En cuestión de habilidades de cocina, Emiya siempre es alguien que estará en el primer puesto de mejores cocineros dentro de Chaldea, incluso entre los servants, tener stats de cocina nivel EX es algo sumamente sorprendente y que nadie puede negar que haga algo malo. Por el otro lado, Boudica no tiene nada que envidiarle, ella igual ha llegado a probar hacer buena comida con lo poco que se tiene ahí y satisfacer a los soldados que, por obviedad, comen bastante, ni que decir de Salter que es un barril sin fondo.

Mientras todos comen, Rika estaba ahí sentada a un lado con un plato del estofado que había hecho la Rider, como si fuera ya una costumbre, Ushiwakamaru se encontraba a su lado, totalmente quieta, como si de una muñeca se tratara y solamente manteniéndose parada y con los ojos cerrados, Rika podía admitir que la personalidad inicial de la Rider sea así, pero ya empezaba a perturbarle un poco.

- … Esto… Ushi-san.

- ¿Desea algo mi señor? – La samurái reaccionó al instante que le hablaron, la pelinaranja parpadeó un par de veces.

- … No es nada importante, solo quería decir si no quieres comer algo, debe ser agotador estar todo el tiempo a mi lado.

- Para nada. – Negó rápidamente ella. – Estoy agradecida por la preocupación pero es mi trabajo como servant el cuidar de usted en todo momento.

- Lo aprecio pero… si pudiera decirlo… es agotador. – La Rider expresó asombro en ese momento.

- ¿Agotador? Acaso… ¿se ha cansado de mí? – Ushi no podía evitar que sus manos temblaran. – Me va a despedir… ¿cierto?

- No. – Respondió la pelinaranja rápidamente. – Solo me gustaría si pudieras ser un poco más relajada, ahora mismo no estamos peleando o hay enemigos cerca, puedes permitirte estar tranquilo. – La Rider se quedó con un rostro de desconcierto para ya después suavizarse.

- Lo lamento… debí haber sido una molestia para usted ¿no? Aunque sé que usted es parte del mundo moderno, he estado aplicando mis anticuadas enseñanzas en usted y eso debió haberle perjudicado en algún momento, no me importa si me castiga o lo que sea. – Ella se mantuvo agachada, Rika solo pudo verle con desconcierto.

- No voy a castigarte. – La Rider levantó la vista para verla de frente. – Ya se los había dicho a todos, los considero como una familia a cada uno de ustedes, no voy a enojarme con facilidad por un simple error que cometan, incluso con Liz-chan que ha causado uno que otro problema, los quiero a todos. – Expresó ella con una sonrisa, Ushi no supo como reaccionó, solo pudo bajar su rostro mientras se rascaba la mejilla para esconder su vergüenza.

- Master… ¿le gusta avergonzar a otros? – Rika soltó una pequeña risa. – Supongo que podría relajarme… igual me agrada ser un poco más alegre ¿sabe acerca de que me gustaba gastar bromas cuando entrenaba con los tengus?

- Conocer tu historia es de educación primaria. – Respondió la pelinaranja. – Aprecio bastante a todos y tú no serás la excepción. – Empezó a acariciar su cabello, Ushi se puso realmente tensa en ese momento pero tampoco lo sintió mal.

- No soy una niña, así que hacer esto no es correcto.

- No te quejes y deja que te mime. – Al final la Rider se rindió y dejó que Rika se encargará de ella, sacando unas cuantas risas de Salter con la escena.

La paz no duró demasiado cuando un soldado avisó de enemigos cerca, fue el momento de actuar para todos que se levantaron a pelear, lo mismo para ambos hermanos y sus servants que acudieron al llamado.

- ¡Vamos a acabar con la tiranía, abajo la opresión! – Spartacus atacaba a los enemigos con su gran fuerza, siendo mandados a volar con pura facilidad, casi acabando con una buena parte de las fuerzas enemigas. Por su parte, Boudica peleaba junto a su espada y escudo, acabando soldados uno a uno.

- ¡No hay tiempo para retroceder, deben acabar con esto! – Animaba a los aliados mientras continuaba peleando, ambos hermanos los observaban y no estaba nada mal.

