Capítulo 21
En rodaje
-¡Matís!
-Anda, Rizzo, tú por aquí… ¿has desafiado a Yakón, qué tal se te ha dado?
El chico se quedó callado por un momento, inseguro de qué contestar a eso mientras era observado atentamente por el aludido, el cual parecía querer escuchar una respuesta por su parte. Contuvo como pudo un gesto exasperado en su rostro, viéndose obligado a murmurar sin muchos miramientos.
-No es el resultado que me esperaba, a decir verdad...
Esa contestación llamó la atención de Matís, el cual se mostró visiblemente sorprendido por la actitud de su amigo, aunque en ese momento Yakón decidió intervenir dirigiéndose directamente a él.
-¿Tú eres el siguiente, verdad?
-Ah, sí, tenía cita para esta hora...
-Bien, entonces espera aquí un momento, he de...
Antes de que el líder de gimnasio pudiera continuar fue abruptamente cortado por el sonido de su teléfono móvil, echándole un rápido vistazo antes de contestar y anunciando en ese momento.
-He de responder, dame un minuto.
Matís tan solo asintió con la cabeza, al tiempo que Yakón se apartaba y respondía de seguido inquiriendo.
-¿Habéis podido arreglar eso?
Mientras el líder hablaba por su lado, tanto Rizzo como Matís se intercambiaron sendas miradas, siendo Matís el primero esbozando una inquisitiva mirada. Rizzo rodó los ojos negando ligeramente, para visible sorpresa de su amigo, a lo que él tan solo pudo encogerse de hombros sin darle mayor importancia. Matís frunció el ceño, un tanto extrañado por la pasividad de Rizzo, aunque en ese momento su comunicación no verbal se cortó de improviso en cuanto Yakón exclamó sumamente airado.
-¿¡Cincuenta por ciento de tasas por gravámenes de viaje transoceánico, nos hemos vuelto locos?! ¡Que ni se les ocurra, bajo ningún concepto, diles que no hay trato, no con esas condiciones! ¡Vamos, es que voy allí yo mismo si es necesario!
Hubo un muy breve silencio, siendo enseguida roto por el mismo líder más enfadado que antes.
-¡¿Cómo?! ¡Por encima de mi tumba! ¿¡Se creen que me voy a achicar?! ¡Salgo ahora mismo si hace falta!
Eso alertó de alguna manera a Matís, el cual veía su combate peligrar por momentos. Todo el mundo sabía cuán ocupado podía llegar a estar alguien como Yakón, pero aun así contaba con que pudiera retarle el mismo día que pidió cita. Aun así, y para su mala suerte, la peor situación posible de confirmó enseguida en cuanto el líder anunció.
-¡Si lo que pensaban era que me quedaría de brazos cruzados están muy equivocados! ¡Voy para allá, me van a oír esos impresentables!
Tras esas lapidarias palabras colgó muy airado, dirigiéndose directamente a Matís con gesto apenado y anunciando de seguido.
-Siento mucho dejarte colgado así, chaval, pero me acaba de salir un imprevisto en aduanas y me tengo que marchar.
-Lo comprendo, no pasa nada, en otra ocasión si eso...-murmuró Matís, tratando de ocultar como podía su decepción.
-Ahora avisaré a mi secretaria para que reacomode la agenda, te llamará en cuanto tenga un nuevo día para ti... aunque espera ¿hoy no es martes?
-Ah, sí...
-Oh, entonces estás de suerte, puede que tenga algo con lo que compensarte. ¿Te acuerdas que te comenté la última vez que nos vimos que se estaba preparando un torneo de prueba?
-¡Sí! ¿Es hoy?-inquirió entonces Matís.
-Efectivamente, el torneo Fayenza da comienzo ésta tarde para probar las instalaciones, así que podrás participar si te das prisa. Ve tú también, te vendrá bien para practicar-añadió entonces el líder, dirigiéndose a Rizzo.
Ante eso el aludido no dijo nada, asintiendo secamente sin muchas ganas de hablar. Por su parte, el líder añadió antes de marcharse.
-La constancia y el trabajo en equipo son vitales para triunfar tanto en los negocios como en los combates. Si aprendéis bien eso, podréis superar cualquier obstáculo que se os presente.
Tras eso el líder se marchó y ambos adolescentes se dirigieron a la salida. Una vez fuera del gimnasio, fue Matís el que rompió el hielo comentando al respecto.
-Vaya, así que te frenó en seco...
-Sí, pero no es lo que estás pensando, simplemente empatamos, eso es todo.
-¿Eso es todo, dices? Siempre había oído que este hombre tiene fama de ser duro, pero...
-No me apetece seguir hablando de ello... pero ya que estamos, cuéntame ¿qué es este torneo de prueba exactamente?
Matís le estuvo explicando un poco por encima lo que él sabía mientras se dirigían para allá. Dado que Yakón no le dio muchos detalles al respecto tampoco le pudo decir mucho más aparte de lo que ya sabía, aunque por suerte para él las cosas habían cambiado bastante desde la última vez que estuvo allí, viéndolo nada más llegar pasada la caseta de control de paso.
En cuanto entraron fueron recibidos por un enorme cartel en el que se podía leer: Bienvenidos al Pokémon World Tournament, rodeado de vegetación y jardines muy bien cuidados. El sitio era enorme, tal y como Matís lo recordaba de la última vez, aunque mucho más decorado que antes, además de algo más lleno, con gente que iba y venía, tanto visitantes como personal del lugar. La mayor parte de la muchedumbre se agolpaba frente al estadio principal, donde iba a tener lugar el torneo, por lo que se dirigieron para allá a no más tardar.
Tardaron un poco en poder entrar ya que la cola sólo para acceder era bastante larga, aunque en ese momento una voz familiar para ambos les llamó la atención justo detrás suyo.
-Vaya, no me esperaba encontraros aquí, la verdad…
Se dieron la vuelta y Matís fue el primero en reaccionar, no así Rizzo, quien prefirió quedarse callado.
-¡Hiedra! ¿Qué haces aquí?
-¡Hola, Matís! Oh, eres tú…
-Igualmente-murmuró Rizzo, sin muchas ganas de dirigirla la palabra.
