El parásito cap. 7

Con el amanecer de un nuevo día, sentada en medio de una oscura habitación, frente a un ostentoso tocador color marfil con adornos dorados, se encontraba la princesa Celestia observando fijamente su reflejo mientras tiznaba sus mejillas con una pequeña cantidad de rubor, cuidando los últimos detalles de su maquillaje bajo la tenue luz de los rayos del sol que se filtraban por las cortinas.

Habiéndose levantado desde hace unas horas, la ex monarca ya se encontraba arreglada y perfumada, teniendo su larga melena recogida en una casual cola de caballo evitando qué su cabello hondee libremente como normalmente lo hacía, vistiendo unos pequeños shorts de mezclilla hechos a su medida, que a pesar de ser inmensos debido a que tenían que soportar el gran trasero real, de todos modos le quedaban algo ajustados en ciertas zonas, una blusa de tirantes amarilla, dejando visible la parte superior de sus enormes pechos y unas zapatillas blancas cerradas sin tacón ni correas, además de no llevar ninguno de sus ornamentos habituales, ni siquiera aretes, habiendo seguido los consejos de Can a la hora de hornear el pan, retirando cualquier accesorio innecesario qué pudiera acabar dentro de un baguette, además de vestir más ligera para no padecer del terrible calor que se generaba en la panadería por culpa los hornos, aunque él no sabía que ser la diosa del sol dotaba a Celestia de una inmunidad completa al fuego y al calor.

Aún así Celestia decidió no ignorar los consejos que le había dado el minotauro, vistiendo un atuendo que distaba enormemente de su típica apariencia de princesa refinada y de alta cuna, luciendo más como una joven yegua en su pleno apogeo, mostrando tanta carne como sus ropas se lo permitían sin llegar a ser llamada una exhibiciónista, con la diferencia de que era a Celestia quienes cubrían esas minúsculas ropas, lo que provocaba qué sus dotes de por sí enormes resaltarán mucho más, habiendo pasado gran parte de la mañana contemplando el reflejo en su espejo con un gran sonrojo en sus mejillas, sintiéndose algo avergonzada pero al mismo tiempo libre, pues ella sabía que algo así jamás hubiera podido pasar en las elitistas calles de Canterlot o en los inmaculados pasillos del castillo, aunque concluyendo qué efectivamente quizás mostraba más carne de la que debería en ciertas zonas, sin embargo una vez tuviera puesto su delantal se solucionaba dicho problema o al menos así pensaba ella, por lo que no le dio demasiada importancia.

Finalmente tomando aquel mandil amarillo qué estaba sobre su cama y que decia "besa a la cocinera", salio de su habitación hacia el comedor, deslizándose por el barandal con una divertida sonrisa, incluso soltando un "wiiiii" mientras descendía por el costado de la escalera, hasta llegar a la gran mesa de vidrio y metal, con varios acabados elegantes en forma de flores por toda su superficie, donde la princesa Luna ya se encontraba sentada en el extremo opuesto al suyo, tomando despreocupadamente una taza de café mientras leía el periodico.

"Buenos días hermana"

Saludo Celestia cordial, dejando su mandil apoyado sobre el respaldo de su silla, para acto seguido sentarse en su asiento, donde a los pocos segundos le fue entregado su desayuno siendo esta vez una ración de bizcocho de plátano con un puñado de moras encima, sobre una cama de crema batida y un batido de chocolate, una dieta quizás no muy saludable pero que sin duda sabía despertar los placeres de la ex princesa del sol, a diferencia de Luna quien solo comía un emparedado de margaritas junto con su café quien a su vez respondió con un seco.

"Hola"

Ignorando por completo a su hermana mayor, observando fijamente aquel periódico qué tenía sobre sus manos, dando pequeños sorbos a su café.

"mmm? ¿Qué pasa, Luna?"

Se apresuró a preguntar la alicornio blanca, extrañada por el actuar inusual de Luna, conociendo de antemano la personalidad de Luna desde su disputa en donde se vio involucrada la aprendiz de Twilight, Starlight, sabiendo exactamente cuándo algo la molestaba, o le preocupaba en particular, una habilidad que desarrolló con los años y lamento no haber adquirido antes de los eventos de Nightmare Moon.

"nada"

Respondió nuevamente Luna sin una pizca de emoción y sin apartar la nariz de la página del periódico, tomando otro sorbo de café, haciendo resoplar a la diosa del sol. Levantándose de su asiento y comenzando a andar a través del prístino piso, produciendo un sonoro "toc" al golpear sus zapatillas contra el suelo de azulejo, hasta llegar al costado de su hermana, tomando el periodico para apartarlo de su mirada, obligando a Luna a que la mire directamente a sus ojos.

"Anda dime que pasa? Se que te pasa algo porque sino no estarías actuando así"

Dijo Celestia cruzándose de brazos y mirando a su hermana con una voz severa y con su ceño fruncido. A lo cual Luna solo suspiro dejando su taza de café sobre la mesa, apoyando su espalda completamente sobre su silla de bordes plateados mirando a su hermana con una expresión pedante.

"Oh nada nada hermana… es solo que además de la evidente decadencia de tu sentido de la moda, es interesante… "

"¿Mmm? ¿A qué te refieres?..¿ Y qué quieres decir con decadencia?"

Exigió ella, mirando nuevamente sus prendas no viendo nada de malo en ellas, claro a excepción de que el 80% de su cuerpo estaba expuesto.

"Pues como una pequeña panadería qué no figuraba nada hace unas pocas semanas, ahora está en la página principal del Equestria Daily"

Dijo Luna al mismo tiempo que le mostraba la primera página de aquel periódico, donde se podía ver una ilustración muy clara de Celestia y Can en la panadería, con un título grande en primera plana qué decía "La princesa de los Bollos" seguida de una extensa nota que continuaba por la segunda página.

"La princesa de los… ¡¿Qué?! ¡¿De qué se trata todo esto Luna?!"

Exclamó Celestia exigiendo respuestas con un fuerte rubor por la foto tan sugerente qué habían tomado para la portada, siendo ella misma sosteniendo una bandeja de bollos recién horneados qué le había entregado Can para que los pusiera en el exhibidor, pero por el ángulo de la foto parecía como si estos se mimetizaran perfectamente al estar totalmente cubiertos de un glaseado color blanco con sus grandes melones, dando la impresión que se salían de su mandil, siendo una imagen cuanto menos curiosa pero que ponía a Celestia ponerse roja de la vergüenza.

"Hmmm no lo se"

Se limitó a responder Luna encogiéndose de hombros con una sonrisa.

"Al parecer alguien de la prensa los vio a ti y a tu amigo mientras trabajaban y decidió hacer una nota de cómo su antigua monarca lleva su retiro, haciendo panes al lado de un minotauro"

Explicó ella con ciertos aires de suficiencia, mientras que Celestia un tanto irritada por la actitud de su hermana, empezó a leer enardecida la nota del periódico en voz alta.

"desde que todos lamentamos la pérdida de una de las más grandes monarcas qué hemos tenido en la historia, la princesa Celestia no a dejado de expandir sus fronteras aunque esta vez de maneras qué nadie hubiera imaginado pues, toda las oficinas del Equestria Daily se pusieron de cabeza cuando uno de nuestros fotógrafos en Silver Shoals nos envió imágenes inéditas de la ex monarca de toda equestria, semidiosa del sol y una de las únicas 5 alicornios de toda Equestria, usando mandil y trabajando en una humilde panadería Local qué seguramente no supera los 500 bits de valor neto, al lado de nada más ni nada menos que un minotauro, abriéndole las puertas a un sin fin de dudas acerca de que ha orillado a la princesa a dejar la alta alcurnia de la cual dispone para trabajar al lado de un individuo de otra especie en un establecimiento de cuarta, siendo las más sonadas algún tipo de caridad o propaganda ínter especies para apoyar al nuevo régimen de la princesa Twilight, aunque algunos más osados han llegado a teorizar un posible romance entre la princesa del sol y el minotauro de las tierras este."

Era lo que decía la nota.

"¡P-pero esto es absurdo! ¡¿Romance?! Can solo es mi jefe y su panadería no vale 500 bits ni es un local de cuarta, todo lo que vende en su panadería tiene la misma calidad que cualquier repostería de Canterlot!"

