Rika sentía algo, una especie de lamento que estaba surgiendo en lo profundo de su mente, alguien estaba llamando con todo el dolor de su alma, se sentía traicionado por gente a la cual una vez confió, mejor dicho… le quitaron todo, se relacionó con la iglesia, hizo lo mejor para asegurar su futuro, estar con su amada pero entonces fue traicionado… lo encerraron en una torre donde nunca más volvió a ver la luz, desde entonces, lo que más ha estado ansiando… es venganza…

- Master, despierte. – La pelinaranja abrió los ojos en ese momento, encontrando el rostro de Avenger muy cerca. - ¿ya descansó lo suficiente?

- Esto… creo que sí. – Ella se levantó en ese momento. - ¿Dónde está Mercedes?

- Ella igual se recostó un poco, el viaje ha sido más pesado para ella de lo pensado. – Respondió este. – La situación actual puede contraer bastante al agotamiento mental, por lo menos veo que usted no se encuentra muy afectada.

- Eso veo… - Comentó ella por debajo. – Tuve una especie de sueño.

- ¿Sueño? Si pudiera preguntar cual es. – Avenger parecía sentir curiosidad.

- Alguien estaba bastante triste porque fue traicionado, lo encerraron en una torre parecida a la que nos encontramos, pero no dejó que ese sentimiento lo ahogara, mejor dicho… deseaba vengarse de los que le hicieron todo eso.

- Es algo normal master, la confianza ofrece una línea muy delgada entre dos personas, puede que al inicio se tenga una buena relación pero al final uno puede apuñalarte por la espalda, nunca se sabe cuándo pueda pasar.

- Pues yo confió en ti, Avenger. – Respondió ella, el servant parpadeó un par de ocasiones antes de empezar a reír.

- Realmente tiene grandes esperanzas en mí master, supongo que debo comenzar a trabajar para no defraudar esa confianza… ya es momento de seguir.

- Buen día. – Mercedes despertó en aquel momento. – Veo que no es un sueño… sigo aquí dentro.

- Nada es tan fácil. – Respondió Avenger. – Hay que seguir ascendiendo, más pistas pueden acabar siendo encontradas conforme más vayamos descubriendo acerca de este lugar. – Dicho eso, los tres continuaron moviéndose, avanzando entre los pasillos hasta llegar a otra escalera que los llevaría al siguiente piso, Avenger se adelantó mientras las dos iban detrás de él, ya entonces quedaba una puerta la cual debía de abrirse. – detecto presencias al otro lado, que prepárense para lo que está por llegar. – Informó, Rika y Mercedes asintieron y de ese modo el peligris fue el primero en abrir la puerta para asegurarse de lo que estuviera dentro.

- Hasta que llegaron. – Habló una voz, una mujer de ropaje santo y cabello rubio estaba dentro, sosteniendo un estandarte, a su lado se encontraba un caballero de cabello negro. – No podrán atravesar este sitio con facilidad.

- Oh, ya veo… - Avenger sonrió en ese momento. – Una santa, nunca creí que podría ver una en este lugar ¿acaso finalmente caíste al abismo?

- Para nada. – Respondió ella, apuntando con su estandarte hacia él. – Estamos aquí con una sola razón y esa es derrotarte. – Avenger cerró los ojos durante unos segundos.

- Muy bien, sí eso es lo que quieren, entonces, no me dejan otra opción. – Este sonrió de forma peligrosa mientras fue hacia los dos servants en aquel momento. – Master, Mercedes, quédense al margen en aquel momento.

En ese momento la santa vio a Rika y solo pudo fruncir el ceño, de algún modo sentía que algo estaba mal, al menos ese era el pensamiento de la pelinaranja, que había un huevo importante que hacía falta rellenar y en ella parecía tener la respuesta.

- No te distraigas. – No pudo observar más ella en ese momento, Avenger justamente llegó a atacar a la rubia la cual se defendió con su arma, este sonreía de forma peligrosa. – Ya verás el poder del odio que llevo por dentro.

