa pika Pikapikapika ("¿De qué hablas? ¿Alguien te mando a atacarnos?") —

— Quagquagsire Quagsire Quagsire ("Si, el viejo gruñón me dijo que si jugaba con ustedes el me daría dulces pero me divierto mucho contigo"). —

— Pikapikachu pikapikachu pika ("¿Cómo es ese gruñón?") —

— Quagquagquagquagquagquagquagquag ("Grande, robusto, redondo, gruñón, viejo, siempre se quejaba de la Señorita Lapras y su trato con los humanos bla bla bla, y que los pokemon y humanos no debían ser amigos blah blah blah, es muy molesto pero me dará dulces y puedo jugar así que no me molesta"). —

— Pi kachupika ("¿Que paso con esa Lapras?") —

— Quagquagsire Quagsire Quag ("El viejo fue amable y le dio un buen descanso según me dijo, ahora él se encarga de la cueva.") —

Pikapi ("Quieres decir que... Canallas...") — el ratón se preparó para seguir.

— Quagsire Quagsire Quag Quagsire ("Mucha charla, sigamos jugando.") —

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El quagsire se lanzó usando portazo al suelo siendo esquivado con una voltereta hacía atrás, creando de nuevo la ola de agua el ratón cargaba su cola platino preparado para atacar. El quagsire sabiendo lo que iba a pasar escupió tres bomba fangos en la ola deformándola, y con su cuerpo se lanzó hacía el ratón variocolor. No pudo más que defenderse con su ataque tipo acero, con la gran diferencia de tamaño y fuerza en el momento el ratón salió disparado ganando el quagsire en fuerza. Era lo que quería el pikachu variocolor.

Estando ya a varios metros del suelo el ratón utilizando la fuerza del ataque como impulso empezó a girar aumentando su velocidad mientras utilizaba la cola platino rodeándose de un aura grisácea volviéndose una disco en forma de cierra preparado para caer sobre el Quagsire.

— Quaaaaaaaaagsireeee ("¡Brillaaaaaante!") — fue lo que pudo decir sorprendido con una cara llena de emoción a lo que observaba como la luz se dirigía hacia él.

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Un estruendo se escuchó en todo el lugar. El impacto de la cola platino había provocado un hueco en el suelo agrietado dejando el medio de todo al quagsire quien mantenía en su rostro una sonrisa.

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— Quaggggsire ("Fue... asombroso.") — dijo el quagsire tendido en el suelo mientras de su cuerpo desprendía humo. — Quagsire Quag ("Señor naranja es asombroso.") —

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Jadeando sentado en la tierra el ratón variocolor se sostenía la cabeza mareada de haber dado tantas vueltas, al final logró terminar con el quagsire masoquista pero había gastado más energía de lo esperada aunque claro que la imagen del growlithe variocolor le trajo más fuerza para castigarlo.

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El descanso tuvo que terminar teniendo que saltar para esquivar una bomba de veneno venida del aire. Vio que donde estaba sentado empezaba a derretirse. Al levantar la mirada vio otro grupo de zubats apunto de atacarle por lo que cargaba electricidad, pero fue sorprendido cuando dos manos lo agarraron por debajo de la tierra neutralizando la electricidad siendo estrujado y lanzado al aire recibido por un placaje de otro geodude cayendo al suelo. Era doloroso, pero aun algo herido aun pudo levantarse.

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Ahora la victoria se encontraba mucho más lejos y la forma de sobrevivir se había reducido al ver que la cantidad de enemigos se habría triplicado saliendo geodudes de la tierra como margaritas en invierno. El aire estando infestado por muchos zubats que volaban en grupo, y algunos wooper que se encontraba esparcido.

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Rayo ya no veía forma de salir ahora. Si fuera el solo o con su entrenador podría perderlos con una distracción, pero tampoco podía rendirse mientras su compañero seguía inconsciente. Debía seguir peleando y abrir el camino. Era lo que su entrenador le diría.

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En el primer intento tratando de abrir espacio para correr el ratón variocolor creó la ola de agua contra los geodudes, pero unos wooper dando un salto recibieron el ataque por ellos. A diferencia del quagsire estos absorbieron el agua sin recibir daño alguno, y tratando de derribarlos con electricidad los geodudes chapotearon lodo.

