Un mundo diferente.

Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.

Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei

Konoha, el día de la Invasión de Otogakure y Sunagakure.

En el palco especial los príncipes protegían a Gisele, Lucca, Chrono y Alphonse que hacían sellos de manos.

De pronto se sintió una gran opresión en el ambiente y los príncipes fueron cubiertos por una cortina de Humo, que se posó en medio del estadio, al despejarse, la sangre de Kushina y la de sus demás se heló.

Dialga, Palkia, Giratina y Regigigas estaban ante el enmudecido estadio , al menos los shinobi de Oto, Suna y Konoha que ya luchaban, al igual que los Kages y el Padre Maciel que diga Orochimaru. Y es que el poder que esos seres rezumaban era por los demás aterrador, cada uno de ellos se sintió y por mucho más poderoso que un biju.

- Gisele, ¿Esto es Konoha?- pregunto Giratina con su atronadora voz haciendo temblar al estadio y recibiendo un sentimiento por respuesta- Finalmente Arcelia ha decidido borrar el mapa este apestoso lugar y por eso nos ha convocado- aseguro más que preguntó con una siniestra sonrisa adornando su rostro, pero su contraparte negó enfáticamente.- Entonces, ¿Para qué ha convocado al espíritu del tormento eterno, al señor del tiempo, a la señora del espacio y al espíritu de la tierra misma?

Karura avanzó hacia su hermana en su forma verdadera y le habló.

-Ustedes les quitaron sus invocaciones a la mayoría en esta aldea, está siendo invadida y Naruto ha pedido que ayuden a frenar a las serpientes del Chabelo región 9- Dialga soltó una risita- su señoría por favor atienda a mi súplica.

Los cuatro legendarios hicieron el número de que lo discutieron y tras un minuto llegaron a una decisión.

- Lo haremos, con una condición- expresó sonriendo sobriamente Giratina- la queremos a ella como nuestra sirviente personal- señaló señalando a Hanna- ella tiene la misma sangre en sus venas, si Naruto ha decidido dejar de lado su justa venganza, al menos nosotros si obtendremos justicia en su lugar, la salvación de este basurero, a cambio del alma y vida de esa traidora.

Tiempo presente, Konoha, con Kushina.

-¡En la invasión!- cayó la Uzumaki finalmente en cuenta de dónde conoció a esos seres.

Kushina había estado tratando de recordar algo, cómo si tuviera la respuesta a un enigma en la punta de la lengua y no pudiera recordar exactamente cuál era esa palabra que daría sentido al acertijo.

Había estado pensando cómo o donde es que había visto a seres como los que los grabados de ese pergamino reproducían en toda su gloria.

Giratina, Dialga, Palkia y Regigigas. Los dioses del inframundo, el tiempo, el espacio y el Dios guardián del planeta.

Y eso le abrió una nueva percepción de la situación.

Arcelia de alguna manera tendría otra copia de este pergamino o quizás, uno con una información más completa y así, pudo hacerse de los servicios de semejantes seres.

¡Eso era! Quizás y sí le quitaba el control de esos "dioses" a esa bruja, podría amenazarla con destruir su país si no le regresaba a su hijo

"Entonces, solo debo buscar la manera de encontrar el pergamino necesario y con eso hecho, mi Sochi estará una vez más en casa"

Ultra dimensión.

-Ahora ve y deja eso- señaló Necrossma a Pheromosa, un pergamino nuevo. Mejor dicho un pergamino diferente para así, poner más en camino a esa mujer humana, para que ella descubra la verdad sobre esa nación extranjera.

El Dios sabía que en el corazón humano solo había codicia y satisfacción personal, así que, una vez que la peliblanca supiera a bien que pasaba, correría la voz y eso no será nada agradable para Arceus y Los demás. Eso sí que sería muy divertido e interesante.

-Asi se hará, Necrossma sama- asintió el ultra ente y partió en dirección a esa dimensión.

Uzu.

Naruto aún tenía una sensación de derrota al recordar lo ocurrido en esa realidad en particular. Hicieron los que estaba dentro de la misión al pie de la letra y aún así, esa misión se sintió vacía. No lo malinterpreten, le daba gusto saber que Delilah y Ash tendrían una vida mejor, pero lo otro, lo que estaba fuera de su control y parámetros de misión era lo que le daba mucha molestia.

