Saludos; tengo que aclarar que este fanfic es extremadamente viejo, comencé a trabajar con el cuando aun la serie de Naruto no había terminado y muchas cosas han pasado luego de eso. Pero crei algo desgraciado el no publicar esto aqui, después de todo siempre fue esa la intención. Los personajes de esta historia no son mis personajes pero esta historia está escrita y redactada por mi. Lamento cualquier error ortográfico, no es mi fuerte la buena ortografía. La historia tampoco está aqui para dar inspiración moral ni dar lecciones de vida, es puro entretenimiento y les pido humildemente, a cualquier potencial lector que lo tome solo asi; nada más que entretenimiento. Gracias por tomar de su tiempo para leerme.
Capítulo Introductorio:
Retumbaba en sus oídos la propuesta infame. Atónito con la mera idea de ello, el vengador caído, dejó a medio camino su trago para ponerlo sobre la mesa. Miro de manera inalterable a su mejor amigo, aunque por dentro estaba experimentando infinidad de emociones. De todas las cosas sin sentido, que el último de los Uchihas esperaba escuchar salir de la boca del futuro Hokage, esta no era una de ellas.
"Intercambiar de parejas, por una noche…"
Ambos ninjas elite estaban en un bar cualquiera bebiendo y hablando trivialidades. Muchos dirían que Naruto hablaba sin parar mientras Sasuke permanecía impávido como de costumbre, cuando el primero mencionó la descarada proposición que hizo enfurecer a Sasuke. Estaba completamente seguro que esa idea solo se le ocurría a un estudiante del difunto Sannin Jiraiya.
Su mente solo se enfocó en una sola persona; Hinata Hyuuga. La novia de su mejor amigo.
La primera vez que le prestó atención a la Hyuuga fue el día en que Naruto la presentó como su novia. La chica tenía un hermoso sonrojo por su timidez constante y los ojos iluminados por el júbilo del amor que sentía por Naruto. En ese momento, no pudo ubicarla en sus recuerdos, sabía muy poco de ella y tan solo había cruzado camino en muy pocas ocasiones en la vida.
Desde ese primer encuentro supo que ella lo había cautivado.
Trató de reducirlo a la belleza indiscutible de la chica. Sus hermosísimos grandes ojos perlados, sus carnosos labios, largo cabello y agradable figura, sus rasgos eran demasiada provocación para cualquier hombre. Era fácil justificar su atracción a algo meramente sexual y superficial con tan solo la apariencia de la chica pero con el pasar del tiempo supo que no era solo eso. Le gustaba su inteligencia no presuntuosa, el tono suave de su voz, sus tiernos manierismos, perseverancia y astucia a la hora de la batalla, su profundo amor incondicional hacia Naruto, si, hasta eso le gustaba, y sobre todo el trato hacia él. Ella lo trataba con naturalidad, lo trataba como al resto de personas que la rodeaban, no como el paria que era.
Desde que regresó todo el mundo le temía, otros simplemente lo odiaban, tampoco podía faltar las mujeres que tenían una perversa curiosidad hacia él. Si no encontraba miradas de desprecio o miedo eran de muchachas segadas por una obsesión platónica hacia él que no entendía. Pero lo más que le molestaba eran las personas que lo trataban de cierta forma para ganarse el respeto del futuro Hokage.
Repugnante.
Hinata no era así, aunque llego a pensar que su buen trato hacia él era directamente maniobrado por el tonto de Naruto, con el tiempo vio la honestidad en los ligeros saludos, las suaves sonrisas, consideraciones que demostraba hacia él, los chistes incomodos que lo hacían sonreir por dentro y como parecía obviar su completa oscuridad.
Era refrescante.
De solo atracción se convirtió en algo más complicado pero jamás pasaría a más.
Su mejor amigo era Naruto.
Nunca trataría de quitarle a su novia y segundo, pero no menos importante, ella amaba a su novio con una ciega devoción y eso le agradaba a pesar de ser el mayor factor para no tratar nada con ella. Había veces que lo único que lo levantaba de la cama era ver esos brillantes ojos llenos del amor que sentía por Naruto y aunque eso le causara un extraño dolor, Hinata enamorada de Naruto era la cosa más sublime que podía ver alguien.
"¿Pues qué dices Teme? es algo que no es tan fuera de lo usual, podríamos hacerlo en una de nuestras salidas. ¡Claro está, si tú quieres!" Naruto levantó las manos riendo a carcajadas, Sasuke conocía ese mecanismo de defensa, lo había visto muchas veces; utilizaba su sentido del humor como escudo. Si alguien tomaba ofensa alguna, diría que era solo una broma. "Es algo muy normal hoy en día y todos lo hacen, puede ser algo excitante si tenemos reglas claras, si no funciona, pues no se repite. ¿No crees?" Naruto se bebió lo que quedaba de su sake, era la quinta copa que bebía desde que se sentaron. Claramente estaba nervioso.