Finalmente lograron derrotar a todos los enemigos y regresar al campamento, Boudica se encontraba satisfecha con lo conseguido, ya así Haji y Mash se acercaron a ella.

- Buen trabajo. – Felicitó el pelinegro, la reina se rascó la nuca con vergüenza.

- quise demostrar mi utilidad ahí afuera, tengo experiencia dirigiendo batallones así que es lo mejor que puedo hacer.

- Y… ¿realmente estás luchando por Nero? – Preguntó Mash aunque dudó un poco en hacerlo. - bueno, ya sabes, por…

- Lo sé, puede ser raro dada nuestra historia, aunque igual ya se los dije cuando nos presentamos. – Ella guiñó el ojo. – La odio, la sigo odiando y no creo que pueda perdonarla mientras esté aquí, pero igual sé que ese imperio romano unido está causando muchos problemas, de momento siento un odio mayor hacia ellos por toda la gente que han asesinado.

- Entonces… ¿es más como lastima? – Preguntó la shielder, Boudica negó con la cabeza.

- Puedes decir que es mi instinto de reina para proteger a la gente, eso igual hace que quiera protegerlos a ustedes, sobretodo a ti, eres bastante linda. – Boudica abrazó rápidamente a Mash, causando que se sonroje.

- ¿B-Boudica?

- No te preocupes por nada, tu querida hermana mayor se encargará de todo. – Siguió acariciándola aunque la pelimorada se resistía, Haji sonrió de lado.

- (Yuri…) – Pensó en su mente, ya ahí que Boudica le vio.

- No te preocupes master, igual te tengo en mente y protegeré con todo. – Sonrió ella, el pelinegro no pudo evitar ver justo el escote que sobresalía de ella, la Rider realmente tenía el encanto de una mujer mayor.

- Lo lamento, pero master ya tiene a alguien más en su vida. – Kiyohime llegó como si una alerta se hubiera activado en ella para proteger a Haji. – Este hombre está tomado.

- Esto… Kiyohime ¿no? – La dragona asintió. - ¿Eres la mujer del master?

- Así es, él me aceptó y me dijo claramente que soy la mujer ideal para él, por lo que nadie más puede tenerlo, ya estamos destinados a estar juntos.

- … Kiyohime, dije que aprecio tus esfuerzos hacia mí y no te rechazo, pero tampoco he afirmado totalmente que seamos pareja. – En ese momento un shock recorrió enteramente a la Berserker.

- ¡¿No somos pareja!? P-Pero master… yo pensé… debe ser una mentira, mientes ¿verdad? – Haji no dijo nada, su silencio lo afirmaba todo. – Master… nosotros tenemos algo especial… lo siento, debo ir a hacer algo… - Y de esa forma ella se fue teniendo un aire de depresión.

- Senpai, no creo que haya estado bien lastimar a Kiyohime de esa forma. – Le regañó Mash, Haji se hundió de hombros.

- De momento no quiero darle esperanzas. Ella no miente del todo, si admito que me atrae un poco por más que tengamos una abismal diferencia de edad, al menos en mis propios términos, pero primero quiero acomodar unas cuantas cosas en mi mente antes de buscar algo serio; y, de alguna forma, siento que ella no será la única queriendo buscar una relación conmigo.

- Master sí que tendrá una ajetreada vida a partir de ahora. – Boudica soltó una pequeña risa. – Si te sientes cansado, puedes dejar que tu querida hermana mayor te conforte.

- Me gustaría. – Respondió Haji, pensando en la sensación de aquellos pechos de la pelirroja en su cabeza. – Por ahora prefiero poder resolver esta singularidad lo antes posible.

- … Muy bien senpai, solo espero que sus decisiones no le metan en problemas. – Respondió Mash.

- Eso procuraré, no me gustaría que Kiyo me queme dentro de una campana, igual tampoco me molestaría si decides hacer tus movimientos conmigo. – Se burló el pelinegro, Mash no pudo evitar sonrojarse ante tal comentario mientras que Boudica soltó un gotón en su frente.

Por el otro lado, Rika estaba con Spartacus, observando que el Berserker se veía alegre de pelear.

