Las intrincadas cuevas subterráneas que se extienden bajo el suelo del Bosque Everfree son el último lugar donde uno podría imaginar encontrar a un poni dando un paseo. Aun así, en ese momento, había un poni en ese lugar, más precisamente, una unicornio, y no estaba paseando por aquellos túneles decorados con brillantes gemas preciosas.
Starlight Glimmer miró algo desorientada las dos bifurcaciones del túnel ante ella. No se sentía asustada ni perdida; a diferencia de otros ponis, era una unicornio bastante capaz de valerse por sí misma. Incluso se podría decir que debías tener mucho cuidado de no hacerla enojar, dada su gran habilidad en la magia.
Starlight era fuerte, sin embargo, se encontraba en un pequeño aprieto.
"No recuerdo esta parte", dijo en voz alta Starlight después de revisar en sus recuerdos el posible camino correcto.
No era la primera vez que recorría esos túneles. De hecho, conocía bastante bien el camino para llegar a su destino. Tenía una memoria excepcional, por lo que resultaba contradictorio encontrarse en una bifurcación que no debería existir. Incluso las direcciones que tomaban los túneles le resultaban extrañas.
El túnel de la derecha se adentraba en las profundidades de la tierra, mientras que el túnel de la izquierda parecía ascender zigzagueando hacia la superficie. Tanto el suelo como las paredes de los túneles se encontraban en un estado perfectamente natural y conservado, dando la impresión de que siempre habían estado allí.
¿Se había perdido? Podría retroceder y buscar el punto donde se desvió de la ruta, pero le tomaría tiempo y tenía prisa. Solo le quedaba continuar...
"Uhmm... Bien... ¿cuál se supone que es el camino correcto?" se preguntó a sí misma Starlight, pensativa.
("Cuando tengas dudas sobre el camino, solo sigue tu nariz, jajaja. Eso es lo que me enseñó Rarity"), bromeó un antiguo recuerdo de su mentora Twilight cuando ambas realizaron juntas una pequeña exploración en ese lugar.
Confiando en las palabras del recuerdo de su amiga, Starlight se decidió.
Después de un rápido olfateo, percibió que el aire en el túnel de la izquierda estaba más fresco que en el otro túnel. Sin pensarlo más, continuó.
Después de dar varios zigzags, el túnel que había ascendido durante todo el trayecto repentinamente volvió a descender y pronto se encontró en una zona más amplia, aquel gran espacio estaba cubierto de piedras brillantes de color naranja.
Starlight sonrió; esta era una zona de las cavernas que si recordaba.
Segura del camino que debía tomar ahora, continuó con prisa hacia su destino.
Se encontraban en vísperas del Festival de las Dos Hermanas. Starlight había prometido a todos que asistiría a la celebración en casa de Maud Pie de este año. Aunque apreciaba mucho a su amiga estudiosa de las rocas, no era solo la amistad lo que la motivaba a estar presente en esta ocasión.
No quería faltar a su palabra una vez más. Ya se había ausentado en demasiadas fiestas a las que era invitada por amigos. La exigente carga de trabajo como directora de la Escuela de la Amistad había aumentado de forma alarmante en el último año. La llegada de nuevos alumnos de los reinos aliados a Equestria y los consiguientes problemas administrativos, como la gestión de los viajes del nuevo alumnado, reclamos de los padres, presidir las ceremonias de bienvenida, problemas ocasionales de amistad y un largo etcétera, habían reducido aún más la ya escasa agenda libre de Starlight.
No le molestaba ese trabajo extra. Lo manejaba muy bien, pero cada vez tenía menos tiempo para sus amistades.
En especial, tenía menos tiempo para una amiga en particular, una gran amiga a la que no podía simplemente decirle 'lo siento'.
"Que el cielo me aplaste si esta vez no llego a tiempo", se reprendió a sí misma Starlight mientras trotaba. La unicornio ya había empezado a correr de la impaciencia en su camino hacia la casa de Maud.
Como si el universo escuchara sus palabras, un inesperado bulto apareció de la nada y la aplastó.
"Auuuughh, ¿pero qué rayos?" exclamó una molesta Starlight, que de inmediato se puso de pie, apartando con su magia el bulto que estaba encima de ella.
