Consecuencias.

Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.

Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei

Review.

Se los debo.

Mundo Pokémon.

Naruto, Blake y Diana se dirigieron a Ciudad Celeste, pues la información que les dió Yugao decía que la debacle para Delillah y Ash había comenzado realmente ahí.

De acuerdo, tenían al líder del Team Rocket detrás de ambos, Pero contrariamente a lo que creían ellos, no era con las intenciones que pensaban.

De hecho, a los pocos sobrevivientes de su organización del ataque de Delillah defendiendo a Ash, él mismo les había castigado de la peor manera posible, sin excepción alguna.

Parecía ser que una constante sobre Giovanni era que no era tan bueno para comunicarse como uno pensaría.

-Debemos apresurarnos- apuró el paso el Uzuki al ver la posición del sol- estamos a nada de que el evento que ocasionó la destrucción de este mundo empiece.

-¡Pues a darle caña!- comentó Blake.

-Vamos- dijo sencillamente Diana.

Tenían un mundo por salvar después de todo.

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Ciudad Celeste.

Por encima de los transeúntes, un Pidgeot se posó en el techo del Gimnasio de la ciudad. La sombra de un adolescente saltó, seguida por un Pikachu. Pikachu disparó una pequeña descarga eléctrica, cortando las alarmas alrededor de la ventana. Ash soltó a Kingler y el tipo de agua con forma de cangrejo comenzó a rasgar la masilla del vidriero alrededor del cristal de la ventana. En menos de un minuto, Ash pudo sacar el vidrio del marco y hacer una entrada sigilosa al Gimnasio.

Misty caminó por el edificio a oscuras, respondiendo a una advertencia de mal funcionamiento en el panel de control de alarma principal. De repente, notó a alguien escondido en las sombras, cerca de la ventana. Sintiendo un terror tremendo, gritó un desafío a la sombra. -¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?- exigió desafiante

-¡Cálmate, Misty! ¡Soy yo!- le respondió una voz muy familiar

Misty quedó instantáneamente paralizada. Había reconocido la voz suplicante.

-¿A….Ash?- tartamudeo Misty al borde de la histeria.

El campeón de Jotho salió de las sombras. Su rostro estaba sonrojado; el cuello de su chaqueta azul estaba abierto. Sus ojos estaban ensombrecidos por la fatiga y temblaba levemente como si tuviera fiebre. Al ver esto, Misty llegó a una conclusión que era supremamente correcta y completamente incorrecta. Él está cambiando. "¡Se está convirtiendo en un monstruo, como su madre!" fue el pensamiento aterrorizado de Misty.

-Misty, solo quería…- trato de decir Ash

Ella no lo dejó terminar. Gritando, corrió por el pasillo vacío en dirección a la arena de combate del Gimnasio.

Ash se quedó solo por un momento, mirando la sonrisa sarcástica de Pikachu. "Gran idea, Ash", se dijo a sí mismo como reprimenda.

Cuando Ash llegó a la Arena, accionó un interruptor para encender algunas de las luces. Cuando Ash levantó la vista, casi se desmaya del terror. Misty estaba de pie sobre una de las vigas que sostenían el techo, tratando de alcanzar a uno de los tragaluces.

-¡Misty! ¡¿Qué estás HACIENDO AHÍ ARRIBA?! -gritó muy preocupado.

Misty no escuchó o no quiso responder. Ash corrió hacia la escalera de servicio que conducía al área del techo. Cuando salió de la trampa de inspección a solo unos metros de Misty, ella gritó de terror. -¡No te acerques a mí, tú... tú invasor alienígena!- exclamó aterrorizada y comenzó a correr por el estrecho corredor. Tropezó con uno de los soportes que sujetaban la viga al techo y cayó en el aire, 50 pies sobre un piso de concreto frío e inflexible.

