Nada de Katekyo Hitman Reborn o Harry Potter me pertenece, solo la historia y uno que otro agregado que aparecerán más adelante en la historia.
Magic's Games
Capítulo 10
Sin pensarlo mucho, se sentó detrás de una roca, apoyándose en ella y dejando escapar un gran suspiro de satisfacción. No había nada cerca, pero aun así no soltó su fiel y mejor amiga. Uno nunca podía confiarse en estas tierras, lo que sea que se moviera recibiría un tiro en la cara. En fin, necesitaba un descanso y este era un buen sitio. Había sombra.
Fue despertado de su siesta, una refrescante y deseada siesta, por lo que parecieron ser gritos. No había oído nada similar en demasiado tiempo. ¿Acaso habrían mandado otras almas en desgracias a estas tierras sin nombre?, porque de verdad que no se lo deseaba a nadie.
Hizo una doble toma al subir la vista. Tal vez aún estaba durmiendo, porque vaya. Creía que eso era un tren… no estaba seguro, pero era bien largo. Los rieles y el tren estaban en el aire, muy en alto. Aun así, podía ver las caras de lo que parecían ser solo niños, gritando y lloriqueando por sus vidas.
Quizás no era solo porque estaban a varios metros de altura en un lugar tan desolado, con lava y demás… sino por los monstruos flotantes que se acercaban a matarlos. Mientras más ruido hicieran, peor. Aun así, tal vez debería moverse, no quería que esa cosa le cayera encima y lo matara. No había sobrevivido y luchado por tanto tiempo para morir de una forma tan ridícula como lo era un tren vola-¡toc!
Pestañeo varias veces, el palo deslizándose por sus piernas al suelo. Sin pensar, lo tomo para ver mejor que era. Para ser un palo, sin duda alguna-
Has obtenido "Varita Mágica".
¿Una varita?, ¿mágica?, ¡había creído que ya había descubierto todos los objetos y armas disponibles en-
Has desbloqueado Modo de Dificultad: Pandemónium Infernal.
Muy bien, esta parte si no le gusto. Ni por el carajo iba ir a ver de que trataba este nivel de dificultad. Ya todo estaba lo suficientemente difícil como era. Y con tal nombre, menos quería saber. No podía haber nada peor que-
Has seleccionado Modo de Dificultad: Pandemónium Infernal.
- ¡No! – ¡No había seleccionado nada!, ¡ni siquiera había ido a ver el menú!, ¡no había seleccionado nada! – No he hecho tal-
Bienvenido, todos tus logros han sido reseteados.
Que alguien lo matara. ¡Esta era una horrible pesadilla!
Todas tus mejoras han sido reseteadas.
¡¿Alguien tenía idea de cuánto le costó?!, ¡esa era la única razón por la cual no lo mataban los monstruos de uno o dos golpes!, ¡su armadura era imprescindible!, no era-
Todos los objetos y armas que posees han sido reseteados y/o eliminados.
Su siempre fiel mejor amigo se desvaneció en sus manos. Una pistola que en verdad solo sirvió de algo al principio de su travesía apareció en su lugar como reemplazo.
Estos cambios son permanentes.
- ¿Que…? - ¿Como que permanentes?, no, no podía ser. ¡¿Por qué nadie lo despertaba de esta pesadilla?!
Esperamos que disfrute la nueva y única dificultad.
Como si esto no fuera lo suficientemente malo, aun no había terminado:
Buena suerte.
Si no fuera porque uno de los monstruos, una nube negra con un ojo, se dirigía hacia a él a gran velocidad hubiera llorado y se hubiera golpeado contra la roca para ver si despertaba. Esta era la peor pesadilla que había tenido en toda su vida…
Tuvo el mal descubrimiento que tenía solo 10 disparos y de que su armadura de broma resistió el primer ataque. Era para llorar.