"¡Coof, coof! ¡No me coman! ¡No tengo buen sabor!" respondió una alterada unicornio con sombrero y capa de mago.
"¡TRIXIE!" exclamó Starlight impactada.
"¿Starlight?" respondió Trixie ahora sorprendida, dejando de lado un garrote que había hecho aparecer con su magia.
Starlight soltó de inmediato a Trixie, y ambas amigas se dieron un abrazo.
"¿Estás bien? ¿Te lastimaste?" preguntó preocupada la unicornio de melena lavanda, apartándose para revisar a su amiga.
"Todo normal. Solo un poco mareada. ¡Coof! He tenido peores caídas", respondió Trixie quitándose el sombrero y sacudiendo su melena para desprender las rocas que se habían quedado pegadas en su cabello.
"Pero ¿cómo llegaste aquí? Saliste de la nada", dijo Starlight, mirando el techo en busca del agujero por donde debia haber caído Trixie.
"No te sorprendas tanto. Solo hice uso de mi gran y poderosa magia. Utilicé la teletransportación", respondió orgullosa Trixie, mientras quitaba el polvo de su sombrero.
"¿Bajo tierra?" respondió escéptica Starlight. Era de conocimiento común que la teletransportación no solía funcionar bien bajo tierra, sobre todo teniendo en cuenta el Bosque Everfree que estaba encima de ellas. Se podría decir que la decisión de Trixie había sido muy imprudente.
"Lo tengo cubierto. Además, lo hice porque tenía pensado sorprender a nuestros amigos con una impresionante e inesperada aparición en medio de la fiesta, así que este accidente cuenta solo como un simple ensayo."
"Claro... tú sí que planeas cómo hacer una entrada", dijo Starlight señalándola con su casco, poco convencida por las palabras de su amiga.
"Es mi marca personal, querida", respondió Trixie, terminando de ajustarse el sombrero y lista para la acción.
Ambas amigas rompieron en risas cortas pero alegres. Estaba claro que cada una sabía lo que estaba pensando la otra. La amistad entre ambas había crecido lo suficiente como para entenderse hasta ese punto. Sin más interrupciones, ambas continuaron su viaje hacia la casa de Maud.
"Realmente debiste haber estado allí; los majestuosos jardines de Babiloponi son una auténtica maravilla del mundo antiguo", exclamó emocionada Trixie en su camino hacia la casa de Maud.
"Sí, me lo imagino", respondió algo aburrida e incómoda Starlight a su lado.
Faltaba poco para que llegaran a la casa de Maud, y Starlight podía alegrarse de eso. La conversación entre ambas había variado de temas, desde los asuntos de la escuela y los cambios en el alumnado hasta la última expedición de Trixie a través del gran desierto. Al principio, a Starlight le había alegrado saber acerca de los grandes descubrimientos que había hecho su amiga, o mejor dicho, el turismo alternativo que había realizado. Sin embargo, la pasión con la que contaba estas historias había empezado a raspar los sentimientos de culpa que ella estaba ocultando.
Starlight realmente había querido acompañarla, pero un grave accidente con el biohuerto de la escuela terminó por retrasar su viaje y al final no le dejó más opción que cancelarlo.
Trixie partió acompañada de Hoo'Far rumbo a Babiloponi en una expedición que ella misma había programado y trazado la ruta. Mientras su amiga descubría los secretos de una maravilla del mundo antiguo, Starlight tenía que lidiar con una plaga de Orquídeas Pulpo Devoradoras de Cerebros fuera de control.
"Por cierto, Trixie, sé que llegaste hace solo unos días de tu viaje, pero... ¿tienes alguna idea de cómo se infectó el biohuerto de la escuela con Orquídeas Pulpo?" interrumpió Starlight el monólogo de Trixie.
"No tengo ni la más mínima idea", respondió de inmediato la unicornio.
Starlight frunció el ceño. Esa respuesta inmediata no era lo que quería escuchar. De acuerdo con el testimonio de varios alumnos, alguien había estado ingresando al biohuerto durante la noche semanas antes del incidente. La llave para ingresar estaba a cargo del profesor en turno, en este caso, Trixie.