PI-CHU!" [¡MISTY!] gritó el Pokémon aterrado

-¡MISTY! ¡NOOO!- El grito de Ash hizo eco a través del gimnasio vacío, mientras Misty caía, sus brazos y piernas girando sin poder hacer nada en el aire. Luego golpeó el suelo, y el sonido de sus huesos rompiéndose fue el sonido más terrible que Ash escuchó en su vida. Ash no se dio cuenta de nada cuando se deslizó por la escalera y corrió hacia el cuerpo roto de su amiga (¡No!, el cuerpo de su novia, su ser más querido, podía admitirlo ahora). Pikachu, llorando de terror, ya estaba a su lado.

-Misty... no, por favor, Dios…- jadeó Ash , las lágrimas corrían por sus mejillas. La espalda, el cuello y las cuatro extremidades de Misty estaban rotas, los extremos rotos de sus huesos sobresalían a través de lágrimas en su carne y sangraba abundantemente por todos los orificios. Sus ojos estaban vidriosos y, mientras Ash trataba de sentir el pulso en su cuello, de alguna manera pudo sentir que la vida se escapaba de su cuerpo inerte. Misty estaba murmurando algo, pero Ash no estaba en condiciones de escuchar, incluso si lo que estaba diciendo eran palabras coherentes, lo cual era poco probable. -Misty , ¿qué he hecho?- gritó Ash- ¡Por favor, por favor, no te mueras! Misty, por favor quédate a mi lado.

Misty jadeó por última vez y luego su pecho dejó de moverse. Sus ojos estaban completamente en blanco y sin vida ahora, sus pupilas completamente dilatadas. Ash gritó con horror y negación.

-¡NOOO! ¡MISTYYYY! ¡REGRESA! ¡POR FAVOR!- Medio loco por el dolor y atraído por algún instinto que no entendía, Ash agarró a Misty por los hombros y presionó su frente contra su mejilla sudorosa, tratando desesperadamente de devolver la vida a su cuerpo. Entonces sucedió algo; algo imposible; algo... maravilloso .

Un suave resplandor azul eléctrico apareció alrededor del cuerpo de Ash y se extendió sobre la forma inmóvil de Misty. Ash se puso rígido y jadeó de dolor. Su piel comenzó a retorcerse, sus arterias y venas se tensaron. La sangre comenzó a fluir de la nariz y la boca de Ash. Hubo un zumbido eléctrico profundo y las luces de la Arena parecieron volverse más brillantes. Mientras Pikachu observaba, demasiado asustado incluso para moverse, vio que las extremidades de su Entrenador se fracturaban, los huesos se partían y perforaban su carne, mientras los huesos de Misty sanaban y sus heridas se cerraban. El cuello y la espalda de Misty de repente se deslizaron hacia atrás en su lugar mientras que el cuello de Ash cayó repentinamente hacia un lado en un ángulo poco natural. De alguna manera, el cuerpo de Ash estaba absorbiendo las heridas de Misty.

Tres de las luces explotaron con un fuerte estruendo. Misty tomó aliento y sus ojos se llenaron una vez más de vida y conciencia. El brillo azul se desvaneció y el cuerpo de Ash se desplomó a un lado de Misty, apenas respirando con sangre brotando de cada orificio. Estaba al borde de la muerte. Misty miró a su alrededor confundida y lo vio. Gritó, tapándose la boca con horror.

-¡Ash! ¡ NO! ¡ Por favor, no te mueras! ¿Cómo pudo pasar esto?- exclamó ella asustada, olvidando todo el miedo que sentía hace unos momentos.

Si él la había convertido en algo como él, admitía ahora que no le importaría tanto. Era el amor de su vida, alien o no. Y ahora, iba a perdelo por salvar su patética vida.

-¡A un lado!- oyeron llegar a alguien.

Se trataba de tres personas enmascaradas y vestidas como agentes SWAT. Lo que menos necesitaban en estos momentos.

-Pikachu- dijo sin saber si ordenarle atacar o no, Misty.

"Huelen dos de ellos a Pokémon" pensó sin saber que hacer el ratón eléctrico. "¿Que debería hacer"?

