La pelea contra Leónidas no duró demasiado, a pesar de que él invocaba guerrero tras guerrero, todo debido a su NP, la superioridad numérica de servants lo llevó a su derrota y acabó siendo capturado por Haji. Una vez terminó la batalla hicieron su regreso a Roma, con una gran multitud festejando como se estaba haciendo algo similar debido a la victoria y finalmente volviendo al palacio.

- Nii-san ¿no estás incomodo de esa forma? Digo… - Rika se estaba refiriendo al hecho de que Kiyohime se mantuvo sujetada del brazo del pelinegro en todo momento, sin ninguna intención de soltarlo.

- No puedo culparla, pasó horas sin que yo estuviera presente, seguro sufrió en todo ese tiempo.

- Ya la aceptaste al parecer, aunque sea una Berserker y su locura es la que hace que actúe así. – Respondió Mash, la peliverde soltó una pequeña risa.

- Hay una clara diferencia Mash… esto que siento no es locura ni tampoco estoy siendo totalmente controlada, es verdadero amor lo que abunda en mi corazón, master es un hombre paciente que aceptó todo de mi persona, yo solo estoy regresando su afecto de la forma que mejor conozco.

- Bueno, mientras nii-san no tenga quejas sobre ello, soy feliz porque finalmente tengas una novia.

- Y decías que jamás iba a tener una. – Puso una sonrisa burlona el pelinegro, Rika hizo un pequeño puchero.

- Muy bien, admito que me equivoqué.

- Pasando a otro asunto. – Volteó a ver a Nero. – Ya no debería haber percances, hemos acabado con una buena parte de las fuerzas del enemigo y sus generales, solo nos queda ir directo hacia su capital y terminarlos.

- Umu, eso es verdad, gracias a la información que nos proporcionó aquella diosa, es cuestión de tiempo para que podamos dar el golpe final y acabar todo esto, realmente les agradezco toda la ayuda y confianza que me han proporcionado a lo largo de este tiempo, la victoria está muy cerca.

- No es nada, es nuestro trabajo después de todo. – Respondió Roman escondiendo su vergüenza.

- Nosotros somos quienes han hecho todo el trabajo doctor. – Respondió Haji de forma inexpresiva.

- No hay nada de malo en querer acreditarme algo, el apoyo tras bambalinas igual es importante.

- El día que hagas algo verdaderamente importante y de ayuda, aceptaré esas palabras. – Roman se mostró deprimido tras la pantalla en ese momento. Un soldado llegó de repente con noticias para Nero.

- Emperador, la fuerza especial expedicionaria han sido vistos regresando.

- ¿En serio? Esas son buenas noticias.

- Exacto, y ambos generales siguen vivos, aunque están siendo atacados por soldados del Imperio Romano Unido.

- Entendido, hay que ayudarlos, espero contar con su ayuda igualmente. – Se dirigió a ambos hermanos.

- Es lo que hay que hacer. – Asintió Rika. – Mash, debemos ir.

- Si master.

- Supongo que en esta ocasión irás conmigo. – Se dirigió a Kiyohime la cual asintió. – Quizás alguien más sea de utilidad.

- Dame la llamo. – Respondió Rika, al cabo de unos minutos apareció Salter la cual se apuró a ir.

- Aquí respondiendo al llamado ¿vamos a comer?

- No, ayudaremos a un grupo que está bajo ataque, debemos prepararnos.

- Entendido, esperaba más el almuerzo pero algo de calentamiento antes de comer no hace mal.

- Umu, vamos entonces, nos necesitan ahora. – Sin perder mucho tiempo, salieron con apuro para alcanzar al grupo y auxiliarlos lo más pronto posible.


El campo de batalla muestra una clara desventaja entre dos grupos. Uno grande rodeando al pequeño que hace todo lo posible por defenderse de aquel ataque imprevisto en su regreso a la capital romana. En el centro podían encontrarse dos figuras que destacaban por el resto; la primera siendo una mujer de cabellos negros, facciones asiáticas y envuelto en unos ropajes blancos mientras sostenía cuchillos en su mano, el otro era una figura bastante grande cubierta de una armadura de toques blancos y azules, sumando una larga melena anaranjada, el gigante hacía mayor esfuerzo por conseguir el retroceso del enemigo.

