A pesar de que los masters habían advertido que no causaran problemas, mantener a raya a un gran grupo de personas con distintas personalidades, muchas de ellas siendo problemáticas, ya se hacía como una tarea titánica y más si los dejaban por su propia cuenta, pensaban que al menos tenían el suficiente poder del autocontrol y no harían nada, ese fue el pensamiento equivocado.
Haji se movió debido a la llamada de Giorgios respecto a los problemas que estaban ocurriendo, en ese momento fue que se reunió con Rika y Mash que igual estaban ahí.
- Entonces ¿Qué fue lo que ocurrió? – Preguntó el pelinegro.
- Parece que igual te avisaron. – Rika soltó un suspiro. – Y eso que habíamos advertido que no causaran problemas.
- Era demasiado bueno para ser verdad. – Se hundió de hombros. – pasemos al asunto ¿por cuales lugares debemos de ir?
- Según nos dijo Giorgios, hay un problema en un bar, tal parece que Drake-san y Jing Ke-san se descontrolaron bebiendo, en otro… las Elis hicieron un concierto. – Haji solo podía pensar en las pobres almas que tuvieron que escuchar a esas dos dragonas cantar. – De tercer problema… Gilgamesh. – No necesitaba otra explicación, eso era más que suficiente.
- ¿Es todo?
- He visto más. – Señaló Mash. – Tesla empezó a hacer como un tipo de seminario para proclamar que su energía AC es mucho mejor que la DC, de algún modo Jekyll cambió a Hyde y está ocasionando problemas en un zoológico y Shiki apaleó a unos chicos que quisieron ligar con ella, ahora mismo está en una caseta de policía.
- Parece que los problemas nos persiguen. – Expresó el pelinegro por debajo. – Me encargaré de las borrachas, de las Elis y de Shiki.
- Entonces nosotras iremos con Gilgamesh-san, Tesla-san y Jekyll-san. – Respondió Rika, con todo decidido, se movieron para tratar cada uno de los problemas que se habían generado en Kioto, realmente tenían bastante de lo cual encargarse.
Haji fue el primero en moverse, según le fue señalado, Jing Ke y Drake habían ido a un bar ya que deseaban probar el alcohol de la ciudad, pero lo que no se contaba es que ambas, como verdaderas ebrias que son, acabarían descontrolándose.
- ¡Tráiganos más Sake! – Ordenó Jing Ke, ella y la pirata habían pedido más de cinco botellas y no se estaban deteniendo, el escándalo que hacían llamaba demasiado la atención.
- Esto… señoritas, a este paso van a acabar con toda mi reserva y los demás clientes también necesitan…
- Creo que no nos escuchó. – Reclamó la Rider, teniendo el rostro rojo por tanto beber. – Nosotras somos clientes igual ¿no? Estamos pagando así que danos más alcohol.
- E-Esto… claro que sí. – Sin poder decir nada, el dueño fue a buscar más, los demás clientes estaban tan ensimismados por todo lo que ellas dos estaban bebiendo, en ese momento llegó Haji.
- Aquí debe estar ocurriendo.
- Master. – Escuchó la voz de Martha en ese momento, la Rider pelimorada estaba nerviosa. – Menos mal llegó, necesita detenerlas pronto.
- Eso veo. – Observaba a las dos que seguían bebiendo sin parar. – Las ebrias son muy peligrosas.
- Solamente usted puede hacer algo, se lo pido. – La santa hizo una reverencia, ya que estaba dentro de su jurisdicción, el pelinegro se acercó a la mesa en ese momento.
- Master, llegó en buena hora, acompáñenos a beber. – Exclamó Drake con una sonrisa, Haji solo enarcó una ceja.
- Ustedes dos, están armando un gran alboroto, es mejor que se detengan. – Exclamó, Jing Ke se levantó en ese momento.
- ¿Qué dices? – Ella puso un rostro de maleante. - ¿Realmente crees que puedes quitarnos el alcohol? Es todo lo que tenemos y además aquí en Kioto ha demostrado ser bastante delicioso.
- Es verdad, no es tan fuerte como el ron pero es igual de bueno. – Ahora habló Drake. – Puede que seas mi master pero ni siquiera yo me quedaré de brazos cruzados.
- Así que las dos no piensan ceder ¿eh? – Se veían totalmente inamovibles. – Entiendo… Martha, puedes hacerlo.
- ¿En serio? Pero usted dijo que…
- Es una emergencia, así que, en este tipo de situaciones, lo permito. – Respondió él, la Rider solo pudo asentir.