Bramo ella dejando el periodico sobre la mesa como si se tratara de un simple pedazo de basura, haciéndolo una bola arrugada e informe con el, estando bastante indignada lanzando pequeñas nubes de humo de su frente, mientras que Luna quien miraba a su hermana con una clara satisfacción tomaba de nueva cuenta su taza de café y le daba un pequeño sorbo.

"Bueno hermana, eso es lo que pasa cuando alguna figura pública como nosotras hace cosas que despiertan el interés del ojo público"

Dijo ella en un tono socarrón, haciendo gruñir a la princesa del sol quien miraba una vez más el periodico sobre la mesa y acto seguido suspiraba de manera hastiada.

"Cómo sea, tengo que ir a trabajar y también debo ir con Can para disculparme por todo lo sucedido"

Dijo Celestia quien tomaba su mandil y se bebía el resto de su malteada de un solo trago, disponiéndose a salir de la mansión apresuradamente hasta que de repente Luna dijo.

"¿Te importa mucho ese minotauro verdad? Si no te conociera bien diría que sientes algo por el"

Aquello fue más que suficiente para parar a la princesa del sol en seco, dándose la media vuelta lentamente de forma oxidada mostrando un rostro de incredulidad, no estaba enojada sino más bien estupefacta, como si no alcanzará de creer lo que había oído.

"Tienes que estar de broma"

"Oh tranquila, yo se que no estás interesada en él, que es tu jefe y esas cosas.. Pero ¿no fuiste tú misma la qué me dijiste que querías buscar alguna pareja para sentir como una pony normal lo hacía?"

Dijo la alicornio oscura alzando una de sus cejas inquisitivamente, haciendo torcer los labios de la alicornio blanca.

"B-bueno si pero no con Can"

"¿Y qué hay de los otros? Ya tienes algún pretendiente"

"¡No claro que no! o bueno…"

"¿O bueno?"

Dijo Luna quien mirando a Celestia de una manera más severa aún, casi como si aplastara a la ex monarca del sol con su mirada, haciendo que esta se sienta pequeña y muy nerviosa.

"Dime hermana, ¿ya tienes un pretendiente verdad?"

"¡No!.. Es solo que ayer el Barón Silver me invitó a cenar el viernes a su casa"

La princesa Luna al escuchar aquello no hizo la más mínima mueca, manteniendo su rostro con esa expresión tan dura como la de Maud a pesar de que en otras circunstancias hubiera estallado en cólera, pues ella ya sabía de antemano la cita que le había propuesto el Barón a su hermana gracias al buen trabajo de espionaje de su mucama, Aun así por dentro hervía sigilosamente una mezcolanza de rabia y celos, igual a la que había sentido el día anterior, en cuanto Lusty le comentó los planes del Barón con su hermana.

"¿Y tú aceptaste?"

Preguntó ella manteniendo una calma aparente.

"¡no por supuesto que no! o no completamente"

Ante esta contestación una vena en la sien de la alicornio se pudo hacer visible, costandole aún más a mantener su auto control, obligando a Nightmare moon a sujetarla con sus brazos, como si se tratase de una camisa de fuerza invisible, para evitar que estallara en un nuevo arrebato de furia celosa y asesina.

"¿a qué te refieres a no completamente?", volvió a preguntar.

"bueno a que le dije que lo pensaría si tenía algo de tiempo libre esa tarde", confesó ella apenada y aunque no era una confirmación, se podría decir lo mismo de una negación.

"ay hermana..."

Suspiro la princesa de la noche logrando apaciguar un poco su ira ante las explicaciones sinceras de su hermana pues a pesar de tener más de 1000 años, aún estaba bastante verde en cuanto a las relaciones se trataba.

"Cuando estés hablando con un semental debes ser muy clara, si realmente no querías ir a su cita pero al mismo tiempo no querías ofenderlo, pudiste haberle dado otra negativa más concreta y menos ambigua, pudiste decirle que tenías otro compromiso o que simplemente no estabas interesada..."

Comenzó a hablar la alicornio morada ignorando por completo a la alicornio blanca quien intentaba hablar en medio de todo su parloteo.

"Luna..."

"sip, los machos siempre son torpes y no entenderán tus mensajes a no ser que se los digas directamente"

"Luna..."

"si tan solo Cadence estuviera aquí, ella te diría mil y un maneras de cómo rechazar a un semental..."

"Luna..."

"si! Eso es! Mañana iremos con Cadence y le pediremos qué te de unas cuantas lecciones de cómo rechazar pretendientes, claro después de declinar la respuesta del Barón"

"LUNA!..."

Exclamó la alicornio blanca usando la voz real de canterlot haciendo cimbrar toda la mansión, pero por fin logrando frenar el parloteo incesante de su hermana, quien la miraba confundida con sus grandes ojos abiertos de par en par, mientras Celestia dejaba salir un cansado suspiro de sus labios.

"no lo rechace porque si tengo intenciones de ir"

"¿qué?"

Eso rompió a Luna completamente, dejándola estupefacta y confundida al mismo tiempo que algo dolida.

"¡¿p-pero porque?!"

Estalló Luna sin poder contenerse más con sus ojos rojizos y una cólera evidente que usaba para ocultar, los lagrimales bajo sus ojos que rápidamente se empezaban a hinchar .

"¡Porque es mi vida!

Exclamó ella tajante con sus ojos de color negro y su cabello tornándose de colores anaranjados por unos breves instantes.

"Como tu acabas de decir me gustaría probar nuevas cosas ¡Y no veo porque cada cosa nueva que hago debe convertirse en un interrogatorio!", comenzó a decir la alicornio blanca en un tono similar, antes de suspirar relajándose rápidamente controlando su respiración, volviendo a la normalidad para entonces quedar mirando el suelo .

"me gustaría sentir cómo es ser cortejada y que se hace en una primera cita, y la invitación del Barón me vino como anillo al dedo"

Contestó ella.

"¿P-pero porque con el Barón?.. ¿Qué tiene de especial?"

Replicó Luna aun con su ceño fruncido, pero pronto relajándose también imitando a Celestia aunque por más que lo intentara no lograba parar el dolor en su corazón

"Nada", respondió Celestia a secas con una pequeña risa.

" no tengo la más mínima intención de emparejarme con él, quizás puedas llamarme incluso cruel por jugar así con el, pero considerando que él es un aristócrata racista y corrupto, que lo deje plantado será poco castigo del que realmente se merece... Como dije solo hago esto por la experiencia, y además ya he tratado con nobles y aristócratas antes, por lo que pensé que si tenía una cita con el Barón podría experimentar de primera mano qué es lo que debe de hacerse en una cita sin aparentar ser una completa novata"

Razonó ella poniendo una de sus manos sobre su barbilla mientras terminaba su infalible plan guiñandole un ojo a su confundida hermana.

"además no es como que me vaya a cazar con él, será solo una cita y ya", sonrió la monarca

"oh una cita y ya... Bien supongo que no lo había visto así"

Respondió la alicornio oscura aún un tanto aturdida, pero por lo menos un poco más calmada, encontrando algo de paz en las palabras de su hermana aunque permaneciendo en un estado inquieto por alguna extraña razón, hasta que súbitamente sintió el acogedor abrazo de su hermana rodeándola con sus brazos y sus gigantescas mamarias directamente sobre su cara haciendo que esta se sonroje al máximo.

"!Relájate hermana! Se que todo estará bien", dijo Celestia sin percatarse del estado actual de su hermana.

"Mmmm!"

"se que tratan de protegerme y en verdad lo agradezco pero, deben entender que ya no soy la misma princesa Celestia perfecta que todos querían, ahora solo soy Tia y me gusta ser asi"

Río ella siguiendo atrapando el rostro de la alicornio oscura entre sus masivos pechos del tamaño de sandías muy bien desarrolladas, hasta que Luna paso de un tono rojizo a uno azulado por la falta de oxígeno, finalmente separándose y dejando a la princesa de la noche tomar una gran bocanada de aire, alzando uno de sus dedos indicando con señas bastante torpes mientras se tambaleaba que le diera unos segundos en lo que recuperaba su aliento.

"uffff… E-esta bien, pero por lo menos avisame cuando vayas a irte y si pasa algo malo okay?"

Dijo Luna aún jadeante por lo anterior y con sus mejillas coloradas al rojo vivo.

"Claro, te lo haré saber por un mensaje mágico si se presenta la ocasión, aunque insisto tengo todo bajo control"

Le guiño un ojo a su hermana en un gesto de coquetería por parte de la alicornio blanca, bastante efectivo puesto que las mejillas de la alicornio morada se pintaron de un fuerte rosa, para finalmente después de una cálida despedida abandonar el castillo con premura, dejando a la alicornio morada sola de nuevo con sus pensamientos.

