Convenio de Noviazgo.

Intentando huir de sus realidades, quedaron atrapados en un romance mediante un acuerdo.

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Convenio de Noviazgo.

Sinopsis.

La empresa familiar Kinomoto está a nada de caer en quiebra, y para salvarla, Sakura, hija menor del dueño de la compañía, decide hacer un préstamo a la empresa de la familia Li, cuya sucursal está en Japón, dirigida por el hijo menor de los Li. No obstante, el joven presidente de la compañía, le hace una propuesta a Sakura a cambio de salvar la empresa. Sintiendo que no tiene otra opción, Sakura acepta y firma un convenio de noviazgo con Shaoran Li, sólo para no perder su casa ni la empresa de su familia. El trato es estrictamente de negocios, pero con el avance del tiempo, ambos se verán envueltos en un romance que no esperaron vivir.

P.N: Los personajes de Card Captor Sakura no me pertenecen. Sólo los he añadido para protagonizar esta historia que es de mi invención. Sus derechos están reservados por sus respectivos creadores: el grupo CLAMP.

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Antes de iniciar, quiero darle las gracias a todos por sus reviews. No soy muy buena en eso de responder a cada uno, así que lo digo de esta forma. Les aseguro que eso me motiva mucho a querer concluir esta historia, mas que por mí, es por todos ustedes que leen cada capítulo.

Muchas gracias. :)

Ahora sí, los dejo leer.

Saludos.

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Convenio de Noviazgo.

04. Conflictos en el corazón.

La distancia es un medio de reflexión que los seres humanos utilizan para examinarse y descubrirse a sí mismos. Junto al aislamiento, sirve de gran ayuda para analizar las situaciones en derredor y en el interior del alma. Ciertamente, entenderse a uno mismo es difícil, más no imposible, es por eso que llegado el momento, las personas sienten necesidad de permanecer a solas para pensar.

Sakura había optado por poner en práctica este factor. Habían transcurrido un par de días desde su visita en el departamento de Shaoran, así como de aquel supuesto ensayo de noviazgo. Se cuestionaba constantemente sus emociones, sin encontrar una respuesta lógica a ellas. Por mucho que meditara, no podía entender aquella situación, y no quería contárselo a su madre, para que no lo malentendiera. Esa era la razón por la que se mantuvo encerrada en su dormitorio casi totalmente los últimos dos días. Tampoco volvió a ver a Shaoran Li desde aquella tarde, algo que muy en el fondo le resultaba difícil, pero no lo admitía. Recordaba claramente, el instante en que se marchó de allí, como si lo sucedido hubiera sido a penas unas horas atrás.

~Flash back~

La canción que sonara mientras bailaban, llegó a su fin, y por consiguiente, los dos jóvenes que se hallaban en el centro de la sala, sumidos en el trance que les provocó la música, volvieron a la realidad. Sakura se apartó una vez más de Shaoran, mirándolo, esta vez, con perplejidad. Las dudas asaltaron su mente, mientras sentía sus labios hinchados a causa del beso que se habían dado. Su corazón latía descontrolado, la vergüenza llenó su alma, y pronto fue asaltada por otro sinfín de emociones inexplicables. Disfrutó del beso sin darse cuenta de porqué lo hizo, lo que le provocó un vacío en el estómago y un nudo en la garganta. Estas sensaciones la orillaron a retroceder para así alejarse del muchacho que la observó al principio con un poco de alegría en su mirada, gesto que cambió en el instante en que ella impuso distancia entre ellos con el rostro lleno de estupefacción, aunque sonrojado.

—Sakura... yo... —intentó acercarse a ella para disculparse, pero ella retrocedió nuevamente

—Perdón... ya... ya es tarde y debo... regresar a casa —dijo ella con voz temblorosa, aunque hizo lo posible por mantenerse firme y serena

—Espera, yo te llevaré —anunció el castaño

—No hace falta —negó volviendo a retroceder, esta vez, alejándose hacia la entrada con mucha prisa —Estaremos en contacto —expresó al ponerse los zapatos, para luego dirigirse a la puerta y abrirla —Hasta luego.