Un mundo destruido solo por la codicia y envidia humanas.

Eso se sentía tan mal…

-Estas molesto - oyó Naruto la voz de Kurama en su cabeza - entiendo que no te guste lo que pasó , pero debes de recordar que, no siempre tenemos control sobre las cosas que nos rodean. Lo que pasó es una tragedia, pero era algo que no debías o podías evitar. Debes de recordar que, tu mamá es un ser omnipotente, debe tener una razón válida para dejar que esas cosas sucedan.

-Entiendo a qué te refieres- admitió Naruto- pero eso no evita que me sienta mal porque fallar, significa que Miles de inocentes murieron.

-Lo sé, eres un alma noble que odia el sufrimiento innecesario - dijo Kurama con comprensión - pero también debes recordar que, para que exista la renovación, debe haber destrucción primero.

-Lo sé - suspiro el Uzumaki- lo sé.

Konoha.

Asami entrenaba siguiendo las katas con el florete que Naruto le había regalado, usando un pergamino Uzumaki cómo guía.

Aunque era algo vago decir eso, ya que, el florete era un arma que no existía en el mundo shinobi, pero tomando en cuenta su peso y su forma, ella creyó a bien usar la guía de las ninjato cómo base para el estilo de esgrima que estaba creando.

"Sigue siendo un arma muy curiosa" dió otra estocada la pelirroja a un muñeco de práctica "me preguntó cómo es que se les ocurrió está suerte de espada"

Luego de practicar otra hora, la joven se seco el sudor y subió a su habitación, pero fue interceptada por su madre

-Hija, quiero que me des tu opinión honesta sobre algo- comentó Kushina con el pergamino que había estado leyendo - ¿A quien te recuerda este grabado?

Asami miro el grabado donde los dioses del tiempo y el espacio estaban representados, enarcando una ceja curiosa

-¿No son dos de los seres que Uzu convocó en la invasión?- pregunto la pelirroja - ¿Que hacen en un pergamino Uzumaki?

-Eso es justamente lo que quiero averiguar - comentó Kushina - y si mal no recuerdo, eran dioses del tiempo y el espacio. Quizás y pueda volver al fin en el tiempo y así, reparar mi error.

-Para eso deberías tener en las manos la data que necesitas - entrecerró los ojos la pelirroja - ¿No me digas que quieres que yo le pregunté a mi hermano por ese pergamino?

-Bueno, está en tu derecho al ser Uzumaki- comentó Kushina.

Asami solo masajeó sus sienes cansada - ya debes dejar ir a mi hermano. En serio, ya es patético verte tratando de recuperar a mi hermano, cuando a todas luces Arcelia dono lleva las de ganar.

-¡No lo haré hasta que tú hermano regrese a casa!- negó vehemente Kushina.

-Lo que mi medio hermana te advirtió hace años , fue una profecía autocumplida, mamá- negó Asami en decepción - la única culpable de alejar a Naruto y de hacer que casi lo pierda yo misma, eres Tú. Te amo, pero eso será algo que jamás voy a poder perdonarte. Y si yo no te perdono que me hayas hecho odiar a mi hermano, imagina lo que él siente al pensar en ti, tratando de separarlo de las personas que lo quieren y que el también quiere.

Kushina salió de ahí, enojada, Asami no entendía, ella simplemente no lo hacía.

Todos sabemos en realidad, quien era quien no tenía idea de las cosas.

En alguna dimensión del mundo Pokemon

Un viento helado azotó a través de los árboles del bosque oscuro. Un solo humano caminó rápidamente por el camino, usando la luna como luz. Cojeaba un poco, lo que ralentizaba su progreso solo un pelo. La joven se ciñó más la capucha a su frágil cuerpo, mirando de un lado a otro con nerviosismo. Una mano sostenía firmemente una daga, la otra mantenía su capa en su lugar. Se estremeció involuntariamente, mirando con alerta ojos azules los árboles que la rodeaban. El bosque verde era un lugar peligroso por la noche, especialmente para una mujer que viajaba sola.

Como si leyera sus pensamientos, una figura sombría salió de detrás de un árbol cercano, seguida lentamente por otros dos.

