Nada de Katekyo Hitman Reborn o Harry Potter me pertenece, solo la historia y uno que otro agregado que aparecerán más adelante en la historia.


Magic's Games

Capítulo 12

- ¿Que le hiciste al Director? – Se apretó el puente de la nariz. Estaba a un paso de mandar todo a volar. Para algo tenia a Hayato, ¿cierto?

- Nada. – Ni lo había tocado. Aunque solo le faltaba un poco para llegar a tal punto. – Es un suertudo. – Alguien le dio un codazo sin razón, irritándolo más si era posible.

- Al menos sigue vivo, eso es bueno. – La verdad es que no estaba seguro de eso Take-nii. El viejete no era exactamente malo, pero igual…

Se salvaba porque no era apetecible. Era una pasa, no le gustaban las pasas. Así que no. Simplemente no. Eso no quería decir que no lo descuartizaría si hacia algo raro con alguna de sus mascotas.

- No le hice nada. – Repitió lentamente ante las miradas que no cambiaron en lo absoluto. – Sigue vivo, no hay sangre, esta entero… - Y solo porque ya estaba molesto: - Si quieren se los empaqueto para llevar, no sé qué tan bien sepa la carne de pasa-

- Lo siento Tsu-chan, pero se me es difícil de creer que no hayas hecho nada con Hibari queriendo molerlo a palos por… - Una mirada rápida al prefecto, quien no tomo bien el recordatorio. – hacer "trampa". – Kyo-nii-chan los iba a moler a palos y no los iba a salvar esta vez.

No había dicho nada para que lo sacaran a cada rato, ¡por Dios!

- Deberías de preguntar que hizo él. – Arqueo una ceja ante el repentino cambio de ambiente. No había lanzado una bomba de humo para que se miraran como si no pudieran procesar lo dicho.

- ¿Qué fue lo que le hizo el desgraciado Tsuna-sama? – Si bien apreciaba el voto de apoyo:

- Por favor no vueles nada. – Aun. El castillo se les caería encima. Era viejo. – Pues-

- Si se me permite opinar… - Atajo una persona que no se había movido del sitio desde que el Director cayo. – Dumbledore recurrió a buscar las respuestas por sí mismo… - ¿Ah? – Me temo que las respuestas ofrecidas por el… - Dudo, pero rectifico rápidamente antes de que se tomara de mala forma: - chico no fueron muy satisfactorias, y con las amenazas de retribución si tocábamos al… - Con una seña de mano dijo todo.

- ¿Satisfactorias? - ¿Y ahora por qué lo miraban así?, ¡aun no había matado a nadie!

- Madam, son terroristas, secuestradores y solo Merlín sabe que más. – No, eso no era cierto. En nada. – No iba-

- Si hicieran bien su trabajo nada de esto hubiera pasado. – Sabia que le estaba dando pie a Hibari para que moliera a esta gente a palos otra vez, pero nadie lo acusaba de algo que no era cierto: - En lugar de asumir deberían de haber hecho una investigación, en lugar de apuntarme con un palo cuando aún no les he hecho nada deberían de haber tenido una discusión civilizada y ofrecer bocadillos. – En conclusión: - Son unos idiotas, y debiluchos. ¿Por qué creen que Kyo-nii-chan los quiere morder hasta la muerte?, Satanás es muy estricto con las reglas, ¿saben?

Alguien le palmeo la espalda y se rio nerviosamente. Le valía un colmillo. Era un asesino a lo mucho, un cazador. Y de paso:

- Para ser terroristas nadie ha caído muerto. – Pues sí. Alguien inteligente al menos. – Así que, ¿le leyó la mente y se desmayó?

- ¡¿Que hizo que?! – Chillo. No salió muy varonil para su desdicha. Ese no era el problema. - ¡Eso es ilegal!, ¡altamente irrespetuoso-

- No lo destripes/¿Quiere que le haga comer dinamita?

A veces no sabía quién era la buena influencia y cuál era la mala. No sabía cuál de las dos opciones era la mejor. La más atractiva, sin duda alguna, era-

- Comenzó a convulsionar luego de unos segundos. – El profesor de negro, con voz sedosa, nervioso y tratando de esconderlo respondió. Ignorando todo lo demás por los momentos para el bienestar de su salud mental. – Durante al menos 15 minutos. – Suministro casi amablemente.

