HONNE
Los verdaderos sentimientos y deseos de una persona.
DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.
…
Capítulo 11. Cosas que no se pueden evitar ni fingir.
Sakura no estaba segura de en qué momento se quedó dormida entre los brazos de su prometido, pero, para cuando despertó a mitad de la madrugada, todavía tenía los rastros de las lágrimas anteriormente derramadas pegados a las mejillas. Eso y el cálido cuerpo de Sasuke junto al suyo.
—Debes estar bastante adolorida... — el pelinegro se despertó al sentirla moverse. Se habían quedado dormidos en el frío suelo y atrincherados en una esquina de la habitación, por eso, en efecto, le dolía el cuello y la espalda.
—Descuida, con tal de estar contigo dormiría sobre piedras volcánicas — la pelirrosa respondió volviendo a envolver los brazos alrededor de la cintura del hombre —. Incluso a pesar de que nos quedamos dormidos así, me siento realmente bien gracias a que estás conmigo.
El Uchiha le acarició la mejilla suavemente para después sostenerla por la cintura y levantarse poco a poco junto con ella. Sin embargo, ni siquiera cuando ya estuvieron de pie dejó de abrazarla y eso hizo que el corazón de Sakura latiera completamente rendido ante la dulzura del pelinegro.
Siempre se había sentido inundada de felicidad cuando estaba con él, incluso desde la época en que eran solo un par de niños, pero desde que se comprometieron la intensidad de ese sentimiento se elevó hasta el cielo. Ahora contar con su presencia, llenarse de su aroma o el contacto entre sus cuerpos era mucho más especial.
No entendía cómo habían pasado los últimos años fingiendo que estaban bien solo siendo amigos, cuando ahora su amor era tan evidente e incontrolable.
—¿Entonces ya no estas tan triste como ayer? — él tomó entre sus manos su rostro para que lo viera a la cara.
—No, definitivamente no... Aun cuando las cosas van mal, siempre consigo olvidarme de todo cuando estoy contigo — esas palabras se ganaron un pequeño beso en los labios, aunque aun así Sasuke no se quedó tranquilo.
—Dijiste que tu visita a Tokio no había ido bien ¿Qué sucedió?
Sakura compuso una expresión aprensiva antes de animarse a responder. No quería arruinar su feliz reencuentro comunicándole malas noticias, pero tampoco podía dejarlo con la incógnita.
—Intente hablar con tu madre por si acaso podía decirnos algo que fuera de utilidad respecto a Madara... Pero no dijo nada más allá de que tu padre y ella estuvieron en un matrimonio arreglado — él no pareció nada sorprendido —. ¿Tú lo sabías?
—Mi padre me lo dijo una vez, pero no hubo más detalles además de eso.
—¿Entonces no te dijo que ella tuvo que escoger entre Madara y Fugaku-san? — ese cuestionamiento, en cambio, sí consiguió una reacción suya, pues de inmediato negó con la cabeza y su rostro se mostró bastante confundido —. Ella me contó que no eligió a Madara por que nunca se sintió cómoda con él, pero no quiso responderme si acaso lo creía peligroso.
—Entiendo... Eso es lo más útil que ha dicho en años y seguramente solo habló porque la cuestionaste tú... A mí nunca me escucha — él se encogió de hombros tratando de disimular que ese hecho no le afectaba, aunque sus ojos evidenciaron que sí lo hacía —. De hecho, tenía planeado ir a verla en estos días, pero algo sucedió y ya no pude hacerlo. Fue una pena porque, aunque sé que no iba a entenderme, quería decirle yo mismo que vamos a casarnos.
—¿Qué sucedió?
Al principio Sasuke se resistió un poco a contarle, pero viendo como ella comenzaba a angustiarse no le quedó de otra más que ceder.
Sabiendo que había detalles de su vida de los que ella se había perdido, comenzó contándole sobre Juugo, el hombre que Kakashi había asignado como su protector y vasallo personal. Incluso le mencionó que en ese momento seguro estaba esperándolos fuera de la habitación, pues siempre se mantenía cerca de él.
Sakura estuvo a punto de preguntar si encontraba tan necesario que ese hombre fuera básicamente como su sombra cuando escuchó a su prometido responder indirectamente a ese cuestionamiento al contarle que hacía dos días había sido atacado mientras trabajaba.
Explicó con lujo de detalles como se encontraba custodiando a su superior, Hashirama Senju, en una reunión informal en un restaurante durante la noche, cuando un grupo de sujetos armados con katanas intentaron llegar al señor para liquidarlo y cómo le había costado un poco de trabajo vencer a uno de ellos. El señor Senju, quien fue un mero testigo de toda la escena manifestó haber sentido que el ataque no había sido exclusivamente para él, pues, desde el momento en que los criminales aparecieron, en ningún momento pusieron sus ojos sobre él; en cambio, se concentraron en Sasuke desde el principio.
