evlR. palomasssss~ palomasssss~
Vani309, todavia no, todavia no~ Aunque pobrecitos de ellos .
Fnix de Plata, es mas un spin-off que una secuela, pero si XD
Nada de Katekyo Hitman Reborn o Harry Potter me pertenece, solo la historia y uno que otro agregado que aparecerán más adelante en la historia.
Magic's Games
Capítulo 2
- ¿Estás seguro de que estamos en el lugar correcto Tsu-nii? – Preguntaron dos voces muy cercanas.
Tsuna bostezo profundamente, era demasiado temprano… ¡Eran las 6 de la mañana!, ¡demasiado temprano!
- ¡No duden de Tsuna-sama mocosos-
- Ma Ma, estoy seguro de que Tsu-chan sabe a dónde estamos yendo… - Takeshi fue rápido en interrumpir a Hayato antes de algo malo ocurriera.
No hacía falta ser un genio para saber que era una muy, muy, muy mala idea hacer molestar a Tsuna en ese momento, y francamente quería conservar su cabeza en su lugar, muchas gracias. ¿A qué se debía todo esto?, pues era mayormente culpa de cierto bebé, quien había oído a Tsuna decirles ayer que hoy saldrían a comprar los útiles escolares de los chicos antes de que mas palomas aparecieran para recordárselos. Reborn lo había despertado a las 4 de la mañana, y desde entonces Tsuna había estado de un humor de horrores, y no ayudaba que solo tenía 3 horas de sueño.
La buena noticia era que cierto fantasma no estaba muy contento y seguramente Reborn no la estaba pasando muy bien junto con el resto de los habitantes de la casa, lo último que Takeshi había visto era al fantasma desearles un feliz viaje con una sonrisa muy tensa y lo que sospechosamente parecía ser un bate con alambre de púas en su espalda. Aunque hubiera querido preguntar (cosa que no iba a hacer, mucho menos en ese momento), no hubiera podido, ya que Tsuna estaba demasiado irritado y solo quería salir del asunto para volver y tirarse en su cama…
Tsuyoshi solo había puesto mala cara por unos minutos cuando el fantasma los despertó en la madrugada, pero no fue tanta la molestia al entender que su hijo no iba a ir solo a solo Dios sabe dónde y que volvería en la tarde. Honestamente, Tsuyoshi había estado demasiado somnoliento como razonar bien todo lo que le estaban diciendo, y Takeshi sabía que en cuanto despertara de nuevo iba a tener un ataque… si no veía la nota que le dejo pegada en la nevera.
- Idiota-
- Ma Ma, calma pueblo, calma pueblo... – No quería morir, y mucho menos quería que Tsuna se lo tragara vivo y-
- ¿Se pueden callar de una buena vez? – Finalmente estallo Tsuna, mirándolos de una forma tan fea que ambos adolescentes se hicieron una pequeña pelota en el asiento. – Gracias… - Miro a los dos niños que se arrepentían de haber abierto la boca. – No, la verdad es que no se a donde debemos de ir con exactitud, sé que es en esta región, porque he estado aquí antes, pero nunca he hecho compras ni nada así que… - Se encogió de hombros, bostezando profundamente y dejando caer su cabeza en la mesa. – No debe ser muy difícil, espero…
Ambos niños se miraron, aliviados de que no hubiera explotado con ellos, pero al mismo tiempo inseguros, porque si el vampiro no sabía ni en donde estaban… Los adolescentes, luego de un rato de silencio mientras aun pasaban el susto, se relajaron en sus lugares, uno pidiendo un café mientras que el otro pidió un trozo de torta de chocolate para Tsuna.
-… Este lugar es raro, jajajaja… - Aunque lo dijera para relajar un poco el ambiente, era cierto.
- Estamos en un bar de brujas, magos, indefinidos y quien sabe que otra cosa, ¿qué esperabas? – Tsuna le contesto mirándolo de reojo, devorando la torta de chocolate con gusto.
-… ¿Indefinidos? – Salió de la boca de Fuuta en un hilo de voz.
- ¿Y quién sabe qué otra cosa? – Siguió Harry, queriendo irse ya.
- No me voy a poner a revisar todo el lugar, solo estamos parando aquí porque hay hambre. – Y ni siquiera podía desayunar, dudaba mucho que vendieran sangre…
Los siguientes minutos pasaron en silencio, o al menos así fue hasta que:
- ¡Bien!, ¡nos vamos!, ¡este sitio es más aburrido que una tortuga boca abajo! – Dicho esto, Tsuna salió del lugar, ignorando las caras de todos los demás presentes, quienes lo miraban como si no lo hubieran visto antes y como si hubiera dicho una estupidez.
