Ya llevaban cierto porcentaje de enemigos eliminados, fue una gran suerte que el ejército de Gilles decidiera asistirles en esa lucha, gracias a ello se aligeraba bastante la carga de los servants que enfrentaban a los enemigos con mayor facilidad.

- Que tal Rika ¿Cómo fue por tu lado? – Ambos hermanos llegaron para acercarse después de asistir respectivamente.

- Muy bien, logré atrapar a Carmilla aunque Liz-chan se lo tomó a mal, decidió irse a otro lado para despejar su molestia. – Comentó la pelinaranja.

- Por mi parte ya tengo a Sanson, con eso todos los servants de la bruja están fuera.

- Eso nos deja entonces… - Ambos voltearon a ver justamente a Siegfried, tenía un enfrentamiento bastante duro contra Fafnir y no se veía totalmente igualado, el dragón seguía teniendo una gran ventaja contra él. – No está de más decirlo ¿cierto?

- Es verdad, y es muy obvio que necesita apoyo. – En ese momento llamó telepáticamente a servants que pudieran estar libres. – (Saber, Kiyohime, si pudieran venir aquí)

En ese momento Arturia se apareció frente a él, Kiyohime igualmente acudió a su llamado lo más rápido que pudo.

- Aquí estoy master ¿Qué desea? – Preguntó la Saber.

- Siegfried no podrá solo contra Fafnir, aunque él haya sido quien derrotara a ese dragón en su leyenda, en estas condiciones no es posible que pueda hacerlo por su cuenta, esperaba que ustedes dos pudieran ayudarle a pelear, ya has peleado contra dragones ¿no es así?

- He enfrentado a distintas criaturas en el pasado, y ciertamente los dragones no son bastante raros para mí. – Haji sonrió.

- Esperaba eso; Kiyohime, tampoco deberás tener problemas.

- No se preocupe master, sea lo que sea, siempre tendrá mi fuerza a su disposición, así que úseme como usted lo vea mejor. – Comentó la Berserker con un canturreo.

- Se los encargo. – Asintió el pelinegro. – Rika, quizás deberías alejarte, no vaya a ser que llegue a escupir fuego y vayas a quemarte.

- No hay necesidad de que te preocupes, después de todo tenemos a Mash-chan aquí. – La shielder ya estaba al lado de Rika en ese momento. – Ella nos protegerá por cualquier cosa.

- Sé lo peligroso que será esta batalla, permítame protegerlos con mi escudo. – Expresó la pelimorada, al menos a su lado no sufrirían bastantes daños.

- Observemos todo e intervengamos cuando sea necesario. – Fue todo lo que dijo Haji mientras mantuvieron sus ojos en la batalla.

- Gracias por la ayuda. – Agradeció Siegfried a los dos servants recién llegados. – No puedo decir que haya sido mi propia habilidad lo que consiguió la derrota de Fafnir… a veces pienso que solo tuve pura suerte en ese momento, mis derrotas fueron más a las victorias que alguna vez tuve.

- El balance entre habilidad y suerte es bastante parejo, no hay que depende mucho de un lado… en ese caso, incluso decir que fue suerte derrotar a un enemigo no es posible sin que haya habilidad de por medio, estoy segura de que eres muy hábil como guerrero, de cualquier otra forma, no hubieras derrotado a este dragón. – Comentó Arturia para levantarle los ánimos.

- … Supongo que es verdad, dudé un poco en el momento… me disculpo por ello.

- Las disculpas pueden ir después, tenemos un enemigo que derrotar. – Ya encararon al dragón que soltó un gran rugido.

- Parece que a este dragón no le gusta callarse. – Kiyohime tuvo que taparse los oídos. – Eso solo lastimará a master, debe ser eliminado.

Los dos sabers empezaron a correr, portando sus respectivas espadas, ambos saltaron para atacar al dragón, este comenzó a agitar sus alas para generar viento y alejarlos, no tuvieron más opción que retroceder.

- Ser grande no quita que sea más fuerte. – Ya vieron como Kiyohime empezó a arder en llamas, acumulando fuerza.

- Intenta lastimar a mi master y no te lo perdonaré… acabaré contigo antes de que lo hagas. – La Berserker acumuló todas esas llamas en un solo proyectil el cual estaba listo para dispararse. - ¡Muere! – Dirigió la bola de fuego directamente hacia Fafnir, este intentó protegerse con sus alas, ya cuando el fuego le golpeó, sintió el gran ardor, las llamas de Kiyohime no son comunes como un fuego cualquiera, todos sus sentimientos están impregnados en ellas, el odio que sufrió en vida cuando le mintieron por su ser querido, mucho más poderoso que el fuego normal. Fafnir no pudo aguantar e intentó volar.

- No es algo que podamos permitir. – Siegfried se adelantó, si al menos quería evitar que el dragón huyera, tenía que cortarle la vía de escape. Comenzó a dirigir su ataque hacia una de las alas de Fafnir, dañarlas de forma que no pudiera usarla, lanzando distintos cortes con su espada a la zona, el dragón no podía hacer más que soltar rugidos mientras Siegfried se encargaba de dañarle esa zona.