"qué vas hacer ahora Luni? En serio vas a dejar que tu bombón se vaya con ese noble arrogante?"

Escuché la voz de Nightmare Moon de nuevo en su cabeza, mientras que Luna con un rostro inmutable se quedó meditando en lo que acababa de pasar.

"Ella no quiere tener nada con él, tú la oíste, no debería haber problema… Solo es una cita y ya"

Dijo Luna a sí misma, repitiendo esa última frase en su cabeza, tratando de tranquilizar sus inseguridades, como si estuviera tratando de convencerse a sí misma, cosa que Nightmare no iba a permitir.

"¿Ya pero si realmente le gusta y empieza a tener otras citas? ¿Qué harás entonces?", dijo la alicornio oscura con cierta malicia en su voz.

"Grrrrrgh!, No lo se! Esta bien?, no se que hacer y eso me aterra"

Bramo Luna al principio, solo para terminar con sus dedos sobre su mentón, mordiendo de una manera ansiosa y casi furiosa sus labios pensando que hacer, mientras una despreocupada Nightmare flotaba enfrente de ella.

"Yo lo sé, soy tu recuerdas? Pero todo eso se podría acabar si me dejaras tomar el control y…"

"Ya te dije que no te voy a dejar salir!…"

Espeto la princesa de la noche quien aún en ese estado de catarsis era muy consciente de lo que su parte malvada quería y no estaba dispuesta a dárselo, haciendo gruñir a la alicornio oscura.

"¡Bien!, si no quieres mi ayuda allá tú, pero entonces dime que vas a hacer para salvar a nuestra amada senos de vaca de ese noble de pacotilla?!"

Exclamó Nightmare a lo que Luna solo puso ambas manos sobre sus orejas queriendo callar la voz en su cabeza, aunque lamentablemente así no era como funcionaba.

"¡No lo se!"

Grito exasperada haciendo sonar los ecos de su grito por las paredes, suspirando pesadamente para entonces sentarse sobre su silla nuevamente con gesto agobiado, hasta que escuchó los pasos mecanizados y gráciles de una mucama acercándose, escondiendo rápidamente el periodico detrás de su silla aparentando estar lo más tranquila posible tomando su café, solo para ver a Lusty entrando en aquella sala, quien se vio atraída por el repentino grito de la princesa de la noche.

"¿se encuentra todo bien princesa?"

"Si si, solo estaba.. Pensando en algunas cosas en voz alta"

Se excuso la alicornio aunque de hecho eso era lo que estaba haciendo, solo que con su otra yo.

"¿Es sobre la cita de su hermana con el barón verdad?"

Infirio la yegua de color azul celeste, haciendo que Luna voltee a verla alzando una ceja con extrañeza, para entonces suspirar y abrir un poco sus sentimientos a la mucama.

"Así es, no se que hacer… por más que ella me diga que tiene todo bajo control aún así no dejo de estar preocupada por ella"

Confesó Luna con la cabeza agachada, mientras que Lusty la miraba atentamente con una expresión comprensiva, caminando hasta ponerse a su lado, poniendo una de sus manos sobre el hombro de la princesa de manera gentil.

"Descuide, estar preocupada es una reacción normal, pero si me permite decirlo creo que debería confiar más en su hermana, la princesa Celestia estuvo mucho tiempo a la cabeza de esta nación, incluso cuando usted estaba ya sabe… incapaz de ejercer sus obligaciones, y también enfrentó amenazas mucho más grandes que una simple cita"

Sonrió esta de manera dulce reconfortando a la princesa de la noche, aunque siendo no muy efectiva, pues además de no lograr calmar sus inseguridades también se ganó un pequeño gruñido de la alicornio morada tras recordar sus años en los que estuvo aprisionada en la luna.

"Gracias Lusty pero creo que por ahora necesito descansar y meditarlo detenidamente"

Dijo ella levantándose de su asiento sin terminar de beberse su café a lo que Lusty solo dio una reverencia.

"Como usted diga su majestad, cualquier cosa que necesite solo hágamelo saber"

"Por supuesto, si necesito de tus servicios te llamaré… aunque…"

Con una pequeña pausa, la princesa de la noche se quedó mirando fijamente a la pony, llevando una de sus manos a su barbilla comenzando a pensar esbozando una villanesca sonrisa, mientras una desconfiada Lusty empezaba a imaginar por sí misma lo que la princesa de la noche le iba a solicitar, no estando muy alejada de la realidad.

"Creo que si hay algo que puedes hacer por mi, dime estás libre el viernes por la noche?"

Preguntó ella en un tono sereno con una sonrisa maliciosa a lo que Lusty dejando salir un grave suspiro de sus labios e infiriendo lo que la princesa de la noche le iba a pedir dijo:.

"Princesa si me lo permite decir, creo que lo que planea es una mala idea, la princesa Celestia confía en usted creo que sería justo devolverle la misma confianza, además que entrar sin permiso en la mansión del barón es allanamiento y es un delito"

Contestó ella con el tono más cordial qué pudo al mismo tiempo que cerraba sus ojos esperando no ofender a la alicornio enfrente de ella, quien al ver sus intenciones descubiertas frunció el ceño molesta y exclamó con un tono cada vez más fuerte las siguientes palabras:.

"Si lo se Lusty, yo fui quien redactó esas leyes varias veces por si no lo sabías, además aunque ya no sea la gobernante de este país aún sigo siendo una princesa!, tengo influencias suficientes para sacar de los calabozos a cualquiera que me apetezca!, sobre todo si se trata de una simple mucama cualquiera!"

Exclamó Luna terminando por hablar con la voz real de Canterlot, teniendo sus pupilas un tanto más afiladas, y su pelaje unos tonos más oscuro, notando como la mucama enfrente de ella temblaba un poco, agachando su cabeza, hasta que finalmente reparó en su actual apariencia y actitud, soltando un fuerte bufido con el que rápidamente se tranquilizó volviendo a su forma normal.

"Lo lamento, no debí hablarte así, es solo que estoy desesperada es todo, necesito que entres a la mansión del Barón y vigiles a ambos durante su cita", dijo ella en un tono más dócil, prácticamente en tono de súplica bajando tanto sus orejas como sus cejas.

"Por favor Lusty, eres la única en la que puedo confiar, solo quiero asegurarme que nada malo le suceda a mi hermana"

Ante eso la unicornio azul quien todavía temblaba un poco, levantó su mirada, pudiendo observar el rostro tan afligido de la princesa Luna, provocando que ella se tranquilice y finalmente suspire, acomodándose un poco su traje de mucama para aliviar los nervios.

"De acuerdo, lo haré, pero si realmente quiere dejar de sentirse así… Tal vez debería decirle a la princesa Celestia como se siente"

Dijo la unicornio mirando fijamente al rostro de la alicornio morada, logrando qué está abra sus ojos de golpe sobresaltada y enormemente ruborizada, poniéndose a pensar como Lusty sabía aquello?, es que acaso se le había escapado sin que se diera cuenta, o era Nightmare Moon haciendo de las suyas?, tratando de dar sentido a lo que dijo Luna pensó que Lusty solo se refería a su preocupación y con una sonrisa fingida cargada de nervios, esta asintió cerrando sus ojos y rascándose la nuca, sudando más que una morsa dentro de un sauna.

"jajajaja si creo que si, bueno adiós Lusty y gracias por todo"

Se despidió la princesa de la noche quien salió prácticamente huyendo del comedor, mientras una contrariada Lusty negaba con la cabeza antes de dar la media vuelta, recogiendo los utensilios qué usaron las princesas para desayunar, caminando poco después con dirección a la cocina mientras en su cabeza pensaba.

