I. Mentirse A Si Mismo.

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/CUEVA UNION/SUBSUELO 2/MINUTOS ANTES/

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– Por favor, date prisa. Tengo un mal presentimiento. – dijo God apresurado pero teniendo cuidado con su compañera en brazos.

– Voy tan rápido como quiero, déjate de estupideces. – el cazador revisaba en su rastreador holográfico las señales solo buscando la pequeña señal de la que él creía era el Alfa. – Solo hay que bajar un poco más y cruzar a la derecha. De ahí solo hay que bajar y ver el gran lago de allá. –

– Bien. Aceleremos el paso, estamos muy cerca de Amber. – terminó diciendo God. – Por favor lidera el camino. –

– No me digas que hacer. –

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Play!

Most Beautiful Music: "Call Of Destiny" by Josh Kramer

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Luego de un rato llegaron a una salida a la cueva más abierta, a lo lejos se podía observar el inmenso lago, siguiendo el camino el cazador paró en seco y con su brazo detuvo el camino mientras se ocultaba detrás de una roca.

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– ¿Que pasa ahora? –

– Quien lo diría, todas las presas reunidas en el mismo sitio, navidad llegó antes. – dijo sonriendo al ver su rastreador señales antes vistas.

– ¿Son los de antes? –

– Y no están solos, parecen que esta toda la familia reunida, y claro en el medio esta la señal de antes del tipo eléctrico, ya tú sabrás quien se trata y parece estar rodeado. –

– Espera si Rayo está ahí entonces Amber debe estar en problemas, ese vago es cuidadoso no creo que se haya dejado rodear y menos cuando hay gente a su alrededor, deben estar en problemas. – Apunto de correr hacia ellos el cazador se puso en medio.

– Wow wow wow, espera un segundo. –

– Qué ¿Qué pasa? Pierdo el impulso. –

– No piensas ir ahí ahora, ¿verdad? Tienes todo en contra. –

– ¡¿Que importa?! Me necesitan, debo ir. –

– Escucha sé que eres idiota y todo, pero al menos escucha tu sentido común. Primero, según el rastreador hay más de 50 señales. Aparte, entre ellos también puedo ver las señales de los tres fuertes que vimos más otro que parece aún más fuerte. Tu charmeleon ya ha peleado antes contra ellos y no está completo sus pp. –

– ¿Y el punto es? –

– ¿Enserio crees que estas en condición para enfrentarte a todos ellos? No olvides que llevas peso muerto contigo y esto no es combatir en un combate normal. – Zeke le reclamaba punto a punto motivos para que se quede quieto a pensar. – Algunos pokemon atacan al entrenador para terminar el conflicto y en un apuro si pasa un milagro te terminará matando, ¿no entiendes que no hay formal de salir de esta? No puedes simplemente teletransportarte fuera sin que te ataquen primero. –

– Pero si trabajamos en equipo podríamos vencerlos más rápido. – God trataba de refutar. – Podemos ganar más terreno peleando juntos. –

– ¿Enserio crees que iré en una misión suicida sin obtener algún beneficio? Nononono. No soy idiota enano. – el cazador volteándose le dio la espalda al entrenador quien empezó a ver el suelo. – Sí vas a querer morir pues morirás solo. Prefiero si logras sobrevivir búscame y resolveremos esto luego. –

– ... – El cazador dio unos pasos alejándose mientras que el azabache cerraba los puños con furia. – ¿Y qué hay del más débil? – Esas palabras hicieron parar en seco al cazador quien se tomó unos segundos antes de responder.

– Será eliminado si lo amerita la vida. – respondió en seco el cazador.

– Al menos que intervengamos para apoyarlo. – dijo God volteándose enojado ante esa actitud tan hipócrita del cazador ya sabiendo que habían pasado lo mismo.

– Parece que nuestras ideas se contradicen otra vez... ¿Quieres arreglar todo ahora? – dijo el cazador sacando y expandiendo su greatball. El entrenador solo se volvió a mirar hacia donde tenía que ir mientras acomodaba a la joven en sus brazos preparándose para correr. – Ya lo sabía, esa amabilidad tuya terminaría matándote. –

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Por algún motivo, esas palabras molestaban bastante a Zeke. Sentía ganas de pegarle un tiro con el Tumba Rocas de su Onix, pero no ganaría nada con ello.

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– Pues prefiero intentarlo y fallar a tener en mi consciencia que pude haber hecho algo. – God empezaba a perder la calma, y había cierta molestia en la actitud egoísta del tipo enfrente de él. – Ocúltese si quiere, pero yo voy a buscar a mi amiga. Eso es lo que yo pienso. –

- ¿Y la llevaras hacia el peligro? – Zeke apunto con el mentón a Naomi incidente en su espalda. – Eso te trajo aquí. Esa forma de pensar solamente te llevara a ser comida para monstruos. Solo desperdiciaras tu vida. ¿No lo entiendes? –

- ¿Qué clase de persona puede vivir solamente huyendo cuando otros lo necesitan? –

– ¡Una que SI conoce como funciona este maldito mundo de mierda! –Zeke acerco el rostro a God con molestia, pero God se mantuvo recto y firme en su pensamiento. – ¡Eso es lo que se hace! ¡Sobrevivir para ver otro día de tu vida! –

¡Eso no es vida!

Un grito desde lo más profundo de su interior broto de God, dejando algo estático al cazador. En sus ojos no veía molestia o duda alguna. No era alguien con un arma de fuego que le temblaba la mano y por accidente apretar el gatillo. Un silencio incomodo se escuchó dónde ni God ni Zeke apartaba la mirada del otro. Zeke estaba molesto, como si tuviera una espina debajo de la piel, y God estuviera tocándola. Mientras tanto, God veía con tristeza y decepción ante el cazador, como si aquello que había visto en el solamente se hubiera perdido en el cazador. Hubieran continuado retándose con la mirada de no ser por un gran destello feérico de los colores del arcoíris llamo la atención de ambos. God lo reconoció como el resplandor que los salvo del derrumbamiento del piso, y Zeke del pequeño problema que lo molesto hace un tiempo.