Arturia siguió el mismo modus operandi, dañando la otra ala, llegando a desgarrar bastantes pedazos de la carne que sangraban, en el suelo Kiyohime reía suavemente al ver el estado en el que se encontraba el dragón.

- Ya no eres tan poderoso ¿eh?

- ¿Sigues creyendo que esto es suerte? – preguntó Arturia, Siegfried se mostró algo asombrado para después sonreír suavemente.

- Es la mejor situación posible ahora mismo… Berserker, si pudieras asegurar que no pueda al menos caminar. – Kiyohime asintió, con su abanico empezó a manipular las llamas a su alrededor, en ese momento dibujó un circulo alrededor de Fafnir para poder encerrarlo, de ese modo ya no tiene posibilidad de escape en el aire o en tierra. – Bien… así que es hora de terminar esto… nuestro enfrentamiento pudo haber sido más corto que en ocasiones anteriores… al menos has sido un buen contrincante. – El saber empezó a brillar, ya estaba listo para acabarlo con todo, tenía su tercera skill activada para hacer más daño al dragón. – Esto se terminó ¡Balmung!

El Np se movió a gran velocidad hacia Fafnir, sin ninguna posibilidad de escape, recibió el golpe de lleno, como un gran corte vertical apareció sobre su abdomen hasta atravesarlo totalmente, siendo cortado a la mitad. El dragón soltó un último rugido, como si estuviera aceptando la derrota mientras que su cuerpo empezó a engullirse en un humo oscuro que poco a poco se fue propagando a su alrededor hasta cubrirlo totalmente, en ese momento desapareció.

- Finalmente… - Siegfried cayó de rodillas, usar aquello le agotó bastante, por lo menos tenía efectos positivos, todos los wyverns se veían desconcertados, como si no supieran que hacer.

- Parece que haber derrotado a Fafnir los dejó desorientados. – Comentó Mash al verlos, así el resto de servants regresó al ver que no eran amenaza.

- Bueno, eso facilita las cosas ¿no? – Preguntó Elizabeth. – Parecen crías recién nacidas buscando a su madre.

- En este aspecto, parece que ganamos. – Expresó Rika con alegría. – No son amenaza ahora.

- Maldición. – Jeanne Alter golpeó el suelo al ver que Fafnir fue derrotado. – Esto no puede ser posible.

- Jeanne, no es momento de lamentarse, hay que regresar al castillo, ahí pensaremos nuestro próximo movimiento. – En ese momento llegó Gilles al lado de la Avenger, la ruler, al verle, quedó asombrada.

- Es verdad… retirémonos. – En ese momento el caster invocó criaturas para transportarlos a ambos.

- ¡Esperen! – Jeanne quiso detenerlos, pero fue muy tarde. – Se han ido.

- La situación ya no es tan crítica por aquí, deberían perseguirlos. – Sugirió Giorgios, era lo mejor. – Déjennos el resto a nosotros, ustedes pueden ir.

- Es lo mejor, Mash, Kiyohime, ustedes vendrán. – Comentó Haji, ambos asintieron.

- También Jeanne-san y Elizabeth-san. – Terminó Rika.

- Excelente, ya es hora de que esa bruja pague. – Asintió la lancer con emoción.

- Gracias por confiar en mi master~ - Kiyohime abrazó de repente a Haji, este sintió escalofríos.

- Dejemos las caricias para después, hay que ir rápido. – Comentó Rika, así fueron a apurarse para llegar. – Jeanne-san, deberías dirigirnos, conoces bien los pasillos del castillo ¿no?

- No se preocupe master, déjemelo a mí. – Asintió la ruler. El pequeño grupo logró llegar a la entrada del fuerte, por suerte no había enemigos por lo que pudieron infiltrarse con facilidad, pero el ambiente tampoco era el mejor. Entraron al castillo, la vista lo decía todo, había sangre por todos lados, ni una sola alma viva en ese lugar, todo estaba en completo silencio. – No hay nadie… entonces todos…

- No podemos decir que la bruja haya conquistado este lugar solo pidiéndolo, es algo que no puede evitarse. – Comentó Haji. – Pero si, no es algo que cualquiera pueda resistir.

- Incluso el olor es fuerte. – Rika tuvo que taparse la nariz. – Al menos deberían haber limpiado.

- Es verdad, son muy antihigiénicos. – Mostró su repudio Kiyohime. En ese momento vieron aparecer criaturas por las paredes.

- ¿Qué son esas cosas? – Preguntó Elizabeth, las criaturas tenían tentáculos y se retorcían.

- No sé, pero dan mucho asco. – Rika empezó a tener escalofríos al verlos. – Será mejor si se encargan de ellos rápidamente, antes de que sienta ganas de devolver mi desayuno.