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Los ataques eléctricos se debilitaron hasta hacerlo desaparecer en el fango. Rayo salto hacia arriba y con la Cola Platino iba a acabar en uno de los grupos de Wooper para dispersarlos, pero un geodude tomo su ligar y por su habilidad sobrevivió al golpe.

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El ratón teniendo que retroceder se sentía atrapado. La forma en que combatían los pokemon salvaje se cubría unos a otros, esa manera de combatir en grupo era hecha para proteger entre ataques la manada que vivía en el sitio para evitar así ser cazados por entrenadores. La unión hacía la fuerza, y en ese momento estando solo el pikachu variocolor no veía muchas opciones combatiendo por su cuenta. No peleaban al azar, alguien debía estar detrás como líder.

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Cada defensa siempre tendría su punto débil solo debía de ver cuál sería, intentando de nuevo ese combo fue detenido de igual manera, pero esta vez pudo observar que los wooper parecían tomárselo también como un juego. Podía aprovechar eso.

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Volviendo a hacer la ola los wooper saltaron a absorberla de manera alegre, pero esta vez el pikachu variocolor con su cola platino en pleno vuelo impacto contra los dos woopers mandándolos contra las paredes debilitados. Ahora sin ellos para absorber el agua la ola se llevó con ella a todos los geodudes que se encontraban en tierra y estos al haberse ido el efecto de los chapotealodo también ahora estando los ataques eléctricos a su máxima capacidad.

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Dando un salto hacía la tierra tomo suficiente impulso para dar un salto hacia donde estaban los zubats. Con todo lo que había pasado en apenas segundos algunos de los zubats de bajo nivel no pudieron responder ante eso. Los que pudieron fueron a donde iba usando el chupavidas, pero el ratón impactando su cola platino por última vez en uno de los zubats lo utilizó como impulso.

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– Pi…Pipipipi… PipipipipipipipiKA. –

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Cubriéndose de una carga eléctrica, salió disparado hacía el techo rodeado de una gran carga. Tomando un segundo impulso empezó a impactar a todos en su camino con un placaje eléctrico para culminarlos con un thunderbolt devastador.

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Zubats achicharrados caían al suelo uno tras otro, y Rayo caía con gracia en cuatro patas. La última jugada que podía hacer era usar todas sus cartas en el momento preciso y ese fue cuando uno de los pilares de la defensa bajo la guardia.

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Sin ellos la cadena fue rota y con ella llego su derrota, pero con un gran precio puesto el ratón cayendo apenas en la tierra jadeaba cansado. Había utilizado todo de sí, y solo se mantenía respirando mientras sus patas temblaban no pudiendo sostener su pequeño cuerpo más tiempo. Podía respirar un poco más tranquilo ya con todos los pokemon salvajes vencidos huyendo del sitio.

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Recordando al cachorro el Rayo volteó a ver al growlithe variocolor preparado para darle lo que se merecía. El growlithe al ver como lo miraba seriamente no sabía qué hacer, era extraño para el cachorro sentir esa sensación y su cola parecía a punto de despegar.

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En el fondo quería enfrentarse a él, pero al mismo tiempo veía al ratón como más que el gruñón que había visto antes. Parecía diferente el ambiente jamás lo había visto tan serio, pero no por ello cambiaría algo, y cuando levanto la cabeza el pikachu venía contra él.

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El growlithe se puso en guardia preparado para defenderse creyendo que el ratón lo atacaría se rodeó de fuego, pero Rayo cortó la distancia entre ellos contra un geodude que iba a atacar al cachorro.

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Dando un salto al llegar uso una simple cola férrea debilitándolo de un golpe. Le había salvado sin que lo supiera. Ya incapaz de moverse, el ratón eléctrico cayó al suelo agotado pudiendo apenas respirar. Se había sobrepasado así mismo en fuerza física y soltó demasiado voltaje, pero al final lo había valido. Odiaría que su entrenador le viera en ese estado, pero era consecuencia de aquella emboscada.