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– Fue un gusto hacer equipo contigo. – dijo sin emoción God dando un par de paso mientras estiraba para correr. – Te deseo buena suerte, cuatrojos. –

–… – dijo el cazador volteándose por última vez para salir de aquel sitio con un mal sabor de boca. – Como quieras, enano. –

– No me importa que me digas idiota o enano... – dijo God serio en tono serio con las memorias de su viaje pasando por su cabeza. – Hadson, Naomi, Amber, o incluso tú, no abandonaré a mis compañeros otra vez. Nadie más morirá. –

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Discharger tronaba sus nudillos listo para el desmadre. Con eso God tomó carrera. Mientras se iba el cazador solo observaba la silueta del chico que estaba decidido en su cometido mientras en su cabeza se veía a si mismo hace mucho tiempo alejándose de quien era ahora. Sin saberlo, Zeke apretaba los nudillos de su mano con mucha fuerza. Por alguna razón, estaba muy molesto y no entendía el motivo.

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/CUEVA UNION/AHORA/

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A paso lento el cazador pensaba en aquellas palabras que sin sentido le hacían sentir peso en sus hombros. Con cada paso que daba alejándose del lugar donde había corrido el entrenador, su mirada trataba de fijarse en el camino de salida pero su mente se mantenía recordando la imagen de el mismo alejándose de quien era. Junto a las palabras del molesto e idiota enano haciéndolo parar en seco, Zeke se preguntaba porque estaba tan molesto. Esto debía ser natural para él. Siempre que haya un problema, debía de evitarlo a cualquier costa. Siempre lo había hecho desde que empezó su vida en las calles. Debía estar acostumbrado a tener ojos en la espalda, como un sensor que activa una alarma. Esto era el pan de cada día, solo un proyecto más, solo un trabajo más. Por ese motivo, ¿Por qué carajo tenía esta molestia debajo de su piel?

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– ¿Por qué demonios hice eso? ¿Por qué fui tan lejos para ayudarlos? –

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El cazador veía al suelo enfurecido al ver la actitud que estaba pensando ahora recordando al chico. Era molesto, pero le hacía recordar como era antes de todo. Esa forma de pensar de él había sido suya también, pero el mundo en que vivía lo hizo cambiar. Para sobrevivir tuvo que enterrar quien era para ser alguien fuerte. Sin ventajas como el conocimiento de una Pokedex, el apoyo monetario de un familiar famoso, un apellido de renombre, o siquiera gente que lo quisiera por quien era. Había sobrevivido hasta ahora y llegado hasta ahí con su astucia, tomando la basura de otros y creciendo de los jóvenes talentos que pasaban por los pueblos iniciales.

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Esa era su vida, un cero más en la historia que nunca fue la suya en primer lugar, y estaba acostumbrado a ella. Por eso mismo es que estaba molesto. Al ver de nuevo a alguien con esa forma de pensar le recordaba ese dolor dentro de haber dejado a quien era atrás.

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Onix continuaba su camino aun dudando de haber dejado a los dos humanos atrás, pero se sorprendió más por la orden de su humano.

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Tchh… –

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/CUEVA UNION/AHORA/OTRO LADO/

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God enfrente de una gran cantidad de pokemon salvajes observaba un panorama no muy bueno para él y su charmeleon estando rodeados de todos lados a excepción de la parte del lago.

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– Atento, Disc. – dijo God mientras empezaba se daba la vuelta con cuidado. – Ellos huelen el miedo. –

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Uno que otro geodude aprovechando la oportunidad salto a atacar al entrenador y que este aunque se dio cuenta de inmediato de esto y estuvo preparado para reaccionar la salamandra tomo la iniciativa y con un zarpazo los terminó de un golpe.

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– Buena reacción amigo, pero los tenía en cualquier caso. –

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Los geodudes al ver la fuerza del charmeleon retrocedieron ante su mirada desafiante, esto lo notó al instante God.

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– Parece que no atacan sin alguien que los guíe. No deben tener conocimiento alguno de combatir, por eso lo hacen en grupo. – dijo God fijándose en la mirada asustada de los que la rodeaban. – Amber, escucha no hay que preocuparse por los pequeños, solo hay que vencer a... –

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Paró en seco al voltear y ver los ojos de la joven llenos de lágrimas haciéndolos reflejar la luz con una sonrisa.

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– ¿Qué pasa, estas herida? – dijo God preocupado agachándose a ella. God estaba alarmado. Según Daisy, hacer llorar a una mujer era un pecado capital, y God temia a la consencuencias. – ¡Perdon! ¡Todo fue mi culpa! ¡Te prometo compensártelo cuando salgas, asi que no por favor no llores! –

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– Si vinieron... – dijo Amber. – Creía que debíamos salir para buscar los pero ustedes si vinieron– decía Amber con lágrimas en sus ojos observando ahora el suelo.

– Creo que no es momento para esto. – God soltó un suspiro lleno de alivio y volvió a enfocarse en el peligro inminente. – Aunque me alegro que estés bien. –

Esto... Rayo y los demás están bien… tuvimos unos problemas estando aquí con ellos pero están listos para que te los lleves. – dijo Amber viendo al suelo cayendo unas lágrimas. – Gracias por salvarme también… –

– No seas tonta, vine por ti principalmente. – dijo en seco el entrenador, Amber ante esto levantó la mirada cruzando su vista con las de los ojos carmesíes notándose en su rostro un mismo color. – Pero de verdad creo que mejor me concentro en todos los que tengo enfrente. –

U-U-Una cosa más... –

– Dime. –

– ¿Por qué llevas a Naomi-san en tus brazos? – la expresión de la joven cambio a una más seria al ver a la joven recostada cómodamente con un leve sonrojo contra el pecho del entrenador mientras este la cargaba con sumo cuidado como si fuera un cuento de hadas. Por algún motivo, eso le molestaba.