El Uchiha también se había dado cuenta de ello, pero creyó que podría deberse a que lo vieron como el obstáculo principal para llegar al mandamás del departamento de policía. Sin n embargo, Juugo, a quien interceptaron otro grupo de matones, no tardó en decirle que en realidad sí había sido un ataque dirigido a él y como si eso no fuera suficiente, en el interrogatorio uno de los criminales lo confirmó.
No quiso decir por qué, ni quién lo había ordenado, pero afirmó que los habían enviado textualmente a "darle a Sasuke Uchiha una oportunidad para desistir". Por supuesto, Hashirama se mostró enormemente interesado en esa confesión y a pesar de que no era un hombre que soliera saltarse protocolos o esconder secretos de sus superiores, decidió primero darle la oportunidad a su subordinado de explicarle qué estaba pasando, antes que fuerzas mayores a él quisieran intervenir.
Sasuke entonces le contó todo desde el principio, desde la fatídica muerte literal y figurativa de su familia hasta el hecho de que su prometida era esa consorte misteriosa que estaba al "servicio" del emperador. Teniendo a su vez que contarle del trato secreto que Sakura y Kakashi habían hecho en pro de ayudarse mutuamente.
—Y él... ¿No crees que podría decirle a alguien? — la pelirrosa no pudo evitar preocuparse.
—Hashirama-sama es un hombre bastante honesto y fiel a sus promesas. Me aseguró que mi secreto estaría bien guardado con él, además de que sabe que, si estoy siendo protegido por autoridades de más alto estatus, no puede interferir o tratar de traicionarme.
—¿Entonces qué sucedió después?
—Hashirama planeaba seguir con el interrogatorio a ese criminal hasta que desvelara información de utilidad, pero éste apareció muerto en su celda de manera sospechosa — ambos fruncieron el ceño pensando la misma cosa respecto a ese asunto —. Tras eso resolví que lo mejor era aceptar venir aquí y asegurarme de que no vayan a intentar lastimarte a ti también.
—No me malentiendas, adoro que hayas venido, pero no estoy en peligro aquí.
—Si Madara está viviendo en el mismo espacio que tú no puedes estar segura de ello... — Sasuke endureció la mirada haciendo encogerse a su prometida —. Por ahora me quedaré aquí contigo y lo mantendré vigilado mientras consigo ponerle fin a esto... Tú no tienes que preocuparte por nada, te voy a proteger pase lo que pase.
—No estoy preocupada por mí, es por ti por quien no puedo evitar sentirme así... — por supuesto, ambos lo sabían, sin embargo, el Uchiha nunca había estado de acuerdo en esa perspectiva de su parte y jamás lo estaría —. Aunque confío en que, además de mí, Kakashi-sama va a hacer lo posible por mantenerte con bien.
—En realidad a pesar de que estoy aquí aceptando su invitación a quedarme, aún no he hablado con él respecto a Madara — dijo al mismo tiempo que se encontraba reflexionando —. Y, sobre todo, no he tenido una conversación para que aclaremos todo sobre ti.
—¿Sobre mí?
Ella acercó su rostro al suyo con un poco de timidez, por lo que Sasuke tuvo que contenerse en tomar sus labios en un abrazador beso que le impidiera responderle.
—A pesar de que él dice ser muy consciente de que eres mi futura esposa y de que me ha traído aquí para que este contigo, necesito que me diga a la cara qué tan genuinas son sus intenciones contigo — al ver que la pelirrosa abría la boca dispuesta a refutar él continuó explicándose —. Y a su vez hacerle saber que te amo y primero lo mato a él y quemó todo este país antes de perderte.
—No deberías decir cosas así... — a pesar de que sabía que la forma de pensar del Uchiha estaba fundamentada en el hecho de que sentía que solo a él le correspondía cualquier cosa que tuviera que ver con ella, Sakura no podía evitar querer defender a Kakashi —. Él no es en absoluto el hombre traicionero o mentiroso que te imaginas. Es un buen amigo o si no me crees que lo sea, al menos es un socio de confianza.
—Hace mucho que aprendí que solo puedo confiar en ti. Eres la única persona de la nunca dudaría.
Dicho eso, el joven finalmente selló sus labios con los de su amada y sin ninguna demora comenzó a insistir en que ella le demostrara toda la pasión que albergaba e igualara la de él. La habitación se llenó del sonido de sus bocas y sus lenguas amándose y las manos masculinas comenzaron a recorrer lentamente el cuerpo de su amante mientras que las femeninas se aferraron a sus hombros, temiendo perder el equilibrio y caer.
