Tierra y agua.
Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.
Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei
Konoha.
-¿Habla en serio?- preguntó el dignatario de Suna a Koharu - ¿Están desairando nuestra solicitud?
-Miren, ustedes saben tan bien como yo que no están en posición de defender nada- dijo de manera muy diplomática la mujer mayor - y también saben que este matrimonio les ayuda más que a nosotros. Dicho esto, la oferta nos pareció sensata, pero no su proposición de esponsal de nuestra parte. Cómo nueva Hokage quiero reparar varios de los errores de mi antecesor y uno de ellos está relacionado con Naruto Uzumaki. El chico ya fue usado antes como moneda de cambio por el Sandaime, cuando no era siquiera un ninja, algo contrario al credo que dió origen a este aldea y por lo tanto, yo no pienso seguir los pasos del cabeza dura de Sarutobi.
-Entiendo eso, pero….
-¿Que más quiere entonces?- corto Koharu fríamente la protesta del diplomático- Shikamaru Nara es hijo del líder del clan Nara, uno de los clanes más ricos y afamados de la aldea, incluso a nivel internacional, su clan es uno de los más importantes de esta aldea y también, es más cercano a la edad de Temari San. Por dónde lo vea, dadas las circunstancias y su precaria situación, está es tan buena opción como cualquiera otra que deban tomar.
El hombre lo sabía, por algo era el encargado de negociar la unión. Suna llevaba desde el principio las de perder al ser los ofensores y también porque Konoha no solo demostró fortaleza, también enseñó sus dientes de forma metafórica.
Con todo y que les agarraron con los pantalones abajo, pudo contraatacar y prevalecer sin sufrir daños de consideración y no solo eso, se dió el lujo de usar a su jinchuriki como la punta de lanza del contraataque y también derrotó al jinchuriki de su aldea enviando a una kunoichi muy poderosa para hacerlo.
Aún no había hablado con Temari, única testigo de la aldea de esa pelea, pero los rumores apuntaban a que Temari aseguro que la Hyuga todo el tiempo tuvo la situación bajo control. El pobre dignatario no quería ni imaginar lo que era capaz de hacer su jinchuriki contra el de su aldea.
Parecía ser que, viendo la información a grandes rasgos de las seis aldeas con un jinchuriki propio y su tratamiento hacia ellos, que estos sacaban su potencial con amor y respeto y no con una correa muy restringida a ellos. Otra mancha en el mandato de Rasa a la lista.
Suspirando cansado, el hombre tuvo que admitir a su pesar que Shikamaru sería la mejor oferta de Konoha que iban a recibir, sobre todo con los factores expuestos por Koharu.
Naruto Uzumaki estaba en una relación amorosa con Hinata Hyuga, heredera del afamado clan Hyuga, clan fundador de la aldea junto a los Senju y Uchiha, aunque entrando a ese proyecto a posteriori.
También que el clan Uzumaki se había negado a ello y que técnicamente, el jinchuriki del Kyubi no era un ninja de Konoha, ya que el clan ninja al que pertenece es uno ajeno a la aldea, pese a ser fundador también de ella, aunque nunca han reclamado ese honor. Así que, técnicamente Koharu no podía obligar a su clan a ceder a la petición. Menos aún, si había una oferta mejor en la mesa.
La chica Hyuga opacaba a Temari en todo aspecto posible que el de Suna pudiera pensar y por ello veia la lógica del clan Uzumaki (viendo fríamente la situación) para rechazar casar al último varón Uzumaki que se sabe existe con la hija de un Kage.
Belleza, la Hyuga no solo superaba a Temari, era una joven que hacía palidecer a varias mujeres mayores a ella.
Carisma y encanto, de calle por lo que sabía, era muy amada por la aldea al ser un alma noble y gentil.
Prestigio, Clan Hyuga, definitivamente más alcurnia que la familia de Temari.
Y en el departamento de poder, venció a Gaara. ¿Que mejor argumento que ese?
A su consejo no le iba a gustar este cambio de planes, pero no quedaba de otra para ello.
Kumo.
