Rika estaba en camino a su habitación dentro de Chaldea, otro día tranquilo había pasado y esperaba que las cosas siguieran igual en ese momento, ya ahora tocaba descansar y una vez avisó a sus padres que dormiría en casa de una amiga, algo que era mentira, ya entonces podría pasar la noche ahí.

- Senpai. – Mash se apareció.

- Hola Mash-chan ¿irás a dormir?

- Sí. - respondió la pelilila. – Fue divertido lo que hicimos hoy.

- Es cierto. – Ella sonrió. – Estás comenzando a aprender más cosas que nunca antes experimentaste, eso me alegra.

- Eso es porque cuento con usted y con Haji-senpai que me han ayudado a descubrir todo eso… anteriormente, al estar sola en Chaldea, solo conocer estas paredes, todo lo anterior solo podía imaginarlo de las propias historias que me contaba el doctor Roman, pero vivirlo ahora me trae alegría, por eso espero poder seguir estando con ustedes dos.

- Eso pasará, incluso al acabar todo esto, nos aseguraremos de que tengamos más diversión. – Respondió la pelinaranja, entonces soltó un bostezo. – Es hora de descansar, mañana nos espera otro día lleno de actividades.

- Así será, descansa bien senpai.

- Igualmente Mash-chan. – ya entrando a su habitación, Rika apagó las luces y entonces fue a acostarse a su cama, sin saber que una sombra estaba ahí y esta sonrió de una forma peligrosa mientras se fue acercando a ella…

- … Despierte master…

- ¿Uh? – Ella empezó a abrir los ojos en ese momento, esperaba encontrarse en su habitación pero en vez de ello estaba como en una celda sucia. - ¿Qué pasó?

- Veo que ya despertó. – Al aclararse su vista encontró a quien le hablaba, era un hombre, su vestimenta era un ropaje de color verde oscuro con una capa y un sombrero, su cabello alborotado de color ceniza y ojos rojos la veía. – Pensé que nunca iba a despertar.

- Esto…

- No hay necesidad de que diga nada, seguro está confundida acerca de la situación actual, pero puedo asegurar, no es nada de lo que deba preocuparse. – Aseguró este extraño servant que estaba a su lado, por alguna razón Rika tenía cierta información de él pero su cabeza estaba tan confundida que no podía recordarlo. – Parece que está sufriendo algo ¿no? Debe ser migraña.

- Ese parece ser el caso, me duele un poco la cabeza, entonces… ¿Cómo debería referirme a ti?

- Puede decirme… Avenger, es mi clase después de todo. – Respondió el misterioso hombre.

- Entendido, entonces… Avenger ¿Dónde estamos?

- Este sitio… es como una prisión, no, llamarlo prisión no sería lo más adecuado, una torre de la cual no existe una salida, al menos no una tangible si es que deseamos escapar, lo único de lo cual podemos guiarnos… es de la esperanza.

- Esperanza ¿deberíamos tenerla? – Ella preguntó, Avenger asintió.

- La esperanza es de lo que más se aferra el ser humano, es un modo para decirse a sí mismo que todo saldrá bien, mientras no pierda la esperanza, no caerá en la desesperación, solo de ese modo esta torre no la aprisionará para siempre.

- Entiendo… debemos salir y recorrerla entonces, Avenger, espero me ayudes.

- Claro master, después de todo estoy a sus órdenes, vamos a recorrer esta torre y encontrar la esperanza de que pueda salir… eso mismo, esperanza de escapar de lo que la ata.

- Bien… vamos afuera. – En ese momento salieron de la celda la cual estaba abierta, encontrando un largo pasillo con paredes negras de piedra, no se encontraban ventanas de algún tipo por lo que no había idea alguna de como se veían las afueras de esa torre.

- Veo que no podremos averiguar el ecosistema de este sitio master. – Respondió Avenger, ella asintió.

- Además solo tenemos dos caminos, yendo hacia atrás o hacia adelante ¿Cuál crees que es el más seguro?