-¡Que se quiten!- ordenó nuevamente una voz femenina, quería decir que una de esas personas era mujer

-Recuperación- dijo la muchacha mientras sus manos brillaron el azul celeste e instantes después, las puso en la espalda de Ash

Mientras Misty y Pikachu miraban, la espalda y el cuello de Ash se enderezaron. Sus heridas se estaban cerrando lentamente y sus huesos se estaban volviendo a colocar. Su respiración se hizo más fuerte y la luz de la vida y la conciencia en sus ojos se hizo más brillante.

Un angustioso minuto después, Ash se ponía de pie, mientras la chica era atrapada por uno de los jóvenes misteriosos.

-¡Gracias, muchas gracias!- dijo con verdadera alegría Misty.

-No hay de que- dijo restando importancia al asunto Naruto- ahora, tenemos que movernos de aquí. O tu madre hará una locura.

-¿Saben de mamá?- preguntó con aprensión Ash.

-No hay tiempo, vámonos- comentó Blake.

-Diana, ¿Crees poder llevarnos?- preguntó Naruto a su mejor amiga.

-Ya me tomé una píldora de soldado- anuncio la tipo Psíquico- podre enviarnos muy cerca de la posición.

-Entonces, en marcha- apuro Naruto a los demás.

Momentos después, para asombro de Ash, Misty y Pikachu, todos eran teletransportados, como si un Pokémon psíquico lo hubiera hecho.

Y pensaban que su día no podía ponerse más raro.

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Uzu, residencia de Naruto.

Aracelia era conciente que su Sochi se haría de un harén, por lo que le había mandado hacer a Naruto una residencia grande dentro del palacio real, con capacidad para al menos cuarenta personas, entre esposas e hijos de Naruto.

Gisele se había mudado ahí, al igual que Anko y la deidad suprema esperaba que también Hinata lo hiciera.

Hablando de ellas, Anko estaba de pie a un lado de la residencia viendo entrenar a sus jóvenes pupilos, pero a diferencia de cualquier otro día, estaba inquieta e incómoda. Parecía incapaz de relajarse y eso estaba poniendo nerviosa a Yugao que había venido a ver cómo iba todo por ahí. La última vez que Anko había estado así fue cuando el Equipo Piplio ingresó a los exámenes de Chuunin hace tantos meses.

-Anko, ¿qué te pasa?- preguntó finalmente la Nidaime Uzukage. Anko no respondió, pero arrastró a su amiga hacia los arbustos lejos de todos. -Anko, ¿qué demonios….?

-Sssh, Yugao- le interrumpió su amiga- ¿puedo confiar en ti?. preguntó preocupada la domadora de serpientes..

-Por supuesto que puedes confiar en mí- dijo como si fuera lo más obvio la kage- Anko, ¿de qué se trata esto?.

-Voy tarde- Fue lo único que Anko logró decir.

-¡Oh, Dios mío! ¿Cuánto tiempo?- preguntó de inmediato Yugao al entender a qué se refería.

-Una semana y media- dijo Anko incapaz de mirar a Yugao. -¿Que voy a hacer?.

-Está bien, primero que nada necesitas calmarte- dijo la ojionix, colocando sus manos sobre los hombros de Anko- En segundo lugar, ¿ya le dijiste a Naruto?

-No, no le he dicho una palabra al respecto a Naruto- susurro Anko, como si tuviera miedo de que pudiera escucharla desde tan lejos- Tengo miedo de decírselo.

-Anko, tienes que decírselo- le regaño Yugao- Él tiene derecho a saber que podrías estar embarazada

-¿No crees que lo sé?- de defendió la pelipurpura- ¿Tienes idea de lo difícil que es esto para mí?. Estoy muerta de miedo en este momento.

-Lo siento, no era mi intención gritarte- se disculpo Yugao- Pero tienes que decírselo, Anko. ¿Te imaginas cómo se sentiría si se enterara por otra persona?

