El barco se fue acercando hacia aquella nueva isla, luego de haber recibido un mensaje en una flecha, ya que estaban a punto de encallar, se preparaban para salir.
- Será un buen tiempo desde que la he visto, espero no haya cambiado nada. – Artemisa estaba algo emocionada, en otro lado, Jeanne no se encontraba muy entusiasta al respecto.
- Jeanne-san. – Vio que Rika se acercó a ella.
- Master ¿necesita algo?
- Nada realmente, pareces un poco preocupada.
- Bueno… - Desvió la mirada. – Quisiera pedirle un favor, me gustaría quedarme en el barco, después de todo alguien necesita hacer vigilancia y quizás sea de utilidad.
- Ya le pedí a Siegfried-san que lo haga. – La ruler se puso un poco nerviosa. - ¿No estarás buscando evitar algo?
- P-Para nada, con gusto iré con usted a investigar la isla, quien sea que se encuentre ahí será un valioso aliado.
- Jeanne-san, no necesitas seguir escondiéndolo, sé que tienes miedo por este servant. – La rubia ya no le vio caso fingir, soltó un suspiro.
- Lo siento master, no quisiera admitirlo pero conozco a esta servant que veremos, supongo que lo recuerda en Orleans ¿no? la Archer.
- Entiendo, temes que su historia consiga que vuelva a atacarte para que mueras. – La ruler asintió.
- Fue un recuerdo de una guerra anterior, hice algo inaceptable para ella y por ello buscó acabar conmigo, no quiero que algo como eso vuelva a repetirse, por eso pienso que es mejor que me quede aquí, no vaya a ser que mi presencia la haga cambiar de opinión.
- No ocurrirá nada de eso. – la pelinaranja sonrió con confianza. – Dale una oportunidad para que arreglen los problemas, seguro a partir de ahora podrán ser aliadas, eso es seguro.
- … ¿Está segura master? Por si acaso puede que me abra el estómago y me saque los intestinos.
- Eres muy pesimista ahora mismo, no tengas miedo, debes enfrentarla.
- … Es cierto, lo haré. – La Ruler tenía un rostro decidido. – Estoy lista.
- Vamos entonces.
El barco llegó a su destino, ya en la playa solo fue un grupo el cual era Drake, Artemisa con Orión, Haji, Mash, Rika, Euryale, Medusa y Jeanne para investigar las profundidades de la isla. La diosa de la luna estaba al frente para dirigir el camino, sabía a donde ir.
- Mujer, no creo que debas ir muy delante, debes esperar a los demás. – Expresó Orión.
- ¿Acaso hice muy evidente mi emoción? Jeje lo siento, pero ella debe estar cerca, después de todo es una cazadora que cuenta con mi bendición, sabe manejarse perfectamente en el bosque.
- ¿Le diste tu bendición? Bueno, sabiendo que eres una diosa de la virginidad.
- ¿Qué hay de malo con eso? – La Archer frunció el ceño. – Yo vivo mayormente por amor, incluso fantaseo frecuentemente con el día en el que me quites la virginidad, poder sentir todo tu cuerpo y…
- Mash, no es necesario que escuches esta conversación, aún eres muy chica para saberlo. – Haji le tapó los oídos.
- No seas tan gráfica, este cuerpo de peluche y algodón no puede satisfacer a ninguna mujer, me hace sentir que pierdo como hombre… - El oso soltó una lagrima.
- ¡Quien ande ahí, son amigos o enemigos! – Respondió una voz al otro lado de los arbustos, ya fácilmente la reconocieron.
- Somos amigos, venimos en son de paz y para luchar contra los argonautas. – Respondió Haji.
- Bien, aunque ya sabía la respuesta, voy. – Ya de ahí salió, de cabello verdoso con otro sector con tonalidad amarillo, la peculiaridad de llevar orejas animales en su cabeza y un vestido color verde, portaba un arco en su mano, les observó. – Solo quería cersiorarme de que son aliados, soy de la clase Archer, una cazadora al servicio de la diosa Artemisa, Atalante.