-Bueno, ¿quién podría ser?- el primero se burló, caminando casualmente hacia la mujer solitaria. -No deberías caminar sola por este camino, pequeña dama, o podrías encontrarte en un mundo de problemas

-Quítate de mi camino- ordenó. -No tengo tiempo para esto.

El tío extendió una mano para agarrarla por el abrigo.

-Ay, eso es una lástima, cariño. Porque tengo todo el tiempo que podrías desear, y los próximos dos minutos los gastaré asegurándome de que no salgas de aquí con dinero.

-Dame todo y no saldrás lastimada- le dijo otro del trío, lamiendo su espada- Mucho

-Suéltame, escoria- siseó la mujer, preparando su cuchillo para apuñalarlo.

-¿Escoria?- Él la abofeteó. -Algunas personas no tienen ningún respeto, ¿verdad? Oh, y si planeabas usar esto- levantó su mano, revelando el arma, -no tienes suerte- Con un rápido movimiento, le arrancó la daga de la mano y la arrojó al camino. -Ahora, sobre ese dinero...

Ella le dio una patada en la ingle, obligándolo a soltarla.

-No tengo ninguno, e incluso si lo tuviera, no se lo entregaría a alguien como tú- dijo de forma valiente la chica.

-¡Vas a morir por eso!- los otros dos gruñeron, avanzando hacia ella.

La joven miró a su alrededor. Su cuchillo estaba demasiado lejos para agarrarlo, y estos hombres eran más rápidos de lo que ella podría correr. "Al menos puedo darles pelea" pensó, levantando los puños a la defensiva. 'Y seguro que no dejaré que me tiren al suelo. Moriré antes de dejarlos viola…"

Su pensamiento fue interrumpido cuando un suave silbido resonó en los árboles cercanos y uno de los dos ladrones cayó al suelo, muerto.

-¿Teo?- chilló el segundo. No tuvo mucho tiempo para pensar en ello, porque pronto se reunió con su amigo.

-Dios, odio a los bandidos.

Un hombre encapuchado salió del bosque, sosteniendo una pistola láser en una mano.

El líder del grupo, que ahora se había recuperado de su caída, se alejó del hombre con el arma. Él sonrió.

-Claro, eres duro con uno de esos bebés a tu lado, pero ¿cómo serías en una pelea cuerpo a cuerpo?

-¿Quieres ponerme a prueba?- pregunto el tipo del arma

El ladrón nunca respondió. La mujer, después de haber recuperado su cuchillo, lo cortó por la espalda, escupiendo sangre de cuando él la había golpeado.

-No muy deportivo de tu parte, apuñalarlo por la espalda- comentó el hombre extraño.

-No debería haberme cabreado- respondió ella. Limpió la daga en la hierba, sin apartar los ojos del nuevo hombre ni por un instante. -Soy Anita Lockheart. ¿Y tú?

El tío apartó la mirada. -Tengo un campamento fuera de la carretera. Si necesitas un lugar para pasar la noche…- Sus ojos se movieron de nuevo hacia los de ella. Extendió una mano para ayudarla a levantarse.

Ella lo tomó, notando que su nuevo conocido tenía los ojos esmeralda más deslumbrantes. Eran vacíos y fríos, tan fríos que casi la hicieron apartar la mano de nuevo, pero también había algo familiar en ellos. La hizo querer confiar en él. -Gracias. Creo que aceptaré la oferta- Miró más de cerca, pero no pudo distinguir más características debajo del capó.

Una vez que ella se levantó, tomó su mano de la de ella y comenzó a dirigirse hacia el campamento.

-vamos.

Ella asintió, trotando tras él.

El extraño le entregó un tazón de sopa.

-No es mucho, pero está bien.

Anita se echó hacia atrás la capucha, dejando al descubierto el pelo rojo recogido en un moño. Una fina cicatriz de quemadura en su mejilla derecha era lo único que estropeaba su apariencia encantadora.

-Yo, eh, quería agradecerte... por salvarme allá atrás.

-No fue nada- le dijo, con voz tranquila y uniforme. -Los bandidos son escoria; se merecen lo que les pase

Se echó hacia atrás la capucha; una cabellera lavanda atada en una cola de caballo trajo otra ola de nostalgia a Anita. Ella se sacudió y forzó una sonrisa sombría.

