Disclaimer: Danganronpa y sus personajes no me pertenecen, sólo la trama de este fanfic

Advertencias: —AU (Universo alterno), por el momento es rated T, pero posiblemente lo cambie a M posteriormente, de todas formas intentaré no ser tan detallista con ciertos hechos, futuro lenguaje vulgar, violencia, problemas psicológicos, situaciones sexuales, entre otros, narración de dudosa calidad, temas cliclé, leve yaoi (hombre x hombre) y yuri (mujer x mujer), pésimo sentido del humor, dramas y angustia, posible Ooc (fuera de personaje).


KNOW UNDER SKIN


CAPÍTULO IX

Lo que nos separa


Las horas parecían eternas mientras más pensaba en las posibilidades, jamás pensó que después de que su superior se cambiara de ciudad el trabajo sería tan fuerte. Escuchaba como la secretaria recibía llamadas a cada momento, reportando más posibles homicidios; no recordaba haber recibido tantos casos en menos de un mes, a veces recibía hasta cinco en un día sin contar los desaparecidos donde posiblemente estaban muertos. Tenía varias comisiones investigando pero a la hora de la verdad, el detective pensaba que la mayoría los homicidios estaban relacionados, de una u otra forma, puesto que tenían varios puntos en común.

—Saihara-kun —el de hebras oscuras volvió a la tierra una vez escuchó su nombre, girándose para ver a una de sus compañeras de trabajo Mahiru Koizumi, quien se encargaba de tomar las fotografías en las inspecciones que se llevaban a cabo en los sitios del suceso o dónde se encontraban los cuerpos—. Luces cansado, ¿por qué mejor no vamos a almorzar? —le preguntó con una leve sonrisa, como si de una madre preocupada se tratase.

—Sí, es una grandiosa idea —aceptó el detective mientras se separaba de la pizarra dónde se encontraba el resumen de todos los casos que él apuntaba como relacionados con un mismo asesino o grupo criminal— ¿Quieres comer por aquí cerca?

—En realidad, he venido a invitarte a comer a mi casa —le dijo con un leve sonrojo que Saihara notó enseguida y que le pareció adorable—. Te prepararé un platillo especial...

Shuichi aceptó gustoso la invitación de la pelirroja, y sin más preámbulos se dirigieron al departamento de Mahiru, un lugar muy conocido para el detective, el mismo siempre olía muy bien y estaba totalmente organizado, no era que Saihara no tuviese el tuyo organizado, pero ciertamente, al no pasar mucho tiempo allí, solía estar lleno de polvo. El detective pasaba más tiempo en su trabajo que en cualquier otro lugar.

—¿Te ayudo en algo? —le preguntó Shuichi. No le gustaba mantenerse en un solo lugar mientras la chica trabajaba, y aunque ella lo sabía, seguía sin decirle que no necesitaba ayuda y que casi estaba listo. Sin embargo, el aún así decidió levantarse y colocarse detrás de Mahiru, abrazándola por detrás provocando que la misma se sobresaltara, pero él no se detuvo y prosiguió con besarle el cuello.

—Saihara-kun... —susurró su nombre, el chico no podía verlo, pero sabía que ella estaba sonrojada.

—Sabes que puedes llamarme por mi nombre, no estamos en el trabajo —le susurró de una manera que hizo estremecer a la pelirroja. No era extraño para ellos estar en esa situación, después de todo, tenían casi un año saliendo juntos, Saihara, cuando no estaba en el trabajo, solía quedarse a dormir en casa de Mahiru, sabían que ser compañeros de trabajo, además de él ser su jefe (y de que era más joven que ella), lo complicaba un poco, nadie en el despacho sabía de su relación, aunque quizá varios lo sospechaban, así que sólo allí podían ser ellos mismos.

—Shuichi, se me va a quemar la comida... —le advirtió, pero tampoco hizo mucho para detenerlo, el chico podía sentir como ella disfrutaba de sus caricias, era así todas las noches, Saihara conocía cada centímetro de su piel, cada parte que le era más delicada.