-He venido a participar en el torneo Fayenza, mi padre me ha acercado en su ferry, abajo del todo hay varios muelles deportivos. ¿Vais a participar vosotros también?-inquirió Hiedra, ignorando a Rizzo rápidamente.
-¡Claro, estaremos dentro! Yakón nos recomendó venir ya que estaba ocupado.
-El viejo Yakón siempre dando el callo, no me sorprende, a decir verdad… nos vemos luego entonces, voy a inscribirme.
Dado que los líderes de gimnasio tenían preferencia la dejaron pasar antes y la inscribieron rápidamente, cosa que a Rizzo no le hizo mucha gracia. Aun así ellos fueron después y buscaron el mostrador de recepción, donde les dieron un par de hojas de inscripción donde apuntaron todos sus datos, así como los pokémon que iban a participar, puesto que los combates sólo podían ser de tres contra tres, y los entregaron.
-Muy bien, pues esto ya está, el torneo comenzará a las cinco en este mismo estadio, procurad llegar a tiempo o se os cerrará el paso-les informó la mujer tras el mostrador.
Una vez inscritos estuvieron visitando un poco el estadio por dentro y todas las tiendas y establecimientos que estaban disponibles, entre ellos restaurantes, tiendas de merchandising, de productos para pokémon y entrenadores, un supermercado, y hasta tiendas de menaje del hogar, aunque la gran mayoría de ellas estaban cerradas y sólo se encontraban abiertas los restaurantes y las de productos de primera necesidad. El espacio en sí era enorme y verlo tan vacío en la mayoría de los lugares daba una extraña sensación de liminalidad que les hizo volver a la zona ocupada rápidamente.
En cuanto llegó la hora de comer los dos fueron a una hamburguesería que vieron recorriendo el sitio y luego estuvieron haciendo tiempo en una sala de espera cercana al campo de batalla, donde había varios sofás y una pequeña zona ajardinada. Al contrario de lo que pensaron no mucha gente iba a participar, habiendo no más de dieciséis participantes. Aunque en ese momento, Matís comentó.
-Qué raro ¿dónde está Hiedra? No la veo por aquí...
Rizzo no dijo nada, rodando los ojos y mirando para otro lado, aunque al hacerlo vio entonces una figura que le era particularmente familiar, la cual también le vio a él, acercándose entonces para saludarlo.
-¡Rizzo, muchacho, cuánto tiempo! Me alegro de volver a verte.
-Igualmente, Acromo… ¿qué hace aquí?-inquirió el chico, sorprendido de verlo allí.
-He venido a participar en el torneo, por supuesto… me da una gran oportunidad para mi investigación.
-No veo a Hiedra por ningún lado… ¿Con quién hablas?-inquirió Matís en ese momento al verle hablando con él.
-Ah, sí… se trata de Acromo, un investigador que conocí en ciudad Porcelana, investiga el origen de la fuerza de los pokémon.
-Encantado.
Matís se le quedó mirando con aire ceñudo, sin saber muy bien qué pensar de él; le recordaba de aquella vez durante su incursión en las alcantarillas de ciudad Porcelana, pero no le dio mayor importancia. Aun así, manteniendo las formas en todo momento, respondió cordialmente.
-Igualmente.
-Ah, hacía mucho tiempo que no competía, me recuerda a mis tiempos mozos como entrenador. Tras terminar mis estudios comencé a ejercer como científico freelance y dejé los combates de lado, pero ahora siento la imperiosa necesidad de volver a ellos debido sobre todo a mi objeto de estudio. Irónico ¿no creéis?-murmuró Acromo, más para sí mismo que otra cosa.
-Bueno, nunca es tarde, supongo...-murmuró Rizzo.
-Sí, aunque a decir verdad lo que más ganas tengo de ver es a los demás combatir y ver cómo hacen para sacar a relucir todo el potencial de sus pokémon. Es sumamente vital para mi investigación, y espero que nos encontremos en algún momento de la competición para poner a prueba esa fuerza en combate.
Tras una corta espera en la que estuvieron hablando un rato más para hacer tiempo, una voz femenina les indicó que ya podían ir pasando y entraron al campo de batalla, en una zona aparte para los entrenadores; el lugar era enorme, el campo se encontraba en una zona elevada y dos pasillos a ambos lados del mismo conectaban con los accesos exteriores. Una enorme pantalla electrónica mostraba el escudo del PWT y, debajo de ésta, se encontraban los comentaristas deportivos; las gradas estaban concebidas de manera semicircular, con varios estrados dispuestos uno encima del otro, habiendo un total de cinco. La gran mayoría de los visitantes se habían sentado en el estrado más cercano al campo, estando los demás prácticamente vacíos.
-¡Damas y caballeros, bienvenidos todos a la premier del PWT, donde se ponen a prueba por primera vez estas magníficas instalaciones! ¡Esto es el torneo Fayenza y vamos a presenciar una serie de combates al rojo vivo en los que para ganar se deben ganar los puntos suficientes en los tres asaltos pertinentes! ¡Cada ronda ganada suma un punto el vencedor, mientras que el perdedor sólo suma medio punto, y sólo se puede utilizar un pokémon por ronda de los tres que hayan sido seleccionados para competir, si algún aspirante usa cualquier otro que no haya sido seleccionado será descalificado! ¡Pero antes de empezar presten atención a la pantalla gigante, por favor, vamos a organizar un poco esto para obtener los primeros combates de la primera ronda! ¡Y… sorteando!-exclamó uno de los presentadores.
En dicha pantalla pudieron ver varias tarjetas con sus fotos rodando sobre sí mismas y, una vez que terminó el proceso, éstas se dieron la vuelta, viendo quien se enfrentaba contra quien; para sorpresa de ambos, tanto Rizzo como Matís acabaron enfrentados, siendo de hecho el primer combate que abría la primera ronda.
-¡Oh, estupendo! ¡Te demostraré lo fuerte que me he vuelto!-exclamó su amigo, sumamente motivado.
-Muy bien…
Los siguientes combates se siguieron repartiendo, viendo para sorpresa de ambos tanto a Cheren como a Hiedra enfrentados para la tercera ronda, pero la susodicha seguía sin aparecer.
-¡Anda! ¿Cheren está aquí? No le vi en la sala de espera...-murmuró Matís, sorprendido.