Sakura salió del departamento sin esperar respuesta, cerrando la puerta a penas la cruzó, y dejando a un perplejo Shaoran, que se preguntaba si había cometido alguna equivocación al besarla. Ella corrió a su casa sin detenerse, sintiendo sus emociones desbordar toda su alma al recordar el beso que compartió con Shaoran. Fue una práctica, quiso recordarse, pero lo cierto era que en ese instante, ella olvidó eso, y lo sintió bastante real.

~ Fin Flashback ~

En cuanto rememoró todo lo sucedido aquel día, su corazón dio un vuelco, inundándose nuevamente de las mismas emociones. Hasta el momento, no entendía bien porqué se permitió disfrutar de ese contacto, siendo que sólo era una práctica para así actuar ante los demás. No obstante, le causaba un remolino de sensaciones que desconocía hasta el momento.

—¡Basta, Sakura! ¡Ya deja de pensar en ello! —se reprendió a sí misma, mientras se incorporaba rápidamente en la cama —¿Por qué me está afectando? Se supone es una actuación... una... mentira.

Bajó la mirada con cierta decepción y pesar al mencionar lo último. No podía escapar de la realidad que suponía ese acuerdo, de la misma manera que tampoco podía explicar la razón por la que no dejaba de analizar el hecho. Soltó un suspiro, mirando el reloj sobre su escritorio, comprobando que ya era cerca del mediodía. Su madre no indagó demasiado en su comportamiento, no obstante, se veía preocupada, aunque lo disimulaba con una diminuta sonrisa. No podía seguir así, encerrada y aislada, o su familia sospecharía y hasta malinterpretaría su situación. Decidió bajar a la cocina y ver en qué ayudarle a su madre. Ya tendría tiempo para volver a sumirse en sus divagaciones buscando las respuestas que aún no hallaba. Además, trataría de buscar hasta encontrar algún empleo esa misma tarde, ya que no le serviría de mucho seguir encerrada en su habitación sin hacer nada productivo.

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Shaoran se hallaba sentado frente a su escritorio, tratando de leer algunos expedientes que le habían traído, revisándolos uno por uno. Realmente, intentaba concentrarse en la lectura de los documentos, pero lo cierto era que no podía. Su mente estaba completamente ajena a lo que sucedía a su alrededor. Dejó sobre su escritorio el documento que tenía entre sus manos, el que procuró leer durante los últimos minutos, y soltó un largo suspiro, cansado de pensar en todo y nada al mismo tiempo.

—Pareces agotado, ¿no dormiste bien anoche? —preguntó Eriol, quien se hallaba sentado en la silla frente a él, leyendo el otro montón de expedientes —Desde que llegué te he visto fatigado

—Para ser honesto, no he podido dormir en estos dos días —declaró, volviendo a suspirar —No puedo concentrarme en nada. Es frustrante

—Eso es raro —comentó Eriol —No recuerdo que fueras así antes, ¿sucedió algo?

—Sucedió algo —repitió con voz neutra, soltando otro suspiro

—Ya, hombre, deja de suspirar, que no solucionas absolutamente nada con eso —reprochó con algo de impaciencia —¿Qué es lo que te sucedió como para que estés así?

—Una mujer, eso es lo que me sucedió —afirmó con cierto descontento, aunque su voz sonaba más bien llena de decepción, lo que sorprendió al níveo

—Sakura —mencionó, y al oír el nombre, Shaoran se apoyó en el respaldo de su sillón, cerrando los ojos —¿Qué fue lo que pasó? —preguntó con más intriga

—No sé exactamente cómo decírtelo —respondió el castaño —La invité a mi departamento hace un par de días atrás, y así hablar y prepararnos para los eventos que se aproximan —relató —Todo iba bien. Cenamos, bailamos... luego, terminamos besándonos, lo que era bueno si pensamos en el teatro que tenemos planeado mostrar ante la gente, pero...

—¿Pero? —Eriol alzó una ceja —¿Qué?

—Ella parecía sorprendida, y es extraño, ya que habíamos acordado que eso debía suceder naturalmente, para que nadie sospeche de la farsa

—Entonces no fue del todo un beso ensayado, ¿eh?