- Hola, soy Rika y venimos a pelear para arreglar esta singularidad, aquí tenemos a la capitana Francis Drake, la diosa Euryale, Mash-chan que es nuestra compañera, Medusa-san que es mi servant, Orión y Fou que son las mascotas.
- Ey, eso es una ofensa para mí. – Se quejó el oso solo para ser ignorado.
- Mi hermano Haji y aquí tenemos a Artemisa.
- Hola~ un gusto verte otra vez.
- … ¿Es una broma? Ella es una diosa y no es que logre ser invocada, igual su presencia es más divina, si fuera real, la reconocería al instante.
- Oye, soy la verdadera, solo por ser una doncella enamorada deba decir que dejo de ser diosa. – Se quejó, Atalante la vio de pies a cabeza. - ¿En serio no me reconoces? Y yo que cuidé de ti mucho tiempo, me harás llorar.
- Si es la real. – Respondió ella. – Parecen ser todos.
- Pero si igual falta… - Rika revisó a los alrededores, Jeanne no estaba en ningún lado, soltó un suspiro. – No puede ser… por mi sello de comando, te ordeno que aparezcas aquí, Ruler.
Usando un sello, Jeanne estaba justo al frente, ella se escondió en algún sitio para evitar ser encontrada y ahora eso fue totalmente arruinado, apareció frente a la cazadora.
- … Esto… hola Archer.
- Ruler… - Atalante se quedó en silencio, Jeanne tragó saliva por lo que quizás podría decir, en su mente pasaron muchos posibles escenarios donde el punto en común es que ella acabaría muerta o perseguida hasta el fin de los tiempos.
- … es un bonito reencuentro ¿no? desde la gran guerra del grial que no estuvimos al frente y…
- No digas nada más… - Su voz se notaba fría, tanto que Jeanne se quedó tiesa, en eso vio como Atalante empezó a levantar su mano, la Ruler soltó un pequeño grito mientras se cubrió.
- No me mates…
- ¿Quién dice que te voy a matar? – La rubia abrió los ojos con ingenuidad, vio como Atalante extendió su mano. – Ahora somos aliadas ¿no? deberíamos dejar los problemas del pasado y pelear juntas, tenemos un objetivo en común.
- … Es cierto, supongo que podemos hacerlo. – Aceptó el apretón aunque momentos después cayó de rodillas, su cuerpo estaba totalmente aliviado. – Menos mal…
- Te lo dije Jeanne-san. – Sonrió Rika. – Ahora que somos todos amigos, podremos pelear.
- Antes de eso, hay otro servant que debo presentarles. – Expresó Atalante, empezando a caminar. – Solo síganme.
- ¿A quién veremos? – Preguntó Mash.
- Es el hombre quien posee el arca, aquello que los argonautas están buscando. – Eso sorprendió a la Shielder. – Su verdadero nombre es…
- Ey. – Otra persona salió de los arbustos, de cabello verdoso, ojos del mismo color, su vestimenta consistía en lo que parecía una camisa azulada sin mangas con detalles color beige y unos pantalones cortos, llevaba sandalias. – Esperaba verlos, soy David, rey de Israel y poseedor del Arca.
- Esto parece importante, tenemos un rey aquí. – Expresó Haji.
- Gracias, no es nada el ser reconocido y también ver tantas mujeres hermosas aquí. – Sonrió en lo que parecía que sus dientes brillaban. – Estaré más que gustoso de compartir mis conocimientos con ustedes.
- Oye chico, si hay alguien que tendrá a estas mujeres, soy yo. – Expresó Orión aunque fue sujetado por Artemisa y siendo estrangulado. – Ok, ok, ya entendí, no diré nada más.