-Maldito Hiruzen - siseó el Yondaime Raikage- jodido Jiariya.
Darui y los demás le acababan de dar su informe a su kage sobre lo aprendido en la aldea, viendo el dirigente de Kumo que las cosas en la aldea rival eran interesantes, por decir lo menos.
No solo porque el jinchuriki del Kyubi aparentemente tenía un control sobre su bestia que rivaliza con el de Bee, sí no por qué las cosas habían dado un gran giro con la muerte de Sarutobi.
A diferencia del Sandaime, el Raikage sabía que la nueva Godaime era más de valerse de subterfugios que rayaban en la ilegalidad y también que estos llegaban del lugar menos esperado.
Dicho esto, el hombre tenía muy claro que, debía ponerse del lado bueno de Konoha, aunque sin mostrar algún signo de debilidad.
En una pelea frontal, podía vencer a Jakenpon, Koharu y a la mayoría de los ninja de esa nación con la excepción de La Bestia verde, pero había varios factores en juego que debía ponderar.
El poder de su jinchuriki, el de su generación y también los aliados que tenían. Cómo el propio Chusai que ahora era el hombre más rico de esta aldea, sin ser un ninja y cuya riqueza se incrementaría de forma exponencial al poder poner en práctica sus ideas sobre mecánica e ingeniería.
-Creo que un matrimonio político con Konoha está a la orden del día - reflexionó en voz alta el hombre, para sorpresa de sus ninja.
-¿Que?- dijeron simplemente Darui y los demás.
-Aunque hay mala sangre entre nuestros pueblos, existe un pacto tácito de no agresión - elaboró A- dicho esto, sin ser aliados, me doy cuenta de la enorme ventaja que Konoha está tomando sobre las otras aldeas.
Kiri se salvó de ser la de peor reputación por las acciones de Suna que engrandecieron a Konoha, no solo por la magnanimidad que mostraron al no tomar represalias contra ellos, también por haber vencido a dos aldeas ninja que conocian muy bien las debilidad de ellos al tener a Orochimaru como uno de los arquitectos de la invasión.
Con Shino.
Había perros en la cama de Shino. Se suponía que debían estar en el suelo, pero todas las mañanas, sin falta, Shino se despertaba con tres formas peludas a los pies de su cama. Bueno, era una cama grande. Tenía que ser así, con la forma en que está Inuzuka en particular y él la usaron durante la noche. Shino a veces se sorprendía de que lograra permanecer en el colchón tomando en cuenta la ferocidad de su amante
Sin embargo, en sus noches juntos, Hana nunca lo había tirado al suelo. A veces estaba cerca, pero no le importaba. Las misiones que estaba haciendo con su padre en beneficio de la aldea los obligaban con frecuencia a dormir separados, y ambos lo odiaban. Shino afirmó que ocupaba demasiado espacio, pero cuando se fue, Shino admitió para sí mismo que la cama grande se sentía vacía .
Pero eso no significaba que realmente le gustaran los perros amontonados en la cama. Shino se movió, empujando el más grande de su pierna, antes de rodar e intentar volver a dormir. El suave gemido del perro privado de su almohada favorita hizo entrar en razón al usuario del insecto. ¡Espera un minuto! ¡Había perros en su cama!. Quería decir que ella se había colado a su complejo de nuevo…. Con todo y la seguridad que se supone había ahí.
La puerta del baño se abrió justo cuando Shino estaba agarrando el pomo de la puerta. Hana salió, envuelta en una toalla, su cabello oscuro aún mojado por la ducha. Y al verlo, ella no pudo evitar sonreír contenta.
Esto era un arreglo extraño, lo admitirían ambos, pero les funcionaba. La hermana de Kiba seguía teniendo esa compulsión de follarse a cuánto adolecente o más jóven estuviera a su alcance si su libido andaba desatada, pero de alguna forma sus "ansías" disminuían estando Shino en la ecuación.
Era curioso, si él lo pensaba bien, que sin proponerse siquiera eso, tuviera la suerte de atraer a mujeres mayores a él, pero sumamente atractivas.
