.
.
.
I. Triales
,
,
.
Luego de un rato y después de explicar más o menos todo (A excepción de aquel momento extraño que vivió hace poco con el pretexto de que había visto un pokemon por ahí), y con una última disculpa por todo God le explicó que era el mensajero de Destiny y que venía a pedir su ayuda para saber que escondía aquella extraña pokeball.
.
– Ya veo, entonces... Tú no eres God, sino uno de los chiquillos que el cuidaba. –
– Eh... Sí, señor (¿Chiquillo? Sé que soy bajito comparado con Tony, pero no tanto) – dijo God. – De verdad lamento los problemas ¿Cómo se encuentra su espalda? –
– En pedazos, muchacho. Desde que me caí en el Pozo el día que sacaste a los del Team Rocket que estaban cortando las colas de los Slowpoke. –
– Pero... Yo no... –
– Abuelo, ya hablamos de esto. Si quieres, puedes ir a descansar. –
– Y dejar que el muchacho ponga la casa patas arriba otra vez ¡Ni de chiste! ¡Aún ni siquiera me dices como llegó mi dentadura a la boca del Slowpoke del vecino! –
– Pero yo... –
– Ya olvídalo, perdedor. No se puede lidiar con un anciano de más de un siglo. – le dijo Tony. – También es tu culpa por parecerte a él. –
– (Yo no elegí este rostro...) – se dijo God en su cabeza.
– Disculpen por el problema, pero desde hace un tiempo mi abuelo ha tenido problemas con su memoria y a veces confunde a la gente. –
– Y este anciano es el artesano legendario. Vaya decepción... – Dijo Tony cruzado de brazos.
– ¿Cómo dices? –
– Eh... Lo que Tony trata de decir es que... No sabíamos que el señor Kurt tendría estos problemas. –
– Nadie puede escapar del tiempo, muchacho. En algún momento todo tiene un fin. – dijo Kurt de manera cortante. – Hasta un joven como tú puede entender que nada es eterno. –
– Si, bueno... Eso no lo creo. – Tony se dio la vuelta y mostró el emblema que levemente se veía en la espalda de su chaqueta. El ver aquella llama negra Kurt de inmediato pudo saber de quien se trataba y de lo serio que era la situación.
– María, discúlpame pero ¿Podrías dejarme el resto? Es un asunto que quisiera mantener aparte del negocio de la familia. –
– ¿Seguro que estarás bien? –
– No te preocupes, querida. Con todo lo que he vivido, creo que puedo mantener una conversación por mí solo. –
– Muy bien, con su permiso. – antes de irse les susurro algo al oído. – Tengan cuidado con mi abuelo y con lo que dicen. Su memoria va y viene como el viento, es muy difícil saber si está en la conversación o solo está recordando algo de hace mucho. Procuren no molestarlo, por favor... –
.
La mujer salió del sitio con una cara de preocupación por su abuelo, era normal ya que el sujeto llevaba más de 100 años en el mundo y seguía siendo un hueso duro de roer.
.
– Entonces ambos son los chiquillos de God, cuanto tiempo ha pasado desde que oí la noticia de que Gold había vencido al campeón que hace mucho venció a esos rufianes del Team Rocket. –
– Ya habrá tiempo para recordar, quiero pedir tus servicios. – dijo Tony, sí que quería ir de una al tema.
– Pff, la insolencia de los Ignest es de sangre al parecer. – dijo Kurt mientras daba otro sorbo a su te de hierbas. – ¿Y qué clase de servicio quieres? Si quieres que te haga una pokeball, entonces te decepcionara el hecho de que ya estoy retirado. Pregúntale a mi nieta María si puede hacértela, el negocio ahora es familiar. –
– No quiero ninguna pokeball, quiero que repares esto. –.
.
Tony puso en la mesa de madera una pequeña caja. Este objeto era una pequeña cajita que cabía en su mano, con mucho cuidado con su otra mano tomó la parte de arriba y abrió la caja por la mitad. Luego de abrirla un pequeño clic se escuchó notando un pequeño movimiento en su palma reconociendo a los pequeños engranajes que estaban moviéndose, pero la sorpresa fue que a los 5 segundos y de manera muy lenta una melodía empezaba a sonar.