- Esa es decisión suya master. – Respondió el peliceniza. – Yo no soy más que un simple servant que apareció a su lado, no creo tener un voto mayor que el de usted.

- No digas eso, ahora mismo somos compañeros, así que trabajar en conjunto es lo mejor si deseamos salir de esta. – Exclamó la pelinaranja, dejando sorprendido a Avenger que luego empezó a reír.

- Tiene demasiada fe en mí master, aunque eso no es nada malo, realmente debería considerar, incluso hasta el mejor de los amigos te puede dar la espalda… - En ese momento comenzaron a aparecer esqueletos, listos para atacarlos. – Me gustaría seguir con esta conversación, pero han aparecido enemigos indeseados.

- Eso veo, Avenger, encárgate de ellos.

- Con gusto master. – Avenger sonrió de forma peligrosa mientras fue al ataque hacia los enemigos, este contaba con una gran velocidad que pasaba a través de ellos y con las palmas de sus manos expulsaba un miasma negro que golpeaba a estos, destruyéndolos en el acto, Rika pudo observar que Avenger era fuerte, aunque su estilo de pelea era bastante tosco, no lo hacía con habilidad sino que era impulsado por algo más, un deseo de pelea… de venganza por así decirlo.

- Ya terminé por este lugar master, criaturas así no resultan ser un problema. – Este volvió a su lado.

- Buen trabajo Avenger, esos esqueletos no fueron un problema para ti.

- Exactamente master, criaturas de baja categoría no representan siquiera un mínimo de mi esfuerzo. – Respondió con una pequeña risa. – Hay que seguir adelante, no sabemos que puede esperarnos en lo más profundo de esta torre.

- Eso es verdad, vamos Avenger. – Así los dos siguieron en camino para descubrir lo que podría haber más adelante en esa torre.


En Chaldea la situación estaba movida debido a cierto suceso, justo Haji y Mash estaban en ese sitio, la habitación de Rika actualmente se encontraba custodiada ya que sucedió algo, la pelinaranja estaba recostada con los ojos abiertos, de algún modo estaba en algún tipo de trance en aquel momento.

- ¿Por qué pasó esto? Rika-senpai estaba bien hasta anoche… - Mash se veía angustiada por el estado de la pelinaranja.

- Ya veremos qué podemos hacer, por el momento el doctor señaló que no hay nada extraño en su cuerpo, por lo que se encuentra saludable, lo que debió afectarla es algún tipo de hipnosis o ataque mental.

- Solo espero que se encuentre bien… realmente deseo que vuelva.

- Parece que podemos tener algún tipo de intervención. – Da Vinci apareció en ese momento. – Según he podido comprobar, parece que la consciencia de Rika fue enviada a otro sitio, como si se tratara de una transferencia como la que hacemos normalmente cuando van a singularidades, solo que en el caso de ella, fue totalmente forzado pero no perfecto, así que se encuentra tanto entre ese lugar como aquí, solo hay que estar de frente y seguro habrá cierta conexión pero solo los servants pueden hacerlo.

- Ya veo, tenemos que escoger bien quien irá primero.

- Si me lo permite. – Fantasma apareció en ese momento. – Christine se ve en un estado catártico actualmente, quisiera hacer algo para ayudarla.

- Entendido. – Haji asintió. – Entonces, ve y busca liberarla. – El pelinegro hizo una reverencia.

- Todo sea por mi querida Christine. – Así se puso frente a Rika en ese momento.


En ese momento, dentro de la torre, Rika y Avenger seguían avanzando por los pasillos, el peliceniza miraba a todos lados, ganando la atención de la master.

- ¿Observas algo Avenger? Quizás esto podría traerte alguna sensación de familiaridad. – Comentó ella, el Avenger volteó a verla.

- Lo lamento master, seguro me vi distraído en este momento, me disculpo por mi descortesía.

- No es nada, pero si parecías pensar con seriedad, como si estuvieras familiarizado con este sitio.