Ah bueno, la verdad... tuvimos muchos contratiempos y en conclusión quedo noqueada, por eso te quiero pedir que la cuides por favor. – dijo God mientras suavemente la bajaba recostándola en el suave pecho de la joven haciendo a Amber sujetarla a lo que colocaba a su lado su bolso para poder moverse sin restricción alguna. – Te lo encargo por favor. –

E-está bien... – dijo la joven color miel volteando a ver a la joven que ahora parecía estar un poco incomoda. De un pecho caliente y plano ahora sentía como si tuviera una gigantesca almohada de repente, que le traería dolor de cuello. – (Somos dos Naomi-san…) –

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God veía al dueño de aquello resplandor arcoíris de antes, quien ahora descansaba un poco.

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– Y a ti te agradezco que nos hayas ayudado, pero por favor ¿Podrías dejarme el resto? – le dijo al kadabra quien intentaba levantarse. – Tengo asuntos que atender con ellos. Amber, por favor ,si puedes sánalos. –

– E- está bien. –

– En cuanto a todos ustedes. – el entrenador con una sonrisa decidida se puso de pie preparado. – No sé qué les pico para atacar a mi amiga, pero estamos rifando unos vergazos. –

El charmeleon reconocio esa frase, y de forma algo maléfica sonrio de ojo a ojo. Tras tronarse la el cuello, y rodear sus garras con garras metal espero la orden de su entrenador haciendo dar un paso atrás a los geodudes.

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II. Emboscada.

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Play!

Greatest Battle OST's of All Time: Enfin Apparu

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– Recuerda que esto no es un combate, es una pelea donde arriesgas tu vida, te pueden atacar todos a la vez si quieren por lo que debemos tener cuidado. – le recordó su entrenador solo haciendo aumentar el entusiasmo del charmeleon saliendo disparado a atacar.

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Geodude tras otro iban cayendo al compás de los zarpazos que daba el charmeleon variocolor sin poder dar golpe alguno a lo único que sus ojos podían observar era el destello de luz de la llama de su cola. El charmeleon demostraba una vez más el fruto del entrenamiento que le daban al poder desplazarse velozmente entre cada ataque. Aparte de poder ver a su alrededor los ataques que le venían gracias a un parecido a lo que su entrenador le decía era un entrenamiento de visión al correr (Usándolo como excusa para tirarle piedras todos los días. en pocas palabras los placajes de los geodudes se parecían de verdad a su "entrenamiento" sintiéndose el charmeleon muy a gusto.

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Amber con el permiso del entrenador tomó de su bolso dos pociones y un antídoto con lo que curó al kadabra.

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– Ya está, por ahora descansa un poco... – iba a terminar de decir la joven si no fuera porque la atención del kadabra estaba en el combate del azabache y el charmeleon. – ¿Te interesa God? – El kadabra asintió sin apartar la mirada observando con ojos llenos de admiración, la joven volteando a ver al de ojos carmesíes supo cómo se sentía el kadabra.

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Dando varios zarpazos al grupo de geodudes el charmeleon empezaba a distraerse entre cada movimiento que hacía al sentirse confiado esquivando todos los ataques con tiempo de sobra. Por esto mismo dos zubats aprovecharon el momento y atacaron con chupavidas en el cuello al charmeleon hiriéndolo. Aunque no fuera tan fuerte le dio tiempo suficiente a los geodudes de atacar al intocable.

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– Mierda, el presumido se confío. – dijo God molesto. – Usa nitrocarga hacía arriba y termínalos con garra metal. – el charmeleon acatando se impulsó encendido para luego caer y hacer un golpe giratorio con sus garras metal encendidas manipulando las llamas soltando una onda de calor golpeando a todos lo que la tocaron.

– Que hermoso. – comentó Amber refiriéndose a aquel ataque.

– Eso… fue nuevo, supongo que de presumir tanto serviría algo. – dijo God forzando una sonrisa. – Vale recuerda que estamos en desventaja así que usa la rutina vuela, pega y esquiva. –

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Asintiendo el charmeleon atacando sin parar iba encargándose de sus oponentes con su rápido zarpazo, hasta que en el medio de un ataque el golem de antes ya preparado le hizo frente al charmeleon.

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Empezando a despertar la joven como si fuera una almohada se acomodaba pero al darse cuenta se paró en seco al notar que no estaba acostada en una almohada o al menos que esta tenía una extraña forma. Abriendo los ojos y sintiendo ese calor corporal suponiendo que era el único que la cargaba de esa forma pensó que se trataba del azabache por lo que en reflejo a que se caía sujeto sus manos pasando por el cuello de quien creía era el entrenador.

God... –

N-Naomi-san... no hagas eso por favor. – al oírla abrió de golpes los ojos para notar a la joven sonrojada cerca de su rostro sin entender la que pasaba.

– ¿¡Amber!? – la joven soltó a la de color miel sorprendida mientras poco a poco se levantaba. Naomi tenía sentimientos opuestos. Se alegraba de que su compañera de viaje estaba bien, y al mismo tiempo se sentía incomoda por lo de antes. – ¿Qué? ¿Qué ha pasado? –

N- no lo tengo muy claro pero... Me alegro que este bien. – le respondió la joven color miel, Naomi al ver a su alrededor notó que estaban rodeados de pokemon como geodudes y zubats. – ¿Cómo paso esto? –

Es... una larga historia. – dijo God volteándola a ver. – Por ahora un poco de ayuda nos serviría, se nos acaban los pp del garra metal y las cartas con que jugar. –

– God, espera ¿Y el Tetu? – pregunto Naomi.