- No podremos seguir así por mucho tiempo, y prefiero no perder demasiados soldados. – Su compañero a un lado soltó un rugido. – Entiendo que es mejor atacar, pero no es un riesgo que podamos tomar, ya el resto del escuadrón está agotado por el viaje.

El gigante dio el paso al frente para atacar y abrir un camino, la mujer soltó un suspiro, al menos esperando que les dé una oportunidad para ir. En ese momento escucharon pasos a la lejanía, otro grupo estaba yendo directamente a ayudarlos, una sonrisa se cruzó en su rostro.

- Justo a tiempo, si que tardaron su tiempo. – El recién llegado grupo de soldados empezó a combatir contra el enemigo, igual pudo notar otras presencias que reconoció como servants, en ella a una chica dragón que saltó expulsando fuego y otra que blandía su espada y lanzaba miasma negro a los soldados. Entonces una chica con escudo y otros dos se acercaron a ella. – Buen momento para llegar, necesitábamos el apoyo.

- No es nada. – Respondió Rika. – Eres una de los generales que Nero nombró ¿no?

- Así es, luego podremos platicar, ahora no tenemos tiempo que debemos combatir.

- Entendido. – Respondió Haji. – Mash, ve igualmente al ataque, estaremos bien por aquí.

- Entendido masters, tengan cuidado. – Y así Mash fue al ataque, Haji y Rika igual se prepararon para hacer su parte.

Rika activó primeramente la skill "Charisma" para proporcionar mayor fuerza de ataque a los servants aliados y acabar más rápido con los soldados. En ese momento Haji se acercó a Kiyohime la cual había terminado de carbonizar a unos cinco enemigos.

- ¿Está listo master~? – Expresó la Berserker de forma coqueta, Haji asintió.

- Déjame decirte que agradezco las pequeñas clases de naginata que me diste el día después de haber ido a mi escuela, me han sido útiles. – Al escuchar eso, la peliverde se sonrojó.

- No fue nada master, cumpliré cualquier orden suya que quiera, no importa si es algo pervertido. – Soltó un guiño, el pelinegro suspiró profundamente.

- Este no es el momento para decir esas cosas… pero lo aprecio. – Kiyohime le pasó una naginata que invocó, siendo uno de sus Noble Phantasms existentes. – Hora de probar que el estudio ayuda en el campo de batalla.

Cerró los ojos, busco concentrarse y reunir el prana existente en su cuerpo, observaba las líneas recorrer su cuerpo y el mana fluyendo para expulsarlo de la forma que desea. Tortuosas practicar junto con Medea y Emiya para perfeccionar el uso de su magia latente, acabando en ocasiones bastante agotado y con apenas poca afinidad mágica que recién empezó a descubrir, solo le tomó formular unas solas palabras para liberar lo que le tomó en esos días de aprendizaje y estudio.

- … Trace… on…

Pudo sentir el mana fluyendo a través del arma proporcionada por Kiyohime con tal de fortalecerla un poco más. Puede que apenas y haya aprendido la magia de reforzamiento propia de Shirou, tampoco es algo que pueda permitirse saber más, ya usar Gandr le tomó su tiempo, así que aspirar a usar proyección como el Archer sería mucho pedir.

- Se ve tan varonil con esa arma~ - Expresó Kiyohime de forma amorosa, el pelinegro sonrió.

- Es momento de ponerlo a prueba, vamos. – La Berserker asintió. Los dos fueron directamente a la batalla, Kiyohime invocaba bolas de fuego frente a ella y disparaba una por una hacia donde apuntaba con su abanico, calcinando a cuanto enemigo tuviera en frente. Haji no dudó en atacar con los costados del arma, recordando las técnicas que la Berserker le enseñó y los movimientos fluidos como si de una ola se tratara, no debía aplicar fuerza constante y asegurarse de causar daño, el arte de usar una naginata iba más en movimientos vistosos, como si de un baile se tratara, simplemente poniendo la mente en blanco y dejar que el movimiento oscilante del arma te conduzca hacia donde quieras, gracias a ello lograba conseguir los golpes que buscaba, más a larga distancia que lo mantenían a salvo.