La Oirán del clan Karamizu, lo podían entender, con todo y que la expulsaron de su clan por no poder ser una doma insectos, era una entomologa en toda regla y era divertido pasar algo de tiempo en compañía femenina que supiera quién era y no rehuyera de él.
Y ahora Hana, la hermosa, pero mentalmente inestable hermana mayor de su antiguo compañero de la academia también parecía tener cierta predisposición a estar cerca suyo.
Si Shino fuera más cercano a Kiba en carácter, presumiria el hecho de que una sexy, aunque loca mujer mayor, lo encontró sumamente atractivo, pero no era el caso.
No negaría que si, Hana era una mujer sumamente hermosa, pero había más de ella que solo eso, aunque a ojos de la mayoría era lo único que tenía.
Su compulsión había eclipsado el resto de su vida, pues ya no podía ejercer de veterinaria, aunque seguiría siendo una médico muy competente, si lo que en sus momentos de absoluta lucidez dejaba ver, no podía seguir ejerciendo dadas sus circunstancias. Por eso Shino se había propuesto, investigar un poco sobre cierto bioquímico que sus insectos podían producir y ver si así, quizás Hana tuviera una oportunidad de volver a ser una mujer funcional. El Aburame no sabía que era ser marginado debido a una enfermedad, ya sea física o mental, pero entendió que es ser la burla de los demás. Y por ese detalle, ayudaría a la mujer Inuzuka y a su madre. Cierto, quizás antes podría haber mostrado ese interés y también, quizás la mejora en la calidad de ellas estuvo al alcance de la mano en todo momento .
Hace cuarenta años
Tsunade se pregunta, a veces, si realmente ella es fuerte.
Es cierto que puede llevar la muerte a sus enemigos sin recibir ella misma un solo rasguño.
Es cierto que puede tomar decisiones cuidadosamente sopesadas en un abrir y cerrar de ojos.
Es cierto que ella no permite que sus emociones la controlen la mayor parte del tiempo y si el fastidioso de Jiraiya no está cerca.
Es cierto que puede derrotar a la mayoría de sus compañeros de la academia ninja en la batalla, siempre, sin falta.
Pero ha visto a su abuela en su jardín, llorando en silencio mientras se lamenta el no poder estás mas junto al hombre que se fue hace ya tantos años, y ha visto como su abuela se seca las lágrimas para sonreír a los que se le acercan, y ha visto como Mito Baachan puede traer sonrisas a los rostros de los demás, y ha sentido las suaves manos de su abuela sobre sus heridas después de una misión que salió mal, mientras tiene el ceño fruncido por la preocupación, y ha visto cómo ella puede escuchar y desenredar los nudos en el alma de una persona, y la mayor parte de todo lo que ha visto es esa sonrisa que tiene ella, tan brillante, preocupada y feliz a la vez, y sabe que no puede sonreír de esa manera.
Tsunade se pregunta, a veces, si realmente ella es tan fuerte o si alguna vez será tan fuerte como su abuela.
Tiempo presente.
Lo que Tsunade si sabe, es que la chica Hyuga y su ahora no reconocido ahijado, se parecen tanto a sus abuelos, que ella casi siente que debería asustarse.
Poniendo atención detenidamente a los jóvenes, puede ver qué entre ellos existe una suerte de complicidad marital que a otros les lleva décadas construir, siendo natural y hasta encantadora en ellos. Ella no puede explicar eso, entre otras cosas porque solo los ve en veces de pasada en sus largas jornadas en el hospital, leyendo la investigación de Orochimaru que pudo encontrar.
Jiraiya estaba empeorando y ni sus mejores intentos de calmar su dolor eran de mucha ayuda.
La sanin no lo admitía, pero Jiariya era parte importante de su vida, de lo poco a lo que podia aferrarse y lo perdería por un descuido suyo.
Pero sabiendo como era Orochimaru, la mujer pensaba que quizás su antiguo camarada tendría una solución a su actual predicamento.