- ¿Satisfecho grandulón? – Preguntó la pelinaranja.

- Acabar con la opresión es mi meta, mientras más enemigos caigan, mejor. – Respondió este con una sonrisa.

- Es bueno saber eso, aunque estés luchando para el lado del emperador, si sabes que ha promovido de esa opresión que quieres derrocar.

- Entiendo que el emperador es opresión, la opresión debe caer pero ese imperio es una opresión aún mayor, tiene que perecer por el bien de la libertad.

- Ya pronto acabaremos con esos sujetos que tanto molestan, eso es seguro. – Sonrió la pelinaranja, ya entonces el Berserker se aleja. – Una vez estás en su onda, puedes entenderlo.

- Es increíble que lo hagas. – Se acercó Elizabeth. – no es fácil llegar a entender a los berserkers, su locura hace que se complique comunicarse con ellos.

- Todo es cuestión de tiempo, tampoco es que lleguen a ser bestias incomprensibles, hay servants peores que ni son berserkers y no se pueden entenderles.

- Supongo que es verdad, los avengers son más complicados de lidiar que nada. – Dirigió su mirada hacia Jalter la cual escuchó todo.

- No tientes a tu suerte dragona… - Fue todo lo que dijo antes de irse.

- Mash, quisiera hablarte de algo. – Boudica se dirigió a la shielder. – Ya he logrado observar un poco de lo que puedes hacer, no peleas mal, pero siento que quizás pueda faltar un poco en tu estilo de pelea.

- ¿Perdón? – Enarcó una ceja.

- No es que esté dudando de ti, solo quiero poner a prueba tus habilidades, así que quisiera tener una pelea de practica contigo.

- ¿Pelear conmigo? No sé… - Mash miró directamente a Haji buscando una respuesta.

- Quizás pueda servirte de algo, hazlo. – Asintió el pelinegro.

- Muy bien… aceptaré pelear contigo. – Boudica sonrió con esa respuesta.

- Me agrada, espero bastante de ti. – Dicho eso, la reina se puso en posición, manifestando su espada y escudo, Mash igual. – No seré suave, mi carroza es bastante fuerte que resiste varios golpes.

- Bien, puedes venir con todo. – Mash se puso en posición, Boudica dio un salto, manifestando su carroza y aterrizando en ella, los caballos relincharon antes de empezar a correr, yendo a gran velocidad, la reina pelirroja quiso dar el primer golpe con su espada, siendo bloqueado por el escudo de Mash.

- Si es fuerte. – Apretó los dientes resistiendo el ataque. La Rider dio la vuelta rápidamente para volver a atacar, en esta ocasión Mash se plantó en el suelo para recibir el golpe con más resistencia, en esta ocasión no fue movida, sino que logró aprovechar para desviar el ataque.

- Ya vas aprendiendo, ahora veamos si puedes con esto. – Boudica aceleró para atacar con más fuerza, Mash estaba preparada para lo que llegara y lograba resistir los ataques, más de esa forma no podría conseguir un contraataque.

- (Debo pensar en el momento correcto para atacar… espera…) – La shielder se quedó quieta, Boudica pensaba que no iba a hacer nada.

- Estar en un sitio no te asegurará la victoria. – Con toda la confianza del mundo, fue al ataque, ya estando a pocos centímetros, fue que reaccionó.

- ¡Ahora! – Mash saltó, algo que sorprendió a la Rider cuando no vio donde estaba.

- ¿Eh? – Buscó y fue entonces que observó, había aterrizado dentro de su carroza. – Un momento.

- Es una batalla, no hay tiempo para esperar. – En ese momento realizó na maniobra inesperada. Sujetó a Boudica con todas sus fuerzas, teniéndola apresada entre sus brazos y justo entonces las dos saltaron de la carroza, yendo a toda velocidad, ambas cayeron en el suelo levantando polvo, una vez este se despejó se observó a la shielder encima de ella, su espada estaba alejada y no tenía forma de defenderse. – Es todo.

- … es verdad, me has ganado, felicidades. – La Rider se rindió, ya entonces ambas se levantaron del suelo. – Lo hiciste bien, puedes pelear sin problemas.