Oh. Oh.

- Esto no será bonito. – Se limitó a decir, sin saber si quería sacarle el corazón por la garganta o dejarlo despertar con el horror de lo que vio. - ¿Bocadillos?, tengo hambre.

Nadie había muerto, no había insultado a nadie. Ni siquiera sabia porque seguían allí. Tenían cosas-ah. Cierto.

- Chicos, ¡tenemos una presentación que hacer! – Iba a divertirse~ - Esto le enseñara a respetar. – Y: - Mientras más rápido terminemos, más rápido habrá bocadillos. – Dicho esto, salió directo a la puerta como un rayo, ignorando el cuerpo puesto en una cama improvisada luciendo como un muerto en vida.

Más bien tenia suerte de que siguiera vivo si vio lo que creía que vio. Algunas cosas eran mejores no ser vistas o recordadas…

En el gran comedor…

-… tiempo crees que nos hagan esperar? – Le estaban comenzando a doler los pies.

- ¿Uno de nuestros profesores puede estar muerto y tu estas preocupado porque nos hagan esperar? – Caray. Cielos. – Estamos bajo secuestro, casi morimos, tenemos gente que loca que solo Dios sabe que quiere, ¿y te quejas de que estemos esperando?

- Esos locos son mi familia. – No podía evitar aclarar. No es que ayudara mucho. – Mira, cálmate, no va a pasar nada malo. – Viendo que no le creía: - No voy a decir que no les falta un tornillo o dos, pero solo vinieron a cuidarnos a nosotros tres.

- No es que haga falta, pero Tsu-nii no confía en los magos con Harry. – Un segundo o dos de contemplación: - No confía en nuestra comunidad, y viendo todo lo que han hecho hoy ahora yo también tengo mis dudas… - Le dio una mirada a Draco. Eso no estaba ayudando.

- Lo que mis hermanos quieren decir es que esos "locos" solo vinieron con nosotros porque son sobreprotectores. No es su culpa que todos vengan al estilo "dispara primero, pregunta después". – Con un largo suspiro: - Pues probarlo tú misma, aunque te advierto que si le gustas vas a terminar en nuestro grupo y si medio te tocan ardera el mundo.

- Fuuta, eso no ayu-

- ¡Buenas tardes! – Y allí se fue todo su intento de calmar a una chica envuelta en histeria, pensó para sí palmeándose la frente y tratando de no reírse. - ¿Ora?, ¿es que no me oyeron?, he dicho buenas tardes. – Si, sus intentos se fueron para el desagüe.

Solo esperaba que esto no significara que el Director estuviera muerto. Señor, su primer día…

- ¿Es que no saben hacer un saludo?, ¡les enseñare! – La criatura pareció sonreír mas si era posible, levantándose y saltando sobre una mesa que era para comer. Demasiado cerca. – Se inclinan así – Demostró a la perfección lo dicho. – y responden: ¡buenas tardes Director!

Oyó varios pesos muertos caer. De seguro eran de familias muggles. O es que simplemente ya no podían con todos los eventos del día.

- ¿Ora?, hmm, que falta de consideración con su amado Director que se ha molestado en prepararles la bienvenida perfecta. – Hasta una lagrimita le salió. Dios. Definitivamente iba a molestar a Mukuro-san para que le enseñara a hacer estas cosas. – En fin, a todos los nuevos: ¡bienvenidos!, a todos los que han vuelto: ¡qué alegría volverlos a ver! – Uh, esperaba que no fuera a explotar de verdad… y que no fuera un hechizo explosivo. O algo peor. – Este año-¡Boom!

Si el que lanzo el hecho esperaba algo…

- estará lleno de sorpresas para todos ustedes-¡Boom!- y espero que estén preparados para-¡Boom!

Más que el discurso, ahora estaba más interesado en las caras de horror e incredulidad de la gente. Aparte del humo y la explosión, nada cambiaba. Si, definitivamente iba a estar molestando a todos los que pudiera para lograr tal cosa.