—Sasuke... — ella jadeó dulcemente cuando él atrapó su trasero en sus palmas y lo estrujó lujuriosamente.
—No sabes cuanto he deseado poder volver a tocarte como aquella vez — el Uchiha llevó sus besos a su cuello y comenzó a lamerlo haciendo suspirar de placer a Sakura todavía más —. He estado soñando sin parar con el momento de volver a poner mis manos sobre ti y hacerte recordar que soy el único que puede tocarte... ¿Quieres que continúe?
—Sí... — la necesidad en su voz acompañada por el brillo de sus ojos apenas visibles por la única vela en la habitación lo llenaron del valor suficiente para apretar en su mano uno de sus pechos.
Estuvo acariciándola tanto como pudo al tiempo que siguió besándola con apremio, hasta que la tela se volvió un obstáculo del que Sakura no duda en comenzar a deshacerse. Con suavidad, la pelirrosa se separó de su prometido y mirándolo a los ojos en todo momento desató el nudo de su obi. Su kimono fue tirado a un lado, quedándose únicamente con el nagajuban puesto, al menos por el momento, puesto que a pesar de sus inseguridades y su creciente vergüenza también procedió a quitárselo.
—Sakura... ¿Estas segura? — a él se le secó la garganta cuando la vio asentir y en cuestión de segundos quedó totalmente desnuda ante su mirada hambrienta.
Sin ninguna reserva, los ojos oscuros de Sasuke recorrieron cada rincón del femenino y delicado cuerpo de la joven e internamente se regodeo por saber que ahora y siempre él sería el único con el que ella compartiría toda su perfección. Desde sus altos y pálidos pechos cuyos pezones rosados estaban erectos debido a sus anteriores atenciones, la sinuosa curva de su cintura unida a sus tentadoras caderas, deteniéndose de más en el rosado monte de venus que un día (que esperaba fuera muy pronto) sería el hogar de su hombría por el resto de sus días, hasta finalmente recorrer sus largas piernas imaginándose cómo sería tenerlas sobre sus hombros o rodeando sus caderas.
La había imaginado desnuda cientos de veces, pero lo hermosa que era simplemente superó con creces cualquier fantasía sexual que hubiera tenido con ella en el pasado.
—Sasuke-kun, y-yo... — habiéndose quedado estática frente a él sin saber cómo debía proceder, Sakura apenas encontró su voz para llamarlo —. Yo quiero...
—¿Qué? Dímelo... — con voz ronca, el hombre comenzó a cerrar la distancia entre ambos hasta que la joven se vio acorralada en una esquina. Atrapada e hipnotizada por la visión de su prometido comenzando a quitarse la camisa hasta dejar su bien trabajado torso al descubierto.
—Yo... ¿T-tú puedes...? — si de por sí ya se encontraba demasiado nerviosa, eso aumentó cuando sintió la gran mano masculina rodearle el cuello con posesividad y vio como su afilada mirada la instaba a expresarse libremente —. Y-yo quiero que me toques.
—Dilo otra vez, ¡Repítelo!
—Quiero que me toques, Sasuke-kun.
El pelinegro sonrió enloquecido al tiempo que su mano libre atrapaba uno de sus senos, concentrándose en sentir su suavidad, su peso y su firmeza primero con uno y luego pasando al otro. Aquellos pechos se acoplaban a la perfección a la medida de sus manos, como un recordatorio de que estaban destinados a pertenecerse el uno al otro en todos los aspectos.
Sakura gimió entrecortadamente cuando tomó un pezón entre sus dedos y lo estiró un poco, aunque esa plácida sensación se vio eclipsada cuando sintió la húmeda lengua de Sasuke deslizarse por uno de sus rosados botones, seguido de su boca succionándolo sin reservas. La joven se aferró a sus hombros mientras él se entretenía estimulando sus pechos, lamiéndolos, chupándolos y estirándolos hasta dejarlos completamente húmedos, hinchados y rojos.
Había estado conteniendo tanto como podía sus jadeos de placer, consciente de que alguien afuera podría escucharlos, pero era una tarea demasiado complicada y se volvió todavía más difícil de controlar cuando sintió una de las manos de su prometido acercarse a su zona intima.
Teniendo cuidado de no invadirla con la misma falta de suavidad que tuvo con sus pechos, Sasuke palpó sus labios inferiores en una caricia delicada, al tiempo que tomaba su boca con la suya para calmarla. El placer inicial fue tan fuerte para ella que sin querer rasguño la espalda de su prometido y se arqueó hacia él haciendo que sus pechos chocaran contra su firme y duro torso. Ese contacto tan cálido y delicioso hizo que el Uchiha suspirara en el beso y decidiera intensificar el toqueteo de sus dedos sobre su vagina.