- Entiendo, si es lo que usted dice. – En ese momento hizo crujir sus nudillos, Martha entonces fue hacia las dos en ese momento que seguían bebiendo, Jing Ke la vio.
- Martha ¿ya finalmente vas a beber con nosotros? – Preguntó, la pelimorada mantuvo un rostro neutral.
- Lo siento… pero ambas van a sufrir el castigo de dios.
*BONK*
Lo único que supieron los testigos es como ambas cayeron luego de que ella les golpeara en la cabeza, dejándolas noqueadas, entonces las sujetó sobre sus hombros, entonces sonrió.
- Lamentamos los problemas que causamos, ya pagaremos luego, sigan disfrutando de su comida. – Y entonces salió del bar, así Haji y Martha pudieron irse de ahí, teniendo a las dos servants finalmente neutralizadas. – Con esto ya debe estar arreglado.
- Buen trabajo Martha, ya luego iré a pagar por todo el alcohol que bebieron. – Respondió él.
- No es nada, realmente abusaron de la buena fe de la gente, eso no es bueno, ahora si me lo permite, me las llevaré para que descansen y luego voy a regañarlas por lo que hicieron. – Dicho eso, la Rider se fue cargando a ambas, ella realmente poseía una gran fuerza siendo que puso en su lugar a Tarasque usando solo sus puños. Con eso había arreglado un problema pero faltaban más, ahora necesitaba ir a ver a las Elis, soltó un suspiro.
- Esto será un fastidio…
Se puso en movimiento para tratar el problema de ellas dos, solamente necesitaba seguir el rastro obvio y es que se encontraban personas desmayadas en el suelo, fue entonces que vio un pequeño escenario donde estaban las dos.
- ¡Master! Llegas a tiempo para nuestro concierto. – Exclamó Liz Caster, Haji en cambio solo veía lo sucedido alrededor.
- Necesito una explicación y rápida.
- ¿Qué más? Cantamos nuestro gran éxito "Love is Dracul" y parece que la gente le gustó tanto que se desmayó. – Expresó Liz Lancer, pero obviamente la situación era otra.
- Ambas están muy confundidas, no se desmayaron porque les gustaba, sino porque cantaron fatal. – Eso causó que ambas ahogaran gritos.
- ¡Master! Eso no se le puede decir a idols como nosotras. – Expresó la Liz de Halloween. – Se supone que deberías apoyar mi carrera como mánager.
- Supongo que debo ser sincero… le robaré una página a Hans. – Exclamó por debajo. – Escuchen ustedes dos, no dijimos nada anteriormente porque no deseábamos lastimar sus sentimientos, pero la verdad es que las dos no tienen la mejor voz para cantar a decir verdad, los efectos que causan son totalmente dañinos para la sociedad, en sí respeto que decidan perseguir una carrera musical, pero siendo totalmente sincero… no están hechas para eso.
- Master… pensé que me apoyaría en mi ascenso al estrellato ¡Es malo! – Liz Caster tenía lágrimas en los ojos.
- Tranquila yo caster, el mundo no entiende nuestro gran talento, siendo así, necesitamos demostrarle a la gente que podemos triunfar y eso solo ocurrirá, cantando más alto. – Sugirió Liz Lancer lo cual causó que su contraparte Caster expresara asombro.
- ¡Eso es una gran idea! Lo siento master, pero ambas estamos decididas a darlo todo por nuestro, así debamos hacerlo llegar a todo Kioto, entonces mi yo Lancer ¿estás lista?
- Claro. – Ambas hicieron aparecer las partes de sus Noble Phantasms, realmente iba a cantar con todo. – Muy bien gente de Kioto, les gustará nuestro canto, quieran o no.
- Esto es malo… - Haji no podía hacer nada por su cuenta y el hecho de que ambas fueran a lanzar sus NPs solo para que alcancen su voz a todo Kioto significaría en un desastre, necesitaba pensar en algo.
- ¡Alto ahí! – En ese momento llegaron Kiyohime y Tamamo. – No piensan que podrán hacer algo horrible en nuestra tierra natal.
- Es cierto, más que si nada si lastiman a Master. – Reclamó Kiyohime.
- ¿En qué momento vinieron? – Preguntó él, la Berserker sonrió.
- Juju~ master, siempre estoy contigo en cualquier momento. – Respondió ella.
- Lo que sucede es que te siguió a escondidas y yo igual. – Dijo Tamamo. – Pero fue bueno porque estoy molesta… por culpa de ellas, nuestra cita se ha arruinado.