- El odio no puede sobrepasar el poder de la fe. – Ella respondió al ataque de Avenger en aquel momento. - ¡Gilles!

- Claro, mi santa. – Este levantó su estandarte con el cual potenció el ataque de la santa debido al uso de su NP, en ese momento ella ganó una mayor fuerza con la cual se pudo equiparar al Avenger, ahora peleando en suma igualdad.

- Ya veo, ese Noble Phantasm parece que tiene un cierto efecto. – A pesar de todo no dejaba de encontrar divertida la situación. – Así que, si logro deshacerme de ti primero, entonces podré ganar ventaja. – Dicho eso, fue contra Gilles pero no iba a ser tan fácil como pensaba cuando la santa se puso de frente. – Entonces te metes en mi camino.

- Es lo que debo de hacer. – Respondió ella con seriedad. – Rika. – En ese momento la pelinaranja dio un salto al escuchar su nombre.

- ¿Sí?

- Debes despertar, no lo sabes pero estás siendo controlada, Haji, Mash, el resto de nosotros tus servants estamos esperando.

- Eso… yo… no puedo recordar… - Se sujetó la cabeza.

- ¿Rika? – Mercedes vio a la chica con asombro. - ¿Qué te pasa?

- No lo sé… es que siento un vacío dentro de mí… una sensación de que olvidé algo pero al intentar saberlo de repente me duele la cabeza…

- Veo que es peor de lo que creíamos Jeanne. – Respondió Gilles, la rubia asintió.

- Creo que este servant de aquí tiene algo que ver. – Respondió ella. – Solo por esa razón, tengo que derrotarte.

- No creas que será tan fácil. – Avenger sonrió en aquel momento. – El odio mueve todo mi ser, no hay mayor fuerza que me otorgue para poder luchar y este sitio está lleno de odio, es donde puedo brillar más.

- Eso estamos por verlo. – Jeanne saltó al ataque en ese momento, lanzando múltiples estocadas con tal de que puedan hacerle daño pero Avenger se resistía, en ese momento este lanzó una patada con la posibilidad de alejarla de Gilles, la rubia se preocupó en ese momento.

- ¡Gilles!

- Descuide mi santa, puedo hacer algo. – En ese momento él sacó su espada para protegerse del ataque de Avenger pero la presión fue tanta que generó un cráter donde se encontraba.

- No puedes contra mí. – Avenger ejerció mucha más fuerza contra el Saber el cual sentía que el suelo a su alrededor comenzó a romperse, Jeanne necesitaba hacer algo.

- Esto es realmente malo, Rika, por favor, debes de despertar, esta singularidad a la que te metieron a la fuerza, Haji y Mash están haciendo todo lo posible para que puedas regresar, recuerda.

- Yo… - Rika se cayó de rodillas en ese momento, justo a la par el suelo acabó cediendo en ese momento y Gilles cayó hasta el fondo, los ojos de la rubia se dilataron.

- ¡Gilles! No puedes continuar con esto.

- Jajajaja, solo presencia, esta es la verdadera fuerza de un Avenger. – En ese momento él saltó mientras Jeanne buscó atacarlo, necesitaba acabar con él de una vez por todas pero antes de que pudiera siquiera tocarlo, algo atravesó su abdomen.

- ¡Gaagh! – La mano entera de Avenger la atravesó, ella escupió sangre debido al dolor cuando lo retiró, entonces comenzó a retroceder. – Yo… no puede ser…

- Este es tu final santa, no seguirás interponiéndote entre mi master y yo… después de todo, es algo que debo de hacer.

- Rika… por favor… - Jeanne acabó cayendo por el mismo agujero que Gilles, desapareciendo su presencia, la pelinaranja solo pudo verlo.

- ¿Qué fue eso? – Preguntó ella, el Avenger se acercó.

- Es parte de las pruebas de la torre, no debes dejar que te consuma, después de todo está hecho para que pierdas la esperanza, y es lo que menos debes de abandonar.

- Eso… es verdad… - Ella se levantó.