"Clones con memoria" leía interesada "aparentemente Orochimaru creo un proceso de clonación que podía darle una suerte de inmortalidad"
Las pruebas demostraron que el sanin albino descartó ese método de prolongación de la vida, clonando el cuerpo y así, usando una suerte de respaldo de memoria que se induciria a ese clon, se podía "revivir a una persona"
Esto no era nada ético, pero a ella no le importaba, todo fuera con tal de que su único lazo con el pasado estuviera bien.
Ojalá que su pequeña excursión a esas instalaciones fuera muy productiva.
Con Kushina. Mientras duerme.
Hace mucho tiempo, una mujer descendió de las estrellas a un vasto mundo devastado por la guerra. Después de ver muerte y sufrimiento innecesarios por todas partes, decidió ponerle fin. Entonces ella consumió el fruto prohibido del Dios Árbol y ascendió, y el mundo conoció la paz.
Pero lentamente, las cosas cambiaron. La adoración gozosa de sus súbditos se convirtió lentamente en miedo y desprecio. La blasfemaron como a un demonio, ingratos por la paz que les había dado. Con furia, castigó a todos los que se atrevieron a hablar en su contra, y la tierra quedó aterrorizada en silencio.
Sin embargo, los murmullos comenzaron una y otra vez. A pesar de que sabían que era un suicidio hablar en contra de su gobernante, sus súbditos se negaron a detenerse. Hablaron de libertad. De Justicia. ¿De qué servían esos frente al caos? El orden era la forma en que el mundo debería funcionar, y ella era la más adecuada para gobernar. Así eran las cosas.
Todos sus esfuerzos fueron infructuosos, y sin importar lo que hiciera, sin importar con qué los amenazara, la gente no se acobardaría. Entonces, sucedió lo impensable. Sus propios dos hijos se pusieron del lado de los mortales y se volvieron contra ella, sus chakras dispersos permanecieron fuertes contra ella.
Cuando se dio el golpe final y su conciencia comenzó a desvanecerse, Kaguya solo pudo pensar una cosa.
¿Qué hice mal?
La pelirroja despertó de golpe, sobresaltada por esa pesadilla.
Desde que ella y Minato regresaron al mundo Impuro nuevamente, tras la intercesión de Kurama, Kushina había tenido el mismo sueño un par de veces. Pero desde que la memoria de su hijo regreso y empezó a actuar algo raro, debido al hecho de que recordaba sus vidas pasadas (algo que Kurama le dijo que podría suceder al restaurar su memoria) ella tenía esa pesadilla con frecuencia. Tristemente, no veia nada de coherente en ello, pero al mismo tiempo, sentia un profundo anhelo por reencontrarse con esos hombres que veía en sus sueños.
Sacudió su cabeza, despertando totalmente y se estiro un poco antes de empezar su día, pues había mucho por hacer hoy.
Debido a que una buena parte de los complejos de clan se hicieron pedazos, varios de ellos intentaron reclamar para si y de manera emergente los departamentos y posadas del barrio rojo en lo que sus hogares eran reparados.
Cosa que ella no permitió, caso contrario a un par de orfanatos dónde los niños se quedaron, para horror de sus cuidadoras, en el área. Curioso, para ella parecía que no había pasado alguna invasión, ni para esta zona en general, pues seguían haciendo su vida como cualquier otro dia. De seguir adelante la situación, el Barrio rojo podría ser uno de los más ricos de la aldea en para cuando está se ponga oficialmente de pie. Pues era común ver escenas como la de ayer.
Ayer.
-¡Buenos días Arashi san! ¿Cómo puedo ayudarte?- Preguntó un amistoso vendedor de flores no relacionado a los Yamanaka cuando Minato entró en su floristería. Su cabello parecía revuelto por el viento, mostrando que había tenido algún tipo de prisa. Un ligero rubor tiñó su rostro. Se tocó distraídamente la mejilla, la mejilla que Kushina acababa de besar. El empleado miró con curiosidad a Minato, levemente sorprendido de ver al hombre usualmente sereno tan nervioso.
-¿Arashi san?- Dijo en voz alta el vendedor para llamar su atención, notando la mirada lejana en sus ojos azules.