Jeanne, Elizabeth y Kiyohime empezaron a acabar con esas criaturas, estas soltaban como una especie de líquido espeso de sus bocas que causaba daño con el contacto, aunque Elizabeth aprendió cuando un poco de eso cayó sobre su ropa.

- ¡Oye, esta cosa dejó un agujero en mi blusa! – Se quejó la lancer.

- Eviten que esa cosa viscosa les toque. – Comentó Jeanne mientras atacaba a distancia perforando a dos de las criaturas, Kiyohime lo tenía más sencillo, solamente lanzaba llamas de lejos para quemar a las criaturas que se retorcían y soltaban chillidos.

- Juju~ soy más útil en este lugar.

- Tampoco presumas. – Elizabeth terminó con uno de ellos. – Sé que después de un tiempo se regenera mi ropa, pero sigue siendo desagradable.

- ¿Ya despejaron todo? – Preguntó Haji al acercarse.

- No deseo seguir peleando contra más de esas cosas, no creo poder aguantar más. – Soltó Elizabeth sintiendo molestia.

- Entonces todo está bien. – Rika soltó un suspiro. – Al menos yo no debo estar cerca de ellos.

- Tampoco es que llegue a ser todo. – En ese momento Roman apareció.

- Hay un servant enemigo cerca. – Justamente en el pasillo apareció, Gilles estaba frente al pequeño grupo.

- Gilles… - Jeanne tenía un rostro de preocupación.

- No pueden seguir más adelante, aquí perecerán. – Expresó el caster. – Aunque seas tú, mi querida santa, la verdadera Jeanne D'Arc está haciendo lo posible por cumplir su venganza.

- Escucha Gilles, tienes que dejarnos pasar, tengo que hablar con ella. – Quiso explicar la ruler pero Gilles no escuchaba.

- No tienen nada de qué hablar, todos ustedes morirán aquí. – Abrió su libro, en ese momento empezó a conjurar criaturas, más de esas con tentáculos que salían en cantidades. – Mi libro de Prelati los detendrá aquí y ahora.

- Por qué más de esas cosas. – Rika desvió la mirada. – Por favor, acaben con ellas.

Los servants fueron directamente a pelear contra las criaturas, el problema no era que fueran tan fuertes o algo por el estilo, sino que eran bastantes, y eso realmente causaba problemas para que pudieran avanzar.

- ¡Se los dije, no podrán continuar! – El caster se mostraba complacido viendo como tienen problemas.

- Esto puede durar horas y no avanzaremos nada, debemos de continuar. – Sugirió Haji. – Debemos separarnos entonces.

- Ugh… por más que no lo quiera, debo quedarme a encargarme de esto. – Comentó Elizabeth. – Cerdita, tú y Jeanne vayan a enfrentar a esa bruja, yo me encargaré de todo aquí.

- Lo mismo para usted master, yo estaré bien aquí, ya una vez termine con el insecto que molesta en este sitio volveré a su lado. – Comentó con naturalidad a pesar del insulto. Ambos hermanos le tomaron la palabra a sus respectivos servants.

- Jeanne-san, Mash-chan, vamos entonces. – Señaló Rika, ya todos se fueron para ir directamente con Jeanne Alter.

- Ya se fueron. – Elizabeth estiró los brazos. – Espero que no me estorbas, loca acosadora.

- Estoy segura de que tú me estorbarás lagartija mexicana, pero buen, no quiero decepcionar a mi master.

- Bien, que empiece el concierto. – Las dos servants se lanzaron para acabar con las criaturas, con tal de que sus masters puedan llegar a salvo y terminar todo eso.


Haji, Rika, Mash y Jeanne iban por los pasillos velozmente, con tal de alcanzar la sala donde se encuentra Jeanne Alter, en algún momento la ruler se detuvo, el resto se dio cuenta.

- ¿Jeanne-san? ¿Pasa algo? – Preguntó la pelinaranja, Jeanne mantuvo la mirada en el suelo todo ese tiempo.

- Yo… no sé por qué, pero me estoy sintiendo nerviosa… saber que enfrentaré a esa que es yo, hace que quiera retroceder… lo sé, es muy lamentable que me acobarde a estas alturas…

- No pensamos nada de eso. – respondió Rika, Jeanne volteó a verla con asombro. – Créeme, si yo me enfrentara a una persona que es igual a mí, sentiría bastante temor, saber que conoce todo sobre mi persona, pero eso igual es una ventaja. – En ese momento la ruler empezó a sentirse confundida. – Bueno, como lo explico… ella puede tener mi imagen y todo, pero no necesariamente tiene que saber todo lo que yo conozco, podemos ser similares pero no iguales en todo, ella puede no saber detalles de mi persona como yo los de ella, podemos ser más distintas de lo que parece, estoy segura que es el mismo caso con ustedes dos, son muy distintas de lo que crees.

- … Ella proclama ser la oscuridad que escondo en mi corazón, no tengo duda que pueda contener algo así dentro de mí, pero ella lo manifiesta como si nada, eso temo, que ella realmente sea yo, que actúe de esa misma forma si dejo salir esos sentimientos profundos.