- Me alegra escuchar esas palabras… - No pudo seguir cuando sintió a la Rider abrazándola.

- No solo eres tierna sino que también muy fuerte, estoy orgullosa de ti, debido a ello, esta noche prepararé una comida especial, espero puedas disfrutarla.

- Me gustaría… ahora puedes soltarme, tus pechos… me aplastan…

- Boudica te está dando todo tu aprecio, debes aceptarlo. – Respondió Haji acercándose. – Y estaré esperando la cena.

- Con gusto master, soy muy buena con la cocina británica, podrán comer todo lo que quieran y después nos bañaremos juntas. – Expresó ella con una sonrisa. – No me gusta admitirlo pero los baños romanos son buenos, incluso Spartacus se queda tranquilo al sumergirse en el agua caliente.

- … Esa es información interesante…

- Y sí que lo es. – Roman se manifestó. – Así que los berserkers pueden calmarse de esa forma, hay que tenerlo documentado.

- Todo sea por la ciencia. – Respondió Haji. – Y bien, nos está esperando una comida.

- Vamos a prepararla. – Anunció Boudica.

Esa noche se realizó un pequeño festejo debido a la victoria temporal y con tal de elevar la moral de los soldados, Boudica pudo hacer platillos realmente exquisitos de la cocina británica, ella sí que no mentía al decir que iba a estar bueno y es que realmente todos lo disfrutaron.

- Esto sí que está bueno. – Salter ya iba por su sexto plato. – Uno más.

- Sí que comes demasiado. – Boudica le sirvió otro. – Es un gusto estar peleando lado a lado con otra reina de Bretaña.

- En cierta forma, yo fui un poco más tiránica, más bien soy el lado negativo de la original Arturia Pendragon, pero nada quita que fui reina.

- Ahora mismo no creo que importe el hecho de lo que hicimos en el pasado, somos aliados y peleamos en el mismo bando, es todo lo que importa.

- Puede ser así, estando aquí me alimentan y es más que suficiente para que esté calmada, así que mientras siga teniendo comida deliciosa, estaré satisfecha… mientras no sean ese puré de papas de Gawain. – Mencionó por lo bajo.

Haji ya estaba satisfecho con la comida, como seguro los soldados iban a embriagarse hasta no poder más, él solo deseaba descansar, fue entonces que vio a Kiyohime ahí sola, recordando cómo fue que la puso triste, sentía que debía hacer algo, se acercó a ella.

- Master… - La Berserker bajó la mirada, como si no deseara verlo, el pelinegro soltó un suspiro.

- Kiyo, puede que lo que haya dicho en la tarde no te gustara, pero supongo que no me expliqué bien en ese momento. No te rechazo, más bien si estaría dispuesto a tener algo contigo.

- ¿En serio? – Ya levantó la vista, un poco más esperanzada.

- Puedo asegurarlo, solo que ahora no es el momento, estamos en una misión y tenemos más problemas por delante, antes quisiera poder arreglar todo eso, ya después podremos llevarlo con más calma. – Kiyohime ya se veía más alegre.

- Me alegra escuchar eso, entonces es seguro que seré su esposa~ - Expresó con brillitos a su alrededor. – Gracias master por la oportunidad, no quedará decepcionado.

- Si, solo que recuerda, una vez termine todo esto.

- Entendido, lo estaré esperando. – Kiyohime se fue en ese momento, no sin antes acercarse para darle un beso en la mejilla a Haji. – Eso fue para regresar el que me dio en su escuela, nos vemos mañana~ - Y se fue dando saltitos bastante alegre, Haji sonrió. En ese momento Jalter apareció, teniendo un rostro de desagrado.

- ¿Por qué el rostro?

- ¿Cómo que por qué? Está bastante claro, el hecho de estar coqueteando con esa Berserker, no creí que mi master sea un asaltacunas.

- Escucha Jalter ¿Qué clase de chica de 12 años tendría un cuerpo como el de ella? Claro que en la actualidad las chicas se desarrollan bastante a temprana edad, pero no tiene nada que ver. Ella ha expresado sus sentimientos de forma sincera, no soy quien para rechazarlos, ya me estoy planteando quizás tener una pareja si es que alguien quiere conmigo, así que no estoy dispuesto a rechazar a quien realmente me quiere por como soy.

