Rika y Mash tenían otros problemas de los cuales encargarse, actualmente estaban en camino para encargarse de uno de ellos y viendo un poco la gente que estaba reunida, no era de sorprender que estaban cerca.
- ¿Podremos arreglar esto senpai? – Preguntó la pelilila.
- Es nuestro trabajo, dejar a algunos servants libre si resultó en esto por nuestra culpa, así que debemos arreglarlo. – ya pudieron llegar donde justamente vieron a cierto doradito que estaba sujetando a un pobre hombre.
- ¿En serios creíste que tú, un simple mestizo, podría intentar robarme en mis narices? Eres bastante valiente o un simple idiota.
- ¡P-Por favor, no hice nada, solo déjame ir! – El pobre suplicaba pero no es que el Archer sea alguien realmente misericordioso al respecto.
- Deberías saber que intentar robarle al rey de los héroes es un crimen sumamente grave… podría sacar a Ea y desintegrarte pero eso sería una salvación para ti.
- Gilgamesh-san. – Las dos chicas finalmente se acercaron. - ¿Qué haces?
- Es la hermana del master. – Este volteó a verla. – Solamente le estoy dando una lección a un mestizo que osó robarme y eso no es algo perdonable.
- Es un simple carterista, hay de esos en todos lados y es mejor dejar que la policía se encargue de ellos. – Respondió ella, más el rubio no parecía muy convencido al respecto.
- Entiendo que en este mundo tienen su propio sistema de leyes, pero yo no tengo por qué apegarme a ellos, yo estoy muy por encima de las leyes de este lugar e intentar algo contra mi persona es grave. – El pobre hombre estaba a punto de conocer su destino, Rika necesitaba hacer algo para detenerlo pero Gilgamesh era alguien realmente soberbio que no iría a escuchar razones, en ese momento se le ocurrió algo.
- Espera. – En aquel momento el Archer se detuvo para observarla. – Esto… si no lastimas a ese hombre, te ofreceré algo que te gustará. – Gilgamesh comenzó a reír.
- ¿Qué más podría ser más efectivo que la vida de este simple mestizo?
- Esto. – En ese momento sacó su celular y mostró algo en pantalla, eran fotos de Arturia y no simples fotos, se mostraba ella después del entrenamiento, incluso con otras ropas, la pelinaranja lamentaba estar utilizando a la Saber de esa manera pero no tenía otra opción. – Puedo dártelas si lo dejas.
- … Hmmm… una propuesta interesante y debo decir que no están nada mal… muy bien hermana del master, tomaré la oferta. – Soltó al hombre que salió huyendo como nunca. – Espero que me las otorgues a la máxima brevedad posible, si no deseas atenerte a las consecuencias.
- Eso haré, gracias por aceptar. – Rika hizo una reverencia, Gilgamesh solo soltó un bufido para irse, entonces juntó ambas manos. – Lo siento Arturia-san, juro que lo pagaré luego.
- Senpai, no creo que esto le vaya a gustar si ella se entera. – Comentó Mash, en ese momento la pelinaranja soltó una risa nerviosa.
- Bueno… por favor, no se lo digas, no es crimen si nadie lo sabe después de todo. – Se lo suplicó, la Shielder solo mantuvo un rostro inexpresivo antes de soltar un suspiro.
- Bien… - Eso alegró a la master. – Solo esperemos que nunca lo sepa.
Y justamente en otro lado, donde estaba su grupo, Arturia no pudo evitar sentir escalofríos en ese momento.
- ¿Pasó algo? - Preguntó Jeanne.
- De repente tuve un mal presentimiento, como si estuvieran jugando con mi imagen…
- Seguro alguien está hablando de ti. – Respondió Marie con una sonrisa.
- Quizás no de la mejor forma…
- Dejemos de lado ese asunto y veamos más. – Señaló la Rider. Aquel grupo que habían formado estaban viendo más de los castillos que se encontraban por la zona.
- Je, esto no es nada parecido a los castillos que teníamos. – Exclamó Mordred. – La madera no dura en nada respecto a la piedra.
- Sir Mordred, cada castillo tiene su propia utilidad, lo usábamos de fortalezas, pero estos, por su altura tienen ventaja contra flechas. – Señaló Arturia, su caballero solo pudo asentir.
- Si eso dices padre…
- Realmente es muy interesante conocer otras culturas. – Comentó Marie. – Si en vida hubiera tenido la oportunidad de viajar a otros países, me hubiera gustado venir a Japón.
- Creo que para ese tiempo aún estaban en la época de los samurái. – Respondió Arturia. – Leí que eran muy reacios hacia los extranjeros hasta que el shogunato Tokugawa, anteriormente impulsado por el dominio de Nobu, permitieron la entrada de armas y artículos europeos al país.
- A pesar de todo, me hubiera gustado conocerlo. – La reina hizo un puchero, ganando una pequeña risa de Jeanne.