"Alguien necesita darles terapia a esas dos, quizás la princesa Cadence sería la más indicada, pero además de no ser mi trabajo ser la cupido de su relación, no creo que le sea muy grata sorpresa a la princesa Cadence descubrir que sus dos tías tienen sentimientos la una por la otra, aunque por otro lado, hace poco descubrí que la princesa Cadence está en una relación abierta junto con su esposo Shining Armor, Por lo que he de suponer que ella es más del tipo "liberal" aunque quien sabe… "

Avanzó por los pasillos contoneando sus caderas de una manera coqueta hasta finalmente perderse en la cocina, dejando todos los utensilios en el lavaplatos para entonces dirigirse a su habitación a preparar todo lo que necesitaría para su misión de ese viernes

Por otro lado, mucho mucho más al sur del continente, en el lejano reino cambiante, Lyan se encontraba supervisando la construcción de "villa cambiante", un nombre ridículo a su parecer pero proviniendo de Thorax era algo apenas lógico. Habiendo pasado ya varias semanas desde el inicio de su construcción, pero ahora finalmente estaba completa, al menos en un 95%, siendo un gran reto ya que además de ser el nuevo hábitat para los simuladores, también estaba adecuada para albergar a demás especies y no solo cambiantes, por lo que Lyan solo supervisaba que todo estuviera en orden, sonriendo ampliamente al ver las calles pavimentadas así como los pintorescos edificios imitando en una extraña amalgama, la arquitectura de ponyville y el imperio de cristal pero al estilo cambiante, osea con varios hoyos en su estructura para hacerlo más cómodo o al menos así lo veían ellos,hasta que de pronto un grupo de changelings se acercó a ella.

"Lyan!"

Exclamo uno de ellos, un cambiante corpulento de color negro y pelo blanco, quien ademas usaba un extraño colgante con una roca llena de símbolos aún más extraños.

"ya hemos terminado de instalar las tuberías de lava para el foso de los dragones y colocar las ventanas del ayuntamiento"

"Perfecto!, en ese caso le avisaré a Thorax que este lugar ya está listo para abrir, apuesto que estará muy contento de finalmente tener más especies aquí… quizás incluso hasta me recompense, invitandome a una cita~ ja a quien engaño, el nunca haria eso por voluntad propia"

Cotilleo ella apuntando varias cosas en su portapapeles, mientras los otros changelings también celebraban chocando sus puños y golpeando sus pechos, hasta que de manera ocurrencial Lyan miró el extraño colgajo que aquel cambiante tenía sobre su cuello, abriendo sus ojos impresionada al ver que se trataba de una runa de invocación.

"Hey Brutus ¿Dónde conseguiste eso?"

Dijo la yegua apuntando a aquel collar a lo que el susodicho solo sonrió quitándoselo de su cuello y mostrándoselo más de cerca para que pudiera contemplarlo.

"Oh esto? lo encontré en la basura en medio de todas las cosas que sacamos alrededor del castillo, ¿Porque? ¿te gusta?"

Explicó sonrientemente ofreciendolo.

"¡Oh no! es solo que esa piedra es una runa de invocación, es inofensiva por supuesto está toda quemada y sin energía pero.. si no mal recuerdo eran las runas que hice en la demostración frente a la reina hace varios años"

Dijo quedándose pensativa recordando aquellos días cuando vivían bajo el yugo de la reina, sin duda alguna Thorax era un mucho mejor líder y le enorgullecia saber que ella misma había sido parte del proceso para mejorar la colmena a lo que era hoy en día, sin embargo el hallazgo de esa runa la inquietaba aunque no sabía exactamente porque, podría llamarlo una corazonada.

"hmmm.. ¿En donde dices que encontraste esa runa?"

"En un agujero cerca del castillo, junto con otras baratijas"

Explicó el cambiante logrando solo incentivar las inquietudes de la cambiante rosa, poniendo una expresión asustada.

"¿En un agujero?... ¿Pero cómo? Pensé que había mandado a sellar todos los agujeros en el suelo antes de empezar la construcción… Sería posible que fuera alguna clase de socavón o similar?"

Preguntó ella.

"Hmm no lo creo, la tierra alrededor se veía removida como si alguien hubiera sacado algo de ahí, o algo se hubiera arrastrado desde su interior pero eso es imposible verdad? Jaja"

Rio el changeling tratando de animar a la cambiante rosa dándole una palmada sobre su espalda a lo que ella solo rió nerviosa teniendo que sujetar sus lentes que casi se le caen.

"S-si! Tienes razón, ninguna criatura pudo haber sobrevivido tanto tiempo y además estando bajo tierra sin agua o comida"

Dijo ella con una sonrisa igual de poco convincente, mientras sus pensamientos rápidamente empezaban a divagar entre sus recuerdos hasta llegar a la imagen de aquella horrible criatura qué llegó por el portal qué incluso hoy día le ponía los pelos de punta. La simple idea de que esa cosa haya sobrevivido y esté por ahí rondando a sus anchas le daba escalofríos, hasta que de pronto su mente volvió en sí cuando aquel changeling tocó su hombro haciendo que se sobresalte para entonces suspirar.

"descuiden, probablemente no sea nada pero por si las dudas busquen en las áreas cercanas y avísenme si notan algo extraño, mientras tanto yo iré con Thorax para darle el informe"

"Si Lyan"

Dijeron estos al unísono como soldados, rompiendo sus filas mientras Lyan extendia sus alas y con ellas comenzaba a volar directo al castillo con un zumbido, volando más rápido de lo habitual sin lograr sacar de su cabeza la imagen de aquella criatura con sus afiladas garras, sus tentáculos negros y sobre todo esos ojos rojos.

"creo que tendremos que dejar la cita para otro momento"

Dijo desanimada dejando caer un pesado suspiro, antes de perderse entre la inmensidad del castillo.

Mientras tanto en las soleadas praderas de Trottingham, agitándose por debajo de las sábanas y soltando una serie de lastimeros quejidos qué acabaron con el repentino sonido de las mantas siendo arrojadas a la parte inferior de la cama. Revelaron a una no muy bien descansada Milky con unos ojos rojizos, su cabello completamente enmarañado y ni hablar de las terribles ojeras que podían verse desde kilómetros bajo sus ojos, siendo una apariencia semejante a la que pensarías de una persona drogodependiente, aunque en su caso particular se trataba sólo de una terrible fatiga consecuente de la alocada noche que había tenido el dia anterior.

"agh mi cabeza…"

Se quejó gravemente la pony terrestre poniendo una de sus manos sobre su frente, comenzando a observar el lugar notoriamente desorientada, observando los muebles tirados, los vidrios rotos en el suelo, además de las paredes rosadas muy distintas a las amarillas de su habitación, girando se cabeza para ver a su compañera. Mirando el cuerpo desnudo y apacible de la enfermera justo a su lado, sobresaltandose al verla, al mismo tiempo que en sus mejillas se pintaba un fuerte sonrojo, apartándose casi de inmediato de la cama cayendo al suelo con un grito. Tardando unos minutos en recordar todo lo sucedido en la noche anterior tras haber activado sus neuronas a partir de aquel duro golpe, quejándose una vez más y maldiciendo en voz baja, comenzando a inspeccionar todo su cuerpo después de sobar su cabeza, tratando de comprobar que todo estaba en orden.

"Pero que…"

Se preguntó extrañada al palpar con sus manos su propio cuerpo, notando como aquellas grotescas venas así como su aumento de musculatura y sobre todo aquel gigantesco miembro entre sus piernas se habían ido, ella se acercó a un espejo roto qué había en uno de los extremos de la habitación, pudiendo ver su cuerpo completamente restaurado como si no hubiera pasado nada, corriendo a inspeccionar a la enfermera Redheart quien al igual que ella estaba bien una vez más, sin esos horribles tentáculos saliendo de su espalda, sentándose de nuevo sobre la cama dejando salir un gran suspiro de alivio, para entonces comenzar a pensar en todo lo que había sucedido.

"Okay… ya pasó, todo está bien ahora, la enfermera Redheart esta bien, yo estoy bien, quizás solo fue un mal sueño, aunque eso no explica por qué estoy desnuda durmiendo en la misma cama con la enfermera y además que todo el cuarto esté destruido"

Medito Milky antes de ver a sus alrededores, girándose a ver a la enfermera Redhearth una vez más al oír un pequeño ruido que la misma emitió desde sus labios siendo una falsa alarma, relajándose y siguiendo con su análisis de la situación.

"No, lo que paso, no fue ningún sueño, la enfermera Redhearth y yo contrajimos una extraña enfermedad, y por culpa de esta terminanos teniendo sexo ayer en la noche, pero porque?.. ¿Por qué me siento bien ahora?, Porque ya no hay síntomas?, porque ahora parece como si realmente no hubiera pasado nada?... ¡Aaaargh! todo esto es tan confuso!"

