El grupo se puso en camino a la torre del reloj, por ahora encontraron enemigos en la neblina de forma habitual pero podían acabar con ellos rápidamente, nada más que pudiera detener su avance.

- Según tengo conocimiento de estas calles, deberíamos estar cerca. – Comentó Jekyll.

- Más razón para apurarnos, estos autómatas no dejan de salir en cada segundo. – Se quedó Rika.

- Eso es lo bueno de contar con varios servants, incluso un grupo grande no representa nada de problemas. – Expresó Mash.

- Solo unos cuantos metros más. – Avisó el rubio, de tal modo se acercaron para finalmente llegar, claro que la asociación de magos debería estar ahí pero no hay que solo escombros y destrozos.

- Parece que cayó una bomba aquí. – Expresó Haji. - ¿Estás seguro de que es el sitio?

- Claro, tal parece que sufrió un duro ataque. – Pensó Jekyll. – Si fue algún otro servant enemigo, entonces no queda duda de que todos los magos deben estar muertos, poco pueden hacer contra la fuerza de un simple servant.

- Pierden rápido las esperanzas, deberían conocer que incluso edificaciones como estas deben tener pasillos subterráneos, solo observen. – Hans señaló un montón de escombros que escondían una puerta subterránea. - Pónganse a trabajar y quítenlos, es su trabajo como servants.

- Bien podrías ayudar. – Se quejó Mordred, el pequeño enarcó una ceja.

- ¿Me ves con cuerpo de fisicoculturista? Debe quedar bien en claro que el trabajo físico es el peor enemigo de un escritor así que es más fácil dejárselo a gorilas fuertes como tú.

- ¡Pequeño demo…! Ok, solo porque ser que gorila es un cumplido, lo haré. – Y Mordred se puso en marcha, Haji enarcó una ceja y Arturia puso una mano en su hombro con una vena en su frente.

Los servants quitaron los escombros y abrieron esa puerta subterránea que abrió un nuevo camino hacia la sección profunda de la torre del reloj, en sí eran pasadizos únicamente iluminados por antorchas y que iban en una dirección lineal.

- Ya estamos aquí. – Expresó Jekyll. – No tenía mucha idea de estos caminos pero seguro los hicieron para proteger su información más valiosa.

- Desde que sea un pasadizo secreto, es algo obvio. – Respondió Hans. – Por ahora hay que movernos para encontrar alguna biblioteca, seguro tienen algo contra la neblina para que podamos acabar con ella de una vez.

- Pues hay que tener cuidado viendo que es un espacio cerrado, las peleas no serán beneficiosas aquí. – Informó Roman. – Por cierto, se detectan señales más adelante, hay que procurar que no sean enemigos.

- Je, no importa lo que venga, me encargaré de ellos rápidamente. – Sonrió Mordred. Siguieron avanzando sin encontrar nada más que oscuridad. - ¿Cuándo veremos algo? Me aburro.

- ¿Acaso quieres llamar al karma? Eso es peligroso. – Y en ese momento aparecieron homúnculos al frente, la Saber sonrió.

- De eso estaba hablando.

- Esta chica es increíble. – Jekyll soltó un suspiro. – Pueden encargarse de ellos.

- Adelante Atalante. – La Archer disparó flechas hacia estos, Mordred y Jack corrieron para atacar cercanamente a los enemigos que no representaron algún problema respectivamente.

- Poco a poco estas cosas dejan de llamar mi atención.

- Clasico pensamiento cavernícola de que solo desean aplastar cosas. – Se burló Hans con su tono cínico.

- Dejen de lado eso y sigamos. – Continuaron avanzando sin ver nada más hasta que el camino se bifurcó en dos direcciones.

- ¿Lo dejamos a la suerte? – Sugirió Rika sacando una moneda, en aquel momento la lanzó. – Cara a la derecha, cruz a la izquierda. – Al caer al suelo, terminó en cruz. – Pues la izquierda será.

- Depender de la suerte es algo arcaico. – Expresó Hans.

- En ocasiones puede ser la decisión más acertada. – Contrarrestó la pelinaranja. Al avanzar por ese camino, llegaron a una puerta que se encontraba sellada, pidiendo el apoyo de Mordred, la derribaron, viendo lo que se encontraba dentro, estantes de libros, una biblioteca subterránea.

- Jackpot muchachos. – Sonrió Haji, Hans y Shakespeare revisaron cada uno de los libros.

- Es material secreto de la asociación, justamente lo que estábamos buscando. – Señaló el pequeño. – Me tomará un tiempo revisar cada uno de estos pero puede que estemos ante la solución de la neblina.

- Pues ponte en ello cerebrito, tenemos compañía aquí. – Y justo aparecieron enemigos en ese momento dispuestos a evitar que observaran todo el material y destruirlo. – Molestan realmente.

Atalante disparaba sus flechas y Vlad hacía aparecer estacas de sangre en el suelo, paralizando a los enemigos que se acercaban, más eso no lograba evitar totalmente del hecho de que siguieran avanzando o aparecieran más.