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Natsu era un cachorro de apenas dos años de edad. Toda la vida había sido fuerte, nacido con talento y potencia de fuego. Nadie en la granja podía rivalizar su fuerza, y hasta el mismo Tauros de la anciana tenía problemas con su Lanzallamas. El ver aquel maldito Quagsire riéndose como si fuera un juego le molestaba, y quizás se le paso la pata. Era frustrante, pero no podía derribarlo. Su fuego no era suficiente, pero eso solo era una excusa. Rayo en segundos entro a suplantarlo en combate, y en segundos logro derribar no solo al molesto Quagsire sino que también a todos los demás.

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Veloz como un relámpago, ágil como una pluma, y golpes tan pesados como un derrumbe. Rayo actuó por su cuenta y soluciono todo como si estuviera acostumbrado.

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Movimientos rápidos y precisos. Acción y reacción inmediata ante el peligro. Capacidad de adaptarse al entorno. Planear en base al conocimiento. Detectar e identificar puntos débiles. Había una gran diferencia entre ellos. Ante la vista de Natsu, Rayo parecía mucho más grande que antes, y su mirada empezaba a darle miedo. Ese era el peso de la Experiencia, y Natsu instintivamente entendió la diferencia entre talento y experiencia. ¿Cuánto tiempo le tomaría llegar a ese nivel? ¿Cuánto tiempo para alcanzar a alguien como él?

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A lo lejos enojado veía un Golem veía enojado como parte de sus tropas salían huyendo del lugar vencidos por cómo les llaman ellos "pokemon mimados" quienes habían invadido su territorio llenándolo de irá. Ahora él se encargaría de eliminar las plagas.

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III. Malditos Invasores.

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Acercándose en pleno mar venían la joven encima de la Lapras cubiertas entre la niebla, la joven notó que la Lapras entre la niebla podía ver perfectamente mientras recorría el inmenso lago, pero al llegar a cierto punto la lapras atemorizada paro en seco.

— ¿Que pasa pequeña? Ya casi llegamos por favor no te detengas. — dijo la joven calmándola pero esta al ver entre la niebla noto una figura que le trajo temor empezando a temblar. — Dime que ocurre ¿Vistes algo malo? —

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Forzando un poco la vista notó que en el sitio estaban los pokemon que la acompañaban, pero algo malo pasaba puesto veía a dos de ellos tendidos en el suelo siendo su pokemon el que se encontraba de pie. Luego logró ver otros tres pokemon que se acercaban a ellos siendo ellos la razón por el temor de la Lapras. Conectando los puntos en su cabeza de la historia de Lapras con su temor de esos pokemon tenían algo que ver con la desaparición de su madre o tal vez eran ellos quienes...

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Agitando su cabeza la joven quiso borrar la imagen de su cabeza para luego observar que esos pokemon tramaban algo. El growlithe variocolor al notar su presencia se puso en guardia, pero con lo acababa de pasar con el ratón después de todo lo hecho empezaba a sentir empatía por lo que no estaba concentrado del todo en su oponente. Por esto mismo no logró esquivar un Cuerpopesado del Golem enfrente de él. Al ver que le habían atacado la joven se preocupó por su pokemon pidiéndole a la Lapras que la llevará a allá con desesperación, pero esta no respondía aun temblando de miedo por lo que Amber solo podía ver a lo lejos.

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El cachorro no perdió más tiempo y envistió con su rueda fuego al Golem, pero este lo recibió sin problema alguno mientras que en su puño cargaba electricidad. El cachorro solo elevaba la temperatura del lugar aumentando la cantidad de llamas que desprendía de su cuerpo, pero no basto para frenar al megatón que impacto en el su puño trueno deteniendo el pequeño horno que estaba haciendo. Natsu preparado para contratacar soltó un poderoso lanzallamas pero el Golem respondiendo soltó un fragmento de piedra de su cuerpo impactando contra el suelo enfrente del growlithe variocolor haciéndolo retroceder.

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El cachorro observando el suelo notaba la diferencia de nivel que tenían, pero este empezaba a "cabrearse" de forma que empezaba a soltar nuevamente llamas de su cuerpo a gran escala, pero ahora estas empezaban a tomar forma del mismo rostro de lo que era un Monstruo de Fuego impactando por su apariencia al Golem. Atrapándolo con sus dientes como si se tratase de su juguete empezó a masticarlo lanzándolo de un lado a otro para luego tirarlo contra el suelo una, y otra y otra vez.