- Parece que le di esa sensación master. – Este sonrió por debajo. - ¿Conoce cierta historia? Acerca de un hombre que lo tenía todo pero entonces fue traicionado… ocurriendo que acabó encerrado en una situación igual, dentro de una torre, todo porque tenía cierta amada pero por celos, la quitaron de su lado.

- No realmente… - Respondió ella por debajo. – Pero esa es una historia bastante triste.

- Es cierto… a pesar de todo, ese hombre se aferró a una esperanza la cual nunca llegó… por eso al final, hasta el último de sus días solo pudo pensar en algo… en venganza… - Rika podía sentir un aura oscura provenir de Avenger pero no podía decir nada, seguro el servant tenía sus propias razones.

- ¡Ayuda! – De repente un grito los despertó y parecía venir de lejos, el servant se puso serio.

- Parece que alguien más está encerrado en este sitio con nosotros, una esencia foránea que quizás no debió encontrarse en la misma situación ¿Qué dice master? Vamos a ayudar a esta persona.

- Por supuesto, no podemos abandonar a nadie.

- ¡Eso me agrada! – Avenger gritó, expulsando miasma negro. – Tienes demasiadas esperanzas en mí, entonces no tengo de otra más que corresponder a estas mismas, salvemos a esa persona que sufre nuestro mismo destino. – Él se adelantó en aquel momento, con Rika yendo por detrás, corriendo con todo lo que podía, ya entonces llegaron a una sala amplia, ahí estaba Avenger pero igual se encontraban esqueletos y otro servant ahí.

- Avenger ¿Qué es eso?

- Oh master, llegó. – Este volteó a verla. – Es tal y como presencia, es un enemigo que debemos enfrentar.

- Realmente siento envidia, Christine debería ser mía pero me la quitaron, eso me agrada, por eso voy a acabar con todos aquí. – Declaró, siendo rodeado de un aura oscura.

- Eso master, es una manifestación de un pecado capital, por lo que puedo señalar, es que posee el pecado de la envidia, un cumulo que solo sabe expresar el deseo que siente basado en el pecado que lo posee, no es un humano, solo una sombra de lo que debería ser y eso me enferma… master, hay que acabar con este.

- Eso es verdad… pero… - Entonces vio a otra persona, era una mujer la cual tenía un uniforme rojo y cabello gris claro, esta se veía asustada. – Esa mujer de ahí, está en peligro.

- ¡Por favor, ayúdenme! – Esta gritó, viéndose rodeada de aquellos esqueletos.

- Descuide master, voy a salvarla, solo ordénelo e iré directamente.

- Claro. – la pelinaranja apuntó al frente. – Avenger, acaba con ese servant y sálvala.

- ¡Con gusto! – El servant fue al frente, atacando a cada enemigo que tenía justo a su paso, con una sonrisa malvada, este atacaba por todos los sitios sin cesar, destruyendo a cada uno de ellos sin que hubiera rastro alguno, aprovechando que distraía a los enemigos, Rika se acercó a la mujer.

- ¿Estás bien? – Preguntó ella, esta asintió.

- Sí… la verdad es que no tengo idea de como llegué aquí, de repente me encontraba en una celda y salí a ver, pero entonces… ese sujeto me rodeó con esos esqueletos… tengo miedo… - Ella empezó a temblar, Rika frunció el ceño.

- Descuida, te voy a proteger mientras esté aquí. – Ella sacó unas cuantas joyas y disparó con gandr a uno de los esqueletos, causando que cayera a un costado. – Vamos a alejarnos de aquí y dejemos que Avenger se encargue de ellos.

- Claro. – Tomando la mano de la mujer, se fueron corriendo para darle paso al servant y que siguiera encargándose de los enemigos.

El peliceniza continuaba peleando contra los esqueletos que acabaron destruidos, entonces una criatura negra saltó para atacarlo con un zarpazo de sus garras, causando que rasgara su capa, eso hizo que su sonrisa se anchara más.

- Veo que no me lo quieren dejar fácil, ok, eso lo hace más interesante. – La criatura negra quiso atacarlo de nuevo pero esta vez se preparó al ataque y saltó a un costado, en ese momento rodeó sus manos de miasma negro y lo golpeó, el ataque fue suficiente para que este soltara sangre de su boca el cual era igual de negra. – Y no es todo.