Repuso Milky antes de poner ambas manos sobre su cabeza, frotando su cabello con intensidad, tratando de alejar aquellos pensamientos. Sin embargo, no pasó mucho cuando la pony lechera empezó a escuchar una voz, de un tono espectral dentro de su cabeza, mirando a sus alrededores asustada tratando de averiguar de quién se trataba.

"Hambre"

"huh?! Quien anda ahí?!"

Exclamó ella alterada ante los fantasmales susurros, tapando su desnudez con las sábanas, sin percatarse qué por el tono tan alto de su voz la pony sobre la cama también empezaba a despertarse, bostezando perezosamente antes de estirar sus brazos y saborear sus labios, sentándose sobre la cama solo para ver a la pony lechera levantada enfrente de ella, mirándole fijamente hacia su pecho con un fuerte rubor en sus mejillas, bajando la mirada para observar lo que Milky miraba tan fijamente, pudiendo ver su par de enormes senos colgando sobre su pecho, sin rayar en lo exagerado como era el caso de Milky, tapando su desnudes rápidamente con las mismas sábanas poniéndose roja cual tomate.

"ah Milky! Qué haces aquí?! Y porque estás desnuda?!"

Exclamó nerviosa y asustada la pony albina.

"ah yo yo…"

Ante esas palabras Milky se quedó muda, como le explicaba a la enfermera Redheart qué ella quiso violarla y que de hecho lo hizo, para después ser Milky la qué violara a la enfermera Redheart?.

No había pensando en qué le diría a la enfermera, a Cookie, a las autoridades y a Brann lo que había sucedido esa noche, y al empezar a hacerlo los nervios se empezaron a apoderar de su cuerpo de una manera que nunca creyó que un pony pudiera experimentar, comenzando a sudar frío de pies a cabeza, notándose mucho más pálida y sintiendo un nudo en su garganta, impidiéndole emitir más sonidos qué el de sus inentendibles tartamudeos.

Afortunadamente para Milky, la enfermera Redheart empezó a recobrar su memoria paulatinamente al igual que ella, tras observar el cuarto destartalado y las manchas por todas las sábanas así como el suelo, recordando como Milky la había empujado contra su propia cama y comenzaba a golpear su intimidad con su poderoso martillo de carne oscuro cubierto de venas, poniéndose roja, presionando sus piernas la una contra la otra.

"P-pues yo la verdad, emmm ya estaba por irme, ya es muy tarde y seguramente hay muchas entregas pendientes que debo llevar"

Finalmente contestó la peliazul quien trató desesperadamente de salir de esa situación tan incómoda, sin embargo fue detenida por Redheart quien le sujetó de su muñeca con una de sus manos.

"¡No te vayas!"

Exclamó Redheart quien parecía decidida a no dejar que la pony lechera se fuera, confundiendo aún más a la susodicha quien arqueó una de sus cejas curiosa ante la acción de la enfermera.

"Quiero decir… probablemente ya hayan mandado a otro por lo tarde que es, así que podrías quedarte otro rato si quieres"

Dijo la enfermera Redheart en un tono tímido, pestañeando un par de veces de forma coqueta, a lo que por su parte Milky quedó completamente perpleja. ¿Había escuchado bien? ¿Acaso la enfermera Redheart le había invitado a quedarse, después de todo lo que pasó la noche anterior? ¿Después de que la violara y luego ella la violara de vuelta?.

Redheart no era precisamente la yegua más guapa de toda Equestria pero definitivamente tampoco era fea, era delgada, era alta un poco más que Milky, sus facciones eran finas, sus ojos grandes y afilados, su cuerpo era exquisito aún incluso sin los aumentos qué aquella enfermedad le otorgó, además de tener esa esencia madura qué tienen todas las yeguas entre los 30 y 40 años.

Sin lugar a dudas ella era todo un bombón en más de un sentido, y aunque Milky no se encontraba del todo conforme con lo que estaba sucediendo, debía admitir que pasar otra noche con la enfermera era una idea simplemente demasiado exquisita para rechazarla, sin embargo ella sabía que eso no estaba bien, ahora tenía un compromiso con Brann por no menospreciar el hecho qué todo eso no era más que el resultado de la extraña enfermedad que habían contraído las dos, todo lo susodicho anoche no fue más que un momento de placer inducido por sus más bajos instintos.

Grande fue la sorpresa cuando a los cinco minutos ella estaba ahí, besuqueandose en la misma cama con la enfermera Redheart quien claramente no tenía ningún problema en expresar su deseo de aparearse con la pony lechera una vez más, tomando la iniciativa y abalanzándose sobre los brazos de la contraria, pegando sus labios con los de Milky al igual que sus senos, saboreando la saliva de la pony tetona quien abría sus ojos como platos ante el repentino arranque de lujuria de la enfermera Redheart, tomando a la contraria de su cintura y apretando ligeramente la yema de sus dedos sobre su carne, presionando su espalda baja justo en el punto medio entre el final de sus músculos lumbares y el inicio de sus glúteos.

Siguiendo aquel apasionado beso pese a que fue Redheart la qué tomó las riendas al inicio, metiendo su lengua en la boca de la enfermera, explorando sus cavidades al mismo tiempo que sus manos bajaban lentamente por su redondo trasero, acariciando su suave pelaje aterciopelado dándole un azote al cual Redheart respondió con un un lascivo gemido.

Disfrutando de la grata sensación de tener a la yegua blanca cual una pony sumisa y abnegada a sus deseos, pudiendo tocarla cuanto quisiera y donde quisiera, colocando una de sus manos sobre sus tetas para estrujarla, soltando de nuevo otro lascivo gemido de la enfermera, llenando a la pony lechera de gozo hasta que súbitamente la fugaz imagen de Brann apareció en la mente de Milky, haciéndola volver en sí, empujando a la enfermera con cierta violencia encima de la cama, dejando caer algunos hilos de saliva de su boca por el abrupto movimiento, a lo cual esta no se resistió para nada, creyendo que eso también era parte de su jugueteo, sin embargo Milky aprovecho esto para apartarse rápidamente fuera de la cama sin dar explicaciones, tomando sus prendas hechas jirones sobre el suelo y caminar hasta la puerta de entrada, frente a la mirada confundida de Redheart quien al notar lo que pasaba rápidamente se puso en cuatro sobre la cama y comenzó a gatear hasta sujetar a Milky de su muñeca con sus orejas bajas.

"qué pasa?, acaso fue algo que hice? Por favor no te vayas!"

Suplico ella timero, gateando por las sábanas hasta el extremo inferior de la cama, extendiendo sus brazos para sujetar a la pony lechera rodeando su cintura con sus brazos a lo que Milky sólo pudo suspirar.

"Lo lamento enfermera pero todo lo que pasó no fue real"

Al oír aquello las orejas de Redheart instantáneamente descendieron hacia sus lados de manera adecuada.

"¿Q-que? ¿Por qué dices eso? Lo que pasó ayer fue muy real para mi"

Suplico ella de nuevo aferrándose con más fuerza a la pony amarilla, a lo que ésta respondió con rudeza tomando los brazos de la enfermera y separándolos de sí,viéndola cara a cara con una expresión molesta.

"Pero para mí no! Estoy en una relación con Brann! además que todo esto sucedió porque estamos enfermas! Este no es su yo normal y yo tampoco. Yo jamás hubiera hecho con usted de otra forma, entiende?!"

Al oír aquello los ojos de la pony blanca se pusieron rojos y aguaron rápidamente, bajando su cabeza para empezar a sollozar en silencio, Milky se sentía terrible de hablarle así a la enfermera siendo que ella siempre había sido tan amable con ella pero sabía que era por su bien.

En silencio Milky solo se dirigio a la puerta de madera con la cabeza baja, sintiendose la peor pony de toda Equestria hasta que finalmente los sollozos de la enfermera pasaron a gruñidos y sus ojos rojizos por su llanto pasaron a un profundo negro con una iris roja, marcandose de nuevo aquellas venas moradas por todo su cuerpo para mirar a la pony amarilla con desden.

"Si no fue real entonces…Entonces! Graaagh!"

Gimio ella encorvando su espalda por el dolor mientras de esta salian de nuevo aquellos seis tentaculos negros agitandose freneticamente como mangueras libres, haciendo que Milky se asuste pegando retrocediendo hasta que su espalda toco la pared mirando la horrible transformacion de la pony enfrente de ella.

"Entonces te voy a obligar a follarme hasta que lo sea!"