Agarro la estúpida varita mágica y la lanzo con todas sus fuerzas al monstruo, a sabiendas de que no haría absolutamente nada y al mismo tiempo tratando de no llorar a mares, maldiciendo su suerte:
- ¡¿No pudieron darle este trabajo a otro?!, ¿qué he hecho yo para merecerme todo esto? – Estaba muerto. De eso no tenía-¡Kaboom!
Quizás quedo allí como un minuto o quizás una hora. Solo mirando las cenizas, el piso quemado, y una varita completamente impecable e inocente en medio de las cenizas.
Bueno… no era exactamente una de los mejores planes…
Pero una bomba infinita sonaba bien. Ahora, si solo supiera como se usaba…
En otro lugar:
-…sé que nos iba a tocar pelear con esas cosas… - Takeshi se estremeció de solo pensarlo, a pesar de que había estado a unos segundos de tener que correr o ver que rayos hacia antes de que se lo comieran.
A todos en verdad. La vidriera estaba llena de cosas… nadie quería mirar. Tripas, fluidos desconocidos, grietas… eh, mejor no mirar. Ya alguien había vomitado. Y ni siquiera iban a comentar sobre la cosa que logro entrar solo para desaparecer. Si esto era lo que "tía Sakura" típicamente hacia cuando aparecía…
- ¿Cómo rayos le llegas buscando abrazarla Tsuna-nii? – Lloriqueo un niño que había creído que había visto de todo en las últimas semanas de su vida. Obviamente ese no fue el caso.
- Oye, no te hagas ideas. – Fuuta no fue muy sutil con Gokudera. El señor de las dinamitas y fuegos artificiales (según Yamamoto) tenía hasta estrellitas en los ojos.
Asqueado, algo blanco, mente en corto circuito, eso no detenía la maravilla ante la idea de que los aliens existían. Ni idea si de verdad eran aliens o no, pero obviamente no era de este mundo…
- ¿Tsuna-nii? – Llamo Harry nuevamente al no obtener respuesta.
- ¿Tsu-chan? – Debería de estar con ellos… a menos que… - Ya aparecerá. – Pronto, esperaba.
Ver a los monstruos también debió de asustarlo, incluso si no era la primera vez que le pasaban estas cosas. Tsuyoshi iba a matarlos a todos si llegaba a conocer a tía Sakura. O al menos lo intentaría. Nadie podía culparlo por ello.
- Uh, no es por nada, pero-
- hay cosas más graves por las que-
- preocuparnos. – Ambos gemelos terminaron al mismo tiempo, señalando hacia adelante con la cara muy blanca y sonrisas demasiado amplias.
- Oh… - Esto era un problema. - ¿Por alguna causalidad alguien sabe cómo operar un tren?
Solo hubo negaciones de cabeza. Y un conductor no quiso despertar. Ni siquiera con un buen golpe en la cara.
- Bueno… - Solo había una cosa por hacer: - Pónganse cómodos. Espero que esta cosa tenga piloto automático…
Como si no fuera lo suficientemente malo que ninguno supiera operar un tren, el conductor estuviera noqueado, y el vidrio estuviera lleno de cosas que nadie quería ver, siempre había una forma de hacerlo todo peor:
- Tsk, no debería ser tan difícil. – Subiéndose las mangas y pateando al conductor lejos del asiento, Gokudera tomo el control. – ¿Esta cosa es de cuándo?, ¿los años 60?
No hace falta decir que la cosa no termino bien. Al menos nadie murió, excepto quizás el conductor. Con tantos gritos, explosiones y golpes, ¿no debería haber despertado en algún punto?
¿Y no debería de haber un copiloto o algún otro adulto cerca?, ¿en especial con todo el ruido?, Hibari no podía haber mordido a todos, incluso él sabía que debía de esperar a que el tren dejara de moverse para apalear a todo lo que se moviera.
En otro lugar…
- No me acuerdo de haber pedido a un niño por correo… - Murmuro para si un hombre con el pelo rubio y una paleta en la boca que de broma no termino en el piso como el alicate que había estado usando.