- Ya sabía que master tenía el don para la batalla, no deja de sorprenderme cada vez más.

- Y esto no ha terminado. – Aprovechó para activar la skill "stalking", bajando la defensa de algunos soldados al frente y rematar con golpes a los costados mientras giraba sobre su propio eje. – Nos queda muy poco Kiyo, no bajemos el ritmo.

- ¡Si master!

Rika terminó de golpear a un soldado mientras que Salter mandó a volar unos diez con una onda expansiva, en ese momento habían terminado con los soldados en esa parte mientras que la Assassin se acercó.

- Han sido un gran apoyo, realmente les agradezco.

- No fue nada, es nuestro deber después de todo. – Sonrió la pelinaranja.

- Ahí igual terminaron. – Observó como Kiyohime y Haji lograron derrotar a los últimos soldados de su sector. – Menos mal se evitaron casualidades.

- Buen trabajo Senpais. – Se acercó Mash al igual que Haji y la Berserker. – Logramos completar el rescate a tiempo.

- Nero sí que tiene buenos aliados, como Boudica debe seguir en Gaul. Me llamo Jing Ke, clase Assassin.

- Un placer conocerla. – Se presentó Roman. – Aunque una asesina que mató emperadores, es algo raro.

- Esto… - No sabía que decir ella, algo que una pequeña explicación pudo remediar. – Ya entiendo, supongo que es la mejor opción posible para tener aliados.

- Realmente… por cierto ¿no optarías por ser un servant nuestro después? – Preguntó Rika, la Assassin apreció la oferta.

- Me encantaría, a decir verdad tengo esta voz en lo profundo de mi mente que me obliga a atacar todo, no puedo librarme de ella y es molesta.

- Puedo remediar eso. – Sonrió Rika mientras apuntó su celular a la Assassin y el rayo la cubrió, desapareciendo al instante para luego hacer aparecer. – Listo.

- Gracias, me siento mejor y en forma ahora que tengo soporte de mana de ustedes, seguro un gusto trabajar contigo master. – Sonrió Jing Ke, la pelinaranja devolvió la sonrisa. – Ahora solo falta Lu Bu, pero parece que se emocionó demasiado y se fue a pelear.

- Por ahora debemos esperar a Nero y el resto del ejército para empezar el ataque, ya teniendo la localización exacta del escondite enemigo. – Respondió Haji. – Luego podremos prepararnos para otros asuntos.

- Nii-san, como dejamos a Boudica y Spartacus en Gaul, quizás llamándolos con un sello de comando vengan rápido ¿lo hacemos?

- Es lo mejor, por el poder del sello de comando, Boudica, ven hacia aquí. – Una parte del sello desapareció, en ese momento una luz surgió formando una figura, la Rider pelirroja apareció ante él en ese instante. – Bienvenida Boudica.

- Un gusto verle de nuevo master, no esperaba que gastara un sello en mí. – Anunció mientras vio que Rika hizo lo mismo, apareciendo Spartacus. – Pudimos haber llegado en cuestión de tiempo ya que hacíamos nuestro camino de regreso a la capital.

- Queremos agilizar las cosas, ya se viene el ataque definitivo y no podemos perder tiempo, seguro Nero lo prefiere de esa forma. – Se hundió de hombros el pelinegro, Boudica soltó un suspiro.

- Conociéndola, seguro tiene eso en mente, no le gusta perder una oportunidad grande… - En ese momento sus ojos azules se posaron sobre Mash. – Mash, un gusto verte otra vez. – Fue sobre ella para abrazarla, sorprendiendo a la shielder.

- ¡B-Boudica!

- Te extrañé mucho en el poco tiempo que estuvimos separas, tu querida hermana no podía vivir sin lo suave que eres.

- Muy bien, lo entiendo, ahora podrías soltarme. – Buscaba librarse de su agarre mientras que Haji escondió una sonrisa. En poco tiempo llegó Nero con su ejército al igual que el resto de servants, se veía alegre por cómo se ha llevado el desarrollo de las cosas.