Sasuke estaba seguro que le rompería la cara en ese momento. No porque encontraba insultante prestar su propia novia, sino porque el idiota tuviera la desfachates de ofrecer a Hinata a alguien más. Una mujer que lo amaba sin condición alguna, ser intercambiada, como un vulgar paquete.
Pero antes de actuar pensó un poco las cosas. Sabía muy bien lo que estaba sucediendo; de hecho lo venía sospechando hace tiempo atrás. Él estaba seguro que Sakura y Naruto tenían todo ya planeado. Su certeza no era mal infundada si se sumaba el hecho que sabía que ambos se entendían románticamente.
Sasuke nunca se preocupó por la relación clandestina de sus amigos. Naruto siempre había estado enamorado de Sakura y por parte de ella, aunque para el mundo entero y sobre todo para Sakura, ellos eran novios, en realidad apenas llegaban a cumplir los requisitos de amantes.
Una noche se le insinuó como solía hacerlo y ocurrió. Generalmente él la ignoraba; no sólo porque no la veía de esa manera sino porque sabía los sentimientos que albergaba Naruto por la kunoichi. Pero esa noche fue diferente. Naruto llevaba casi tres meses con Hinata, parecía una relación de lo más estable. Él estaba agotado con la guerra constante que tenía con Sakura. Ella tratando de entrar a su casa, bajo cualquier pretexto y él dando excusas para no dormir con su compañera, que claramente no entendió el primer, segundo y tercer no.
Se había cansado de verla llorar cada vez que la rechazaba. Las excusas; Sakura las prefería, un "hoy estoy muy cansado" sonaba mejor en sus oidos que "no voy a tener sexo contigo, Sakura" por lo menos no se iba en lagrimas como cuando daba negativas, pero estas ya no eran suficientes para la fémina que cada vez se veía más mortificada.
No sabía si por instintos reprimidos o simple agotamiento cayó en el juego de Sakura eventualmente.
No tenían sexo muy a menudo, de hecho podía contar las ocaciones con los dedos de una mano, eran solo encuentros nocturnos en los que ella siempre lo buscaba y cuando se cansaba de dar pretextos, accedía. Lo demás consistía en su relación cotidiana de compañeros de equipo. Cuando se regó el rumor que él estaba con la aprendiz de Tsunade, ninguno de los dos lo negó. Ella por razones evidentes, consiguió lo que siempre quiso, tener al último de los Uchihas en sus garras, y él encontró beneficioso como muchas chicas molestas, asustadas de lo que podía hacer la Haruno, desistieron de sus asedios. Los dos ganaron en todo el asunto, o eso trataba de creer.
Pero al final todo era un vil engaño para todos ellos en donde Hinata quedaba en medio.
Sabía que quizás el enredo se podría solucionar con simples acciones de los involucrados. Si desde un comienzo, Sakura entendiera realmente lo que quería para su vida no estaría durmiendo con los dos; pero no era así. Siempre fue una niña caprichosa y algo necia para comprender sus propios sentimientos.
Sakura claramente amaba a Naruto. En algún momento, mientras Sasuke estuvo lejos, Sakura realmente se enamoró del futuro Hokage. Pero el problema era que no lo aceptaba y como aun sentía cosas por su viejo amor, prefirió seguir con su acecho sin sentido antes de admitir sus sentimientos. No entendía cómo era para ella más sencillo pretender amar a un hombre que ni conocía realmente que corresponder al amor de alguien que ella claramente quería.
Él no estaba liberado de culpa en este asunto.
Entendía que el poco cariño y aprecio que recibía Sakura de su parte, la forzó a buscar más en otros brazos. Sasuke sabía que la desesperación la había obligado, por falta de mejor palabra, a cometer el acto imperdonable de engañar al supuesto hombre que amaba con su mejor amigo. Conocía lo que realmente anhelaba su compañera, esto no habría ocurrido si quizás se sinceraba con ella. Pero la verdad era que él no tenía energías para lidiar con sus propios problemas iba a tenerlas para resolver los de Sakura.
A veces fantaseaba con que Hinata se diera cuenta del tórrido romance de su novio con Sakura pero cuando la miraba con Naruto; feliz y radiante, se retractaba de cualquier pensamiento de esa naturaleza. No quería verla infeliz. Verla contenta era, en muchas ocasiones, su único incentivo para continuar sus día.