- Mejor para mí. – Respondió Kiyohime, ganándose una mirada molesta de la Caster.
- No peleen entre ustedes, lo importante es detener a ellas dos. – Señaló Haji, Kiyohime en aquel momento empezó a expulsar llamas.
- Esta ciudad es donde mi querido master y yo tendremos una cita y no permitiré que ambas lo arruinen. – hizo aparecer el dragón de llamas de su NP y lo dirigió hacia ambas, eso las tomó por sorpresa.
- ¡O-Oye lagartija, arruinarás nuestro gran escenario! – Exclamó Liz Lancer pero eso poco le importaba a la peliverde.
- Cualquiera que atente contra master deberá morir. – Dirigió las llamas que cubrieron en su totalidad a ambas servants que poco podían hacer, al final cuando se despejó todo, las dos Liz estaban en el suelo chamuscadas aunque seguían vivas después de lo ocurrido.
- Eso fue extremo. – Tamamo enarcó una ceja, acercándose para aplicar un poco de curación en ambas, Kiyohime escondió su sonrisa tras la manga de su kimono.
- Se lo merecen por poner en peligro a master.
- A pesar de todo lo ocurrido… agradezco a las dos por haber evitado un desastre. – Respondió él, Kiyohime se sonrojó, abrazando a Haji.
- Todo lo que sea por usted mi querido master~
- ¡No es justo Kiyo-chan, yo igual quiero abrazarlo! – Reclamó la caster zorro mientras aún seguía aplicando primeros auxilios en ambas Elis, por lo menos otro problema fue arreglado pero poco sabía Haji que mientras uno es arreglado, surgen dos más, producto de tener servants muy singulares.
Okita, Nobu y Kojiro estaban recorriendo las calles antiguas de Kioto, aquellas que aún mantenían la estética del Japón antiguo.
- Esto realmente se siente como volver a casa. – Expresó la Saber, teniendo el aire de nostalgia. – Me sorprende que hayan podido mantener el aire del Japón antiguo.
- ¡Jajajaja! – Nobu empezó a reír. – parece que al final mi objetivo de la unificación no fue en vano si podemos tener cosas como estas.
- Según dice el panfleto, es una representación de las calles de Kioto en la antigüedad, claro que sería complicado mantener las calles originales como tal. – Respondió el Assassin.
- A pesar de todo, me sigue dando una buena sensación. – Sonrió Okita, en ese momento vieron gente que se había reunido para ver algo, los tres servants fueron a ver de qué se trataba.
- Muy pronto empezará la obra representativa del shinsengumi. – Anunció alguien.
- Mira Okita, van a representarte. – Señaló Nobu, eso puso un poco avergonzada a la peliblanca.
- No sé… la verdad es que ver que hagan una obra de mis hazañas en el shinsengumi es algo… vergonzoso. – se rascó la mejilla.
- Seguro veremos algo interesante y además servirá para saber si es que realmente representan como fuiste en el pasado, vamos. – Ella no tuvo de otra ya que Nobu estaba presionando. Así los tres se reunieron junto a la multitud para ver la obra, en ese momento empezó, saliendo hombres vistiendo haoris.
- Soy el comandante del Shinsengumi Hijikata Toshizou, vinimos a vigilar las calles de la capital. – Anunció uno de ellos.
- Debo decir que casi actúa como el verdadero Hijikata-san, pero no se parece realmente. – Analizó Okita.
- Claro, eres quien mejor los conoce después de todo. – Respondió Sasaki. Siguiendo la representación, aparecieron bandidos que deberían pelear contra estos, así fue que se vieron a más que presentaban a los demás capitanes del shinsengumi.
- Okita Souji, presente. – Entonces salió el hombre que presentaba a la Saber. – Voy a acabar con los enemigos… ¡Woah! – Al querer desenvainar su espada, esta cayó al suelo, la gente empezó a reír. – Ups, lo siento…
- Oye… no soy una bufona… - Ella hizo un puchero.
- Es solo una obra, relájate Okita. – Respondió Nobu. Siguieron viendo la representación y los demás actores peleaban de forma normal contra los bandidos, solamente el que hacía de Okita continuaba haciendo payasadas y errores, como si fuera el alivio cómico, la gente reía menos la Saber la cual estaba molestándose cada vez más.
- Esto es un insulto a mi nombre, yo nunca cometería tales errores con la katana, esto está horriblemente mal.
- Okita-san, deja de payasear. – Dijo el actor de Hijikata, este sonrió.