Se fue... estamos solos ahora. – dijo God serio viendo al suelo. El charmeleon repartiendo zarpazos de garra metal contra el golem en un momento donde logró pasar su defensa a punto de dar un fuerte zarpazo la energía grisácea desapareció en el peor momento impactando su garra contra la fuerte coraza de piedra. – Nitrocarga y retrocede. –

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El charmeleon acatando dio una patada al golem con lo que tomo impulso saliendo disparado rodeado de fuego golpeando a varios zubats que lo perseguían.

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– ¿Tu charmeleon no conoce otros movimientos? ¿Solo sabe quemar y cortar? – pregunto Naomi viendo que el charmeleon empezaba a taclear envuelto en llamas a cada pokemon que se le cruce aunque no provocara nada de daño en los geodudes.

– El lanzallamas ahora es muy débil de lejos y no hará daño alguno, y el sustituto es de estado. – dijo God mandando al charmeleon a esquivar más que nada mientras retrocede. – Aún nos queda nitrocarga para un rato pero creo que no servirá de mucho contra el golem. –

– … Bien, te asistiré por esta vez. – dijo Naomi levantándose poniéndose a su lado tomando dos pokeball dudando de tomar una tercera en su cinturón. – ¿Tienes un plan? –

– ¿Volar, pegar y esquivar cuenta como un plan verdad? –

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Naomi mantuvo la vista en la nada tratando de acomodar sus pensamientos.

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–… A veces me impresionas y a veces eres tú, vale encárgate de los del aire, me encargaré de abrir paso con Wrecker y cuando te diga usa nitrocarga contra Nitro. – al decir eso ultimo el joven la volteó a ver mientras esta sacaba a sus dos pokemon. – Confía en mí y hazlo. –

– Vale, cuento contigo entonces. – le asintió el joven poniéndose con una sonrisa.

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Siguiendo el plan hablado los pokemon se encargaban cada uno de un grupo. El totodile quien tenía más facilidad al combatir contra los geodudes. Nitro y Discharger se encargaban de los voladores que aparecían en su camino. Aunque el golem intentara detenerlos con su fuerza estos tenían enfocados en evitar a los fuertes encargándose de quienes no parecían tener mucha experiencia en combate individual cayendo como caterpies a las ascuas. El golbat en el rato del combate parecía que se ocultaba entre otros pokemon trayéndole cierta sospecha a Naomi.

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En uno de las pistolas agua del totodile el quagsire se metió en el medio buscando otro compañero de juego a lo que este solo respondió con un mordisco en su cabeza. Aunque claro que este solo empezó a saltar alegremente. Los dos tipo agua tenían una actitud similar.

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En pleno conflicto el golbat ya preparado se dispuso a atacar al ponyta con una bomba lodo siendo golpeado antes de soltarla cayendo el ataque a un geodude. La escena fue desgarradora como el ataque venenoso empezaba a derretir el cuerpo rocoso del pokemon. Los que lo veían observaban con temor y preocupación como el geodude gritaba de dolor por su vida.

– ¡Naomi, agua! –

– ¡Wrecker, Pistola Agua! –

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God hizo reaccionar a Naomi quien entendiendo ordenó al totodile a dejar de jugar y disparar un pistola de agua para limpiarle el fuerte acido del cuerpo. Los demás se alejaron de este para que no les llegara a salpicar la mezcla aunque esta hizo su cometido salvando entre comillas al geodude.

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– Amber, por favor dame una poción. – el entrenador se acercó a ella y aunque le tomó un momento para procesar entendió y sacando del bolso se la dio rápido, con ella en mano salió disparado saltando a todos los pokemon llegando hasta el geodude rociándole la poción.

– Tranquilo, con esto te sentirás mejor. – dijo el entrenador mientras pensaba y veía al golbat que revoloteaba en el lugar. – (Su bomba lodo fue mucho más fuerte que antes. Debió de haber aumentado de cualquier forma su ataque especial si apenas pude ver el disparo. Debemos hacer algo con él o podríamos ser los siguientes). –

– Chaaaar. – El charmeleon le advirtió tomando su atención, el inmenso golem utilizando cuerpopesado iba a aplastar a God sin importarle la vida del geodude que se encontraba con él. Solo pudiendo responder tomando al geodude y siendo un salto para alejarse aunque esto no sirvió por el tamaño del golem y su onda de impacto.

Esperando el golpe cerró los ojos, pero en vez de sentir el ataque una extraña energía lo rodeo sintiéndose como estática, cuando abrió sus ojos ya no estaba en el sitio sino que ahora se encontraba a un lado Amber.

– ¿Que paso? – al voltear vio al kadabra con sus ojos iluminados con luz azul. No le tomo tiempo para saber que lo había tele trasportado a él y al geodude. No obstante, tuvo un precio. En el momento en que apareció, su estómago empezó a gruñir como si fuera un sabueso sarnoso muy furioso. – Ugh… Mi estómago… —

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El golem, al ver que se le habían escapado de nuevo, enfurecido soltó un grito lleno de prepotencia impactando a los demás geodudes que lo obedecían. El kadabra a eso dio un paso adelante pero el entrenador le detuvo poniendo su mano en su hombro.

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– Te agradezco por haber ayudado tanto, pero te lo pido de verdad que no te metas más. No quiero que salgas herido en nuestra pelea. – dijo God levantándose dando un paso adelante, pero de la misma forma el kadabra le sostuvo del antebrazo llamando su atención viendo que le quería entregar un objeto común. – ¿Baya Aranja? ¿Para qué me la das? –

– God, por favor que no estamos en momento para eso. – dijo Naomi mandando a atacar también al golbat con ascuas del ponyta.