Sasuke usó los dedos índice y anular, abriendo los labios exteriores de la pelirrosa y con delicadeza ingresó su dedo medio dentro de ella haciéndola estremecerse tanto de la sorpresa como del placer. Habiendo explorado su cálido y estrecho interior por un par de segundos el Uchiha no se contuvo y metió otro de sus largos dígitos.
—Sa-Sasuke-kun — la mujer se separó de su boca para gemir agudamente cuando en un lento procedimiento él comenzó a meterlos y sacarlos primero con lentitud hasta poco a poco aumentar la velocidad.
—¿Te gusta? ¿Quieres que siga haciéndolo? — el hombre sonrió libidinosamente cuando ella asintió a sus preguntas y aumentó el ritmo con el que sus dedos la bombeaban —. Eres una delicia Sakura... Mi delicia, este cuerpo tuyo es todo para mi ¿Verdad?
—¡Sí! — exclamó la doncella con los ojos comenzando a lagrimearle por el intenso placer que no hizo más que reclamarla con aún más violencia cuando Sasuke usó su pulgar para estimular aquel pequeño botón entre sus piernas, masajeándolo en círculos. Aquello simplemente fue demasiado para ella y no tardó mucho en sucumbir y perderse en un maravilloso orgasmo —. ¡Ahhh! ¡Sasukeee~!
La sensación fue tan arrebatadora que las piernas comenzaron a fallarle y tal vez hubiera caído de rodillas al suelo si su amante no la hubiera sostenido por las caderas. Todavía estaba tan lánguida que no le importó demasiado que Sasuke le hubiera dado a la vuelta a su cuerpo hasta dejarla viendo en dirección a la pared, ni tampoco el hecho de que apresara entre una de sus grandes manos sus muñecas detrás de su espalda.
—Aun no termino contigo... — escuchó que le decía al oído con voz ronca.
La lengua masculina inició un recorrido por sus hombros, dejando pequeños besos en ellos, antes de bajar a su espalda y humedecerla provocando que la pelirrosa se arqueara por el placer. Sakura se mordió el labio inferior para contener sus jadeos y el metálico sabor de la sangre invadió sus papilas gustativas cuando sintió la enorme y dura erección de su prometido, todavía cubierta por el pantalón, pegada a sus nalgas.
—Tienes el trasero más perfecto y hermoso del mundo... Tan suave, delicioso y redondo — sus sucias palabras acompañadas por las duras caricias y apretones de una de sus manos sobre su piel hicieron que la doncella se humedeciera todavía más y ello solo fue superado cuando él no se contuvo en darle una nalgada ligeramente fuerte —. Me muero por meterme entre ellas.
—¡Yo también quiero que lo hagas! ¡Lo deseo y necesito como no te imaginas!
Pegando la frente a su espalda, Sasuke bajo la mirada para observar cómo su dolorosa erección quedaba atrapada entre las cada vez más enrojecidas nalgas de su mujer y gruñó como un animal por imaginar cómo sería adentrar su pene en ella mientras la tomaba por detrás.
Lo enloquecedor que sería poseerla sin reservas hasta correrse en su interior, ver sus bellos ojos verdes perdidos en el éxtasis, escucharla gemir su nombre entre fuertes declaraciones de amor, marcar con sus manos y boca cada rincón de su piel y repetir ese procedimiento por el resto de su vida. El perfecto cuerpo de Sakura había sido creado para satisfacción de sus más bajas pasiones y no pensaba perder ni una sola oportunidad de disfrutar de ella ahora que la había probado.
Tal vez, si las cosas hubieran sido distintas, esa misma noche hubiera mandado al demonio todas sus reservas y la hubiera poseído como el loco enamorado y lujurioso que era, pero tuvo que detenerse y ambos fueron sacados abruptamente de su ensoñación cuando Juugo tocó la puerta y le pidió hablar con él.
—Ve, no te preocupes — Sakura fue la primera en salir de su estupor —. Te veré más tarde, aún hay otras cosas que debo contarte.
Con todo el dolor del mundo, Sasuke soltó a su prometida y comenzó a vestirse, en todo momento besándola en los labios para disculparse por la interrupción y siendo correspondido en un acto que comunicaba "Descuida, ha sido increíble... Ya podremos continuar la próxima vez".
La mañana había transcurrido para ambos en caminos separados, Sakura por fin pudo asearse, comer y dormir como tanto había deseado hacer el día anterior cuando llegó de su viaje y Sasuke hizo las primeras dos cosas exceptuando la última, pues en lugar de descansar decidió acudir a una audiencia con Kakashi.