- No se acaban. – Señaló Arturia. – Estas criaturas parece que aparecen una detrás de otra.

- Debe ser un spawn de enemigos en algún lado, como en Minecraft. – Comentó Rika.

- No es momento de hablar de juegos Rika, hey Hans ¿ya mero terminas?

- No necesitas que apurar a un escritor como yo, igual estoy haciendo lo mejor posible a mi ritmo, Shakespeare, ayuda en algo.

- En eso estoy querido amigo, igual estoy revisando. – Ambos casters se tomaban su tiempo leyendo cada libro mientras el resto mantenía la horda de enemigos que buscaba abrirse paso.

- Córtense en pedazos. – Jack avanzó rápidamente entre tres, partiéndolos a la mitad, Medea Lily disparó desde arriba hechizos de ataque, con Mordre y Boudica atacando de frente.

- ¿Cuándo dejarán de aparecer? – Preguntó Mash mientras retenía a uno de esos robots.

- Parece que usaré eso. – Jekyll salió en ese momento, teniendo lo que era una jeringa.

- ¿Qué harás? – Preguntó Mordred.

- Una oportunidad de victoria, aunque sinceramente no me agrada nada, es un caso especial… aquí vamos. – Se inyectó la jeringa, en ese momento se puso de rodillas y empezó a gritar mientras se sujetaba la cabeza.

- ¿Qué le sucede? – Preguntó Shakespeare, ya entonces Jekyll cambió, sus ojos eran rojos y su cabello más alborotado, teniendo una sonrisa maniaca.

- ¡Finalmente soy libre! – Expresó con alegría mientras reía maniáticamente.

- Perfecto, ahora apareció Mr. Hyde, igual que en el libro. – Expresó Haji.

- Si no te gusta como soy, con gusto iré a destrozar a esas basuras. – Y sin decir más, sacó un cuchillo y se puso a correr entre los distintos robots, su estilo de ataque era desenfrenado pero con mucha fuerza que los destrozaba a pesar de ser metálicos.

- Tenemos un lunático aquí, Mash, no permitas que se aloque demasiado. – La pelimorada asintió a las órdenes de Haji y fue junto a él y Mordred para seguir encargándose de los robots y homúnculos que estaban apareciendo.

- ¡Qué bien se siente cortar! – Expresó con alegría.

- Ey loco doctor, peleas demasiado arriesgado. – Comentó Mordred.

- Que importa como peleo, mientras pueda destrozar cosas, está bien.

- Me agradas. – Sonrió ella, de tal modo continuaron destrozando a todos los robots hasta que finalmente no quedó nada, la fuerza de Hyde logró acabar con una gran mayoría hasta que al final el efecto de su elixir se acabó y regresó a la normalidad.

- Eso fue pesado para mi cuerpo… - Se levantó, estando en su estado normal. – Realmente Hyde se impacienta si no tiene diversión de vez en cuando… - En ese momento salió Hans.

- Estoy más que satisfecho, revisé cada documento importante que pudiera ayudarnos más unos cuantos libros para gusto personal.

- Solo nos hiciste perder el tiempo. – Se quejó Mordred.

- Te diría algo pero estoy de buen humor ahora, con gusto les diré todo lo investigado al regresar al apartamento.

- Regresemos entonces. – Señaló Rika, de tal modo hicieron su camino de vuelta, acabando con unos cuantos enemigos sobrantes y llegar a salvo.


Al final, las explicaciones de Hans fueron respecto a la relación entre servants y espíritus heroicos, desde tales tiempos ya existía la visión de invocar servants y de posibles guerras, por el otro lado, aún resistía el problema de los enemigos y es que robots les rodearon, pero nada representó en cuanto a problemas ya que pudieron defender el fuerte entre todos.

- Esas cosas son como insectos, no dejan de llegar, si hubiera una forma de deshacernos de ellos. – Comentó Mordred, en ese momento Fran apareció. - ¿Sabes algo? – Y empezó a explicar a su propia forma, que solo ella entendió. – ya veo, ella sabe dónde se producen esas cosas.

- Que rápido. – Expresó Rika.

- Es fácil de entenderla cuando la observas. – Respondió la rubia.

- Así que una mente simple puede entender cosas complejas… - Se puso a pensar Hans.

- El caso es que ya tenemos nuestra siguiente ubicación, podemos acabar con esas cosas de una vez y para siempre.

- Entonces tenemos un nuevo destino, hay que prepararse a salir. – Indicó Haji, de tal modo que se preparan para ya estar en las calles.

- Lo mejor ahora es tener una idea de que son estos robots y hay que atraer uno o dos para desmantelar y ver una posible firma de creador. – Señaló Mordred según lo que Fran le había dicho.

- Realmente la entiendes a la perfección. – Comentó Atalante.

- ¿Ustedes no pueden? Es bien claro como el agua.

- Eso sería un tema de investigación para más adelante, por ahora puede que lleguen enemigos mientras se encuentren en la neblina. – Señaló Roman, y tal como dijo, aparecieron de esos robots.