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Una ventaja que tenía ahora el cachorro era que podía expresarse de la forma que no le agradaba a su entrenadora, con violencia desquitándose con todo lo que tenía cada resentimiento le daba más fuerza y la expresaba con cada golpe. Aunque claro que el pokemon megatón no era conocido por ser tan fácil de vencer con golpes físicos ni mucho menos con tipo fuego.

Continuando con esa paliza el growlithe seguía jugando con el Golem mientras que poco a poco el quagsire luego de descansar un rato se levantó del sitio estirando y rascándose la parte baja de la espalda, al notar al Golem en pleno juego el quagsire se levantó de mala manera pensando que se divertían sin él.

Disparando su bomba fango contra el cachorro en llamas detuvo su ataque dándole tiempo al pokemon megatón de tomar compostura y alejarse un poco, en su coraza de roca podía ver que había sufrido bastante daño, más del que se aceptaba haber recibido por un pokemon mimado.

El quagsire disparó varias bombas fangos hacia el growlithe, ya sabiendo ese truco el cachorro en su rueda fuego esquivó varios tiros y terminó rematando al quagsire en el estómago, tal vez los golpes físicos no servían con el pero si notaba que se confiaba de esto.

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Esa era la oportunidad a lo que incrementaba el rueda fuego levantaba al quagsire mientras lo atacaba llevándolo hacía el techo del lugar, era una simple imitación del garra metal envuelta en nitrocarga del charmeleon variocolor. El impacto contra el techo no fue mucho más daño que podía hacerle por su cuenta, más tuvo el tiempo necesario para quemarlo con lo que recibiría más daño.

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El Golbat de la nada salió usando mordisco en el cachorro lanzándolo hacía el Golem que lo remató con un puño trueno lanzándolo hacía el suelo impactando contra una estalactita, y haciendo a la joven soltar un grito de preocupación al ver esa escena.

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— Natsu, por favor aguanta. —

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La joven veía con lágrimas en los ojos a su pokemon tirado en el suelo pareciendo estar inconsciente. Amber le pedía a la lapras que la llevara hacía allá para detener la pelea, pero esta no respondía paralizada por el miedo. No importaba que tanto lo pidiera ella solo se mantenía observando con miedo al Golem y al Golbat.

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El Golem hartó de todo iba a terminar con la molestia usaba el Cuerpopesado cubriéndose de metal listo para terminar con la vida del growlithe. Antes de lograrlo una ola de agua del lago bloqueo su camino y un gran impacto choco en su rostro. Fue un pequeño bocado de la cola platino del ratón eléctrico anaranjado.

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Rayo... —

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El ratón al caer al suelo cayo de pie pero no aguanto y terminó tirado en el suelo tratando de levantarse sin fruto alguno preocupándole más a la joven el estado de los tres pokemon. Limpiándose en la zona de impacto le empezó a molestar más al saber que le había sacado del Cuerpopesado, viendo al ratón tirado en el suelo no quiso vacilar más.

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Amber sin saber que hacer se desesperaba con tan solo verlo, no podía hacer mucho en ese momento y ver que los pokemon que tenía un cierto cariño estaban sufriendo heridos. El mismo pokemon salvaje no se iba a detener por tales motivos le hacía sentir esa impotencia en su pecho, y la única forma de detenerlos era tocar con el corazón.

Levantándose en el caparazón de la Lapras sosteniéndose de su cuello poniendo a centímetros de la ocarina.

— Por favor, calma la irá de su corazón y trae de vuelta lo que perdió. — le susurró la joven a la ocarina a lo que empezó a tocar. Su melodía en todo el lugar se hizo presente tomando por sorpresa al Golem que por aquella melodía vio la silueta de la pequeña Lapras y la confundió con aquella a quien había eliminado.

La melodía hacía efecto en los pokemon dándoles una extraña sensación. El Golem temía por su vida creyendo que esa melodía era como el ataque fulminante de la Alfa. Lleno de irá y miedo disparó un antiaéreo al agua obligando a la joven a dejar de tocar cayendo de espaldas para que luego el Golbat soltó un fuerte gruñido que sirvió como señal llamando a varios geodudes y uno que otro graveler.

Levantándose de aquella caída noto que la ocarina se había caído al agua, y no sabía por dónde había caído. A punto de sumergirse en el agua a buscarla volteo a ver al pequeño cachorro inconsciente. Dos regalos de su abuela estaban en peligro y ella no sabía qué hacer.

