Una vez se alejaron de la mansión Matou, ahora iban a su siguiente destino y es que, según Waver, los tres servants restantes, siendo estos Arturia, Iskandar y el Archer de la cuarta guerra, se reunirían a terrenos dentro de la mansión Einzbern que se encuentra en el bosque para discutir sobre el futuro de la cuarta guerra, y es que la eliminación de Caster, más ahora que los masters de Lancer y Berserker están fuera de la ecuación, solo quedaban ellos, totalmente para hablar sobre lo que sucedería de ahora en adelante.
- Seguro sabes que es lo que pasa en esa reunión. – Comentó Haji, el Lord asintió.
- Hablan sobre lo que pasaría con el grial y sus deseos, pero realmente no tienen idea de lo que pasa realmente y con tantos cambios hechos, puede que ocurra algo más.
- Entonces más razón para llegar rápido, puede que de nuevo Iri-san sea atacada. – Expresó Rika. – Lancer ¿podrías adelantarte con tu velocidad?
- Claro señorita, me pondré en marcha. – Diarmuid corrió en aquel momento para alcanzar el sitio, si llegaba y podría hacer algo, era lo mejor para ellos, la seguridad de la master era necesaria.
Luego de un rato, finalmente llegaron, viendo el lugar con una mesa y ahí estaban todos, pero no eran los únicos, aquel servant extraño que escondía su rostro igual estaba ahí, enfrentándose a Diarmuid.
- ¡Ustedes! – Waver quedó sorprendido de verlos, a lo que el Lord frunció el ceño. - ¿Qué hacen aquí?
- ¿Qué más? Salvarles el pellejo. – Respondió El-Melloi. El lancer atacaba al Assassin desconocido que lograba esquivar cada ataque de este.
- Este sujeto sí que no quiere perder el tiempo.
- ¿Qué está pasando aquí? – Preguntó Gilgamesh, no le hacía mucha gracia que interrumpieran su banquete de reyes que había planeado. – Ese mestizo vino a arruinar todo.
- Vamos Archer, esto le mete emoción al asunto. – Expresó Iskandar. – Veamos como se las arreglan para detener esto.
- Mash-chan, ve igual. – Señaló Rika. La shielder llegó para proteger a Diarmuid de los ataques del Assassin, este continuaba disparando contra ellos.
- Saber, ayúdalos por favor. – Ordenó Irisviel, la servant rubia saltó con su espada, atacando al servant renegado, este saltó hacia atrás para esquivar el ataque.
- No escaparás fácilmente. – Alexander atacó de igual forma, el Assassin empezó a esquivar sus ataques hasta que entonces Lancelot también lo atacó.
- … Tsk. – El servant enemigo no tuvo de otra más que escapar luego de verse rodeado de tantos servants.
- Una acción idónea, no podría con tantos enemigos. – Comentó Waver. – Ahora… interrumpimos su banquete, aunque fue por acciones de mayor peso.
- No pueden simplemente interrumpir al rey de los héroes, tienen que sufrir por esto. – Gilgamesh ya estaba levantando su mano, listo para atacar hasta que entonces… una espada lo atravesó por detrás. - ¿Qué?
- ¿Eh? – Irisviel y Saber quedaron asombradas por lo ocurrido, el Archer escupió sangre.
- Argh… maldito… mestizo.
- Lo siento Archer, pero no puedo permitir que acabes esto rápidamente. – Iskandar sacó su arma del pecho de Gilgamesh el cual cayó al suelo en un charco de su propia sangre. – Has cumplido perfectamente tu papel, ahora puedes terminar aquí.
- Maldito… - Y desapareció, en aquel momento el Rider encaró al resto.
- Seguro se preguntan que fue lo que pasó y la respuesta es bastante sencilla: Ahora yo seré el villano y le me quedaré con el grial.
- ¿Qué estupideces andas diciendo? ¿Realmente eres alguien digno del rey de los conquistadores? – El Caster estaba enfadándose.
- Ey Caster, realmente no sé de donde me conoces pero esto es lo que yo deseo hacer, vamos chico, hay trabajo que terminar. – Invocó su carruaje a lo que se subieron él y Waver y entonces se fue.
- Hmmm… no pensé que podría ser tan malvado en el futuro. – Pensó Alexander.
- ¿Qué fue lo que pasó? Esto no tiene sentido. – Irisviel estaba tan confundida como su servant, El Lord soltó un suspiro.
- Lo cierto es que este desarrollo no era algo que me esperaba demasiado, ahora sí que la guerra se ha convertido en algo completamente distinto.
- Lord, seguro ellas se merecen una explicación más a fondo, es momento de contarlo. – Señaló Haji, el caster asintió.