- ¿Ya estás mejor? – Preguntó Mercedes, la pelinaranja asintió con una sonrisa suave.

- Sí… no sigamos perdiendo el tiempo, debemos de avanzar. – Así fue que los tres continuaron su ascenso, sin saber que estaban siendo vigilados en aquel momento.


Gilles y Jeanne abrieron los ojos en ese momento, la rubia estaba respirando agitadamente, sujetando su abdomen, menos mal para ella no tenía agujero.

- ¿Estás bien Jeanne? – Preguntó Mash, la rubia sonrió por debajo.

- Sí… logramos hacer contacto con nuestra Master.

- ¿Cómo está? – Preguntó Haji.

- Peor de lo que pensábamos, el servant que estaba con ella manipuló de algún modo el ambiente, no nos recuerda, por más que hiciéramos algo. – Apretó el puño.

- Lo lamento Jeanne, bajé la guardia y eso causó que perdiéramos. – Se disculpó Gilles, Jeanne sonrió.

- No es tu culpa Gilles, resultó ser más fuerte de lo que creíamos, es ciertamente peligroso ese servant que la acompaña.

- Entonces Rika-senpai está en peligro… quisiera hacer algo… - Mash se sentía muy inútil en ese momento, Haji solo se cruzó de brazos.

- De lo que pudimos averiguar es que posiblemente sea Edmond Dantes, siendo un personaje cuya motivación que lo mueve es la venganza, entonces no hay otra posibilidad.

- Sin embargo… - Jeanne no se detuvo en ese momento. – Sentí otra presencia donde estábamos, de alguien cuya ocasión creo que fuimos enemigos… mis recuerdos son algo difusos pero sí, si es quien creo que es, entonces quizás podamos confiar en él.

- Entonces hay alguien más. – Haji enarcó una ceja. - ¿Estás segura de que puedes dejárselo en sus manos? – La rubia asintió.

- Esa sensación que tuve es familiar y sé que ese otro servant es fuerte, además… es alguien un poco extravagante pero posee la fuerza para superarlo, después de todo… igual conlleva su fe como yo lo hago.


Rika, junto a Mercedes y Avenger continuaban ascendiendo a la torre, desde entonces la pelinaranja no se ha visto muy habladora y ha dejado que el servant se encargara de todo, acabando con otro servant más que hacía de una representación del pecado.

- Con eso estamos cada vez más cerca de nuestro objetivo.

- Gracias… - Fue todo lo que dijo ella.

- ¿Realmente estás bien? No te ves bastante motivada como era anteriormente. – Preguntó Mercedes, Rika se forzó a sonreír.

- Me encuentro bien, en serio, es solo que… no puedo quitarme lo de la ocasión anterior ¿Cómo es que esos servants me conocían? Además, Haji, Mash… esos nombres me suenan.

- No es algo que realmente deba importarle más, solo hay que subir para encontrar la esperanza que ha perdido, es todo lo que necesita, esperar. – Respondió Avenger.

- Eso es algo totalmente equivocado. – Una voz nueva resonó en aquel momento, voltearon a ver como es que apareció alguien más, era un hombre de cabello grisáceo peinado con forma de espinas y llevando una túnica de sacerdote. – Finalmente hago mi aparición.

- ¿Quién eres? – Preguntó Mercedes, aquel servant sonrió.

- Soy un servant de clase Ruler, me llamo Amakusa Shirou Tokisada, detecté algo extraño en este sitio y vine al llamado de Jeanne D'Arc.

- Pareces ser otro enemigo ¿piensas meterte en nuestro camino? – Preguntó Avenger, Amakusa entrecerró los ojos.

- Ese podría ser el caso, a diferencia de otros servants que has visto aquí, no estoy siendo controlado por la singularidad o, mejor dicho, vine por una razón completamente diferente y eso te involucra. – Señaló al Avenger.

- Ya veo… es una contra invocación, así que este es el resultado de lo que hecho después de todo.

- ¿Avenger? – Rika miró al servant con curiosidad, este solo bajó la mirada.