Siguió golpeándolo en repentinas ocasiones mientras se movía a todos lados, sin dejarle una sola oportunidad a esa criatura de defenderse, al final con un golpe más poderoso, la mandó a volar, causando que se estrellara contra la pared de la torre, esta cayó muerta.

- Eso fue grandioso, no hay nada mejor que traer muerte a otros.

- ¡Christine! – El servant saltó para atacar a Avenger con sus garras, este pudo esquivarlo a tiempo en ese momento. – Cuanta envidia tengo, no dejaré que me la quites.

- Veo que el pecado dentro de ti se ha imbuido totalmente en tu ser… no me dejas otra opción que ser drástico. – En ese momento miró a Rika la cual se había alejado lo suficiente junto a la mujer. – Master, ordénemelo, que acabe con esta alma que no tiene salvación.

- … Bien, Avenger, acaba con él. – Extendió su mano, el Avenger sonrió.

- ¡Claro! – En ese momento saltó en lo que se volvió una estela la cual comenzó a atacar al servant de la envidia en distintos ángulos, ya en ese momento este se dividió en más. – Recibe todo mi dolor y venganza, Chateau Dif.

Disparó varios rayos al servant de cada uno de ellos que lo golpearon, causando que este saliera volando hasta impactar la pared con fuerza, al final cayó al suelo, Avenger quedó frente a él.

- Que envidia… yo pensé que podría tener a Christine… ella era mía, pero veo… que no fue suficiente… - Ya entonces desapareció, Rika soltó un suspiro de alivio.

- Lo hicimos Avenger.

- Así es master, él no sentía nada más que envidia por una razón la cual estaba únicamente en su cabeza, pero no volverá a atacar. – Ya entonces miraron a la mujer. – Tú ¿tienes ideas de lo que haces aquí?

- No realmente… - Respondió esta. – Yo desperté de repente en este sitio, estaba sola, asustada… y además no tengo idea de quien soy… no recuerdo mi nombre.

-Ya veo… si no tienes una identidad, hay que darte una… Mercedes, ese es tu nombre ahora. – Señaló Avenger, la mujer ahora referida como Mercedes se vio sorprendida.

- Claro… pueden llamarme de ese modo.

- Excelente. – El Avenger sonrió. – Entonces master, parece que mientras más descendamos en esta torre, seguiremos encontrando más representaciones de pecados capitales, no será sencillo, pero de otro modo, no lograremos escapar de aquí… entonces ¿está dispuesta a seguir conmigo? – Rika miró a Avenger, puede que tenga una apariencia tétrica, pero de alguna forma sentía que podía confiar en él.

- Claro Avenger, ya estamos en esto, así que confiaré en ti.

- Esa es la respuesta, muy bien master, siga aferrándose a la esperanza, ya que es lo que nos podría sacar de este lugar y no caiga en la desesperación… attende et esperer… es un mantra que debe de llevar bien profundo.

- ¿Podemos seguir? Realmente no me gusta este sitio. – Respondió Mercedes, Avenger asintió.

- Vamos master, a las profundidades de esta torre… de esta pesadilla que está por esperarnos. – Así fue que continuaron bajando, Rika no sabía lo que le esperaría en esa torre y que igual había cierta sensación que no podía quitarse de la mente, como si olvidara algo, pero que conforme más vayan descendiendo, llegaría a recordar, eso era lo que ella esperaba.


Luis Angel Esca. ya volví y pues no me iré otra vez con esta historia, ahora si la acabaré hasta el final.

Damos inicio al siguiente evento, Dantes llega y en esta ocasión Rika finalmente tiene su aventura en solitario, ya era algo que debía y sí que le hacía falta para ver más de ella por su propia cuenta, ya tuve demasiado enfoque en Haji en caps anteriores así que deseo darle un momento para brillar, ya veremos como seguirá esta parte mientras interactúa con nuestro avenger, hasta el próximo cap. Saludos.