Exclamó Redheart llena de rabia, abalanzándose sobre Milky como una fiera tratando de alcanzar a su presa, a lo que está rápidamente la esquivo ocasionado qué está se estrellara contra la pared, escuchando el estrepitoso sonido de la madera rompiéndose así como lograba vislumbrar un poco de sangre saliendo de su nariz, preocupándose de que en ese estado la enfermera se lastimara, pero dadas las circunstancias no tenía otra alternativa.

"Lo lamento enfermera, ¡es por su propio bien!"

Gritó ella antes de salir corriendo por la puerta y cerrar la misma con seguro, colocando de manera improvisada unas cuantas tablas qué estaban desperdigadas por el pasillo a forma de barricada, antes de que la pony albina golpeara la puerta con fuerza e intentará girar el picaporte sin éxito alguno.

"Milky?! Milky déjame salir! ¡Aún tienes que llenar mi vagina con tu semilla una y otra y otra vez! Milky!"

Bramo la yegua de color albar en vano pues la pony lechera ya se había ido dejándola a su suerte, mientras Milky yacía en la sala de estar poniendose lo que le quedaba de su ropa, tomando prestado un sueter color rosado perteneciente a la yegua encerrada arriba para tapar su torso, teniendo que hacerle un gran corte en su escote para que sus pechos pudieran lograr caber dentro del reducido espacio, esperando que su improvisada ombliguera logrará aguantar al menos hasta llegar a su casa, colocandose su diminuta falda sin usar ropa interior en lo absoluto ya que Redheart la había destruido, para entonces salir de su casa momentos antes de que logrará escuchar el sonido de las tablas ceder, echando a correr apresuradamente por el medio de la plaza despertando la intriga y confusión de todo el que la mirara, cabalgando atropelladamente sin siquiera mirar al frente, queriendo cerciorarse qué la enfermefa Redheart no la seguía.

Hasta que súbitamente tropezo con un objeto grande y delgado, cayendo encima de el, sobandose su trasero por culpa de aquel duro golpe soltando un par de quejidos, solo para entonces notar con horror qué aquel objeto con el que había chocado no era otro que su amigo e informal novio Brann, quien no conforme de haber sido embestido duramente contra el suelo por la yegua, ahora era asfixiado en medio de sus grandes mamarias, agitando sus manos desesperadamente tratando de tomar algo de oxígeno, a lo que Milky se aparto, retirando sus pechos de su rostro al darse cuenta con sus mejillas completamente rojas de la vergüenza, mientras el semental de color gris tomaba una gran bocanada de aire, tratando de regular su respiración aún conmocionado por aquel cúmulo de eventos.

"Ay por Celestia Brann, perdón! Estaba agitada y no vi hacia donde andaba"

Chillo la pony amarilla sumamente preocupada, a lo que el varón solo levanto la parte superior de su torso apoyándose sobre sus codos, teniendo un hilo de sangre recorriendo su nariz y por primera vez no se debía a los descomunales dotes de su mejor amiga.

"ufff tranquila… Las he pasado peores, aunque deberías ver hacia dónde andas antes de que mates a alguien"

Se quejó aún adolorido, poniendo una de sus manos sobre sus labios para notar el torrente de sangre que brotaba de sus fosas nasales, a lo que Milky respondió dejando salir un gran suspiro y poniendo ambas manos sobre su boca.

"Ay Brann estás sangrando! Debemos llevarte al hospital ahora"

Exclamó ella cerrando el espacio entre ellos y apoyándose más sobre el abdomen del caballo quien se sonrojaba bastante al sentir el contacto de sus pechos aún por encima de su ropa, solo para entonces poner ambas manos sobre los hombros de la contraria apartandola y tratando de tranquilizarla.

"Tranquila estoy bien, solo necesito un poco de pomada, un tapón y todo estará bien ¿okay?"

Replicó él con una radiante sonrisa, mirando directamente a los ojos a la angustiada yegua, logrando su cometido y haciendo que esta se relaje aunque al mismo tiempo que sus mejillas se sonrojen.

"E-esta bien"

"Muy bien, entonces ahora ya te puedes levantar si quieres"

Dijo él un tanto apenado, causando confusión en la mente de Milky quien claramente no entendió a la primera, girando su cabeza a sus alrededores, percatandose que estaba acostada enteramente sobre el cuerpo de Brann, con sus piernas abiertas alrededor de su cintura y sus enormes pechos descansando sobre su regazo. Poniéndose una vez más roja cual un tomate, levantándose del suelo al momento siguiente, colocando ambas manos sobre la parte inferior de su falda estirandola, esperado que ni Brann ni nadie hubiera visto nada, dándole la mano al semental quien la aceptó agradecido, quedando cara a cara y viéndose el uno al otro.

"B-bueno y qué vas a hacer más tarde hoy?"

Preguntó Milky quien igual que una colegiala primeriza se ponía bastante nerviosa y tartamudeaba, meciendo su cuerpo de lado a lado de una forma enternecedora, olvidando por completo lo que hace apenas unos minutos estaba corriendo por su vida, mientras que un igual de nervioso Brann desviaba la mirada de sus pechos oscilantes, rascándose la nuca con una de sus manos para entonces responderle:.

"o-oh pues planeaba ir a visitarte más tarde y tal vez ir por algo de comer"

Confesó él poniéndose más rosado aún, haciendo que el corazón de Milky se acelere y con gran emoción, mismo que quiso ocultar de una forma poco efectiva, comenzando a dar pequeños saltitos sobre su lugar ocasionando qué sus pechos reboten de igual manera.

"¡Claro! Quiero decir… Claro que me gustaría ir contigo a comer Brann"

Respondió ella de una manera dulce, poniendo una de sus manos sobre su mejilla con timidez, cosa que a ojos de Brann sólo la hizo verse más bonita, para entonces sonreír y acariciar ligeramente la otra mejilla de la pony, haciendo que lo mire fijamente a su rostro, quedándose perdida en sus ojos.

"¡Oh perfecto! Entonces te parece bien su paso a tu casa a las seis?"

Preguntó este de una manera dulce sin dejar de acariciar su mejilla, mientras Milky dejaba recargar su cabeza sobre la mano de Brann, abrazando cariñosamente su mano con las suyas propias para entonces decirle:.

"Claro, entonces estaré lista a las seis…"

"hambre…"

"...en punto…"

Respondió abriendo los ojos extrañada cambiando su semblante y rompiendo con aquella cursilería al oír de nuevo aquella macabra voz, mirando a sus alrededores, sin que Brann hubiera notado el cambio de actitud de su pareja.

"¡Grandioso! Entonces pasaré por ti a esa hora"

Dictaminó el semental gris muy contento, mientras una consternada Milky no fue capaz de contestarle pues seguía enfocada buscando al autor de aquellas palabras, hasta que nuevamente aquella voz hizo acto de presencia, esta vez acompañada por un fuerte dolor en su vientre.

"hambre!"

"agh!..."

Gimió Milky de forma dolorosa, flexionando sus rodillas y tomando su vientre con ambas manos, despertando una preocupación en Brann quien no sabía que había pasado, agachándose para intentar ayudar a la pony.

"Milky estás bien?!, dime qué te pasa?"

Cuestionó preocupado, mientras la pony amarilla solo hacía muecas de dolor y trataba de mantener a raya sus impulsos, sintiendo de nueva cuenta como sus pechos ardían y su entrepierna le quemaba, comenzando a gotear sus fluidos vaginales por el empedrado camino, notando como sus pechos comenzaban a hacerse más grandes tal como la vez anterior y su cuerpo del mismo modo empezaba a agrandarse, luchando con toda su fuerza de voluntad para que no sucediera.

"a-agh! N-no, no otra vez!"

Gruño entre dientes, a lo que un impotente Brann solo pudo oír susurros sin realmente alcanzar a comprender.

"qué? No oí Milky… Ven vamos al hospital, de seguro el doctor Brown o la enfermera Redheart pueden revisarte"

Ofreció el, sin embargo con sus pupilas afiladas como las de un gato, Milky se levantó de sobresalto y sujeto a él semental de un hombro para jalarlo de nuevo a su lado.

"No!"

Exclamó Milky asustando un poco a Brann y a todos los demás por el repentino grito, cosa que Milky noto, relajando un poco su cuerpo logrando volver a su estado normal aunque aún con ligeros espasmos dentro de sus entrañas y sus pechos palpitando, luchando entre su estado normal y su estado agrandado.