Rizzo lo buscó con la mirada entre los escasos participantes y finalmente lo encontró, en el otro extremo de la zona de entrenadores; el líder de gimnasio le dedicó una sucinta mirada antes de centrarse de nuevo en la pantalla. Por su parte Rizzo le ignoró y prestó atención de nuevo mientras los combates se seguían sorteando, viendo que el octavo y último combate se daría entre Acromo y un hombre de aspecto recio llamado Gavin.
Dado que el suyo era el primer combate, no esperaron más y ambos salieron cada uno por un lado, encontrándose en el campo de batalla, dispuestos para todo; en cuanto el árbitro dio la orden, la batalla dio comienzo y Matís sacó a su servine. Rizzo optó rápidamente por glaceon.
-¡Empieza con látigo cepa!
-¡Ataque rápido!
Glaceon se lanzó primero al tiempo que servine trataba de alcanzarlo con sus lianas, pero la rapidez del ataque le permitió esquivarlas elegantemente y acercarse lo suficiente a él.
-¡Ataque arena!
En cuanto lo tuvo a tiro le lanzó entonces un puñado de arena a la cara, cegándole momentáneamente.
-¡De frente, servine, hoja aguda!
-¡Mordisco!
Aun a pesar de que apenas veía, el pokémon planta se lanzó hacia él con su cola envuelta en un aura verdosa y trató de golpearlo, pero a glaceon le resultó sencillo esquivar el primer tajo, aprovechando entonces y lanzándose sobre ella, mordisqueándola duramente y sin soltarlo en ningún momento.
-¡Záfate de él, drenadoras!
Servine se hizo un ovillo y acto seguido se desperezó de golpe, siendo suficiente como para librarse de él y lanzando inmediatamente después una serie de semillas a sus pies.
-¡Repélelas con canto helado!
Los cantos rodados de hielo interceptaron las semillas a tiempo antes de que cayeran al suelo, quedando ese intento por infectarle en nada.
-¡Megaagotar!
Aprovechando el momento a su favor, del cuello de servine surgieron dos haces de luz verde que se juntaron en una sola y ésta impactó en glaceon, atrapándolo, absorbiéndole energía en el proceso y pasándosela a servine; glaceon trataba por todos los medios de librarse de él, pero lo tenía bien sujeto.
-¡No te dejes dominar, suéltate con última baza!-masculló Rizzo.
El pokémon hielo cargó el ataque en forma de estrella y lo dirigió contra la luz que lo aprisionaba; el resultado fue una leve explosión que consiguió soltar al susodicho, pero Matís no se quedó quieto, contraatacando de seguido.
-¡Cógelo con látigo cepa!
-¡Intercéptalo con mordisco!
Las lianas zumbaron en el aire tratando de atrapar a glaceon, pero éste saltó a tiempo y, acto seguido, se echó hacia delante con sus colmillos brillando y cogió a las dos con una sola dentellada, atrapándolas.
-¡Hazle girar!
Acto seguido hizo fuerza hacia los lados y volteó en el aire a servine, soltándolo después hacia arriba para que se estampara en el suelo. Aun a pesar del golpe, el pokémon planta se puso en pie rápidamente algo magullado y le lanzó un agudo chillido, retándole con gran ímpetu.
-¡Eso es, no te dejes intimidar! ¡Hoja aguda con todas tus fuerzas!
Servine flexionó sus patas, dando un lustroso salto y dejándose caer hacia abajo, al tiempo que su cola centelleaba y rasgaba el aire en el proceso con fuerza.
-¡Mordisco una vez más!
En cuanto lo tuvo a su alcance, glaceon se echó hacia delante y mordisqueó la cola con sus dientes, deteniéndole en seco; por un instante ambos pokémon trataron de sobrepasarse sin resultados, estando parejos en cuanto a fuerza se refería. Pero en ese momento, un vaho helado comenzó a salir de la boca de glaceon, al tiempo que servine pudo notar un frío helador extendiéndose por su cola y se desconcentró, viendo entonces cómo comenzaba a congelarse.
-¡Lánzalo!-indicó el chico.
Con un solo movimiento de cabeza, glaceon lo soltó y lo estampó contra el suelo.
-¡Y canto helado!
Sin darle tiempo a servine a nada, lanzó los cantos rodados y éstos impactaron en el tipo planta, dejándole tirado en el suelo y sin moverse.
-¡Servine está fuera de combate, glaceon es el ganador! ¡El aspirante Rizzo obtiene un punto mientras que el aspirante Matís medio!-anunció el árbitro.
Mientras que una ovación contenida se extendía por el estado Matís lo recogió, un tanto contrariado por el devenir del primer asalto, pero enseguida se repuso y en su lugar sacó a un tranquill; por su parte, Rizzo optó por rufflet.
-¡Aire afilado!
-¡Esquívalo y cara susto!
Las alas de tranquill se agitaron con fuerza extendiendo varias ráfagas de viento hacia delante, pero rufflet esquivó todas volando en círculos y acto seguido atacó poniendo una cara lo suficientemente aterradora como para amedrentar a tranquill.
-¡Golpe aéreo!
Acto seguido le propinó dos golpes en una ida y vuelta sumamente veloz y casi imparable, dominando por momentos al otro pokémon volador.
-¡Termina con ataque ala!-indicó Rizzo con tonito triunfal.
-¡No tan deprisa! ¡Detección!-ordenó entonces Matís.
Antes de que rufflet le llegara a alcanzar con sus alas, tranquill hizo brillar sus ojos y pudo parar el ataque sin problemas.
-¡Ahora, respiro!
Inmediatamente después se posó en el suelo y recuperó así energía, estando a tope de nuevo rápidamente. Rizzo aprovechó el momento para pasar a la ofensiva.
-¡Cuchillada!
-¡De frente, aire afilado!
Ésta vez tranquill atacó primero, extendiendo las corrientes de aire hacia delante, pero rufflet con sus brillantes garras pudo hacerlas frente y además atacar de refilón a su contrincante.
-¡Arriba, rufflet!-indicó Rizzo.
El pokémon volador alzó el vuelo hacia lo alto del estadio, dejando atrás a tranquill.
-¡Persíguelo!-ordenó Matís.
Tranquill imitó a su rival y le siguió de cerca; ambos pokémon se lanzaron sendas miradas por el rabillo del ojo y rufflet realizó un vistoso tonel volado, siendo imitado por tranquill.