Además de esto, estaba el intrigante comentario de Hoo'Far sobre lo feliz que había estado su amiga durante todo el viaje.
Starlight conocía a Trixie y no creía que ella hubiera saboteado el viaje para que no la acompañara, pero podría ser el caso que ella 'accidentalmente' hubiera estado haciendo algunos experimentos no autorizados en el biohuerto.
Starlight sabía de los proyectos personales que Trixie tenía y cómo había utilizado recursos de la escuela para llevarlos a cabo en el pasado.
Haciendo uso de su posición como directora, había cubierto su flanco en aquel entonces con la promesa de que no lo volvería a hacer. Pero esa promesa parecía no haber envejecido bien.
"Sabes, he estado pensando en cerrar el biohuerto..." dijo casualmente Starlight.
"¡DE NINGUNA MANERA!" explotó Trixie, pero rápidamente se calmó al ver la mirada inquisitiva de su amiga.
"Quiero decir ... como consejera estudiantil creo que sería algo muy perjudicial para la escuela. El biohuerto es un ambiente muy importante en el desarrollo de los alumnos", continuó en un tono más académico.
"Sí, lo sé, por eso mismo pienso cerrarlo para hacer unas remodelaciones que lo hagan un lugar más inclusivo para todos."
"Ah, ya veo... ¿Cuándo lo harás?" preguntó Trixie, mirando hacia la pared.
"Probablemente a finales del próximo mes, después de la ceremonia de titulación de los alumnos."
"Ah, cierto, la ceremonia", respondió Trixie, que por otro lado, con su magia, se encontraba anotando en su libreta lo que acaba de decirle Starlight.
Starlight tenía un ceño fruncido muy pronunciado mientras miraba a Trixie.
"Uhmm, eso me recuerda. ¿Starlight, cómo va el calendario de nuestras vacaciones del próximo año?" preguntó Trixie, volteándose para ver a su amiga.
Un nudo se formó en la garganta de Starlight en ese momento. Una gran preocupación que había estado intentando ocultar regresó a ella como un baño de agua fría. Sin saber qué decir, puso su mirada nerviosa en frente suyo buscando cómo desviar esa pregunta.
"He ... bueno ..."
Pronto encontró la solución.
"Oye, mira, ya llegamos a la casa de Maud. ¡Démonos prisa!" dijo repentinamente Starlight, señalando en frente suyo. Sin previo aviso, comenzó a correr hacia la puerta de la casa de Maud, que estaba a solo unas decenas de metros.
"Espera, no cambies de tema. Te pregunté cómo va el calendario de nuestras vacaciones. ¡Espera!" gritó Trixie mientras corría, intentando dar alcance a Starlight, que parecía tener la intención de querer huir de la conversación.
Pero Starlight era mucho más rápida, y pronto surgió una gran distancia entre ellas. Al darse cuenta de que no la alcanzaría, Trixie decidió jugar su carta de triunfo.
En un rápido destello de su cuerno, Trixie se teletransportó delante de su amiga, justo en frente de la puerta-cortina que servía de entrada a la casa de Maud.
Starlight frenó en seco, con su camino bloqueado por Trixie.
"Ha, sí, sobre eso... ¿podemos conversarlo luego?" respondió finalmente, con dudas en su voz.
Ahora Trixie era quien fruncía el ceño.
"Si bien recuerdo, prometiste que harías un gran esfuerzo por conseguir el director temporal correcto para que pudiéramos darnos nuestras muy increíbles y retrasadas vacaciones que tanto hemos estado planeando ¡en los últimos tres años!" exclamó Trixie casi en un grito, mientras lanzaba una mirada indignada a Starlight. La aguda unicornio ya había percibido que algo no iba bien en las respuestas de su amiga.
"No se trata de eso... " Starlight se mordía el labio.
Trixie levantó una ceja, notando la inesperada tensión en Starlight. Definitivamente había algo importante que ella quería decirle. Pero si era otra excusa, como las muchas veces anteriores, esta vez no lo dejaría pasar.
Finalmente, Starlight suspiró cansada y finalmente se decidió a soltar la bomba.