.
– Esa es... –
– La Balada de las Llamas Gemelas. – decía Tony de manera seria sin apartar la mirada de la caja mientras una suave, lenta y tétrica melodía sonaba. – Mi herencia. –
.
Según él sabía, su caja musical trabajaba con una manivela automática de 18 notas con cilindro, a lo que las vibraciones creadas del contacto de un peine de metal dentro que al hacer contacto con el cilindro este hace que el mecanismo compuesto por una serie de ruedas detrás, y que estas transmitían el movimiento al cilindro musical que junto a la caja amplificadora del sonido, emitía esas notas mientras que la caja permaneciera abierta.
.
La melodía de la caja era por así decirlo... tétrica. Cualquiera que la escuchará pensará que estuviera en una escena de película de horror, pero para Tony significaba mucho más. Aquella melodía parecía ser una canción de cuna incompleta y era que en verdad el sistema de engranaje estaba bloqueado y aunque había una pequeña llave ya puesta en la cajita, había otro cerrojo y este era el que bloqueaba la otra parte del mecanismo.
.
Aunque la melodía se cortará y no estuviera completa, esos tres segundos de esa melodía le bastaban para poder recordar aquel recuerdo de aquellos días...
.
– Quiero que la repares. Que vuelva sonar como lo hacía años atrás. –
– Vaya... Parece que el mecanismo está bloqueado, necesitarías otra llave para desbloquearlo. –
– Alguien con el título de artesano legendario puede hacerlo. –
– Discúlpelo, le cuesta ser amable a veces. Lo que el trata decir es si podría hacerlo. – God trataba de suavizar la situación. Tony no era el mejor en conversaciones o pidiendo cosas así. God temía que fueran rechazados por ello.
– Ciertamente, no estoy seguro de que lo pueda hacer. Este artilugio Ignest es ciertamente más antiguo de lo que podríamos imaginar, tardaría bastante en revisar el sistema de engranajes y sería mucho trabajo el... –
.
Tony lanzó una bolsa a la mesa donde al caer un par de ramos de billetes salieron de él. God y Rayo no sabían cómo reaccionar, con la forma de la bolsa podría haber más de 10.000 créditos dentro. Tanto God como María se sorprendieron de ver tal cantidad junta como si fuera dinero de bolsillo. Se notaba que Tony dejaba sin nada a quiénes les hacía perder el tiempo.
.
– Tony… ¿Dónde conseguiste todo eso? –
–…Por ahí. – Una respuesta corta dejo a God algo confuso. – Lo duplicare si no es suficiente. –
– Muchacho, mi familia está muy bien económicamente. Mi propio yerno ha conseguido dar una fortuna a la familia haciendo pokeballs en masa alrededor del mundo con su compañía y esas cosas. – decía el anciano mientras soltaba una sonrisa muy seria que parecía estar molesto y feliz. Sería que le molestaba el que sus pokeballs fueran vendidas así como así a cualquiera, pero no le molestaba la montaña de dinero que le daban. – Aunque si fuera posible hacerlo, no creo que tu cumplas con lo que requisitos. –
– ¿A qué se refiere? – dijo Tony de manera seria y un tanto molesto con el anciano que solo tomaba otro sorbo de su taza. – Qué es lo que quieras? –
– Ciertamente he podido comprobar que cada cierto tiempo una gran cantidad de entrenadores prometedores han aparecido en mi puerta pidiendo mi ayuda justo como ustedes. Y puedo decirles que en todas estas épocas... Jamás había visto tiempos tan oscuros como los que hoy en día. – Kurt hizo una pausa dejando todo en silencio. – Aún puedo recordar la era dorada donde el primer campeón menor de 12 de años logró hacerse con el título de campeón en la región vecina. También en la era Plateada cuando apareció ese mocoso de Gold y llegó a ser una nueva era donde cientos de entrenadores querían llegar a tener su título de campeón, querían ser como ellos y peleaban por ello. –
– (Era dorada... ¿Se referirá al entrenador Red?) – pensó God.