-Lo sé, créeme, lo sé, pero arruinaría todo si estoy embarazada- expreso su temor Anko

-Entiendo, Anko- dijo con diversión Yugao- pero te recuerdo que Gisele jamás podrá darle un hijo, al menos uno de sangre. Hinata aún no está físicamente lo suficientemente madura y aún no ha hecho suficientes avances con Zatana, para pesar de ella. Eres la única que de momento podría darle un hijo de todas sus parejas. Aunque Gisele sea la alfa de la relación, la lógica para ello eres tú. Dado que fue criado por Pokémon, él lo ve como algo normal. PERO aún no sabes si estás embarazada. ¿Por qué no llamó una vez que acaben su misión los miembros del equipo Blaziken, a Naruto y luego pueden ir juntos a ver a Tsunade-sama?

Anko asintió con la cabeza, deseando que Naruto espere a su primer hijo, con la misma ilusión con la que ella ya lo estaba esperando.

"Voy a ser Madre" sonrió con lágrimas en los ojos "¡Voy a ser madre!"

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Asami había planeado hacerse la tonta. Ella sospechaba esa verdad, pero por su seguridad, sencillamente decidió callarse. Quería proteger a la hija de Sara... porque ella era su sobrina. Algo raro había ahí, ya que aparentemente Naruto de alguna manera, hace algún tiempo había viajado al pasado y ayudado a sofocar una suerte de rebelión el el fenecido Roran.

Y ahí, le habían visto.

Se parecía dolorosamente a su madre. Había indicios de su rostro en la redondez de sus mejillas, la curva de sus orejas, los reflejos de color amarillo pálido de su cabello rojo, detalles menores, fáciles de pasar por alto a menos que los buscaras personalmente. Su cabello no era del rojo sangre de los Uzumaki, y las sonrisas dolorosamente tímidas no indicaban la exuberancia de su padre. Los ojos de color violeta oscuro brillaban con la misma determinación y brillantez que tanto había admirado en su madre, pero su postura no era tan majestuosa, tan noble como lo había sido la de Sara. Youko no se parecía mucho a Naruto, lo que le dolía y la aliviaba alternativamente, porque si lo hacía, sería una prueba aún más irrefutable de que ella era suya. No quería saber que haría su madre si se entera que esa niña era hija de Naruto.

El color favorito de Youko era el naranja, y su objetivo en la vida era heredar la voluntad de su madre y seguir protegiendo a la gente de su reino. A veces, la prueba estaba un poco por debajo de la superficie, otra veces se dice que la manzana no cae tan lejos del árbol.

La fallecida Sara le había hablado de él. Youko habló de un héroe que su madre había admirado tanto, un ninja de cabello rubio y ojos azules, que apareció de la nada. Un hombre con cabello como la luz del sol y ojos como el mar, que generó el doble significado de su propio nombre. Ella habló de coraje y fuerza, y Asami escuchó en silencio mientras contaba la historia de la ascensión al trono de su madre, una historia que conocía más íntimamente de lo que jamás podría revelar. Ella le mostró una hoja de chakra oxidada, proclamando con orgullo que era su mayor tesoro, y la pelirroja sonrió al ver una hoja como las que el País del sol hacia, ya que ella tenía una en un estilo similar a ella. Definitivamente, era una Uzumaki.

La misión que ella y Kushina tenían planeada (más su madre que ella) se había ido al traste al llegar a Roran pues se habían enterado por la caravana comercial liderada por Youko que hace tiempo, el reloj lo había destruido un accidente. Se incendió una tienda donde se guardaba esa reliquia y se perdió para siempre, algo que creian todos ellos que era lo mejor, ya que un poder así era una tentación muy peligrosa en este mundo.

Ni Asami, ni nadie más allá de Kushina veían algo raro en eso, un accidente así podía pasar.

Y curiosamente, la peliblanca estaba en lo cierto, pues el reloj fue destruido por el escuadrón Rotom ya que era una pieza muy peligrosa en manos de alguien que no fuera del País del Sol.

Pero, dado que, el reloj se había ido, Asami deseaba que finalmente su madre dejara ir a Naruto. Después de todo, hay cosas que cuando se dejan ir voluntariamente, ya jamás se pueden recuperar.