-¡Ahora, embístelo!
-¡Tú también!
Ambos pokémon voladores se encontraron justo en el centro y la embestida fue bastante fuerte, haciendo que los dos cayeran hacia abajo.
-¡Haz una barrena hasta el suelo!-dijo entonces Rizzo.
Rufflet se dejó caer, descompensando peso en ambas alas, y comenzó a bajar en picado, girando sobre sí mismo; tranquill observó la maniobra, anonadado e incapaz de imitarle.
-¡No te achantes, tras él y aire afilado!-indicó Matís.
Con algo de inseguridad, tranquill se echó tras él, poniéndose en picado, pero sin hacer barrena alguna; le siguió muy de cerca hasta el punto de ponerse detrás de él, yendo a rebufo.
-¡Ahora, rufflet, arriba!-masculló Rizzo.
Fue entonces cuando el pokémon volador, demostrando gran habilidad, alzó el vuelo en el momento justo, resultando en la caída de tranquill, el cual se quedó en el suelo bastante magullado y siendo además un blanco fácil.
-¡Es tuyo, golpe aéreo!
Desde donde estaba, rufflet se lanzó sobre su oponente, el cual le vio venir y, antes de que le alcanzara, logró detectarle a tiempo, librándose así de ser golpeado y contraatacando con todas sus fuerzas.
-¡No hay tiempo de recuperarse! ¡Vamos con todo, tranquill, ataque rápido!-masculló Matís.
-¡Tú también, rufflet, golpe aéreo!
Ambos pokémon volador se lanzaron el uno sobre el otro con todo lo que tenían, encontrándose en el centro del campo y siendo un golpe directo que les hizo caer al suelo al mismo tiempo, de donde no se volvieron a levantar.
-¡Tranquill y rufflet están fuera de combate, empate! ¡Medio punto para cada aspirante!-anunció el árbitro rápidamente.
Ambos chicos recogieron a sus pokémon visiblemente sorprendidos por el resultado; y es que ahora estaban a mano, aunque Rizzo tenía medio punto de ventaja Matís había logrado un punto entero y, si él lograba ganar el siguiente asalto, le podría derrotar aun a pesar de sacarle ventaja. Por lo que, sin pensarlo más, ambos sacaron a sus últimos pokémon, Matís a un simisear y Rizzo a dewott.
-¡Malicioso!
-¡Acua jet!
Antes de que el pokémon fuego pudiera lanzar su gélida mirada, dewott se envolvió en agua y se abalanzó sobre él a gran velocidad, evitando así que le bajara la defensa.
-¡Intercéptalo con golpes furia!
Antes de que dewott se echara sobre él, simisear preparó sus garras y asestó dos rápidos cortes hacia delante que sirvieron para detenerlo en seco; y eso no fue todo puesto que le siguió golpeando repetidamente hasta cinco veces.
-¡Concha filo!
-¡Lengüetazo!
El pokémon agua hizo mano de sus dos vieiras, pero antes de que pudiera moverse simisear se adelantó y le asestó un profundo lametazo en la cara que le dejó clavado en el sitio debido a la impresión.
-¡Ahora, pirotecnia!
Simisear hinchó los mofletes y lanzó una enorme bola de fuego que impactó en dewott, haciéndole trastabillar hacia atrás aun a pesar de no ser muy eficaz. Aprovechando que seguía paralizado, simisear le siguió avasallando repetidamente con golpes furia ininterrumpidos que le fueron minando poco a poco la salud.
-¡Reacciona, dewott, hidropulso!-indicó entonces Rizzo.
Antes de que simisear volviera a atacarle, finalmente logró moverse y, con un solo tajo de una de sus vieiras, le lanzó hacia atrás para, acto seguido, formar la burbuja en su boca y lanzándola contra simisear, el cual se encontró atrapado; varias convulsiones acuáticas lo zarandearon violentamente hasta que finalmente la burbuja estalló, mandándolo al otro lado del campo y cayendo junto a su entrenador muy tocado.
-¡No! ¡Arriba simisear, vamos, no te rindas!-musitó Matís, alentándole.
Reuniendo fuerzas de algún lado, el pokémon fuego se levantó muy duramente pero finalmente su propio peso le venció y se dejó caer al suelo, exhausto.
-¡Simisear está fuera de combate, dewott es el ganador! ¡Con un punto más en su haber, la victoria es para el aspirante Rizzo de ciudad Engobe!-dictaminó el árbitro.
Las gradas vitorearon su victoria y el chico saludó, triunfante. Por su parte Matís recogió a su pokémon, sin poder evitar sentirse un tanto inútil en esos momentos.
-Me has vuelto a ganar… con todo lo que he entrenado…
-Pues sigue entrenando y cuando estés listo, volvamos a combatir-murmuró Rizzo, con voz queda.
De alguna manera eso le debió sentar mal, puesto que se retiró sin dirigirle la palabra; Rizzo volvió por donde había venido y los dos regresaron al área de entrenadores, donde estuvieron viendo los siguientes encuentros inusitadamente callados.
Los siguientes combates se fueron dando en rápida sucesión aunque la tercera ronda, en la cual Cheren y Hiedra se iban a enfrentar, pasó de sopetón ya que la líder de gimnasio no apareció y se le tuvo que dar la victoria a Cheren por incomparecencia de su contrincante, cosa que extrañó a más de uno.
-Qué raro ¿dónde estará Hiedra? No es de las que se achantan así sin más...-murmuró Matís, con la mosca detrás de la oreja.
-Bah, déjala, mejor, más posibilidades de ganar-comentó Rizzo, sin darle mayor importancia.
El resto de aspirantes se enfrentaron en rápida sucesión, siendo Acromo el último en clasificarse tras una victoria de lo más holgada por su parte.
-¡Y la primera ronda ya está completa! ¡Ha sido una hora tremenda y llena de emociones, pero antes de hacer un pequeño receso vamos a anunciar los combates de las semifinales! ¡Y aquí vamos!-exclamó el comentarista.
Por la pantalla gigante las tarjetas de cada entrenador se volvieron a sortear durante unos breves pero intensos segundos, mostrando los siguientes emparejamientos, entre los que destacaba Rizzo contra Cheren y Hernando contra Acromo; el suyo contra Cheren sería el primero, por lo que salió un momento a tomar algo y a que les dieran una pasada a sus pokémon en un pequeño centro pokémon cercano que allí había. De vuelta al campo se encontró con Acromo descansando en el rellano.