– Aún puedo recordar la gran guerra que azotó a las naciones mucho antes de que incluso su maestro naciera, como todo el conflicto terminó por corromper a todo el mundo y que las naciones se distanciaran unas a otras. Gracias a Red fue que todo cambió, él les abrió un camino a todos los entrenadores y mostró que podíamos vivir en paz, y claro que luego vino ese chico... –
– (¿Ese chico? ¿Acaso... Hubo alguien después de Red y antes del maestro Gold?) – pensó God.
– Puedo decir que el mundo está igual o incluso peor que en esos tiempos de guerra. Cada entrenador que viene a este pueblo viene pidiendo mi ayuda, sin embargo, ninguno de ellos tiene lo que se necesita para llegar a la altura de un campeón. –
– Disculpe, señor. ¿A qué se refiere? –
– Muy fácil muchacho, ninguno de ellos tenía el corazón y alma que se necesitan para ser alguien como Gold o Crystal. Sus valores, sus principios, e inclusive su voluntad. Desde ellos dos no he visto en nadie más con eso salvo un par de excepciones. –
– Hmph... Que estupidez... –
– Muchacho, puedo ver en tu Houndoom y como lo cuidas que eres alguien muy dedicado con tus pokemon. Se nota que eres aprendiz de un criador pokemon, sin embargo; no logro ver aquel emblema de entrenador que tu busca. –
– M... – Tony se quedó callado viendo la caja con una mirada seria en su rostro. – No tienes que decirlo, ya lo sé. –
– Ciertamente, eres un caso diferente a muchos otros. Podría decir que no es que no tuvieses un corazón como el de Gold, sino que pareciese que está dormido dentro de ti... O es que tú lo estas reprimiendo por algún motivo. –
– Al punto, artesano. ¿Que necesito hacer para que quites el cerrojo de mi caja? –
– Bueno, ciertamente no puedo pedirte que bajes la luna o algo parecido. Solo pruébame que vales la pena como para que haga algo por ti. –
– Mmmm... Entonces sacare al pueblo de esto. –
.
La tasa ya vacía de madera de bambú de God cayó al suelo al escuchar eso. Sus ojos se abrieron de par en par tras haberlo escuchado.
.
.
.
.
II. Desafío.
.
.
– ¿Cómo dices, muchacho? –
– El Pueblo ha estado en problemas desde hace un tiempo y creo que se dónde están los responsable ¿Si me encargo de ellos, arreglaras mi caja musical? –
– Hare lo que pueda, pero no prometo el que esté lista cuando regreses. –
–Con eso basta. Vamos, Wolf. – Tony salió del lugar a paso lento seguido por su Houndoom.
– Tony, espera. – God salió junto con Rayo siguiendo al Ignest, Kurt se quedó viendo por un momento aquella caja musical hasta que el sonido de algo rompiéndose llamó su atención.
.
Tony se alejó de la mesa volteando a ver a una pared. Parecía muy metido en sus pensamientos, pero iba directo al Centro Pokemon seguido de God. A Disc por fin se le cayó el jarrón de antes y con una sonrisa nerviosa en el rostro intentó huir del lugar, pero Kurt lo atrapó para darle una reprimenda.
.
– Tony espera... –
– ¿No se supone que tenías también algo que hacer con el anciano y una pokeball? – dijo Tony sin parar de caminar.
– Bueno, de hecho él ya la tiene y según el profesor Boreal ya había hablado con él. –
– Entonces... ¿Cuándo vamos a por ellos? – dijo God de lanera energética, pero no vio que Tony paró en seco y God chocó contra él. – ¿Pasa algo? –
– No hay plural. Yo voy a hacerlos cenizas, tú te quedas en el Centro. –
.
En una de las ventanas de manera muy sigilosa Discharger caía con discreción, al parecer había usado su sustituto y pudo escapar del viejo Kurt. No le tomó mucho alcanzar a su entrenador que seguía al otro que le daba una mala espina.
.