-No puedo discutir con eso, supongo.

Recordando una hogaza de pan que tenía en su bolso, la joven se acercó a buscarla. Cuando se inclinó, la voz de su salvador preguntó:

-Entonces, Jessie, ¿vas a llamarte Anita estos días?

Los ojos de la mujer se abrieron y un suave jadeo salió de su garganta, traicionando su sorpresa por solo un segundo. Se obligó a recuperar la compostura, a esa firme seguridad.

-Ahora hay un nombre que no he escuchado en mucho tiempo- El rostro de Jessie se transformó en una leve sonrisa cuando se volvió para mirar al hombre al otro lado de la fogata. -James. Sabía que me resultabas familiar, pero después de tanto tiempo no podía estar segura

-Han pasado cinco años- dijo James

-Se siente como veinte

-Puedo relacionarme con eso- comentó James

-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó Jessie.

Él se encogió de hombros, sin mirarla a los ojos.

-Buscando a alguien. ¿Tú?

-Voy camino a Pewter. Necesito encontrar un trabajo para conseguir algo de dinero, luego pasar a la siguiente ciudad.

-Sin embargo, es difícil de encontrar en estos días. Desde que comenzó la guerra.

Jessie rió sin humor. -Esta maldita guerra. Qué lío- Ella se sentó sobre sus talones. -Entonces, ¿ De qué vas ahora? Obviamente, James Morgan sería un poco difícil de mantener en un solo lugar.

-Soy cazarrecompensas ahora- confesó el joven - eso de estar en una banda criminal internacional fue bueno cuando éramos jóvenes y no había una guerra que devastó el mundo sumiendonos en un apocalipsis nuclear. Ahora, prefiero tener un techo sobre mi cabeza y una comida caliente.

Este mundo en particular era en sí mismo una rareza, los Pokémon no existían en este mundo, pero algunos eventos si habían ocurrido en él, eventos que solían suceder en los mundos Pokémon.

Por ejemplo, esa devastadora guerra a escala global o la fundación del Equipo Rocket.

En un mundo sin Pokémon, la guerra se libró con armas convencionales y por ello, se usó la vieja confiable de recurrir al arsenal nuclear.

Afortunadamente, la guerra no escaló lo suficiente como para acabar con la humanidad, aunque sí lo suficiente como para casi regresar a la gente a la edad de las cavernas.

En resúmen, imagen Mad Max mezclado con Walking dead, pero sin la parte de las pandillas de cafres y microbuseros y zombies.

En un mundo así, dónde la ley del más fuerte era la imperante, personas como el James que existe en la mayoría de las realidades sería presa fácil y carne de cañón. Este no era ese James. Ya no al menos.

Así que, tomando su arma, apuntó a Jessie con ella, quien también saco una Propia y le apunto con ella a su antigua pareja en el Equipo Rocket.

-Supongo que tú eres el tipo que envío ese idiota que estafe- dijo cortando cartucho Jessie- cómo están las cosas si tú eres el mejor asesino que él pudo conseguir.

-En realidad, fue el líder de esa organización en Hoenn, la que desea expandir la tierra para que lo queda de la raza humana no habite páramos radioactivos- comentó James mientras bajaba su arma- ya cumplí mi parte de intentar atrapar a la escurridiza Cat blugar, ahora, hay un negocio que quiero proponerte, uno que un tal J quiere que haga y eres la persona ideal para ayudarme.

-¿En serio?- preguntó Jessie enarcando una ceja- ¿Que ganó con eso?.

-Ademas de la mitad de lo que me van a pagar, arruinar a Giovanni - sonrió divertido James- todavía le guardas rencor por lo que pasó en Ciudad Azafrán, cuando nos envió a matar a esa psíquica.

-De acuerdo, estoy dentro - guardó su arma Jessie- ¿Cuál es el trabajo?

-Aparentemente Giovanni está experimentando con un portal de viajes internacionales que robo de las ruinas de la fundación Æther de Alola- explicó James - nuestro empleador quiere que lo saboteemos y de ser posible, le enviemos los planos de esa tecnología. Sería un ganar ganar. Jodemos a Giovanni, ganamos dinero y trabajamos una última vez juntos. Para mí es un ganar ganar.