- Master… los planes se han adelantado un poco antes de lo esperado, pero debemos hacer la pelea final en este sitio. – En ese momento Avenger volteó a verla e intentaba algo peligroso.

- ¡¿Eh!? – Fue inesperado para ella cuando observó que Avenger quiso atravesar su pecho con su mano, justo en ese momento una Black Key salió volando, evitando que el servant hiciera su cometido.

- Lo lamento, pero no puedo permitir que hagas eso. – Respondió Amakusa, ahora poseía varias black keys entre sus dedos, Avenger sonrió.

- Perfecto, este es el mejor escenario posible, para acabar con mi venganza. – En ese momento apareció lo que era un fantasma gigante detrás de Avenger.

- ¿Qué está pasando aquí? – Mercedes tampoco entendía nada de lo sucedido.

- Por aquí. – Rika tomó su mano para correr lo más lejos de ahí, el mal presentimiento empezó a crecer dentro de ella y ahora lo veía, Avenger ya no era de confianza.

- Finalmente lucharás con todo ¿no? – Preguntó Amakusa, el Avenger sonrió.

- Así es, no hay necesidad de retenerme, así que ven con todo lo que tengas.

- Eso ya lo tenía preparado. – En ese momento Amakusa extendió la mano, justamente y sin que el peligris se diera cuenta, había colocado black keys en costados de las paredes de la torre y con un solo movimiento, conjuró un círculo taumatúrgico para que estas salieran disparadas hacia el Avenger, este saltó a los costados para esquivar los ataques pero fue justo lo que Amakusa aprovechó para saltar al frente y con una de sus armas, lo atacó en el pecho, un corte preciso que logró hacerle daño pero apenas lo esquivó.

- Primera vez que recibo daño, no podía esperar más. – Rayos y miasma negro empezó a rodear a Avenger en ese momento mientras el fantasma gigante empezó su ataque, Amakusa no se iba a quedar quieto dejando que esa criatura le haga daño. Invocó más black keys en sus manos y las lanzó contra el fantasma pero este usaba sus grandes garras para bloquear los ataques, el servant moreno chasqueó la lengua.

- Ey tú. – Se dirigió a Rika que se había alejado con Mercedes.

- ¿Sí?

- Eres un master ¿no? Podremos hacer un contrato temporal y así pueda ganar más poder, no creo que logre enfrentarme a ese espíritu con mi poder base.

- … Bien. – Rika extendió su mano donde estaba su sello de comando y pudo establecer el contrato con éxito, Amakusa ya sentía el mana de su master ser transferido, eso lo hizo sonreír.

- Contrato hecho, ahora puedo pelear con todo. – Pudo invocar más black keys y lanzarlas contra el espíritu que seguía defendiéndose. – No será sencillo.

- Creo que podemos hacer algo si ese espíritu se mueve lentamente, hay que rodearlo a sus espaldas. – Sugirió Rika, Amakusa asintió.

- Es un plan a intentar.

- ¡Eso no será posible! – Avenger saltó en ese momento para atacar a Amakusa, este bloqueó el ataque de sus manos con sus llaves negras. – Haré que todo termine aquí y ahora.

- Realmente estás consumido por la venganza ¿no?

- Es mi motivo de vivir, lo que me llena en todo mi ser, no conozco otra forma por eso soy un Avenger, solo vivo para consumir todo el odio hasta cumplir mi ansiada venganza.

- Eso es triste, creo que hubo un momento donde pensé igual y estaba usando lo que tenía para cumplir mis propios objetivos… claro que eso solo me acercó a una persona querida para mí la cual nunca más he vuelto a ver… ya no soy una persona consumida por el odio, ahora puedo realizar las cosas totalmente distintas de como eran antes y ese es mi objetivo, voy a derrotarte aquí.

- ¡Eso lo veremos! – Avenger comenzó a presionar bastante con sus ataques, eran tan fuertes que empezaron a romper las black keys de Amakusa, este apenas logra usar medio segundo para invocar más para defenderse pero seguía siendo el caso.