– ¿Qué? ¿De qué hablas? Si puedo ayudar, e incluso te puedo sorprender con lo que hacemos. –
– Ambos sabemos que Rayo es el único peso pesado de tu equipo. Aparte de él eres carga innecesaria. Sobrevivencia, exploración, y básico en combate mano a mano. Lo único que te hace útil es correr, y de nada me sirve eso. – dijo Tony mientras seguía caminando. Disc se enojaba con sus palabras ya que a sus oídos le estaban diciendo débil. – Puedo con eso por mi cuenta, no necesito la ayuda de alguien quién cría a sus pokemon solo para combatir. –
– Pero... –
– Recuerda que si te separan de tu pokemon y este no sabe reaccionar, ambos se ponen en peligro. No solo combatir cuenta para ser un entrenador, debes hacerlos entrenar para que sean independientes; que puedan cazar por su cuenta, que sepan con quién pueden y a quien debe evitar. Si no puedes hacer eso entonces vas por mal camino. –
– Bueno, tal vez si fui descuidado pero creo que te sorprenderías lo fuerte que nos hemos hecho. – dijo God con un tono en parte regañado y en parte emocionado al quererle mostrar lo fuerte que se había vuelto. – Aún no lo tengo bien claro, pero debiste ver lo que pudimos hacer en las Ruinas Alfas, fue... –
– NO es escusa, perdedor. –
.
Tony paró en seco y vio a God con seriedad. Era como un Deerling enfrente de los faros, God no sabía cómo debía reaccionar. No esperaba recordar esta sensación de incertidumbre y duda. Podía ver en sus ojos esa decepción difícil de mirar en sus ojos.
.
.
– Tú más que nadie debes saber lo que significa ser un entrenador, si solo lo entrenas para pelear entonces que lo hace diferente a un cuchillo al que afilar. – dijo Tony con seriedad viendo a God directo hacia los ojos. – Solo lo vuelves un arma más en el mundo. No es escusa decir que lo harías con la marcha. Solo perdiste el tiempo corriendo en círculos. ¿Cuándo vas a parar y ver todo tu panorama? ¿Cuándo aprendas a frenar? –
.
El contacto visual fue roto por God que bajo la cabeza. Esas palabras eran filosas, y Tony era experto en apuntar en donde más dolía. Tenía razón, y God no lo podía negar. El accidente en la Cueva Unión fue obra suya solo por la emoción, y había dejado a las personas y a su propio equipo en peligro por un capricho. God solo podía cerrar los puños y apretar los dientes ante esa verdad. Tony en verdad podía leerlo como si fuera un libro.
.
Por otra parte, Disc se encabronó por eso pero Rayo le dijo que se tranquilizaba. El charmeleon veía la extraña relación de esos dos con cierta duda, notaba que ambos tenían... "Cierta" historia juntos.
.
– Lo... Lo siento, Tony. – God bajó un poco la cabeza mientras veía el suelo.
– Cuantas veces te lo he dicho ya… — Tony dio media vuelta y viéndolo así le dio un leve golpe con el costado de la mano en la cabeza a God. – No bajes la guardia, ni siquiera conmigo. –
– Yo… Lo siento... –
.
Discharger no lo entendía. Su motivado y bien pragmático entrenador ahora estaba bajando la cabeza con una persona que ya habían vencido. ¿Qué era esto? ¿Acaso ese viejo humano le había pegado tan fuerte y estaba viendo cosas raras? ¿Por qué su entrenador ahora se estaba disculpando? No lo comprendía, pero si entendía que lo estaban menospreciando y más a su entrenador. Eso hacía que le costara mantener la calma.
.
– Pensar que parecías haber mejorado algo cuando te vi en Ciudad. Pensé que irías bien por tu cuenta… Que decepción. –
.
Discharger ya cansado de no entender nada se decidió por ponerse enfrente de ellos dos y con mirada decidida levantó su garra contra Tony que se le había quedado viendo unos segundos levantando una ceja.
.