- Y ni siquiera tuvimos que movernos de nuestra ubicación, hora de destruir chatarra. – Los servants comenzaron su ataque contra los robots, procurando no acabar con piezas importantes que pudieran dar pistas, del mismo modo Fran ayudó en la pelea, demostrando ser una buena combatiente.

- Si que puedes dar unos buenos golpes. – Señaló Mordred, la pelivino siguió atacando con aquella bola pesada que llevaba y del mismo modo sacando electricidad en cada ataque, de tal modo solo quedaron pedazos de los robots alrededor.

- No hay ningún otro enemigo. – Señaló Boudica, de ese modo Haji asintió.

- Ahora veamos al culpable de todo esto. – El pelinegro se acercó a ver las piezas de un robot destruido y si contenía alguna firma, sacando su celular para iluminar estas, agarrando una. – Aquí tenemos, dice Charles Babbage.

- ¿¡!? – Fran pareció asombrarse por el nombre que escuchó, sabía algo.

- ¿Pasa algo? – Preguntó Mordred, la humana artificial simplemente bajó la mirada. – Entiendo, luego podrás decirnos.

- Parece ser de noche. – Señaló Rika. - ¿Acabamos por hoy?

Dicho eso, regresaron al apartamento para descansar, ambos hermanos necesitaban recuperar energías así como igual Mash y estar listos para seguir a la mañana siguiente, de tal modo que tenían habitaciones y poder dormir un poco.

- Esto… creo que es necesario preguntar la situación actual. – Haji estaba dispuesto a dormir, pero bien Jack estaba en su cama y le abrazaba. – Jack, eres una servant, no necesitas dormir realmente.

- Lo sabemos, pero deseamos conocer el calor de nuestra madre, y nada mejor que dormir a su lado, es uno de nuestros sueños.

- Eso lo entiendo… pero Atalante, estás sobrando. – Y no era el único, la Archer igual estaba acostada al otro lado, abrazando a la Assassin.

- Master, al observarlo, considero que sigue siendo un novato cuando se trata de niños, así que estaré enseñándole por un tiempo como comportarse hacia estos.

- A mi se me hace que es solo una excusa para estar con Jack. – Al decir eso, la peliverde se sonrojó.

- N-No es verdad, simplemente es parte de su entrenamiento, no es que desee dormir con un niño, en serio. – Respondió con sudor nervioso, el pelinegro soltó un suspiro.

- No me quejaré, si es que Jack desea dormir, haré lo que ella diga.

- Gracias. – Sonrió la pequeña peligris, abrazando a Haji. – Se siente caliente… así que esto es el calor…

- Jack… - Haji sonrió, empezando a acariciar su cabello, pudo escucharla respirar hasta que se quedó dormida. – Puede ser una servant pero es una niña.

- Veo que lo entiende master. – Expresó Atalante, mirando con una sonrisa el rostro durmiente de Jack. – Nunca antes me hubiera imaginado encontrarme en una situación así… supongo que debo agradecérselo.

- No realmente, tuviste la fuerza para que acabáramos de este modo, seguro podré encargarte de la protección de Jack en Chaldea.

- Por supuesto, cualquier niño que venga de ahora en adelante, yo lo vigilaré. – Declaró con emoción, el pelinegro soltó una pequeña risa. – Puede descansar master, yo seguiré viéndola.

- Claro… buenas noches… - Y entonces empezó a dormir.

Rika estaba en su propia habitación, se encontraba sentada en la mesita contigua mientras revisaba su teléfono, en ese momento tocaron a su puerta.

- ¿Senpai?

- Mash-chan ¿Pasa algo?

- No es nada, no pensé que siguiera despierta.

- Solo estoy viendo unas cuantas cosas pero voy a dormir.

- Entendido… ha sido un día duro.

- Ni qué decir, cuantas cosas pero seguro mañana podremos acabar con esto.

- Es verdad… y master. – Rika volteó a verla, Mash se veía algo avergonzada. – Cuando todo esto termine… quisiera que volviéramos a salir juntas… solo las dos… - Pareció tomarle fuerzas el expresar eso, la pelinaranja sonrió.

- Claro, nada más para mi linda Kouhai. – La abrazó, Mash estaba bastante roja. – Es mejor que descanses, peleaste demasiado.

- Es cierto… buenas noches senpai. – Rika se despidió al cerrar la puerta, en ese momento bajó la mirada.

- (… Por cuanto tiempo podré seguir manteniendo esta mentira…)


El Redentor 777: Bueno, que pronto tendremos unos cuantos caps de interacción con Arturia y Mordred, es un asunto que no puedo dejar pasar realmente jaja.

Scanor13Zama: Respecto a Solomon, la verdad es que tengo mis planes con él, algo que le dará una sazón a la historia.

Camilo Navas: Bueno, es obvio que Jack ve a su master como su madre, sin importar el género jaja, así es ella.

Bueno, pasamos la torre del reloj y falta unas cuantas cosas más por delante, es casi como la mitad de la singularidad por lo cual estamos yendo, así que en el próximo cap avanzaremos otro tramo y un obvio encuentro que tendremos, hasta el próximo cap. Saludos.