- ¡¿Quién te dio permiso para hacer tal cosa?! – Alivio momentáneo con la aparición de una profesora conocida por la mayoría.

- Upupupu~ - La criatura se llevó las manos a la boca y se meneo, muy divertido. - ¡Hay que aprovechar las oportunidades!, y les estoy haciendo a todos un favor. – La sonrisa no dio buen indicio, pero solo hacia todo más gracioso para él. – El viejo no va a despertar pronto, ¡y hay hambre en el penal!, upupupu~

No hace falta decir que Tsu-nii no se estaba ganando a nadie. Menos mal que no era-

- Eso-

- es-

- ¡Súper! – O tal vez no. - ¡Enséñanos maestro!

Aparentemente la idea de los gemelos aprendiendo hacer algo así era más horripilante que Monokuma. Mas cuerpos cayeron al suelo. Vaya primer día.

Lo que siguió fue, en resumen, aburrido. Luego de vivir en la casa de Tsu-nii esto era demasiado tranquilo. Draco opinaba lo mismo, y Fuuta… Fuuta estaba con su libro.

- ¿Qué le pasa a ese viejo? – Le señalo el viejo de la mesa grande metido en una esquina con una caja de pañuelos. Se le era familiar.

Draco arrugo los ojos, los volvió a arrugar…

- ¿No es Olivander? - ¿Ah?

Pues sí. Misterio resuelto, ya sabían a donde se había metido. Esperaba que no lo viera Tsu-nii, no iba a ser muy lindo para el viejo.

-… Draco Malfoy. – Por fin, había sido un proceso largo. Despertar a tanta gente no era sencillo.

- Suerte. – No es que la necesitaran, pero no estaba demás.

Con Hibari en la esquina con mal ánimo y vigilando todo, con Takeshi bromeando con gente que no estaban bien con él y no parecía darse cuenta, con Hayato hablando con un señor que estaba muy tieso y pelo grasoso y negro, y con Tsu-nii con los gemelos… pues, ¿quién necesitaba suerte?

El hecho de que fuera un objeto inanimado no lo iba salvar de ninguna de esas personas. Eso era seguro. El sombrero no lo sabía, aunque debía de intuir algo. Esperaba. Antigüedad o no, estaba frito si hacia algo malo.

- ¡Slytherin! – Por supuesto, por supuesto.

Eso era lo que quería Draco. Llovería sangre si no lo lograba.

- Las historias de Draco eran más interesantes… - Fuuta le asintió distraídamente.

- Harry Potter. – Aparentemente no había llegado el memo de que estaba allí a todos.

Daba claustrofobia ser mirado así por tantos ojos. Bueno, en fin. No era su culpa si el memo no llego a todos los interesados. Lástima que igual le pusiera los pelos de punta.

- Ah, Harry Potter. – Si no estuviera acostumbrado a cosas raras, hubiera pegado el brinco al techo. – Hmmm, que difícil, que difícil… - ¿Que podía ser difícil? – Tienes ambición, sed de conocimiento, tienes valor… - Muy bien, había algo de todo esto que no le estaba cayendo bien. – Slytherin te llevaría al camino de la grandeza como a tu amigo Draco-

- Esto es ilegal. – La profesora que le puso el sombrero lo miro y arqueo una ceja. - ¿Qué?, ¿se supone que debo tomar que me revisen la cabeza como algo te todos los días? – Pues no. No le agradaba en lo absoluto.

¿En que estaban pensando exactamente?

- Ah, no es para tanto Harry. A menos que así lo permitas, solo puedo dar un vistazo por encima. – Una leve pausa. – Los fundadores me crearon con el propósito de colocar a los estudiantes en la casa que más pueda favorecerles. Debo admitir que eres una difícil decisión…

Difícil decisión o no, no era a él a quien le estaban revisando la cabeza, y mucho menos era a él a quien lo estaban mirando todos. Que incómodo.

- ¿Por? – Susurro, temiendo que igual fuera escuchado por todos.

- Tienes valor, tienes ambición, y quieres saber más de lo que haces. – Y: - Y eres leal. Difícil, muy difícil, ¿en dónde te pondré?

¿Por qué nadie le dijo que los objetos inanimados podían ser creepy?