Pero se detuvo, después de todo, la pelirroja tenía razón, ellos habían venido con el fin de comer comida.

. . .

—No puedo creer que terminamos en esta situación, otra vez —manifestó la fotógrafa intentando parecer molesta. Sí habían comido, pero después de descansar un poco, antes de irse devuelta a la oficina, Saihara la había acorralado e hipnotizado con sus besos y caricias y terminado en la cama.

—Yo sí que lo creo —bromeó el chico observándola, y de alguna forma terminó pensando en alguien más.

—De nuevo esa mirada —comentó Mahiru mostrándose más seria. Sí, ella lo sabía, a pesar de que Saihara si la quería mucho, su verdadero amor estaba encaprichado con alguien más. Mahiru se levantó de la cama sin decir nada y empezó a colocarse la ropa.

—¿Estás molesta? —se atrevió a preguntar mientras veía su espalda aún desnuda.

—No, es algo que no se puede evitar —respondió ella sin dar la cara y empezando a colocarse su blusa— Sin embargo, he esperado mucho para que me veas de esa misma manera...

—Koizumi, no es fácil, sabes que yo...

—Amas a alguien más, lo sé —interrumpió ella, ya totalmente vestida, girando a verlo con una sonrisa.

—También te quiero Koizumi —le dijo sin despegar su mirada de la de ella.

—No es suficiente —le dijo mostrando tristeza—. He esperado y pensado por mucho tiempo, siendo que a pesar del tiempo que hemos pasado juntos, esto no ha avanzado en lo más mínimo.

—¿Qué quieres decir? —De alguna forma lo sabía, pero no pudo evitar preguntarle, Saihara necesitaba que fuesen directo con él.

—Que es hora de terminar —sí, lo había dicho, en realidad a Saihara le sorprendió que durase tanto. Él no podía suplicar o quitarle la razón, era tiempo de que ella avanzase, el primer chico que le gustó también había sido algo parecido, él amaba a alguien más a pesar de que también sentía cierto cariño por ella; Mahiru se merecía ser amada de la misma manera que ella daba su amor, y eso Saihara no se lo iba a quitar. Él lo había intentado, pero en su corazón Kaede seguía siendo la única—. Además, también lo he pensado mucho, quiero dejar esto de tomar fotos a muertos —dijo con cierta risa nerviosa, el siempre supo que ese trabajo nunca le había gustado, pero nunca se aventuró a conseguir algo más—. Y con esto de hoy, decidí que sería mejor comenzar en otra ciudad.

—Lo entiendo —le dijo Saihara mientras se levantaba y comenzaba a vestirse rápidamente para luego salir junto a Mahiru— Te deseo mucha suerte, Koizumi —sonrió sinceramente recibiendo lo mismo de parte de la fotógrafa.

. . .

—Oh Shuichi, algo más —le detuvo Mahiru antes de llegar al Despacho Policial, este se detuvo y la miró—. Sé que sigues teniendo muchas dudas, pero eres excelente en lo que haces, sólo debes tener paciencia.

—Gracias —le dijo con una sonrisa, la contraria por su parte le dio un beso en la mejilla para luego dirigirse a buscar sus cosas para renunciar, así lo había decidido.

Aquello era un adiós.

. . .

Era de noche, se supone se quedaría hasta tarde en el despacho para seguir investigando los homicidios, pero estaba lo suficientemente distraído y desanimado como apara no estar concentrado en ello, por lo que decidió salir temprano.

Las calles estaban totalmente alumbradas por las luces artificiales, la circulación de vehículos y personas aún era abundante cuando se encontraba caminando, no sabía si debía dirigirse a su casa o a algún bar para emborracharse de su reciente ruptura, aunque la segunda por muy tentadora que se viera, era consciente de que tenía que volver a trabajar al día siguiente.