Una vida era muy valiosa y no podía dejarla a su suerte, antes que su objeto aunque tuviera un valor sentimental demasiado grande para ella no podía abandonar a su compañero, por lo que sorprendiendo a la Lapras Amber salto al agua empezando a nadar con todas sus fuerzas para llegar hacia la orilla. Rayo notó que un par de geodudes iban a usar lanzarrocas contra ella, lo que más pudo hacer era arrastrarse hasta llegar al agua y con lo que quedaba de energía hizo una ola de agua mucho más pequeña pero lo suficiente para poder tener las lanzarrocas.

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Llegando a la costa la joven salió del agua al primer momento poniéndose de pie tomando al cachorro y al ratón.

— Tranquilos chicos, ya estoy aquí ¿Dónde está Bee? — Viendo a todos lados la joven no veía al avispón en ningún lado pero su atención fue tomada por la gran manada de pokemon del lugar. — Oh no... —

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Preparados para atacar todos a la vez se acercaban a paso lento quitando les alguna ruta de escape que le quedaba la arrinconaban poniéndola más nerviosa, pero no debía temer ahora siendo ella la que debía proteger ahora a quienes la cuidaron todo el rato. Ahora ella debía cuidarlos y dejar de ser la que estaba detrás del escudo.

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— No se preocupen, mis niños. Me toca a mí cuidarlos. — dijo Amber mostrando una sonrisa tratando de calmar al ratón eléctrico aunque no pudo engañarlo, en el fondo también tenía miedo.

— Por favor, no hay razón para salir lastimados, solo queremos salir de aquí. —

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Trató de conversar al Golem, pero este cargó un puño trueno preparado para acabar con la miserable humana invasora y la peste de mimados. Un taladradora apareció de repente haciéndole perder el equilibrio rodando hacia un lado impactando contra unas estalactitas. Entre los geodudes sorprendidos la joven pudo ver al avispón de pie aunque jadeaba fuertemente viéndose en su cuerpo las quemaduras provocadas por el único tipo fuego en la zona.

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— Bee, ten cuidado con tus heridas. —

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El beedrill dándose vuelta se puso en guardia ante todos los geodudes, la joven veía que igual que el pikachu variocolor el beedrill se estaba sobre esforzando ya ni siquiera pudiendo volar, levantándose del sitio el Golem mando a atacarlos.

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Por favor no... —

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Tres geodudes saltaron a atacar con placaje a la joven pero el beedrill se metió en medio usando puya nociva, aunque no fuera nada sirvió para hacerlos retroceder y terminarlos con Dobleataque a cada uno.

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El Golbat salvaje viendo lo que pasaba disparó contra el beedrill para frenarlo de una vez pero este saltó contra otros geodudes esta vez usando taladradora abriendo un camino para la joven, esta solo lo notó porque el ratón muy agotado le hizo las señas para que aprovechara el momento y empezará a correr preocupándose por el estado del beedrill que tomaba el papel de señuelo.

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Los geodudes trataban de detener al avispón pero la fuerza que poseía era mucho mayor que la de ello aparte del golpe crítico frecuente. Luego que la joven se había alejado lo suficiente se guiaría a eliminar a los pokemon más fuertes.

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Como había dicho antes el ratón, mata a la cabeza y el cuerpo morirá, si terminaba contra el Golem y el Golbat los demás saldrían huyendo como en el caso del Onix. Entonces decidido con sus últimas fuerzas fue a enfrentar al Golbat continuando con su taladradora pero no le salió todo lo planeado.

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Aunque hubiera ido contra el Golbat con todo lo que tenía la energía al tener contacto con el murciélago sin entenderlo desapareció como si no le afectara. El beedrill confuso el Golbat aprovechó esto usando un bomba lodo en el golpeando al avispón haciéndolo caer al suelo.

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El avispón intentaba levantarse pero sus quemaduras le pasaban facturas, no estaba para nada en mejor estado que el ratón. Sus defensas no eran mayores para resistir todo el daño en su cuerpo. Solo podía seguir moviéndose debido a su propio querer, razón por la que su cuerpo lo había abandonado.