-Ah, Rizzo… ¿preparado?-inquirió al verle.
-Claro.
-Antes te he visto luchar y me has recordado a la última vez que tú y yo combatimos; esgrimes una gran fuerza interior, muchacho. Me pregunto si es esa misma fuerza la que yo estoy buscando...
-Le repito lo último que le dije al respecto, yo sólo voy con la victoria en mente, eso es todo.
-Sí, no creas que lo he olvidado, tal vez ése sea un acercamiento adecuado para lo que yo ando buscando... mucha suerte en tu próximo combate.
-Gracias...
El chico se puso en marcha siendo observado atentamente por el científico. Para entonces Rizzo todavía se seguía preguntando cómo lograba aguantar a semejante personaje, pero dado que había sido considerado con él, no veía por qué no dirigirle la palabra. Aun así, las cosas como eran.
-Qué tío más raro...
Llegó al campo justo a tiempo y tuvo que pasar directamente al otro extremo de éste, ya que al otro lado Cheren esperaba.
-Tan informal como siempre, Rizzo… por lo que veo no has cambiado nada-le recriminó Cheren desde el otro lado.
-Qué te importa a ti, deja de hacerte el hermano mayor-masculló el chico, molesto.
El líder arrugó el ceño, molesto por su desfachatez y murmuró.
-Si has llegado hasta aquí, significa que debes haber mejorado de alguna manera. Déjame comprobarlo.
El combate dio comienzo con Cheren sacando a un imponente stoutland, a lo que Rizzo fue con rufflet; aunque stoutland empezó haciéndose fuerte con avivar, rufflet aprovechó su velocidad y pequeño tamaño para esquivar la gran mayoría de los golpes que el pokémon normal trataba de asestarle, haciéndole complicado alcanzarle, mientras le atacaba entre medias. Aun a pesar de su estrategia, Cheren logró contrarrestarla sin mucho problema dejándole que se acercara para así contraatacar sorpresivamente con colmillo rayo, dañándole sobremanera. Rizzo, que no se esperaba para nada que le fuera a dar problemas, trató de defenderse para después contratacar, pero Cheren lo aprovechó una vez más y logró tumbarle con derribo en cuanto tuvo la ocasión, ganando así el primer asalto y un punto.
En el siguiente asalto se enfrentaron glaceon y un watchog que le puso en problemas nada más empezar, puesto que durmió rápidamente al pokémon hielo, para luego prepararse con avivar y después pasar a la ofensiva con mordiscos y un superdiente que notó en sus carnes y le despertó de improviso, lo que le permitió apartarse a tiempo antes de que watchog le finiquitara. Para sorpresa y alivio de Rizzo, glaceon se protegió de los golpes físicos con barrera, un nuevo movimiento, y tras eso aprovechó para contraatacar con canto helado, logrando encajar varios golpes a su oponente. Watchog trató de volverlo a dormir, pero ésta vez glaceon se movió a tiempo y evitó así caer dormido, acercándose a él y respondiendo con un colmillo hielo en uno de sus brazos que comenzó a congelárselo por momentos. Sin embargo, y para sorpresa de Rizzo, rompió el hielo fácilmente con golpe roca y trató de contraatacar con ese ataque, pero glaceon alzó a tiempo otra barrera y se libró de ser golpeado. Aprovechando entonces la cercanía, le lanzó de improviso un ataque arena que no pareció afectarle, seguido entonces por una última baza que logró dar en el blanco, golpeando sumamente fuerte y consiguiendo ponerle fuera de combate, ganando ese asalto y estando a mano en cuanto a puntos se refería, uno y medio. El próximo asalto se decidiría todo, por lo que sacaron a su último pokémon.
Un elegante cinccino se enfrentó a dewott, el cual comenzó primero al abalanzarse sobre él con un rápido acua jet que el pokémon normal recibió sin mucho problema, contraatacando enseguida con recurrente, obligando a dewott a escudarse con sus vieiras para no salir mal parado. Rizzo aprovechó entonces para continuar con concha filo, logrando asestarle dos rápidos tajos que le hicieron algo de daño. Pero entonces cinccino comenzó a cantar y dewott cayó dormido, para la mala suerte del chico, que le llamó para que se despertara lo antes posible. Aprovechando las circunstancias a su favor, cinccino se preparó con avivar para luego atacar con espabila, haciéndole mucho daño en el proceso y poniéndole en serios aprietos. Dado que tras ese ataque dewott despertó, Rizzo hizo todo lo posible por adelantarse a su rival haciendo que su pokémon no parara en ningún momento, combinando la movilidad de acua jet con la ofensiva de concha filo, logrando así adelantarse a él en todo momento y haciendo inútil cualquier intento por volverlo a dormir. Cheren optó entonces ir con todo con un súbito gigaimpacto que dewott enfrentó de golpe sin dudar con su combinación de acua jet y concha filo. Por un instante parecía que estaban a la par en cuanto a fuerza se refería, pero entonces cinccino logró sobrepasarle e impactó de lleno en dewott, el cual respondió acto seguido con un súbito desquite, devolviéndole el daño causado por dos. Ambos pokémon cayeron al suelo con fuerza y, por un instante, parecía que ninguno se levantaría; pero haciendo acopio de fuerzas, dewott se apoyó en sus vieiras para levantarse y logró mantenerse de pie, dándole la victoria a Rizzo y ganando el combate por una diferencia de medio punto.
Todo el mundo se levantó de sus asientos para aplaudir con fuerza y el chico se regodeó en los aplausos. Por su parte, Cheren recogió a su cinccino y le miró un tanto contrariado, pensando al respecto.
-Sigue habiendo cierto factor suerte en su estilo de combate... pero he de reconocer que se ha hecho más fuerte desde la última vez que combatimos.
Cheren fue el primero en retirarse y, tras saludar un poco más, Rizzo se retiró y regresó a la zona de entrenadores, donde todos los demás también le felicitaron excepto Matís, que de hecho no le vio por allí; le preguntó a otro de los combatientes si le había visto, a lo cual un chico le comentó.
