- Ya dije que puedo comer por mi cuenta.
- Nada de eso master, abra bien la boca, diga ah~
- … No vas a rendirte ¿cierto? Supongo que no tengo otra opción. – La cafetería, un lugar por el cual mayormente hay paz, entre el personal, servants y demás, siempre hay gente alrededor, en esa ocasión dos figuras estaban solas, Shimamura Haji, uno de los dos únicos masters existentes en toda Chaldea estaba disfrutando de su almuerzo, sino fuera por el hecho de que alguien más le estaba acompañando, Tamamo no Mae, la última incorporación a su grupo de servants decidió alimentarle con el karaage que Emiya preparó hace poco, la chica zorro sostuvo los palillos mientras le acercó uno a su boca.
- Eso master~ es el deber de una esposa el alimentar a su querido esposo.
- ¿Acaso sabes que no estamos realmente casados? Aunque tampoco me molesta, no soy realmente un bebé para que me alimenten.
- ¿Quién dice que no estamos casados? Bueno… eso es verdad, pero una chica puede soñar, así que mientras esté aquí me aseguraré de darle el mejor trato posible.
- Alto ahí Tamamo-san. – En cuestión de segundos llegó otra figura la cual sujetó del otro brazo al pelinegro, se trataba de Kiyohime. – Este hombre ya tiene dueña.
- Oh Kiyo-chan ¿Qué estás diciendo? Ciertamente no veo tu nombre en él por ningún lado, así que haznos un favor y vete por ahí.
- Chicas… - Haji quiso decir algo pero fue interrumpido.
- Tamamo-san, sé muy bien que las dos somos amigas, pero incluso no pienso ceder a un hombre a ti, master ha sido el hombre más cariñoso que he conocido y no le ha importado nada mi condición de Berserker, somos una pareja feliz.
- Esto, chicas…
- Por favor, sabes muy bien que estás loca, seguro lo has amenazado con quemar si te deja de lado.
- Eso crees Tamamo-san pero master es alguien completamente diferente de Anchin-sama, incluso los dos ya hemos dormido juntos, y además hicimos cosas pervertidas. – Escuchar eso fue un shock tremendo para la Caster.
- … ¿E-Eso es verdad master? Ahora me siento traicionada… creo que esto es lo que llaman Netorare.
- Chicas, escúchenme de una vez. – Haji levantó su voz para que ambas la escucharan, quería preguntarle a Tamamo como sabía eso pero no era el momento adecuado. – Aprecio bastante la atención que tienen hacia mí, pero no quisiera que arruinen su amistad solo porque estoy en medio de todo, Kiyo, realmente disfruto mucho tu compañía y Tamamo, me agrada la atención, pero ambas deben entender que pelear de esa forma no arreglará las cosas.
- … Master tiene razón. – Expresó Kiyo ya un poco más calmada. – Deje que mi ira me controlara por unos momentos.
- No deberíamos preocupar a master de esa forma, tampoco quiero ser tan inmadura, entonces quizás podamos arreglar esto de una forma más calmada.
- Es cierto.
- Si lo arreglaremos, será en algo que sepamos hacer muy bien. – Expresó Tamamo con una sonrisa, en eso miraron a Haji. – Quien haga sentir más cómodo a master, gana ¿bien?
- Me parece bien Tamamo-san, solo déjame decirte, master ya conoce todo de mí, por dentro y por fuera. – Levantó las cejas de forma sugerente. – Al estar más tiempo con él, mi experiencia me dará una gran ventaja.
- Eso veremos Kiyo-chan, no por nada fui la mejor cortesana del emperador, sé muy bien cómo tratar a los hombres.
- No me dejen de lado. – Una tercera voz se hizo presente, Nero apareció en ese momento, el rostro de Tamamo mostró completa insatisfacción. – Si mi socio está en juego, entonces debo estar presente.