- Lo siento capitán, hago lo posible. – Entonces tosió, escupiendo sangre aunque sea falsa. – Ups, mi tuberculosis. – La gente nuevamente reía, poco a poco Okita estaba alcanzando su límite, estando roja del coraje.
- Mi tuberculosis no es asunto de risa… no aguanto más…
- ¿Okita-san? – Nobu y Sakaki solo vieron como la peliblanca entró al escenario para sorpresa de todos, parándose frente al actor que la representaba a ella.
- ¿Qué hace señorita? No puede entrar a la representación.
- ¡No me digas nada! – Gritó ella. – Ahora escucha.
- ¡Jiiiii! – El pobre estaba asustado en ese momento.
- ¡Estás haciendo todo mal respecto a Okita Souji! Primero que nada, nunca sería un bufón, además la postura en la que sostienes tu katana está mal, es así. – Sujetó al pobre para ajustarlo con su fuera de servant, causando que se queje del dolor. – Así, además la tuberculosis no es broma, no es un tropo que puedas usar para la comedia… ¡Cough! – Y en ese momento ella tosió sangre.
- Creo que ella se descontroló… - Comentó Sasaki por debajo, en ese momento vieron a policías que llegaron a la escena.
- Escuchamos que están armando un alboroto. – Expresó uno de ellos, eran malas noticias para los tres.
- Es mejor si huimos. – Respondió el Assassin.
- Claro. – En ese momento Nobu hizo aparecer uno de sus rifles sin que nadie se diera cuenta y entonces disparó al aire, llamando la atención de los policías.
- ¡Donde están disparando!
- Ahora aprovechemos. – Nobu fue por Okita y la sujetó del brazo. – lamento interrumpir tu discurso apasionado pero es hora de huir. – Y así empezaron a correr en ese momento.
Los tres servants aprovecharon la confusión para salir corriendo de ahí a pesar de los reclamos de la Saber por seguir corrigiendo los errores del actor.
- ¡Suéltame Nobu, no he acabado!
- Has traído muchos problemas Okita, más después de lo que nuestros masters nos advirtieron. – Respondió ya ella con seriedad, eso causó que ella se sintiera mal.
- Lo siento… creo que me dejé llevar por el hecho de que estaba representando a mi persona y que me hacía ver como un payaso… eso me acabó molestando, lamento haber causado problemas.
- Mientras lo entiendas… ahora no creo que podamos volver a ese sitio.
- No cuando todos esos policías están ahí. – Señaló Sasaki. – Es mejor si pasamos a nuestro modo espiritual hasta que todo el alboroto acabe.
- Es cierto… espero hayas aprendido la lección.
- ¡Ahí están los malhechores! – Al final los policías los encontraron.
- No hay de otra… ¡Huyamos! – Y los tres salieron corriendo, cada vez más problemas estaban ocurriendo.
Haji iba junto a Kiyohime y Tamamo luego de haber resuelto el problema de las Elis, al menos ya era uno menos en ese momento.
- Ahora vamos al siguiente problema. – las otras dos asintieron y se pusieron en camino cuando…
- ¡Master! – Vio a Nobu, Okita y Sasaki correr en ese momento. – Tenemos problemas, ayúdanos.
- ¡Alto ahí! – Entonces vio a la policía perseguirlos, Nobu soltó una risa.
- Espero puedas hacernos perder a la policía. – Haji solo pudo sentir una sensación de perdida, quería gritar al cielo por los problemas pero bueno…
- Es lo que me someto al ser Master… ¡Corramos!
- ¡Espera master mikoooon!
- ¡Anshin-samaaaaa! – Y empezaron a huir, los problemas en Kioto no hacían más que crecer y aún era el primer día, lo que seguía esperándoles estaba por verse.
Felipe1402XZA: Es obvio pero sí que no son las únicas que causan problemas, ya sabemos como son los servants, hablamos de varios con personalidad problemáticas y es lo que se está por observar.
Victor Gonzales: Prefiero no adelantarme a acontecimientos futuros, muchas cosas las abordaré en su tiempo así que es esperar a que todo suceda para que pueda ser así.
La segunda parte de este viaje, ya vimos que problemas ocurren y surgen otros, los masters realmente tienen las manos llenas con lo que estará ocurriendo aquí, y eso que apenas estamos empezando, abarcaré todos los días con muchas ocurrencias al respecto, ya sabrán lo que tengo en mente con todo esto, por ahora eso sería todo, nos vemos en el próximo cap. Saludos.