-Ya que necesitan una explicación se las daré, el arca no es precisamente un Noble Phantasm común, es como una especie de contrato en una caja, si la roban, pueden decir que todo se acabó, puede eliminar el mal pero también causar calamidades si está en las manos equivocadas, por eso se me confió a mí para usarlo de la mejor forma posible.
- ¿Trae calamidades? – Preguntó Drake.
- Más como si trajera la muerte misma, de forma literal, desde que escuché de Atalante que Jasón va tras ella, esperaba por aliados que pudieran ayudarme, ya que, si muero, esta se mantendrá físicamente aquí y sin un guardián, caería en manos equivocadas, así que agradezco su arribo.
- Yo llegué como parte del grupo de los argonautas pero deserté, Jasón no me agrada realmente, aunque ahí se encuentre la princesa, ella está cegada por su amor hacia él.
- No somos los únicos, tenemos más servants en el barco en el que llegamos, tenemos a nuestra Medea también. – Comentó Haji, la cazadora enarcó una ceja.
- Entiendo, ya espero encontrarme con ella.
- Quisiera preguntar algo. – Euryale se dirigió a David. – Si por alguna razón fuera sacrificada a esa arca ¿Qué pasaría?
- ¿Sacrificar? Bueno, desde que eres un espíritu divino, eso significaría que este mundo moriría.
- Era de esperarse. – Expresó Roman al otro lado. – Más motivos para evitar que lo obtengan.
- Como dije antes, el arca trae la muerte misma, por lo que sacrificar a un dios sería como llevar la muerte al mundo, no es lo mejor que se pueda hacer.
- Las razones de Jasón para hacer eso son desconocidas, quizás alguien le convenció de hacerlo, no estoy totalmente segura. – Expresó Atalante.
- Por ahora, lo más importante es busca la forma de derrotarlo pero tienen a su propio grandulón. – Comentó Rika.
- Hércules, Medea y Hektor, sin miembros problemáticos, Jasón cuenta porque es débil, él nunca luchó y solo se concentró en formar el grupo en busca del éxito.
- Hay que derrotar a ese Berserker pero con sus multiples resurrecciones es complicado. – Expresó Mash por debajo.
- Causarle el suficiente daño para matarlo y esperar a que resucite para repetir la misma acción, se ve como un fastidio. – Haji se cruzó de brazos. – Si tuviéramos una forma más fácil de conseguirlo.
- Nada es fácil en esta vida. – Expresó Drake. – un monstruo como ese es complicado.
- Quizás si hacemos que toque el arca, podamos matarlo sin necesidad de que sus doce labores se activen. – pensó David. – Pero claro, es solo una situación hipotética, no es que sea tan salvaje como para no identificar que es peligroso.
- Entonces solo hay que dirigirlo a esa situación. – Respondió Haji. – Acorralarlo con la batalla hasta que no tenga de otra, no necesariamente debemos derrotarlo, mientras lo toque por unos cuantos segundos debe bastar ¿no? – David asintió.
- Pero no solo él, Medea y Hektor también son peligrosos, no podemos permitir que ataquen a la vez. – Expresó Atalante.
- Entonces solo hay que forzar que Hércules ataque solo, conociendo a Jasón, debe estar tan confiado que piensa que él es suficiente y lo mandará tras nosotros, quizás ya sabe que llegamos a esta isla. – Expresó Haji. – Ahí podemos poner en marcha nuestro plan para dirigirlo hacia el arca y matarlo de una vez por todas, hará las cosas demasiado sencillas ¿no creen?
- Pero alguien debe hacer de señuelo para atraerlo y que tenga una gran defensa. – Comentó Drake.
- Aquí está la persona adecuada para ello. – Rika señaló a la shielder. – Espero puedas hacerlo.
- Claro senpai, resistiré sus ataques. – Asintió ella con convicción.