- Umu, adoro esta vista, todos los hombres están listos para ir directo hacia la batalla final, luchando por una gran causa como es el defender nuestro amado imperio, no podría pedir nada mejor.

- Cuando usted ordene, nos pondremos en marcha, mi emperador. – Se agachó Haji.

- Entendido socio ¡Todas las tropas, en marcha! – Anunció fuerte y galantemente Nero y con un rugido, empezaron a marchar directo hacia el objetivo que tenían en mente, la capital del imperio romano unido.


Durante el camino, Lu Bu regresó al grupo después de haber librado una batalla con otros soldados enemigos, a pesar de ser un Berserker, se mostró bastante calmado y eso facilitó el hecho de que pudieran purificarlo, igual porque Jing Ke intervino en el método para calmarlo. El Berserker se volvió servant de Haji y retomaron su marcha hacia su destino final para librar la última gran batalla.

- Mash-chan ¿Qué haces? – Se acercó Rika a la shielder, esta llevaba escribiendo algo.

- No es nada, solamente escribía un diario de viaje acerca de todo lo que hemos hecho hasta el momento.

- Eso fue algo que le pedí. – Anunció Roman. – No haría nada mal en llevar un registro de sus actividades hasta el momento y almacenarlas, quizás darlas a conocer.

- No buscas hacer dinero con esto imprimiéndolo como un libro ¿cierto? – Enarcó una ceja la pelinaranja.

- Para nada, es mero material de investigación. – Se excusó el doctor, Rika soltó un suspiro. – En vez de eso, quisiera preguntarte algo. – La pelinaranja enarcó una ceja al ver lo serio que se puso. – No es nada complicado, es solo que, al final de todo esto, no es como si la situación de Chaldea pudiera revertirse de repente, hemos sufrido grandes bajas y somos las únicas personas en el mundo, claro que intentan conseguir dinero de otras formas es válido ¿no?

- Si lo piensas así, puede que sea un motivo razonable, pero igual deben tener en cuenta la situación mía y de nii-san, como llegamos de otro mundo y nos esforzamos por el suyo, puede parecer altruista lo que hacemos, pero es más iniciativa propia sin segundos motivos.

- Es verdad… lamento haber dicho eso. – Se disculpó el doctor.

- Supongo que no importará que siga escribiendo el diario. – Sonrió Mash. – Da Vinci podría interesarse en él, se lo daré luego.

- ¿Escribiste algo bueno sobre mí? – Se acercó Rika a un lado, poniéndose sobre su espalda, casi que la shielder pierde el equilibrio.

- Espera senpai, si te tiras así, yo…

- ¿Hay algún problema? No creo que haya nada de malo en que seamos muy cercanas, me encanta tener demasiada confianza con la gente que quiero.

- Eso lo sé, pero yo… - No podía explicarse bien, se sentía muy avergonzada de tener su rostro cerca.

- ¿No te gusta que esté cerca? – Le miró con preocupación, Mash quedó totalmente embelesada con su cara para luego agitarse.

- ¡Para nada, disfruto mucho de su presencia, en serio! – Exclamó, ya entonces Rika volvió a sonreír.

- No es necesario que te emociones, solo jugaba contigo. – La shielder solamente se quedó con una cara de incredulidad que nadie podía quitársela, ya entonces se molestó.

- Eso no fue gracioso senpai, casi hace que me ponga triste.

- Lo lamento. – Sacó la lengua, ya así Mash se adelantó, Rika se quedó mirando al suelo. – Yo igual me hubiera puesto triste si fuera lo contrario…

Fou solo pudo mirar a Rika y soltar un pequeño chillido encima de su cabeza, aterrizando en los brazos de ella, la pelinaranja sonrió mientras lo acariciaba lentamente.

- ¡Hay enemigos adelante! – Anunció Boudica, justamente se podían ver soldados en su camino, ya se estaban preparando para atacar cuando Haji llegó con una idea.

- Espere un momento mi emperador. – Se acercó el pelinegro a Nero, esta le vio con curiosidad.