- Ella es ella, tu eres tú, y de la Jeanne-san que conozco, ella es una chica muy valerosa que peleó por su pueblo, por la felicidad de la gente y que es muy buena y amable en el fondo, una chica así jamás escondería sentimientos oscuros.

- Master… - Una lagrima cruzó la mejilla de Jeanne, limpiándosela rápidamente. – Realmente no sé cuánto puedo agradecerle por todo, a pesar de lo que me ha dicho, seguí dudando hasta el final… ya no volveré a hacerlo, pelearé y enfrentaré a esa otra yo… a esa Jeanne. – Rika sonrió, abrazando a la ruler.

- Confío en qué lo harás, eres muy fuerte. – Ya dejó el abrazo, Jeanne se había recuperado en ese momento. Mash y Haji se vieron y sonrieron. – No tenemos tiempo que perder, el resto espera que ganemos esta batalla.

- Cierto, vamos master, todos, derrotemos a la bruja.

Continuaron el camino, ya estaban muy cerca de la sala del trono donde la Avenger estaba resguardada. La ruler abrió la puerta con fuerza, una gran sala totalmente manchada de sangre y cenizas, en el centro se encontraba una figura solitaria de negro.

- Te estaba esperando santa. – Jeanne Alter se levantó del trono, portando su estandarte para encarar a la rubia. – Pensé que Gilles era lo suficientemente bueno para detenerlos, al parecer no pudo con todos.

- Escúchame… no es necesario que peleemos, Marie quería desde un inicio que habláramos, ahora que tenemos la oportunidad…

- ¿Hablar? A poco crees que de esa forma podrás detenerme, estás siendo una estúpida.

- Dime por lo menos algo… ¿Recuerdas a tu familia? – Jeanne Alter enarcó una ceja.

- ¿Familia? Que tonterías dices, si hablas de mi familia, eso me importa poco, solo quiero destruir Francia, hacer que paguen por lo que me hicieron. – Jeanne soltó un suspiro.

- Lo entiendo… no tienes nada entonces… solo queda pelear. – La ruler se puso en posición, Jeanne Alter sonrió.

- Ahora si hablas mi idioma, veamos quien puede ganar, demostraré que soy la verdadera Jeanne D'Arc.

Jeanne Alter empezó a manifestar llamas a grandes temperaturas, la ruler tuvo que cubrirse puesto que estas no la permitían ver.

- ¡Nuevamente hace mucho calor aquí! – Rika empezó a abanicarse, Mash cubría a ambos para que no sufrieran tantas quemaduras.

- Rika, deberías observar fijamente, ella es tu servant y deberás apoyarla. – Expresó Haji.

- Lo sé, pero este calor no permite nada.

- ¿Qué te parece? Estas son las llamas de mi odio eterno, nada puede apagarlas, ni siquiera tú. – Jeanne Alter empezó a reír, la ruler tenía que hacer algo antes de que todos murieran sofocados. En ese momento vio a los lados, empezó a correr directamente hacia la pared, esto llamó la atención de la Avenger. - ¿Qué haces?

- Eso es obvio, detenerte. – Empezó a correr justamente sobre la pared, pasando por encima para estar en posición, la Avenger la siguió con la mirada cuando observó que saltó directamente hacia ella, pasando encima de las llamas, tuvo que agarrar su estandarte para protegerse directamente del ataque iba hacia ella, gracias a ese acto, las llamas se detuvieron.

- Finalmente… - Rika podía respirar en paz que no hubiera más fuego. – Eso Jeanne-san, entretenla para que no haga nada peligroso.

Ambos estandartes chocaban justo frente al trono, Jeanne golpeaba con todo para que su contraparte Avenger no hiciera nada, solamente lograba defenderse con cada ataque.

- Esto es… inútil, no tienes la fuerza que yo. – Jeanne Alter sacó su espada, la Pucelle para lanzar un corte hacia la ruler, esta lo esquivó apenas, aunque vio como llamas fueron dirigidas hacia ella, teniendo que girar en el aire para esquivarlas.

- Es hora de dar más poder de apoyo. – Rika activó la primera skill de Jeanne, el brillo la rodeó mientras que su fuerza aumentó, la ruler se lanzó para continuar el ataque, esta vez realizando golpes más contundentes hacia la Avenger, luego de unos cuantos con su estandarte, la pateó en el costado, Jeanne Alter voló hacia atrás, recuperándose en el aire con un giro y cayendo de pie.

- No creas que ya has ganado solo porque pudiste golpearme un par de veces, esta vez iré en serio. –Jeanne Alter comenzó a ser más salvaje, conjurando más llamas, lanzaba una combinación de ataques entre su estandarte, espada y llamas que conjuraba para causar daño a la ruler, Jeanne apenas lograba bloquear todos los ataques, los de fuego le pesaban más, empezando a sentir quemaduras en sus brazos así como su ropa empezaba a mostrar señales.

- Mash, deberías ayudarla, es obvio que es demasiado para ella sola. – Señaló Haji, la pelimorada empezó a dudar.