La pelirroja no sabía si su hermano sabía de Youko, de hecho, lo dudaba. Dada la personalidad de Naruto, él la habría buscado para conocerla al menos.

Había una historia muy interesante ahí, una que Kushina no sabría , al menos por ella, una donde Naruto posiblemente le daría algunos detalles, pero no obtendría él de ella, esa información.

Si algo aprendió del incidente de Yugao/Hana, era que con el tiempo, a veces era una bendición la ignorancia.

Ah, como quería ella olvidar esto.

-Madre, no hay nada que hacer- nuevamente llamo Asami la atención de Kushina- te la jugaste y perdiste.

-Debe de haber algo más- le ignoró Kushina- un sello, una reliquia, una ley, algo…

-Admitelo madre, perdiste- le abrazo la pelirroja- perdiste hace más de diez años, cuando decidiste que no era tu hijo y mi hermano. Tomaste la decisión equivocada. Ahora no queda de otra que lidiar con las consecuencias.

-¿Te das por vencida?- dijo muy enojada Kushina- ¿Acaso no eres una Uzumaki?

-Naruto y yo tenemos una relación de hermanos- le recordó Asami- me di cuenta a tiempo de mi error y mi hermano con la bondad de su corazón, me abrió los brazos y me perdono de todas mis faltas. No sé realmente si te ha perdonado o no, pero si tengo certeza de una cosa, no te ve como su madre. Arcelia Sama lo conoce más, sabe cuáles son sus gustos, sueños y metas. Es a quien mi hermano acudiría cuando era niño y tenía miedo o una duda. Te privaste voluntariamente de ser esa persona madre, algo que me duele decirlo porque has sido una gran madre para mí, no es algo que sea redimible.

-No me daré por vencida- negó Kushina- nunca es demasiado tarde para remediar un error.

-Si hay momentos dónde es muy tarde- negó Asami- pero de nuevo, ambas somos adultos. Te pido madre, no me vuelvas a arrastrar a una cruzada sin sentido como está, tengo mejores cosas que hacer y también, espero que no estés planeando alguna otra solución creativa que me involucre a mi.

Te amo, pero ya no voy a tolerar que me arrastres a callejones sin salida.

Asami salió del lugar y se dirigió a la aldea, ocultando con su altercado a su sobrina, no necesitaba ella saber que tenía una abuela biológica así.

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Amegakure.

-Perdimos también a Hidan y Kakuzu- anunció Zetsu luego de iniciada la reunión.

El dúo zombie fue comisionado a infiltrarse a el País del Sol para ver si podía más tarde o ahí mismo, una dupla, hacerse con el Jinchuriki del Kyubi o la del niibi que se rumoreaba vivía ahí.

Claro, eran rumores de tercera mano, pero al fin había una ubicación para localizar al niibi, era mejor eso que nada.

-¿Cómo es posible matar a esos dos?- pregunto Itachi con genuina curiosidad.

-No es realmente difícil- se encogió de hombros Konan- Pain Sama puede hacerlo, pero dijo que los perdimos, no que fueron asesinados

-Lo fueron- confirmó Zetsu- usando un sello, uno de los Shichibukai se deshizo de la inmortalidad de Hidan y lo decapitó y otra de ellos peleó contra Kakuzu hasta que eventualmente logró asesinarlo.

-Asi que, déjame ver si entendí- pregunto Kisame- ¿El dúo zombie fue derrotado por dos Shichibukai?

-Asi es- admitió Zetsu- pero por lo que ví, uno solo había bastado. Lo hicieron así para no tener bajas civiles.

-Entonces….¿Que sigue?- pregunto Itachi- ya tratamos de hacernos con la Jinchuriki del Nanabi cuando salió de ese país y perdimos a dos Elementos, ahora Hidan y Kakuzu también están muertos. Con tres Jinchuriki intocables, el plan que tenemos no sirve de nada.