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El Golem cargo con su puño trueno para acabar con esa molesta plaga de una vez, ya estaba hartó de todos esos contratiempos, solo debía acabar con aplastar la cabeza del beedrill para luego encargarse de la humana de la misma forma, una forma de morir acorde a quien rebajaron su orgullo como seres superiores ante esas pestes que profanaron sus hogares.

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Los obligaron a pelear entre ellos como animales y para el colmo algunos de su propia especie se habían acostumbrados a ser eso, mascotas, al oírlo los dos pokemon de God empezaban a responder enojados.

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Eran los pensamientos principales en la mente de esa manada inculcados por ese Golem que había visto el lado oscuro de los humanos. Preparado ya su ataque dio el paso final antes de impactarlo, y el grito de la joven aparte de las chispas del ataque eléctrico los geodudes empezaban a levantar sus manos en forma a lo que al mismo ritmo decían su nombre, así de forma que los gritos de la joven no pudieron escucharse.

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El beedrill trataba de levantarse y defenderse pero no podía más, el Golem ante los ojos de todos los geodudes terminaría con esa vida para que pagara sus pecados, la frustración le llenaba por dentro al avispón tratando de probar su fuerza y callarle la boca, pero no podía volver a levantarse otra vez dejándolo con ese mal sabor de boca.

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Una barrera de luz se interpuso en el camino del Golem sorprendiendo a todos los que observaba la escena. Un rayo de luz del color del arcoíris ilumino toda la zona cegando a todos.

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Cuando el brillo paró el Golem notó que varios geodudes y los gravelers habían quedado debilitados. Al verlo el Golem se enfadó y creyendo que había sido provocado por la humana la mandaron a atacar.

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El Golbat acatando disparó una bomba lodo hacía donde era que se encontraba la joven, pero viendo como el mismo ácido derritió el sitio donde estaba vio que la joven ya no estaba ahí.

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Viendo a su alrededor todos los pokemon buscaban a la plaga que parecía haber huido, uno de los geodudes logró verla a varios metros alejada y parecía confundida igual que ellos viendo como se había trasladado.

— ¿Qué paso? —

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Amber había pasado por una clase de luz a lo que sintió como dejó de tocar el suelo hasta volver a sentir sus piernas el frío suelo preguntándose qué había pasado. El Golbat iba a disparar otra bomba lodo, pero fue rodeado de una energía rosada que lo detuvo en pleno aire. Les sorprendió a todos como el Golbat fue lanzado hacia el suelo donde fue atrapado por varios geodudes que lo observaban confuso.

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— ¡B-Bee! —

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El avispón de igual forma se encontraba enfrente de ella totalmente herido, revisándolo notó que solo se había desmayado y seguía respirando. Solo debía descansar y recuperarse un poco aunque no era el mejor momento para eso.

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Sin entender lo que pasaba veía que los pokemon se habían agrupado en el centro viendo a todas partes para entender lo que pasaba. Eso le mostraba a la joven que no era la única que estaba confusa por lo que pasaba ahora, pero más fue su sorpresa cuando vio que cerca de ella dos frascos de su medicina habían aparecido de un pequeño destello.

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Mi... Medicina ¿Pero cómo llegó aquí? — Amber vio los frascos impactada y confusa. Pensaba que era un sueño o una alucinación, pero al reconocerlos por completo no tardó más y empezar a usarla para curar los tres pokemon.

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Mientras lo hacía echaba de vez en cuando un ojo a la manada de pokemon que poco a poco iban debilitándose por aquel brillo que pasaba de un lado a otro llamando la atención de todos dándole un respiro a la joven con suficiente tiempo para sanar. Lo que debían hacer era descansar para que la medicina hiciera por completo su efecto, lo que haría en ese caso era meter a los pokemon en sus pokeballs para que estuvieran a salvo de cualquier ataque. No obstante, aunque tuviera las pokeballs de Natsu y Bee, estas se encontraban junto a sus otras cosas y su ropa en la cueva. Lo que podía hacer ahora es seguir observando mientras esperaba que los tres despertaran.