- Pero senpai, si les dejo, entonces ustedes…

- Ella necesita la ayuda, estaremos bien. – Sonrió Rika, Mash dudaba pero ya después mostró un rostro serio.

- Entendido masters… voy a pelear. – La shielder fue hacia la batalla. Jeanne Alter continuaba causando problemas a la ruler, ya tenía mayores quemaduras que antes.

- Que patética, acabar así después de unas cuantas caricias, parece que al final no mereces ser Jeanne D'Arc… ya me das bastante lastima, así que acabaré con esto rápidamente. – La Avenger levantó su espada, empezando a conjurar más llamas. – Hora de ser consumida por mis llamas ¡Le Grondement de la Haine!

Las llamas empezaron a avanzar velozmente hacia Jeanne, ésta ya no tenía posibilidad de defenderse, solamente le quedaba esperar por una muerte que iba a llegar en pocos segundos.

- ¡Desplegando Noble Phantasm, Lord Chaldeas! – La rubia no dejó esconder su sorpresa al ver a Mash frente a ella, activando su NP el cual empezó a bloquear las llamas. - ¡Jeanne, no es momento de rendirse, debes continuar!

- ¡No intervengas maldita perra! – Jeanne Alter empezó a poner mayor fuerza, causando que Mash empezara a sentir la presión, Jeanne no podía dejarla de esa forma, ya en ese momento se levantó, extendiendo su estandarte por lo alto.

- Lo lamento Mash, casi me rindo, pero ahora ya estoy mejor… déjame ayudarte ¡Luminosité Eternelle!

Se levantó una barrera mucho mayor el cual pudo bloquear las llamas con mayor facilidad, desconcertando totalmente a la Avenger.

- ¡No puede ser, se supone que deben morir quemados!

- ¡No lo permitiremos! – Mash fue la primera en atacar, apareció al costado de la Avenger la cual no pudo prevenir un golpe que fue directo hacia ella, solo tuvo pocos segundos para bloquearlo mientras retrocedía debido al impacto, tuvo que apretar los dientes debido a la fuerza, pero ella no estaba sola.

- ¡Aaaah! – Jeanne apareció a sus espaldas, la Avenger no pudo saberlo cuando recibió un golpe a sus espaldas, soltando un quejido de dolor, cayó al suelo el cual impactó de forma sólida, la ruler no terminó ahí, aterrizando con un fuerte golpe descendente de su arma el cual dio de lleno en el abdomen de Jeanne Alter la cual escupió saliva y sangre. Mash continuó mientras estaba en el suelo, golpeando con su escudo al costado para no darle oportunidad de contraatacar, siguiendo con una patada en el aire, Jeanne Alter estaba empezando a recibir daño genuinamente entre las dos servants, no le daban oportunidad alguna o una abertura para lanzar el contraataque, estaba empezando a perder poco a poco.

- (No… no puede ser… ¡no puedo permitirlo!) – La Avenger estalló en llamas, alejando a ambos servants. Jeanne intentó recuperarse cuando vio a al Avenger cerca de ella, quiso atacar pero no pudo, recibió un puño en el estómago lo cual hizo que cayera de rodillas, ya después continuó cuando fue sujetada de la cabeza y la impactaron contra el concreto, abriendo un cráter en el suelo.

- ¡Aargh! – Jeanne empezó a sentir un profundo dolor, solo para ser reforzado con una patada de la Avenger, la cual causó que saliera volando hacia la pared donde se estrelló.

- ¡Jeanne! – Mash quiso auxiliarla, Jeanne Alter se dio cuenta y empezó a dirigir su ataque hacia la shielder. Mash ahogó un grito cuando vio a la Avenger frente a frente, recibiendo un potente golpe del estandarte en su mentón, empezó a volar hacia arriba mientras la Avenger saltó, en ese momento ella giró sobre su propio eje para golpearla con la punta de su arma, recibiendo un potente golpe en su espalda, la shielder se precipitó hacia el suelo donde levantó polvo.

- No puede ser, están perdiendo. – Rika estaba empezando a sentirse nerviosa al ver como ambas servants eran lastimadas.

- La verdad, esto se está poniendo mucho peor de lo pensado. – Y no era todo. La Avenger empezó a verlos, causando que ambos se pusieran tensos.

- Ustedes… son los masters de estas servants… entonces, si los mato, no habrá necesidad de que acabe con ellas si desaparecerán después. – Ambos hermanos empezaron a sudar, meterse con un servant no era realmente una buena idea.

- Ir por un master para ganar… eso es caer bajo. – Musitó Haji, la Avenger sonrió gratamente.

- Yo busco la victoria, así que no importa el método que realice si con ello significa que voy a ganar.

- ¿Realmente consideras eso una victoria? Justo lo que esperaría de un cascarón vacío, no tienes orgullo alguno. – Se burló el pelinegro, Jeanne Alter no iba a dejar pasar eso, expresando furia, sujetó a Haji del cuello.