- Pero ella es una niña, tienen una clara diferencia de edad y eso realmente da asco… pero siento que esa explicación no es suficiente para convencerte.

- Solo le estarás dando vueltas al asunto. – Se hundió de hombros, ya fue entonces que entendió algo. – Ya veo… estás en contra de todo esto por celos ¿no? – Al escuchar eso, la Avenger expresó el rostro de desacierto más acentuado que Haji jamás ha visto.

- ¿De qué rayos hablas?

- Supongo que es como dicen, mientras más odias a alguien, es que mayores sentimientos sientes por esa persona, y del odio al amor hay un solo paso. – Expresó llevándose la mano a la barbilla. – Supongo que no tengo la culpa de ser tan irresistible.

- ¡Ya basta con tus tonterías! – Gritó la Avenger ya totalmente sacada de quicio. – Ni en un millón de años terminaría enamorada de ti, antes muerta que estúpida.

- Que raro… pensé que ya eras estúpida. – Se burló, la Avenger gruñó con fuerza. – No tienes por qué enojarte, si te molesto tanto es porque te quiero.

- ¡No me interesa que me quieras! – Gritó con fuerza, ya entonces se llevó la mano a la sien. – Eres un caso perdido, un pervertido, pedófilo, molesto, lacra, una basura que vale menos que una cucaracha.

- Parece que no conoces otra cosa que no sean insultos, tal vez no has calificado totalmente para ser un servant completo. – Pensó Haji en voz alta, Jalter ya estaba muy cansada de lidiar con él.

- Mejor me voy, antes de que pierda completamente mi cordura. – y así la Avenger se fue, fue entonces que Martha apareció.

- Master, sé que ella tampoco me agrada, pero no la molestaría hasta esos niveles.

- Es amor apache, ella me odia pero sé que, en lo profundo, ella siente algo, lo siento en mis huesos. – Expresó, la Rider le vio sin expresión alguna. – Pasando a otra cosa ¿no es que al menos has llegado a sentirte enamorada?

- ¿Eh? Bueno… no es que no haya tenido tiempo para buscar una pareja cuando estuve con vida, mayormente ejercía como santa y pasé mucho tiempo controlando a Tarasque.

- Ahora tienes una nueva vida, quizás puedas aprovechar para realizar cosas que nunca antes has podido.

- Me gustaría, aunque no es que sepa realmente qué hacer con esto, o si realmente le puedo gustar a alguien.

- Todo a su debido tiempo, puesto que ahora he estado abrazando la sensación de aceptar alguna relación futura, todos tienen libertad de estar con quienes quieran. Seguro muchos servants que tenemos en Chaldea estuvieron casados en vida y no puedan olvidar esas parejas que tuvieron, puedo decirlo por Boudica que recuerda con cariño a su esposo e hijas y no parece que pueda dar paso adelante a una nueva relación, pero en tu caso puedes empezar, solo debes encontrar al indicado.

- Quizás… aprecio el consejo master, la gracia y bendición de dios deberá llevarme hacia quien sea mi alma destinada.

- Esperemos eso.


Llegó la mañana y finalmente es el asalto final para recuperar Gaul, las tropas salieron para finalmente recuperar la ciudad. Finalmente llegaron al campo de batalla donde igualmente esperaban los enemigos.

- Spartacus y yo nos encargaremos de los enemigos, ustedes pueden ir con Nero a acabar con el emperador. – Expresó Boudica con una sonrisa, ambos hermanos asintieron.

- Estaremos contando con ustedes para que puedan acabar con los soldados. – Se dirigió Rika a los servants. – Liz-chan, vendrás conmigo.

- Igualmente Kiyohime, no sabemos qué tan fuerte será este servant. – Comentó Haji, la dragona asintió.

- Muy bien master, iré a donde usted quiera.

- Tsk, otra vez con esta dragona psicópata. – Expresó Elizabeth por lo bajo.

- Umu, vamos todos para finalmente recuperar la ciudad. – Expresó Nero, así fueron directamente hacia donde estaba el enemigo.