Tom, quien había estado recogiendo una mesa cercana, solo se congelo, e iba a preguntar de donde venia eso cuando se fijo quien era el chico. Tom no sabía quién era con exactitud, para nada, pero era visible para el que ese chico no era un humano común y corriente, era una criatura mágica, y por tanto no era alguien con el que quisiera meterse. Así que, Tom simplemente callo y rezo porque no pasara a mayores, en silencio preguntándose porque su establecimiento era más aburrido que una tortuga boca abajo…
- ¡Espéranos Tsu-chan! – Llamo Takeshi, un tanto alarmado ante la repentina explosión.
Tsuna aminoro el paso, y solo se detuvo luego de unas cuantas vueltas al encontrar…
- Perfecto, los vestidos. – Dicho esto, empujo a los chicos dentro de la tienda antes que pudieran corregirlo, y no basto con eso: - ¡Quiero una decena de vestidos para estos dos!, ¡los ridículos vestidos de la escuela mágica de palomas!
Un niño peliblanco y una bruja de mediana edad fueron totalmente interrumpidos de sus actividades, y solo podían ver al chico delante de ellos como si le hubieran salido dos cabezas.
- ¿Pero qué disparates hablas chico tonto? – Se quejo de inmediato la bruja.
- Si, ¿vestidos?, ¿para la escuela?, ¿vestidos para ellos? – Pregunto el chico, burlón, señalando a Fuuta y a Harry, quienes estaban temiendo-
- Sí, quiero los vestidos estúpidos de la escuela de palomas, una decena para cada uno, lo más pronto posible. – Todos en la habitación tragaron, Tsuna estaba muy molesto. – Tengo sueño, no quiero discutir, y francamente el mundo mágico es una ridiculez, así que llamar unos uniformes escolares vestidos más bien es ser misericordioso.
Para rematar, Tsuna le entrego una de las cartas a Hayato, quien ni siquiera entendía que ocurría y estaba tanto asustado como impresionado ante tal actuación de su jefe, y dejo las siguientes palabras antes de tomar a Takshi por el cuello de la camisa y básicamente arrastrarlo fuera de la tienda:
- Gokudera-kun, por favor asegúrate de obtener los vestidos, volveré más tarde, tienes permiso para volar el lugar si es necesario.
Takeshi en verdad no tuvo tiempo de nada, y Fuuta y Harry solo palidecieron en el sitio, pues Hayato no necesito una repetición y ya tenía la dinamita afuera y lista para ser lanzada y explotar todo el lugar… ¡con ellos dentro!
- ¿Dinamita? – Pregunto el chico al lado de la bruja, totalmente confundido. - ¿Qué es eso?, los plebeyos si-¡Kaboom!
En otro lugar, ignorando la estela de humo y demás, Tsuna caminaba casi arrastrando a Takeshi hasta que llegaron a una librería. Takeshi no tuvo tiempo de preguntar o siquiera decir algo cuando Tsuna le hizo casi tragar la otra carta, diciéndole:
- Ordena todos esos libros, dos de cada uno, que te los pongan por separado, y aquí está el oro. Vuelo en un rato. – Esto fue dicho de forma irritada.
Cuando Takeshi pudo quitarse el papel de la cara, Tsuna ya no estaba por todo el lugar, y no podía preguntarle nada. Sin muchas opciones y temiendo lo peor para el lugar completo, se acercó a la bruja más cercana, quien estaba en shock.
- Ma Ma, necesito dos pares de todos estos libros, y lo mismo con los demás útiles escolares, si los tienen…
Al final, Takeshi termino comprando la lista de libro, dos veces, dos maletas expandibles, sin peso y hasta con un escritorio incorporado solo Dios sabe cómo, ya que las brujas tuvieron piedad de el al ver que no había forma ni manera que pudiera llevarse tantos libros en las manos… La verdad, una de las brujas se ofreció a llevarlo a todos los sitios requeridos al ver que era un… lo que sea que haya dicho, seguramente quiso decir que era un ser no mágico.
-… ¿Y cómo usted termino por aquí?, quiero decir, solo los magos conocen y pueden entrar a este lugar… - La bruja le pregunto, haciéndola la petición de los ingredientes de pociones por el al vendedor.
- Ma Ma, es que un amigo me trajo a mí y otro amigo, anda muy irritado y bueno-
- Pero está prohibido traer muggles. – La bruja le regaño ligeramente. – Todo mago sabe eso, me temo que alguien tendrá que-
- ¿Qué parte de que ya volvía no entendiste? – Tsuna se quejó, apareciendo justo detrás de ellos. - ¿Y esta señora?
