Arraigada Esperanza [One-Shot].
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Arraigada Esperanza (One-Shot)
Sinopsis.
Cuando la distancia se impone, sólo queda esperar pacientemente ante la inminencia de la separación. Hikari y Takeru se enfrentan a este destino, pero mantienen la esperanza arraigada en sus almas, de que algún día volverán a encontrarse.
P.N.: Los personajes de Digimon Digital Monsters no me pertenecen, más bien son propiedad de Akiyoshi Hongo. Solamente los he tomado prestados para protagonizar esta historia que es de mi total imaginación.
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Hola, hola, mis estimados lectores. :)
Les traigo un fanfic para los fans de la franquicia Digimon, en especial, los fans del Takari. Este One-Shot es mi pago por lo que había prometido que traería en agosto, mismo que se retrasó debido a mi bloqueo de escritor. Espero lo disfruten y me dejen sus opiniones sobre él. Invertí el título, de lo que publiqué en la página Mundo FanFics, en el face, ya que así fue como lo nombré originalmente.
Sin más preámbulos, los dejo leer.
Saludos. :)
Lady Sigh.
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Arraigada Esperanza (One-Shot).
Odaiba - 9:45 am.
Corrí.
Corrí lo más rápido que mis pies me lo permitieron, con rumbo a la estación de trenes. Tenía que llegar antes de las diez, o más bien, mi deber es estar allí antes de esa hora. Antes de que el metro que se dirige hacia Hikarigaoka siquiera llegue a la estación. Mi objetivo es evitar que se la persona más especial para mí se marche sin tener la más mínima idea de que me importa. Y mucho.
—Espérame Tk —me dije a mí misma con voz jadeante —estoy llegando...
Para ese momento, me encontraba a tan sólo dos calles. Miré mi reloj de muñeca.
Las 9:53 am.
Llevaba, al menos, unos quince minutos corriendo desesperada, que no me quedaba dudas de que pronto llegaría a mi destino. Y así sucedió unos minutos después. No sé muy bien, pero para cuando me di cuenta, ya estaba bajando las escaleras del subterráneo, y me dirigía a la plataforma de espera. Deposité una moneda en el panel para que este me diera paso, y en cuanto me cedió el acceso, lo atravesé, yendo directamente al sitio donde suponía, mi persona especial esperaba la llegada del transporte. Busqué con desesperación entre la multitud, tratando de divisar al menos un mechón de sus cabellos rubios, mismos que se asemejaban al resplandor del sol.
—Tk... —murmuré al no tener éxito, ya con lágrimas en los ojos.
En efecto, ya me sentía completamente desesperada, y todo se debía a que recibí la noticia de su partida a penas hacía, unos cuarenta minutos atrás.
~Flashback~
Me hallaba entretenida en la cocina, preparando un delicioso batido de fresas para acompañar mis tostadas con mermelada. Esa mañana había despertado más tarde de lo habitual, como a eso de las ocho. Eran vacaciones de verano, a fin y al cabo, una de las razones por las que estaba tan distraída en mi tarea de prepararme el desayuno yo misma (y a esa hora), ya que mamá y papá habían ido a visitar a mi abuela, y mi hermano Taichi estaba en casa de su amigo Yamato. Terminaba de verter el batido en un vaso, cuando escuché el sonido de la puerta principal abrirse, lo que me sorprendió un poco, ya que mis padres regresarían hasta mañana, y mi hermano mencionó ayer que llegaría a casa hoy, al atardecer. Me asomé al pasillo para observar cuál de mis familiares llegó, asombrándome al ver a mi hermano.
—Hola hermano —saludé al verlo cambiarse los zapatos en el recibidor, a lo que él me dirigió la mirada
—Oh, buenos días, Kari —respondió sonriendo levemente, aunque sin demasiado ánimo, lo que me pareció raro —Veo que ya te has levantado
—Sí, bueno, hace una hora, más o menos —reí nerviosamente, pero luego cambié mi expresión a una completa curiosidad —Creí que habías dicho que te quedarías hasta el atardecer en casa de Yamato
—Sí, ése era el plan —se encogió de hombros, acercándose —pero esa idea cambió anoche, cuando el padre de Matt llegó a casa con Takeru
—¿Tk? —esto me sorprendió todavía más —¿Qué sucedió?
—Nada en especial —mi hermano sonrió de manera forzada, y se dirigió hacia su habitación pasando por mi lado —Olvídalo
—Espera —lo detuve sosteniendo su mano poco antes de que ingresara a su dormitorio —¿Qué ocurre con Tk?
—Nada, ya te dije —frunció el ceño al ver mi expresión inquisitiva
—Eso no es cierto —negué —algo sucedió, Tai, y necesito saber —al oírme llamarlo así, sus ojos me contemplaron con evidente asombro, aunque segundos después, soltó un largo suspiro de derrota
—Me pidieron que no te dijera nada, pero...
—Dilo de una vez —exigí, viéndolo suspirar nuevamente
—Tk se irá hoy de Odaiba —respondió con pena, a lo que sólo lo observé desconcertada —Se va a Hikarigaoka por un largo tiempo
—No... eso no... no puede ser... —dije en un susurro, estupefacta, sin creer que mi querido amigo no quisiera decírmelo, pero entonces, volví a mirar a mi hermano —¿A qué hora?
—Por favor, no tiene caso...