Jessie sonrió divertida, tenía razón James. Era un ganar ganar.

Mundo shinobi.

Kushina se dirigió a las ruinas del antiguo País del cielo, ya que sabía que antaño existió ahí una biblioteca donada por los Uzumaki, donada cómo una muestra de buena voluntad entre ambos pueblos. No tenía idea si habría materiales shinobi en ella, pero quizás podría encontrar la información que necesitaba ahí.

Después de todo, un lugar así, protegido por los sellos de Uzu, debería seguir de pie, luego de tantos años.

En el camino se encontró con una joven que vestía como marimacho de nombre Amaru y de su mentor Shinnō, que buscaban también la biblioteca, tratando de encontrar la ubicación de un antiguo artefacto que quizás podría proteger este país o lo que queda, de una posibilidad de ser atacados nuevamente. Kushina sintio que no debía confiar en Shinnō, así que ella comentó que buscaba la antigua biblioteca por razones puramente arqueológicas.

Parecía ser que tanto Amaru cómo su sensei se tragaron la mentira, aunque aún así, ambos le dijeron que podrían trabajar juntos para encontrar el lugar

Ya que, la peliblanca creyó que sería mala idea que vieran a una ninja de Konoha en esos parajes, se había disfrazado con el look de una arqueóloga, dándose un nombre del País del sol, en su opinión, al decir que su nombre era Olivia Nico. Si salía algo mal, mejor que en primera instancia culparán a la bruja de Arcelia en vez de a ella.

Acamparon en un antiguo mercado, de lo que fue la capital de esta nación, cada quien por su lado, ya que era muy patente la desconfianza de Kushina hacia ellos. Cierto, en teoría sus intereses no se contravengan, pero eso no quería decir que fueran aliados o al menos amigos.

Mundo Pokemon.

Tan pronto como estuvieron seguros de que el posadero se había ido, Jessie se rió

-Bien, ahora REALMENTE podemos besarnos...

-Entonces no perdamos el tiempo…- dijo James, atrayéndola para besarla en los labios. Ambos retrocedieron, sorprendidos por lo bien que se sentía, antes de que sus labios se encontraran de nuevo en un beso más largo y apasionado. James sintió una calidez que nunca antes había sentido cuando los dedos de Jessie acariciaron su cabello lavanda. Él, sin darse cuenta, colocó una mano sobre el pecho de Jessie y la apartó mientras Jessie jadeaba-lo siento…- James se sonrojó, -No estoy seguro de lo que me pasó...

-Yo si tengo idea…- dijo Jessie, esta vez atrayéndolo para darle otro beso.

Así lo hizo James... y esta vez, sostuvo el pecho con más firmeza.

-Vamos a llevarlo al siguiente nivel- Jessie sonrió, su aliento suave y cálido le hizo cosquillas a un lado del cuello de James.

-¿Ahora...?- James preguntó: -¿No es demasiado pronto para ser en realidad... ya sabes...?

Pero Jessie agarró la camiseta de James y se la quitó, tirándola al suelo.

-¿Pensaste que envié a a freír espárragos al posadero, solo para que pudiéramos besarnos un rato?- se rió, de nuevo, mientras pasaba la mano por el pecho desnudo de James. Las caricias se detuvieron por un momento y Jessie tomó la mano de James y la colocó sobre su pecho. -Te quité tu camisa- dijo en broma, "Ahora, quítame la ropa

-¡Diablos señorita!- bromeó James mientras le quitó la blusa y la falda a Jessie y las arrojó cerca de donde había caído su camiseta. Jessie soltó esa pequeña risita de nuevo,

-No te detengas ahí, dulce James... El sexo no tiene lugar para la ropa- comentó Jessie

Con manos temblorosas, James luchó por desabrochar el sostén de Jessie. Después de lo que parecieron años, finalmente lo deshizo. Tragó saliva con dificultad mientras se quitaba el sostén.

Jessie sonrió,

-Así es… soy orgullosamente natural, contrario a lo que esa perra de Cassidy afirmaba.

James sintió una sensación de calor recorrerlo mientras sus ojos miraban los pechos de Jessie. Hasta ahora, lo más revelador que la había visto era en bikini.