A menos de un metro un niño se estaba sobando la retaguardia y murmurando algo acerca de familiares sádicos y sus malas costumbres de hacer bromas pesadas. Ah, y algo sobre monstruos gigante come hombres. Como sea. El niño había aparecido mágicamente a 2 metros del suelo y cayó como una piedra, y ahora tenía esta escena.
Su chupeta de fresa cayó al suelo ante enormes alas negras que se estiraron, tumbando uno de sus robots accidentalmente. El chico no había dejado de mascullar y respiraba agitadamente. Era la cosa más rara…
- No sabía que había niños con disfraces tan realistas de venta en Amazon… - Dijo para sí, tratando de convencerse de que no pasaba nada del otro mundo. Estaba resultando muy difícil de… ¡también tenía cola!
A este punto fue que el chico se dio cuenta de que no estaba solo, y quedaron mirándose el uno al otro.
- Hueles bien. – Uh, eso no sonaba bien.
- ¿Quién eres? – Quería preguntar que era, pero con tal comentario no quería tentar su suerte.
Tenía robots y armas, pero era mejor no provocar una pelea… en especial si el chico podía aparecer y desaparecer de la nada sin explicación. ¿Tal vez era un experimento de tele transportación?, tenia-
- Tsunayoshi, solo dime Tsuna. – El chico pestañeo, ladeando la cabeza un poco. Era un gesto lindo e inocente, en especial al retraer sus alas. – ¿Que es Amazon?
¿Que?
- ¿Como que no sabes que es Amazon? – Genial, tenía a un analfabeta. Bueno, no. ¿Quién rayos no sabía que era Amazon en esta época? – Es una tienda online, puedes comprar muchas cosas desde allí. – Básicamente. Era más complejo que eso, pero lo sencillo era lo mejor. Además: - ¿De dónde sacaste el disfraz?, es bastante realista. – Necesitaba una chupeta. Creía tener de uva, a ver-
- ¿Cómo te llamas? - ¡¿En qué momento llego tan cerca?!
Más cerca y sus narices se tocarían. Santo Dios, tenía que-¿uh?, ¿cuándo había terminado contra la pared…?
- ¿Y bien? – Tal y como estaba parecía que tenía un demonio encima con una linda carita.
Tenía colmillos. Como si todo lo demás no fuera lo suficientemente escalofriante…
- S-Spanner… - Esperaba que no se lo fuera a comer. Esperaba que no lo fuera a matar.
- Spanner… - El chico probo el nombre, curioso. Nunca había oído un nombre así por lo visto. – Serás mi mascota de ahora en adelante Spanner. – Espera, ¿qué?
- ¿Mascota? – Genial, definitivamente era un demonio…
Solo su suerte. ¡Ni siquiera creía en lo sobrenatural!, ¿cómo pasaban estas cosas de todos modos?
- Si, mi mascota. – El chico asintió y aclaro deliberadamente, como si tratara con un tonto. Auch. - ¿Debo buscarte una correa?
Esto era una horrible y terrible pesadilla. No volvería a ver películas de terror antes de dormir. No es que hubiera visto alguna recientemente, pero aun así…
- ¿Por qué? - ¿Que había hecho?, ¿que había-
- Porque me gustas y hueles bien. – En cualquier otra ocasión no hubiera más que bufado ante tal respuesta infantil. – Eres una buena persona, ¿qué más necesito saber?
Había tantas cosas mal con esa pregunta. Pero era un demonio, suponía que-
- Bueno, tengo que irme. – En un pestañeo el chico ya no estaba encima de él. – Nos vemos pronto Spa-chan~
- ¡Espe…ra… - Ay. ¿En qué rayos estaba pensando?
El hecho de que fuera japonés, solo los japoneses usaban honoríficos y ahora que lo pensaba el chico lucia japonés, no cambiaba el hecho de que fuera un demonio. No, ni aunque fuera un demonio japonés lo quería aquí. No señor.
A pesar de que no encontró evidencia de la presencia de ese ser, las cámaras de vigilancia no mentían. Tardaría horas en convencerse de que todo fue una broma (de quien sabe quién) y todo estaba bien. Sus chupetas serian una salvación en más de una forma luego de todo esto.