- Debo hacer algo… - Rika tenía que ayudar de algún modo, en eso vio a Mercedes. – Eres una servant igual ¿no? seguro puedes ayudar.

- Eso… no estoy segura, no recuerdo quien soy y como peleo, así que eso es imposible para mí.

- Pero veo que posees esa arma que llevas en tu cintura. – Señaló a la pistola. – Seguro puedes usarla, quizás seas un Archer o algo así.

- Yo… pienso que Avenger no es de confianza nunca más, si puedo ayudar… quizás deba usarlo. – En ese momento ella tomó el arma, aunque su mano estaba temblorosa, temía que pudiera cometer un error, en ese momento Rika la sujetó para calmarla, la peligris tomó un respiro hondo y apuntó directamente a Avenger. – Esto… lo haré.

- Dispara cuando pienses que sea necesario. – Mercedes asintió. Regresando al combate, Amakusa comenzó a sentirse cada vez más presionado, estando a la defensiva, Avenger sonreía en victoria porque estaba a punto de derrotarlo.

- Cuando acabe contigo, tendré mi batalla final contra Master, es necesario porque así lo requiere esta torre. – El moreno apretó los dientes, ahora estaba contra la pared. – Se acabó, es hora de que perezcas aquí. – Justo cuando estaba por dar el último golpe, una bala atravesó directamente su pecho, Avenger solo pudo ver a espaldas. – Mercedes…

- … La enfermedad ha sido radicada. – Fue todo lo que pudo decir cuando en ese momento Avenger arrojó algo a tan alta velocidad que atravesó entre ceja y ceja a Mercedes, ella empezó a brillar. – Rika… gracias por todo, pero es hora de irme, seguro cuando regrese, recordaré quien soy y nos volveremos a ver… - Ella desapareció, la pelinaranja solo pudo asentir.

- Eso pasará…

- Esto no es lo que tenía planeado. – Avenger apretó los dientes, el momento fue aprovechado por Amakusa que en ese momento sacó una espada y entonces lo golpeó con la empuñadura en la herida que tenía.

- Es el momento final. – Señaló este, mirando a Rika. – Master, ordénemelo y podrá escapar de aquí. – Rika asintió con seriedad.

- Amakusa-san… acaba con Avenger.

- Claro. – En ese momento extendió ambas manos mientras él empezó a brillar. – Mi mano izquierda es Xanadu Matrix, mi mano derecha es Evil Eater, al estar conectado a la fundación taumatúrgica, tengo acceso a un gran poder y combinando estos dos poderes, puedo sacar mi último ataque.

- Tsk… esto no puede acabar de esta forma… se supone que había armado todo para mi venganza.

- Eso no es el caso aquí, tu venganza deberá esperar un poco más… Edmond Dantes. – Extendió los brazos y un vórtice oscuro comenzó a formarse. – Recibe mi ataque máximo, Twin Arm, Big Crunch.

Lanzando el ataque directamente donde estaban Dantes y el fantasma, ese vórtice oscuro comenzó a extenderse, tragando todo a su alrededor, Dantes solo pudo sentir como recibía todo el daño y el fantasma fue totalmente consumido por este, al final todo quedó en silencio, la explosión causó que Dantes impactara la pared con fuerza.

- Todo ha terminado… - Amakusa soltó un suspiro, en ese momento Rika se acercó al Avenger. – Es peligroso.

- Ya terminó todo ¿no? Antes quiero saber algo… - La pelinaranja se acercó a él, agachándose. – Avenger… no, Dantes.

- … Jeje, realmente fui derrotado, lamento que me viera en una posición tan humillante.

- … ¿Por qué hiciste todo esto? Fuiste quien me trajo a esta singularidad ¿no? Solo explícame eso.

- Esa razón… porque buscaba venganza, es lo que me conforma, soy un Avenger… así que solo vivo para la venganza y pensaba segmentar el escenario para hacerlo realidad, pero veo que me interrumpieron antes de conseguirlo.