Esa era una buena pregunta. Una a la que no tenían respuesta Zetsu y Obito.

"No me será negada mi ambición" pensaron el siervo de Kaguya y el Uchiha "Debe de haber una forma de lograr mi objetivo"

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La niebla

Mei Terumi era una mujer hermosa. Tenía un cuerpo perfecto, cabello rojo suelto, piernas que, cuando estaban expuestas, podían hacer girar la cabeza casi por completo y un pecho bien desarrollado que hacía babear a los hombres antes de que sus novias o esposas los golpearan con fuerza en la cabeza con una sartén. También era la Mizukage de la aldea de la Niebla y tenía una forma de asustar a sus propios subordinados si hacían algo estúpido. Mientras que los Kages masculinos de las cuatro aldeas Shinobi regañaban severamente a sus subordinados, Mei descubrió que darles dulces y enfermizas amenazas de ser asesinados por sus propias manos era mucho más efectivo, y el hecho de que pudiera respaldarlo sin dudarlo ayudó bastante a darle fuerza a esa amenaza. Muchos Kages masculinos en el pasado regañarían en un momento, luego ignorarían todo el incidente horas más tarde con el lema de "los niños serán niños" viniendo a la mente, pero Mei no era alguien que abrazara esa filología en lo más mínimo, y no tenía favoritos con ninguno de los dos géneros.

¿Te equivocaste a lo grande? Terumi Mei te arruinaría mucho ... y luego te mataría de una manera muy dolorosa.

Lamentablemente, la desventaja de este acto, y ser la Mizukage, impidió que cualquier pretendiente masculino potencial se acercara a ella para cortejarla. Se susurró en silencio entre sus Shinobi que REALMENTE necesitaba encontrar un hombre para establecerse y tener hijos que sin duda heredarían la naturaleza de la mujer pelirroja.

"Si tan solo un hombre entrara por esa puerta y valientemente deseara salir conmigo. El precio de ser tan fuerte y hermosa" pensó Mei mientras deseaba que un guerrero fuerte e intrépido cruzara esas puertas, la levantara y llevara a la mujer Kage a su casa para embelesar su forma repetidamente.

Lamentablemente, uno todavía tenía que hacer eso. Oh bien. Una mujer puede soñar.

-¿Mizukage-sama?- le llegó la voz de su ayudante y mejor sensor Shinobi con el nombre de Ao.

-¿Sí Ao?- preguntó Mei mientras trataba de ser cortés con él, ya que sospechaba que era su culpa que los Shinobi se susurraran entre ellos sobre su necesidad de un hombre.

-Hay alguien aquí para verte Mizukage-sama.- le dió el motivo por el que entró el la oficina- Dice ser Alecram de Uzu- le anuncio quien le visitaba, viendo quela pelirroja le miraba muy sorprendida.

-¿Uno de los Shichibukai? ¡Aquí! ¡Mándalo adentro, baka! ¡Hazlo ahora o te mato!- exclamó Mei mientras se revisaba rápidamente para asegurarse de que se veía como la mujer deslumbrante que todos los hombres sabían que era cuando veían su forma.

Si bien Mei nunca se consideraría una ladrona de cunas, la mujer pelirroja reconoció a un hombre joven, guapo, fuerte y competente cuando lo vio. El libro de bingo se había actualizado hace unos días con una imagen que mostraba cómo se veía Alecram y sencillamente ¡Él era perfecto! Todo lo que Mei tenía que hacer era jugar al anfitrión feliz, mostrar un poco de piel, hablar de una manera que hiciera pensar a esta abejita que la miel era un sustituto débil, y Alecram sería su hombre al final del día.

-Espero sinceramente no estarme entrometiendo en un asunto importante, Mizukage-sama- saludo la voz profunda y fuerte de Alecram, mientras el hombre entraba con Ao, que ahora estaba sudando nerviosamente, y por una buena razón, sin duda que aunque sus naciones eran aliadas, la Mizukage seguramente no se tomaría esa confianza a bien…..