- Genial… Saber roja…
- ¿Qué pasa con esa expresión Caster? ¿Acaso no tienes confianza en que puedas ganar contra mí? – Expresó la rubia con una sonrisa segura.
- Sé muy bien que puedo derrotarte cuantas veces quiera, pero no deseo llevar esta pelea a algo más, es un asunto solo entre Kiyo-chan y yo.
- Me parece bien. – la respuesta de Kiyohime sorprendió a Tamamo. – De esta forma finalmente podré librarme de las molestias que lo rodean.
- Umu, ya verás Berserker, el lazo entre mi socio y yo es completamente inquebrantable.
- B-Bueno, si nadie más tiene algo que decir, entonces…
- Alto ahí. – Tamamo fue nuevamente interrumpida cuando alguien más apareció, Anne se encontraba en ese sitio. – Quizás no sepa mucho de cariños pero igual quiero entrar a esta trifulca, como pirata no quiero retroceder.
- ¿Es en serio? Si es así, creo que una más es posible…
- Yo igual. – Y por detrás apareció Altera, la Saber morena estuvo detrás de Anne en silencio todo el tiempo. – Master es buena civilización, Tenerlo a mi lado es la mayor dicha que he conocido.
- No puede ser… ¿alguien más desea entrar antes de que pierda la paciencia? – Y a la pregunta de Tamamo, Mata Hari apareció. – Perfecto.
- E-Esto… yo solo estaba aquí de paso, aunque no entiendo que sucede… master ¿puede explicar?
- Versión corta, quieren batallar por ver quién me consciente mejor.
- Entiendo… se ve divertido así que quiero intentarlo. – En ese momento Tamamo empezó a gruñir.
- ¿Por qué llegan tantas rivales? Cuantas pretendientes tiene master…
- Más de las que crees. – Stheno apareció al lado de Tamamo, asustándola, la Gorgona soltó una pequeña risa. – No sé qué clase de poder tenga para atraer a tantas mujeres pero me interesa… no estaría mal poseerlo para mí misma.
- ¡Ya basta! Mejor empecemos de una vez con las presentes aquí… Mikon… estoy cansada… – Tamamo decidió dejarlo de esa forma y empezar, Haji solo podía esperar que durante ese día no iba a hacer nada por su cuenta, con tantas mujeres cuidándolo, sería una experiencia inolvidable.
Rika y Mash estaban yendo por los pasillos, la Shielder quiso ir a un sitio, usando la inmersión para recoger materiales y algo de entrenamiento con la pelinaranja por lo que salieron, ya una vez regresaron, estaban en camino a la cafetería cuando vieron servants reunidos ahí, parecía que algo estaba sucediendo por lo que decidieron averiguar que sucede.
- ¿Qué está pasando aquí?
- Master, veo que regresó. – David saludó a ambas chicas.
- ¿Puedo preguntar por lo que sucede?
- Bueno, parece que se armó una especie de competencia respecto a su hermano.
- Es cierto. – En ese momento Orión apareció. – Lo maldigo, estar rodeado de tantas mujeres hermosas, mi envidia es grande, quisiera ser él.
- Cariño… - El oso de peluche sintió escalofríos en su espalda, volteó a ver lentamente, encontrando a Artemisa. - ¿Acaso no soy suficiente con mis mimos?
- N-No es eso mujer, es que yo…
- Parece que tendremos una larga charla en nuestra habitación… - Sujetó al oso del cuello.
- A-Artemisa… me estás asfixiando…
- Descuida cariño, solo hablaremos un rato para que te des cuenta que nadie te ama más que yo…
- Ayuda… master… sálveme, esta loca va a matarme… - No pudo decir nada cuando la diosa se lo llevó lejos, los tres simplemente vieron la escena con gotones en sus frentes.
- Esto. – David regresó al asunto en ese momento. – Para que tenga una mejor compresión, será mejor que lo vea por usted misma.
Ya finalmente las dos pasaron entre los servants para ver el origen de todo, encontrando justo en medio de la cafetería lo que ocurre.