A su llegada al palacio, el emperador había manifestado que podrían hablar cuando el Uchiha quisiera, así que no iba a posponer esa muy necesaria conversación con él por más tiempo. Era momento de poner todas las cartas sobre la mesa y esclarecer varios puntos ambiguos que los involucraban a ellos y, sobre todo, a su prometida.
—Iruka ¿Puedes dejarnos a solas? — el peliplata le pidió a su mano derecha con una sonrisa tranquilizadora y éste le obedeció un poco decepcionado. Él también quería saber qué era lo que Sasuke tenía para decir —. Bueno Uchiha-kun, finalmente estamos frente a frente y con la plena libertad de hablar, así que dime... ¿Tienes algo que decirme?
—Unas cuantas cosas, pero pienso ser muy conciso, señor... — el joven de cabellos negros era respetuoso, pero eso no quitaba el hecho de que su mirada era implacable y hasta un poco hostil —. Primero quiero hacerle una pregunta.
—Adelante.
El par de hombres se observaron el uno al otro antes de que una palabra más fuera dicha, analizándose mutuamente antes de dar el siguiente paso. Sobre todo, Kakashi.
El día anterior cuando había visto llegar a aquel imponente joven no pudo evitar sentirse impresionado. Sasuke era tal y como Sakura se lo había descrito: varonil, imperturbable y elegante. Sin embargo, claramente faltó ver en él aquella dulzura y gentileza que la pelirrosa tanto afirmaba que poseía.
Aunque claro, sería muy ingenuo de su parte esperar que se comportara amable con él cuando, sin importar qué beneficios estaba obteniendo a cambio, tenía a su amada atrapada a su lado bajo la excusa de que eran socios y que no tenía interés en algo más allá de eso con ella.
—¿Usted siente algo por Sakura?
Algo que aquel perspicaz chico no se creía ni un poco.
—¿Hay alguna importancia en eso para empezar? Ella es tu prometida y en mi caso una simple amiga... — Kakashi fue hábil al desviar la pregunta —. Mis sentimientos no son algo que deban preocuparte Uchiha-kun.
—Solo trato de entenderlo — el chico no retrocedió en lo absoluto en sus intenciones de sacarle toda la verdad —. Es obvio que la aprecia y por eso hace todo lo que ella le pide y hasta más.
—Es lo que me corresponde por nuestro acuerdo.
—¿Y puede asegurarme que solo la trata bien y la complace por eso?
Entre ambos se instaló un sepulcral silencio. Mismo que el pelinegro utilizó para analizar a su acompañante críticamente. Kakashi podía a simple vista parecer el tipo de persona transparente y despreocupada en la que era inevitable no confiar y que con su amabilidad conquistaba cualquier lugar al que fuera, pero él podía ver a través de su fachada.
Tenía la certeza de que el emperador había desarrollado una especie de sentimiento especial por Sakura y no lo culpaba por ello, pues siendo ella una persona tan encantadora, lo extraño sería sentir lo contrario. No obstante, en serio quería saber qué tan profundo era éste y las cosas de las que sería capaz de hacer motivado por ello.
Más que nada quería entender por qué si tenía sentimientos románticos por la pelirrosa elegía con tanta facilidad traerlo de regreso a su vida y llevarlo a vivir con ellos. ¿No sería mejor para él que se quedara en Kioto lejos de su prometida? Lejos para quedar en el olvido y abriendo la oportunidad para que alguien más tomara su lugar.
—De acuerdo Uchiha-kun, voy a ser completamente sincero contigo — Kakashi suspiró pesadamente y tan sereno como siempre lo contempló al iniciar su explicación —. Cuando conocí a Sakura hubo algo en ella que llamó mi atención como nunca nada en el mundo lo había hecho antes: su tristeza. — esa declaración hizo al joven fruncir el ceño, confundido, aunque luego recordó que eso fue en la época en la que Kizashi había muerto y él la había abandonado —. Era una joven hermosa y distante cuyos ojos no podían ocultar lo perdida que se sentía. Me vi reflejado en ella y por eso la traje como mi concubina.
—Sakura ya me contó cómo fue que concretaron el trato y usted lo repitió a través de su carta.
—Lo sé, pero lo que no saben ni ella ni tú fue cómo me sentí en nuestro segundo encuentro. La primera vez que la vi estaba apagada como una flor sin vida, pero en la siguiente se veía rebosante de ella. Sí, estaba nerviosa, pero su mirada había despertado de su trance y yo me encontré preguntándome qué había sucedido para que cambiara así tan de repente — hizo una pequeña pausa para tomar aire y tragar saliva por lo que estaba por decir. Ya era suficientemente duro admitírselo a sí mismo, como para también tener que decirlo —. Ella entonces me dijo que iba a casarse, con el amor de su vida. El único hombre en el que sus ojos habían sido capaces de fijarse y por el que se moriría si acaso no lograba estar con él...También me contó de sus razones para amarte y toda su historia juntos.