- Entonces… por donde empezamos…
Se fueron a un sitio más seguro donde ya explicaron su misión, el hecho de que vienen del futuro, o al menos así debe de ser porque una singularidad realmente no pertenece al pasado de la historia humana como tal, las dos escucharon atentamente, teniendo expresiones variadas.
- Así que vienen de una organización llamada Chaldea que se encarga de reparar estas… singularidades para que la historia no cambie demasiado. – Comentó Irisviel, los masters asintieron.
- No fue nuestra intención engañarlos, pero al ser parte de la singularidad, no es que saberlo cambie las cosas.
- … Entiendo… es… ¡Interesante! – Los ojos de la peliblanca brillaron.
- ¿Qué? – Su reacción no fue lo que Waver esperaba.
- Iri… - Saber simplemente soltó un suspiro.
- Solo imagínalo Saber, viajar a través del tiempo, conociendo a más figuras históricas para arreglar los problemas en la línea temporal de la humanidad, es como esa caricatura que vimos en el hotel hace unos días.
- ¿El escuadrón del tiempo? – Preguntó Haji, Irisviel lo sujetó de las manos.
- ¡Así que la conoces! – Arturia sujetó a su master para apartarla.
- Lamento eso, Iri a veces llega a comportarse así, parece que no conoce mucho del mundo.
- Es entendible… - Waver carraspeó su garganta. – Ahora que saben cual es nuestra misión, deben de entender por qué debemos detener la guerra y evitar que ese grial sea corrompido, ya de antemano habíamos pedido su colaboración pero ahora lo hacemos por esta razón, sé que Saber tiene un deseo el cual cumplir.
- … Lo entiendo, es verdad que quiero cumplirlo, pero si dicen que el grial se corromperá y traerá destrucción a la ciudad… es mejor destruirlo en ese caso.
- Del mismo modo, Irisviel. – El caster se dirigió a ella. – Dentro de lo posible, evita usar el vestido del cielo. – Aquello sorprendió a ella, para que unos segundos se calme.
- Entiendo… jaja, así que igual saben eso… muy bien, prometo no usarlo.
- Ahora solo debemos de planear la forma en la cual detener a Rider y su master de obtener el grial.
- Ey Roman, seguro sabes la ubicación del grial. – Expresó Haji, el doctor apareció en aquel momento.
- Siempre te adelantas a mis intenciones Haji, pero es verdad, puedo mostrarles la ubicación del grial y llegar en el momento. – Y así se les proyectó la ubicación de este, el Lord soltó un bufido.
- No ha cambiado en nada… nuestro siguiente destino es ir por el gran grial, a los terrenos de la familia Tohsaka.
- Ahí se encuentra el grial… - Expresó Mash por debajo. – Sí lo que Lord dice es verdad, toda la ciudad corre peligro de derramarse.
- Será peor si se corrompe, no podemos dejar que la raíz de todos los males salga a la luz. – Expresó Haji. – Así que es una carrera contra el tiempo con Rider.
- Podemos movernos rápidamente, tenemos medios para hacerlo. – Exclamó Alexander. – No olviden que soy Rider también, así que denme un vehículo y manejaré más veloz que un corcel.
- ¿Está bien que un niño maneje un auto? – Preguntó Roman.
- Doctor, no es tiempo para hacer preguntas estúpidas, concéntrese en su trabajo. – Regañó Rika, el pobre profesor se tuvo que callar con un lagrimón en el ojo.
- Entonces le dejaremos la conducción a Alexander. – Aseguró Haji.
- Iri, aún tengo la motocicleta igual. – Señaló Arturia, la peliblanca asintió.
- Ya contamos con nuestros vehículos entonces, esto podemos hacerlo. – Exclamó Rika con una sonrisa, Irisviel le siguió.
- No tenemos más tiempo, hay que movernos. – De ese modo comenzaron a moverse, buscaron un vehículo cualquier para subirse y conducirlo, lo bueno es que para Alexander no era necesario que usara llaves para usarlo, en el momento que encontraron uno, simplemente pidieron a Lancelot que rompiera la puerta… aunque en realidad rompió el techo.
- … Siempre quise ir en un convertible. – Bromeó Haji. Sin decir nada más se subieron todos, con el pelirrojo al volante, este simplemente hizo del vehículo para de su montura.
- Vamos, responde como si fueras mi caballo. – En ese momento que pisó el acelerador… no pasó nada. - ¿Qué sucede?
- Parece que las llaves siempre serán importantes. – Rika buscó en aquel momento en las guanteras y entonces vio algo brillante. – Que buena suerte, el dueño se las dejó dentro.
- Eso es muy descuidado. – Comentó Mash. Ya entonces las colocaron y encendieron el motor, Alexander sonrió confiadamente.
- Ahora sí, sujétense los cinturones que vamos a toda velocidad. – Y pisó el acelerador en aquel momento, avanzando a cien kilómetros por hora por las calles.