"Q-quiero decir, N-no es necesario, e-estoy bien e-en serio… E-es solo que recordé que tengo o-otro compromiso esta noche y-y no podré ir a la cita, l-lo lamento Brann"

Jadeo Milky de manera entrecortada debido a los constantes espasmos qué tenía en todo su cuerpo, incluso notando un pequeño tic en su ojo, tratando de parecer lo más normal posible, cosa que Brann lógicamente noto pues no era estúpido, pero si Milky quería hacer algo más esa noche o no quería contarle algo, el la respetaría por lo que no hizo ninguna pregunta.

"O-okay podemos mover la cita mañana u otro día si quieres, entonces te veo mañana ¿vale?"

Respondió Brann esta vez tomando ambas manos de la pony con firmeza demostrando su apoyo y preocupación, sin embargo por más que me doliera dejar plantado a Brann, ella sabía que si iba tal como estaba todo acabaría en desastre, por lo que era imperioso resolver su pequeño problema de salud antes de hacer cualquier otra cosa.

"V-vale! E-entonces mañana nos vemos, b-bueno Bye!"

Se apresuró a decir la pony cetrina, prácticamente arrebatando sus manos del agarre de Brann para entonces echar a correr nuevamente, huyendo de la escena dejando a un Brann notoriamente confundido, escuchando en el transcurso de su huida como la tela de aquel ajustado suéter se comenzaba a rasgar, a medida que sus enormes senos crecían de tamaño. Logrando llegar a su casa pocos segundos antes de que el suéter cediera por completo y dejará ver sobre su pecho el par de ubres gigantescas, casi rayando en lo ridículo, siendo tan grandes y pesadas qué al intentar apoyarlas sobre su mesa de centro está se partió en mil pedazos. Quedando tendida sobre el suelo encima de lo que antes fue un mueble en perfecto estado, jadeando con su lengua de fuera, abrazando sus inmensos pechos en un pobre intento de acomodarlos de vuelta en su lugar, comenzando a lactar en abundancia un brillante líquido de color rosado neon qué se desperdició por todo el suelo creando un gigantesco charco debajo de ella.

"aaah! Porque?! Porque pasa esto?!"

Pregunto Milky aun jadeando con una expresión de placentero suplicio, sintiendo sus huesos y músculos estirarse para compensar el repentino aumento de tamaño en sus medidas, pasando de ser una ordinaria pony terrestre de 1.80 m. con una copa doble H y de color cetrino, a una gigantesca yegua amazónica de 2.40 m. con una copa qué no podía ser medida con la cinta métrica tradicional de color oscuro y pelo rojizo, teniendo una figura voluptuosa, con caderas sumamente anchas, una cintura delgada, unos muslos gruesos y fuertes, al igual que un abdomen de lavadero, pero sobretodo ahora tenía unos pechos qué sino fuera porque lactaran podrían confundirse fácilmente con un par de boyas de mar de un metro de diámetro cada una.

Tras acabada su transformación, Milky se le levanto de una manera agitada y temblorosa, apoyandose sobre su sofa mas cercano con cuidado de no romper este tambien, finalmente irguiendose sobre sus dos pies, solo para darse un fuerte golpe en la cabeza con el techo debido a su cambio de altura, sobando su cabeza adolorida mientras por lo bajo maldecía a su propio techo qué a su punto de vista se había encogido, solo para notar el completo desastre que había provocado así como su nueva figura, saliendo huyendo una vez más esta ves a su habitación para encerrarse dentro, mirando a través del fragmentado espejo su cuerpo el cual no solo había aumentado sus atributos, sino que toda su complexión había cambiado drásticamente, asemejándose más al físico de Celestia, con un hocico más largo, una figura delgada con muchas curvas, un trasero simplemente descomunal y un físico que dejaria en ridiculo a cualquier atleta de cualquier deporte, ademas del repentino crecimiento de su cabello que ahora llegaba hasta sus tobillos, cayendo sobre su espalda en un montón de rizos cual una melena de león, siguiendo los mismos patrones de azul marino y azul electrico de antes pero ahora en tonos rojo carmin y escarlata, dejando solo un solitario cairel bicolor como fleco que cruzaba su cara.

Cuando ella se miró en el espejo no lo podía creer, su cabeza rápidamente se llenó de dudas y pocas respuestas, sin alcanzar a comprender en qué momento pasó de ser una simple pony ordinaria un poco pechugona, a una versión oscura de Celestia, con mucho más pecho y tambíen músculos, moviendo su mano de lado a lado frente al espejo solo para comprobar que en realidad se trataba de ella y no era una clase de sueño, quedándose atónita hasta que de pronto escuchó aquella voz de nuevo susurrando en su cabeza, poniendo ambas manos sobre sus orejas intentando callar aquellos susurros, haciéndose un ovillo en el suelo y cuando se dio cuenta de que eso no funcionaba en un arranque de ira, ella le grito a lo que fuera qué estaba provocando todo aquello.

"¡¿quién eres?! ¡¿Qué es lo que quieres de mi?!"

Rugió desesperada con sus ojos aguados, creyendo que estaba a punto de perder la cabeza, presionando sus manos fuertemente contra sus sienes como si quisiera romper su propio cráneo con tal de acabar con aquellos susurros, hasta que de pronto estos se callaron, dando lugar a lo que fue el más largo e incómodo silencio qué Milky había sentido, solamente interrumpido por el fuerte latir de su corazón junto a su agitada respiración qué poco a poco se iba calmando, quedando aun mas confundida que antes hasta que de repente escucho:.

"Hola!, por fin nos conocemos"

Respondió aquella tétrica voz de forma entusiasta al cabo de unos minutos, sorprendiendo a Milky soltando un pequeño grito, no esperando una respuesta tan cordial de aquella presencia que la había estado acosando todo ese tiempo, por no decir que no esperaba una respuesta en lo absoluto.

"Ho-hola… ¿Q-Quién eres?", respondió tímidamente aún temblando de miedo, intentando ver a la persona que le hablaba girando su cabeza alrededor de su cuarto en todas direcciones, pero sin ver a nadie en lo absoluto.

"Mi nombre es Bill, Bill J. Johnson, encantado de conocerte"

Respondió él de forma amigable, sacando mucho más incógnitas a la pony, dejando de buscar al autor de aquella voz para entonces decir:.

"M-Milky, mi nombre es Milky Way y-y ¿dónde estás? ¿porque no puedo verte?¿acaso eres invisible?"

Pregunto ella aun estando muy confundida pero al menos un poco más calmada, sentándose encima de su cama la cual crujió ante su nuevo peso a lo que el ente solo rio.

"jajaja no, no soy invisible, y no puedes verme porque yo estoy DENTRO de ti"

Explicó él con naturalidad, haciendo énfasis en dicha palabra, poniendo pálida a la pony cetrina.

"D-d-dentro de mi? ¿C-como? no entiendo…"

Preguntó ella con sus orejas bajas.

"Así es, soy un parásito, es decir: un organismo qué se alimenta de otros para sobrevivir y actualmente resido dentro de tu cuerpo el cual es muy cómodo por cierto", explicó.

"O-oh y-ya veo…", respondió la pony lechera, pasando de un tono pálido a uno azul completamente aterrada y presa del miedo.

"E-entonces lo que tú estás tratando de decir es que ahora mismo te estas alimentando a-a costa d-de mi?", pregunto Milky aún temblorosa.

"Hmmm pues no… exactamente, en realidad yo me alimento del placer y la lujuria de los ponys cercanos a ti, tal como esa pony blanca el dia de ayer"

Respondió él, recordando a la pony lechera lo sucedido el día anterior en casa de la enfermera, poniéndose de un tono carmín muy sonrojada colocando una de sus manos sobre su entrepierna la cual todavía tenía algunos rastros de semen que Redheart habia dejado alli ayer. Fue ahí que finalmente todas sus neuronas hicieron click, al palpar la superficie abultada de su abdomen, notando la pequeña bola qué había debajo de su ombligo, imperceptible a la vista pero notoria al pasar su mano por su suave pelaje, notando algo duro incrustado justo debajo de su piel, recordando lo que el doctor brown le dijo.

"E-espera, eres aquel pulpo raro que encontré en la playa verdad?... ¡Y luego atacó a la enfermera Redheart!"

Sentenció la yegua a lo que este aunque no pudiera verlo este sonreía de oreja a oreja de una manera maliciosa.

"Así es, Y te agradezco mucho que me hayas rescatado de aquella playa, además de darme un hogar seguro para vivir dentro de ti"

Respondió él en un tono virulento, haciendo que Milky trague saliva con dureza, poniéndose tensa nuevamente.