- ¿Sucede algo socio?

- ¿Podría dejar que me encargue de esto? Sería mejor que los soldados guarden energía para otra batalla que realmente requiera de su fuerza, estos soldados de frente no son demasiados como para que se moleste por ello.

- … No estoy muy segura, no soy de los que retroceden ante el enemigo.

- Le prometo que no quedará decepcionada con el plan que tengo en mente. – Sonrió el pelinegro, Nero se lo pensó por unos segundos.

- Muy bien, espero que tengas algo grande para conseguir la victoria.

- Lo tengo en mente… Jalter, Kiyo, las necesito aquí. – Llamó a ambas servants las cuales se acercaron.

- ¿Qué necesitas? – Preguntó la Avenger cruzada de brazos.

- Con tu poder actual ¿Cuántos wyverns puedes invocar? – Al escuchar esa pregunta, la francesa soltó un bufido.

- Depende de con cuanto mana me estén alimentando. En Francia, como el santo grial me proporcionaba el mana, podía invocar un gran ejército sin problemas, actualmente y con lo que esa cosa en Chaldea me da, apenas y puedo sacar unos veinte si no quiero quedarme sin energía mágica.

- Es más que suficiente, perfecto para el plan que estoy formulando.

- ¿Tiene algo en mente para acabar con esos soldados? – Preguntó Kiyohime, Haji asintió bastante confiado.

- Nos acercamos a una batalla importante y no podemos dejar que el ejército de Nero agote sus energías antes de llegar a nuestro destino; nos encargaremos de estos pocos soldados con lo mejor que tenemos ahora mismo: Potencia de fuego.

- … Creo entender lo que tiene en mente, y me encanta. – Sonrió la Avenger de forma maléfica. – Para eso necesita a mis wyverns ¿no?

- Justamente esperaba que llegaras con sugerencia, esto es lo que haremos…

El grupo de soldados enemigos estaba en camino, preguntándose porque el ejército romano se detuvo de repente a medio camino.

- No se mueven, esta puede ser nuestra oportunidad para acabarlos ¡Ataquen!

Soltaron un rugido mientras corrieron con todo para llevar a cabo su ataque, al menos esa fue su intención cuando ocurrió algo. Un gran muro de fuego azul se alzó frente a ellos, causando que retrocedan debido a lo peligroso que era.

- ¡Atrás, retrocedan! – Los soldados intentaron alejarse del fuego, unos no tuvieron la suerte al verse atrapados justamente por las llamas, ya que intentaban ir hacia atrás, vieron como el fuego se extendía rápidamente a su alrededor, atrapándolos en un círculo del cual no tenían forma de escapar.

- ¡Nos tienen encerrados! – Y no terminó ahí. Vieron criaturas voladoras encima de ellos que volaban en el círculo, totalmente ignorantes de lo que eran o iba a ocurrir. - ¡No teman, esto no debe ser nada, solo debemos…!

Uno de los Wyverns aterrizó justo en el suelo y de un solo mordisco, arrancó la cabeza del soldado que intentaba calmar al resto de las tropas, observando su cuerpo sin cabeza como cayó al suelo, nadie de ellos sabía cómo reaccionar ante lo sucedido, era tan surreal que debía ser un sueño, al menos varios de ellos deseaban que fuera así, pero la realidad era otra…

Gritos de terror, bestias voladoras aterrizando de vez en cuando dentro del círculo, masacrando a los pobres soldados enemigos atrapados como ratas dentro de esa jaula, mientras eran brutalmente asesinados sin ningún modo de escape o defensa para ellos, una escena que no ocasionada más que sangre, horror y un paisaje totalmente mórbido para quien lo presenciara.

- ¡Eso es mis pequeñas, disfruten y acaben con todos! – Jalter observaba con alegría su obra como se llevaba a cabo mientras reía maquiavélicamente, Kiyohime mantuvo el muro de fuego azul en todo momento para evitar que escapen hasta que todo terminara, Haji supervisaba su plan desde una distancia segura.

- Nii-san… si ellos no fueran soldados enemigos, realmente me daría miedo por haber orquestado un genocidio. – Respondió Rika inexpresivamente a su lado.