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En uno de los destellos varios geodudes cayeron cerca de donde estaba la joven, al verla desprotegida junto a los pokemon ya débiles con la idea impuesta del Golem en sus cabezas duras, al primer momento que tuvieran oportunidad aplastar a esas plagas. Amber entendió que no se rendirían en su ataque viendo que se acercaban. ¿Por qué los pokemon le estaban atacando de la nada? ¿Qué cosa habían hecho para ofenderlos? ¿Qué clase de motivo podía estar detrás de querer lastimarlos cuando solo quería salir?

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Ni importa si les ruega, seguirán intentando hacer más daño a ella y a los que la acompañaban. No podía calmarlos en ese punto. Mucho menos sin tener su ocarina con ella estando ahora en el fondo del lago fuera de su alcance. No podía mentirse a sí misma. Tenía miedo y no podía culparse, monstruos la habían rodeado con la intención de matarla. Ella no podía hacer nada llenándola de frustración, pero como había dicho antes no podía retroceder más. Por ella misma y por los que estaban descansando en su espalda.

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La lapras ya un poco más consciente veía preocupada lo que pasaba con lo que iba a pasarle a la joven, pero su miedo le era mayor a su propia fuerza inmovilizado lo. Solo debía ser fuerte contra ellos, ser firme como lo era God en los combates, dejar de preocuparse de lo demás y concentrarse en cuidarlos. Tenía un poco de miedo, pero debía ser firme y no dejarse pisotear otra vez. Fue cuando los geodudes estaban cerca que la joven solo lo soltó.

Oigan, ustedes dos. ¡Ya basta! — dijo seria la joven parando en seco a ambos pokemon sin saber la razón. — Hemos pasado mucho para seguir acá para que nos ataquen, solo queremos salir de aquí e ir con mis amigos, así que les pido, vayan a casa y piensen lo que hicieron, PAREN YA.

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Los geodudes estáticos se sentían paralizados ante aquella mirada, al final la presión que sentían de ella los obligaron a obedecerla empezando a irse sin entender la razón.

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— Enserio ¿Funcionó? — dijo Amber sorprendida de eso sintiendo una sensación agradable de satisfacción. Era un calor que sentía en su pecho, era calentito y agradable. — Con razón siempre sonríes, God-kun. Se siente bien ser valiente. —

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El quagsire aburrido por no poder combatir bien salió de aquel sitio y al ver al ratón "tomando una siesta" pensó en jugar de nuevo con él. Girando su brazo rápidamente se lanzó a atacar usando Portazo, la joven emocionada se dio cuenta ya muy tarde de esto.

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Una barrera amarilla se interpuso entre ellos y el pokemon que había del destello se cubría con un haz de luz rosada que lo cubría, pero la luz azul de sus ojos era lo que destacaba del extraño pokemon. Lo que parecían 4 barreras de luz aparecieron cada uno a 10 metros de cada una rodeando al Quagsire que parecía sorprendido mientras aplaudía. Iba a decir algo pero la energía rosada lo rodeó y como si fuera cualquiera cosa fue mandado a volar impactando contra uno de los reflejos, y con el pedazo de metal en su mano imitando a un director de orquesta hacia impactar las barreras con el quagsire una y otra vez. Cada choque hacía una nota musical y juntándolos todo se podía ver que el extraño pokemon usaba al quagsire como instrumento para tocar una melodía terminando por lanzarlo muy lejos.

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Amber asombrada observaba aquel extraño pokemon que la había protegido y al escuchar la canción pudo notar que era una obra clásica de piano que conocía. Mozart se destacaba por su belleza y su gran potencia en aquellas notas recreadas por el pokemon como si fuera el director de una orquesta.

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Los otros dos pokemon no tomaron ni un segundo y aprovechando la oportunidad en que había bajado la guardia se dispusieron a atacar con bomba lodo y antiaéreo obligando al extraño pokemon con su barrera recibirlo, por esto mismo no pudo ocultar más su apariencia con energía mostrando que un Kadabra era quien la había salvado.

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El antiaéreo fue reducido por la barrera, pero la bomba lodo lo traspasó impactando con el kadabra. Era una suerte que era poco efectivo, pero el efecto secundario se presentó envenenando al kadabra. No podía seguir saltando de un lugar a otro durante mucho más tiempo, tenía ahora los turnos contados.