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El Golbat iba a lanzar una segunda bomba lodo por lo que el kadabra usando el teletransporte apareció detrás del murciélago y usándola nuevamente lo puso enfrente del inmenso golem siendo el quien recibió por error el ataque en su rostro manteniéndolo ocupado para luego recibir ambos el destello arcoíris de parte del kadabra.

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– Wow, uso su ataque contra el otro de su lado, eso me gusto fue muy ingenioso. – dijo God sorprendido ante la acción del kadabra. El golbat confuso trato de ver a su alrededor, pero de repente recibió un golpe del golem sorprendiendo a los entrenadores. El murciélago luego de esto, mostrando una actitud un poco temerosa, recibió un fuerte gruñido del golem. Volando con miedo elevo el vuelo y con un fuerte supersónico invadió todo el eco de la cueva.

– Mierda. – tapándose los oídos con fuerza el entrenador cayó al suelo, el kadabra al instante de ver eso detuvo en seco al golpe en pleno aire con confusión para luego lanzarlo contra el suelo. – Gracias... señor bigotes.

– Es un kadabra, evolución de abra. – dijo Naomi argumentando.

– Abra… Abra… lo había oído antes pero no me acuerdo. – dijo God rascándose la cabeza, el charmeleon viendo un problema llamo la atención de su entrenador. – ¿Que pasa Disc? Que... oh no. –

– No me digas. Vienen más. – preguntó Naomi seria ya viéndose en un apuro como para que empeore. – Por favor dime que me equívoco. –

– Ojalá. Aquí vienen más zubats y son muchos. – dijo God sonriendo viendo hacia dónde venían mientras sudaba frío. – Vamos, es pan comido. –

– ¿Y por qué no te encargas de ellos si es tan sencillo? –

– Entendido me encargo, Amber ¿Dónde está Rayo? –

Eh, esto... está descansando, combatió hace poco. –

– No te preocupes, es el método perfecto para despertarlo. – dijo God acercándose al ratón dormido. Con un rostro poco animado (literalmente) tomó de sus orejas y empezó a agitarlo fuertemente mientras gritaba.

– ¡Arriba, chispita! Ratón perezoso, hay sorpresa de mamá para desayunar. – Aun en pleno sueño el ratón arrugando la cara empezó a soltar chispas por sus mejillas. – ¡Usa Thunderbolt a todas partes! –

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Lanzándolo como si fuera una pokeball el ratón salió disparado hacia Amber con un sálvese quien pueda. Al sentir que iba en movimiento, Rayo soltó una gran descarga de energía dañando a todos a su alrededor. La oscura cueva se iluminó por unos segundos.

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– ¡Idiota, ahora estamos peor! – dijo Naomi entre gritos cubriéndose de los rayos eléctricos.

– Pero mira funciona, están rostizados. –

– Igual que nosotros si no hubiéramos buscado refugio. –

– Tranquilízate, mira bien. – El chico preparado para responder en cualquier momento se colocó su visor. Al oír las palabras llenas de seguridad del entrenador volteo a ver la tormenta eléctrica notando que el golem usando el cuerpopesado se cubrió de metal y levantando sus brazos empezó a recibir toda la electricidad sirviendo como pararrayos.

– Muy bien, esta distraído, Nao ahora. –

– Entiendo, Nitro usa Nitrocarga en el golem. –

– Disc, Nitrocarga en Nitro a máxima potencia. –

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Los dos tipos fuegos acatando sus órdenes salieron disparados envueltos en llamas contra el golem. Al ir más rápido el charmeleon tomando un segundo impulso paró en un segundo y cambio de dirección para así golpear por atrás Nitro. Esto usualmente le haría daño al ponyta, pero en vez de eso lo impulso con más velocidad y sus llamas fueron absorbidas. Con ello, la carrera del ponyta se asemejara a la monstruosa cantidad de llamas en la rueda fuego del growlithe variocolor.

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La gran nitrocarga impacto con fuerza contra el golem provocando una fuerte explosión, el Quagsire veía con ojos de admiración aquella bella combinación de luces sin importar quedar dentro. Entre el humo de ella el golem apareció bastante herido apenas pudiendo estar de pie.

– Wow, funcionó. – God quedo incrédulo de que un pensamiento al azar funcionara.

– Claro. La habilidad de Nitro es Absorbe Fuego. Aumenta la potencia de los ataque tipo fuego si recibe uno. –

– Pero si es así ¿porque en nuestro combate no absorbió el ataque? –

– Porque lo que hicisteis no es rodearte y atacar, lo lanzaste a la desesperada y solo fue un fuerte cabezazo. – terminó diciendo Naomi. – ¿Pero cómo sabías que funcionaría eso? –

– Es como el Garra Metal de Disc. Cuando calientas el metal se derrite, ¿cierto? Ahora solo termínalo con un Pistola Agua y enfriará el metal. –

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Amber al oír al entrenador mando a que su totodile disparará y el efecto fue el dicho, el metal solidificado dejo al golem inmovilizado. El golbat tratando de ayudarlo fue en su rescate.

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– Ni lo intentes, Disc Sustituto y Nitrocarga. –

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El charmeleon acatando creó un clon, el golbat usando su bomba lodo iba a tratar de liberar al golem pero metiéndose el clon en el medio este recibió el ataque mientras que el charmeleon envuelto en llamas impacto con el murciélago haciéndolo estrellarse contra el golem inmovilizado, dando una voltereta hacia atrás con una acrobacia en pleno aire el charmeleon aterrizó de manera que le diera la espalda a sus enemigos y cruzando los brazos cerró los ojos.