- Hey, no soy creepy, soy-

- ¿Y Tsu-nii? – Si alguien podía-

- Espera, ¡espera! – Caray. Valiente, muy valiente. – Solo dame un momento, es difícil decidir si vas a la casa de los leones o de las serpientes.

Si le salía con algo de las locuras en la que se había envuelto su vida con la llegada de Tsu-nii, el mismo quemaba el sombrero. Indestructible o no eso tenía que doler.

- Auch niño. – Era un objeto inanimado. – Auch, no-

- Slytherin. – Le valía un colmillo: - Al menos alguien me espera allá. – Draco estaría devastado si quedaba solo. Creía. No lo sabía.

Por alguna razón todo quedo en silencio con eso, y el ambiente paso a ser uno tétrico cuando el sombrero de inmediato anuncio su casa. La amenaza de ser quemado vivo era muy eficaz. Eso, o la presencia de Tsu-nii.

- Por aquí, ¡te guarde puesto! – Alguien lo estaba esperando. Y estaba alegre de verlo.

- ¡TENEMOS A HARRY POTTER! - ¡Sus oídos!

Al menos la celebración acabo rápido. Con las palmadas y demás. Gracias a Dios. Eran completos extraños. Así que era raro.

- ¿En dónde crees que termine? - ¿Fuuta?

- Ni idea, el sombrero no sabía a donde ponerme. – Se encogió de hombros ante la mirada incrédula de Draco. – Aparentemente era muy difícil decidir si iba con las serpientes o los leones. – Y por lo que estaba tardando con Fuuta, no estaba solo. - ¿Cómo fue contigo?

- Toda mi familia ha estado en Slytherin, así que no tenía duda de que estaría aquí. – Ah. El sombrero tenia instinto de preservación. – Quien sorprende eres tu Harry, ahora van a creer que vas a seguir los pasos del que-no-debe-ser-nombrado y-

- ¿Realmente crees que todo lo malo solo puede salir de una casa? – No sabía porque no se lo creía. – Que la gente crea lo que quiera creer, ya vimos que no son muy listos. – Al menos hizo reír a alguien, incluso si obtuvo miradas raras por los que no estaban invitados en la conversación, pero era imposible que no oyeran.

- ¡RAVENCLAW! – Finalmente anuncio el sombrero.

- Lastima, no estaremos los tres juntos. – Asintió, pero igual aplaudieron.

- Ya veremos que hacemos, no se va a librar de nosotros. – En todo caso, no veía como rayos iban a pasar meses de meses aquí.

Iba a extrañar a todos los demás. Incluso a Lambo y todas las explosiones y desastres que venían cuando comenzaba a llorar. Iba a extrañar el-

- ¿Ya podemos comer? – Vino la voz de un adolescente impaciente, con mala cara. ¿En qué momento había terminado en la mesa de profesores?

- No, aun no, viene la canción del-

- ¿Canción? – Tsu-nii no tomaba bien algo así. No ahora. - ¡Pueden cantar mientras la gente come!, ¡terminen ya para llevarme unos bocadillos e irme de caza de una buena vez! – Cierto, cierto… ¿Cómo rayos se iban a ir?, el tren paso a mejor vida. Debía de estar echando fuego aún.

La gente estaba más que feliz ante la idea de que se fuera. Tanto que ignoraron una parte importante de lo que había dicho. Quizás era lo mejor, no creía que nadie tomaría bien saber que estaban en presencia de un vampiro, criatura mágica o no.

- Al menos Hedwing vendrá muy bien, no creo que la mate. - ¿Ah? - ¿No te comenté que los magos usan lechuzas para comunicarse?, voy a extrañar los lápices ahora que lo pienso…

- ¿Usan lechuzas? – Dios lo perdone, pero: - ¿Viven en la prehistoria? – Estaba exagerando, pero:

- ¿Que es la prehistoria? – Salió una tercera voz. No invitada obviamente.

Es aquí en donde entendió que el mundo mágico humano estaba lleno de cavernícolas. ¿Era muy tarde para cancelar todo y volver a casa?, estaba bastante seguro que Tsu-nii sería capaz de enseñarle más que lo que aprendería aquí por lo que estaba viendo.