-Salió hará cosa de media hora, dijo que iba a buscar a la líder de gimnasio de ciudad Hormigón que no se presentó a la primera ronda.
Ante eso el chico frunció el ceño, optando por dejarlo estar y quedándose allí mientras veía los siguientes combates. En el combate siguiente Acromo luchó contra Hernando y ganó limpiamente y de manera fulgurante y eficaz. Y tras eso, la final quedó sentenciada.
-¡Y ya está aquí, lo que todos esperábamos, la sonada final! ¡Rizzo vs Acromo, señoras y señores! ¡Pero antes de esta apoteósica última etapa vamos a descansar unos cinco minutos!-anunció el presentador.
El chico fue a curar a sus pokémon rápidamente y regresó corriendo para llegar a tiempo; justo cuando iba a entrar por el pasillo de la derecha se encontró con Acromo, el cual se dirigía hacia el pasillo contrario.
-Ah, aquí está...
-Rizzo, me alegro que hayamos coincidido en la final, estaré encantado de volver a luchar contra ti. Que gane el mejor-dijo el investigador, tendiéndole la mano.
El chaval se la dio y repitió.
-Que gane el mejor.
Acromo le miró con una media sonrisa en la cara y desapareció tras su puerta; Rizzo le imitó y entró en el campo por tercera vez, mientas que tras él se iban encendiendo luces. En cuanto ocupó su puesto en el área de entrenador, varios chorros de vapor le rodearon. Hubo la misma introducción con Acromo hasta que los dos acabaron frente a frente; en cuanto el árbitro dio la señal la batalla dio comienzo, sacando Acromo a un klink. Por su parte, Rizzo fue con glaceon, comenzando a atacar.
-¡Canto helado!
Los proyectiles helados fueron directos hacia klink, el cual se mantuvo estoico en todo momento, dejando incluso que le golpearon de refilón, pero apenas le hicieron gran cosa. Acromo indicó de seguido.
-¡Carga!
Su cuerpo chisporroteó con fuerza, al tiempo que su energía corporal aumentaba, así como sus defensa especial. Rizzo optó por seguir con la ofensiva.
-¡Acércate a él, ataque rápido!
En un visto y no visto, el pokémon hielo se adelantó y rodeó a klink, el cual le observó sin dejar de girar sus engranajes ni una sola vez; en cuanto lo tuvo a tiro, Acromo indicó.
-¡Rueda doble!
Demostrando entonces una sorpresiva velocidad, lanzó entonces sus engranajes hacia glaceon, atrapándolo entre ellos y haciéndolos girar repetidamente, dañándole en el proceso.
-¡Agh, deshazte de él, barrera!
El pokémon hielo se revolvió, logrando zafarse de su agarre, extendiendo hacia delante una barrera que obligó a poner distancia entre ellos. Aun así, Acromo sonrió e indicó ajustándose sus gafas.
-¡Foco resplandor!
Un súbito rayo plateado salió disparado hacia glaceon, atravesando entonces la barrera y golpeándole de lleno en el rostro, haciéndole un daño importante.
-¡Agh, acércate a él y ataque arena!-exclamó Rizzo, contrariado.
Reuniendo fuerzas antes de echar a correr glaceon trató de adelantarse a su rival, logrando ponerse a su altura; pero antes de que pudiera reaccionar siquiera, Acromo indicó.
-¡Atadura!
Una vez más los engranajes del pokémon acero se abalanzaron sobre él, atrapándolo entre ellos y haciéndole un poco más de daño en el proceso, comenzando además a dejar daño residual extra que hizo un poco más de mella. Glaceon cabeceó de repente.
-¡Vamos, no te rindas, mordisco!-exclamó Rizzo, muy apurado.
-¡Rayo carga!
Aunque el pokémon hielo se echó hacia delante con las fauces abiertas, klink fue más rápido y le lanzó una descarga paralizante que puso los puntos sobre las íes enseguida, cayendo al suelo agotado.
-¡Glaceon está fuera de combate, klink es el ganador! ¡El aspirante Acromo obtiene un punto y el otro, medio!-anunció el árbitro en ese momento.
Rizzo recogió a su pokémon ciertamente impresionado, dándole la ligera sensación de que Acromo había mejorado sustancialmente desde la última vez que combatieron; éste aprovechó el momento para hacer un inciso.
-Como ves, Rizzo, he aplicado todo lo que he ido aprendiendo hasta el momento y ha dado resultado... ¿es éste quizás el método para extraer todo el posible potencial de los pokémon?
-¡Compruébelo usted mismo! ¡Rufflet!
El pokémon volador hizo acto de presencia retando con la mirada a su contrincante, el cual respondió sacando a un elgyem; dado que no lo conocía en absoluto, se informó rápidamente.
-Elgyem, el pokémon cerebro; según cuentan los rumores, procede de un desierto donde hace cincuenta años se estrelló un ovni. Posee un gran poder psíquico. Lo usa para comprimir el cerebro del enemigo y ocasionarle dolores de cabeza.
Antes de que Rizzo pudiera ordenar su primer movimiento, Acromo se adelantó y exclamó.
-¡Anticura!
Al punto, elgyem levantó sus brazos hacia delante, al tiempo que un aura oscura envolvía a rufflet durante unos breves segundos, desapareciendo acto seguido.
-¡Pues vale! ¡Cara susto!-indicó Rizzo, sin darle mayor importancia.
El pokémon volador le lanzó a su oponente una intimidante mirada que le bajó bastante la velocidad, aprovechándolo a su favor rápidamente.
-¡Golpe aéreo!
Rufflet le asestó un par de golpes que pudo notar en sus carnes, al tiempo que se alejaba rápidamente para no estar a su alcance, sin dejar de volar rápido en ningún segundo. Tan rápido iba que elgyem tenía problemas para seguirle el ritmo, lanzando varios psicorrayos desde donde estaba para tratar de alcanzarlo, pero no logró atinar ni uno. Rizzo resumió rápidamente su ofensiva, indicando de seguido.
-¡Cuchillada!
-¡Golpe cabeza!
Aprovechando la ofensiva del rival a su favor, ambos pokémon se golpearon mutuamente, logrando hacerse daño el uno al otro. Rizzo optó por mantener la presión.
-¡No te pares, golpe aéreo!