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– Presumido. – dijo God con un rostro mal animad, para luego ver que el ratón cayo en su cabeza rendido por la falta de descanso. – Aterrizaje perfecto; como se planeó. –

– Al menos ya cayeron esos dos. – dijo Naomi un poco aliviada para volver a ver a todos los geodudes. – ¿Qué hacemos con los otros? –

– Solo están siguiendo las órdenes del mayor, aunque aun no entiendo porque. – God dudaba con lo poco que sabía. El ratón eléctrico bajando a su oído empezó a gruñirle de manera que parecía explicarle. Poco a poco el ratón le relataba lo que descubrió de las palabras del quagsire, al unir eso con lo que sabía God demostró ira y desprecio en su rostro. – Entonces el... –

– ¿God-kun? – Volteando a ver a la niebla pudo observar aquella figura que se refería su compañero dejando intriga a las jóvenes.

Miserable Canalla. –

– ¿Qué pasa? –

Él fue quien... "debilitó" a la Alfa y sus camaradas. Fue un golpe de estado. – dijo God tratando de modificar un poco la verdad por los pokemon que aún eran muy jóvenes no entendieran.

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Aunque en la forma que lo dijo lo que lo entendieron no pudieron ocultar la expresión de sorpresa y espanto en sus rostros.

Dices que ellos... – decía Naomi.

– Sí, acabaron con ella me dice Rayo. –

– Es por ello que son tan fuertes, tienen la experiencia de un Alfa. ¿Pero cómo pudieron vencerla? –

– En grupo, por sorpresa y atacando al punto más débil de ella. – dijo God volteando a ver a la neblina sorprendiendo a Amber. – La pequeña Lapras. –

– ¿P-Pudiste verla? –

– No es tan difícil, ella huele a miedo. – dijo God cerrando los puños con furia. – No la culpo. –

– G-God-kun, ella es buena… solo esta pérdida. –

– Lo sé. – dijo God serio a lo que volteaba con enojo. – Ellos querían eliminarla por ser diferente a los demás de aquí. La Alfa no debía haber tenido problemas con los humanos. Ella si se llevaba bien con los humanos, y quiere eliminar cabos sueltos terminando con la pequeña ahora que esta indefensa. Son unos cobardes. –

¿Eh? Eso ya lo estas inventando. –

– Entonces por qué será que es muy conocida su fuerza, si el Alfa fuera por ejemplo ese Golem entonces no creo que quiera dejar con vida para que oigan hablar de él. – explicaba God atando los nudos de porque pokemon así no fueran noticia de última hora. – Es principio básico para sobrevivir que te mantengas oculto y desconocido. Por eso es que Zeke decía que no era muy conocida, trataba de proteger a su cría. –

– Y- Ya pero si la Alfa fue... "debilitada" ¿por qué lo obedecen? –

– Por lo mismo, para sobrevivir. – dijo God enojado. – Su estilo de combatir es muy agresivo y temperamental. No es difícil saber que obligó a los pokemon a obedecerlo o serían "debilitados". –

Entonces... el... – decía Amber sorprendida por todo.

Si... y por eso lo detendré, antes que lastime a alguien más. – dijo God a lo que el charmeleon respondió golpeando su puño con fuerza sintiendo como su sangre hervía por el enojo. – Disc, ya sabes que hacer. –

– Chaaaar (A patear culos). –

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III. Oleadas de una Raid.

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– Chaaaar (A patear culos). – dijo enfurecido Discharger rodeándose de fuego listo para ir contra el golbat, el golbat disparó una bomba lodo en el camino para frenarlo.

– Sustituto. – Dijo God.

El Charmeleon envuelto en llamas creo un clon que funcionó como escudo ante aquel fuerte disparo debilitándolo. El proyectil de fuego continuaba apunto de impactar al murciélago. Claro que si no hubiera sido la intervención de un graveler que utilizo un placaje para frenarlo. Dando un salto hacia atrás como antes el charmeleon iba a aterrizar, pero el ataque mordisco de dos zubats en el aire lo hicieron desconcentrarse lo suficiente para rematarlo otro graveler con desenrollar. Dando un salto hacia atrás el charmeleon paro tomándose del brazo derecho notándose que aquellos ataques más la energía usada en el Sustituto le empezaba a hacer efecto.

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Tratando de ayudarlo Nitro fue a asistirle, pero un grupo de zubats empezaron a rodearle impidiéndole el paso mientras más gravelers se aparecían.

– Ahora hay más ¿Por qué lo defienden? – preguntaba Naomi.

– Mi abuelo me decía que siempre un tirano beneficiará a algunos más que a otros para que estén de su lado. – dijo God serio notando que ahora la situación estaba invertida. – Son sabandijas que se pegan para tomar poder en su dictadura y harán lo posible para mantenerlo. –

– Son por así, quiénes están a favor del golpe de estado del Golem. – terminó diciendo la entrenadora.

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El potro rodeándose de fuego intentó romper el muro de los zubats, pero en el mismo dos gravelers se pusieron en el camino. Como chocar contra una pared el ponyta no pudo salir y terminó recibiendo el ataque continuo de varios zubats con chupavidas.

– Nitro, usa bote para salir de ahí. Wrecker tu... – decía Naomi antes de ver que el totodile y el quagsire estaban en un "juego" siendo que el pequeño lagarto saltaba y esquivaba los bomba lodo y pistola de agua fácilmente con un sonrisa a lo que se dirigió para atacar con mordisco. El quagsire lo recibió con su pata usando portazo. Claro que el totodile alegre dio una vuelta como si estuviera bailando y encesto un colmillo hielo en toda su cabeza creando un bloque de hielo en su cabeza.