-No seas tímido, cariño…- Jessie sonrió, una vez más tomando la mano de James entre las suyas- Puedes tocarlos

Cariño ... Jessie nunca antes había llamado a James "Cariño"... Lo hizo estremecerse y sentirse mareado de alegría. Empezó a pasar las manos por los pechos de Jessie y descubrió que disfrutaba de los pequeños gemidos de placer que escapaban de sus labios.

Jessie colocó una mano en sus pantalones cortos. El día era caluroso y pacífico y James se había acostumbrado a usar pantalones cortos en lugar de pantalones. se aseguró de que su mano agarrara los calzoncillos debajo y los bajó.

La erección de James, que le avergonzaba decir, ya había comenzado a formarse en el momento en que Jessie se quitó la camiseta y comenzó a frotar su pecho, se liberó de su prisión de nailon.

Jessie miró la polla de James y sonrió. -Apuesto a que se siente mejor, ¿no?- rió, otra vez la pelirroja, y comenzó a acariciar la punta.

-O-oooh…- james dejó escapar un suspiro tembloroso cuando su pene sintió el suave toque de los dedos de Jessie. A cambio, él comenzó a apretar suavemente uno de los senos de Jessie nuevamente. -J-Jessie…- se estremeció de nuevo- Yo… yo…- pero las palabras no salían. James apenas podía hablar

-Ya no hay necesidad de hablar, cariño - Jessie, tomó la mano de James, por tercera vez, y la colocó sobre sus pantalones, que era la única prenda que vestía ahora.

James respiró hondo. "Vamos, Jimmy …" pensó "le quitaste el sostén y dejaste que Jessie tocara tu pene... puedes ver a través de esto" Le quitó los pantalones a Jessie y los arrojó al suelo.

Jessie lo miró con una expresión expectante pero amorosa en sus ojos azules.

"No la hagas esperar" James se dijo a sí mismo "¡Sé un hombre, por el amor de Dios!" Puso sus brazos alrededor de Jessie, sintiendo su cálida piel contra la suya. Sostuvo su cabeza contra él y suavemente empujó su polla dentro de ella. "Esto es... realmente estamos haciendo esto…" Empezó a empujar, lentamente al principio. "¡Qué bien se siente!" Empezó a ir más rápido mientras los gemidos de placer de Jessie llenaban sus oídos. Él también comenzó a gemir con cada embestida que hacía.

Jessie lo agarró del brazo mientras continuaban los empujones.

James mantuvo el mismo ritmo rápido pero constante. Estaba perdido en la agradable sensación que sentía su polla. Después de un rato, empezó a sentir que algo iba a pasar muy pronto.

-J-Jessie…- jadeó, incapaz de detenerse a sí mismo aumentando la velocidad- Creo… pienso que… ¡Voy a…!

Jessie tomó su mano, una vez más, y entre respiraciones temblorosas, susurró: -No tengas miedo, James...

James gimió con los labios cerrados. -Jessie…- susurró… -Jessie…- Entonces, sucedió, -¡JESSIE!- gritó, todo su cuerpo se estremeció y sus caderas temblaron cuando su pene finalmente liberó su carga dentro de ella. Jadeando, James se retiró, su polla ya flácida de nuevo. La limpió con un pañuelo de papel de la caja al lado de su cama.

Él y Jessie se vistieron de nuevo y se acostaron en la cama uno al lado del otro.

-¿Cómo me fue?- preguntó James.

Jessie apoyó la cabeza en su hombro y le acarició un lado de la cara.

-Perfecto, James, mi amor…- susurró,- simplemente perfecto- y luego se durmió

James suspiró, sintiéndose completamente feliz. Puso un brazo alrededor de Jessie, dejando que su suave respiración lo llenara de consuelo y luego él también se durmió.

Quizás mañana iban a morir, este al menos sería un bonito recuerdo en el que pensar en ese hipotético final. No es que este ansioso por ello. Menos aún, si podía repetir la experiencia a lado de la única mujer que quizás habría amado en su vida.

Y corte.

Mala salud , mucho trabajo y otros proyectos, una combinación letal para que pueda escribir fics, espero que eso se haya acabado, al menos lo de la mala salud.

Los veo pronto, en la segunda parte de esto que suelo denominar "La calma antes de la tormenta"

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.