Naruto era el último culpable en el asunto. Se había resignado a ser solo un amigo para Sakura, al ser rechazado por undécima vez. Eventualmente decidió corresponderle a la única chica que lo amo a pesar de sus faltas. No encontraba estúpido la decisión tomada por Naruto, hacia completo sentido que buscara acopio en Hinata. Él merecía a alguien como ella y con el tiempo estaba seguro que se enamoraría de la joven porque quién podría resistir ser amado así por alguien. Pero por idiota y cobarde termino atrapado entre dos mujeres.
Sasuke no entendía porqué lo hacía; Naruto era genuinamente la persona más noble y real que conocía, no le gustaba dañar a nadie, ni a sus enemigos. ¿Por qué no simplemente dejaba a Hinata libre y andaba con Sakura? o ¿era que Sakura aun tenía esperanzas de concretar su relación con él y desalentaba a Naruto a hacer cualquier movida seria? Quizás Naruto comenzó a amar a Hinata y no sabía cómo negársele a su amor de la infancia. Sabía lo insistente y tenaz que era Sakura de antemano.
Muchas noches la envidia, frustración y soledad, le quitaban el sueño. La envidia no solo era porque le gustaba la novia de su amigo, sino porque conocía la soledad de Naruto, era la misma de él y verlo feliz aunque lo alegraba, en el fondo, lo hacía sentirse más solo y desesperanzado. Frustración, vivía con más de una. Estaba lleno de deseos carnales y emocionales que lo tenían preso de sensaciones desconocidas. La confusión de cómo actuar lo atormentaba, llevándolo a tener sentimientos de culpa. De cierta forma sabía que él también traicionaba a Hinata ocultando lo que sabía. Se sentía todo un cobarde.
Consideraba los espectadores tan responsables como los victimarios en los conflictos, despues de todo habia deseado la muerte a personas por la mera insinuación de ser complices en su propia tragedia.
Pero con la conversación del bar muchas confusiones de Sasuke se disiparon y su mente estaba más clara que el agua.
Naruto no merecía a Hinata.
De hecho, estaba seguro de que no la amaba, pues si fuera así jamás se la ofrecería a ningún otro hombre. Sasuke estaba seguro que si Hinata fuera de él, jamás dejaría que otro la tocara, es más, él no amaba a Sakura y no andaba dándosela a otros.
Entonces, si se le daba la oportunidad, él no la desperdiciaría.
A la mierda con el cabrón de Naruto, a la mierda con la indecisa de Sakura, a la mierda con… pero y ¿Hinata?
Naruto seguía hablando "...tú sabes que me llevo bien con Sakura-chan y bueno tú no saldrías perdiendo nada porque Hinata es muy bonita y…"
"¿Hinata está de acuerdo con todo esto?" Interrumpió con su tono habitual.
Naruto se sobresaltó por la pregunta. Sasuke asumió que le turbó que la primera verdadera reacción de su amigo desde la salida fuera dirigida a su novia.
"No he hablado aún el tema con ella pero creo poder convencerla. No te preocupes por eso; además no creo que lo tome a mal. Eres Sasuke Uchiha todas las mujeres de la aldea quieren contigo." Naruto puso cara de burla.
Lo único que a Sasuke le vino a la mente fue hijo de puta porque ya la palabra idiota se quedaba corta. No podía creer lo poco que Naruto conocía a su novia y a la vez lo mucho que lo hacía. Ella si aceptaría la propuesta escandalosa pero no porque considerara tentador acostarse con el último Uchiha sino porque haría cualquier cosa por Naruto. Estaba ciega de amor por él. Pero si algo le quitaría esa venda sería esta situación y él aprovecharía esto aunque muy en el fondo supiera que esta decisión lo convertía en un canalla también.
"Acepto. No quiero algo vulgar en donde estemos los cuatro juntos en una misma habitación o algo por el estilo. Me gusta mucho mi privacidad." aclaro con rapidez aparentando indiferencia sobre el tema. Prosiguió a beber lo que quedaba de su vaso.
"Entiendo si no quier… cof cof ¡¿Aceptas?! Ah ¡Que...cof bueno! cof cof" Naruto se ahogó con su trago, parecía sorprendido, asumió que creyó que sería difícil convencerlo, después de todo, lo sería en otras circunstancias. Sasuke había encontrado extraño la salida al bar, Sasuke no bebía y Naruto lo hacía pero no con frecuencia. Ahora entendía las intenciones, no solo buscaba en el alcohol el valor para hacer el ofrecimiento tambien quería que aminorara el golpe. "Si... si, como tú digas. Perfecto; si quieres yo hablo con Sakura sobre el tema."
Imagino que ya habrán hablado mucho al respecto.
Sasuke se limitó a pedir la cuenta; tenía muchas cosas en la cabeza y el alcohol no era su fuerte. Mientras más pensaba en las futuras consecuencias de esto más claro se le hacía que ninguno saldría airoso de esto.