—¡Saihara-kun! —En ese momento, escuchó como llamaron a su nombre y una vez más se gira para ver a la persona quien lo llamó, pero esta vez se trataba de su mejor amiga, el único amor de su vida, Kaede Akamatsu, quien no vaciló en abrazarlo—. Si no es así no nos vemos nunca.

—Jaja, es cierto —el detective sonrió por la pequeña broma de la rubia, a la vez que disfrutaba del pequeño momento en que la abrazó, el olor a flores que desprendía que siempre amó— ¿Te diriges al restaurante? —preguntó una vez se separaron.

—Sí, me imagino que vas directo a casa, podemos seguir juntos hasta la siguiente cuadra —le ofreció la chica muy animada, Saihara aceptó automáticamente, se sentía feliz de poder verla otra vez.

. . .

—¿Y cómo está todo? ¿Has resuelto varios casos? —interrogó Kaede mientras caminaban.

—Pocos, muy pocos, cada vez me siento más cansado y lejos de llegar al verdadero problema, cada día llegan denuncias de desaparecidos, transcripciones de cuerpos hallados, jamás había tenido tanto trabajo, y sin Kirigiri-san esto se ve mucho más difícil, no sé ni porque me han puesto como el nuevo jefe supervisor si no logro nada —manifestó Saihara para luego suspirar agotado.

—¡Eso no es cierto! —Le contradijo Kaede—. Eres muy bueno Saihara-kun, tienes un talento excepcional, sé que lograrás encontrar al o los culpables de esto —le animó la chica provocando que el detective sonriera y esta también le sonriera de vuelta.

Esa sonrisa que lo enamoraba más.

—¿Y no verás a Mahiru-san hoy? —Le preguntó con cierta picardía que provocó que Saihara se sonrojase.

—No, en realidad terminó conmigo hoy —declaró con cierta vergüenza mientras bajaba la mirada— Teníamos… ciertos problemas y diferencias —explicó sin tantos detalles.

—Que triste, me agradaba… —manifestó Kaede mostrándose también algo triste.

—Es-estaré bien —le dijo en un intento por hacerla sentir mejor—. Mejor cuéntame de ti, seguro tienes mucho que decir —comentó con una sonrisa, Kaede afirmó más motivada.

—Así es, he pasado por muchas cosas —le dijo ella muy cautivadora, a Saihara le llamó la atención la mirada que ahora tenía, era una que nunca había visto antes, y sin embargo, por alguna razón, le daba miedo conocerla—. Yo... estoy saliendo con alguien desde ayer, eres el primero en saberlo.

Aquéllas palabras habían dolido más de lo que esperó. Saihara conocía a Kaede desde hace mucho tiempo, por ende sabía acerca de su historia con el amor, como ella se apartó de eso y se rindió por completo a encontrar a la persona indicada, tenía sus razones para pensar en eso, para cerrar su corazón; Saihara siempre lo aceptó y estuvo con ella como un amigo, uno con quien podía confiar y desahogarse, en realidad siempre pensó en la posibilidad de que encontrase a alguien lo suficientemente bueno como para hacerla abrir su corazón de nuevo, y aunque quería que fuese él, sabía que estaba lejos de conseguirlo, por eso se rindió y siguió otro camino, salir con Mahiru, intentar amarla como lo merecía, pero por más que quería, no podía simplemente desechar lo que sentía por Kaede, algo tan evidente y que sin embargo ella no veía.

—¿E-enserio? —preguntó Saihara intentando no parecer triste, pero sí bastante sorprendido—. Esto... me alegro mucho Akamatsu-san, es un chico con suerte —él la felicitó, no hizo más comentarios al respecto, no quería arruinar la felicidad que ahora mostraba su mejor amiga, su amor no correspondido.

—¡Es un gran chico! —exclamó ella muy animada—. Quiero que lo conozcas, le hablé de ti.

—Apenas tengamos la oportunidad, me encantaría —en realidad no mentía, Saihara necesitaba conocer a esa persona, necesitaba saber si era una buena persona para ella, a pesar de que sabía que Kaede no era ninguna loca que terminaría con alguien peligroso, pero el simple hecho de amarla hacía que fuese sobreprotector, y Kaede era muy inocente, no quería que ningún otro chico la dañase, después de todo, su felicidad lo hacía feliz, a pesar de que su pecho dolía en ese momento.