—¿A qué hora, Taichi Yagami? —insistí, sobresaltándolo
—Si no escuché mal, el tren que debe abordar, saldrá a eso de las diez de la mañana.
Tras oír esto, y sin decir nada más, corrí a mi habitación por mi teléfono, y luego me encaminé a la salida. Mi hermano no reaccionó hasta que abrí la puerta y salí afuera.
—Kari, por favor, no vas a llegar a tiempo, ¡mira la hora que es! —me dijo antes que cerrara la puerta —¡Hikari! —escuché por última vez, ya cuando me dispuse a correr para salir del edificio.
~Fin del flashback~
Y aquí, en la estación, me encontraba en estos momentos, buscando con ansiedad –y desesperación– a mi amigo de la infancia, y la persona más especial de mi vida. Sí tuviera algo que decir sobre mi actitud, es que no ha sido para nada apropiada de una señorita de catorce años. No obstante, es por una causa importante para mí que lo hice. Así que, sin echarme atrás, caminé en medio de la multitud, hasta ver entre las variadas personas, su cabello rubio resaltando como un destello dorado en medio de la oscuridad. La esperanza me invadió, y corrí de nuevo hacia su dirección, segura de que no me equivoqué.
Cuando lo tuve a una corta distancia, se oyó en todo el subterráneo, el sonido del metro acercándose. Mi corazón se aceleró al pensar que posiblemente no alcanzaría a hablar con Tk. Y entonces, él me vio, aunque parecía confundido al principio.
—¿Hikari? —preguntó en un tono de voz que pude oír, pues estaba a pocos pasos de él
—¡Takeru! —exclamé, a lo que él se aproximó hacia mí.
Yo también me acerqué, y cuando estuvimos lo suficientemente cerca, me lancé a sus brazos, ya con lágrimas en los ojos. Estaba claro que la desesperación ya había causado revuelo en mi alma, pues estaba a nada de irse sin poder escucharlo una vez más, y ahora, desahogaba esos sentimientos allí mismo.
—Llegué a pensar que... no me alcanzaría el tiempo para encontrarte... —dije entre sollozos
—No quería preocuparte, por eso le pedí a Tai que no te dijera nada —expresó, abrazándome con fuerza —sólo me iré por un tiempo, pero tenía la seguridad de que volvería para verte de nuevo
—Sabes que cuando se trata de ti, no se me escapa nada, Tk —murmuré entre lágrimas, intentando reír un poco —y quería escucharlo de ti
—Entiendo —apoyó su barbilla sobre mi cabeza —te quiero tanto, Kari —susurró, haciéndome estremecer.
Debo admitir que no esperaba tal confesión, pero eso fue suficiente para armarme de valor. Me aparté para mirarlo a los ojos, en los que podía apreciar el mismo color del cielo, los que amaba con toda mi alma, y le dediqué mi más sincera sonrisa, sorprendiéndolo con el gesto.
—Yo también te quiero, Tk —declaré —te quiero demasiado —volví a abrazarlo —por eso, me daba miedo que te fueras así, sin decirme nada...
—Hikari...
—Te quiero tanto...
—Perdóname —me abrazó con fuerza, para luego apartarme de nuevo y mirarme a los ojos con una ternura tal me hizo contener el aliento —Kari...
Sin decir nada más, sus labios se posaron sobre los míos, causándome una sorpresa infinita. Sin embargo, luego de unos segundos, cerré los ojos, disfrutando de la sensación tan plena que me transmitía ese pequeño contacto. Sentí un revuelo en mi estómago, y como si flotara en el aire. Así que esto era amar y ser correspondido. El metro había llegado, aunque no teníamos idea de cuándo exactamente, ni el tiempo que llevábamos así, si eran minutos o tan sólo segundos. Lo único que ambos sabíamos era que no queríamos separarnos, algo que era imposible, debido a la necesidad física de oxígeno. En cuanto nos apartamos, nos sonreímos con una desbordante felicidad.
—Debo irme, Kari —anunció Tk —pero no pienses ni por un instante que será para siempre —expresó —Regresaré, tenlo por seguro, y no olvides que mi corazón te pertenece, pues eres tú la luz que reina dentro de él
—Tk...
—Y tu luz me dará esperanza todos los días, hasta que nos volvamos a encontrar, y en ese momento te lo diré de nuevo —me dio un nuevo y corto beso —te quiero tanto, Hikari...
—Esperaré —le dije, antes de que se alejara —Tú eres mi esperanza... y yo te quiero demasiado, Takeru, por eso, no olvidaré lo importante que eres
—Es una promesa —se alejó —Nos vemos, Kari
—Tk...
—No olvides que la vida no es buena ni mala. La vida es maravillosa, y mucho más cuando tú sonríes, Kari.
Tk se perdió entre la multitud, al decirme todas esas palabras, y momentos después, el tren se movió. No pude evitar que mis lágrimas escaparan, así como en el desconsolado llanto en el que me quedé. Lo único que apaciguó mi pena, fue la esperanza y la promesa de que nos volveríamos a ver algún día.
~ Fin ~
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¡Listo!
Cumplí con lo que había prometido.
Sé que hay demasiadas opiniones de que el Takari no fue canon, pero todos los fans sueñan con la posibilidad.
Es por ello, que escribí este fanfic para todos esos soñadores.
Espero sus comentarios con sus opiniones y sugerencias. Todo es bienvenido para ayudarme a mejorar y crecer como escritora.
Nos leeremos pronto.
Saludos. :)
Lady Sigh.