"En estos momentos no me encuentro buscando a alguien que pueda llevar el cargo temporal, sino alguien para el cargo permanente. Estoy pensando en dejar el cargo como directora de la Escuela de la Amistad", dijo finalmente Starlight con una mirada completamente seria.
Starlight ya había imaginado las posibles reacciones de Trixie ante esta noticia. Las grandes dudas y tribulaciones mentales que podría pensar su amiga. Ella misma aún no estaba convencida de su propio juicio, pero si alguien podía darle un mejor punto de análisis que la ayudara a aclarar sus pensamientos, esa sería su gran amiga...
"¡ES MARAVILLOSO! ¡HIIIIIIIIIIII!" exclamó Trixie en un relincho y luego le dio un gran abrazo a Starlight.
"Heeee... ¡QUÉ!" respondió Starlight impactada por la inmediata y acertada respuesta de su amiga.
"SÍ, ¡SABÍA QUE UN DÍA POR FIN TE QUITARÍAS DE ENCIMA ESE HORRIBLE TRABAJO Y TE DEDICARÍAS TOTALMENTE A LA MAGIA CONMIGO!"
"¡ESPERA, NO ES LO QUE ESTÁS PENSANDO! Esto no es por el trabajo, yo..." Starlight casi no era capaz de responder. En su cabeza pensaba: "¡Qué pasó con el 'TIENES UN MARAVILLOSO CARGO DE DIRECTORA' y 'TE DOY TOTALMENTE MI APOYO' que siempre sueles decirme!"
"Ahora podremos pasar más tiempo juntas e irnos de aventuras por todos lados. ¡SEREMOS LAS PRIMERAS AMIGAS PONIS EN DARLE LA VUELTA AL MUNDO! ¡SÍ, YA PUEDO VERLO 'LA GRAN E INCREÍBLE GIRA EQUINA DE TRIXIE Y STARLIGHT POR EL MUNDO'!" exclamaba Trixie casi fuera de sí hacia un publico invisible en la caverna.
Starlight tenía que hacer algo; estaba perdiendo las riendas de la conversación.
Sin pensarlo mucho, Starlight encendió su cuerno y atrapó con su magia a Trixie, que había empezado a saltar de alegría a su alrededor.
"¡TRIXIE, CÁLMATE, NO LO ESTÁS ENTENDIENDO!"
"Está bien, está bien... entiendo. Sé que estás confundida, pero hay que aceptar los cambios cuando llegan", respondio Trixie, dando unas palmaditas en las mejillas de Starlight.
Starlight no sabía qué responder a esas palabras.
Sin más que pensar, Starlight se sentó con una expresión muda y angustiada en donde estaba. La conversación no estaba saliendo en lo mas minimo como había pensado. Una parte de ella realmente... quería llorar.
Trixie detuvo su alegría repentinamente, captando la aflicción en su amiga.
"¿Qué ocurre, Starlight? No pareces tan feliz por esta noticia."
"¿Te escuchas a ti misma? No estoy feliz por esto. No se supone que tú estés tan feliz por esto. ¡Ni siquiera he tomado una decisión final al respecto!" gritó Starlight con frustración y con algunas lágrimas asomando en sus ojos.
"Lo siento... Creo que me dejé llevar un poco..." respondió Trixie, dejando de lado toda su egoísta alegría. "Aunque debiste mencionar eso desde el principio. Uhmm, ahora que lo pienso, tampoco me has dicho por qué quieres dejar de ser directora."
"¿No se supone que eso es exactamente lo que deberías haberme preguntado desde el principio?" respondió Starlight molesta, restregándose los ojos.
"Ok... lo siento... Entonces, dime amiga, ¿por qué quieres dejar de ser directora?" preguntó Trixie, tomando asiento al lado de Starlight.
"Bueno... yo..."
"¿Es por un tema médico?" interrumpió Trixie, preocupada.
"No," respondió Starlight de inmediato.
"Uhm... ¡Espera! ¿Twilight te lo ordenó?" preguntó Trixie con una mirada aguda y recelosa, poniéndose de pie.