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Aunque este no parecía afectarle sonriendo como un niño pequeño disfrutando del juego, con un salto en el quagsire salto tomando altura preparado para soltar una pistola agua aunque el quagsire fácilmente rompió el hielo y con un disparo lodo detuvo el ataque. Aunque el totodile queriendo continuar continuaba saltando velozmente hacia el quagsire para seguirle atacando con arañazo consecutivamente mientras este lo recibía y esquivaba preparado para volver a atacar llenos de alegría ambos. Para ellos era eso, un "juego" en el que ambos disfrutaban aunque para los que lo veían era un combate difícil de definirle el ganador por cómo se desarrollaba dejando a la joven amatista sorprendida de lo que hacía uno de los más nuevos de su equipo.

– Tú... sigue haciendo eso. – terminó diciendo la joven.

– Si amas algo de corazón lo terminas haciendo bien, ahora lo veo. – dijo God volteando a ver lo que pasaba.

– Como sea, Nitro Bote. – el potro de fuego dando un gran salto al aire envistió a varios zubats y al descender dos gravelers lo esperaban. Por iniciativa se rodeó de fuego dispuesto para abrirse paso pero al final la cantidad de ataques a la vez que recibió le hicieron factura perdiendo la concentración por lo que al final ambos placajes de los gravelers le dieron de lleno y terminó cayendo al suelo. Para colmo los demás graveler que lo rodeaban usando desenrollar varias veces en el ponyta lo dejaron tirado en el suelo debilitado.

– ¡Nitro! – El grito de preocupación de Naomi se pudo oír entre los mismos conflictos.

– ¡Disc! – El charmeleon acatando con una potente nitrocarga contra los zubats abrió el camino por donde con una gran velocidad God tomando en sus hombros al potro y saliendo a toda velocidad del sitio llevándola con su entrenadora. Al no poder más bajó con el mayor cuidado al potro enfrente.

– Nitro, tranquilo, estoy aquí. – dijo Naomi tomando una poción rociándola en el pokemon inconsciente. – Gracias, God. Desde esta distancia el rayo de atracción de la pokeball no hubiera llegado. –

– ¡Maldición, quema! – Agitando las manos y soplándoles trataba de quitarse la sensación de las quemaduras hechas por el fuego de la espalda del ponyta. – Duele mucho ¿Cómo es que tú lo montas con el fuego que le sale? –

– Y volvió a ser el mismo. – dijo Naomi harta del cambio de humor de God pata luego enfocarse en el combate. – Ahora combaten en grupo, los zubats inmovilizan el movimiento y los gravelers los terminan. –

– Lo tengo. – dijo God entendiendo algo. – Nao escucha, Disc y yo haremos un camino, por favor llévate a Amber y a lo demás a un lugar seguro. –

– ¡¿Q-Que?! ¿Y qué hay de ti? –

– No te preocupes, los alcanzare cuando termine con ellos. – mintió God sabiendo que en el estado actual estaban en un aprieto por lo que una buena opción para que ambas jóvenes no salieran lastimadas. – Aun tengo que darle su merecido al Golem ese, y parece que también a esos gravelers. –

– No seas tonto, enserio crees que ustedes dos pueden contra tantos. ¡te macharan! –

– No si hago sopa de rocas con ellos. – Replicó God volteándose a verlas– A mi señal quiero que corran lo más rápido que puedan y salgan de aquí. –

– Yo me quedare contigo, Wrecker tiene aún energías. – dijo Naomi acercándose al entrenador.

– No, Nitro está muy herido. Necesita ayuda y por favor llévate también a Bee. –

Pero God-kun... –

– Amber, por favor, no quiero que veas esto. – Viendo hacia los que se encontraban a su espalda. – Cuando le dé la orden a Disc de usar Nitrocarga quiero que corran lo más rápido que puedan y salgan de aquí, es lo mejor. –

Ver aquellos ojos color miel al punto de soltar una lágrima le hacían sentir mal por dentro, pero era mejor que saliera de ahí mientras pudiera. Volteando con duda en sus ojos pero decidido a hacerlo el joven corrió en dirección de los gravelers. Estos tratando de limpiarlo usaron desenrollar contra él aunque en un zigzagueo logró esquivarlos fácilmente para darle en uno de ellos una patada con el tacón. Aunque obviamente si su compañero pokemon no podía hacer mucho una persona cualquiera no haría ningún rasguño logró su cometido tomando impulso y haciéndolo rodar.

– Vaya, mi abuelo me contó que los gravelers eran cabezas duras, lentos y que al vivir en zonas sin agua apestaban. Jamás creí que pudieran oler tan horrible, imagínate que yo lo diga. –

Con aquellas burlas el chico se alejaba tratando de molestarlos para que lo persiguieran dándole el resultado esperado. Los gravelers usando desenrollar lograron cortar la distancia a punto de atropellarlo. Aunque este lo esquivó fácilmente saltando a un lado. Algunos zubats trataron de usar chupavidas en él pero una rodada al frente y atrás.

– Vamos ustedes vuelan, yo solo corro en círculos. – se burló God ahora de los zubats provocando que lo intentarán atacar de nuevo aunque esto igual fue fácil de esquivar. Tomando una par de piedras en un momento a otro cuando un zubat lo iba a atacar God le lanzó la piedra entrándole en la boca. Atascado con ella el zubat perdió el equilibrio en pleno vuelo impactando contra otro zubat y luego estos bloquearan el camino de dos zubats más haciéndolos caer cuatro en el suelo.

– Wow vieron eso, cuatro de un tiro, eso deben ser al menos 100 puntos. – decía God molestando más a los pokemon. Los gravelers se aprovecharon de lo distraído que estaba el azabache por lo que intentaron el desenrollar de nuevo con el pero con un salto imitando una de las acrobacias de su charmeleon logró esquivar los ataques de ambos. – No soy un pino de bolos, no me harán un strike. –

Los desenrollares de los gravelers empezaban a ir más rápido obligando a God a esquivarlos y retroceder. Los zubats empezaban a rodearlo cerrándole el espacio aéreo. Los desenrollar iban acelerando y disminuyendo los tiempos de reacción que tenía God entre cada ataque. Tampoco podía salir del sitio por el muro que conformaban los zubats. Poco a poco iba perdiendo terreno por donde correr esquivando todos los ataques ahora pudiendo evitarlos con acrobacias en ese método cuadrado.