-¡Psicorrayo!
Los siguientes golpes se concatenaron en rápida sucesión, cansándose mutuamente, al tiempo que rufflet no dejaba de presionar en ningún momento, atacando repetidamente y sin descanso, tal y como hizo cuando lo capturó. Su tenacidad y persistencia fueron de las cosas que más le llamaron la atención, demostrándolas una vez más en combate. Enseguida elgyem se comenzó a cansar, recibiendo más y más golpes por minuto. Si rufflet estaba cansado, no lo mostraba en ningún momento.
-¡Una vez más, golpe aéreo!-masculló Rizzo, encendido.
-¡No te rindas, elgyem, psicorrayo!-exclamó Acromo, igual de atacado.
El rayo psíquico fue directo hacia rufflet, el cual lo enfrentó de frente rasgando el aire y logrando partirlo en dos hasta alcanzar a un exhausto elgyem, el cual no pudo hacer nada por evitarlo. El impacto fue tremendo, cayendo al suelo sin volverse a levantar de nuevo.
-¡Elgyem está fuera de combate, rufflet es el ganador! ¡El aspirante Rizzo gana un punto, el otro medio!-indicó rápidamente el árbitro.
-¡Bravo, rufflet!-exclamó Rizzo, parcialmente aliviado.
Por su parte Acromo trató de recuperar el resuello de la forma más elegante posible, comentando en ese momento.
-Vaya, hacía tiempo que no me sentía así... está siendo una experiencia de lo más edificante ¿será esto lo que estoy buscando?
-¡Le dejo que se lo piense! ¡Dewott!-exclamó Rizzo, sacando a su último pokémon.
Por su parte, Acromo sacó a magneton y el último asalto comenzó, mientras el combate se dirigía a su inminente final.
-¡Onda trueno!
-¡Esquívalo con acua jet!
Ésta vez ambos pokémon atacaron a la vez, aunque a dewott le resultó sencillo evitar la descarga paralizante zigzagueando rápidamente por todo el campo, rodeando a su enemigo. Por su parte magneton le observó atentamente, esperando su siguiente movimiento. En cuanto dewott se abalanzó sobre él, Acromo indicó.
-¡Disparo espejo!
Al punto, el metalizado cuerpo de magneton brilló intensamente, lanzando hacia todas direcciones proyectiles metálicos que incidieron sobre dewott, deteniendole en seco para sorpresa de Rizzo.
-¡Chispa!
-¡Intercéptalo con concha filo!
Al pokémon de agua le dio tiempo a sacar sus vieiras antes de que magneton le alcanzara, deteniéndolo en seco con la punta de sus armas y manteniéndolo a raya durante unos breves e intensos segundos. Una abrupta explosión les obligó a poner distancia entre ellos, contraatacando acto seguido.
-¡Hidropulso!
-¡Rayo confuso!
Ambos ataques fueron ejecutados al mismo tiempo, cruzándose en el centro del campo e impactando en su correspondiente objetivo, cayendo dewott confuso y magneton viéndose repentinamente encerrado en una burbuja que comenzó a lanzar una serie de pulsos acuáticos que le sacudieron repetidamente con tanta fuerza que él también cayó confuso.
-¡Diablos! ¡Reacciona, dewott, acua jet!
-¡No te detengas, magneton, chispa!
Por un momento ambos pokémon se quedaron quietos, como si no terminaran de situarse del todo, pero magneton fue el primero en reaccionar, cargando energía en su cuerpo y abalanzándose sobre un indefenso dewott que no pudo hacer nada por defenderse. El impacto fue directo, sacudiéndole el cuerpo con fuerza y lanzándolo hacia atrás con gran daño.
-¡Aguanta, dewott, no podemos perder!-musitó Rizzo, apuradísimo.
-¡Es el final, aquí radica la verdadera fuerza! ¡Chispa una vez más!-exclamó Acromo, exultante.
Ya liberado de toda confusión, el pokémon acero-eléctrico cargó energía una vez más y se echó sobre dewott, el cual por un instante le vio venir y se cubrió con sus brazos antes de que le tocara. El contacto posterior fue brutal, al tiempo que la descarga le sacudía todo el cuerpo una vez más, pero dewott aguantó todo lo que pudo, rechinando los dientes y echando hacia delante los brazos. Al ver esto, Rizzo lo comprendió y exclamó.
-¡Ahora, dewott, ni lo pienses, es tuyo!
Haciendo acopio de fuerzas mientras seguía recibiendo la descarga, echó hacia atrás su puño derecho envuelto en un aura rojiza y, al segundo siguiente, le asestó un golpe directo a magneton con el doble de fuerza, lanzándole hacia atrás y provocando otra abrupta explosión que lanzó también a dewott hacia el lado contrario, haciéndole hincar la rodilla en el suelo. En cuanto el humo se disipó magneton se encontraba tirado en el suelo, mientras que dewott permanecía en pie herido, pero entero.
-¡Magneton está fuera de combate, dewott es el ganador! ¡Con un punto a su favor, la victoria es para el aspirante Rizzo de ciudad Engobe!-exclamó el árbitro, emocionado.
Las gradas hirvieron de emoción y el tronar de los aplausos apagó cualquier otro sonido; una lluvia de confeti inundó el sitio y varias cintas de colores formaron varios arcos sobre el campo antes de caer al suelo. Acromo recogió a su pokémon con una gran sonrisa en su rostro, mientras que el chico festejaba la victoria con el suyo.
-¡Hemos ganado, dewott!
Estuvo saludando a las masas un poco más y los comentaristas saltaron al campo en compañía de los organizadores del torneo, el organizador jefe iba con un pequeño trofeo en sus manos, entregándoselo mientras comentaba.
-En nombre del comité organizador del PWT te felicitamos por tu victoria; esto es para ti.
-Gracias.
Dicho trofeo era del tamaño de una piña, de color plateado y llevaba grabado en él el escudo del PWT, con la inscripción: 1ª edición del torneo Fayenza. Rizzo lo levantó triunfante y otra ola de ovaciones se extendió por el campo.
Tras el término del torneo se dio cuenta de que ya eran las ocho de la tarde, la noche comenzaba a caer sobre Teselia mientras los últimos rayos de luz asomaban por el oeste más allá de las montañas. Nada más salir del recinto se encontró entonces con una cara familiar, dirigiéndose a él de seguido.