- Tengo que jugar todas mis cartas, por más malvado que se vea, quizás y también estoy empezando a ser influenciado.

- Por su bien, espero que no. – Respondió Boudica a su lado. – No me gustaría tener a un master con pensamientos malévolos, no lo aceptaría.

- Solo dije una posibilidad, al fin y al cabo esto tiene motivos beneficiosos, tampoco es como si lo mío fuera tan atroz como lo que Nero ha hecho en otras ocasiones.

- ¡No me metas en el mismo saco socio! – Expresó la emperatriz atrás de ella. - ¡Yo jamás haría algo tan ruin! – Boudica quería responder en contra de ese comentario, pero se lo mantuvo para sí misma.

- Lo menos que podemos hacer por esas pobres almas es orar para que encuentren el descanso en el cielo. – Martha se arrodilló para rezar por los muertos, al menos Haji pensó que eso aliviaría un poco su conciencia y la acompañó, aunque no esté arraigado al cristianismo.

Una vez terminó y todos los soldados terminaron muertos, pudieron continuar con el camino, claro que los ataques no cesaban y cada vez llegaban más enemigos que complicaban el avance hacia el escondite enemigo.

- ¿No hay servants cerca? – Preguntó Jing Ke, Mash intentó buscar sin éxito alguno.

- Más allá de los que tenemos, no he detectado ninguno cerca.

- Lo mismo por mi parte. – Informó Roman. – No hay ninguna posibilidad de que un servant enemigo ande cerca.

- Quizás lo encontremos más adelante. – Pensó Rika. – Tampoco podemos bajar la guardia, puede suceder algo en cualquier momento.

Esos miedos se hicieron realidad al escuchar un fuerte rugido que estremeció a todos.

- ¿Qué fue eso? – Preguntó Nero.

- Una especie de rugido, proviene de algo humano según mis lecturas. – Informó Roman, Mash agudizó su mirada.

- ¿Puede ser otro general?

- Ese parece ser el caso, no podemos perder el paso, si nos ataca y más con un ejército, estaremos en mala posición. – Pensó la pelinaranja. – Mash-chan, tenemos que adelantarnos para que el ejército no pierda muchos hombres con este servant.

- Entendido, como puede ser un Berserker, esto se ve mal.

- Es cierto, Liz-chan, Ushi-san, también deben ir con nosotras. – Ambas servants afirmaron vía telepatía en su cabeza. – Ya están listas, hay que ir.

- ¡Claro master! – Las dos se apresuraron para llevar a cabo el combate, esperando que puedan resolverlo antes de que el asunto pase a mayores.


En otro lado, en un campamento enemigo se visionaban dos figuras. La primera era joven, de cabello rojizo y levando armadura, un rostro bastante jovial y sonriente, el otro era un hombre trajeado, de largo cabello negro y fumando un cigarro.

- Un servant fue invocado en batalla al parecer. – Informó el hombre trajeado.

- Eso pude darme cuenta, ese mago de la corte hace lo que le plazca ¿no?

- Es cierto… - Soltó una bocanada de humo. – Con haber ideado estrategias para alterarlos no fue suficiente.

- No se preocupe Lord. – Expresó el joven a su lado. – Si es Nero Claudius de quien hablamos, eso no será suficiente para detenerla, llegará hasta nosotros.

- Es cierto… supongo que solo podemos continuar aquí esperando hasta que llegue el momento.

- Así es… y más por quién es ese servant… Darius III, un viejo conocido contra el cual peleé en varias batallas. Si puede conseguirnos tiempo, habrá cumplido su cometido.

- Esperemos que sea así… este tipo de batallas pueden causar ansiedad.

Para alguien como él, estar al frente no es necesariamente una preferencia. Zhuge Liang, más específicamente Lord El-Melloi II, Waver Velvet estaba esperando a ver el siguiente movimiento del enemigo.


Ya deben saber lo cerca que estamos del final de esta singularidad, si veo que me ha llevado más tiempo que la primera y es que si es un poco más larga, pues más batallas esperan en el siguiente cap, nos vemos. Saludos.