- Master~ ¿Qué tal se siente mi técnica para limpiar oídos? – La cabeza de Haji estaba recostada en el regazo de Tamamo, esta sostenía un cotonete para limpiar la oreja izquierda del pelinegro, lo hacía con suavidad.
- Se siente bien… sabes hacerlo perfectamente…
- Mikon~ gracias master~
- Tamamo-san, ya se acabó tu tiempo, ahora sigo yo. – Reclamó Kiyohime con los brazos en su cintura.
- Espera un poco Kiyo-chan, observa lo cómodo que está, no puedo dejar un trabajo a medias jeje~
- Serás amonestada si pasa un segundo más, así que lárgate. – La sujetó del brazo para arrojarla lejos, la cabeza de Haji flotó unos cuantos segundos antes de que la Berserker se pusiera en la misma posición, ahora reposando la cabeza sobre su regazo. – Master… seguro la limpieza de oídos de Tamamo-san fue buena, pero hay ciertas cosas que solo yo puedo hacerte… - le susurró al oído, eso le trajo escalofríos.
- Eso dio cosquillas.
- Jeje… ¿Qué tal se siente mi regazo? ¿Más cómodo que el de Tamamo-san?
- Bueno… debo admitir que tus muslos son un poco más regordetes, eso le otorga mayor suavidad.
- Ya veo… normalmente me molestaría al decir que están gordos pero si eso me otorga ventaja, lo acepto, ahora… vamos a limpiar un poco las impurezas de su espalda. – Kiyo calentó su palma izquierda un poco pero no al punto de quemar, entonces empezó a pasarla por la espalda de Haji, este se estremeció un poco.
- Es caliente, pero de la forma agradable.
- Puedo calentar mis llamas a un estado cómodo, es como un sauna portátil ¿no lo cree?
- Si… se siente bien, mi espalda está muy relajada.
- Me alegra saberlo~
- Se acabó tu tiempo, sigo yo. – Nero tacleó a Kiyohime la cual salió volando, ahora la Saber tomó su lugar. – Muy bien socio, te otorgaré un trato digno de emperador con esto. – Sacó un racimo de uvas. – Son las uvas más dulces que toda Roma puede ofrecer, es un privilegio de una vez en la vida.
- Entiendo, igual tenía algo de hambre.
- Umu, entonces abre la boca, te las daré una por una. – La rubia arrancó una uva y entonces empezó a servírsela con suavidad a Haji, dejando que caiga sobre su boca, el pelinegro empezó a saborearla. - ¿Qué tal?
- Está deliciosa, si puedo decir que sabe bien. – Eso alegró a la Saber.
- Perfecto, puedes comer más, nadie en todos mis tiempos ha podido vivir lo que estás presenciando ahora, como el emperador generoso que soy, estate agradecido.
- Sí que lo estoy. – Le sirvió unas cuantas uvas más, eso hizo enojar al resto de participantes al ver que el pelinegro estaba cómodo, ya era el momento de quitarla del camino.
- Tiempo fuera. – Altera disparó un rayo directamente de su espada, el cual golpeó a Nero, ya entonces la Saber morena tomó el lugar de ella para estar al lado de Haji. – Master, yo ofreceré masaje en los pies, ser bueno para el cansancio.
- Me parece bien, últimamente he sentido molestias ahí.
- Déjemelo a mí. – Le retiró los zapatos y calcetines, en ese momento Altera sujetó la planta del pie izquierdo de Haji y empezó a apretarlo, el pelinegro hizo una mueca de dolor. - ¿Duele master?
- Un poco, sí que tienes bastante fuerza, debes aprender a regularlo.
- Lo intentaré. – Altera empezó a aplicar menos fuerza hasta el punto en el que Haji empezó a sentir confort, la Saber peligris no tenía experiencia realmente en dar masajes pero no puede quitar que lo está disfrutando, más que nada por la tensión en sus pies debido a todo el ejercicio que ha hecho, entrenamientos con Leónidas y clases de deportes, era lo que necesitaba.