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— Debe quedar algo de medicina, déjame curarte. –

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La joven notando el extraño movimiento del kadabra supo que del veneno se empezaba a esparcir por su cuerpo, más le sorprendió al ver que el kadabra continúo luchando sin titubear. Desapareciendo del lugar y reapareciendo en el medio de todo el grupo de pokemon salvajes moviendo su cuchara como una batuta cruzó sus brazos, de su cuerpo empezó a emanar aquella luz arcoíris. Con un resplandor, el Kadabra se llevó de repente a varios pokemon en un segundo.

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El kadabra se mantenía teletransportándose de un lado a otro esquivando los ataques y contratacando con confusión a los que podía. Ya llevando una racha el veneno se veía su efecto cansando al kadabra que poco a poco bajaba su velocidad, y ya no tenía suficiente tiempo para contratacar.

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— ¿Por qué no quiere que lo cure? — se preguntaba la joven tratando de seguir el rastro del conflicto hasta que el kadabra apareció a unos metros de ella dándole la espalda jadeando un poco. — Por favor, para. Te agradezco que quieras ayudar pero son muchos para ti. —

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El kadabra creando otra barrera alrededor de ellos se dispuso a defender lo que podía ahora. Los pokemon de mayor nivel se pusieron adelante preparados para atacar al mismo tiempo y terminar con esa otra peste. El kadabra sabía eso y lo que más podía hacer en ese momento era defender, era lo que pensaba Amber al ver al misterioso pokemon combatiendo por ella y los que estaban detrás. Sin embargo, no quería entrometer a nadie más en este problema. No se merecía ser dañado por quererla proteger, debía como antes tomar la riendas de todo esto.

— Por favor, quédate detrás de mí. — respirando hondo la joven se puso en frente del kadabra decidida haciéndolo soltar la barrera. — Te lo agradezco de verdad pero ya no puedo ver que te lastimes más por mi culpa, yo debo ser la que lidie con esto. —

La joven dispuesta a cumplir sus palabras abrió los brazos.

— Si desean lastimar a alguien lastímenme a mí, pero dejen en paz a los pequeños. —

Aquella sensación la volvía a recorrer, ese sentimiento de tristeza le hacía recordar aquellos bellos recuerdos que había pasado antes de ahora, sin notarlo las lágrimas empezaban a recorrer sus mejillas mientras veía a la joven, la Lapras podía ver a su madre en Amber. Ambos pokemon podían observar en la mirada de la humana un extraño sentimiento que los paralizaba, pero el Golem usando Cuerpopesado se lanzó contra la joven quien se solo cerró los ojos y espero el golpe.

— (No debo moverme ahora, ellos me protegieron ahora yo debo protegerlos). — decía mentalmente a ella misma mientras los pokemon durmiendo que se encontraban en su espalda pasaban por su cabeza. Temblándole las piernas, y temiendo al dolor, Amber se mantenía de pie y sin apartar la mirada de quienes le querían lastimar. — Esta vez... debo ser su escudo. —

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Una bola de fuego cruzando el aire impactó contra el rostro del Golem. Eso fue una probada sorpresa, y ahora una orden de garra metal en llamas lo lanzó de nuevo muy lejos hasta la orilla del agua. Dando un par de volteretas hacia atrás y poniéndose en guardia apareció el charmeleon variocolor soltando un rugido. El Golbat no viendo de donde vino recibió un fuerte rodillazo entre los ojos de parte del de ojos carmesíes soltando un grito. Era el más grande que había visto, pero habían pocos que podían aguantar un rodillazo entre los ojos.

— ¡Miserables! — Un entrenador de alrededor de un metro y cincuenta de altura llego y se puso enfrente de Amber. – Si la tocan… ¡Los mato! –

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Al ver como el Golem que los dirigía y el Golbat que los guiaba cayó de repente varios de los pokemon de la cueva retrocedieron un poco hacia atrás. De repente, un par de seres llegaron a interponerse en su objetivo de eliminar a la humana. Amber quedo confusa, pero reconoció de inmediato la ropa que ella había hecho con sus propias manos. Lagrimas querían salir de su rostro al sentir el alivio recorrer su cuerpo. Ella cayó al suelo al ver a God llegar a la escena junto a una Naomi en su espalda. El temor de haber sido abandonada se esfumo al ver que un par de personas que consideraban amigos habían venido por ella.

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— Perdona, Amber-san ¿llegué tarde? —