-Oh, hola. Lo siento. Um... necesito flores- . Sonrió mientras se sacudía de sus pensamientos El antiguo Yondaime. El empleado se rió.
-Me lo imaginé, quiero decir, ¿por qué más vendrías a una floristería? De todos modos, ¿de qué tipo? Y si no te importa que pregunte, ¿ Alguna ocasión especial?
-Solo quiero sorprender a mi querida Shio con algo especial- dijo de forma soñadora el hombre.
-Ciertamente su esposa merece esa clase de atención- estuvo de acuerdo el hombre - y creo saber exactamente qué tipo de flores darle.
Kushina miro el arreglo de rosas amarillas en el tocador, sonriendo al recordar la sorpresa que le dió Minato. Dar flores cuando salían de una misión peligrosa se había convertido en una suerte de ritual para ambos, para demostrar que volverían a estar juntos sin importar los peligroso que fuera.
Dado el hecho que pelearon contra Orochimaru y los tres antecesores de Minato, ella sabía que las flores estaban muy bien justificadas.
La aldea sufrió daños, pero nada realmente serio. Decir que se estaba reconstruyendo era una exageración, ya que las zonas atrasadas fueron las menos, solo aquellos lugares donde las invocaciones de Orochimaru aparecieron, un par de complejos de clan y una franja de la zona comercial fueron destruidas durante la pelea, dejando prácticamente intacto el resto de la aldea.
Sin embargo, sabía que no debía confiarse sobre el asunto. Ahí afuera todavía estaba el desgraciado que la obligó a vivir de esta forma. Y aunque aprecio la segunda oportunidad, ella había preferido comprensiblemente, vivir con Naruto con su verdadera identidad y no la de Shio Kadō.
Terminando de arreglarse, en vez de ir a Luna Azul, ella se preparó para empezar su día en casa
Dos días después.
Temari salió del lugar donde ella estaba en arraigo y camino en compañía de Bajo sensei y sus hermanos, hacia el lugar donde se supone ella conocería a su futuro esponsal. Estirándose, pasó la mano por el metal liso del abanico de guerra de su madre. Al menos se me permitió quedarse con eso dadas las circunstancias. Mordiendo ligeramente la parte interna de su mejilla derecha, Temari se concentró en calmarse. Hoy, ya no sería una shinobi de Sunagakure, sino una de la Hoja, y eso dolía más de lo que hubiera creído. A pesar de cómo habían tratado a su hermano pequeño, amaba a su pueblo y estaba orgullosa de llevar el símbolo de la Arena.
Fue sacada de sus pensamientos cuando Kankuro llamo su atención.
-Oye, Neechan. ¿Cómo estás?- pregunto el marionetista.
-Tengo miedo, hermanito. No quiero casarme, especialmente con un extraño de otro pueblo- dijo de manera calmada pero triste la joven.
-Estoy totalmente de acuerdo, Neechan- coincidió Kankuro. -Lo único que he oído es que te casas con un pez gordo de un afamado clan, pero aparte de eso, no tengo nada de información sobre tu esponsal.
Llegaron a la zona donde estaban los clanes Nara, Akimichi y Yamanaka, dándole un vuelco en el corazón. Ella admitió internamente que el Nara no era feo y como buena sapiosexual que era, pues, Nara. Era algo pequeño a qué aferrarse para hacer más soportable al esponsal, de ser alguien de ese clan.
Dada la situación ella se aferraria a cualquier esperanza.
Hablando de Shikamaru, este miró a Temari con nerviosismo, se inclinó y pronunció la frase que su madre le había metido en la cabeza mientras esperaban.
-Te doy la bienvenida Temari, mi agua es tuya y te deseo sombra y seguridad.
Temari miró a Shikamaru en completo shock. No solo no esperaba el saludo tradicional de un novio Sunagakure a su novia, sino que no podía creer que fuera con quien se iba a casar. Saliendo de su ensoñación, Temari hizo una reverencia a cambio.
-Te saludo Shikamaru, estoy agradecido por el honor. Que siempre encuentres agua y que nuestro hogar sea bendecido con sombra.
