Sinopsis: era el Destino que Hermione Granger y Fleur Delacour se encontraran de pequeñas y era el Destino el que las volvió a reunir.

Advertencia: Sorda! Hermione, Protectora! Hermione, Mestiza! Hermione, Genio! Hermione, Veela! Fleur, Inteligente! Fleur, Poderosa! Fleur, Protectora! Fleur…..Mejores Amigas para luego ser novias; Hermione y Fleur.

Pareja: Hermione G./Fleur D.

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"Destino"

Capitulo 20

Era un gran día soleado y normal para familia Granger que como todos los años disfrutaba de todo un mes de vacaciones de Verano en su villa en Francia, y como todos los días desde que llegaron decidieron ir al mar ya que su pequeña hija de 8 años amaba el agua sobre todo el mar. Por lo que no perdió el tiempo en entrar al mar con su padre Dan Granger quien era un gran surfista y la pequeña Hermione no dudo en montar la tabla con el y muy pronto la dejarían hacerlo ella sola en su propia tabla.

Estuvieron todo el rato en el mar hasta que Helena Granger los llamo para que vinieran a comer.

-vamos pequeña, hay que agarrar un poco de energía para continuar.-dijo Dan mientras hacía unas señales con sus manos, es un hombre muy atractivo y con un cuerpo definido a pesar de sus 40 años, de cabello rubio, piel ligeramente bronceada y ojos verdes claros.

La pequeña niña asintió, Hermione no se parecía en nada a su padre y solo a su madre ya que al igual que su madre poseía el cabello castaño caoba y rizado, y piel blanca aunque la única diferencia es que Hermione poseía ojos color turquesa mientras su madre los tenia color miel. Hermione sabía que Dan Granger no era su verdadero padre al menos no biológicamente ya que en todo lo demás el era su padre y siempre lo será.

Cuando llegaron con Helena esta los esperaba con un par de toallas, una se la dio a su esposo y la otra la envolvió en su hija y comenzó a secarla con ella, aunque algunas veces no lo necesitara ya que cuando salía del agua se secaba sin ninguna explicación como si nunca se hubiera metido al agua en primer lugar.

-cariño ¿te quieres poner el aparato?.-pregunto Leo en sellas después de llamar la atención de su nieta quien asintió. Por lo que Leo le paso el aparato y la niña se lo puso con cuidado en su oído.

Hermione siempre había sido una niña diferente y no solo por el hecho de que sucedían cosas extrañas a su alrededor, mucho mas extrañas que la magia al parecer, sino también por el hecho de que había nacido sorda y ser muy inteligente, aunque eso no le impidió en hacer las cosas que amaba sin importar la opinión de los demás a pesar de que alguna veces si la herían. Durante 6 años fue totalmente sorda hasta que su abuelo Leo les dijo que era un mago erudito y que la magia podría ayudar un poco con su situación por lo que su abuelo no paro de investigar y con ayuda de su abuela Elizabeth quien era Sanadora le crearon un aparato muy especial que cuando se lo ponía podía escuchar pero cuando se lo quitaba era nuevamente sorda aunque eso no la molestaba en lo más mínimo.

Cuando comenzó a escuchar tuvo que aprender hablar normalmente aunque claro esto dentro de su casa, ya que aun seguía yendo a una escuela especial para niños como ella, debido a que no podía usar el aparato todo el tiempo ya que al usarlo por mucho tiempo llega a lastimarla.

-gracias abuelo.-dijo Hermione.

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Después de comer Hermione fue hacer un castillo de arena ya que sus padres y abuelos le prohibieron meterse al mar hasta después de una hora a lo mínimo por lo que decidió distraerse con la arena. A unos metros de distancia de ella había varios niños jugando con la pelota y otras dos niñas rubias persiguiéndose, a pesar de que a veces deseaba jugar con ellos, sabia que la no la aceptarían por lo que se evito la vergüenza del rechazo y siguió con lo suyo.

-"¿Quién querría jugar conmigo?".-pensó Hermione triste mientras hacia una torre. Todo lo que quería era poder meterse al agua y surfear con su padre o al menos tocar su amado violín siendo uno de sus instrumentos favoritos y el primero que aprendió a tocar cuando comenzó a oír.

-¿quieres jugar con nosotras?.-Hermione salió de sus pensamientos cuando una pequeña voz de una niña le llamo la atención, al levantar su rostro vio a las dos niñas rubias que habían estado corriendo ahora frente a ella. Aunque una era un par de años menor que ella mientras que la otra era un par de años mayor que ella.

No pudo evitar sonrojarse cuando la rubia mayor y ella se miraron fijamente.

-claro, me encantaría jugar con ustedes. Mi nombre es Hermione Granger.-

-encantada de conocerte Ermione. Mi nombre es Fleur y ella es mi hermanita Gabrielle.-dijo la rubia mayor con una gran sonrisa. A lo que la rubia menor copio aunque sus ojos tenían una chispa traviesa.

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Hermione estaba teniendo el mejor dia de su vida, por fin tenia a alguien con quien jugar, alguien diferente a sus padre o abuelos. Y no quería que terminara su dia todavía, por lo que después de pensarlo invito a sus nuevas amigas a pasar el rato con su familia, lo cual aceptan encantadas luego de hablar con sus padres.

Apolline y Adrián Delacour ambos siendo rubios con ojos azules, sin duda los dos eran atractivos.

Sus dos nuevas amigas luego de presentarles a sus padres y que hablaran un rato con ella aceptaron pasar el rato con ellos. Las horas pasaron y el sol ya se estaba poniendo, los seis adulto se encontraban sentando hablando mientras que las tres niñas jugaban en la arena ya pronto todo se tendrían que irse.

Cuando llego la hora los adultos acordaron volverse a juntar para que las niñas pasaran nuevamente el rato.

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