- Ma Ma, solo me está ayudando, ya solo faltarían las varitas-
- ¿Varitas?, ¿Por qué la escuela de palomas necesita varitas?, están más que pasadas de moda y esa es la peor forma de enseñar magia que existe.
- Pues no se Tsu-chan, sale en la lista. – Odiaba cuando Tsuna lo asustaba así, a pesar de que era sin intención.
- Se las comprare, por si acaso, pero tendrán prohibido usarlas-
- Eh, perdón chico, pero, no se puede hacer magia sin una varita… - Explico la bruja amablemente. – Es la herramienta más importante del mago y de la bruja. ¿Acaso usted también va a Howards?, si es así-
- La dichosa comunidad mágica esta súper anticuada. – Tsuna corto a la bruja diciendo esto, frunciendo el ceño. – Si se puede hacer magia sin un palo estúpido, mire.
Takeshi pestañeo varias veces, y luego solo pudo reír al ver la cara tan perpleja de la bruja, y de todos los demás magos que estaban comprando en los alrededores. Era como si Tsuna hubiera hecho algo completamente anormal… a pesar de solo estar haciendo flotar cosas.
- Los palos estúpidos son solo una forma de hacer las cosas más simples, nada más, no deberían usarse para enseñar magia. – Takeshi pestañeo, ¿Por qué ahora lo estaba mirando a el? – Un palo es como esa cosa cuadrada con pelotitas que se usa para la caja de imágenes móviles. La caja puede funcionar perfectamente sin él, pero es más cómodo la cosa cuadrada esa.
-… Esa cosa cuadrada es un control remoto Tsu-chan… - ¿Cuántas veces se lo había dicho ya? – Y la caja es un televisor… - Sonriendo un tanto apenado, Takeshi pregunto: - ¿Quieres decir que toda esta gente solo está aprendiendo por el camino fácil?
- Sipi.
-… Y tú no quieres que los chicos aprendan así…
- ¡Claro que no!, si le quitas el palo ya no tienen con que defenderse o hacer magia, ¡y los palos son fáciles de romper o robar! – Puchero.
Takeshi solo podía sonreír incómodamente, era bastante extraño y divertido ver a un adolescente hacer esa clase de pucheros, pero el sabía muy bien que detrás de esa apariencia estaba solo un niño malhumorado.
- Bueno, muchas gracias señora anticuada. Vámonos ya Take-nii, quiero salir de todo esto y dormir, estúpido Reborn-nii-chan… - Mas pucheros.
- Ma Ma, ya vamos a terminar, solo faltan las varitas y los uniformes. – Se dirigió a la pobre bruja, que no dejaba de mirar a Tsuna con la boca abierta y la cara algo roja. Lo mejor era salir de allí, y rápido. – Muchas gracias señora, realmente se lo agradezco, pero ya me tengo que ir, Tsu-chan es muy impaciente cuando quiere-¡Kaboom!
Takeshi sudo frio e internamente hizo una mueca, en especial al ver que Tsuna no parecía para nada preocupado.
- Necesitamos a los chicos para las varitas-
- Okay. – Dicho esto, Tsuna lo tomo del cuello de la camisa y… Takeshi se arrepintió de haber abierto la boca, ¡hubiera dejado que Hayato volara toda la tienda!
-… ¿Takeshi-san?, ¿se encuentra bien? – Pregunto Harry, tratando de auxiliar al adolescente que estaba expulsando su desayuno en un basurero cercano.
Por razones algo obvias, Takeshi no pudo contestar esa pregunta. Mientras eso pasaba, Hayato saludaba alegremente a Tsuna, quien le pregunto:
- ¿Tienes los vestidos?
En cualquier otra situación seria normal que Tsuna preguntara eso, pero en ese momento estaba ignorando el lugar en llamas, el humo, una bruja inconsciente, y un niño encaramado en una repisa llorando por su vida. Lo peor era que Tsuna no era el único que estaba ignorando la situación:
- ¡Hai Tsuna-sama! – Presento las bolsas con los uniformes sonriendo de oreja a oreja.
- Muy buen trabajo Ya-nii. – Ahora solo quedaba-
- ¡Por favor no me maten! – Volvió a llorar el chico, quien de seguro necesitaba ir al baño. - ¡Llévense todo si quieren!, mi padre lo pagara, pero-¡Ahhhh!
- Hey. – Tsuna no tuvo reparo alguno en bajar al chico en un dos por tres. - ¿Quieres ser mi mascota?
-… ¿Qué? – Fue lo único que salió de la boca del chico.