- ¡Nii-san! – Rika empezó a asustarse por su hermano, quiso ir a ayudarlo, pero Jeanne Alter no lo permitió, extendiendo llamas a su alrededor.

- ¿Qué pasó? ¿Acaso ese comentario hizo que te enojaras? – El pelinegro no abandonada su postura, en ese momento sintió un fuerte dolor en el estómago, recibió un puñetazo de la Avenger.

- Tienes bolas para burlarte de mí en esta posición… no puedo decir si eres valiente o un idiota… aunque estoy segura que es lo segundo.

- Y que… escuchar eso de una copia que proclama ser la verdadera Jeanne no tiene valor alguno, después de todo solo tienes odio, no tienes un verdadero propósito en tu corazón. – Recibió otro puñetazo, Haji escupió sangre la cual salpicó la cara de la Avenger.

- Vuelve a decir otra cosa y la próxima vez no será un puñetazo lo que recibirás, me encargaré de que sufras el peor dolor que jamás has vivido.

- Me gustaría que lo intentaras… esto no es nada con los constantes golpes que Rika me da casi diario… y ella realmente sabe pegar fuerte.

- Estás condenando tu vida… así que no tengo otra opción que darle un fin. – Jeanne empezó a extender más llamas, estaba a punto de quemar a Haji hasta sus entrañas, extrañamente, el pelinegro no estaba asustado, en realidad estaba sonriendo. - ¿Por qué la sonrisa?

- Dices por qué… deberías haberte dado cuenta… que todo era una distracción.

Jeanne Alter sintió un golpe a sus espaldas, Mash la golpeó fuertemente con su escudo, Haji cayó al suelo siendo sujetado por la shielder.

- ¡Senpai, eso fue peligroso! – La pelimorada estaba realmente preocupada, Haji no dejaba de sonreir.

- Estaba seguro que vendrías a salvarme. – La shielder soltó un suspiro.

- Escuche senpai, una vez terminemos esto, usted y yo tendremos una larga charla acerca de meterse en peligro.

- Lo esperaré. – Mash ya dejó a Haji en el suelo, Rika llegó de repente para abrazarlo. – Rika.

- ¡Nii-san, eres un idiota, y tú dices que no me meta en peligro!

- Lo siento… actué como según era mejor la situación a pesar de mi propia vida… soy un idiota.

- Lo eres realmente… no quería perderte. – Le abrazó con fuerza, Haji empezó a sentir dolor.

- Muy bien, no tan fuerte que el abdomen me sigue doliendo… veamos cómo se desarrolla la batalla.

Jeanne Alter se recuperó de ese golpe, estando furiosa por ser interrumpida, no vio como Jeanne estaba a su lado para atacar, el estandarte la golpeó de lleno en el abdomen. La Avenger quiso contraatacar con fuego pero Jeanne lo esquivó y entonces lanzó una patada a su rostro.

- ¡Aaahh! – La ruler se encontraba más motivada, no quería desperdiciar los esfuerzos que Haji dio para que se recuperaran, lanzando mayores ataques, Mash se unió tacleándola en el costado mientras Jeanne golpeaba en múltiples ocasiones a distintas partes de su cuerpo, la Avenger ya sentía como las energías empezaban a abandonarla. - ¡Por qué se resisten, se supone que soy la verdadera Jeanne D'Arc, mi venganza se completará!

- Tu odio no es suficiente, no tienes a nadie para estar a tu lado, estás sola, por esas razones es que no puedes ganar. – Expresó Jeanne golpeando a la Avenger en el estómago, escupiendo sangre en grandes cantidades. Su cuerpo ya estaba lleno de moretones, cortes y demás aberturas ensangrentadas, apenas y podía mantenerse de pie. – Tú no eres Jeanne D'Arc… ella nunca trataría de acabar con Francia… como dijo Haji… eres un cascarón vacío.

- No… eso no es verdad… yo… - La Avenger empezó a sujetarse la cabeza, sentía como sus pensamientos empezaban a traicionarla, en ese momento llegó alguien. - … Gilles.

-Mi querida Jeanne, no te preocupes, estoy aquí para salvarte, así que no tienes nada de qué preocuparte, descansa y déjamelo a mí.

- Si… lo haré, gracias Gilles… - Jeanne Alter sujetó el santo grial que estaba en su interior, sintiendo dolor lo sacó y se lo lanzó al caster mientras esta caía ya al suelo derrotada, a pesar de ello no desaparecía aún.

- Parece que la situación se ha desviado un poco, pero no importa, mis planes no han sido afectados en nada, no te preocupes mi querida Jeanne, yo me ocuparé de tu sueño. – proclamó el caster mientras poseía el grial. En ese momento llegaron Elizabeth y Kiyohime.

- Lo sentimos, sin querer se escapó. – Expresó la lancer.

- No mientas lagartija mexicana, tú la dejaste escapar, si no hubiera sido por eso, yo lo hubiera matado.

- ¡No me eches toda la culpa maldita acosadora, tu igual tienes algo de ella!