-Por supuesto que no. De hecho, estoy sorprendida de que Aracelia Sama haya enviado a uno de ustedes a verme dado el estatus y la reputación que tienen. Espero que mis Shinobi no te hayan causado demasiados problemas al venir aquí- le respondió Mei con dulzura mientras ignoraba a sus ANBU ocultos y a su asistente que tenía la quijada hasta el suelo de la impresión.

-Actuaron muy educados- admitió Alecram- Aunque eran comprensiblemente hostiles al principio, las tensiones se apagaron al reconocerme.

"Y con razón" pensó Ao "Se rumorea que cada uno de ellos es nivel Kage, algo que podría ser cierto ya que aparentemente Yugao Uzuki ahora es la Nidaime Uzukage"

Y es que , la reescritura de la historia con la reincorporación del País del Sol, dejó como resultado que se enterase todo el mundo de la muerte de Máximo por una enfermedad que tenía y que era incurable.

Eso y la elección de Yugao como Nidaime.

Si Maximo pudo pelear contra dos hokage y vencer estando ya enfermo, nadie quería saber que tan fuerte sería sano.

O que tan poderosa era Arcelia si en esa ocasión Máximo Peñas aseguró que su Daimyo era todavía más fuerte que él.

-He venido porque mi Señora Feudal quiere pedirle un favor- dió el motivo de su visita Alecram- como recordará, le dejamos a resguardo un reloj muy especial hace un año aproximadamente, deseamos que lo destruyan y no dejen evidencia de ello.

-¿Puedo saber por qué me piden hacer algo así?- preguntó Mei con curiosidad.

-No dejar pistas- fue sincero Alecram- Arcelia Sama sabía de la existencia del reloj y que es capaz de hacer. Recientemente nos enteramos de que Kushina de Konoha estaba buscando ese reloj y que tenía la pista de que fue sustraído de ahí. Planeaba usarlo en su beneficio y dados sus poderes, cree mi señora que lo mejor es destruirlo.

Mei había oído los rumores, ahora confirmados, sobre la estupidez de Kushina Uzumaki con respecto a su hijo mayor. Sinceramente Mei no entendió el porqué tuvo la ex pelirroja el atrevimiento de llamarse madre luego de ello.

Y tan inteligente como era ella, supuso que Arcelia no quería correr riesgos si Kushina le ponía las manos encima.

Chrono podría defender de las acciones de Kushina el flujo del espacio tiempo y afortunadamente, previendo eso, Naruto, Daisuke y Rangiku fueron por el reloj. Y aunque hubo una interesante aventura (con un resultado que Naruto no conocía y que La deidad suprema decidió no decirle cómo lección sobre la responsabilidad) el reloj hasta hace poco estaba en la segura bóveda del palacio real.

Ahora, ¿Por qué no destruyen ellos mismos el reloj? No podían hacerlo más que personas que jamás hayan estado directamente involucradas en una paradoja temporal. Leyes del orden cósmico demasiado enredadas pero que Arcelia debía cumplir de una manera o de otra. La solución era que uno de sus aliados logrará ese objetivo. Y aunque Cocodrilo era una opción, aún tenía alimañas en su consejo que podrían tratar de obtener algo de ello a su favor.

Mei era una Kage muy competente y sin un consejo o algo que le obstaculice la toma de decisiones, era la opción ideal para hacer la labor.

Deidad suprema o no, había cosas que Arceus y Necrossma jamás se atreverían a hacer.

Y corte

La hija de Naruto solo es un recurso narrativo.

Arceus es una deidad al final de cuentas y aunque en la teoría, eso hace que esa sea su nieta, no siente apego por ella, al menos el necesario para acogerla. Ella, Naruto y Anko son inmortales, así que ¿Porqué preocupar a Naruto o ella misma por una persona que veran morir?

De ahí la falta de apego.

Y si bien, en un principio, se podría argumentar que es lo mismo y la adopción de Naruto. ¿No podría ser que Arceus preveyendo la situación actual, decidió adoptar a Naruto?

Los veo pronto.

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.