- Por lo menos ahora tenemos la oportunidad de visitarlo y hasta el momento ha sido divertido. – Respondió la santa, en ese momento escucharon algo y para su asombro vieron a Haji y demás servants huir de la policía.
- Rápido, corre como el viento Okita. – Señaló Nobu, en aquel momento el pelinegro vio al grupo.
- Me alegro de encontrarlas, Marie, usa tus encantos para detenerlos.
- ¿Qué está ocurriendo aquí? – Preguntó Mordred.
- No es tiempo de responder, es tiempo de detener a esos policías, rápido. – señaló, la Rider no entendía que pasaba pero viendo que su amigo estaba en problemas, fue que se puso de frente.
- Señorita, si está protegiendo a esos criminales, nosotros debemos…
- Ellos no hicieron nada malo, así que, por favor, déjenlos en paz. – Puso un rostro tierno, siendo una reina adorable y es que usaba una de sus skills, los policías quedaron embobados, sus ojos formaron corazones.
- Claro, lamentamos los problemas que hicimos. – Respondió aquel policía, la sonrisa de Marie parecía muy hermosa para ellos.
- Jeje, gracias~ - Y con ese remate, los pobres cayeron desmayados de felicidad. – Listo Haji, hice mi trabajo.
- Muchas gracias. – Agradeció el pelinegro, ya los demás pudieron descansar.
- Debo decir que eso fue muy útil, ojalá pudiera hacer lo mismo. – Comentó Nobu.
- No creo que tengas la misma lindura que Marie-san. – Respondió Okita.
- ¿En qué problemas se metieron Master? – Preguntó Arturia.
- En varios a decir verdad, pero esto lo ha arreglado.
- Es cierto, gracias por salvarnos. – Señaló Kojiro, Marie sonrió.
- Todo sea por mis amigos, debemos de disfrutar de esta salida después de todo.
- Ahora podré seguir encargándome de arreglar los desastres, gracias por todo y no vuelvan a repetirlo.
- Claro que no master, todo estará bien. – Aseguró Nobu pero cuando lo dice ella, no parece convincente.
- Nos encargaremos de ello. – Respondió Arturia lo cual sido una mejor sensación de confianza. Ya una vez se despidieron, continuaron para arreglar problemas.
- Eso estuvo horrible pero al menos estamos bien. – Señaló Tamamo.
- Es cierto, aunque si me lo hubiera dicho, hubiera quemado a esos policías. – Comentó Kiyo, no era la mejor opción así que Haji se había negado.
- Vamos por las últimas. – Y se movieron, ese primer día había sido más movido de lo que pensaban.
- Energía AC para todos, es mucho mejor que es paupérrima DC. – Tesla intentaba promover su energía la cual, según él, era mucho mejor que la actual y para ello, había instalado unas pequeñas torres las cuales irradiaban esa energía, pero lo que no contaba es que las polaridades causaban efectos en los postes eléctricos e interferencias, justamente llegaron Rika y Mash.
- Tesla-san.
- Master, veo que viene a apoyar mi propuesta de propagar la energía AC a esta ciudad, es mucho mejor.
- Es mejor si te detienes, estás causando que las corrientes eléctricas se descontrolen. – Respondió ella, y es que muchos postes de luz estaban parpadeando por esas interferencias. – Solo estás dañando los aparatos cercanos.
- ¡Pero es que la energía AC es mucho mejor! La gente tiene que darse cuenta de sus ventajas y…
- Por mi sello de comando, detén todo esto. – No era lo mejor gastar uno de los sellos pero en el caso del Archer se había vuelto necesario, al final todo desapareció y Tesla tuvo que aguantar la reprimenda de su master, prometiendo que no repetiría algo igual, ahora Rika estaba agotada.
- Buen trabajo senpai. – Señaló Mash, la pelinaranja sonrió.
- Ahora solo queda otro problema más, pero no sabemos como es que podremos resolverlo…
- Todo saldrá bien, eso es seguro. – Respondió ella, Rika tomó fe de sus palabras y siguieron adelante. Ahora solo les faltaba un solo sitio y según era en el zoológico, los animales son totalmente llamativos y algunos servants fueron para verlos.
- ¡Sean libres jajaja! – Y ahí se encontraba Jekyll, o mejor dicho Hyde, de algún modo parece que entró en su modo Berserker y ahora estaba causando una revuelta donde estaba liberando animales. - ¡Corran!
- ¡Ey Hyde! – Rika y Mash llegaron en aquel momento. - ¿Qué haces?
- Oh Master. – El Berserker loco la vio. – Estos animales estaban muy tristes en cautiverio, así que los estoy liberando, es el mejor acto posible.
- El hecho de que estén así es porque los criaron para vivir de esa forma, no podrán sobrevivir afuera.
- ¡Que importa! Es mejor que sean libres. – No había como razonar con él, así que solo tenían que reunir a todos los animales de nuevo, así es que los servants disponibles en ese lugar eran Ushiwakamaru, Benkei, Hektor, Mata Hari y X.