—¿Ella le contó de...?
—¿Sobre su insólito nacimiento, su larga y conmovedora vida a tu lado y esa extraña creencia en las cosas malas que pasan cuando pelean? Sí, lo hizo — se apresuró a completar su cuestionamiento por él —. Eso llamó mi atención, aunque no tanto como la manera en que me contó de ti. Con tanto orgullo, amor y desesperación... Eres su mundo.
—Y ella el mío, siempre ha sido así. Nací, viví, viviré y moriré por ella — Sasuke no sólo manifestó su amor en sus palabras sino también con su mirada —. Si usted piensa que sus sentimientos por mí son intensos lo que yo siento por Sakura simplemente no lo puede dimensionar.
—Eso lo dudo... Porque tal y como habías sospechado, luego de conocerla, yo también terminé enamorado de ella — Kakashi no titubeó en confesarle, aunque contrario a lo que esperó -alguna reacción irritada o violenta de su parte- el pelinegro ni siquiera parpadeo —. ¿No estas enojado conmigo por eso?
—Tenía esa certeza desde el momento en el que la llamó a su corte y no me siento enojado con usted por ese simple hecho. Para mí, eso no lo hace diferente a los chicos con los que crecimos en Tokio y que en algún momento llegaron a sentirse atraídos por ella... — saber que sus sinceros sentimientos eran tan poco trascendentales, no solo para Sakura sino también para Sasuke, hizo que la amargura se asentara en el rostro del emperador —. No me preocupa o enoja el hecho de que este enamorado porque, hasta ahora, según la propia Sakura, ha sido respetuoso con ella y no la ha incomodado manifestando dichos sentimientos. Entonces, a pesar de que ya sé todo eso, la razón por la que lo cuestiono es por su posición.
—¿Mi posición? — su confusión fue rápida al hacerse presente.
—Es un hombre con poder, el más poderoso del país. Si usted quisiera, podría sacarme fácilmente de la vida de Sakura y obligarla a estar con usted — se encogió de hombros como si fuera lo más obvio —. Según qué tanto la quiera o la desee podré anticiparme a lo que llegaría a hacer por tenerla. Sé que sería difícil y casi suicida ir contra usted, pero jamás permitiría que mi prometida fuera apartada de mi sin luchar primero.
Kakashi meditó con cuidado esa afirmación. Era natural y comprensible que Sasuke lo viera de esa manera, pero al mismo tiempo no podía evitar sentirse descolocado y, hasta cierto punto, ofendido por esa afirmación.
Si bien su amor se había desarrollado con rapidez y más que nada se basaba en el anhelo, también era sólido y puro. Bajo ninguna circunstancia se convertiría en el verdugo de la pelirrosa a costa de conseguir algo más de ella.
No era una persona capaz de actuar tan ruin.
—Sé que has pasado por muchas cosas en tu vida Uchiha-kun y que desconfiar de la gente es algo inevitable para ti, por eso tendré la paciencia de explicarte que no debes preocuparte, pues lo que siento por Sakura es el amor maduro que un hombre siente por una mujer.
—¿Entonces yo la amo como un niño? — no quiso hacerlo, pero su tono de voz se elevó un poco. Para ese punto los ánimos de ambos estaban bastante crispados.
—No quise decir eso, pero ciertamente si me hubiera visto en esta situación cuando tenía tu edad, probablemente no me habría quedado de brazos cruzados viendo como la persona que quiero se va a los brazos de alguien más... — el emperador no quería comenzar a pelear y obtener aún más el antagonismo del chico, por lo que se cruzó de brazos tratando de controlarse y continuó elaborando su idea —. Lo que trato de decirte es que siempre vi a Sakura como una causa perdida. Ella siempre ha sido muy clara respecto a amarte, así que realmente nunca vi una posibilidad de conseguir ese tipo afecto de su parte. Si la elegí como mi "concubina" es porque confío en ella y esto a su vez es mi única oportunidad de estar cerca suyo lo poco que nuestro acuerdo vaya a durar.
—¿Así que tenerme aquí sabiendo que eso lo aleja aun más de ella es su manera de demostrar cómo es querer con madurez a alguien? — más bien la mejor forma de llevar a cabo el papel de mártir en esta situación, Sasuke pensó con ironía.