-Anda, aquí estás ¿dónde te habías metido, tío?
-Ah, Rizzo, buscaba a Hiedra, no aparece por ninguna parte, me está empezando a preocupar...
El aludido quiso responder, sin llegar siquiera a comprender a qué venía tanta insistencia por su parte, pero antes de que pudiera decir nada otra voz familiar comentó de seguido.
-A mí también, no quise abandonar el torneo por simple protocolo, pero me extraña que no se haya presentado teniendo en cuenta cómo es ella...
-Ah, Cheren, menos mal, he pensado que podríamos buscarla todos juntos-sugirió Matís en ese momento.
-Sí, buena idea, así cubrimos más terreno entre todos...
Antes de que alguien pudiera decir algo más, el propio Rizzo les cortó exclamando de seguido.
-¡Qué perra os ha dado con ella, si tanto os mola pedidla rollo o algo! ¿¡No?!
Ese abrupto comentario dejó anonadados tanto a Cheren como a Matís, los cuales no supieron muy bien qué decir. Antes de que pudieran responder siquiera, en ese momento la aludida hizo acto de presencia todo acalorada desde los muelles, mascullando en ese momento.
-El equipo Plasma… está aquí…
Nada más decirlo, un soldado del equipo Plasma negro pasó zumbando a su lado y Matís reaccionó al verlo.
-¡Ellos, son ellos! ¡Ni uno vivo, ni uno!
Y, tras esa jura, se lanzó tras él.
-¡Lo que faltaba para el duro!-bufó Rizzo, sobrepasado.
-Tranquila, Hiedra, respira ¿dónde está el equipo Plasma?-inquirió Cheren a su compañera.
La líder tomó aire por un momento y se puso a explicarlo todo lo más deprisa que pudo sin llegar a ser ininteligible.
-No llegué a presentarme en el torneo porque vi a uno de los soldados rondando por el estadio; le seguí y me llevó hasta el pasadizo ancestral, donde lo perdí de vista. Estuve buscándolo sin dar con él durante un largo tiempo hasta que finalmente reapareció volviendo hacia aquí y traté de adelantarme, cosa que logré; salí por una salida no descubierta junto a los muelles y entonces vi un gran grupo de soldados del equipo Plasma en el muelle junto a una fragata enorme y me vine para acá para avisar.
Cheren arrugó el entrecejo, visiblemente preocupado, hasta que finalmente habló al respecto.
-Esto me da muy mala espina… yo también voy.
Y, tras esas palabras, se dirigió hacia los muelles; para entonces Rizzo estaba a punto de rendirse y volverse a la ciudad, pero en ese momento salió Acromo, inquiriendo de seguido.
-He oído varios gritos ¿qué es todo este alboroto?
-Otro...
-¿Perdón?-murmuró el científico, confuso.
-Eh... no, no es nada, es sólo que ha aparecido un mindundi del equipo Plasma negro en los muelles inferiores, y han ido tras él-explicó el chico rápidamente.
-Oh... aunque espera ¿el equipo Plasma negro? ¿Pero no se había disuelto hace dos años?-recordó en ese momento Acromo.
-Sí, pero ahora han vuelto. Según ellos pretenden apoderarse de Teselia o no se qué más zarandajas, pero igualmente no pasan de ser unos simples mataos que no tienen ni media torta, no sé ni para qué se molestan tanto...
-¿¡A ti qué te parece, idiota?! ¿¡Acaso no recuerdas la que se lió hace ya dos años?! ¡Si ahora yo soy líder es porque dos líderes anteriores resignaron de sus puestos, es imposible que no sepas nada de eso!-le espetó Hiedra, molesta.
-¡Pues si tanto te importa ve tú con ellos!-respondió el chico, cada vez más molesto.
-¡Iría encantada, pero estando en el pasadizo me enfrenté a un montón de pokémon salvajes y mi equipo está para el arrastre, por eso tengo tanta prisa! ¡Aprovecharé para avisar a los demás, pero deberías ir con ellos!
-¡Ya, claro, preciosa excusa, ve corriendo entonces!
Antes de que la líder y el chico llegaran a las manos, Acromo medió rápidamente.
-Bueno, bueno, haya paz. Si me lo preguntáis a mí, entiendo el acercamiento de Rizzo, después de todo es innecesario arriesgarse con un asunto tan peligroso. Sé bien lo que pasó hace dos años y si es cierto que el equipo Plasma ha regresado y revindican todo eso, deben ser más peligrosos que antes. Después de todo, mejor pecar de cauto que insensato...
-¿¡Sugiere entonces que no hagamos nada?!-inquirió Hiedra, anonadada.
-No exactamente, simplemente digo que no debemos extralimitarnos, después de todo no todos podemos ser tan fuertes como un líder de gimnasio o un aspirante prometedor. Se suele decir que todo es posible cuando tienes tus pokémon a tu lado, pero ¿hasta qué punto eso es así? ¿Son fuertes los pokémon por su cuenta y riesgo, o sólo por poseer un vínculo con ellos a través de las poké ball?
Las palabras de Acromo se quedaron flotando en el aire, dejando tanto a Rizzo como a Hiedra un tanto cortados por unos breves segundos, como si les hubiera dado qué pensar al respecto. Finalmente, la líder de gimnasio exclamó.
-¡Agh, no tengo tiempo ahora para divagaciones filosófico existencialistas, tengo que curar a mis pokémon, ahora vuelvo! ¡Y tú ve a ayudar a Cheren, so memo!
Tras eso Hiedra salió dispara en dirección a la ciudad, dejando a Rizzo hirviendo de rabia y comiéndose las ganas de responderla. Acromo le observó particularmente interesado, inquiriendo de seguido.
-Entonces ¿qué harás? No te sientas obligado...
Por su parte el chico miró hacia donde Hiedra se marchó, luego a Acromo y después hacia los muelles, dejando entonces escapar un grito frustrado.
-¡Agh, maldita sea, siempre es igual! ¡Ya voy, ya voy!
Y, tras ese exabrupto, el chico corrió hacia los muelles sin hacer más preguntas. Acromo le observó irse, esbozando una media sonrisa antes de entrar de nuevo en las instalaciones del PWT.
Doblete, seguid leyendo.