– Este charmeleon es variocolor. Me imagino que es el charmander de antes. – dijo Tony reconociendo al pequeño charmander variocolor. – ¿Ni siquiera con este pudiste hacer algo? Vaya desperdicio. –
– Chaaarr... (¿Qué dijiste? Estúpido) –
– Vamos Disc, tranquilo. –
– Chacharcharchar ("Por qué te dejas mangonear por este tipejo de cabello parado. Vamos a patearle el trasero como a los otros.") – le decía enojado el charmeleon a su entrenador mientras lo tomaba de la chaqueta. – Charmecharchar ("Déjamelo a mí, ya le vencimos una vez juntos. Ahora le hare pedacitos a este presumido"). –
– El único presumido aquí eres tú, lagarto egocéntrico. – le dijo God tomándole de los mejillas para que le soltara. – Deja de payasadas y compórtate. –
– Se nota que lo tienes todo bajo control. – dijo Tony sarcástico mientras seguía caminando. Disc saltó de una y se puso enfrente de Tony y de manera desafiante le mostraba una pokeball, God vio y notó que había tomado su pokeball de su cinturón. – Mmmm... Entonces eso quiere... Muy bien, acepto. –
– ¿Qué? ¿Qué está... Ouh... – Disc apuntaba a Tony con su pokeball, el símbolo imposible de ser irreconocible por algún entrenador; era un reto de combate. – Disc... Tu estas... –
– Por lo menos tiene valor de enfrentarme. Como estás ahora es imposible que me venzas, pero creo que te daré una oportunidad. – dijo Tony dándose la vuelta. – Si logras vencer a tres pokemon de mi equipo, me mostraras que vale la pena que vengas conmigo. –
– Combatir, claro pero... ¿Dónde lo hacemos? No creo que sea buena idea en estos momentos. –
– Sígueme, lo haremos en el campo del Centro. –
– Ah bueno, entonces no hay... Espera ¿Hay un campo de combate en el Centro Pokemon? –
– En cada Centro y como ocho. Son usados para los combates en línea y se encuentran en el sótano, ahí no destruiremos nada como en el puente de los Muk, o la central en Roselia. –
– Bueno... ¡Esta bien, vamos! –
.
.
.
/PUEBLO AZALEA/CENTRO POKEMON/MIENTRAS/
.
God y Tony llegaron al Centro y luego de una rápida introducción de los eventos de parte de God todo el mundo quedó atónito al saber que el anciano Kurt seguía vivo. Al parecer no salían mucho de su hogar debido a las intensas visitas de entrenadores viciosos por increíbles y raras pokeballs gratis. No obstante, lo que más le llamó la atención fue el hecho de que ellos dos iban a combatir en una situación así. Al principio todos estaban en contra de eso debido a que no era un momento adecuado de hacer algo así. El desperdiciar fuerza en los únicos pokemon del lugar les preocupaba a todos, pero todo cambió cuando Tony habló.
.
Tony no era a decir verdad alguien agradable para la mayoría, sin decir que no tenía una gran reputación detrás de su nombre salvo el de pertenecer a un clan extinto y que muy pocos lo conocían por eso, mucho menos en la región de Johto. Él era terco, estoico, serio y con muy poca paciencia ante los demás cosas, pero no se podía decir que no tuviera razón en cada una de las cosas que hacía y siempre tenía un motivo, sea por orgullo o razonamiento.
.
Tony no tenía una buena fama tras haber hecho todo ese daño e inclusive en tiempos normales se le podría considerar un entrenador peligroso o incluso un malhechor de segunda, pero nadie en ese sitio podía discutir en base a sus palabras que decían la razón.
.
– "No son nadie para decirnos que hacer. Recuerden que quienes hemos venido y les estamos dando una mano somos nosotros." –
– "He venido desde lejos y puedo decir que muchos de los que llaman promesas sólo son de tercera para mí. En un momento así probaré si él puede venir, de nada servirá que lo manden para ser otra víctima más de este pueblo." –
.
Eran algunos de los comentarios que Tony hacía con su voz sería, ciertamente el chico intimidaba cada vez que hablaba de esa manera y la gente del pueblo no pudo hacer más que quedarse callados y contemplar el combate en las gradas del lugar.
.
Naomi había llegado y estaba apoyando a God como pudiera, pero según lo que había oído ella acerca de ese chico que pertenecía al clan más temido de Sinnoh, God pasaría un mal rato, pero conociendo como siempre le daba la vuelta a la situación confiaba plenamente en él.
.