- No es momento de pelear. – Buscó calmarlas Haji mientras era ayudado por Rika. – Tenemos un problema mayor.

- ¡Master! – Kiyohime acudió preocupada con él. – Estás herido, quien fue… quien lo hizo, lo pagará. – Empezó a enojarse, exhalando llamas.

- Eso será para otro momento, lo importante… - Empezaron a observar a Gilles.

- El grial… entonces... - La ruler empezó a darse cuenta.

- Supongo que es obvio, mi deseo siempre fue revivirte, pero el grial me rechazó, y como no había otra forma, entonces solo se me ocurrió el deseo de crear una nueva tú, una que fuera realmente como yo lo pensé, que buscara castigar a la gente que la traicionó.

- … Ese fue tu deseo entonces… pero Gilles, puede que mi final haya sido trágico… pero no me arrepiento de ello, sé que la gente fue feliz al final y estoy orgullosa de ello… puede que no hayas aceptado mi muerte al final, pero no por ello te da derecho de querer destruirlo todo… puedes odiar a Francia pero yo lo amo… por eso lucharé.

- Bien Jeanne D'Arc… así que eres mi enemiga… ¡Acabaré contigo! – Caster Gilles abrió su libro, en ese momento empezó a surgir una gran criatura que casi cubría toda la sala, era de color negra con múltiples tentáculos. - ¡Aprecia mi gran creación! Cool ¿no lo creen?

- ¡Aaaah, estoy harta de esas cosas asquerosas! – Gritó Elizabeth con frustración. – Ya basta, acabaré con ese bufón.

- Estoy de acuerdo… cualquiera que lastime a master va a sufrir. – Kiyohime tenía un rostro muy aterrador en ese momento.

- Gilles… como salvadora de Francia, es mi deber detenerte. – La ruler se puso en posición. Mash también.

- Masters sus órdenes. – Ambos hermanos se vieron y asintieron.

- ¡Recupera el grial! – Expresaron ambos al mismo tiempo. En ese momento los servants saltaron directamente a la batalla. Haji se sentó en el suelo.

- Nii-san, deberías descansar. – Expresó su hermana bastante preocupada.

- Lo sé… pero antes quiero hacer algo… - Señaló a la Jeanne Alter que yacía en el suelo, a punto de desaparecer. – Ella puede ser un cascarón vacío… pero quizás pueda darle un propósito de ahora en adelante.

- ¿Estás seguro? Casi te mata y nada dice que cambie si te vuelves su master.

- Oye, aprecio a mi Jeanne Alter en el juego… seguro aquí también podré hacerlo. – Haji se levantó y empezó a caminar con trabajo para acercarse a la Avenger, esta apenas y seguía consciente cuando vio al pelinegro.

- … Acercarte cuando estoy débil… y hablabas de cobardes…

- No es por esa razón… quizás seas una copia, pero tienes todas cualidades de un servant, al parecer ya estás grabada en el trono de héroes aunque seas un deseo de Gilles.

- Idiota… claro que soy real… soy la verdadera Jeanne D'Arc después de todo… y ¿qué harás? ¿Vas a matarme? Estoy por desaparecer.

- No haré eso… te daré una nueva oportunidad para redimirte, para que puedas cambiar y ser una mejor persona… tendrás una nueva y mejor vida. – La Avenger se asombró por unos segundos para luego empezar a reír.

- ¿Es una broma? ¿Yo, ser una mejor persona? Enserio hablas puras estupideces… jamás aceptaría tener a alguien como tu como master… preferiría suicidarme antes que hacerlo…

- No hables antes de tiempo, dale una oportunidad, ya después podrás expresar tu opinión. – Sacó su celular, apuntando a la Avenger. – A partir de hoy, estarás a mi cuidado.

El rayo empezó a cubrir a la Avenger, esta se retorció mientras todo el miasma oscuro la abandonaba, Jeanne Alter solamente pudo gruñir.

- Tu… acabas de cometer el peor error de toda tu vida… y te haré verlo… - La Avenger desapareció, señalando el icono de captura completa.

- Yo te haré ver que tomaste la mejor decisión. – Sonrió antes de ya dirigir su vista a la batalla. – Ahora, con esto.

Los cuatro servants seguían encargándose de la criatura invocada por Gilles, con el poder del grial en sus manos realmente era más potenciado que nunca.

- ¿Acaso hay alguna forma de derrotar a esta cosa? Ya me da asco. – Elizabeth tuvo escalofríos en ese momento.

- Yo también me estoy hartando… y debo acabar con él. – Kiyohime empezó a irradiar un aura aterradora. Haji observó ya su barra, estaba lista para realizar su NP, primeramente tenía que potenciarla.

- Muy bien, Kiyohime, hora de que seas la estrella. – Primero activó la skill "Shapeshift" potenciando su defensa, luego fue con la primera de Mash para potenciar más esa defensa, después fue con la tercera "Flame-coloured Kiss" dándole mayor fuerza, ya estaba lista. – Y bien, llegó el momento ¡Kiyohime, a quemarlo todo!