- ¿Quieres ser mi mascota? – Repitió pacientemente Tsuna.
-… ¿No…?
- Okay, vámonos chicos-¿Uh?
Tsuna pestañeo, y luego suspiro, tomando al chico por el cuello de la camisa, para al menos poder caminar…
- ¿Nombre? – Si no lo iba a soltar…
-… Draco, Draco Malfoy….
- ¿Ya tienes todas tus cosas para ir a la escuela de palomas?
-… No…
-… Genial, vamos chicos y mascotas. – Ahora tenían que hacer todo el proceso… ¡de nuevo! – Ah cierto… Toma mascota.
Harry pestañeo. No sabía que existían bolsitas expandibles… Tomo lo que parecía ser una jaula, y quito la funda…
- ¿Para mí? – Era una lechuza hermosa, blanca como la nieve…
- Es tu mascota, mascota.
- ¡Muchas gracias Tsu-nii! – Se abrazó a Tsuna antes de que este se apartara.
- De nada… Fuuta… - Le entrego una jaula al otro chico…
-… ¿Le compraste una rana? – Preguntaron Hayato y Takeshi al mismo tiempo, perplejos.
- Es una rana que pone huevos bomba. – Fue la respuesta tranquila del vampiro, quien sonreía divertido. – Es inmune a las explosiones y al fuego.
-… ¿No es peligroso tener algo que ponga bom-
- ¡Sublime!, ¡como era de esperar de Tsuna-sama!
Los niños se miraron, y Draco solo se abrazaba más al vampiro, temeroso de una cosa que podía destruir toda una habitación en un dos por tres… no quería volver a vivirlo, simplemente no-
-… ¿Un gato? – A diferencia de la rana, la cual era amarilla, el gato era negro como la noche, de ojos amarillos, rayado como un tigre.
- Un gato del país de las maravillas. – Sentencio Tsuna, como si no hubiera dicho anda fuera de lo normal.
-… ¿Qué?
Para sorpresa de todos, menos de Tsuna, el gato se volvió invisible allí mismo.
- Soy genial, lo sé. Lo mejor para mis mascotas.
- Pero mi lechuza es normal-
- No lo es.
- Pero… - No se hacía invisible ni ponía bombas…
- Ya lo veras, no te arruinare la sorpresa. – Murmuro algo irritado. – En fin, Ya-nii, Take-nii, vayan por las cosas de Draco, iré por los palos de estos dos.
Unos minutos más tarde, finalmente habían encontrado la tienda de varitas mágicas. Lamentablemente, para cierto vendedor, Tsuna no estaba de humor para muchas cosas…
- Quiero dos palos. – Ni siquiera un saludo, nada de nada…
- Ah, creo que se refiera a una varita, ¿no es-
- Son palos. – Sentencio Tsuna. – Quiero uno para él. – Señalo a Fuuta. – Y otra para él. – Señalo a Harry.
-… De acuerdo, de acuerdo… - Cielos, los chicos de hoy en día…
Varios intentos más tarde…
- Ah, corazón de dragón-
- Si, si, vayamos por el otro palo… - Tsuna quería hacerle cosas muy, muy feas al anciano. ¡Quería irse a dormir!
-… Está bien, pasa adelante chico-Oh, joven Potter-
- Solo consígale un palo viejo. – Tsuna estaba cerca de comérselo vivo. Cada vez que probaba un palo se demoraba, ¿qué parte de que quería irse a dormir no entendía?
- Perdone, pero como-
- Harry. – Se quejó Tsuna, molesto, sacando un libro y casi lanzándoselo a Harry en la cara.
-… ¿Hay un libro-
- Hay libros de ti, hay de todo, todos te conocen, así que no te sorprenda que un viejo decrepito sepa quién eres. Cuando reúna más información de tu pasado hablaremos, pero en este momento solo obtén tu palo que me quiero ir, ¡TENGO SUEÑO!, ¡SUEÑO!
Nadie hablo ni hizo nada más por temor a que Tsuna explotara, incluso el viejo se quedó en silencio, temiendo por su vida…
-… ¿Qué demonios ocurrió aquí…? – Pregunto Tsuna lentamente al salir de la tienda, un tic en el ojo izquierdo y listo para matar a media ciudad.
Justo en frente de él, había muchas edificaciones en llamas, y humo por doquier. Se habrían demorado, a lo mucho, 15 minutos, gracias a todo lo que hablaba el viejo… Ni Harry ni Fuuta quisieron decirle que seguramente era culpa de él, Hayato no tenía problemas en mandar todo al demonio si eso complacía a Tsuna…