Amber aún se encontraba atendiendo a los enfermos tratando de encontrar un modo de parar esa enfermedad junto a la doctora, y para colmo el sonido de una explosión como si se tratase fuego artificiales. Zeke encima de Onix pasó por las puertas del Centro Pokemon en su entrada triunfal.
.
– Damas y caballeros, aquí viene su... ¿Dónde están todos? – Zeke veía a su alrededor. Zeke vio en la habitación y solo pudo ver que Amber, y dos mujeres más estaban atendiendo a los heridos. – Oye, Amber. Adivina que encontré. –
.
Onix metió con cuidado al otro chico en una de las camillas y Amber empezó a tratarlo luego de agradecerle a Zeke el haberlo traído. Las mujeres se quedaron atónitas y es que era Spencer, el hijo de Corrin, por lo que una de ellas les fue a avisar.
.
Un momento después la mujer que había golpeado a Zeke entró con lágrimas en los ojos gritando: "¿Dónde está?" y "¿Dónde está mi bebe?"
– Bueno bueno... Mira quien tenemos... – Zeke iba a hacer un comentario burlesco, pero el ver como aquella mujer simplemente le quitó del camino y abrazó a su inconsciente hijo le dejó callado quitando la sonrisa de fanfarrón que tenía en su rostro.
– Hijo... Me alegra que estes bien... Tu estas... Tu estas... Vas a estar... Tranqu... Tranquilo... Tranquilo, mi niño... Est... Estoy... Aq... Aquí... Tu madre está aquí... –
.
Eran algunas de las cosas que decía la mujer mientras moqueaba y lágrimas salían como dos cascadas sin fin. Ella estaba abrazando a su hijo mientras una sonrisa llena de tristeza se formaba en su rostro, la preocupación que tenía por haberle creído perdido no le dejaba soltar el pecho de su pequeño niño. Zeke no sabía que decir en ese momento, con una situación así no podía hacer lo que quería.
.
– Disculpa... ¿Tu nombre era Zeke? – Una de las mujeres se acercó a él. – Te agradecemos el gesto que hiciste, le has devuelto a su única familia. –
– ¿El único? ¿A qué se refiere? –
– Bueno... Corrin desde pequeña perdió a su familia por la culpa de unos cazadores. Vivió toda su vida sola y no se llevaba bien con ninguna persona ni pokemon, aunque si se enamoró de un entrenador pokemon que pasó por el pueblo hace mucho. –
– Me imagino, pero para que ese tipo se parezca a su padre debió hacer un milagro que encontrara a alguien que quisiera tener un hijo con el Jorobado. –
– Bueno, le llevó mucho tiempo tratando de cuidarla y le hizo creer en las personas otra vez. Vivió con ella mucho tiempo hasta que él se largó del puedo y la dejó sola cuidando a su niño por su cuenta. –
– ¿La abandonaron...? – Zeke cambió por completo su expresión y un recuerdo pasó por su mente al oír eso último. – ¿Ella... Cuidó de ese chico sola? –
– Siempre decía que él era lo más importante para ella, por eso actuaba de esa manera cuando supo que el grupo en el que estaba había desaparecido. Está destrozada al pensar en que había perdido a su única familia. –
– Si... Ya entendí (Entonces... Ella es...) – Zeke se quitó su visor/lentes y dándole vuelta lo vio por unos segundos con la mirada baja mientras el sonido de un piano sonaba en su cabeza. – Supongo que es normal que actúe así, todas las madres son iguales... –
– Zeke-san... – Amber se acercó preocupada por él y le tomó del brazo para llamar su atención. – ¿Estás bien...? –
– Bah... Al cabo ni quería nada más de ella. Oye princesa ¿Dónde está el enano y la ratona de Biblioteca? –
– Bueno... Ellos están en el sótano, es que God-kun iba a combatir con su amigo y... –
– ¡Espera! ¿Está combatiendo con el Ignest? –
– Eh... ¿Sí? –
– Y yo aquí perdiendo mi tiempo. Te veo luego princesa, hay un combate que grabar. Vamos, Onix. – Con eso Zeke salió del lugar sin rechistar y salió pitando a grabar el combate de God ya que siempre terminaban siendo más entretenidos.
– Bueno... Hasta Luego... –