- Lastimaron a mi master, pude haberlo perdido, ahora yo te quitaré algo valioso, tu vida. – La Berserker empezó a brillar, su NP se activó, llamas empezaron a surgir por todos lados, la peliverde los controlaba con su abanico mientras estas tomaban forma de un dragón. – Esto por master ¡Tenshin Kashou Zanmai!

El dragón de fuego voló directamente hacia la criatura, las llamas empezaron a cubrirla por completo, un fuerte chillido salía de esta mientras se retorcía.

- ¡Por qué, mi pobre criatura! – Gilles estaba confundido, su criatura estaba pereciendo en ese momento por las llamas hasta que no quedó más. – No… no puede ser… si se supone que el grial…. ¡Arrgh! – Gilles sintió un dolor agudo en su abdomen, vio entonces como fue atravesado totalmente, Jeanne se encargó de ello. – Jeanne…

- Gilles… se acabó… hiciste lo mejor que pudiste, pero ya… aunque no puedas perdonar a Francia por lo que me hicieron… me alegra que siempre me apoyaras al final… ahora descansa.

- … Jeanne… es bueno escuchar eso, hice cosas malas pero ver este último paisaje lo vale… - El caster cayó al suelo, Haji se acercó a él. – Usted es…

- Quien dice que las segundas oportunidades no existen, se la di a Jeanne Alter, tú también la mereces. – Disparó su rayo, despejando el miasma oscuro y desapareciendo, lo capturó exitosamente.

- Gracias Haji, por no abandonarlo. – Agradeció Jeanne, en cambio Rika nos e veía muy complacida.

- ¿En serio querías a ese ojón?

- Oye, este Gilles puede ser bastante leal a su master, debiste verlo en Fate/Zero.

- Claro… siendo compañero de un psicópata. – En ese momento apareció Roman.

- La singularidad ya empezará a restaurarse, por lo que deberán transportarse pronto. – Anunció, Mash llegó ahí con el grial en manos.

- Así que terminamos… - Rika estiró sus manos. – Realmente fue pesado todo esto, pero igual obtuvimos algo bueno, tenemos muchos servants.

- Eso recuerda que… - No se olvidaron del resto. Salieron del castillo donde ya los esperaban los demás servants.

- Lo lograron. – Sonrió Giorgios. – La batalla igual fue ganada aquí, los wyverns han desaparecido, ya todo está en paz.

- Y parece que ustedes tienen un largo viaje por delante. – Comentó Siegfried. – No me molestaría acompañarlo a lo largo de sus peleas.

- Lo mismo, si puedo ayudar en algo, lo haré. – Respondió Giorgios.

- Entonces…

- Sean bienvenidos los dos. – Haji apuntó a Giorgios y Rika a Siegfried, los dos fueron purificados rápidamente y desaparecieron con sonrisas en sus rostros, habían sido capturados.

- Entonces… todo terminó… eso es bueno. – Comentó Mozart. – Al menos me hubiera gustado que Marie lo hubiera visto hasta el final, como defendimos el país que ella tanto ama.

- Ya tienes entonces una historia que contar cuando regresemos, seguro le gustará saber lo qué pasó. – Respondió Haji, el caster asintió.

- Y espero comer ese pastel que tiene preparado, aunque diga que no hay para mí, la conozco bien y seguro tiene una parte apartada. – Sonrió el músico.

- ¡Jeanne! – En ese momento se acercó el Gilles de esa época, la santa se vio alegre. – Me alegra que estés viva, después de lo sucedido, yo…

- Gilles. – La rubia le interrumpió. – Sabes muy bien que morí, la yo que está aquí, pues… no soy realmente yo con mi cuerpo original, tu lamentaste lo ocurrido y… espero entiendas.

- … Muy bien, no lo olvides mi querida, toda Francia te está agradecida. – Levantó su mano, en ese momento los soldados soltaron fuertes rugidos de victoria que la sorprendieron, ella sonrió.

- Gracias Gilles… seguro que volveremos a vernos. – En ese momento vio ya a ambos masters. – Es hora de irnos ¿no?

- Así es… ya esta singularidad va a restaurarse y no podemos estar aquí cuando suceda. – Vieron a los servants, estos tenían sonrisas en sus rostros. – Vamos de regreso a casa.

- ¡Adelante, a casa! – Exclamó Rika, ya entonces el vórtice los cubrió, siendo transportados. La aventura en Orleans fue dura, pero pudieron traspasarlo, ahora finalmente les espera un buen descanso después de todo.


Y llegamos al final de esta singularidad, la verdad que el cap me salió bastante largo y lo de la batalla de Gilles fue corta porque quise enfocarme más con Jalter, ella tuvo más aura de jefe final y quise demostrarlo, ya entonces acabamos aquí, el siguiente cap regresamos a Chaldea, veremos más servants y habrán invocaciones ¿quienes contestarán? hasta la próxima semana para averiguarlo. Saludos.