—Sí y no... no sé —se revolvió el cabello, desesperado —El asunto es que ni ella ni yo volvimos a vernos desde entonces, para hablar de ello

—Ya veo —Eriol suspiró con aburrimiento, pensando bien en lo que le diría a continuación —Hay algo que yo no te mencioné, Shaoran —expresó seriamente

—¿Qué es? —preguntó el castaño, dirigiéndole la vista

—Sakura y yo fuimos novios, pero yo jamás la he besado —declaró para sorpresa de su primo —Respetaba su tiempo y su espacio, así que no la presioné en nada durante nuestra relación; dejé que las cosas fluyeran naturalmente, permitiendo que el momento llegara a su ritmo —bajó la mirada con cierta culpabilidad —momento que nunca llegó

—Ella no me lo dijo —expresó Shaoran un tanto desconcertado —Si lo hubiera hecho, no la habría besado

—Quiero que seas sincero, Shaoran —pidió Eriol, ignorando el comentario anterior, y mirándolo con fijeza —Dime, ¿qué significa Sakura para ti? Recuerda que ella no es como cualquier otra mujer que hayas conocido

—Eso ya lo sé, y no necesitas repetirlo, ya que yo mismo lo he comprobado —rebatió con impaciencia, aunque luego reflexionó su respuesta —Ella es muy valiosa, una gran amiga, y me gusta... me gusta todo de ella

—Entonces, tiene sentido que tú la hayas besado —dijo con algo de alivio —Ahora, lo que piensa ella de ti es otro asunto, ¿has intentado comunicarte con ella?

—Por mensajes —respondió pensativo —No me contesta las llamadas

—Supongo, lo hace porque no sabe bien cómo hablarte después de lo sucedido, y es entendible, ya que tampoco sabrá enfrentarte

—Toda esta situación me inquieta, y lo peor es que la fiesta en la que estarán reunidos los grandes accionistas y socios de nuestras compañías, será este fin de semana —dijo Shaoran apesadumbrado —Mi plan era presentar a Sakura como mi novia esa noche, pero ahora...

—Descuida, todo tiene solución —expresó Eriol, a lo que el castaño le dirigió la vista con curiosidad —Envíale un mensaje a Sakura, para que vaya a la tienda de Tomoyo, y ella se encargará de orientarla para que ustedes puedan encararse antes del evento

—¿Tú crees que Daidouji hará algo como eso? —preguntó dubitativo —Recuerda que ella sabe que Sakura fue tu novia, así que...

—No te preocupes. Tomoyo estará encantada de ayudar —respondió con un semblante pensativo —Estoy completamente seguro de que, de ser por ella, se convertiría en casamentera, con tal de ver tranquilo a alguien

—¿Casamentera? ¿Qué? —Shaoran lo miró con desconcierto

—Vamos, es sólo un decir —sonrió de forma conciliadora —Anda, avísale a Sakura, y luego déjalo todo en manos de mi muy amada novia.

Shaoran miró a su primo por unos largos segundos, tratando de procesar sus palabras, aunque después de dudarlo unos instantes, decidió acceder a su recomendación. En realidad, quería volver a ver a Sakura, y prefería que aquella situación se solucionara antes del próximo evento. Esa fue una de las tantas razones que lo llevaron a aceptar el consejo de Eriol.

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En la tarde de aquel nuevo día de distancia entre los castaños, Sakura decidió salir a caminar un poco, dejando el encierro de su habitación. Esa mañana, había recibido un mensaje de Shaoran informándole que el próximo evento sería un baile social ese fin de semana, y sugirió ir por un vestido adecuado a la tienda de Tomoyo Daidouji. Realmente, no le apetecía hacerlo, pero considerando el acuerdo que tenía con Shaoran Li, prefirió acatar la solicitud. Después de caminar durante un prolongado lapso de tiempo, y averiguar si había algún puesto de empleo vacante, llegó frente al local de aquella tienda a la que acudió días atrás. Contar con el conocimiento sobre la relación existente entre la dueña de dicha boutique con su ex novio, le inquietaba un poco. Esperaba no hubiera resentimientos por parte de la actual novia de Eriol, de lo contrario, todo sería un completo caos. Respiró profundamente, armándose de valor, y luego ingresó al local. Así como la primera vez que estuvo allí, se sintió deslumbrada por el aire de elegancia que transmitía la tienda. Observó a su alrededor, percatándose de que había un buen ajetreo allí. Esto se debía a que los trabajadores recibieron mercancía nueva y estaban acomodándolo todo, conforme a las órdenes que recibían. Sakura se dio cuenta que, quien daba las indicaciones a los trabajadores, no era otra más que Tomoyo Daidouji.