- Gracias por ayudar a reunirlos. – Exclamó Rika, la Rider sonrió.
- Era lo menos que podíamos hacer master, no volverá a ocurrir un problema así.
- Listo, lo tengo esposado. – Exclamó la Assassin espacial la cual usó sus esposas espaciales para atrapar a Hyde.
- ¡Me pueden atrapar pero no me rendiré! – Exclamó en voz alta, ya luego Rika se aseguraría que Jekyll tenga más cuidado cuando se transforme.
- Con eso terminamos todos los problemas. – La pelinaranja se veía satisfecha. – Ahora esperemos que nii-san igual haya terminado.
- Lo más seguro senpai. – Comentó Mash. Ahora se pasa con Haji que, luego de haberse librado de la policía, ahora podía resolver el último problema.
- A ver que habrá hecho ella. – Así fueron al puesto, justamente afuera estaba Fujino.
- Haji-san. – La Archer lo recibió. – Veo que viene a sacar a Shiki-san.
- No dejan de causar problemas a master. – Tamamo soltó un suspiro. – Deberían aprender de mí que me porto muy bien.
- ¿En serio? – Preguntó Kiyohime con ironía, ganándose una mirada de la Caster.
- Ya, no peleen, ahora iré a ver a Shiki, esperen aquí afuera. – Dicho eso, el pelinegro entró, así es que entró a ver, dentro estaba la pelinegra sentada.
- Master, vino a buscarme. – Ella soltó un bostezo, se encontraba aburrida.
- ¿Es acompañante de esta mujer? – Preguntó el oficial de la caseta.
- Así es ¿causó algún problema?
- No es que lo llame un problema, ella en realidad ayudó a detener a un ladrón que buscaba robar el bolso a una anciana.
- Ya veo, eso en realidad es bueno.
- Pero… resulta que lo hizo lanzando un cuchillo y eso es peligroso, he buscado preguntarle como lo hace o de donde los saca pero no quiere decirme, por eso la traje a esta caseta.
- ya dije que no es algo que pueda compartir, ahora si pudieras dejar de molestarme, quisiera comprar helado de fresa.
- Lo lamento oficial pero ella es así. – Respondió Haji, al final este se rindió.
- Entiendo… no tengo por qué retenerlos más, pueden irse.
- Gracias. – Salieron de la caseta, ahí la pelinegra estiró los brazos.
- Gracias master, estaba aburriéndome como nunca.
- Shiki-san, siempre causas problemas. – Fujino soltó un suspiro.
- No es que quiera, ahora realmente deseo comprar helado.
- Claro, ya vamos… gracias Haji-san, por todo. – Agradeció la peliazul, Haji asintió.
- No fue por nada… - Ya entonces ellas se fueron. – El día de hoy fue pesado y apenas es el primero.
- Veo que está muy agotado master, podría darle un masaje~ - Sugirió Tamamo en aquel momento.
- Tamamo-san, si alguien le dará un masaje, esa seré yo. – Las dos comenzaron a discutir al respecto, el pelinegro las tuvo que calmar, al final ese primer día acabó sin ningún otro incidente al respecto.
Los dos pudieron regresar a los servants a Chaldea ya que no es que puedan quedarse en el hotel donde están registrados con su salón, se encontraban en el salón principal.
- Eso me agotó… - Rika estaba recostada en el sofá. – Nii-san, si esto será durante los próximos dos días… no sé si pueda aguantar.
- Es verdad, pero los dos prometimos que los servants se divertirían junto a nosotros en este viaje, así que a pesar de todos los problemas que causen, es nuestra responsabilidad hacer que esto funcione.
- Eso es cierto… - Ella sonrió. – Los siguientes días daremos de todo para que puedan divertirse.
- ¡Sí! – Y una voz adicional se escuchó, sorprendiendo a ambos, era Mash.
- ¿Mash-chan? ¿Qué haces aquí? – Preguntó ella.
- Esto… es una situación graciosa pero…
- ¡Master! – Tamamo corrió para abrazar a Haji, de repente todos los demás servants estaban ahí, no entendían que sucedía.
- Pues… parece que tenemos una gran reservación en este hotel. – Respondió ella, ahora la situación se había vuelto más complicada y como es que pasó, solo había una posibilidad, capaz de traer a todos los servants sin que ellos lo sepan y además divertirse con la situación.
- … Zelretch…
Aquí tenemos con otro cap, ya los problemas digo que no acabarán y ahora que los servants se quedarán en el hotel se viene más dolores de cabeza para los masters, tengo algo planeado que verán en el siguiente cap, ya digo que tenerlos ahí se volverá un problema mayor de lo que se parece y más siendo que igual la clase de ellos y otros están ahí, por ahora eso sería todo, nos vemos en el próximo cap. Saludos.