"Tu fuiste quien hizo qué la enfermera actuará de esa forma tan extraña verdad?", preguntó temerosa.

"eso creo", se quedó pensando por unos minutos para luego continuar "aunque en realidad creo que fuimos "nosotros "", explicó el haciendo sobresaltar a la contraria.

"Eh?! ¡¿Cómo que nosotros?!,¡yo no tuve nada que ver!", replicó ella.

"Pues veraz, sospecho que al infectar a esa pony llamada Redheart con mis semillas, estas germinaron dentro de su cuerpo cambiando su apariencia y desinhibiendo las zonas de pudor y vergüenza de su mente, y al entrar en contacto con nosotros está simplemente perdió la cabeza volviéndose un monstruo sediento de lujuria", explico.

"Y para qué querrías hacer eso?", cuestionó Milky.

"Pues veras mi pequeña pony, yo tengo un sueño…"

"un sueño?" repitió ella alzando una ceja.

"Así es, un sueño donde todo pony y toda criatura viviente pueda ser feliz!", exclamó el extasiado

"Redheart no se veía muy feliz que digamos", dijo ella recordando sus largos dientes afilados, asi como esos ojos negros asesinos produciendole escalofrios.

"estás segura?, Respondió el pícaro "¡Yo le di a la enfermera Redheart lo que ella más deseaba en Equestria!, le di el poder de liberarse de sus cadenas y dejar salir esa lujuria que tenía atrapada dentro" Clamó él, pero Milky aún no se veía convencida

"Tu piensalo de esta manera, ella era una yegua madura de unos treintaitantos años, hermosa, dulce y…soltera?, nadie con esas cualidades está soltero y con una edad tan avanzada a no ser que algo se lo impida".

"Bueno es verdad que la enfermera Redheart pasaba mucho tiempo en el hospital pero ella siempre se veía feliz, nunca me dijo que tuviera alguna clase de problema", Dijo Milky cabizbaja

"Oh mi pequeña, ¿acaso no sabes que en silencio cada quien pelea sus propias batallas?, asi como tu con tu amigo novio Brann"

Al oír su nombre Milky solo se sonrojo mucho más, bajando su mirada al igual que sus orejas, dándole la razón a Bill quien simplemente siguió.

"Oh si lo se pequeña, sé de tus problemas amorosos así como los problemas que sufres día a día debido a tu condición…", dijo él en un tono pícaro mientras Milky presionaba sus senos contra su pecho, tratando de taparlos inútilmente con sus brazos.

"H-Hey!. ¿Cómo es que sabes todo eso?", dijo ella sonrojada pero muy confundida, pues hasta donde ella supiera no le había contado de sus problemas a nadie, ni siquiera a Cookie a lo que el parásito solo rio.

"Pequeña yo lo sé todo de ti, estamos unidos recuerdas?, de tus alegrías, tus victorias, tus inseguridades, tus miedos… así como el miedo de que Brann solo te quiera por tus pechos al igual que el resto de ponys", susurro el de la manera más venenosa que pudo, surtiendo gran efecto en la pony quien solo agacho más la mirada, hundiendo está entre sus pechos.

"Y-y qué voy a hacer? no quiero que la gente me vea solo como una yegua pechugona o un bicho raro, quiero que me quieran por como soy…"

Dijo Milky escondiendo su hocico entre sus tetas comenzando a sollozar, a lo que Bill solo se limitó a dar palabras de consuelo mientras decía:.

"Ya ya pequeña, no llores más que por eso es que estoy aquí!, yo puedo hacer que todos esos miedos desaparezcan, así como hacer que todos los sementales te amen incondicionalmente y te veneren como a una diosa , ya veras, los tendrás a todos comiendo de la palma de tu mano cual fieles perros falderos y serás la envidia de todas las yeguas"

Clamó el, haciendo que la yegua se sonroje pero sonría empezando a imaginarse dicha fantasía que a decir verdad no se escuchaba nada mal, sacando su cabeza de entre sus tetas.

"¿E-en serio puedes hacer todo eso? ¿Y también puedes hacer que Brann nunca me deje?" preguntó ella a lo que este solo sonrió.

"¡Por supuesto que sí! Brann moriría antes que alejarse de ti te lo aseguro"

Dijo el animando a la pony a lo cual esta finalmente se levantó de la cama de un salto haciendo rechinar las duelas.

"¡Bien acepto!... pero qué debo hacer yo entonces?"

Dijo está perdiendo toda esa confianza súbitamente y volviéndose a sentar sobre la cama.

"Eso es lo mejor de todo!, tú no tendrás que hacer nada!, yo me encargare de todo mientras tú solo te dedicas a vivir tu día normal y relajarte, lo único que deberás hacer es darme de comer de vez en cuando"

"Oh, okay …supongo que puedo hacer eso, pero espera! cuando dices comer, te refieres a…", dijo ella poniéndose muy roja haciendo un anillo con uno de sus dedos e insertando otro con su mano derecha en el anillo.

"jejeje asi es~ pero tranquila te gustara y a ellas les gustara mucho mas, es un pequeño precio a pagar por mi.. quiero decir nuestro mundo perfecto", se corrigió el algo nervioso

"E-esta bien, si tu lo dices", respondió ella estando aún algo dudosa pero al menos mucho más calmada que antes.

"¡Genial, en ese caso porque no vamos afuera y conseguimos algo de carne fresca! la noche pronto caerá y estoy que me muero por un bocadillo~"

Exclamó este animado mientras Milky se levantaba de su cama aún con sus mejillas rojas dando un grave suspiro, acercándose a su closet buscando alguna prenda que le quedara lo cual era imposible dadas sus medidas actuales, a lo que Bill la hizo encoger volviendo a su estado normal, incluso antes de que el llegara con sus 1.70 de estatura y una copa H normal, tomando un par de mallas de color negro, una minifalda de un color rojo vibrante, una tanga igual de color negra cuyos tirantes se podian ver por encima de sus costados y finalmente un top de color fiusha cubriendo la parte inferior de sus pechos.

Tomando un abrigo que la cubría de cuerpo completo para entonces salir a las calles de Trottingham en búsqueda de una nueva víctima, mientras que dentro de su cabeza Bill solo pensaba y reiteraba una sola cosa y esa era:.

"¡Mundo perfecto allá vamos!"

Continuará…

Hola qué tal gente, he aquí el nuevo capítulo de esta gran historia que cada vez me encanta más escribir, así como espero que a ustedes les encante leer.

Y disculpen la tardanza, la verdad este capítulo iba a salir mucho antes (prácticamente dos meses antes) pero no pude principalmente por tres factores, el primero mi universidad como siempre me tiene con muchas tareas y proyectos, el segundo que estuve ocupado en otros proyectos en mi otra cuenta de wattpad con nuevas historias ajenas al universo de Mlp pero que de igual manera les invito a revisar si les atrae este tipo de literatura erótica, y tercero y más importante que tuve que reescribir este capítulo dos veces, la primera porque perdí el borrador en el que lo estaba escribiendo y la segunda porque no me quedaba a gusto con el resultado final, pero afortunadamente eso ya se resolvio y por eso les entrego hoy este capítulo.

Sobre sus dudas solo les diré una cosa PACIENCIA, se que todos ustedes quieren ver a Cadence y no los juzgo, también es uno de mis personajes favoritos pero simplemente aún no es el momento para que ella se involucre en la trama aunque no se preocupen qué ese momento está cada vez más cerca, también note que algunos criticaban el estado sumiso y tímido en el que se encontraba Celestia y les doy totalmente la razón, incluso en sus momentos más débiles Celestia siempre confiada y orgullosa, es parte de su carácter como princesa y espero haberlo solventado en este capítulo, sobre el parásito muchas de sus ideas ya han sido tomadas y no duden qué se pondrán en práctica a su debido tiempo, me sorprende lo creativos qué son algunos de los usuarios, gracias a eso es que esta historia es tan rica y aun le falta mucho más para dar.

Ahora si, sin nada más que decir me despido, sé que este capítulo en general ha sido muy largo, les prometo que el siguiente no solo será más corto sino que también saldrá antes de que finalice este mes así que estén pendientes, espero leer sus comentarios en caso de cualquier duda que tengan o ideas que tengan para el desarrollo de esta trama, siempre se agradece su retribución.

Con cariño D y hasta la próxima.