. . .

Cuando se separó de Kaede, quien se dirigía a tocar piano al restaurante, él decidió dirigirse a casa, a pesar de que ahora emborracharse sonase el triple de tentador, pero él era un jefe responsable y con mucha fuerza de voluntad.

O por lo menos eso esperaba.

Siguió caminando hasta que tropezó con alguien, en consecuencia a la gran aglomeración de personas que había por las calles que lo hizo no fijarse, casi cae al suelo, pero fue sostenido por aquella persona, a quien pudo jurar se trataba de un hombre por la fuerza que puso en su brazo y que fue suficiente para mantener el equilibro y no caerse. Al abrir sus ojos tuvo la sorpresa de que se trataba de una chica, muy hermosa a su parecer, que lo miraba fijamente de manera seria y friolenta que lo hacía recordar a su antigua superior.

—Lo siento —manifestó nervioso mientras se enderezaba— Y gracias...

—Ten más cuidado la próxima vez —la chica entonces empezó a caminar nuevamente por su dirección.

—¡Espera! —el chico la llamó, haciendo que se detuviese y lo mirara con la misma seriedad que hacía que Saihara se pusiera muy nervioso, ni sabía porque la llamó, pero algo en ella le daba curiosidad, quizá se trataba de su disque talento como detective.

—¿Qué quieres? Estoy ocupada —le dijo con cierta molestia.

—Y-yo...

En ese momento, escucharon un grito provenir del callejón, tanto él como la chica con la que chocó, además de varias personas curiosas, se acercaron al lugar, observando un cuerpo sobre la pared recostado, además de que la persona que gritó estaba totalmente inmóvil. Saihara se acercó, sólo para verificar el estado de la persona, pero cuando estuvo frente a este, sintió como su cuerpo se congelaban.

No se trataba de nadie más que de Mahiru Koizumi.

Si tan sólo la había visto por última vez en esa tarde, no podía creer lo que veía. Simplemente no quería creerlo. Observó entonces como la chica con la que chocó anteriormente, se acercaba al cuerpo sin vacilar y lo verificó, no sabía como podía ver tanto sin desmayarse, al menos que se tratase de alguien ya acostumbrado a ese tipo de cosas, como él.

Saihara intentó mantener la compostura y acercarse más a Mahiru, verificando lo que ya sabía, estaba muerta.

—¿La conocías? —le preguntó la chica mostrando interés por primera vez en él, aunque posiblemente era por el semblante traumático de su rostro.

—Sí, era... alguien importante —no supo ni porqué le dijo algo que no era necesario que supiera y que posiblemente no le importaría—. Necesito... notificarle a la policía —manifestó para luego proceder a levantarse, sacar su teléfono celular y notificar a la estación policial— Hola, habla el Detective Jefe Saihara Shuichi, hay un cuerpo sin vida en el Sector Shinguko, remitan una comisión rápido.

—Eres detective —mencionó la chica.

—Sí, ¿y tú eres? —puesto que ella ya sabía su nombre, veía justo saber el suyo, además, de una u otra forma, tenía que entrevistarla por el caso.

—Harukawa Maki —se presentó ella sin mostrar mucho interés.


Notas de autora: ¡Hola! Cuanto tiempo... Me alegra poder escribir nuevamente de este fanfic, y por fin nos pasamos al lado de Saihara, y vaya sorpresa con la pareja crack que puse xD, hasta a mí misma me sorprendió, pero me vi muy tentada a hacerlo, aunque la terminé en el mismo capítulo y de una forma... bueno como verán, Saihara tiene su amor no correspondido, y ahora ha conocido a Maki, ¿qué cosas seguirán ocurriendo? Bueno, todo a su tiempo, espero les haya gustado y nos leamos luego :3