- Tenemos un plan, solo nos queda esperar que piense igual que nosotros. – Comentó David mientras miraba al cielo, aunque era bastante obvio que era tal caso, se prepararían para el arribo.
Regresando al barco, iban a necesitar toda la ayuda posible así que el resto de servants también se estaban posicionando al respecto para su llegada. Su Medea logró encontrarse con Atalante, aunque igual hubo algo de silencio incomodo entre ellas.
- Atalante…
- Princesa…
- No necesitas llamarme así nunca más, hace tiempo que dejé de serlo. – Sonrió la caster levemente. – Escuché todo de master, así que nos ayudarás con esto y la batalla contra Jasón y los demás.
- … Yo, lo lamento. – Ella hizo una pequeña reverencia, la pelilila se mostró algo confundida. – Nunca me di cuenta de que estaba siendo controlada por ese hombre, lamento no haber intervenido antes.
- Ya no importa. – La Archer levantó la mirada, mirando el rostro de Medea, esta tenía una sonrisa. – Gracias a master pude alejar estos deseos de venganza y ahora solo quiero pelear por un bien común, espero que puedas ayudarnos con eso.
- Princesa… no, Medea… - Atalante sonrió. – Con gusto ayudaré y la apoyaré en esta batalla, lo juro por Artemisa.
- Gracias Atalante… y… cuando todo esto termine, me gustaría si… pudieras volver a peinar mi cabello como antes… - la caster se veía un poco avergonzada al pedirle eso, la Archer se sorprendió un poco para luego empezar a reír. - ¿Qué es gracioso?
- No es nada… ya es toda una adulta y aquí me está pidiendo que la vuelva a peinar, sigue siendo una niña en el fondo.
- Eres mala. – Hizo un puchero.
- Me alegra que no haya cambiado en nada, sigue siendo la misma que he conocido.
- Atalante… estoy de regreso. – Sonrió, Haji vio todo con una sonrisa, quizás debería decirle a Archer que haga un contrato con él y se vuelva su servant, así las dos podrían estar juntas, en ese momento vio a Rika.
- ¿Todo bien por tu lado?
- Si, ya le propuse a David-san del contrato y parece que aceptó ser mi servant ahora, aunque parece que aceptó porque soy una chica… - Desvió la mirada, el pelinegro soltó una risa suave. – Eso no es motivo de risa.
- Deberías aprovechar, esto es lo más popular que jamás podrás tener en tu vida, aunque tengas una fuerza de gorila.
- No me hagas golpearte nii-san… - una vena saltó en su frente. – Ya piensas hacer el contrato con Atalante-san ¿no?
- Necesita reservas de mana para la batalla y Chaldea podrá proporcionárselas mientras tengamos el contrato, así que entonces se lo diré antes de que llegue el enemigo.
- Hércules será un enemigo muy duro, ya sabemos que habrá que dirigirlo hacia el arca pero será muy pesado de conseguir con cada batalla.
- Contamos con muchos servants así que deberá ser cosa fácil, solo debemos manejar bien el asunto.
- Espero que podamos, hagamos lo mejor posible. – Rika extendió su puño, Haji hizo lo mismo, chocando ambos.
- Acabemos con este Berserker.
Otra batalla estaba por comenzar, iba a ser complicado para ellos pero se esforzarían, ya se va acercando el final poco a poco.
El Redentor 777: Bueno, ya como parte de ello proviene justo de su leyenda aunque igual le puse un poco de mi propia inspiración y cambié cositas jaja, al menos siento que me salió bien.
Camilo Navas: Si puede ser que termine igual como avenger pero supongo que la original prefiere evitarlo, así como igual Jasón la evita en Chaldea jaja.
Bueno, este cap fue corto pero prefiero dejar la acción al siguiente, se viene la pelea contra el berserker al cual deberemos matar una cantidad de veces antes de conseguirlo jaja, a ver como es que saldrá todo esto entonces, nos vemos en el próximo cap. Saludos.