—No tengo nada que demostrarte a ti o nadie Uchiha-kun, pero debes saber que he vivido toda mi vida bajo la filosofía de un regente y para mí no es extraño poner a los demás por encima de mi... Poner los deseos y el bienestar de Sakura por encima de todo es natural para mi — esa discusión estaba extendiéndose demasiado y no estaba llegando a ninguna parte por lo que Kakashi se decidió a terminarla —. En conclusión, sí, siento cosas por tu prometida, pero soy consciente de que ella no y estoy conforme con su simple amistad... Aunque, si en algún momento tú llegas a arruinar las cosas con ella, no dudaré en buscar abrirme paso y ocupar tu lugar.
De no ser porque el hombre era la figura de autoridad más grande del país el pelinegro habría soltado un insolente bufido de diversión. Ni, aunque la mismísima muerte se lo llevara, su prometida aceptaría en su corazón a alguien más y mucho menos lo reemplazaría. Sakura y él habían nacido para estar juntos, el universo así lo había establecido y ellos dos también habían puesto de su parte para que así fuera, de modo que estaba seguro que las palabras del emperador no eran más que inofensivas amenazas que nunca podrían llegar a volverse realidad.
—De acuerdo, gracias por su sinceridad — se inclinó respetuosamente, dando por terminado ese tema y luego pasó al siguiente —. Lo otro de lo que quería hablarle es de mi tío, ¿Tiene información nueva o ha acontecido algo reciente respecto a él?
Aliviado por poder hablar de otra cosa en la que no estuvieran directamente enfrentados, Kakashi volvió a ser el afable tipo de siempre.
—Hace unos días el consejo me presionó para presentarles a Sakura, naturalmente Madara estuvo ahí y poco tiempo después de eso la invitó a reunirse con él — la anterior animadversión que ambos habían sentido el uno por el otro esta vez fue dirigida hacia aquel hombre —. Fingió no haber sido él quien la convocó a mi corte en primer lugar y luego inventó toda una historia respecto a ser una víctima más de lo que pasó con tu familia para tratar de conseguir la simpatía de Sakura... Lo siento.
—¿Por qué se disculpa?
—Porque sé que escuchar eso es una mierda para ti — lo era, Sasuke estaba haciendo un gran esfuerzo por no demostrar cómo su odio por su tío crecía exponencialmente debido a sus descaradas mentiras —. Además de que los dos investigadores que envié a revisar toda la documentación e investigar la escena del crimen no han regresado.
—No es necesario, pero aun así gracias, por todo eso, ya me ocupare yo de ahora en adelante.
—¿Cuál es tu plan? — Kakashi lo vio meditar un momento.
—Realmente no tengo uno en concreto, todo ha estado cambiando rápida y constantemente, así que estar previamente preparado para situaciones inciertas no es el curso de acción más conveniente — el joven se cruzó de brazos mientras reflexionaba y en sus labios se instaló una curiosa media sonrisa —. Además, con Madara moviéndose para llegar a mi sin ninguna discreción, confío en que terminaré acorralándolo.
—Eso es verdad, ciertamente resulta interesante lo descuidado que está siendo.
—Así entonces, mientras espero a que las respuestas lleguen ya sea de sus investigadores o de él mismo, voy a enfocarme en averiguar por qué quiere que Sakura este aquí y no conmigo — justamente eso último era una de las mayores incógnitas que el emperador tenía respecto al Uchiha —. Porque si está planeando hacerle daño a ella dejaré de ser cauteloso y me importara poco que él o todos sus aliados vengan contra mí... Si se atreve a tocarla no voy a contenerme.
—Estoy de acuerdo.
Si Sasuke ya creía que su tío estaba pendiente de todos sus pasos, quedó todavía más convencido de ello cuando al salir de la audiencia con Kakashi éste se cruzó en su camino, fingiendo ser una casualidad.
—Parece que realmente nunca pueden permanecer demasiado tiempo separados ¿no? — Madara habló sin saludarlo primero y a cambio recibió una mirada vacía de su sobrino —. No pareces sorprendido de verme, así que supongo que Sakura-chan te ha mantenido al tanto de todo.
—Ya sabe... Ella y yo no tenemos secretos entre nosotros.
El Uchiha mayor recordaba a su sobrino como un niño alegre y vivaz que sonreía al instante siempre que lo veía llegar, pero ahora tenía frente a él a un joven maduro, frío y lleno de amargura.
La persona que él había creado.
Desde que comenzó a fraguar sus planes siempre sintió que era una lástima tener que pasar por encima de Sasuke en el camino hacia lograr sus objetivos. Realmente había sentido aprecio por él en el pasado, aunque no el suficiente como para detenerse.
Y por la manera en que el chico lo estaba observando era obvio que tampoco gozaba de su consideración como antes, ni mucho menos lo seguía viendo como su familia.