- Se siente realmente bien Altera, te agradezco por todo esto. – La Saber se sonrojó levemente, en ese momento una pequeña sonrisa cruzó su rostro.
- Gracias master… escuchar esas palabras me hacen feliz.
- Creo que es mi turno. – Mata Hari llegó en ese momento, Altera le hizo una mirada tan escalofriante que la hizo temblar. – Por favor.
- … - Regresando a su rostro estoico, ella se hizo a un lado, ahora la Assassin estaba tomando el lugar en ese momento, Haji la miró.
- ¿Qué puedes hacer? – Preguntó, la castaña sonrió.
- En realidad, no tengo nada preparado, como bien sabe, he sido una espía gran parte de mi vida y siempre he bailado también en centros nocturnos, soy como una stripper, si esa es la palabra coloquial, así que, como no puedo aplicar nada de lo que sé en esto sin parecer pervertida, quizás hablar un poco le traiga comodidad.
- Claro, seguro has pasado por todo tipo de misiones durante tu vida como espía vigente.
- Claro. – Respondió Mata Hari con emoción. – Muchas de las cosas que conozco actualmente tuve que aprenderlas por experiencia propia y es que los oficiales enemigos siempre caían redonditos al verme, como en ocasiones los centros nocturnos tienen una sala para bailes privados, mayormente me llamaban y ahí es donde aplicaba mis tácticas de seducción y también algunos juegos previos para que hablen de todo, incluso en una ocasión, un oficial pidió un masaje de próstata y…
- ¡Demasiada información, demasiada información! – Rika le tapó los oídos a Mash para que no escuchara nada y otros servants puritanos se vieron escandalizados mientras que algunos hombres sonreían al escuchar eso.
- Muy bien sinvergüenza, vete de aquí. – Anne le disparó a Mata Hari con su rifle para mandarla a volar y entonces tomó el lugar. – Y bien master, ya que ahora es mi turno, le ofreceré algo que ninguna otra ha hecho. – En ese momento Anne abrazó la cabeza de Haji contra sus pechos, un hecho que escandalizó a las demás participantes.
- ¡Maldito, como osas sentir la suavidad de las oppais de Anne-chan! – Teach no pudo seguir hablando cuando Mary le golpeó en el estómago para derribarlo.
- No apruebo esto… pero Anne… espero ganes… - Expresó la pequeña pirata por debajo, Anne disfrutaba mucho abrazar a Haji junto a sus pechos, este tenía la mirada a oscuras pero sentía la suavidad.
- Y bien master, seguro muchos quisieran estar en la posición que te encuentras, pero eres el primero en recibir esta atención.
- Nada mal… se sienten suaves en mi cabeza. – La rubia soltó una pequeña risa.
- Me alegra saber esto.
- Muy bien señorita pirata, gracias por participar, pero sigo yo. – Stheno lanzó una bola de prana a Anne para apartarla y ahora ella, como última participante, se sentó al lado de Haji.
- Entonces eres la última participante, seguro tienes algo preparado.
- Claro, como dicen, hay que dejar lo mejor para el final y sí que será lo mejor. – Stheno sonrió, en ese momento sujetó el mentón de Haji y sin perder el tiempo lo besó profundamente en los labios, eso dejó impactados a todos los presentes, más a las participantes.
- … Onee-sama… - Medusa no sabía que responder ante el acto de su hermana mayor, Euryale simplemente desvió la mirada con su rostro rojo, Asterios solamente ladeó la cabeza. Un par de segundos después se separaron.
- ¿Por qué hiciste eso? – Preguntó Haji sin salir de su asombro.
- No hay mayor satisfacción que recibir el beso de una diosa, supongo que eso me hace ganadora. – En ese momento talismanes y fuego salieron volando hacia ella, tuvo que saltar para esquivarlos.