Se mantuvo en silencio, contemplando el trabajo de todos, y apreciando la manera en que se desenvolvía aquella joven. Si bien daba órdenes, no se mostraba altiva, más bien, trataba a cada uno de su gente con amabilidad y honradez, como si fueran sus compañeros de labor. Sonrió al descubrir que Eriol hizo una elección adecuada, y eso le daba una inexplicable sensación de tranquilidad, pues no se buscó una fulana con un simple estatus, sino una dama amigable y humilde, como lo demostraba ser la amatista.

—Muy bien, sólo faltan aquellas otras —indicó Tomoyo —Quiero el vestido azul en el maniquí de la vidriera, con ese abrigo gris polar a juego, lo demás, ya saben su ubicación

—Sí, lady Daidouji —asintieron todos los miembros de trabajo, viendo a la amatista dirigirse a la recepción.

Sakura se sorprendió al ver que Tomoyo se acercaba hasta ella, y se sintió un poco avergonzada por obtener su atención tan de repente. Trató de mostrar interés en unas prendas que se hallaban en el perchero a un lado de la recepción. No obstante, la voz alegre de Tomoyo la obligó a dirigirle la mirada.

—Oh, gracias al cielo que podemos encontrarnos —expresó con júbilo, dejando confundida a la castaña —El buen Dios oyó mis oraciones, y por eso, finalmente has venido aquí —sostuvo las manos de Sakura, viéndola con ojos brillantes, cargados de emoción, la castaña la miró estupefacta

—Eh... buenas tardes... —saludó nerviosamente —Ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos

—Sí, es cierto —su voz sonó desilusionada, a lo que Sakura llegó a pensar que estaba molesta con ella por lo de Eriol —Esto se debe a que no tuve el valor suficiente para pedirle a Li, tu número telefónico —ante esta declaración, la castaña casi cae de espaldas

—¿Eh?

—Supongo vienes aquí por un vestido por sugerencia suya, ¿cierto?

—Sí —asintió vacilante —a... así es...

—Justo como lo pensé —resopló —¿Qué tiene ese hombre en la mente? ¡Debería haberte pedido que vinieras hace dos días atrás!

Sakura parpadeó varias veces, tratando de procesar la situación, sin comprender ni un poco lo que estaba sucediendo. ¿Acaso Tomoyo Daidouji no estaba molesta por todo lo sucedido días atrás? Esa era la única pregunta que cruzó su mente en esos instantes, y la respuesta fue instantánea al momento en que la observó de nuevo. En efecto, la amatista no estaba para nada disgustada. Soltó un suspiro de alivio, para luego hablarle, interrumpiendo el extenso monólogo de la joven, al que dejó de prestar atención minutos atrás.

—Este... ¿por qué querías contactarme? —preguntó curiosa, pues eso le intrigaba, de alguna manera, ya que no se lo esperó

—Ah, sobre eso —Tomoyo adoptó una actitud solemne, como si se preparara para cerrar un negocio empresarial —Desde aquel día en que llegaste aquí, he quedado fascinada contigo

—¿Fascinada? —Sakura parpadeó confusa —Yo... no estoy entendiendo

—A lo que me refiero es que eres el ideal de chica, a la que le luce todo estupendamente —explicó —por eso, quiero pedirte que por favor, te conviertas en la modelo para mi sastrería y esta boutique

—¿Modelo? ¿Yo? —ante la sola revelación, Sakura quedó boquiabierta de la impresión

—Sí —asintió —y tengo entendido, gracias al contacto que existe entre Eriol y Li, que estás buscando empleo, así que esto tendrá una remuneración, como cualquier otro trabajo, ¿aceptas?