– ¡Ahora Disc, Nitrocarga! – dicto God parado en su mano derecha esquivando otro desenrollar, con esto el entrenador aparte de pedir apoyo al charmeleon que se mantenía igual que el haciendo de distracción le hacía la señal a las jóvenes para salir de ahí, y así por iniciativa de la de color amatista tomando al avispón en una mano y con la otra tomar a la joven que llevaba en su otra mano al cachorro de fuego de la mano empezando a correr.

N-Naomi, n-no podemos dejarlos. – decía Amber volteando a ver hacia donde estaba el azabache.

Si queremos ayudarlo tenemos que dejarle el camino libre, solo... estorbamos estando aquí. – decía Naomi tratando de mantenerse con la mente clara mientras corría y jalaba a la otra joven para que le siguiera.

Pero no podemos... –

– Lo sé, pero no podemos hacer nada. – decía Naomi con la impotencia cruzada en su voz mientras pensaba en la llave al problema dentro de una de sus pokeballs durmiendo. – (Si tan solo pudiera me hicieras caso sería diferente.)–

Na-Naomi- san... – fue lo único que pudo decir antes de caer al suelo, la joven de vuelta en la realidad notó lo que había pasado, y tratando de levantarla vio que se había doblado el tobillo. – Lo... siento, me duele mucho... –

– Amber, esta morado ¿cuánto tiempo llevas así? – la joven pudo ver que envuelto en unas hierbas aquel tobillo se encontraba un poco hinchado.

Desde... que caímos, trate de sanarlo pero... el movimiento y el agua no lo he podido sanar bien. – Naomi observándola la veía en un mal estado.

– ¿Por qué no me dijiste antes de empezar a correr? –

No... No quería ser una molestia... – la joven mostraba en sus ojos cristalinos lágrimas a punto de salir no sabiendo si eran causadas por el sentimiento de frustración y prepotencia o era causado por el dolor de su tobillo.

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El golbat volviéndose a levantar luego de aquel golpe lleno de ira buscó con la mirada al charmeleon, pero viendo que este con su entrenador se encontraba rodeados mientras los gravelers los atacaban continuamente. Se encontraban atrapados sin escapatoria, ya viendo que ese cabo estaba atado iba a encargarse de los demás y el origen de toda esta batalla. Yendo contra las jóvenes el golbat disparó una bomba lodo con el fin de dañarlas. Para colmo observando esto el kadabra se teletransportó y usando su barrera psíquica lo más rápido posible trato de resistir el golpe.

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Aunque la bomba lodo solo atravesó la barrera y golpeo de lleno al kadabra mandándolo al suelo a unos pasos de la joven color miel.

Oh no... – la joven acercándose levanto suavemente la cabeza del tipo psíquico quien se encontraba casi inconsciente. – Resiste por favor, te curare cuando salgamos de aquí. –

– Trato de usar el reflejo para aguantar el golpe, pero bomba lodo es un ataque especial, no físico. – decía Naomi mientras de su bolso sacaba una poción que iba a usar en el kadabra, pero no daba tiempo el golbat. Tenía en la mira a ambas humanas distraídas, y God era el único que pudo ver ese ataque oportunista.

– ¡Naomi, Amber! –

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Entre esquivar entre uno y otro desenrollar un zubat aprovechando la distracción logró acertarle un chupavidas. Aunque fue en su brazo derecho no terminando en un daño grave sonando un golpe en seco luego de traspasar la piel. Intentando absorber energía lo único que pudo hacer fue sentirse más débil. Más que absorber su propia energía era suprimida sin saber que paso.

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– ¡Déjame! –

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Con una sacudida God lo lanzó al suelo empezando a correr contra los zubats.

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– Disc, Nitrocarga. – El charmeleon acatando envuelto en llamas rompió la pared de zubats. En el hueco donde había pasado el charmeleon God corrió y de un salto cayendo en el suelo logró salir de aquella trampa. Fueron unos segundos en los que una respiración agitada y sus pensamientos continuaban rondando en su cabeza a lo que cortaba la distancia con el tiempo contado en su cabeza.

– ¡No fallaré, debo llegar a tiempo! – Se repetía God en su cabeza a lo que llegando abriendo los brazos con ellos se puso a sí mismo como escudo, cerrando los ojos esperando el ataque. Era una estupidez, y una muy grande, pero no tenía tiempo de alcanzarlas a salvo. God cerró los ojos con el temor al impacto, lamentándose de no poder haber hecho más. Al final de cuenta, todo fue su culpa, y nadie más debía de sufrir por su culpa. Si este era su precio, entonces lo debía de pagar el solo.

Y solo pudo escuchar como el disparo del ácido se esparcía estando en una piedra puntiaguda que había caído detrás de él, al abrir los ojos God muy desconcertado notó el gran objeto que lo había salvado de lo que sería una terrible muerte.

Ese color... – Naomi igual de sorprendida observó con más detalle el gran fragmento viendo su contraste de color con el de las demás partes de la zona pudo notarla al igual que God que reconoció perfectamente ese color. – ¿Un Onix Dorado? –

– ¿Q-que está pasando ahora? – preguntó confusa Amber, pero la sonrisa del chico le llamo la atención junto a aquellas palabras.

–… Un idiota. Eso es lo que es. – Los ojos carmesíes se iluminaron al ver aquel fragmento de roca que destacaba moneda de oro entre platas. God no pudo ocultar la sonrisa llena de felicidad. – Rayo, nuestro cazador favorito está de vuelta. –

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