"NO, NO"
"Uhm... Entonces..." Trixie ahora sí estaba confundida.
"Es algo... complicado", respondió Starlight, rendida, mirando hacia otro lado.
Un silencio se extendió entre ambas amigas. Starlight ya no deseaba continuar esa conversación con Trixie. Al menos no por el momento. Ahora dudaba si contarle lo que sentía realmente le ayudaría a estar más segura de su decisión. Tenía que aceptarlo, se había equivocado.
"Esto fue un error. Creo que no hice bien en decírtelo de esta forma", dijo Starlight, poniéndose de pie.
"¿Pero qué es lo que dices? Si es algo importante, puedes confiar en mí y contármelo", dijo Trixie ahora preocupada, colocando su casco en el hombro de su amiga.
"No, dejemos el tema por ahora. No te preocupes, no es algo grave... mañana por la tarde estaré libre en el castillo de Twilight. Te contaré todo al respecto allí. ¿Estás de acuerdo?", respondió Starlight con una mirada acerada, ya segura de su decisión.
"Uhmm, bueno, está bien..." respondió Trixie algo fastidiada; esta clase de dramatismos no iban con ella. Prefería que las conversaciones importantes fueran directas y sin retrasos.
Pero si se trataba de Starlight, ella estaba dispuesta a aceptarlo.
"Pero al menos dime qué es lo que pasa. ¿Es por tu trabajo como directora o es por mí?", continuó Trixie.
"Es por algo muy personal", sentenció Starlight en una postura firme que dejaba en claro que ya no quería continuar conversando sobre ese tema.
Trixie no tenía claro a qué podía estar refiriéndose Starlight. Era bastante cercana a ella, así que esta conducta en su amiga le resultaba muy sorprendente. Starlight ya había dejado muy atrás los errores que había cometido en su pasado, había vuelto a confiar en los demás y en si misma. Ahora era reconocida como una gran poni. De muchas maneras se había superado, tanto que incluso Trixie había llegado a sentir celos de ella. Pero, dejando de lado la gran carga de trabajo que pesaba sobre su amiga como directora de la escuela de la amistad, ¿qué podía estar ocurriendo ahora?
Sinceramente, Trixie quería continuar la conversación.
En ese momento, sin previo aviso, la puerta-cortina se abrió.
"Hola...(intervalo de silencio incomodo)...entren", dijo Maud Pie con su característica postura indiferente antes de regresar al interior de su hogar, dejando atrás la puerta-cortina abierta para sus amigas.
Tanto Trixie como Starlight, sorprendidas por la repentina recepción, se miraron una a la otra, preguntándose si Maud había escuchado toda su conversación. Dejandose ver el interior de la fiesta, notaron que la mayoría de los invitados ya había llegado. Así que era de suponer que eran las últimas en llegar.
Con la anterior discusión superada, la relación entre ambas amigas continuó como siempre.
"Vaya, Maud se veía algo... ansiosa, ¿será que Mudbriar no ha venido aún?" preguntó Starlight, algo inquisitiva, mirando cómo se retiraba Maud.
"¿Tú crees?" preguntó Trixie, que no había percibido nada diferente en la fría poni estudiosa de las rocas.
Era de conocimiento común que Maud y Mudbriar eran una pareja perfecta. Sin embargo, se había rumoreado meses atrás que habían tenido una pelea y que se habían distanciado un poco desde entonces. Dado lo reservados que eran aquel par de ponis, no había forma de confirmar aquellos rumores, pero sí era un hecho que ya no era tan frecuente verlos pasear juntos como antes.
En una esquina de la habitación llena de invitados, una solitaria Maud se encontraba sentada, cerca de una mesa, tomando una bebida mientras acariciaba a Boulder.
"Bueno, ¿qué estamos esperando? ¡Entremos de una vez!", dijo Starlight, que había notado que se encontraban ya un buen rato mirando la fiesta desde afuera. Su buen ánimo ahora estaba de vuelta.
"Después de ti, mi gran y poderosa amiga", respondió Trixie con una mirada confiada.
Ambas amigas ingresaron sonrientes a la fiesta, solo para ser recibidas inmediatamente por una explosión de confeti de Pinkie Pie.