En otro lugar…
- Más vale que tía no haya planeado en los fuegos artificiales… - Porque si encontraba a una de sus mascotas muertas o lastimadas de forma permanente, lo iba a oír. ¡Le había dicho que no les hiciera nada!
La verdad era que no tenía idea de en como terminaría el viaje. Cuanto duraría en esa dimensión. Ni siquiera quería saber que dimensión era. Había infinidades, y solo Dios sabía si solo había planeado una.
De todo lo que pensó no fue ver monstruos tan horribles. No debió de haber desaparecido así, pero ya lo había hecho para cuando se dio cuenta. Tenía suerte que medio sabia a donde terminaría el bus. Sino… mejor no pensar en eso. No quería tener que tomarse la molestia de secuestrar a un pobre diablo…
Estaba el plan C, pero no sabía que tan fiable seria… Así que por eso se tomó la molestia de preguntar dónde diablos quedaba Hogwarts. Esperaba no encontrar un desastre…
En el tren…
- Tsuna no va a estar muy feliz… - Murmuro alguien a segundos de que el tren comenzara a incendiarse. – Opppsss…
El montón de niños y adolescentes solo miraron el tren con pena y algo similar a miedo. Ninguno se movió, en perfectas y derechas filas. Ninguno quería morir y estaban perfectamente claros en que estaban secuestrados por gente que, a pesar de no verles varitas ni armas, era increíblemente peligrosa.
Las llamas, el humo, y el montón de cuerpos en la zona más que lo demostraban. Nadie quería retar a esta gente. En especial al tipo con tonfas que no dejaba de mirarlos y examinar que tan bien podían seguir ordenes, ignorando completamente la sangre ajena que tenía encima. El hombre de pelo gris no era mejor con esas cosas raras que dejaban todo en llamas y de color negro en un segundo.
Los que venían del mundo muggle sabían muy bien que eso era dinamita. Al ver esto solo sabían que estaban con un grupo terrorista y de seguro iban a morir todos. Aun así, era muy difícil pegar gritos y llorar cuando estaba el otro hombre con tonfas…
- Ma Ma, no pongan caras tan largas. – Este era el más normal. No pensarían nada de él excepto que estaba loco si no estuviera con esta gente y actuara tan casual con ellos. – Ya vamos a llegar, Hibari no hará nada si hacen caso. Es muy estricto con las normas, ¿saben?
¿Normas?, ¿cuáles normas precisamente?
- No harán nada. - ¡¿Ese era Draco Malfoy?!, ¿qué diantres hacía con esa gente y por qué estaba tan tranquilo? – Solo viene a acompañar, no es culpa de ellos que los aurores sean unos idiotas y vengan atacando sin antes preguntar, ¿saben?
Y allí se iba el ultimo vestigio de normalidad. No es que hubiera normalidad…
- ¿Estás loco Malfoy? – Siseo uno de los más valientes. Fue recompensado por una mirada de muerte y un leve golpe en la cabeza por una tonfa gracias a un prefecto muy irritado.
- Llevo como un mes con ellos, Harry lleva más. – Ante el nombre, muchísimos ojos fueron a parar en el chico de pelo negro discutiendo algo con otro chico con un libro gigante. – No voy a decir que son personas normales, pero no son malos. – Empezando a señalar: - Él es un prefecto que valora demasiado las reglas, si no las cumples te molera a palos. Ese de allá es le cae mal casi todos menos Tsu-nii, podrá amenazar y todo, pero no hará nada si no es provocado. – Al más normal de los tres adolescentes: - Él es muy amigable y buena gente, pero maneja espadas. ¿Quién crees que causo todos esos cortes?
De repente el más normal ya no era el más normal.
-… la reacción al calor, al fuego, hace que explote? – Ante el asentimiento del hombre de pelo gris:
- ¡Súper!
Olviden la parte de que esta gente eran los terroristas. Los gemelos Weasly serían los próximos terroristas en acción si esas sonrisas decían algo.
Sus próximas horas no lucían bien…