- ¡Seguridad y prudencia, seguridad y prudencia! – Gritó Mash.
- Realmente son un grupo muy extravagante. – Comentó Diarmuid, tampoco es que le molestara, ya a un lado estaban Arturia e Irisviel en una motocicleta.
- Pero que buen corcel. – Haji levantó el pulgar.
- Les dejaré el mapa proyectado para que ubiquen las calles. – Roman les señaló el mapa, con las indicaciones, ambos continuaron moviéndose entre las calles en dirección a la mansión Tohsaka.
Poco a poco se fueron acercando hacia la mansión y ha sido un viaje tranquilo… quizás demasiado.
- Hay señales de servants que se acercan. – Informó Mash, justo en aquel momento se vieron las figuras negras con máscaras correr al lado de ellos.
- Ya hacía falta saber que era de Assassin. – Expresó Haji. – Hay que acabarlos.
- Eviten que se suban. – Ordenó Waver. Uno de ellos quiso saltar sobre el vehículo, fue entonces que Diarmuid lo atacó con una de sus lanzas y mandó a volar.
- Descuiden, vamos a encargarnos de esto. – Con el Lancer a cargo de la seguridad, Alexander solo necesitaba concentrarse en conducir al sitio.
- No creo que sea suficiente, Berserker. – Rika le ordenó a Lancelot, en aquel momento este saltó del coche y entonces se apareció algo, un avión de caza totalmente oscuro sobre el cual este subió, con un rugido comenzó a moverse a altas velocidades, mientras tanto, más de los Hassans comenzaron a llegar, saltando incluso desde los techos, fue en ese momento que Lancelot disparó hacia estos.
- Eso nos quita un problema ¿Cuánto falta para llegar? – Preguntó Haji.
- Solo un poco más, estamos cerca. – Informó Alexander. De ese modo ya estaban a solo unos metros de llegar, la mayoría de los enemigos habían sido detenidos, así que con eso ya solo necesitaban evitar que el grial se corrompa, pero entonces…
- ¡Cuidado! – La advertencia de Mash llegó tarde cuando todo un grupo de Hassans estaba en el camino y uno de los grandulones lanzó un fuerte golpe al vehículo, haciendo que se voltee, en el momento el Lord aprovechó y con ráfagas de viento, logró amortiguar a todos y aterrizar a salvo en el suelo, por detrás igual se detuvo la motocicleta.
- Nos están cortando el camino. – Saber frunció el ceño.
- Hay que abrirnos paso a la fuerza entonces. – Señaló Diarmuid, en aquel momento apareció de entre todos los Hassans una figura la cual desentonaba con el resto de enemigos, siendo esta una niña pequeña de piel morena, cabello purpura y llevando a un costado una máscara de Hassans, sus ojos de color oscuro se posaron en ellos mientras su vestido blanco era agitado por el viento.
- Así que son ustedes quienes han estado acabado con cada uno de mis cuerpos.
- … Eres la Assassin de la guerra ¿no? – Preguntó Waver, la pequeña asintió.
- Sí, todos somos Assassin, somos Hassan, cada una de mis personas forman parte de mi ser y ustedes han estado acabando con ellos.
- ¿Por qué haces esto? Eres solo una niña. – Preguntó Irisviel con preocupación, la Assassin negó con la cabeza.
- Esta es solo una forma que adopté para comandar a cada una de mis personas, en realidad, solo tengo una orden que se nos ha otorgado… resguardar el grial hasta que sea el momento adecuado.
- ¿Acaso sabes lo que sucederá con el grial si no llegamos? – Preguntó Haji, ella negó con la cabeza.
- No se nos dio esa información, pero al ser una orden directa de la persona que nos invocó, no tenemos otra opción más que acatarla, si piensan ir más allá de este camino, debemos de actuar.
- No hace realmente un bien atacar a una niña…
- Iri, no olvides que es una servant, hay que luchar. – Arturia ya había cambiado a su armadura.
- No esperábamos que esto fuera fácil de todos modos, si hay que abrirnos paso a la fuerza, es lo que debemos de hacer, Mash. – La shielder asintió a las palabras de Haji.
- Sí esa es la decisión que tomaron, entonces igual usaremos toda nuestra fuerza. – El grupo de Hassans se preparó para pelear, al igual que ellos, estaban a solo un paso de llegar al gran grial y evitar un desastre, atravesar a Personas era algo inevitable, poco a poco estaban llegando al final…
Camilo Navas: Gracias, ya es algo que arreglé y debe estar bien ahora.
Bueno, ya estamos cerca del final de este evento, ya ahora con camino hacia el gran grial, falta una dura batalla contra todos los Hassans y entonces así se verá lo qué pasará, nos vemos entonces en el próximo cap. Saludos.