En palabras no dichas pero muy bien expresadas en sus miradas: estaban en un enfrentamiento pronto a ser declarado.
—Sí lo sé, cualquiera que los conozca lo sabe — el desierto pasillo hizo eco del suspiro que Madara soltó —. Que lastima como resultaron las cosas para ustedes... Siempre aposte a que terminarían enamorados y se casarían tarde o temprano.
Con que a eso se refería Kakashi con que el hombre estaba fingiendo no tener nada que ver con la separación entre el par de chicos sin ningún disimulo y bastante evidencia. Era como ver un niño con azúcar en el rostro tratar de convencer a su madre de que no había comido galletas antes de la cena.
—La vida nunca sale como uno se imagina... Ni como uno planea — Sasuke se encogió de hombros fingiendo indiferencia.
—Cierto.
Los siguientes minutos su tío comenzó a intentar establecer una conversación sencilla y casual como si estuvieran en buenos términos y las cosas del pasado nunca hubieran tenido lugar. Por ello, el Uchiha menor había comenzado a disociar poniéndole nada de atención a lo que su acompañante decía.
En cambio, estaba concentrado en contener su creciente enojo por el descaro de su familiar al presentarse frente a él y establecer comunicación como si no tuviera nada que ver con la muerte de su padre y su hermano mayor, así como en la difícil situación en la que su prometida estaba metida.
De no ser por él, su familia seguiría intacta y habría llevado una vida feliz y plena, alejado de la culpa por ser el único que quedaba, libre de la responsabilidad de obtener justicia por los suyos, todos esos planes que habían hecho para su vida con Sakura se habrían llevado a cabo sin problemas y en ese momento estaría dedicándose únicamente a ser feliz a su lado, en lugar de lidiar con todos las consecuencias que su crimen le habían traído.
Ah, pero Sasuke no pensaba dejar que se escapara del castigo que se merecía. Así tuviera que recurrir al más bajo de los recursos, Madara Uchiha iba a pagar por todo.
Aunque aún no había necesidad de hacerle saber que pensaba ir contra él impulsado por todo el odio y resentimiento acumulado en su corazón a lo largo de los años.
—Ojalá pudiera quedarme un rato más a conversar, pero tengo algo que hacer — el pelinegro más joven miró solemnemente a su tío y luego a una esquina alejada de ellos en ese estrecho pasillo, con disimulo —. Ya podremos continuar después con esto, con permiso.
Ya se había dado la vuelta, dispuesto a marcharse e ir en busca de Juugo, quien también debía estar cerca, cuando unas últimas palabras de su tío lo detuvieron en el acto.
—Has crecido mucho hijo... Has madurado y ya eres todo un hombre — aun cuando lo tenía a sus espaldas, Sasuke estaba seguro de que el hombre estaba sonriendo mientras hablaba —. Como nuestra dulce Sakura, que ahora es una mujer en todo el sentido de la palabra... Si tu entiendes a qué me refiero.
Esa insinuación acerca de su prometida y las labores que se suponía que estaba cumpliendo fue suficiente para que se marchara sin decir más. Tenía las manos hechas puños y la mandíbula apretada como signos de su enojo contenido. Había hecho un magnífico trabajo deteniéndose de tomar a su tío por el cuello y apuñalarlo sin descanso con su espada, mientras le exigía no volver a pronunciar el nombre de su amada nunca más.
Justo cómo imaginó, cuando estuvo lo suficientemente lejos de la vista de Madara, se encontró con su leal siervo, quien aguardaba por él captando de inmediato su turbulento estado de ánimo.
—Tenías razón Juugo, hay alguien con él y estoy seguro de que se trata de la misma persona que nos estuvo acechando esta mañana.
Aunque tuviera la cantidad de aliados y sombras que fueran, Sasuke no iba a tener piedad con ninguno ni a dar un solo paso atrás en su venganza.
Ni siquiera porque, por un par de segundos, creyó reconocer a esa persona que aguardaba escondido detrás de Madara, como un perro guardián esperando el momento de atacar.
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NOTAS FINALES:
Resulta que además de tener que lidiar con mi vida y todos mis rollos mentales tengo el periodo aajajajajaja. Ay no, eso de que Dios les da sus peores shows a sus mejores payasos neta es cierto.
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Como en cada ocasión doy gracias a todxs los que me leen y esperan por cada actualización sin importar que me tarde. Plis cuéntenme qué piensan sobre este capítulo, ya saben que aprecio todo lo que me escriben, así como su apoyo a través de sus favs, su views y sus follows a mi cuenta (algo que les pido a los que todavía no me sigan porfa lo hagan, en serio en serio en serio, quiero crecer en ese aspecto)
Sin más por añadir mil gracias y nos leemos pronto. bye!