Ella lo miró con atención, parecía más serio de lo que recordaba, más controlado. Había sido un tipo que miraba a todos como un halcón que evaluaba a su presa durante los exámenes, pero ahora, se parecía mucho menos al guerrero decidido que había visto vencer a varios oponentes durante los exámenes.
Parecía…. En paz, por alguna razón que ella no entendía.
El Nara se puso rígido cuando Gaara se acercó arrastrando los pies. Sus ojos verdes en opinión de Shikamaru, aún tenían la mirada enloquecida, pero parecía haber perdido su aura asesina.
-Saludos Gaara, ¿cómo te va?- tanteo el terreno el Nara.
-Shikamaru Nara- Gaara habló con un tono, monótono de voz- ¿Protegerás a mi Neechan como una de esas personas preciosas de las que me han hablado la Chica Hyuga y su novio?
-Te juro que lo haré- dijo sencillamente el Nara, aunque no sabía que pensar sobre los muy altos estándares con los que el pelirrojo midió su relación. Sencillamente ese par parecían más un matrimonio en todo menos el nombre que una pareja de novios.
Sabía que de no cumplir de nada serviría tratar de esconderse de Gaara, lo que veía como problemático.
Así que, no viendo nada malo en la pregunta del hermano de Temari, ese juramento se le hizo coherente y necesario.
Y por kami, en esta situación, haría lo mejor posible para salir adelante. Así que eso se sentía ser Naruto.
-problematico- murmuró únicamente, sabiendo al fin que se sentía ser Naruto, al menos en un detalle.
Con Naruto y Hinata.
-Me da gusto ver qué no te viste forzado a casarte con alguien más - dijo la ojiperla.
-A mi también me da gusto - sonrió con ternura Naruto - ver cómo el amor de mi vida se casa con otro, no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Irónicamente, también se, que es encontrar al amor de tu vida gracias a eso.
-si, también lo sé- se acercó Hinata y beso en la nariz a Naruto- me dolió mucho cuando papá nos separó para casarme con tu otro yo, cuando eras Madara y Hashirama. Aún recuerdo la cara de decepción de Toka durante nuestra boda. Eso me recuerda algo. Debemos encontrar a ese ser en esta vida. Su labor ya ha terminado, pero ella volvió a nacer en este mundo. Y como su labor era consolar a su otra mitad ya no tiene sentido, quiero liberarla también para que ella pueda ser libre por su propio lado
-Ella nos va a encontrar, eventualmente - aseguro Naruto.
-¿Debo de tener cuidado?
-También le ame, pero es un tipo de amor diferente - tu eres el amor de mi vida, pero ella fue una compañera muy especial. Es una parte de nuestra historia con la que hay que lidiar, para que finalmente ambos podamos cerrar ese ciclo.
-Ciertamente - Asintió la ojiperla un poco más convencida de que esa creación de su mamá no era una amenaza en su relación con su amado- está es nuestra última reencarnación en este mundo antes de regresar a nuestro hogar, con nuestros verdaderos padres.
Si bien ellos podrían fallar y el mundo se podría destruir a consecuencia de ello, su labor había terminado ahora que ambos tenían sus recuerdos de sus vidas pasadas. Liberar a Kaguya sería la mejor manera de acabar su misión, pero de fallar, sus padres les rescatarían del cruel destino que aguarda a la humanidad si eso sucede. En resumen, fallen o no, está sería la última vez que Tsukuyomi y Kagutsuchi reencarnarían como seres humanos.
Entonces, ellos se irían a lo grande de este mundo y no fallando la tarea que su madre les había encomendado. Ahora lo que tenían que hacer eran dos cosas, encontrar a la reencarnación del alma de Kaguya y evitar que Shinju que usaba como avatar el cuerpo físico de la más querida sirvienta de su madre se liberará para así poder destruir el mundo.
Y corte.
Pues salió cap, yeah!!!!...
Algo pasó, no diré que, pero si ya de por sí últimamente me cuesta sacar caps, con lo que pasó, con más ganas….
Solo diré eso.
Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.