—Bueno... yo... —carraspeó un poco al sentir seca la garganta —Nunca antes había hecho algo así

—Quizás, al principio te resulte algo difícil, pero estoy convencida de que lo harás bien —manifestó Tomoyo —¿Qué respondes?

Sakura lo pensó con detenimiento, mientras observaba a Tomoyo, quien aguardaba expectante, su respuesta. La idea no le era desagrable, por el contrario, tal vez fuera capaz de llevar a cabo dicho trabajo, ya que su madre lo había hecho de joven. Decidió entonces que no estaría mal hacerlo.

—Sí, pienso que podré hacerlo

—¿En serio? —Tomoyo vio asentir a la castaña —¡Muchas gracias! —exclamó, para luego mirarla atenta —Te llamas Sakura, ¿cierto?

—Soy Sakura Kinomoto —respondió

—¿Puedo llamarte Sakura?

—Claro, no hay problema

—¡Qué bien! —exclamó alegre —Llámame Tomoyo a mí —pidió —y espero, sinceramente, seamos buenas amigas

—También lo deseo.

Así, intercambiando opiniones, y conversando de muchas otras cosas, Sakura y Tomoyo comenzaron a relacionarse como amigas, hallando mucho que tenían en común, aún siendo distintas, como el chocolate con menta. Ambas se intercambiaron información de contacto, mientras se preparaban para la velada del próximo fin de semana. Tal y como Eriol había planteado, Tomoyo y Sakura se volvieron cercanas durante esos días que siguieron, entre proyectos y labores de la sastrería y la boutique. Estaba claro que más pronto de lo esperado, la amatista convencería a la castaña de enfrentarse a Shaoran Li, antes del evento.

Mientras tanto, en la tarde de viernes, en Hong Kong, una bella joven de larga cabellera negra y ojos rubí, majestuosamente ataviada con un llamativo vestido azul oscuro ceñido al cuerpo, caminaba entre la multitud que se desplazaba por el aeropuerto internacional, arrastrando su maleta con ruedas a su lado. Su sonrisa coqueta y confiada, eran las señales externas de que se sentía segura por dentro, de obtener una gran victoria. Tenía la certeza de que en esta ocasión, se ganaría la atención de su escurridizo primo, quien se encontraba en esos momentos, en una ciudad aledaña a Tokio, en Japón, por lo que pronto llegaría hasta él. Eso no le quedaba en duda.

Aunque, quizás, lo que se encuentre al llegar, no sea exactamente lo que esperaba en esos instantes.

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Hola, hola. :)

¿Cómo han estado, queridos lectores?

Volví, y finalmente tengo listo este nuevo capítulo. El cuarto, para ser precisos. Tuve algunos problemas para desarrollarlo, desde que perdí el avance del anterior, y por ello es relativamente más corto que los demás. Como tuve el conocido "bloqueo de escritor", lo pausé por un tiempo, al igual que Alianza del Destino, y comencé a alimentar mi mente, con mucha lectura. Un buen escritor, siempre debe ser un perseverante lector. Así que, busqué libros de distintos géneros, también mangas, fanfics; incluso vi algunos animes, y entonces se me ocurrió darle un aire conexo a este capítulo, dejando, tal vez, algunas lagunas que pienso rellenar más adelante.

Muy bien, me centraré en el capítulo. :)

Como pudimos ver, hay un periodo de distancia entre nuestros protagonistas, misma que lleva casi una semana completa. Ahora Tomoyo ha puesto en acción, el pedido de Eriol con buena disposición. La pregunta es, ¿cómo conseguirá que Sakura se enfrente a Shaoran y se solucione el conflicto antes de la fiesta? Será emocionante descubrirlo.

Y para terminar, se hace mención de una chica de ojos rubí que se encamina rumbo a Japón. :O ¿Qué sorpresas le esperan a esta pelinegra tras su llegada al país del sol naciente?

Lo dejo a su imaginación. ;)

Estaré publicando novedades en la página de Mundo FanFics, en facebook, y así los mantendré informados ante cualquier eventualidad.

Como siempre digo, los comentarios con sus opiniones y sugerencias son muy bienvenidos.

Hasta la próxima publicación. :)

Saludos.

Lady Sigh.