- ¡Mash-chan, estaremos contando contigo para que nos protejas! – Expresó Rika, la shielder asintió.

- Entendido masters. – Vieron a varios soldados al frente mientras iban corriendo. Nero sacó su espada para atacar a uno que iba directo hacia ella, realizando un corte horizontal, la sangre salía propulsada de su pecho.

- ¡Podemos avanzar victoriosamente, por Roma! – Rugió ella mientras seguía peleando. Elizabeth golpeaba a soldados con su lanza horizontalmente, derribando a cuatro y más que fueran hacia ella.

Kiyohime disparaba sus llamas, acabando sin problemas con soldados que eran quemados y también golpeando a otros con sus artes marciales, no iba a permitir que nadie se acercara a Haji. Por mientras, este lanzaba joyas que golpeaban directamente a los soldados, explotando al contacto, agradecía realmente haber hecho varias en el transcurso de esos días y que Medea le haya asistido en su elaboración.

Mash atacaba con su escudo con tal de proteger a sus masters, Rika iba justo por detrás, golpeando a soldados que se atrevieran a atacar por la espalda. Avanzaban sin problema alguno hasta que finalmente pudieron ver al frente al que era el enemigo dentro de su campamento. Un hombre gordo llevando una armadura y llevando ropa roja.

- Oye Nii-san. – Rika se acercó a su hermano. – Ahora que lo tenemos enfrente… realmente se ve gordo.

- Creo que eso está más que confirmado.

- Pero si, se ve pachoncito.

- Muy bien, han llegado. – Exclamó el servant enemigo. – me he cansado de esperar, pero finalmente están aquí, y justo aquí tengo frente a la representación misma de Roma, espero tu nombre. – Nero se mantuvo callada por unos segundos, ya entonces levantó la vista.

- Nero Claudius, actual emperador de Roma, y estoy aquí para acabar contigo y recuperar el territorio.

- Ya veo, y ahí con tus aliados, espero sus nombres.

- Shimamura Haji.

- Shimamura Rika, y estos aquí son nuestros servants. – En eso el servant gordo se llevó la mano al mentón.

- No he escuchado nada sobre sus nombres, como al parecer las noticias no se han propagado bien por aquí, pero no importa.

- Debes saber algo de su master o el santo grial, espero nos respondas. – Comentó Mash, el servant le vio.

- Si esos son sus masters… son distintos del que conozco, pero siendo de esa forma, entonces está en nuestra naturaleza pelear entre nosotros. Por haber hecho todo el camino hacía aquí, entonces haré que prueben el poder de mi espada Crocea Mors.

- Yo llevo el color dorado, así que nadie más puede hacerlo que yo. – Expresó Nero, el servant sonrió.

- Espero una buena lucha. – Así ambos empezaron a luchar.

- Nii-san, tendremos que derrotar a Cesar lo más pronto, aunque sepamos que es gordo, es ágil por ser Saber.

- ¡No estoy gordo, estoy rellenito del amor que me ha dado mi gente! – Gritó Cesar al otro lado mientras bloqueó un ataque de Nero.

- Para que negar la realidad, si alguien tiene sobrepeso, es que lo tiene. – Haji se encogió de hombros. El Saber alejó a Nero, viendo a ambos masters con molestia.

- No crean que aceptaré esos insultos de mal gusto, juro que acabaré con ustedes. – Expresó ya enojado.

- Nii-san, realmente lo hicimos enojar. – Comentó Rika por lo bajo.

- Es verdad, supongo que es suficiente bullying por hoy, Kiyo, Mash, es momento de apoyar a Nero.

- Así es, Liz-chan, ve con todo. – Los servants asintieron mientras ya fueron directamente a luchar contra Cesar. La batalla continua y falta más por ver, están por recuperar ese territorio, pero hay cosas que faltan por aparecer, así como peligros.


Aquí ya tenemos otro cap, nos fuimos por algo ligero nuevamente que ya se está volviendo por mi estilo al escribir esta historia, lo bueno es que en el siguiente tendremos acción y unas batallas según se observa en la historia, de ese modo ya seguiremos avanzando, en el siguiente aparecerán más servants nuevos, espérenlo. Saludos.