- ¡Como te atreves a robarle un beso a master! – Exclamó Tamamo con bastante enojo.
- ¡Así es, esos labios solo me pertenecen a mí! – Expresó Kiyohime, la Assassin sonrió de lado.
- ¡Pagarás por tu osadía! – Nero saltó para atacarla mientras Anne igual empezó, de repente se armó toda una batalla entre las competidoras en la cafetería, varios servants tuvieron que ir para evitar que sigan peleando aunque la ira de las mujeres era mayor, en ese momento alguien sujetó del brazo a Haji para sacarlo de ahí, aprovechando la pelea para escapar, ya entonces llegaron hasta los pasillos, lejos de todo el desastre.
- Gracias… Emiya…
- Eso fue realmente peligroso master. – Expresó el Archer, soltando un suspiro. – Siempre que mujeres están involucradas, todo se sale de control…
- Hablas por experiencia al parecer. – El Archer lo miró fijamente.
- Son recuerdos lejanos de un pasado que abandoné, pero yo igual he tenido problemas con mujeres. – Expresó este sonriendo de lado. – No sé qué ocurría, pero siempre llamaba la atención de varias chicas, aunque mi mentalidad solo se mantuvo en cumplir un patético sueño que nunca pudo lograrse.
- Yo no creo poder ser igual, aprecio a todos aquí como mi familia, si por acaso correspondí los sentimientos de Kiyo es porque ella se lo ha ganado, sobrepasando su estado Berserker para mostrar sentimientos sinceros, las demás también tienen lo suyo.
- … Parece que es un master incorregible… - Emiya suspiró por enésima vez. – No puedo darle un verdadero consejo al respecto, solo puedo preguntarle algo ¿está seguro de que este es el camino que desea recorrer? Sabe muy bien que no son mujeres comunes, son espíritus heroicos, así que las batallas serán bastante comunes y que además… en cierto momento todo esto terminará, ellas no estarán aquí por siempre…
- Eso lo sé, pero por esa misma razón deseo aprovechar el mayor tiempo posible, muchas de ellas tienen historias trágicas, han sufrido y no han conocido la verdadera felicidad… o amor… por eso tomé la decisión de otorgarles el mayor amor posible, si con eso pueden ser felices, lo haré.
- … Es realmente estúpido… - El Archer soltó una pequeña risa. – No te las hagas de héroe trágico.
- Tengo mucho por vivir, además, es el sueño de todo hombre joven y sano el tener muchas chicas enamoradas de ti.
- Solo no se arrepienta de su decisión, la próxima vez no estaré ahí para salvarlo.
- Lo tendré en cuenta, es algo en lo que decidí meterme yo mismo, y lo manejaré por cuenta propia. – En ese momento fue con dirección a la cafetería. – Ahora tengo unas chicas que calmar, deséame suerte.
- No la necesitará. – Se fue a la cafetería para calmar a las chicas, Haji decidió que así sean las cosas más por el bien de las propias servants que por el suyo, si para ello debía repartirles amor en cantidades iguales, lo haría, merecen ratos de felicidad y es algo que estaría ejerciendo para que pueda verlas sonreír, eso le daba fuerzas para seguir adelante.
El Redentor 777: Bueno, si es que va a estar creciendo su harem poco a poco, ya tengo pensado en próximas chicas que puedan entrar jaja.
Camilo Navas: Justamente con la llegada de Tamamo va a ser alguien muy apegado a Haji y no solo por las peleas que puedan armarse como se vio aquí, habrá otros factores más adelante para ello.
Bueno, ya vimos como hubo un confrontamiento entre las chicas que tienen interés por Haji, se hizo una pelea campal al final pero él decidió seguir repartiendo amor en partes iguales, con sus debidas consecuencias. Ya en el próximo cap veremos otra cosa, dos servants particulares tendrán protagonismo, ya verán quienes son, hasta el próximo cap. Saludos.