- No es necesario Dantes, a pesar de todo, siento que fuiste sincero conmigo… realmente me viste como tu master, así que siento que podríamos tener una buena relación si empezamos desde cero, al menos es lo que pienso. – Dantes se quedó asombrado durante unos segundos antes de empezar a reír.

- Es realmente extraño master, pero debo advertirle algo, controlar a un Avenger es complicado, solo tengo un motivo después de todo, pero si logras controlar mi ira, mi odio… puede que sea lo que necesita. – En ese momento empezó a brillar. – Es momento de irme, entonces master, disfruté de nuestro tiempo juntos, ya deseo ver que le depara el futuro… - Y desapareció, en ese momento todo empezó a brillar.

- Ya esta singularidad va a desaparecer sin un sustento, eso igual significa que me voy, fue un placer pelear a su lado. – Amakusa igual comenzó a brillar. – Si ve a esa santa, dígale que este es el único favor que le haré, hacer de chico bueno agota demasiado.

- Eso haré. – Dicho eso todo comenzó a ponerse negro para ella y entonces… no hubo nada más.


- ¿Eh? – Rika abrió los ojos, levantándose, Haji y Mash la vieron. - ¿Qué pasó?

- ¡Senpai! – La Kouhai no tardó en abrazarla en ese momento. – Me alegra que esté bien.

- Eh Mash-chan, no entiendo nada… pero creo que pasé por una aventura solitaria.

- Ese puede ser el caso. – Respondió Haji. – Estuviste como vegetal durante un tiempo, no te movías para nada.

- Ya veo… parece que te preocupé Mash-chan, no volverá a suceder de nuevo.

- Eso espero… si sucede, voy a estar molesta. – Hizo un puchero, la pelinaranja soltó una pequeña risa.

- Lo prometo… quizás deba reportar esto, seguro hubo revuelto mientras estuve ausente. – Así ella se fue y una vez habló con Da Vinci y Roman, todo regresó a la normalidad, igual le hizo saber a sus servants de su estado, estaban alegres porque no estaba herida. Ya más tarde estaban en la cámara de invocación aprovechando que tenían quartz, Haji fue el primero en lazar y salieron muchas CEs y Mapo tofu igual, ya entonces finalmente hubo un brillo dorado.

- Servant Ruler, Amakusa Shirou Tokisada. – Se presentó el nuevo servant de Haji. – Detecto muchas señales de servants aquí.

- Claro, bienvenido a Chaldea, seguro verás a algunos conocidos, como Jeanne.

- Así que la santa ¿eh? Intentaré no sorprenderla demasiado, tenemos nuestra historia después de todo… - Este se retiró sin antes mirar de reojo a Rika, ella no entendió por qué.

- Ahora vas Rika.

- Claro. – Ella fue la siguiente en tirar, luego de algunas CEs finalmente llegó un brillo arcoíris y entonces apareció el servant de apariencia sombría.

- Servant… Avenger, si tuviera un nombre por el cual referirme sería Edmond Dantes.

- Un Avenger… es una clase rara. – Comentó Mash, Haji y Rika se vieron y asintieron, la pelinaranja se acercó.

- Bienvenido Dantes-san, soy tu master… y estoy al tanto de tus motivaciones, descuida que sabré controlarte bien.

- Master… eso deseo verlo, poseo mucho odio, así que no será sencillo, mientras pueda entretenerme, no haré mucho daño.

- Eso lo veremos. – Ella sonrió de forma confiada. De ese modo terminó un suceso por el cual hubo algo de miedo pero volvieron los días normales, con la llegada de Edmond Dantes, seguro se esperarían muchas cosas y sucesos a lo largo de los próximos días en Chaldea.


Listo, terminamos el evento de la torre, no quise hacerlo más largo así que me tomé libertades e igual fue una buena forma de introducir a Amakusa Shirou al fic que ahora igual llegó a Chaldea, así ya lo tenemos a él y a Dantes, volveremos con capítulos de distintas cosas para las siguientes semanas antes de pasar a la quinta singularidad, ya se verá lo que tengo en mente, nos vemos en el próximo cap. Saludos.